Misión 3: Joy. 

—No creo que esto sea buena idea, Bon— confesó la rubia en voz baja, era el atardecer y ambos observaban en la lejanía como un pelimorado parecía esperar el bus escuchando música con sus auriculares. El plan del moreno era que la chica en un intento de coqueteo le diera el número, aunque realmente sería el de Bon, entonces hablarían, se enamorarían, se casarían y serían felices para siempre con un perro llamado Trevake. Bueno, quizás se estaba adelantando un poco. 

—Eres una chica muy bonita, a demás en el la secundaria creo que era heterosexual— explicó el de ojos verdes con una sonrisa y antes de que la chica pudiera replicar la empujó suavemente alentándola a ir, quien muy a su pesar lo hizo solo por su mejor amigo. Cuando llegó con el de tez pálida se sentó a su lado y miró de reojo como Bon se escondía detrás de un arbusto dejando a la vista su cabellera turqueza, en ese mismo momento le dieron ganas de mostrarle sus nuevos trucos de artes marciales. 

—Hola— saludó sonriente, Bonnie se quitó los auriculares por educación y correspondió con una sonrisa para luego volver su vista al frente. Vale, eso sí le había afectado un poco, ¿cómo Bon había podido resistir tantos rechazos indirectos en su adolescencia? 

—Soy Jessie, pensaba que podríamos salir y conocernos mejor, este es mi número—, bien, rápido pero nada sutil. Puso su mejor sonrisa coqueta y esta se volvió una mueca cuando el chico le miró con un deje de molesta. 

—Sin ofender señorita Joy, pero soy un hombre homosexual que aunque le gustaran las mujeres no estaría con una comprometida, así que con su permiso...—, apenas terminó de hablar se subió al bus que había parado frente a ellos dejando descolocada a la rubia. Se levantó yendo hasta su amigo que le miraba baboso. 

—Es tan lindo, nota cada detalle de las personas— mencionó embelesado mirando a la nada, entonces Joy entendió que el hombre quizás vio su placa de enfermera que llevaba su nombre y el anillo de compromiso que lucía en su mano. 

—Y homosexual— agregó la rubia. Pronto el semblante del chico cambió de uno impactado a emocionado, esas eran buenas noticias. 

Conclusiones de la misión 3: Sigo recopilando información del sujeto, pero no su número.