Una tarde de invierno fue el día de mi nacimiento, los nobles presentes dedicaban buenos deseos a mi vida puesto a que mi título de princesa representaba a todo el reino y a mis padres ese honor de fortaleza en su relación, de lo que mi padre me contaba sobre mi infancia dijo que fue algo dura pues mi madre no le agradaba por el hecho de pasar más tiempo con el, los rumores comentan que la primera hija por ley será la parte femenina del padre no lo niego me siento orgullosa de que asi fue aunque no todo fue color de rosas, la caída de países vecinos proyecto un caos en el palacio pues la familia de mi padre cayo en crisis, mi madre no lo apoyo y para no perder sus riquezas nos mandó lejos donde se divorció y se volvió a casar con un distinguido príncipe de tierras lejanas, tenía 6 años cuando todo el reino supo que había nacido una nueva princesa, todos alegres hasta mi padre se alegraba de que tuviera una hermana pero sabía que nuestra madre nunca nos haría vernos, ni un fin de semana "Que importa" le dije a mi padre que experimentaba en aquella hacienda de mis abuelos recién fallecidos y del mismo año que había cumplido 16, desde ese día mi bella madre donde nos dejó como cosas remplazables me dedique a cuidar de la única persona que me quería y aprendía a cuidar de mí misma porque no le quedaría mucho tiempo a mi viejo padre. Este mundo es peligroso con la ambición humana y nosotros los monstruos somos su ambición ante nuestro poder, viaje con la esperanza de ver a mi hermana menor nuestros caminos tan diferentes que teníamos y siempre me cuestionaba si me rechazaría y daba tres pasos hacia tras pero mi forma positiva de ver el mundo me hacía caminar el doble cada vez. Enviaba cartas a mi padre cada vez que llegaba a sitios interesantes y hasta considere unirme a un gremio para obtener dinero extra para mis gustos y mi ropa pero si alguien se daba cuenta de quien era me matarían porque sería un gran riego para la familia Real aunque no estaba en el trono... por mi travesía conocí a muchas persona buenas , una hija de familia noble y su carisma llamada Isabel que me hizo pensar demasiado al hacer mis acciones y para mi mayor Alegría conocí a "K" nunca me dijo su nombre pero tenía una marca en su mejilla con aquella letra, era un tipo frio parecía no temerle a nada siempre cuando me miraba tenía una sonrisa y un rubor que siempre quería ocultar, Isabel me advirtió que no me metiera con el pero fue mi primera vez y la última que estuve en la cama con un hombre, para mi mala o buena suerte no quede embarazada. el me prometió volver después de que regresara de una misión pero nunca volvió, Seguí mi camino y con 18 años llegue del Palacio que me echaron, por obras del destino alguien me recibió con un gran abrazo, una adolescente de 13 años de linda figura, ella me dijo que también me buscaba pues se sentía muy sola estando entre estas paredes bien decoradas me dijo que si deseaba quedarme con ella además de que Isabel podría quedarse, lo acepte sin dudar pues todas mis dudas y especulaciones sobre como seria mi hermana fueron las positivas, era feliz en verdad. Camine con ella en el jardín pero a los pocos minutos sentí un leve dolor en mi cintura era Anna quien me había apuñalado por órdenes de mi Bella madre, esta familia estaba realmente loca por el poder y las joyas, se habían convertido en aquellos humanos que no deseaban ver ni en pintura y yo me deje llevar por mi corazón, me arrojaron junto al cuerpo sin vida de Isabel hacia una cueva alejada de todo el mundo, yo presione la herida y amarre un trozo de tela en mi cintura para parar el sangrado, camine un poco y caí de frente haciendo que me sangrara una esquina de mi cabeza. Me deje pudrir llenándome de gusanos pero aquella determinación que sentía en mi interior no cesaba, un explorador llamado Grill que sostenía un arma extraña me encontró, encontró a una mujer con la mitad de su cuerpo hecho mierda, me ayudo lo suficiente para hacerme volver a mis 5 sentidos estaba vendada de todo el cuerpo y por segunda vez me convertí en esa esqueleto, mis huesos llenos de agujeros y un cráneo inestable con la mitad rota, sentí un dolor inexplicable por querer ser feliz, aunque busque esa felicidad donde ya no había y ahora solo esperare los días, meses años, décadas hasta morir como mi padre lo hizo cuando lo deje solo en aquella hacienda desolada.