¡Holis! Por un momento pensé que no actualizaría a tiempo. Hoy fue un día sumamente ocupado; pero aquí estoy. Disfruten de su lectura.

Las manos de Jimin son hermosas y diminutas comparadas con las mías. Los nervios me traicionan desde que nuestras pieles hicieron contacto hace unos segundos, pero no puedo evitar tener sentimientos encontrados en mi interior que desean que este contacto siga para siempre y se profundice. Sin darme cuenta, mis dedos han comenzado a jugar con los suyos. He separado su meñique y lo acaricio con mi pulgar e índice. ¿Cómo puede un contacto tan débil resultar tan placentero?

—Jungkook... Ehm, esto es algo vergonzoso. —Sus palabras me sacaron de mi pequeña ensoñación.

—Lo siento, no me di cuenta en qué momento... —Su rostro sonrojado es la cosa más hermosa que alguna vez ha entrado en mi campo visual. No sé por qué no puedo evitar que mis sentidos sean invadidos por él, tiene un atractivo innegable y magnético.

—No me molesta, es solo que... —Guardó silencio. Pareciera que no sabe cómo continuar su oración—. ¿Por qué no vamos dentro? Ya casi es la hora de la clase abierta de danza contemporánea. —evadió la conclusión de la oración anterior.

—¿Clase abierta? —Este nuevo tema me interesaba.

—Cada año, el grupo representante del último curso presenta una coreografía hecha por ellos mismos. Este año, casualmente, lo harán mis estudiantes. —Sonrió orgulloso.

Me llevó hacia el teatro de la academia por la entrada trasera, la principal estaba totalmente abarrotada, ¿qué tan impresionante podría ser lo que estaba a punto de ver? Me senté en los asientos VIP en primera fila, con Jimin a mi lado. Todos los que pasaban frente a nosotros lo saludaban con gran respeto y en sus rostros se mostraba gran admiración.

Un pequeño arrepentimiento pasó por mi cabeza por no haber investigado sobre los profesores de danza cuando quise examinar para entrar a esta escuela. Sin embargo, en aquel momento solo tenía mente para la música y no estaba tan metido en el baile como lo estoy ahora, de haberlo estado, seguramente el rostro de Jimin no me hubiese resultado desconocido el primer día que lo vi. ¿Es este hombre una personalidad aquí? Las luces se han apagado y el telón comienza a levantarse, los reflectores apuntan al escenario; la respuesta a mi pregunta será dada con esta presentación.

Estoy demasiado impactado como para poder articular palabra. Si creí por un segundo que la presentación que observé al llegar me demostraba el gran nivel de los estudiantes de esta academia, esta me deja claro que siempre hay algo mejor que lo que creíamos perfecto. Quedé prendado de principio a fin, la precisión de los pasos, la sincronía, la pasión; cada una de las emociones que desearon transmitir inundó a todo el público. Todos aplaudimos de pie y eufóricos. La sonrisa no abandona mis labios.

—Gracias. Muchas gracias —saludó uno de los estudiantes, al parecer el líder del grupo—. Haber sido seleccionados como representantes del curso es un gran honor. Nos sentimos muy contentos con este resultado; pero, más que nada, estamos agradecidos con nuestro mentor: el profesor Park Jimin. Sin él, nuestro talento no hubiese florecido hasta este punto. Por favor, suba con nosotros.

Vi a Jimin ponerse de pie con una sonrisa avergonzada, me dedicó una sutil mirada y se dirigió al escenario. Mi pecho se colmó de orgullo como si se tratara de un reconocimiento propio cuando vi el ramo de flores ser depositado en sus manos y las miradas de sus alumnos se llenaban de lágrimas cuando le expresaban su agradecimiento personalmente.

—Como era de esperarse de la clase del profesor Park —dijo el que parecía ser un profesor, sentado a mi lado.

—Siempre forma grandiosos bailarines. Por algo es su grupo el escogido cada año para realizar esta presentación —añadió otro que conversaba con él.

—Es el orgullo de esta institución —agregó un tercero—. Además de que es sumamente querido por sus estudiantes y compañeros.

La sonrisa de mis labios se incrementó y mi corazón se aceleró más. Mi atención regresó al escenario cuando escuché voces nuevamente. Iban a comenzar un evento de participación que era tradición tras la presentación según explicaron. Consistía en una ruleta de la cual sacaban pelotas que tenían escrito lo que debían hacer.

Fue muy divertido de ver, el orgullo y la vergüenza quedaron hechos a un lado por todos para cumplir las demandas escritas en esos pequeños esféricos. Parecía la imitación de uno de esos programas de variedades donde ponen a los idols a hacer toda clase de cosas. Vi desde chicos bailar en minifalda e incluso vestirse de maids, todos estaban rojos como fresas.

—Profesor Park, súmese. No es justo que solo nosotros pasemos por esto. —Uno de sus estudiantes lo llamó para que saliera de la esquina desde la que reía y se incorporara con ellos.

—No, gracias. Ustedes diviértanse. —Intentó declinar.

—¡Oh, vamos! Ya modeló sin camisa el año pasado, y el anterior fue usted el que usó minifalda y fascinó a todos. ¿Qué más puede pasar?

Por algún motivo, sentí una gran envidia en este preciso instante, así como las ganas incontrolables de hacer incluso cultos satánicos alrededor de una fogata para que Jimin no pudiese negarse a la insistencia de sus alumnos. Mis oscuras intenciones salen a la luz sin control. Pero, maldita sea, me muero de ganas de que participe, y no con nada sencillo.

Al final acabó cediendo a la presión. Sacó una pelota de color amarillo y leyó en voz alta lo que esta tenía escrito:

—"Báilale seductoramente a alguien del público"... ¡¿A quién se le ocurre poner esto aquí?! —No fue capaz de ocultar su asombro.

Ahora, después de escuchar en qué consiste el reto, me siento celoso. Si bien verlo bailar es uno de mis deseos ocultos, no quiero ver cómo genera tensión sexual con alguien más; con alguien que no soy yo. Tengo sentimientos encontrados. Lo que más me sorprende, es que no solo los estudiantes, sino también los profesores más añosos de la institución parecían esperar con ansias el suceso.

—Tiene que ser un hombre de palabra, profesor. —Le guiñó un ojo su estudiante—. ¿Quién quiere ser víctima de los encantos de Park Jimin?

La cantidad de voluntarios de ambos sexos fue enorme, lo que me hizo sentir tonto por haber dudado en levantar mi mano y, finalmente, no haberlo hecho. Siento como si hubiera desaprovechado la mejor oportunidad de mi vida.

—Pero, considerando que lo hemos puesto en una situación complicada, le haremos un favor. —Hizo una seña a uno de sus compañeros.

El joven bajó y vino hacia mí.

—Buenos días. ¿Me puede decir su nombre? —Me acercó el micrófono.

—Jeon... Jungkook. —Mi salvación ha llegado.

—Los rumores que trae el viento dicen que es usted el acompañante que trajo el profesor Park. Dejaremos que se quede con los honores. —Me llevó casi a rastras al escenario.

Entre confusión y felicidad, me encontraba ahora sentado en una silla, a la vista de todos, bajo los reflectores. Miré a Jimin, que me hizo una ligera seña de disculpa y tomó posición para comenzar a bailar. No sé si sentirme feliz, nervioso o de las dos maneras con el camino que han tomado estas circunstancias. ¿Cómo rayos llegamos a esto?

Bueno, tal vez las cosas se pongan candentes el próximo capítulo, jajaja. No se lo pierdan.

A decir verdad, planeaba volver a publicar dos capítulos semanales a partir de esta semana, pero todo lo que escribí se me borró y tuve que empezar a reescribir. El bloqueo mental fue enorme. De no ser por unas amigas que querían seguir leyendo, la idea de parar de escribir se hubiese instaurado en mi mente. Sin embargo, al final no puedo quedar mal con ustedes, jejeje. Voy a hacer todo lo posible por publicar dos actualizaciones a la semana a partir de la siguiente, pero no prometo nada.

Chao chan 😘

Hasta el próximo lunes.