다시 07 🍷

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

—¿A la casa de tus padres?

Preguntó dirigiendole la mirada a Jimin, quien se encontraba a su lado en el asiento de copiloto.

—Si.

Dijo mientras veía por la ventana cerrada la calle transitada.

Era madrugada, pero pareciera que fuera las cinco de la tarde con tanta gente en las calles.

Hubo un largo silencio entre ambos, Jimin no esperaba que Jungkook hablara, pero el pelinegro ni esperaba que él dijera algo.

Especialmente sobre la noche anterior.

No iba a negarlo, tenía la esperanza de que pudiera repetirse.

—Jimin, ¿verdad?

El rubio asintió con la cabeza sin dirigirle la mirada.

—Tengo una duda, ¿podrías quitármela?

Dijo soltando un leve suspiro antes de frenar en el semáforo en rojo.

—Claro.

Respondió el menor con la mirada al frente.

—¿A qué te referías con "no repito acostón"?¿Lo decías literalmente?

El corazón de Jimin se detuvo por unos segundos al escucharlo, pensaba que fingir que nada había pasado era una buena idea.

Carraspeó antes de hablar.

—¿No es obvio?

—Pues es extraño.

Jimin frunció el ceño, obviamente el si repetía acostón, pero lo dijo porque no quería volver a ver a ese loco tipo que le pedía firmar un contrato por haber tenido sexo.

—¿Extraño?

Le dirigió la mirada y Jungkook asintió antes de seguir conduciendo.

—Si, es decir, ¿quién no quisiera volverse a acostar conmigo? Es ridículo.

Jimin hizo una mueca y simplemente rodó los ojos.

—Le doy la razón.

Dijo, no lo iba a negar, aquel pelinegro era más que apetecible, de no ser por aquel contrato, si le hubiera dejado su número.

—¿Entonces?

Jimin soltó una ligera risa.

—Es que pensé que era un estafador.

Jungkook lo volteó a ver bruscamente al oír lo que acababa de decir. Nunca, en sus treinta y seis años de vida, lo habían tachado de estafador.

—Eso me ofende.

—Claro, todo el mundo pide firmar un contrato después del sexo, super normal, ¿no?

Dijo de forma irónica y se pudo escuchar como Jungkook aclaraba su garganta antes de hablar.

—Si, es cuestión de reputación.

—Ajá.

Jimin se cruzó de brazos.

—¿Y qué reputación le da estar en un bar y bailar con quien se le cruce para después irse con otras obvias intenciones? Le recuerdo que el bar es público, hay mucha gente ahí viendo.

Jungkook sonrió.

—Para empezar, el bar no es tan público, solo personas de alto nivel van ahí.

Jimin rodó los ojos.

—Siguen habiendo personas.

Musitó.

—Es más sencillo desmentir rumores de terceros, en comparación con los rumores que están directamente relacionados con la persona.

El rubio suspiró, Jungkook realmente era todo un charlatán.

—Los rumores directamente asociados con alguien pueden ser más difíciles de desmentir-

—Ya cállate.

Jungkook le dirigió una mirada de reojo.

—Lo que dices no tiene ni una pizca de sentido para mí ahora mismo, así que lo dejaré como que te gusta coger con cualquiera y no quieres que te delaten, fin.

Suspiró y se cruzó de brazos nuevamente, se había cansado de escucharlo.

—¿Cualquiera?¿Te consideras un cualquiera?

Preguntó bufón y Jimin estaba realmente arto.

—¿Te han dicho que eres un insoportable?

Dijo mientras le dirigía la mirada al mayor

—No, la verdad todos me aman.

—Por supuesto.

Rodó los ojos mientras soltaba un suspiro y Jungkook estacionó.

Jimin vio por la ventana y entró en cuenta de que esa no era la entrada de su casa.

—¿Y esto?

Dijo al ver el edificio que se le hacía familiar.

—Mi apartamento, está aquí, ¿o ya lo olvidaste?

—Ah.

Musitó confundido.

—¿Y que quieres que haga?¿No me ibas a llevar a casa?

Jungkook soltó una risa.

—Vamos, ya sabes que no soy un estafador, ¿no quieres repetir lo de anoche?

Jimin frunció el ceño al segundo que escuchó aquella propuesta.

—No repito...

—Eso ni tu te lo crees, ¿acaso no te apetece?

Preguntó mientras se acercaba al rubio mientras desabrochaba su cinturón de seguridad.

—No es eso, no lo hago seguido, ¿duele el trasero, sabes?

Jungkook soltó una pequeña carcajada.

—Eso no te debe detener.

Jimin sonrió levemente.

—Además, estás muy viejo para mí.

Jungkook se detuvo en seco al escuchar aquellas palabras.

—¿Qué?

Y soltó una carcajada, realmente ese muchacho lo sorprendía con lo que decía.

—¿Y lo malo?

Le susurró al oído.

—Ya me probaste, ¿qué te sigue deteniendo?

Y atacó esos esponjosos labios formando un fogoso beso entre ambos.

[♤♡]

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro