Capítulo 53: "Juntos"

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


Pov's Emma 

—Entonces —Susurro revolviendo con la cuchara un poco el arroz con salsa que Alex nos había preparado luego de el intenso momento en esta misma cocina. 

—Es mi madre —Levanto la vista hacia él algo sorprendida. 

—¿Tú madre? —Pregunto tratando de descifrar sus expresiones mientras asiente un poco. No se veía de ninguna forma en concreto, no me era fácil decir si estaba enfadado, sorprendido, feliz o triste. —Y... ¿No le has respondido nunca? —Pregunto haciendo una mueca y Alex vuelve a negar. 

—No sé... ¿Qué se supone que diga si contesto? —Suspira un poco dejando sus cubiertos sobre la mesa para echar su cuerpo contra el respaldo de la silla. 

—Podrías empezar por contestar y dejar que ella hable primero —Estiro un poco mi cuerpo para poder alcanzar su mano sobre la mesa. —Estoy segura que ella si sabe que decir, si no ¿por qué tanta insistencia? —Él entrelaza nuestros dedos. 

—No solo llamó las veces que viste tu y... creo haberla visto hace unas semanas cerca de un restaurante al que fui con los chicos —Rasca su nuca haciendo una mueca con sus labio 

—Quizás necesita hablar contigo —Susurro dándole una pequeña sonrisa. 

—¿Por qué ahora? —Suelta un suspiro. —
No quiero lidiar con mis padres en este momento, ahora que estoy bien, contigo, con mi vida —Pasa su mano libre por su cara algo estresado. 

—¿Crees que te hará bien quedarte con la duda de lo que tu madre te quiere decir? —Pregunto buscando sus ojos cuando quita su mano. —Quizás es algo importante. —Su avellana claro cae en mi. —En tantos años nunca se contactaron contigo ¿Por qué lo harían ahora si no es importante? —En realidad no había pensado antes de hablar pero sonaba lógico lo que salía de mi boca. 

—No sé si estoy listo para escucharla —Sus ojos algo cristalizados se encuentran con los míos y mi pecho se aprieta, esto le afectaba más de lo que él admitía. 

—Amor —Me levanto de mi lugar y rodeando rápidamente la mesa llego a su lugar. Sus manos toman mis caderas para empujarme sobre su regazo  —Estaré aquí para ti —Mis manos acarician su nuca mientras su mano acaricia mi espalda, nuestras frentes unidas crean un aura íntimo entre ambos, quería sentirme así de bien siempre, sentirme tan tranquila como lo estaba abrazada a él. 

—Quédate toda la vida, mi rubia —Ambos sonreímos y cierro los ojos justo antes de besar despacio sus labios, tan perfecto y dulce beso quedaría grabado por siempre en mi corazón,  junto a todos los anteriores y a los que vendrían. 

—No tienes ni que pedirlo —Sonrió cuando nuestros labios se separan lentamente. Su lengua saborea mi labio inferior —Ya me hiciste una persona empalagosa ahora te aguantas —Suelto una risita. 

—No me quejo, jamás me quejaría de la Emma cursi, aún más porque sé cuánto te cuesta ser así —Roza su nariz con la mía y no puedo estar más perdida en el perfume de su piel. 

—Eso sonó como si fuera súper fría —Digo algo distraída pero igualmente ofendida. 

—Créeme que te veo muy caliente —Deja un beso corto sobre mi nariz. 

—Idiota —Murmuro arrugandola, mientras mis manos siguen jugando con su cabello. 

—Hermosa —Él también arruga su nariz, burlándose de mí. 

—Cursi —Le muestro mi lengua. 

—Eso no es un insulto —Me devuelve el gesto. 

—Hermosa tampoco —Ruedo los ojos con falso fastidio. 

—Yo no te estaba insultando —Murmura divertido y muerdo mis labios cuando su pequeña risita hace que su pecho vibre contra mi. A veces podía ser tan encantador sin esforzarse. 

—¿Por qué eres tan perfecto? —Me quejo apretando sus mejillas, con algo de cariño contenido, no quería lastimar su linda piel. 

—Estoy muy lejos de ser perfecto para ti —Su mano acaricia la mía cuando la dejo quieta sobre su mejilla. Sus ojos y los míos no se separan y los latidos de mi corazón cada vez van aumentando. 

—Ya lo eres —Dejo un pequeño beso en sus labios para luego permitirme descansar en su pecho rodeada de sus fuertes brazos. 

Los abrazos con Alex me reconfortaban en mis peores momentos y esperaba que a él le pasara lo mismo con los míos. 

. . . 


—¿Estás bien? —Pregunta Alex llamando mi atención. Desvío la vista del piso, pasándola a nuestras manos unidas y luego a su rostro, algo confundido. 

—Em... si —Sonrió de forma forzada mientras seguimos caminando por el parque. 

—Te ves nerviosa —Dice con una pequeña sonrisa en sus labios, ya me había descifrado. 

—Bueno, lo estoy —Admito soltando un suspiro. 

—¿Es por David? —Pregunta tirando de mi mano para acercarme más a su cuerpo. Asiento despacio. 

—Sé que ya lo conozco, pero no como tu... —Novia... Trago grueso sintiendo como su brazo me rodea desde la cintura —Ya sabes es distinto —Carraspeó algo nerviosa por decir esa palabra. —Aparte parece que no le agradó mucho —Niego rápidamente. 

—Tranquila, que eso no te afecte —Deposita un pequeño beso en mi mejilla y abro mi boca ofendida. 

—¿Eso quiere decir que si le caigo mal? —Pregunto con los ojos bien abiertos. 

—Mira allí vienen —Entrecierro mis ojos cuando él evita el tema y lo miro seria. Alex solo sonríe para luego volver a dejar un beso en mi mejilla. —Ya no le caes tan mal —Susurra antes de que nos separemos ya que como él había mencionado antes, David y Eva estaban ya en el parque. 

—¿Nos esperaron por mucho tiempo? —Pregunta el rubio junto a su pareja cuando llega hasta donde nosotros nos encontramos. David se acerca para abrazar en modo de saludo a mi castaño y yo solo me quedo junto a ellos, sin  saber qué hacer. 

—Recién llegamos —Responde Alex  correspondiendo al pequeño saludo. —Hola Eva —Le da un asentimiento y ella sonríe. 

—Hola Alex, Emma —Mis ojos caen en la chica de pelo corto, la conocía, ella trabajaba en la empresa de Matt y Lía  y recientemente se había convertido en la pareja de David. 

Puedo sentir la mirada de alguien pegada a mi y cuando mis ojos se encuentran con los de David puedo decir que estos me estaban analizando, manteniendo una de sus cejas alzadas. Alex carraspea hacia David queriendo llamar su atención. 

—Emma —Dice David luego de darle una rápida mirada a mi chico, da un asentimiento y yo se lo devuelvo sin poder decir nada. Eva se acerca para colgarse del brazo de David mientras que Alex toma mi cintura. —Auch —Logro oír a David quejarse hacia Eva mientras ella le da una sonrisa falsa. 

—Comportate —La oigo susurrar y sonrío. 

—Bueno será mejor que empecemos —Dice Alex. —¿A cuál iremos primero? —Pregunta.

—En The Delarusse sé que están buscando personal —Dice ella levantando uno de sus dedos con timidez. —Queda a solo unas calles de aquí podemos ir a pie tranquilamente —Agrega. 

—Perfecto —Dice Alex apretandome un poco a su pecho, sus ojos bajan hasta mi.  —¿Vamos?  —Me pregunta y asiento. 

El restaurante que había propuesto Eva no estaba lejos, apenas habíamos caminado unas pocas cuadras cuando pudimos divisar el cartel de la entrada que mostraba en letras elegantes el nombre del lugar. Parecía fino y caro. 

—Nosotros entraremos ¿Ustedes se quedarán aquí? —Nos pregunta a ambas pero solo mirando a su novia. 

—Me ponen nerviosa estas cosas —Susurra Eva. —Te estaré esperando aquí cariño —Le sonríe. —¿Emma tú te quedas conmigo? —Pregunta ella girándose para mirarme. Mis ojos corren a Alex en busca de una respuesta, no estaba segura si quería que yo entrara. 

—Mejor quedate con Eva —Dice él y aprieto mis labios mirándole dudosa pero aún así asintiendo un poco. Sus manos me sujetan para acercarme y cuando su boca está sobre mi oído susurra —Eres lo suficientemente hermosa como para distraerme en este momento que debería de ser profesional —Se separa un poco dejando un pequeño beso en mis labios y sonrío. 

—Suerte —Susurro cerca de él. 

—Gracias amor —Me sonríe ahora sí separándose de mí. Me acerco a Eva cuando ambos hombres caminan hacia la entrada del restaurante. 

El calor a esta hora era insoportable por lo que decidimos cruzar la calle,  justo frente a este había un paredón grande blanco perteneciente a otro local en donde el sol no llegaba tanto . Ambas nos quedamos cerca de una pared observándoles entrar al lugar donde dejarían sus respectivos papeles. 

—Disculpa a David por lo de hace un rato —Giro mi cabeza hacia Eva cuando, luego del largo silencio después de que los chicos se fueran. 

—¿Por qué? —Pregunto falsamente confundida, sabía a qué se refería ella. 

—Él es muy... sobreprotector a veces, más con sus amigos ¿Sabes? —Suspira rodando los ojos. 

—¿Lo dices por el hecho de que le caigo mal? —Pregunto soltando una risita. 

—Yo no diría que le caes mal... —Duda un poco —solo te analiza —Se ríe un poco. 

—Es alguien difícil, eh —Murmuro. 

—No le des importancia a su comportamiento, se nota que Alex te quiere, mientras eso siga no deberías preocuparte por nada —Sonríe sincera. 

—¿Es así siempre? —Pregunto enarcando una ceja. Ella me mira confundida —Ya sabes, callado y juzgón —Murmuro sacándole una risa a la castaña. 

—Con las únicas dos personas que lo vi ser así fue contigo y conmigo —Se encoge de hombros —Luego, suele ser muy amigable con los suyos, sabes  —Agrega. 

—¿Contigo? — Pregunto algo confundida. 

—Si, se creía un ogro sin sentimientos y cuando se dio cuenta que si los tenía, odio a quien lo provocaba. —Lo cuenta divertida y yo sonrío. Al contrario de como ella lo contaba ahora se veían muy cariñosos. 

—¿Están juntos hace mucho tiempo?  —Pregunto. —En realidad no sabía de ustedes —Agrego, mintiendo, claramente Alex me había contado algo el día del cumpleaños de Ali, hace ya unos meses. 

—Ehm.. no estamos hace tanto —Sonríe con algo de dulzura —Ustedes... la verdad que no estaba enterada —Deja caer su peso en la pared detrás de nosotras. 

—Nosotros no... —Me sonrojo —Bueno si pero no es oficial —Me corrijo rápidamente —Solo que.... 

—Se están conociendo como futura pareja —Termina por mí y le agradezco la ayuda. 

—Lo dijiste bien —Sonrío pero nuestra pequeña conversación es interrumpida por mi teléfono. —Lo siento —Susurro tomándolo de dentro de mi pequeña mochila negra.  Eva niega restándole importancia y descuelgo la llamada. 

—Lía —Digo un poco emocionada por poder hablarle, desde que se habían ido no nos habíamos comunicado directamente y se me estaban haciendo demasiado pesados estos días sin la peque. 

—Hola Bonita —Responde del otro lado de la línea, no sonaba triste pero tampoco como si estuviera en su mejor día. 

—¿Cómo están las cosas allí? —Pregunto preocupada. 

—Se podría estar peor —Murmura decaída. —¿Estás en casa? —Aclara su garganta, sin querer ir muy profundo en el tema, lo capte.

—No, pero si con Alex —Murmuro mordiendo mi labio. 

—¿Están en una cita? —Pregunta quizás pensando que interrumpe. Niego rápidamente. 

—No, le estoy ayudando a buscar trabajo —Explico dándole una mirada a la puerta del lugar por donde había desaparecido mi castaño. 

—¿Trabajo? —Mi mirada cae al piso cuando Lía suena desconcertada —¿Qué le ocurrió al suyo? —Hay preocupación en su voz.

—Se supone que el restaurante está en quiebra y van a vender el lugar —Explico cruzandome de brazos. 

—¿Gigi's? —Jadea —No puedo creerlo, era uno de mis favoritos, Alex ama trabajar allí —Se lamenta y escucho varias voces cerca de ella. 

—Lo sé, no está feliz claramente —Murmuro desviando la vista hacia Eva, quien mantenía la vista en su teléfono. 

—Tranquila cariño, todo estará bien —Asegura y de verdad deseaba que fuera tan fácil, que Alex saliera en este momento para decirme que consiguió el trabajo. Él no merecía pasar por estas cosas, se había esforzado tanto tiempo que hasta yo podía sentir lo frustrado que estaba. 

—¿Cuándo tienen programado su vuelo de vuelta? —Intento cambiar de tema cuando los pensamientos amargos se crean, quería ayudar a Alex ¿Pero qué podía hacer? 

—En una semana —Suspira. 

—Los extraño mucho —Murmuro. 

—Y nosotros a ti, Ali seguramente pedirá hablar contigo más en la noche —Dice y sonrío, quería hablar con ella también —Ahora está en el parque con Matt —Explica y asiento aunque se que no me ve. 

—Esta noche la esperaré entonces —Digo con entusiasmo, era algo así como sentirse el elegido porque Ali me extrañaste tanto. 

—Elisa viajará con nosotros a casa, estamos planeando todo y preparando las maletas—Murmura luego de que la voz de una mujer le dijera algo que no pude entender, supongo que es su hermana. 

—Eso suena bien —Murmuro pensando en que  ellas necesitaban más que nunca estar cerca y seguramente también a sus padres, ahora ellos también estaban allí. Pero Lía y Matt no podían abandonar por mucho tiempo la ciudad, tenían una empresa que administrar y no podrían hacerlo por tanto tiempo a distancia. —Hablamos en la noche ¿Si? —Susurro tratando de no hacerle perder más el tiempo. 

—Adiós Bonita, saludarme a todos allí —Murmura Lía. 

—Adiós y saludos a Matt y la peque de mi parte —Digo separandome un poco de la pared Blanca en la que Eva y yo estábamos apoyadas. 

—Gracias —La oigo decir justo antes de que cuelgue la línea. 

—¿Era Lía? —Pregunta Eva cuando guardo mi teléfono dentro de mi mochila otra vez. La miro y asiento viéndole también guardar su teléfono. —Matt dijo que están de viaje —Comenta. 

—Si, a casa de Elisa, hermana de Lía —Digo y ambas miramos hacia la entrada del restaurante quizás esperando que nuestros chicos salieran de una vez, me sentía ansiosa y podía ver que Eva también se encontraba inquieta. 

—¿Es la que está embarazada verdad? —Pregunta todavía mirando al frente. 

—Estaba, perdió a su bebé —Murmuro y rápidamente siento los ojos castaños de ella sobre mi. 

—Oh... lo siento tanto por ella —Sus ojos se impregnan de verdadera tristeza y me preocupo —Perder a un hijo es lo más difícil que le puede pasar a una madre —Susurra desviando su mirada al piso y me pongo recta, sentía la necesidad de disculparme por lo que había dicho, aunque no sabía que era lo que le había afectado. 

—¡Eva! —Ambas miramos hacia el otro lado de la calle, justo frente a la puerta del restaurante se asomaba un David verdaderamente feliz. Mira hacia los lados para luego correr para llegar hacia nosotras. —¡Lo conseguí! —Dice con emoción justo antes de llegar. Tanto Eva como yo sonreímos, solo que ella es quien pega un pequeño salto para luego correr al encuentro con su novio, se abrazan y David la levanta por los aires con una sonrisa inmensa. 

—Lo sabía, sabía que lo lograrías —La oigo decir mientras el camina hacia mi lado con Eva todavía en su brazos. 

—Felicidades —Murmuro cuando él la dejó sobre el piso. 

—Gracias —Me sonríe con sinceridad todavía sin soltar la cintura de Eva —Creo que me ha servido la experiencia que me ha dado Gigi's —Comenta ahora hablándonos a ambas. 

—¿Y Alex? —Pregunto extrañada cuando al mirar hacia la puerta del restaurante todavía no podía ver a mi castaño. 

—Nos han entrevistado dos personas distintas, supongo que sigue en la suya —Me explica David y asiento. 

—¿Qué te han dicho? —Pregunta Eva. 

—El chef de ahora está a punto de irse, creo que dijo que probaría suerte en otro país o algo así —Cuenta —Justo mañana iban a anunciar que buscaban nuevo candidato y me han citado para el lunes, quieren ver mi trabajo. —Lo oigo feliz, pero mis ojos se desvían otra vez hacia la puerta en busca de Alex por fin encontrándolo. 

—Alex —Digo hacia los chicos y me giri a verle otra vez, queriendo un adelante de lo que había pasado allí adentro pero su expresión me dejó confusa. Se veía normal. Solo mira hacia los lados y cruza la calle con las manos dentro de sus bolsillos. 

—Amigo —David llama su atención y Alex levanta la vista llegando a mi lado. 

—¿No? —Pregunto cuando nuestras miradas se encuentran y él niega en respuesta. 

—No necesitan personal —Se encoge de hombros mientras sus pies lo dejan justo frente a mi por lo que me echo hacia adelante para poder abrazarle. Mi cara en su pecho y sus manos rodeándome en busca de apoyo. 

No podía entenderlo, David había dicho que las vacantes recién estaban abriéndose ¿Pero si había vacantes libres como chef...? ¿Para qué puesto había solicitado mi castaño? No pregunte en cambio si nos separamos luego de un momento. 

—¿Y a ti cómo te fue? —Alex habla hacia David todavía sosteniéndome contra su cuerpo desde mi cintura, el rubio hace una mueca. 

—No necesitan personal —Dice desviando su mirada cuando la mía y la de su novia se clavan en él. 

—En la próxima calle hay dos restaurantes más,  podemos seguir buscando... —El teléfono de mi castaño comienza a sonar y mis ojos vuelven a él, intrigada ¿Sería su madre? 

Nuestras miradas se encuentran mientras él busca su teléfono dentro de su bolsillo, puedo verlo, está intrigado tanto como yo pero algo ansioso, desvía la vista al aparato y sus expresiones se relajan.

—Es Matt —Dice en forma de disculpa cuando se separa de mí y voltea descolgado la línea. 

Escucho los murmullos de la pareja cercana a nosotros y los miro, en cuanto lo hago David pone un dedo sobre su boca en busca de silencio hacia mi dirección, no quería que le digamos a Alex. 

—No voy a aceptar este empleo, no quiero dejar a Alex —Murmura muy bajo él y estoy segura de que mi castaño no oye por su conversación. —No lo digan ¿si? —Nos pide y ambas asentimos.

. . . 

—¿Qué sucedió? —Pregunto mirando a Alex mientras caminamos otra vez por el mismo parque, la diferencia era que ahora ya era más de noche. 

Se nos había hecho tarde recorriendo los restaurantes del centro, ninguno necesitaba personal pero aún así pidieron los currículums de ambos para tener un contacto. Muchos de  los dueños se quedaron sorprendidos por la universidad en la que ellos habían estudiado, según por que éstas al parecer tenía prestigio y muy buenos profesores. 

Él último lugar al que habíamos llegado había sido una buena parada ya que los chicos lograron conseguir un contacto de otro restaurante que no pertenecía a esta zona, pero que estaban buscando gente de la categoría de Alex y David, profesionales. 

—¿Con qué? —Pregunta mi castaño mientras su pulgar acaricia mi dorso dulcemente. 

—Con mi hermano —Susurro mirando nuestras manos entrelazadas. 

—Necesitaba que busque unos papeles de su oficina mañana —Explica mientras éramos acompañados por David y Eva delante de nosotros, nos dirigíamos al auto de David para volver a casa. 

—¿Eva no trabaja con él? —Pregunto bajo para que ellos no oigan. —Es decir, ¿Ella no tiene más acceso a la oficina de Matt? —Alex niega.

—La llave de su oficina está en casa —Murmura atrayéndome un poco más a él cuando estamos a pocos pasos del auto, se coloca detrás de mí, y cuando sus brazos me envuelven su boca va a mi oído. —Quiero que duermas en mis brazos esta noche —Susurra sobre ella y una sonrisa estúpida se planta en mis labios. 

—Quiero hacerlo —Susurro girando mi cabeza hacia él, nuestras narices se rozan y su aroma me inunda. —Debo avisar a mi madre —Murmuro  dejando un pequeño beso en sus labios cuando la alarma del auto de David se desactiva y el ruido de los pestillos nos indican que podemos subirnos. 

—No va a ser que vuelvan a darte por desaparecida —Alex me sonríe y se separa para abrir la puerta trasera para mi. Niego rodando los ojos y me deslizó dentro del auto, encontrándome con Eva y David ya en sus puestos. 

—¿Malena no trabaja en el mismo restaurante que ustedes? —Pregunta Eva dirigiéndose a su novio con una mirada intrigada, este asiente. 

—¿Ella no está en busca de trabajo? —Pregunto mirando a Alex y él se encoge de hombros. 

—Malena viene de buena familia, trabaja solo por pasión —Me explica Alex y asiento un poco. —¿Sabes algo de ella? —Mira con preocupación hacia el frente donde se encuentra David. 

—No la he visto desde lo de su piso pero hemos hablado por mensaje —Responde este encendiendo su auto. ¿Lo de su piso? 

—Supongo que nos habría avisado si hubiera decidido seguir con su viaje —Susurra Alex más para él que para nosotros.

—¿Malena tiene pareja verdad? —Vuelve a preguntar Eva y la miro interesada en saber. 

—Ella peleó con su novio así que no estamos seguros —Dice Alex algo divertido, mis labios se fruncen. 

—Oh, deberías hablar con ella —La chica se gira un poco para mirarnos pero manteniendo su manos en el hombro de su novio para obtener su atención —Quizás deberíamos hacer una cita todos nosotros o simplemente salir con ella así la animamos —Propone con una gran sonrisa, sus ojos van a mi en busca de apoyo. 

—Si... —Mi voz sale insegura —Supongo que debemos conocernos mejor —Murmuro sintiendo a Alex rodearme con su brazo. 

—Hablaré con ella entonces —Asegura mi chico acercándose para depositar un beso en mi frente. Eva se acomoda en su asiento para que David comience a conducir y yo dejo caer mi cabeza en el hombro de mi castaño. 

El trayecto fue corto hacia la mansión, no volvimos a tener una conversación, solo escuchamos las canciones que se reproducían en la radio. Por mi parte aproveché para mandarle un texto a mi madre, ella claramente no tuvo problema, solo nos recomendó una marca de globos para esta noche. 

Una vez que estuvimos frente al portón del jardín nos despedimos de los chicos. 

—Ah... Dios, estoy agotada —Suelto una queja cuando cruzo la puerta principal, feliz de haber podido llegar a la casa, tenía los pies adoloridos y el cuerpo cansado. Cuelgo mi abrigo y mochila en el perchero de la entrada. 

El ruido de la cerradura me indico que Alex también estaba dentro, segundos después sus manos sujetaron mi cadera atrayendome a su cuerpo, dejándome descansar de espaldas a su pecho. 

—Por qué no te recuestas en el sillón, yo me encargo de la cena. —Su nariz se entierra en mi cuello dándome escalofríos. 

—Suena tentador —Susurro cerrando los ojos.  —Pero no justo —Agrego, él también debería estar cansado. 

—Pediré a domicilio, es tarde para cocinar —Deja un beso en mi cuello. 

—¿Qué diría tu futuro título como chef si pudiera hablar...? —Me burlo. 

—Todavía no lo tengo, así que puedo seguir pidiendo delivery —Se ríe sobre mi piel causando me cosquillas. —Recuéstate en la sala, iré a ver a Dorito —Asiento y deja otro beso antes de separarse. 

Me quito mis zapatos una vez que veo a Alex adentrarse a la cocina, seguramente en busca del número de algunos de los restaurantes que solíamos pedir con Lía y Matt. Camino descalza hacia la sala, la casa se sentía tan vacía sin Ali gritando por todos lados, creo que me he acostumbrado a vivir con muchas personas por lo que tanto silencio me parecía extraño. 

—¡Miau! —Me detengo junto a uno de los pequeños sillones cuando el maullido de Dorito llega, estaba resguardado por el respaldo del sillón por lo que no lo vi desde la entrada de la sala. 

—Hola —Digo divertida cuando noto que se esfuerza por mantener sus ojitos abiertos, parece cansado. Sus orejas receptivas girando un poco hacia atrás en dirección a la cocina cuando podemos oír la voz de Alex. 

—Miau —Dice un poco más bajo haciendo un esfuerzo por levantarse, lo siguiente que lo veo hacer es estirar completamente su cuerpo antes de bajarse del sillón y restregarse entre mis piernas para luego salir disparado en dirección a la cocina. 

Habíamos estado teniendo más acercamientos últimamente con la bola de pelos. Todavía no estaba segura si me gustaban los gatos en general pero podía encontrar a Dorito verdaderamente tierno, por lo que ya el miedo hacia él se había superado, más cuando note que solo le interesaban las caricias entre sus orejas y que lo alimentarán cada dos horas. Estaba feliz porque comenzaba a interactuar con él, quería poder formar un vínculo entre nosotros ya que Alex amaba a esta cosa. 

Me recuesto a lo largo del sillón más grande de la sala dejando caer mi peso con cansancio, suelto un suspiro agotado mientras llevo las manos a mi cara. 

—Treinta minutos para nuestro pedido —Quita las manos de mis ojos cuando Alex entra a la sala cargando al pequeño anaranjado que por supuesto ya había dejado pelos de ese mismo color en su polera negra. Se acerca a mí dejando un beso entre las orejas de Dorito para luego dejarlo sobre el sillón en el que estaba cuando yo entré a la sala. 

—¿Qué pediste? —Pregunto levantando los brazos hacia mi cabeza para estirame, los ojos de mi castaño me recorren con algo de diversión oscura en ellos. 

—Tacos —Se sienta junto a mis piernas y sus manos van a mis rodillas cuando las recojo dejándole un espacio en el sillón. —¿Tienes hambre? —Pregunta deslizando sus dedos hacia adentro para luego separar mis piernas, mis mejillas se sonrojan al sentir el aire fresco entre mis piernas gracias a mis shorts, que ahora pegados seguro no dejaba mucha piel cubierta. 

—Un poco —Mi vista lo sigue cuando apoya su rodilla a un lado de mis piernas y la otra al borde del sillón. 

—¿Has hablado con tu madre? —Pregunta inclinándose entre mis piernas mientras apoya sus manos en los costados de mi cabeza. 

—Ya... lo he hecho —Susurro cuando finalmente se pega sobre mi, dejando sus labios cerca, su perfume y su respiración lenta, calma. Cierro los ojos disfrutando del pequeño silencio, sintiendo como la tranquilidad nos rodeaba de a poco logrando que mi respiración también sea baja. 

Mis manos lo rodean acariciando lentamente su espalda mientras su fina nariz roza con la mía. Puedo sentir el calor de su cuerpo y me siento totalmente a gusto con su peso aunque se que se sostiene con sus brazos para no aplastarme. 

—Gracias por hoy —Su aliento crea cosquillas sobre mis labios y su voz es tenue como si no quisiera arruinar el silencio. Me estremezco. 

—¿Por qué? —Murmuro rodeando con una de mis piernas su cadera, queriéndolo mantener cerca de mi cuerpo. 

—Por estar simplemente, por acompañarme hoy y por... lo de mi madre —Sus dedos acarician mi cabello tirando hacia atrás. 

—Me gusta estar para ti —Aseguro mirando sus ojos profundamente. Estábamos a medio centímetro y se sentía completamente íntimo y calmo pero a la vez lleno de sentimientos. 

—Siento que ningún título que le pongamos a esto va a representar lo que siento ahora mismo —Susurra sobre mis labios y puedo ver en lo profundo de su mirada que ambos estamos sintiendo lo mismo,  esa mezclada paz y mariposas drogadas de amor en el estómago. Sonrió de acuerdo con él —Pero, la próxima vez que alguien me lo pregunte... no creo poder contenerme de no llamarte mi novia —Su mirada se mantiene en mis expresiones y mis labios se entreabren con emoción. —Solo quería saber si estabas de acuerdo, antes que suceda. —Agrega dejando pequeñas caricias sobre mi mejilla. 

—Alex hale... —Tomo un aire profundo —¿Estás pidiendome ser tu novia? —Enarco una ceja con diversión sintiendo mis mejillas rojas. Él rueda los ojos con una sonrisa engreída en sus deliciosos labios. 

—Para el resto de nuestras vidas —Pone como condición, como si tan solo pensara en dejarlo ir ahora que lo tengo como siempre quise, mío. 

—Entonces si, acepto ese cargo con orgullo y felicidad —Frunzo mi nariz y achico mis ojos mostrando una gran sonrisa. Escucho su pequeña carcajada. 

—Entonces... Feliz ascenso a novia, mi rubia —Dice delineando mi mandíbula con sus dedos. 

—Feliz ascenso a novio, mi castaño —Susurro justo antes de elevarme un poco para terminar con la distancia que mantenía nuestros labios lejos del toque del otro. 

Nos besamos, con firmeza y satisfacción, apresando mis labios en los suyos, disfrutando de su lengua en contacto con la mía, de mis manos por dentro de su polera y de su mano acariciando mi pelo; y de los cortos poquitos que nos permitían tomar aire para luego seguir con nuestro interminable beso. 

Ese beso que sellaba nuestro comienzo oficial con un título que no llegaba a definir todo lo que nos pasaba, pero que nos llenaba el corazón por ahora. 

Más adelante, ya veríamos...



_________________

¿Qué les pareció el capítulo?

¿Qué tal este final?

¿Su parte fav?

N/A: Holaaaaaaaaaaaaa
Los extrañé tanto tanto. Me siento muy feliz de poder subirles este capítulo que tenía incompleto a hace much por falta de tiempo y estrés, mucho estrés.

Pero bueno, espero que les haya gustado n ose olviden de dejar su estrellita, seguirme, comentar todo lo que quieran (siempre con respeto)

Los quiero mucho, besos.

-Aldi🥀

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro