Un día de trabajo saliendo de la cafetería tome un camino distinto entre el carrusel de la muerte, una gran curva de oscuridad que describían relatos de la gente, pude visualizar un hombre de chaqueta larga hasta el helado suelo, el aura era bastante escalofriante la piel y mi respiración se alteraron por completo, mi garganta se cerró pero mi adrenalina estaba por los aires... cuando ví que lo único que brillaba era una navaja con el reflejo de la luz lunar...a paso rápido trate de pasarlo pero el me tomo de la barbilla y se preparó para atacar en el lateral de la costilla a lo que mi instinto fue más astuto, le pegue en los testículos y corrí lo más que pude. Aquella desesperacion me acompaña desde mi último aliento, llegué a la estación de policía, amablemente le dije mi situación a la recepcionista, me ignoraba y lágrimas caían a un charco manchado de sangre, mi parte lateral de la costilla era la fuente de aquella sangre.

-¡QUE NO VEN! AYUDENME!- Grite desesperado con lágrimas secas.

Mire al televisor que repetía el mismo caso sin fin y yo sin querer aceptarlo lo seguiría repitiendo.