Otro día pasa, más problemas aparecen

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Legoshi se levantó temprano para limpiar el restaurante mientras la coneja dormía en casa. Ya casi tenía todo listo para abrir pero no podía hacer eso sin ella.

Alguien llamó a la puerta, dejó lo que estaba haciendo y se dirigió a atender.

-Buen día- Apenas abrió la puerta el ciervo ya estaba dentro. -¿Trabajando a esta hora?-

-¡Hola Louis!- Su cola comenzó a moverse feliz -¿Que haces aquí?-

-Bueno, quería ver si podía comprar algo para desayunar- El ciervo se sentó en una de las mesas. -¿Qué me recomendarías?-

-Ehh, estaba por preparar uno... ¿Cómo se llama?- Leyó un papel con recetas que Haru tenía en la cocina -¿Cuasó?-

Louis no pudo evitar reír. Se miraron por un segundo. -Creo que quisiste decir... croissant-

-¿Crosán?- Volvió a causar risa a su amigo.

-Es una mejora- Sonrió. Aprovechó que Legoshi estaba ocupado para analizar el lugar. Se enfocó en el área donde el público era atendido -Podrían usar algo de espacio adicional y unas sillas más cómodas. Sé que tienen un par de empleados por lo que pueden expandir su operación sin problemas-

-Bien, ya están en el horno- Se quitó los guantes de cocina y se sentó junto a su amigo. -¿Cómo estás?-

-Pensando-

-¿En qué?-

-En este lugar- Legoshi lo miró confundido -Verás... llevo un tiempo pensando en ayudarlos a ti y a Haru para hacer de este restaurante una estrella local, un lugar de renombre. Creo que tiene potencial-

-Guau ¿En serio? De hecho, Haru y yo queremos hacer muchas cosas con este lugar pero... nos falta dinero- No quería sonar si estuviera pidiendo limosna.

-Pues en eso puedo ayudar- Se inclinó sobre la mesa -Puedo... darles un impulso, pero necesito saber que te comprometes a aprovechar esta oportunidad-

-Louis yo... te lo agradecería muchísimo-

-Hmm, eso imaginé- Sonrió -Solo imagina en cómo mejoraría todo con el esfuerzo y capital adecuados.. .quiero que uses esa imagen para motivarte a mejorar-

Legoshi pensó en que por fin podría darle a Haru una vida cómoda y darle los medios para comenzar una carrera universitaria, además de tener un terreno más firme para criar a los hijos que planeaban tener.

Era como un sueño cerca de hacerse realidad, solo tenía que trabajar duro para materializarlo.

-¿Cuando empezamos?- Emocionado, ya tenía en mente algunas ideas.

Louis miró su reloj y su cara cambió. -Eh... No hoy, eso seguro. No te preocupes, hablaré contigo apenas tenga tiempo-

Se levantó y el lobo fue hasta el horno. -Espera, creo que ya están listos- Sacó la bandeja con los croissants y los puso en una bolsa de papel.

-Oh, gracias- Tomó algo de dinero de su billetera -Toma, quédate con el cambio-

Era al menos cinco veces más de lo que valían realmente, Legoshi trató de devolverle lo que correspondía pero Louis ya se había ido mientras contaba los billetes.

-Adiós, Louis-

...

Tras otra reunión con miembros del conglomerado, el ciervo se sentó agotado.

-Ah... estos tipos me drenan la energía- Comió uno de los bocadillos que le preparó Legoshi -Nada mal-

Miró por la ventana, las vistas de las salas de reuniones no eran tan buenas, precisamente para evitar distracciones.

-Estás cosas están deliciosas- Terminó de comer otro -Si cocinan así de bien invertir en ese lugar será un buen movimiento... Solo espero no engordar-

Azuki entró a la sala con su computadora portátil. Louis suspiró y se preparó para irse.

-Largo, tengo una reunión importante- Comenzó a trabajar en el dispositivo. Louis, pura y exclusivamente para molestarla, se quedó en su silla -¿Que parte de largo no entendiste?-

-¿Por qué tan hostil?-

-¿Qué te importa- Lo miró por un segundo antes de volver al trabajo. Louis se levantó y caminó lentamente hasta la puerta -Espera-

Metió una mano en la bolsa de papel y tomó un croissant. Dio un bocado y siguió con lo suyo

-¿De nada?- Se quedó parado esperando algo de mejores modales de parte de su compañera de trabajo.

-Estas porquerías son deliciosas, haz que las traigan a la cafetería-

-Lo tenía pensado pero ahora que lo mencionas quizá no lo haga- Bromeó y abrió la puerta. Entonces vio a alguien que preferiría no haber visto. -Ese sujeto...-

Un toro vestido con un traje barato se acercaba a la sala de reuniones.

Fue el profesor de piano de Azuki, solo que en vez de tocar el piano le tocaba las tet-

Se entiende. Todo eso sucedía mientras estaban casados, llevaban un año y medio juntos cuando Louis se enteró pero nunca tomó acciones al respecto, teniendo en cuenta que para ese entonces aceptó que su matrimonio era solo para el papel y creía que un divorcio por infidelidad sería un escándalo para la compañía.

Lidió con ello por años, no le dolía pero le generaba cierta molestia el estar solo por completo. Hasta el día que se reencontró con Juno. Nunca vio retomar su relación con la loba como una forma de venganza, de hecho no le importaba mucho lo que su esposa hiciera siempre y cuando la compañía no se viera afectada y ella fue lo suficientemente prudente para mantenerlo bajo la alfombra.

Ignoró su saludo y se dirigió a su oficina, pensando en que si Azuki podía traer a su pareja entonces él también.

Se sentó en el lujoso sofá y luego se acostó, no debería tener más reuniones por hoy.

Aprovechó para dormir un poco.

En su sueño, estaba en una playa. Miraba en todas direcciones, como si estuviera buscando algo.

-Estoy aquí, cariño-

La loba estaba acostada sobre una toalla, bajo una sombrilla. Eso no era todo.

Estaba embarazada.

A juzgar por el tamaño de su vientre llevaba un par de meses, se notaba de lejos. Se acostó junto a ella y tocó esa zona, sintiendo una patadita de su cría en sus manos.

-Quiere saludarte...- Besó a su pareja y tocó su mano, sintiendo una pieza metálica en uno de sus dedos.

Despertó antes de ver que era.

Se levantó del sofá y se sentó en la silla de su escritorio para luego encender el ordenador.

Sonrió al ver su fondo de pantalla, una foto de Juno y él en uno de sus viajes, besándose en el atardecer de una cálida playa. A Louis le gustaban mucho las playas. Más le gustaba Juno. Aún más besarla, la foto lo tenía todo. Era una forma de sentir su compañía durante el trabajo, además de recordar porque soportaba el día a día.

-Algún día voy a casarme con esa loba- Mientras revisaba su correo, pensaba en su sueño de hace rato. -Aunque es un poco temprano para eso... La amo pero debo esperar a estar seguro del todo... o al menos eso es lo que se suele hacer, creo-

Pidió un café a su asistente y siguió trabajando. Estaba aburrido, su trabajo solía ser así pero hoy se estaba pasando.

-Hola-

No esperaba verla traerle su orden.

-Hola...- Contestó sorprendido, no pudo evitar sonreír mientras ella entraba con su atuendo hecho para la ocasión.

Una camisa blanca y falda negra, con zapatos de taco alto y unas gafas de vista que no tenían aumento alguno. Dejó la bandeja sobre el escritorio y saludó a su novio con un beso en los labios.

-¿Como hiciste para entrar?-

-Soy tu novia ¿Recuerdas?- Levantó una ceja y lentamente se aproximaba a su regazo.

-Si pero necesitas una tarjeta de acceso, no tienes una- Le preocupaba que su personal no hiciera su trabajo.

-Pues... me dijeron que como soy tu novia no necesito una... ¿Te molesta?-

-No, solo tendré que hablar con el personal de seguridad. Pero no te preocupes- Ella masajeaba sus hombros, él se dejó controlar por su depredadora -Ah...-

-¿Qué tan lejos quieres que vaya?- Susurró lujuriosa -Quiero aliviarte luego de un largo y duro día de trabajo- Siguió masajeando, Louis levantó la cabeza para poder mirarla a los ojos.

-Quiero que me sorprendas... pero deja los platos fuertes para cuando volvamos a casa, quiero disfrutarte como se debe- Se le escapó un gemido al sentir su mano pasar por debajo de su camisa y tocar sus pectorales.

-Mmm... Se va a enfriar tu café- Besó su cuello y mordió muy suavemente para que sienta sus colmillos como le gustaba.

-Tu me calientas más que cualquier bebida- Ella acarició su rostro mientras sonreía. Luego volvió a sus hombros.

-Pude morderlo sin sentir mis instintos molestarme... quizá estoy mejorando- Se sentía bien luego de aquella maniobra. -Veo que lo estás disfrutando- Vio el bulto en sus pantalones y se lamió los labios.

-¿Viniste aquí porque estás cachonda o...?-

-Oh, bueno... ¿No?- Se sonrojó -No pensé en esto cuando decidí venir... solo quiero estar contigo, es todo-

Con la situación un poco más calma, se sentaron en el sofá y se acurrucaron dentro de los límites del mismo.

-¿Te molestó que hiciera eso?-

-No, para nada. Creo que me gusta que estés aquí... Solo que no quiero cruzar la línea, este no es lugar para esas cosas- Acariciaba su pelaje delicado y bien cuidado, luego la besó en la frente.

-Tienes razón- Cerró sus ojos -¿Te gusta mi atuendo?-

-Te ves como una secretaria- La examinó de pies a cabeza, se veía muy bonita.

-Ese es el punto- Rió -Lo usaré más seguido-

-Van a confundirte con una secretaria- Jugaba con los flecos en los costados de su cara -Hablando de secretarias, haz una reserva en el Grand Buffet de Cavalier, cenaremos allí esta noche-

Emocionada, tomó su teléfono e hizo la reserva. -Conseguí una mesa en la terraza... espero que no llueva-

-Con este sol, lo dudo- Le sonrió y tomó su mano -Deja que compruebe si algo que hacer... si estoy libre, podemos irnos de aquí-

Revisó la computadora, no tenía nada anotado para las próximas horas por lo que podían irse ahora.

-Pero apenas llego- Juno no entendía el apuro, Louis se veía feliz de poder largarse de allí.

-Y yo quiero disfrutarte al completo, no puedo hacerlo aquí- La abrazó posando sus manos en su cadera. Ella le sujetó el trasero y eliminó la distancia entre ambos.

-Hmm, eso no suena mal- Sonrió con picardía. Se dieron un largo beso, la loba se aseguró que sintiera sus colmillos con la lengua, a Louis le gustaba, por alguna razón. Al separarse quedó un hilito de saliva entre ambos.

-Toma una servilleta- Le dio una servilleta pero ella se frotó el producto por el cuello, por lo que dejó el paquete sobre el escritorio.

-Quiero más de tí... vamos a nuestro nido- Su mirada lujuriosa lo convenció de largarse de allí de inmediato.

Quizá no tenían que esperar hasta la cena para "Comer".

...

Louis había ordenado pasta y agua mientras que Juno algo de tofu y un vino añejo, con la promesa de que esta vez no acabaría ebria.

Su comida aún no llegaba por lo que hablaban de cómo fue su día.

-¿Entonces le dijiste a Legoshi que los ayudarías a él y a Haru con su negocio?- Le agradaba la idea, después de todo eran sus amigos y tenían la posibilidad de ayudarlos ¿Por qué no hacerlo?

-Si, creo que puede ser un buen añadido a las labores del conglomerado- Su comida llegó, junto con las bebidas. -Muchas gracias-

-Provecho- La loba sonrió e inmediatamente comió un cubito de tofu -¿Pero entonces vas a cobrarles?-

-No, a ellos no. Es... un experimento, si sale bien puedo presentarlo en una reunión y quizá aprueben la idea para hacerlo con más negocios. Luego que ayudemos a esos negocios nos llevamos una parte de las ganancias por un tiempo y los soltamos cuando acabe el contrato- Explicó mientras servía vino en la copa de Juno.

-Hmm, pensé que el que tomaba las decisiones eras tú-

-Algunas las tomo por mi cuenta... pero otras se toman a votación de la mayoría y otras de forma unánime- Comenzó a comer él también. Ella bebió de su copa.-Fue así que me expulsaron aquella vez... aunque no acabó tan mal-

-Fue una de las mejores noches de mi vida- Fue gracias a esa decisión de los ejecutivos del conglomerado que terminó por reunirlos en esa tormenta. -Te amo Louis-

Se besaron sobre la mesa, algunos los miraron raro pero nadie les dijo nada. Varios sabían quién era Louis y no iban a meterse con él, por su propio bien.

-Fuiste la estrella en mi noche más oscura- Sonrió enamorado, ella se sonrojó e hizo lo mismo. -Y sigues brillando igual de fuerte-

-Quién diría que volveríamos a encontrarnos en una situación así-

-Si... Por cierto ¿Cómo te fue en la entrevista?-

-Oh, bien. Kyoko es muy amable, las preguntas no fueron nada del otro mundo. Quiere verte, supongo que se pondrá en contacto contigo pronto- Comió otro cubito de tofu sin quitarle los ojos de encima al ciervo.

-Estaré atento- Se sirvió algo de agua, Juno seguía comiendo, quizá de forma un poco... salvaje, Louis no pudo evitar pensar en que él podría encontrarse en esa situación si las cosas se salían de control. -Juno-

El llamado de atención le hizo notar como estaba tratando a su comida, siguió comiendo pero ahora de forma más adecuada para el lugar en el que estaban. -Me olvidé que tenía palitos, jiji-

Loba y ciervo comieron hasta pedir el postre. La loba tenía antojo de helado y Louis quería complacerla.

-¿No vas a pedir nada para tí?-

-Estoy bien-

-Oh, vamos...- No quería comer sola, pero Louis tampoco tenía hambre. Su helado llegó rápidamente. Juno llenó la cuchara y se inclinó sobre la mesa -Aquí viene el avioncito-

Louis no quería pasar vergüenza en público pero tampoco herir los sentimientos de su novia. Ya era demasiado tarde para detenerla por lo que abrió la boca y dejó entrar la cuchara en su boca. Al menos el helado estaba rico.

-¿Te gustó?-

Todos los miraban raro, trató de no darle importancia pero si alguien hablaba con los medios quizá tendría problemas.

-Si...- Contestó algo incómodo -Pero estoy satisfecho, disfrútalo tú-

Juno siguió comiendo mientras Louis llamó a la mesera para pagar la cuenta. Para cuándo ella terminó su helado ya estaba todo listo para retirarse del lugar. -Me hubieras permitido pagar mi helado-

-No te preocupes por eso... ¿Vamos?- Se tomaron de la mano y se levantaron de la mesa.

-Está bien pero te pagaré el helado cuando lleguemos a casa- Revisó su abrigo y notó que le faltaba algo, por suerte apenas había salido del lugar -Uy, me falta mi cartera, espérame aquí ¿Si?-

Juno volvió a por su cartera y Louis aprovechó para sacar el auto del aparcamiento.

La loba encontró su pertenencia sobre la mesa, una pareja que comía en una mesa vecina le avisó y ella les agradeció.

Al salir, no encontró a Louis por ninguna parte. Un indigente se le acercó rascándose la nuca

-Oiga... ¿No tendrá algo para darme?- El nerviosismo del extraño se contagió a ella, quien abrió la cartera para darle algo de dinero

-Eh, claro- Contestó incómoda mientras tomaba unos billetes.

-¡Dame eso! ¡Ahora!- Sacó una navaja de uno de sus bolsillos, Juno se aferró a su bolso y el ladrón trataba de quitárselo.

-¡Suéltame!- Gritó mientras forcejeaba. El agresor la acorraló contra la pared.

-¡No me hagas lastimarte y dame el bolso!-

Puso la navaja en su cuello y gruñó, Juno miró aterrada como su vida dependía de un solo movimiento.

-Me obligaste a esto preciosa, quizá me divierta un poco contigo en vez de solo robarte- Antes de que pudiera intentar nada, sintió el frío cañón de una pistola tocar su cabeza. Soltó la navaja y sintió un flash cegar sus ojos mientras lo empujaban lejos de su presa.

-Tienes una calibre 45 sobre tu cráneo, podría repartir tu patético cerebro por las paredes y el asfalto y lo mejor de todo es que no se perdería nada de valor, pero seré generoso contigo y con mi bala y te dejaré ir. Cómo vuelva a ver tu cara, tú y la mugre que cargas van a morir ¿Entendido?-

Louis obtuvo el control de la situación y el malviviente salió corriendo de la escena. Tomó la mano de su amada y se la llevó al auto.

-¿Estás bien?- Aceleró.

-Si... gracias- Respiraba agitada, cosas horribles le hubieran sucedido de no ser por él.

-Tranquila, estás a salvo- Soltó una mano del volante y acarició una pierna de la loba. Ella notó la ira en su mirada, sabía que la cabeza de Louis podía calentarse rápidamente pero le daba algo de miedo ver sus ojos como si fueran los de un asesino.

-Traté de ayudarlo y él quiso robarme ¿Por qué?- No comprendía la situación.

-Quizá su idea era robarte desde un inicio... No debí ir por el auto- No quitaba los ojos del camino.

-No es tu culpa Louis- Juno sonrió -Además, tú me salvaste-

-Ya...- La idea de qué algo pueda sucederle a la loba le aterraba. -Volvamos a casa-

...

Al llegar a la mansión, ella le dió un fuerte abrazo y luego se besaron, Juno quiso llevar las cosas a la cama pero Louis tenía que hablar con alguien.

-Ve, te encontraré allí- Susurró

-Estaré lista para tí- Sonrió antes de avanzar hasta el dormitorio.

Louis fue a la garita donde sus guardias pasaban el día, quizá encontraría a quienes buscaba allí.

-... Y entonces me llevé a la gatita a mi cueva si saben a lo que me refiero-

-¿La gatita te la metió?-

Todos salvo quien hablaba primero estallaron en risa. -¿¡Te crees gracioso!?-

Tomó a su compañero de la camisa y este señaló la puerta, dónde el ciervo esperaba a que acaben de pelear.

-¿Terminaron?- Esperaba cruzado de brazos y recostado en la pared.

-Eh, si jefe- El león soltó a su compañero y se arregló la corbata. -¿Qué se le ofrece?-

Luego de años en prisión, lo que quedaba del shishigumi fue contratado por Louis para su cuerpo de seguridad. Era un trabajo más digno y mejor pago que estar en la Yakuza, especialmente después de la demolición del mercado negro.

Louis puso su teléfono sobre la mesa -¿Lo conocen?-

-No... mierda ¿Se metió con su chica?-

En la foto se veía claramente la cara del agresor y algo de la cara de Juno, ya que fue tomada cuando Louis intervino en la situación.

-Si, quiero que pague- Todos miraron la foto -Frecuenta la zona cerca del Buffet de Cavalier, confío en que podrán encontrarlo-

-Si, no debería ser difícil jefe- Free sonrió al tener la oportunidad de darle una paliza a alguien -¿Que tan herido lo quiere?-

-Que no tenga la oportunidad de lastimar a más nadie. La forma en que lo hagan queda a su criterio- Hacía mucho que no hacían algo así, era como volver a esa parte de ellos que dejaron atrás, pero por su jefe estaban dispuestos a lo que sea.

-Será un placer Jefe-

-Eso si, no quiero que esto pueda ser rastreado a nosotros así que no usen los uniformes y cúbranse los rostros con algo-

-No somos novatos, le avisaré cuando esté hecho-

Todos salieron de la garita y tomaron sus respectivos rumbos. Le molestaba tener que romper esa promesa que le hizo a Juno pero esto no podía quedarse así. Entró a la mansión y sin perder tiempo, a su habitación.

Estaba todo a oscuras, sabía lo que iba a pasar.

La loba apareció por su espalda y lo abrazó con fuerza, caminando con él directo a la cama.

-¿Vas a dejar que me quite el traje?-

-Sé una buena presa y cierra la boquita. Voy a darte razones para abrirla pronto- Lo retuvo contra la cama y desvistió prenda por prenda, hasta dejarlo en ropa interior. -Te ves tan delicioso-

Iba a saborear cada rincón de su cuerpo.

...

Corría la madrugada y el ciervo dormía plácidamente luego de lo que hizo con la loba.

Sus sueños fueron interrumpidos por una cálida gota de algo líquido. Al principio no le prestó atención y trató de seguir durmiendo pero la constante caída de lo que creyó que era una gotera le hizo abrir un ojo y ver exactamente qué sucedía.

Juno tenía ambas manos sobre él, reteniendo a su amado contra la cama. Mostraba sus colmillos y gruñía como si estuviera enojada.

-¿Qué sucede?- Algo más de inspección le hizo aterrizar la mirada sobre los ojos aterrorizados de la loba. El miedo en su mirada contradecía la ira y hambre que su cuerpo mostraba. -Tranquila... todo va a salir bien-

Acarició un costado de su cara, sin tenerle miedo a lo que pudiera pasarle a su mano al entrar en contacto con una loba luchando por el control sobre su cuerpo.

Parecía congelada en eso, Lágrimas comenzaron a correr por su cara mientras salivaba y pedía auxilio con su mirada. -Eres fuerte y valiente. Puedes con esto y mucho más-

Apretó su agarre y cerró los ojos, tratando de cerrar su boca. Pudo escucharla gruñir y soltar quejidos de dolor a medida que luchaba contra sí misma para no lastimar al ciervo.

Logró soltarlo y salir de la cama, para luego salir corriendo al baño.

-¡Juno!- Corrió tras ella. La encontró llorando y cubriéndose la cara, especialmente la boca.

Sentada y abrazándose a sí misma, por fin tenía el control sobre su propio cuerpo. Solo le faltaba el consuelo del ciervo, que se sentó junto a ella y le hizo unas caricias.

-¿Ves? Eres fuerte. Más que tus instintos- Susurró, ella negó con la cabeza.

-No... esto no debería pasar ¿Por qué no puedo amarte sin ponerte en peligro? Odio cuando pasa esto- Lloraba, Louis quiso abrazarla pero ella lo alejó -Solo... déjame sola por esta noche, no quiero volver a salirme de control-

-Juno... no hay necesidad de eso- Pensó una forma de hacerla sentir mejor. -¿Quieres algo para comer?-

-Si... trae algo grande-

Fue hasta el refrigerador y volvió con una tarta junto a algunos dulces para levantarle el ánimo.

Juno devoró la tarta como si no fuera nada y luego saboreó los dulces, ahora se sentía mejor pero seguía preocupada.

-Quiero dormir en el sofá- Paró de llorar, Louis siguió acariciándola y tratando de que se sienta mejor.

-Juno, lo peor ya pasó. No hay porque dormir separados-

-Solo por esta noche... no quiero volver a perder el control- Se mantuvo firme sobre su precaución. A Louis le preocupaba que esto se volviera una costumbre.

-Juno, tus episodios no son frecuentes y siempre logras controlarte, no tengas miedo de ti misma- Trató de convencerla pero ella negó con la cabeza.

-No quiero lastimarte... buenas noches- Salió del baño y él fue tras ella.

-Espera, si realmente quieres esto deja que yo duerma en el sofá- Juno notó que a no le gustaba su idea, lo miró triste pero no iba a retroceder.

-¿Seguro?-

-Si... ve a la habitación, te veré mañana- La besó, ella iba a separarlo pero decidió abrazarlo y decirle que lo amaba con su cuerpo. Ahora que lo sintió de forma tan íntima y sin rastro de sus instintos, creyó que quizá no tenía por qué ir tan lejos.

-Está bien... si... quieres, ven dentro de un rato, mientras esté dormida- Lo pensó mejor, aunque seguía necesitando algo de distancia para asegurarse de que nada fuera a pasar.

-Lo haré... te amo-

-Yo también-

Se separaron y Louis se acostó en el sofá, se sentía solo y frío pero lo hacía para que su amada se sintiera mejor. Revisó su teléfono.

-Está hecho jefe- Junto al mensaje vino una foto del sujeto tras la paliza que le dieron, quizá se pasaron un poco de la raya pero ahora ya no molestaría a más nadie.

-Gracias muchachos- Dejó el teléfono a un lado -Ese bastardo pudo hacerle mucho daño, no podía dejarlo irse así sin más-

Cerró sus ojos por un rato y tras perderse en el sueño sintió algo cálido unirse a él.

-¿Nos quedamos aquí o quieres que te cargue hasta la cama?- Susurró, él despertó y sonrió al verla volver a la normalidad.

-Llévame a donde quieras-

Con otra crisis superada, la pareja volvía a su nido. Una vez más, demostraron que con suficiente esfuerzo y amor una pareja como la suya podía funcionar.

🐺💞🦌

Nota del autor: Hola. Espero que les haya gustado el capítulo. Quisiera saber que quieren ver en la historia, ya que por la naturaleza de la misma hay muchas posibilidades y me gustaría escuchar (Bueno, leer) sus ideas.  También me disculpo si parece que la historia no va a ningún lado, tengo pensado un par de sub-tramas para que no sea todo rositas, amor y Juno tratando de comer a Louis en más de un sentido.

En fin, los veo en la próxima, quizá haya algo más de "acción" en los siguientes capítulos guiño guiño. 

Por cierto ¿Les gusta la nueva portada o prefieren la anterior?

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