Intento número 4

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Misión 4: El ladrón. 

Bon recientemente miró una película de súper héroes donde el principal y su amor platónico se enamoraban cuando le rescataba, y eso le dio una fantástica idea. Arregló con su mejor amiga Joy y el primo de esta, Golden, para efectuar un falso ataque y lo que sería una gran hazaña por parte del moreno. 

Había averiguado con Foxy sobre el horario del chico pero no mencionó nada de su descabellado plan puesto que, probablemente, el pelirrojo trataría de evitarlo. Y por eso ahora estaban ahí en ese momento, el de ojos ámbar estaba de visita en lo de su hermana y aprovecharon para efectuar su plan. 

Era la media noche cuando Bonnie caminaba con tranquilidad por la acera, llevando consigo un bolso de hombro. Los tres le seguían desde la lejanía procurando que todo estuviese vacío, y así era, entonces el rubio se acomodó la gorra de lana negra y comenzó a correr en dirección del chico. Luego, cuando estuvo a varios metros, empezó a correr Bon a toda velocidad hasta que sintió impactar contra el suelo; se había tropezado y fallado terriblemente. 

Cuando levantó la vista vio al pelimorado cruzando la calle con la frente en alto y a Golden tirado en el suelo. Se sentó suspirando pesadamente y volteó a mirar hacia atrás, allí Joy y Foxy le miraban, la rubia preocupada y el chico con la ceja alzada y una sonrisa burlona.

Pronto se vieron yendo los 4 a la casa de un amigo del pelirrojo para curar a la frente del peliturqueza y algunos raspones junto a una pequeña torcedura que tenía el falso ladrón. Por lo que les había dicho el pelirrojo, Bonnie había tomado un curso de defensa personal cuando fue mayor de edad. 

—Es aquí— informó el más alto de todos cuando llegaron a una casa con un jardín muy arreglado, todos caminaron por el sendero de piedra hasta la puerta café y Foxy comenzó a presionar el timbre de una forma bastante irritante a la vez que golpeaba la puerta con su mano restante. Pronto se abrió dejando a la viste un chico castaño de piel canela clara y ojos azules, estaba despeinado y llevaba un gran suéter beige de cuello alto y unos pantalones de pijama de un tono manteca que tenía varios dibujos de ositos. 

—¿Foxy? Es tarde, y hace frío— murmuró apartándose para dejar la entrada libre a los chicos, estos entraron mientras que Bon miraba confundido el rostro sonrojado de Golden. 

—Lo sé, perdona, pero hubo un incidente y necesito que ayudes a estos chicos— explicó cuando estaban entrando al living, señaló a los heridos y el castaño miró con el ceño fruncido a Bon poniéndole nervioso. 

—Tú eres el chico de la pizzería— dijo recordando cuando el moreno pedía que la propina se la entregaran a Bonnie, lo cual no le pareció extraño ya que el chico era educado y solía tener un buen trato con los clientes, pero lo que le sorprendía era verlo aquí, en su casa. 

Bon iba a contestar pero fue interrumpido por el chillido de Golden, todos miraron en esa dirección encontrando al chico mirando nervioso a un perro beagle oler sus zapatos. 

—¿Eres idiota? Es un maldito perro. 

Ahora todas las miradas estaban puestas en el castaño, algunos asombrados por su cambio drástico y otros, solo Foxy y el perro, le miraban con naturalidad. 

—Hola Fred, ¿haciendo nuevos enemigos?— preguntó el pelirrojo divertido mientras abrazaba al chico por los hombros, este le miró por el ceño fruncido y enseguida se sujetó la cabeza por lo que pareció ser un mareo. 

—Wow, cuidado— dijo preocupado Foxy tomando al chico por los hombros, cuando este abrió los ojos sonrió y los restantes se vieron algo incómodos por el nuevo cambio que había dado el chico. 

—¿Qué es lo que necesitas Fox?— preguntó enroscando su brazo en la cintura del chico provocando que este se sonrojara un poco y desviara su vista con el ceño fruncido. 

—Ella es Joy, era la chica que te vivía diciendo osito, él es Bon, el idiota que babeaba por Bonnie y este es el gran y majestuoso The Golden Boy. 

—Ha pasado tanto tiempo— exclamó sonriente el castaño, los demás correspondieron con una sonrisa y luego de una breve charla el castaño ya estaba terminando de curar a los chicos, siendo más exactos estaba vendando el tobillo del rubio. 

—Chicos, es tarde, si quieres pueden quedarse— ofreció Freddy, los chicos asintieron y Joy negó argumentando que su esposa vendría a buscarla. Pronto se vieron los hombres cenando una pizza con Bon y Golden usando ropas para dormir del chico, Foxy tenía unas que se había dejado. 

Conclusiones de la misión 4: Nunca deberé enfadar a Bonnie, y sería un pésimo héroe. 

Ah, y Freddy es un chico bipolar, pero muy agradable. 

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