Cuando comenzamos una historia, debemos tener en cuenta qué tipo de narración estará presente.

Primera persona o narrador protagonista. Escrito en primera persona y también conocido como "narrador personaje", es fácil de identificar, pues la voz que cuenta la historia es el personaje principal y se sitúa siempre en el centro de la acción. Su principal característica es que, al formar parte de la historia, su punto de vista sobre los hechos es bastante limitado. Este tipo de narrador aporta credibilidad, ya que permite que el lector lo perciba como alguien real y cercano, alguien que habla directamente y con el que camina de la mano a través de los acontecimientos de la historia.

Segunda persona. Este género se ve comúnmente en los blogs. Si lo que quieres es hacer participe de la historia al lector y convertirlo en protagonista, este es el tipo ideal. Cuando vayas a trasladar al lector dentro de la historia, es fundamental describir los hechos, lugares y atmósferas a la perfección, tanto, así como las posibles reacciones. El lector tiene que crear ese mundo en su mente como si fuera algo real. Debes emplear el tiempo presente para captar su atención y que experimente lo que se está narrando.

Tercera persona o narrador testigo. No se trata del protagonista, sino de un personaje que ha presenciado lo ocurrido y nos relata desde un punto de vista concreto y limitado, con pocas referencias a sí mismo. Es un narrador observador que puede integrarse en la acción o presenciarla desde fuera para contar los hechos de manera más o menos objetiva. Siempre debemos otorgarle un lenguaje personalizado según sus características para no hacer que su narración parezca un informe.

✑ Testigo impersonal. Su perspectiva se asemeja a una cámara de cine, es decir, que se limita a narrar lo que está sucediendo en ese mismo instante. Por tal razón, lo ideal es que aparezca narrando en tiempo presente.

✑ Testigo presencial. Este sirve para contar algún acontecimiento que se presenció en el pasado.

✑ Informante. Los hechos se presentan a modo de informe, como si se tratase de un documento auténtico.

Narrador equisciente. A menudo se confunde con el narrador omnisciente, pero su punto de vista es diferente. Este narrador sigue los pensamientos y motivaciones de un único personaje de la historia. Expone y revela lo que ocurre de una manera objetiva. Su mirada está limitada y no puede saber qué opinan los demás, solo hacer apreciaciones subjetivas.

Narrador omnisciente. Es aquel que sabe y conoce toda la información sobre los personajes y las tramas. Tiene el poder de anticiparse a los acontecimientos, de suponer, de juzgar y de revelarnos cómo se sienten los personajes. Construido en tercera persona, no se trata de un personaje del relato, si no de alguien externo de la historia.

Algunos consejos:

✑ Examina las diferentes opciones de narrador, pues dependiendo de cual deseas escoger, tendrás que usar un tiempo u otro. Ejemplo, si narras tu historia en primera persona, es considerable que escribas en pasado.

✑ Observa si te es conveniente atar la visión del lector a la de un único personaje o si necesitas que tu historia sea contada de manera más objetiva.

✑ No confundas al autor con el narrador. El autor es la persona que crea y escribe la historia. Este se encarga de organizar y seleccionar todos los elementos necesarios para que la historia cobre vida, entre ellos el narrador. El narrador, por su parte, es un ser ficticio, creado por el autor. Tiene una voz a través de la cual puede relatar, juzgar y opinar acerca de la historia sin que esta pierda credibilidad.

Referencias:

Tregolam. (2016, 8 noviembre). Tipos de narrador: ¿cuál es más apropiado para mi relato? [Publicación en un blog]. Recuperado 28 octubre, 2018, de https://www.tregolam.com/2016/11/tipos-narrador/