Capítulo 35

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

¡Holiwis! Aquí está el último capítulo de este maratón de actualizaciones.

Finalmente, hoy puedo decirlo: Fuyuyuki-hime ¡Muchas felicidades en tu cumpleaños número 15! Te deseo lo mejor del mundo 💜💜💜💜💜💜💜

AL FINAL DEL CAPÍTULO HABRÁ NOTICIAS.

Pasaba un poco de la hora de almuerzo, después de terminar el programa. Nos despedimos de todos, nos dieron las gracias por participar, en especial a Jimin, nos dieron la cantidad especificada por nuestra participación y nos despidieron con una reverencia y una sonrisa.

Mientras decidíamos a dónde iríamos a comer algo, escuchamos una voz acercarse a nosotros por la espalda. Me llevé una gran sorpresa cuando me volteé.

—¿Te vas sin despedirte? Qué frío te has vuelto conmigo, Jimin. —Por favor, alguien que me explique por qué Lee Taemin se está comportando de esta manera con mi novio.

—Te vi ocupado, así que pensé llamarte más tarde. Además, el primero que me dio un trato de simple conocido, fuiste tú.

—¿Me he perdido de algo? —Tuve que preguntar, no comprendía nada.

—Jaja, entiendo que estés confundido. Taemin y yo somos buenos amigos desde hace años.

—Pero, allá adentro no lo parecía.

—No podíamos actuar muy familiarmente, podría quedar como que todo había sido planeado, en cuanto intercambiamos miradas, supimos lo que debíamos hacer —me explicó Taemin. Entonces, ese era el motivo tras esas miradas indescifrables para mí.

—Me engañaron por completo —admití—. Y tú —miré a Jimin—, ni siquiera me dijiste.

—Ya sabes lo que dicen: para engañar a tus enemigos, primero debes engañar a tus aliados. —Hice un puchero divertido.

—Bueno, Jimin, ya que nos hemos reencontrado después de tanto, ¿Por qué no almorzar juntos? Podemos extendernos e ir por unas copas más tarde, para ponernos al día.

—Te agradezco la oferta, Taemin, pero —me tomó de la mano—, hoy estoy en una salida con Jungkook.

—Oh, ya veo… Espera, ¿ustedes…? —Parecía estar comprendiendo lo que sucedía. Yo me sonrojé, Jimin asintió—. ¡Dios, Jimin, felicidades! Te mereces ser feliz. —Lo abrazó.

Jimin correspondió a su abrazo, pero, a los pocos segundos, le dio un par de palmaditas en el hombro, dándole a entender que debían separarse.

—Si no me sueltas, este conejito a nuestro lado se pondrá celoso.

—Tranquilo, no soy infiel, las cosas con Minho van demasiado bien. —Se paró frente a mí y me abrazó también, dejándome algo confundido—. Pareces un buen chico, Jungkook. Cuida mucho de Jimin. Dale mucho amor, ¿sí? —susurró en mi oído.

Sus palabras me hicieron apagar el fuego de los celos que amenazó con avivarse en mi interior cuando los vi abrazados, eso, unido a que dice tener pareja y que mi propio novio le ha pedido que lo suelte porque podría molestarme. Sé que Jimin es una persona que demuestra, tanto con palabras como con hechos, sus sentimientos. Tiene muchos amigos, los aprecia y comparte con ellos, es algo que tengo que comprender y procesar, no puedo interponerme en su vida social, él no lo hace con la mía, sé que mi rostro me delatará por completo sin importar cuanto lo intente, pero debo hacer el esfuerzo, él lo amerita.

Nos despedimos de Taemin y continuamos con nuestra cita. Nos decantamos por comer unas hamburguesas, la comida rápida era la mejor opción si queríamos aprovechar al máximo lo que quedaba de la tarde.

Dedicamos el tiempo a visitar las tiendas el centro comercial, nos probamos una que otra cosa, e hicimos un par de combinaciones extravagantes y descabelladas de colores y modelos. Jimin insistió en que me comprara algo con el dinero que obtuvimos de la participación en el concurso, pero no estuve de acuerdo. Si lo ganamos juntos, lo usamos juntos. No cedí al respecto.

Nuestra siguiente parada fue decidida por nuestras miradas, en cuanto se quedaron observando lo mismo con igual deseo de intentar y ganar. En el interior de una máquina, de esas llenas de peluches diferentes que se tienen que sacar con un gancho, había uno con forma de cachorro, de color amarillo, y un conejo rosa que, definitivamente, debían ser nuestros.

—¿Quieres intentar esto? —dijimos al unísono y comenzamos a reír.

La suerte estuvo de nuestro lado y, tras un par de intentos, logramos nuestro objetivo. Jimin sacó el perrito y yo el conejo. Sé que no fui yo el único que vio el parecido subjetivo que tenemos con estos peluches y, de seguro, no soy tampoco el único que lo sacó con un objetivo en mente.

—Es para ti. —¿Por qué tuvimos que volver a decirlo juntos? Que hasta nos los hayamos ofrecido a la vez, me hace pensar que nos comunicamos telepáticamente, sin siquiera saberlo.

Nuestros pasos nos continuaban llevando a lo largo de las tiendas y demás establecimientos. Jimin se detuvo en seco y se quedó mirando hacia el interior de la cristalería. Yo me volteé y, al verlo en su sitio, retrocedí un poco para ver que había robado su atención y me encontré con que el sitio era una joyería.

—Kookie, creo que ya encontré en qué usar el dinero que obtuvimos en el concurso.

Yo solo sonreí al notar que se trataba de una joyería. ¿Qué mejor manera de gastar el dinero que comprando unas prendas de pareja? El romanticismo de este hombre me está robando años de vida.

La emoción se disipó en mí tan rápido como apareció, una vez dentro. ¿Por qué los anillos tienen que ser tan caros? Había algunos que si eran asequibles, pero no me gustaban del todo. Mi incomodidad era causada porque el par del que me enamoré, tenían un hermoso color plateado que hacía relieve en el borde y, en su centro, formando un surco, una línea blanca adornaba uno y una negra el otro; por dentro, tenían grabado, en una hermosa y delicada cursiva, la frase “I love you”.

Aunque quise hacerme la terapia mental de que sus detalles y personalización los hacía valer esa gran suma, me dolía que no pudiésemos usarlos. Jimin no ha dicho nada, está observando otros estantes, creo que no se ha percatado de mi enamoramiento de estos anillos, mejor hago caso omiso y continúo mirando, algo más encontraremos.

—Mira, Kookie, ¿qué te parecen estas? —Me mostró un par de argollas plateadas y finas, un poco pequeñas—. Creo que se nos verían bien.

—Me encantan. —Eran preciosas y, justamente, el precio de dos pares era igual a nuestro presupuesto.

Jimin es muy considerado, con la cantidad de dinero de que debe disponer, comprar este par de anillos sería sencillo; sin embargo, creo que el significado de haber escogido estos pendientes es más hermoso. Este es el primer dinero que obtenemos juntos por algo, le dije que lo usaríamos para los dos, y no lo ha olvidado. Creo que, de algún modo, vamos creando un nosotros. Me gusta.

Nos las colocamos antes de salir. Ver que lucíamos combinados, aun con algo pequeño, me hizo olvidarme momentáneamente de los anillos, después tendríamos tiempo de escoger unos, los dos juntos.

Nos percatamos de que estaba oscureciendo cuando estuvimos fuera. El tiempo voló. Fuimos hacia la estación del metro tomados de la mano, como queriendo aprovechar hasta el más mínimo contacto en lo que quedaba de tiempo.

—¿Seguro que no quieres que te acompañe?

—No, tranquilo. No debes dejar que se te haga muy tarde, el metro pasará sin falta, pero los taxis pueden escasear, apresúrate a volver. —Lamenté que nuestras casas quedaran en sentidos opuestos.

—Te llamaré en cuanto llegue. —Depositó un corto beso en mis labios y se despidió.

Lo vi hacer señas con la mano y un taxi se detuvo frente a él. Me quedé observándolo mientras se alejaba, agitando mi mano con pequeños movimientos. Mi día de ensueño parecía haber terminado bien.

—Pareces estar muy enamorado, joven —me habló, dulcemente, una ancianita que se acababa de parar a mi lado, junto a la carretera, parecía que también iba a tomar un taxi.

—Más de lo que se imagina —le sonreí.

Pensé hacer una sutil reverencia y retirarme, pero la vi perder el equilibrio al ser empujada por un hombre vestido de negro que le arrebató su cartera. Mi cuerpo se movió sin dudarlo, la abracé y caí hacia el pavimento. Todo fue muy rápido, cerré mis ojos por reflejo, escuché el sonido de las gomas de un auto frenando bruscamente detrás de mí y sentí un fuerte golpe en mi espalda, que me sacó casi todo el aire de los pulmones, y otro en mi cabeza. Después de eso, mi mente se nubló hasta quedar inconsciente.

Ok, si alguien desea matarme por dejar las cosas así, puede hacerlo aquí, XD.

Maratón 5/5. Misión cumplida.

De momento, puede que esta historia entre en pausa por un par de semanas más. No tenía pensado publicar por ahora, pero era el cumpleaños de una amiga especial, así que llevaba un esfuerzo extra de mi parte. Tengo que pensar bien lo que voy a ir poniendo de ahora en adelante, así que necesito algo de tiempo para ordenar mis ideas.

NOTICIAS:
También como regalo para Fuyuyuki-hime, publiqué algunas cositas nuevas:
💮Un TwoShot llamado: RE:start (JIKOOKMIN) 💜.
💮El prólogo de una nueva historia: Over lies (JIKOOKMIN) 💜.

Si lo desean, pueden pasar a darles una miradita 😉.

Por último, a quienes también leen All for you, les aviso que a partir de la próxima semana regresaremos a tener actualización semanal.

Chao chan 😘

Hasta la próxima actualización.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro