𝐂𝕬𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐔𝐍𝐎 :
🕸️ 𝐋𝐀 𝐀𝐑𝕬Ñ𝐀🕷️

Era otra noche como cualquier otra, donde una chica de largo cabello rubio caminaba con su patineta en la mano. A los 10 años un niño generalmente quiere probar nuevas experiencias y lo único que Kate Parker quería era ser como todos los demás, donde nadie la llamara aburrida a sus espaldas ni nada por el estilo.

¡Hubo una vez en que un grupo de chicas la llamaban Lacraia! Ella prefería serpiente, pero está bien. Si querían decir algo, ¿por qué no se lo dijeron en la cara?

Ahora, tarde en la noche, Kate estaba en un metro, pero no en cualquier metro, era un metro donde todos decían que estaba maldito, donde todos tenían demasiado miedo para no ir y creían cada tontería que decían, o eran demasiado valientes y no se dejaron engañar por las tonterías que escuchaban de otras personas.

Kate fue una de las valientes, pero todos sabíamos que no eran más que niños estúpidos que hacían cosas estúpidas. Pero aun así, niños.

— Vamos, Kai, ¿tienes miedo? — Kate se burló de su mejor amigo, en realidad su única amigo. Estirando los brazos con una sonrisa estúpida en el rostro.

—Nunca. — Estaba cagado de miedo. Pero solo tragó y levantó la cabeza, pero sus manos temblaron más que la tierra cuando sus placas tectónicas decidieron temblar.

Kate inclinó la cabeza hacia un lado mientras contenía una risa, antes de correr silenciosamente y ponerse detrás de su amigo, luego soltó un grito, haciéndolo saltar con un grito afeminado.

— ¡Deja de jugar, muchacho! Aquí no hay nada, es solo un metro donde un tren se salió de control y terminó chocando contra la pared y ahora ya nadie lo usa. Aquí no hay nada maldito, idiota. — La rubia puso los ojos en blanco, como si eso fuera lo más obvio. — ¡Ven!

Y así comenzó la aventura de una niña valiente y estúpida y un niño inteligente y temeroso.

La única luz que había entre las rocas que yacían en el suelo del oscuro túnel del metro eran las linternas que traía Kate.

El aire estaba húmedo y frío. En las paredes, al menos las enteras, había telas de araña que Kate recogió con la mano y le arrojó a Kai, quien automáticamente comenzó a gritar.

El sonido de las Jordan de los dos niños hacía ruido con cada pequeño paso.

— Una pequeña pregunta...— Kai hizo una pausa por un segundo mientras calculaba una manera de saltar de una columna de rocas caídas frente a él sin lastimarse, mientras Kate saltaba de todos modos, lo que provocó que cayera sobre su trasero y luego se levantara como si nada hubiera sucedido. — ¿Qué estamos buscando exactamente?

Una sonrisa pícara apareció en la rubia, quien colocó un mechón de su flequillo detrás de su oreja y apuntó con la linterna a su rostro, haciendo una mueca macabra mientras lentamente se giraba hacia el chico de cabello castaño rizado y ojos verdes.

— ¡Los fantasmas de la oscuridad! — Ella gritó, haciendo que su voz se convirtiera en un eco que daba vueltas y vueltas en aquel lugar destruido. — ¡Se dice que deambulan, esperando y esperando para atrapar a ese niño asustado que no puede oír ningún ruido sin que ya este corriendo y gritando por ahí! — Kate encendió y apagó la linterna varias veces.

— ¡Detente, tonta! — Gritó Kai, apuntando la luz desesperadamente a los lugares. — En serio, ¡esto no es gracioso!

Kai sintió que las lágrimas comenzaban a acumularse bajo sus ojos y eso fue suficiente para que Parker se sintiera culpable.

— Oye, lo siento. no queria que llores... — Ella se acercó y se limpió la lágrima que recorrió la mejilla negra del chico.

— Sólo... no hagas más eso, ¿Si? — Se encogió de hombros y se mordió el labio inferior. Tenía miedo.

Kate llevó sus dedos a la barbilla del chico de piel oscura y le levantó la cabeza.

— Lo prometo. — Kai asintió. — Podemos volver si quieres. — Kate se encogió de hombros, lista para dar la vuelta e irse a casa.

— No es necesario, podemos continuar. Ya no tengo tanto miedo.

La Parker lo miró a los ojos esperando ver algo, pero lo único que vio fue determinación de llegar al final de ese lugar.

— ¡Vamos, mi querido Watson! ¡Nos espera una aventura! ¡Al infinito y más allá!

Y entonces corrieron hacia el túnel, riendo a carcajadas.

— ¿Por qué querías venir?- El niño preguntó, apartándose las trenzas de la cara. Kate se subió a una roca y, dándole la espalda, dio un salto mortal y cayó al suelo con un puño.

— Peter me dijo que no debía venir, así que...— La rubio se volvió hacia él con una sonrisa— ¡Vine!

— Y me trajiste contigo. — Kai refunfuñó con un suspiro. Kate lo señaló con el dedo, como si estuviera de acuerdo.

— Y te traje.

— ¿Y por qué haces esto? Nunca desobedeces a tu hermano.

Kate dejó escapar un suspiro, como si este tema la entristeciera o incluso la estresara.

— Todo el mundo parece ocultarme algo. May, MJ y Peter me ocultan algo y cada vez que pregunto qué es, cambian de tema. O cuando es de noche y me despierto para ir a tomar agua y los veo a todos en la cocina susurrando algo. Pero en cuanto me ven, rápidamente cambian de tema. — Kate se encogió de hombros y se acurrucó aún más en el calor de su cárdigan.

Kate tenía un estilo de vestir en el que siempre tenía que tener pantalones cargo o de cintura baja o delgada, zapatos Jordan o All Star y blusas holgadas y largas. Esta vez llevaba unos pantalones cargo de cintura alta, unas Jordan blancas ajustadas y un cárdigan blanco con un poco de color crema con estrellas dibujadas. Los botones estaban cerrados.

— Entonces decidí irme todo el día sin decir adónde iba ni dar señales de vida. — El sonido de la piedra al patearla hizo un ruido bastante fuerte. — Quería que me dijeran cosas. Quería que confiaran en mí para decirles cualquier cosa, pero no lo hacen.

Las gotas caían sobre los hombros cubiertos de los dos, pero eso no pareció importarles, no ahora que vieron varios graffitis en las paredes al final del túnel.

— Vaya... — Kai suspiró asombrado, girándose lentamente para poder ver todo el arte.

— Ya te lo dije, no está maldito, idiota. — Kate se rió entre dientes mientras abría su mochila negra, blanca y roja con detalles de rojo y sacaba pinturas en aerosol.

Sacudiendolo en su mano, caminó hacia la pared y comenzó a pintar con aerosol algo que había estado en su mente todo el día. Con todos los sprays en su mochila, hizo un color loco que parecía un arcoíris de tantos colores. En medio de todos estos colores, estaba escrito "Sin Esperanza".

Cogió una botella de spray blanca y se volvió hacia su amigo que estaba sentado contra la pared con su hoja de ejercicios de matemáticas en la mano. Kate puso los ojos en blanco.

— ¡Ey, nerd! Necesito que hagas algo por mí. — Él levantó las cejas, pero aun así se levantó y se acercó a ella, quien le aventó la lata y de inmediato entendió.

La rubia se posicionó justo en medio del arte urbano que había hecho, quedándose quieta, esperando que Kai comenzara. Comenzó a rodear completamente a Kate y cuando terminó, se alejaron de la pared.

— Lo arrasaste . — Kai sonrió, mirando el arte urbano que había hecho su mejor amiga.

— Lo sé, siempre arraso. — Con un apretón de manos entre los dos, Kate se acercó a su mochila y a los aerosoles circundantes y volvió a guardar todo dentro.

Una sensación de algo corriendo por su piel la hizo desesperarse. Ella comenzó a retorcerse y golpearse las manos tratando de sacar lo que fuera que fuera de ella. Fue entonces cuando una mordida hizo que se golpeara la nuca y saliera una araña.

— ¿Qué pasó, loca? — pregunto Kai a la distancia.

— Una araña. Nada más. — Sacudió la cabeza, mientras intentaba ignorar la sensación de ardor que comenzaba a recorrer su cuerpo. Después de todo, era sólo una araña.

Simplemente ella no esperaba que esta "sólo una araña" fuera radiactiva.