Capítulo 12: "Solos"

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Prov's Emma

—Estos no le quedan más —Habla Lía pasandome unos diminutos pantalones que en algun momento pertenecieron a Ali. Los tomo y salgo del closet de la peque para apoyarlo sobre la cama en donde ya teniamos tres pilas más de ropa que ya no usaba.

—Creo que necesitaremos más bolsas —Susurro acomodando la nueva pila. Por suerte ya habiamos terminado con mi ropa, la de Matt  y la de Lía, solo nos quedaban estas y ya podiamos llevarla al hogar.

—Creo que esto es todo —Habla la pelinegra llegando a mi lado con otra pila de ropa más.

—¿Donaras su disfraz favotito? — Pregunto viendola apoyar las cosas en la cama.

—Le queda un poco corto —Dice acarcandose a un rincon de la habitación en donde esta el baúl de juguetes —Aparte Ali sabe que esto es para niños que lo necesitan y como se acerca el día del niño creo que es buena idea regalarles disfraces — Explica mientras comienza a sacar distintos peluches y juguetes con los que la peque poco juguaba.

Era cierto desde que comenzamos a donar a los distintos hogares al principió hubo problemas de enfados con Ali, pero Matt y Lía le enseñaron la realidad de que no todos los niños tienen acceso a lo que ella si, por lo que ahora  no hace berrinches por esta situación, es más le gusta ir a llavar los regalos para muchos de sus amiguitos del hogar. La peque es una niña muy sociable, ama hablar.

—Adelante —Dice Lía haciendome salir de mis pensamientos. Giro mi cabeza hacia la puerta cuando esta se abre dejandonos ver a un recien levantado Alex, su cabello esta revuelto y tiene los ojos como alcancia.

—Disculpen —Dice sonriendo de costado para luego adentrarse en la habitación, mis ojos bajan por su cuerpo, lleva una remera negra y unos pantalones del mismo color, pero esto solo hace que se resalten mas los musculos de su marcado cuerpo. Siento mis mejillas ponerse rojas cuando mis ojos se encuentran con los suyos que me miran divertidos —Matt  me conto sobre las donaciones —Explica acercandose hacia nosotras. Puedo sentir las cosquillas en mis estómago aumentar con cada paso que da —No es mucho pero... —Murmura

—No —Lo corta Lía derrepente haciendo que la mire extrañada —Descuida Alex no es necesario... —Dice ahora un poco más calmada. La noto un poco preocupada acercandose a él.

—Quiero hacerlo, por favor aceptalo — Habla el sonriendole un poco mientras le extiendo dos buzos por lo que puedo distinguir. La pelinegra duda un segundo y suelta un suspiro para tomar las prendas de ropa

—Gracias —Le susurra ella actuando extraño al respecto ¿Por que le estaba costando aceptar la ayuda de Alex?

—A su servicio, señoritas —Se despide  manteniendo su tono fuerte para que ambas escuchemos. Sus ojos se encuentran con los mios, me guiña para luego darse la vuelta y a pasos lentos pero firmes salir de la habitaciónde Ali.

Bajo la cabeza avergonzada cuando las erupciones en mi pecho se hacen presentes.

Dios ¿Por que me afecta tanto?

Solo guiño su ojo Emma, controlate.

—Mhg... —Vuelvo mi vista a Lia cuando ella aclara su garganta y quiero esconderme cuando veo como pone su mano libre en forma de jarra sobre su cintura, creo que me habia quedado mucho tiempo mirando la puerta — ¿Señoritas? —Se burla guiñandome un ojo. Mis mejillas se encienden. Ella enarca una caja acercandose para dejar sobre la cama los buzos de Alex, se cruza de brazos observandome fijamente de forma acusatoria —¿Hay algo que debas contarme Emma? — Pregunta entrecerrando sus ojos.

Niego ante su pregunta entrelazando mis manos detras de mi espalda. Lía suspira ruidosamente haciendo una mueca.

—¿Sabes que debemos tener esta conversación en algun momento verdad? —Pregunta con expresión cansada. Se de que habla, quiere saber como me siento al respecto de que Alex este aqui. Aun que ya pasaron un par de semanas desde que volvio.

—No necesariamente —Susurro tratando de bromear, pero su rostro me dice que no es el momento.

—Em... te quiero como mi propia hermana —Dice apretando sus labios —Pero Alex también es mi amigo — Asiento ante su exprecion de seriedad. No habia dicho nada pero habia entendido todo lo que quiso decir. Bajo la cabeza apenada, sabia que ella no me lo decia de mala gana y que solo quiere protegernos a todos.

—¿Por que no quisiste aceptar su ropa? —Pregunto cambiando de tema. Ella corre su vista un poco decepcionada cuando no respondo sobre el otro tema.

—Recuerda que soy la que se encarga de lavar la ropa —Dice sonriendo un poco, todos teniamos una tarea fija en la casa, la mía era cuidar a Ali cuando ellos esten ocupados, la de Lía lavar la ropa Matt se encargaba de mantener la alacena siempre con comida y lavar los platos. Por último Alex era el que cocinaba —Desde que llego me ha dado los mismos cuatro buzos, no creo que sea por que le gustan mucho.

—Oh... —Susurro un poco sorprendida. Desde que llego lo menos que hice fue mirar su ropa sinceramente.

No, miraste otras cosas.

Recuerdo que cuando era niña el se vestia con la mejor ropa, siempre estaba a la moda y le interesaba verse bien, todo lo de ultimo momento y lo más caro.  Cuando me comenzo a interesar la moda, luego de haber tomado mi primer curso de costura le hice una camisa blanca para su cumpleaños. En ese momento el tenia novia, pero mi estupido corazón nunca perdia las esperanzas.

Patetica.

—¿Em, estas bien? —Pregunra Lía frunciendo el entrecejo. Enfoco mi vista en ella y asuento rapidamente.

—Si solo... pensaba. Debe ser dificil no contar con el apoyo de tus padres — Susurro haciendo una mueca, Lía asiente igualmente afligida.

—Su padre no lo merece, él es un gran chico —Habla la pelinegra y yo asiento de acuardo.

Agradecia tener una familia cariñosa y que siempre me apoyara en todo, yo no podria haberlo soportado como Alex lo hace, mi familia lo es todo para mí.

—Bueno termimenos de guardar estas cosas asi las llevamos a su destino — Dice Lía tratando de cambiar los ánimos en la habitación. Sonrio y tomo una de las grandes bolsas para empacar las prendas.

. . .

—¿Saldras esta noche? —Giro mi cabeza hacia Matt cuando lo pregunta, frunzo al entrecejo.

—¿Con quien y a donde? —Pregunto un poco fastidiada con mi vida social. Tomo una de las bolsas del piso y la meto dentro de la cajuela.

—No lo se, solo preguntaba —Dice encogiendose de hombros. A veces extrañaba salir por las noches, beber, bailar como lo hice en mi adolecencia, recuerdo que me maquillaba, usaba ropa ajustada y lo que más me gustaba en ese tiempo ponerme tacones. Pero eso es pasado, no volveria a vestirme asi.

*Pareces una facil con esa pollera*

aprieto mis ojos cuando su rostro invade mi mente, siento escalofrios y el cuerpo un poco tenso.

Deja de pensar en él.

—¿Em... me escuchaste? —Pregunta Matt mirandome extrañado. Todavia sigo quieta junto a la cajuela abierta, ya todo esta dentro del auto.

—Am... no. Lo siento ¿Que decias? —Le pregunto estirando las mangas de mi buzo para esconder mis manos.

—Dije que solo te preguntaba ya que hoy cenaran con nosotros Melissa y Ada —Explica y me separo del auto para que él lo cierre.

—Am... okey —Susurro, me caian bien ellas, venian cada tanto y haciamos este tipo de cenas. Matt está por volver a hablar pero es interrumpido por la voz de Lía.

—Si, nos quedaremos un rato para que jugues con los niños —Ella sale por la puerta tomando la mano de la peque que lleva un enterito con estampado de vaca, si hoy se disfrazó de vaca. Tiene hasta incluso una capucha con los ojos.

—Chi  —Festeja ella saltando un poco por la promesa de su madre —Papi agarrame —Grita corriendo en nuestra dirección mi hermano se inclina, segundos después ella impacta contra Matt con tanta fuerza que él se tambalea un poco. Tenia las pilas bien recargadas hoy —Vere a mish amigosh —Vomienza a hablarnos, gira su cabeza hacia mí —¿tia ea sabesh vohs como se llaman mish amiosh? —Me pregunta y yo niego. La veo abri su mano para comenzar a contar con ella —Moena, Luli pazsh, benchamin larte —Se queda callada un segundo pensando —Y un munton másh, mira asi —Dice abriendo y cerrando sus dos manos como si los dedos no le alcanzarán para contar. Sonrió.

—Bueno cielito ya hay que irnos — Habla Matt a su pequeña quien le estruja un cachete mientras lo mira.

—¡Chi! —Dice moviéndose entre sus brazos. Niego riendo, me despido de los tres y espero hasta que entran en el auto. Meto las manos dentro del bolsillo de mi buzo y me giro hacia la casa una vez que el auto dobla la esquina.

Sulto un suspiro cerrando la puerta de la entrada a mis espaldas, anoche habia sido una muy larga, creo haber roto mi propio record de insomio.
Me apoyo contra la puerta y levanto una de mis piernas para desatar mis cordones. Levanto la cabeza cuando un maullido llama mi atención. Por las escaleras la bola de pelos anaranjados baja cuidadosamente mientras me mira y maulla. Tiro mi zapatilla a mi lado y levanto mi otra pierna para deshacerme de esta también.

Contraigo mi cara en una mueca cuando Dorito llega hasta mi y se pasa entre mis piernas, su cola se enreda en esta y la mantiene estirada mientras se frota conta la unica pierna que tengo tocando el piso.
Me agacho para tomar la zapatilla que habia tirado al suelo y el gato vuelve a acercarse tratando de frotar su cabezas contra la mía.

—No te acerques —Susurro un poco asustada, estaba segura que se hacia el bueno para luego poder morderme cuando lo acaricie. No tengo nada en contra de Dorito y me parece bien que ahora tenga una casa, solo que nunca me lleve bien con los gatos y cuando lo intente me dejo una fea cicatriz en medio de mi rostro. Me caigo hacia atras cuando intento retroceder ya que él no deja de acercarse.

—Dorito —La voz de Alex se escucha desde la escalera por lo que miro hacia alli. No se en que momento paso pero me encontraba acorralada contra la pared mientras el pulgoso estaba sentado frente a mi chupando sus patas.  Alex hablo y como si fuera una orden el pequeño gato camino hacia el rapidamente, maullando repetidas veces —¿Que sucede bebé? —Le pregunta el inclinandose para tomarlo en sus brazos, éste se resfriega contra su mano cuando lo acarícia y Alex sonrie tiernamente —¿Que estabas haciendo eh? —Le pregunta dandole un beso y bajando el ultimo escalón. Tomo mis zapatillas y me levanto sosteniendome de la pared
—Disculpa si te molestó, es una gatito muy curioso y no te conoce tanto — Explica Alex cuando comienzo a  aminar hasta estar a su lado.

—Descuida, él no estaba haciendo nada —Digo restandole importancia tratando de hacerme la valiente. Veo que el esconde una sonrisa justo antes de mirarme.

—¿Ya se fueron? —Pregunta conectando sus ojos con los mios ¿Por que hacia eso? ¿Él no sabia que su mirada era tan intensa que te hacia sentir desnuda? Bueno alguien deberia decirle por que parezco una idiota sin poder responderle al sentirme untimidada —¿Estas bien? —Pregunta un poco dudoso mientras sigue acariciando a Dorito. Y por un momento envidio al gato.

—Eh... si ya se fueron —Susurro sintiendo mis manos un poco sudadas derrepente cuando él da un paso hacia mi. Una sonrisa se extiende sobre sus labios dandole una exprecion traviesa a su rostro.

—Entonces estamos solos —Susurra moviendo sus  cejas de arriba a abajo mientras muerde muy poco su labio, estoy segura que no habría notado ese detalle si no los estuvuera mirando.

¿POR QUE ESTOY MIRANDO SUS LABIOS?

Escucho una carcajada de su parte que me hace volver a la realidad. Estupida, él solo estaba bromeando y tu como idiota te quedas pasmada.

—Lo siento no pretendia incomodarte, solo bromeaba —Dice todavia teniendo una sonrisa en su rostro.

—Si, entendi —Digo "Sonriendo" tratando de sonar y verme amistosa.

Ya quisieras que no bromeara.

¡Callate!

. . .

—Auch —Me quejo cuando al estirar mi cuerpo mi rodilla suena, soy una abuela.

Giro mi cabeza para mirar sobre mi mesa de luz y entrecierro los ojos para enfocar mi vista a la poca claridad que entra por debajo de la puerta para mirar la hora 7:00 de la tarde. Dormi casi dos horas y sentia que no habia recuperado para nada el sueño que no pude disfrutar anoche.

Protesto despojandome de mis colchas ¿Por que no podia ser una persona normal y dormir en horarios desentes? ¿Por que siempre a mi mente le gustaba quedarse hasta la madrugada escuchando la vocecita que siempre encontraba la manera de lastimarme? La madrugada era una hora tentadora para llorar segun mi corazon melancólico.

No lo resisto más.

Ruedo hasta el borde de la cama obligando a mi cuerpo a bajarse de esta, tomo una liga de mi mesa de noche para recoger mi cabello mientras camino hacia mi baño, necesitaba una ducha. 

Abro la llave del agua una vez que ninguna prenda cubre mi cuerpo y me adentro en ella luego de encontrar la temperatura ideal.

—Mierda —Susurro cuando me doy cuenta que olvide por completo mi telefono sobre mi cama, no solia bañarme sin poner música, trataba de evitar todo momento en el que mi cabeza pudiera atacar ¿Como lo hacia? Música, el verdadero remedio para todos los males. Abro los ojos luego de enjuagar la espuma de mi pelo y enfoco la vista en los azulejos frente a mi — Uno, dos, tres —Comienzo a contarlos para mantenerme concentrada en algo e ignorar cualquier cosa.

Tomo una toalla y con ella envuelvo mi pelo luego de terminar mi corta sesión de ducha. Salgo de la bañera y seco mis pies en la pequeña alfombra para no resvalarme y camino cuidadosamente hacia el interior de mi habitación.
Tiro mi ropa sucia al costado de mi cama y giro hacia mi armario encontrandome con mi espejo dado vuelta, refrejando entera, aprieto la toalla alrededor de mi cuerpo y miro mis pies. Cuando sacamos la ropa de mi habitacion Lía lo dio vuelta y luego olvidé por completo volver a ponerlo como va.

Camino gasta el y lo giro hacia la pared para luego abrir el armario, comienzo a revisar las perchas verificando que me deshice de los ultimos jeans ajustados que habia olvidado regalar la vez anterior. Tomo lo que necesito y lo tiro a la cama, me siento en esta y termino de secar mi cuerpo para proceder a ponerme unos boxers y sosten deportivo.

Me coloco unas medias negras y las zapatillas, tomo la camisa Blanca suelta de mangas cortas que me habia regalado Lía cuando fuimos la ultima vez de compras, fue la unica vez que me regalo algo que si podía usar, tenemos estilos distintos, ella es muy segura, yo tambien lo seria si  tuviera su cuerpo, su cara.

Me levanto para colocar mis jeans y tomo mi cinturon para ajustarlo a mi cuerpo ya que me queda un poco grande.

—Tendre que hacerle otro más —Digo viendo que me sigue quedando grande a pesar de estar en el ultimo agujerito.

Saco el turbante de mi caveza y camino hacia el baño en busca de mi cepillo, le pongo pasta dental y limpio mi boca apoyando mi espalda sobre la mini encimera del baño dándole la espalda al espejo, giro solo para llenar mi boca de agua para luego sacarla y secarme con una tolla. Tomo el peine y cepillo mi humedo pelo, quizas lo deje suelto hoy.

Salgo de mi habitación directo hacia las escaleras y bajo lentamente los escalones. Miro hacia la sala cuando llego al ultimo y no veo a nadie, un ruido me indica que alguien esta en la cocina por lo que me dirijo hacia allí.

Entro en la cocina encontrandome con la espalda de Alex que no deja de moverse mientras busca cosas en la alacena. Me sonrojo cuando un recuerdo de esta misma cocina llega a mi mente.

*—Se que puedes sola pero... —Su voz parece tan profunda que mi cuerpo sufre un escalofrio. No puedo despegar mis ojos de los suyos  —Nunca me molestaria ayudarte rubia  —Susurra apoyando sus manos a los costados de mi cuerpo. Tengo que controlar mis impulsos para no hacer una estupidez pero en menos de lo que calculo ya lo estoy abrazando. Él no te ve como una niña dentro de una bola de cristal. Cree en mis capacidades.*

Suspiro recordando su cuerpo pegado al mio, entre mis piernas, aspirando su aroma. Me maldigo por haber hecho eso, seguro habré parecido una estupida tirandome a sus brazos cuando el solo estaba haciendome un cumplido.

—¿Sucede algo? —Pestaneo repetidas veces cuando Alex habla, me mira confundido, seguramente por que estoy mirandolo como una loca sin decir nada.

—Eh... si, solo estaba pensando — Susurro adentrandome en la cocina. Camino hacia la heladera y saco agua, tomo un vaso y me sirvo un poco.

—¿Descansaste? —Pregunta girandose un poco hacia mi mientras sigue cocinando, veo sus ojos desviarse disimuladamente por mi cuerpo, me hundo un poco contra la puerta de la heladera intimidada ¿Me veré ridicula con esta ropa? Sabia que no debia dejar mis buzos. Tomo un sorbo de agua tratando de bajar mi ansiedad.

—Si... estaba cansada —Susurro mordiendome un poco el labio nerviosamente —¿Que estas cocinando? —Le pregunto dejando el vaso sobre la encimera mientras doy unos pasos más cerca de él una vez que devolvió su vista a la comida.

—Lasagña original italiana —Dice mirandome un segundo pero ahora solo a la cara, cosa que agradezco —Y una especialidad para las invitadas, lasaña vegetariana —Habla sonriendo un poco mientras corta carne en pequeños pedazos.

—¿Las conoces mucho no? —Pregunto curiosa cruzandome de brazos.

—Si, más que nada a Ada —Habla tomando un plato para meter la carne en él.

—¿Ustedes se conocian de antes no? — Susurro queriendo sacarme la duda que rondaba mi cabeza desde hace dos años —O eso fue lo que escuche — Aclaro cuando él me mira.

—Si hace varios años en realidad — Dice apretando sus labios. Lo miro en busca de más información y levanta las cejas —¿Quieres saber más? — Pregunta divertido.

—Solo si quieres contarme —Susurro encogiendome de hombros.

—¿Recuerdas a Rebeca? —Me pregunta y asiento rapidamente ¿Como no recordarla? Fue la primera vez que se me rompio el corazón, ellos iban a casarse. Alex camina hacia la hoya para tirar la carne —A través de ella nos conocimos —Revuelve con una espatula la mientras me mira.

—¿Eran amigas? —Le pregunto un poco dudosa. El levanta ambas cejas divertido cosa que me confunde.

—Eran amantes —Suelta y siento que mis ojos se saldran de sus cuencas. Lo oigo soltar una carcajada —O yo era su amante en realidad nunca nos lo dijo — Habla tapando la hoya.

—Pero... ¿Como? —Pregunto asombrada. Recuerdo que su separación fue de un día al otro y nunca supe el porque cancelaron la boda, me distrajo la estúpida esperanza que siempre vivió en mi. Él estaba soltero, como si ese hecho lo llevara a verme como una mujer cuando solo tenia catorce.

—Me enteré gracias a Ada, me llegaron unos mensajes de ella disiendome que habia descubierto que su novia la engañaba conmigo —Explica apoyando su baja espalda en la isla justo frente a mi —Me hizo un favor, solo era un idiota que no sabia nada de la vida o del matrimonio —Aprieta sus labios cruzandose de brazos.

—Wow —Susurro imprecionada. El asiente sonriendome un poco —¿No sabes nada más de ella? —Le pregunto.

—No... nunca me intereso, yo creo que ninguno de los dos nos amabamos en realidad —Dice y hago una mueca.

—¿Te enamoraste alguna vez? —Lanzo la pregunta incluso antes de pensarla. Bajo la cabeza avergonzada por el tono alto que tomo mi voz.

—Claro que me enamoré —Responde, puedo ver en mi campo de visión a sus zapatos acercárse —Creo que me arriesgo a decir que sigo enamorado — Siento mi corazón tirarse de un quinto piso.

Él esta enamorado, idiota.

—Ah... si —Susurro tratando  desepcionada —¿Por que terminaron si la sigues amando? —Maldigo a mi gran boca ¿Acaso te gusta torturarte?

—¿Eh? —Pregunta Alex claramente confundido, levanto mi vista del piso encontrandolo a menos de un metro de mi —¿Hablas de Malena? —Dice levantando una ceja y yo asiento — Pues yo no hablo de ella —Pasa la punta de su lengua por sus labios, acto que toma toda mi atención y hace encender algo muy dentro de mí.

—¿Quieres que te ayude con eso? — Pregunto sobresaltada cambiando por completo de tema cuando temo la reacción de mi cuerpo.

—Claro ¿Quieres cortar estas? —Me pregunta haciendo una mueca  acarcandose a la encimera para mostrarme una zanahoria. Asiento y él me la pasa.

Giro mi cuerpo buscando con la vista la tabla para cortar las verduras cuando la encuentro la apoyo frente a mi y tomo una de las grandes cuchillas.

—Em... ¿Como necesitas que las corte? —Pregunto, Alex se encuentra verificando la carne.

—Corte Brunoise —Dice estirandose para tomar una cuchara y revolver una de las hoyas que al parecer tenia salsa. Me quedo mirandolo confundida.

— Em... — Susurro trantando de llamar su atención.

¿Bruque?

—Lo siento, crei que sabias como me preguntaste que corte queria —Habla divertido acercandose a mi —Te explico —Se para a mi lado —El corte Brunoise seria cortar cuadraditos pequeños como picados —Explica y hago una mueca, espero nunca tener que vivir sola o me la pasare a comida rapida — Mira asi —Dice sacandome el cuchillo, corta la zanahoria en dos y toma la parte mas pequeña comenzando a dividirla cada vez más deja do cuadraditos perfectos.

¿En serio pretende que haga eso?

—Um... okey —Susurro asientiendo poco convencida. Tomo la cichilla y sujeto la zanahoria y doy mi primer corte, Alex sigue a mi lado mirando mis manos y me siento presionada —Ay no, no me sale —Digo soltabdo el cuchillo, lo miro apenada.

—No es tan dificil —Habla negando — Mira, toma el cuchillo —Dice señalando este, hago lo que me pide y vuelvo  a mirarlo en busca de otra instrucción. Alex se separa de la encimera para pararse detras de mi —¿Puedo? —Su voz desde mis espaldas me causa escalosfrios y asiento timidamente.

Suspiro silenciosamente cuando sus manos se escabullen por el espacio entre mis brazos y mi cuerpo. Cubre mis manos con las suyas, su cuerpo no esta apoyado en el mio pero puedo sentir el calor que desprende este.

—Sujetalo bien —Susurra sobre mi oído, ahora si apoyando su pecho en mi espalda. su calido aliento recorre mi piel sencible y asiento sujetando con más fuerza el cuchullo, descargando en el todos los gritos que querian salir de mi boca —Ahora toma la zanahoria — Toma mi mano libre y la lleva hasta esta.

Comienza a manejar mis manos cortando a la perfeccion, susurra varias cosas pero no logro oirlo, ya me encuentro paralizada y perdida en las sensaciones que crea su cuerpo pegado al mio, sus manos rozandome, mi respiración se acelera por culpa de mi corazón adolecente desbocado.

—Ves que es fácil rubia —Muerdo mi labio cuando percibo su voz en un tono más viril, más erótico.

Giro un poco la cabeza encontrandolo a escasos sentimetros de mi rostro, nuestros ojos se encuentran inevitablemente y preciono más mis labios nerviosamente cuando él desvia su vista hacia ellos.

Se relame acercandose a penas unos milímetros hasta que nuestras narices apenas se rozan. Sus ojos me atrapan  frofundamente haciendome suspirar y levanto un poco más mi cabeza dandole permiso. Cierro los ojos entregandome completamente cuando sus labios tan solo están a un dedo de los mios.

Voy a desmayarme.

—Tia ea, llegamos —El grito de Ali rompe nuestro burbuja, nos separamos dandonos una ultima mirada y soy la primera en desviarla hacia otro lado llena de vergüenza.

Emma no puedes ser tan fácil al minimo de comodidad que sientes.

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N/A: Espero que les haya gustada el capítulo si quieren dejarmelo saber, dejen su voto, comente o siganme aqui y en el intagram del libro (en donde público memes y curiosidades)

Mi DM siempre esta para cualquier duda o comentario 💕

Besos.

-Aldi 🥀

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