Capítulo 8: "Hablar"

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Pov's Emma

Mi pie se mueve de un lado al otro golpeando el suelo, no logro controlarlo. Mis dedos se retuercen sobre mi abrigo que descanza en mis piernas y no me atrevo a levantar mi vista.

Laura, sentada frente a mi en su sillón, cruzada de piernas espera que decida hablar, pasaron ya unos minutos desde que entre y nunguna dijo nada más que hola.

—Bueno Emma  —Me tenso al escuchar su voz. Ella queria que hablara, era obvio, si no para que vengo aquí —¿Quieres que comencemos por donde lo dejamos la última cita o quieres hablar de lo que paso ayer? —Pregunta y su voz es tranquila, pasiente. Me encojo de hombros, ni yo sabia por donde empezar.

¿Queria hablar? No lo se, ayer se habia sentido bien contarselo a Emi, él no me habia juzgado, ni se habia burlado de mi.

—Recuerda que este es un lugar en donde tu puedes sentirte comoda y todo lo que me cuentes sera confidencial y profesionalmente escuchado —Me recuerda mientras la miro entre mis pestañas sin levantar la cabeza.

No conozco bien a Laura, nunca le contaría algo asi a alguien que no conozco, que no se como reaccionara, me da verguenza. Pero... ¿Como quiero mejorarme si no hablo con ella que es la profecional? ¿Como voy a lograr dejar de ver procupados a todos los que me rodean? necesitaba crear un vínculo con Laura confiar en ella, debia arriesgarme.

—Cuando tenia diecisiete tenia un novio — Susurro frunciendo un poco el entrecejo al seguir removiendo tanto esa herida —Darrel, asi se llama él —Aclaro removiendome en mi asiento —Nosotros ya no estamos juntos... no terminamos bien, ni siquiera se cuando terminamos —Hablo bajo sin poder evitar el tono de pregunta a lo último, eso seguia siendo una incertidumbre para mí —No se si fue mi imaginacion o que, pero ayer lo vi en mi universidad, estaba a unos metros de mi, me miraba fijo a los ojos como si el también pudiera verme, parecia tan real —Levanto mi mirada al no escuchar nada de su parte ella esta anotando disimuladamente en su libreta.

—¿Que sentimientos tienes hacia él? —Pregunta dejandome un poco pensativa. Abro la boca, no logro decir nada —¿De que forma te afecto su "presencia"? —Cambia su pregunta.

—Sentí... pánico, no esperaba verlo ahí, no después de tanto tiempo, no despues de todo lo que nos hicimos —Trago gruezo y ella asiente.

—Emma... —Habla bajo luego de un momento de silencio —¿Tienes un apego emocional hacia él? —Pregunta dudosa. Frunzo el entrecejo cuando entiendo la pregunta.

—No lo amo si eso es a lo que quiere llegar, creo que nunca lo hice —Susurro apretando mis labios —Claro, en su momento senti cariño hacia él pero... nunca pude sentir amor —Aclaro suspirando —Solo me siento llena de preguntas —Explico haciendo un ademan con las manos — Sabes cuando lo vi... una parte de mi se paralizo, pero la otra queria acortar los metros que nos separaban y escupirle todas mis preguntas — Hablo aceleradamente sintiendo mi pecho subir y bajar con adrenalina.

—¿Y si el en verdad estaba ahi presente? — Pregunta levantandose de su asiento.

—Eso es imposible, el se fue del pais hace un tiempo largo y nunca más volvió —Digo viendola servir un vaso de agua.

—¿Estaban juntos cuando él se fue? —Camina hacia mi y me tiende el vaso que recien habia llenado de agua, susurro un gracias y lo tomo.

—Si, estabamos por cumplir como dos años — Susurro un poco dudosa algunos recuerdos estaban borrosos en mi mente, la verdad nunca fui muy buena con los calculos en la relación — Pasaron muy pocos meses luego de que el se fuera, como dos o tres, él comenzo a ignorarme, no respondia mis mensaje, ni llamadas, eventualmente cortamos todo vínculo ya que el nunca más se reporto —Explico tomando las mangas de mi buzo para esconder mis manos. Ella asiente levantando una ceja.

—¿Quieres contarme más acerca de la relación? —Me pregunta y me encojo de hombros — ¿Como se llevaban? ¿Tenian muchas peleas? — Explica.

—Bueno, era una relación de adolecentes — Susurro apretando mis labios —Al principio si nos llevábamos bien, la relación era normal, eramos como amigos —Explico —Luego tuvimos nuestra primera pelea, el queria revisar mi telefono y yo no quería darle mi contraseña, termine disiendole que debia darme la suya también —Susurro un poco avergonzada al recordar mi comportamiento —Yo nunca habia sido celosa con él o desconfiada, pero queria sentir que también tenia el control, no queria cedercelo —Recuerdo la frustración de esa Emma de solo diecisiete, sin saber como llevar una relación —Tuvimos muchas peleas a lo largo de la relación, más de las que puedo recordar, la mayoria del tiempo nos la pasabamos buscando el minimo defecto del otro para pelear —Me incluyo —Pero todo se desató a partir de un hecho en especifico, Darrel no volvio a confiar en mi nunca más —Digo haciendo una mueca.

—¿Quieres hablar de eso? —Pregunta acomodandose en su lugar. Y asiento me sentia con ganas de sacarlo todo necesitaba hablarlo.

—Lo engañe —Digo mordiendo mi labio —Se que fui una perra, disculpa la palabra —Susurro rapidamente y ella niega riendo un poco.

—¿Que sentiste en el momento de hacerlo y luego de ello? —Lleva su lapicera cerca de su cara y golpetea su pera con ella un poco.

—Am... bueno —Suspiro —Luego de hacerlo me senti mal, senti que era una mala persona — Hablo sintiendo que parpadeo repetidas veces.

—¿Te sentiste mal por el beso o por romper la confianza con tu pareja? —Pregunta achicando los ojos. Muerdo mi labio.

—No me arrepiento del beso, no podria, solo... que no hice las cosas como debería, no respete a mi pereja —Juego con la tela del buzo entre mis manos —Él beso... fue todo lo que habia esperado por años, fue mucho mejor de lo que me habia imaginado en mis sueños adolecentes —Niego riendo un poco.

—¿Sigues teniendo sentimientos por esa persona? —Una sonrisa se asoma en su cara y siento mis mejillas arder. Miro el reloj disimuladamente.

—Creo que ya termino la hora —Susurro haciendola soltar una pequeña carcajada mientras mira el reloj de arena.

—Hasta el viernes Emma —Dice ella negando divertida mientras se levanta del sillón. Apreto mis labios todavía con calor en mi cara y camino hasta la puerta del consultorio sintiendo los pasos de Laura detras de mí.

—Adios —Susurro asintiendo en forma de despedida, ella levanta su mano devolviendomelo. Me giro hacia la sala de espera y camino rapido hasta llegar al asensor soltando un suspiro cuando estoy dentro de él.

. . .

Aprieto mi abrigo que ahora llevaba sobre mi buzo negro mientras miro por la ventana del taxi. El día estaba raro, hay mucho viento y de a ratos llovía, esta completamente distinto al clima que deberia de hacer estando en primavera.

Me encogo sobre el asiento cuando siento muchas ganas de decirle al chofer que dé la vuelta y me regrese a la cuidad. A lo lejos puedo ver los portones abiertos y las grandes construcciones a lo largo de tres manzanas.

Mi estomago se retuerse y maldigo a mi maldito cuerpo tan debil. El auto sigue abanzando sin problemas hasta estacionarse frente a la gran casa de los villar, como decia el pequeño cartel en el césped.

Me abrazo a mi misma escondiendome entre mi ropa. El señor del taxi se gira luego de un momento y me mira curioso.

—¿Todo en orden? —Pregunta y asiento rapidamente.

—S-si...  disculpe —Susurro sintiendo mi cara bolverse roja —¿Cuanto es? —Pregunto bajito sacando mi billetera de uno de los bolsillos de mi campera. El me mira y apunta a un pequeño monitor que marcaba el precio del viaje. Saco unos cuantos billetes y se los entrego — Quédese con el cambio —Susurrro.

—Gracias señorita, que tenga un buen día — Habla y asiento en forma de respuesta. Giro mi cabeza hacia la ventana y miro a travez de ella. Mi mano se mueve lenta pero segura hasta la manija de la puerta y tiro de ella provocabdo que la puerta se abra. Muerdo mi labio nerviosa y salgo del auto lentamente, cierro la puerta a mis espaldas escuchando segundos después el taxi irse junto a mis esperanzas de escapar de aqui.

Mis pasos son lentos hacia el frente mientras que mis ojos no dejan de ver mis zapatillas. Mis manos sudan y me siento nerviosa al no saber como reaccionaran papá y mamá, no queria contarles, no queria hacerlo y procuparlos.

Cuando me quiero dar cuenta estoy frente a la amplia puerta blanca, pulcra. Me estiro hacia el costado y toco el timbre sin duarlo, ya esta, estaba aqui.

Me sobresalto un poco cuando la puerta se abre al segundo de que haya llamado. Una señora que no conozco se asoma sonriendo un poco mientras me analiza de arriba  a abajo.

—Hola, buenas tardes —Habla ella luego de un incomodo silencio. ¿Por que me costaba tanto conocer a personas nuevas?

—Hola vengo a ver a mis padres —Aclaro abrazandome a mi misma mientras hago una mueca.

—Oh, tu debes de ser Emma —Dice ella asintiendo, se hace a un lado invitandome a pasar —Tu madre habla mucho de ti —Me susurra cuando paso por su lado.

—Ah... —Susurro sonriendo de costado —¿Ellos estan en casa? —Pregunto quedandome parada junto a la puerta mientras ella la cierra.

—Claro querida estan en la oficina de tu padre — Me sonríe señalando en esa dirección — ¿Quieres que les lleve algo? —Pregunta limpiando su ropa que tenia un poco de harina. Niego.

—Gracias y compermiso —Susurro bajando la cabeza para caminar, rodeo la escalera que lleva a la segunda planta y a unos metros encuentros la puerta corrediza del despacho de papá.

Levanto mi mano y la dejó en el aire cuando no me atrevo a tocar, no logro escuchar nada del otro lado de la puerta por lo que dudo un segundo si están aqui, hasta que se oye un estruendo como que algo se cae al suelo y luego una risa de mi madre. Toco un par de veces tratando de llamar la atención.

—Un segundo —Dice mi madre tratando de contener su risa evidentemente. Me cruzo de brazos y miro al techo, genial debia esperar para torturarme más —Adelante —Dice mi madre luego de reir un poco.
Estiro mi mano tomo la perilla para ayudarme a deslizar la puerta corrediza.

Entro despacio viendo a mamá dandome la espalda mientras busca algo entre la biblioteca de papá, cosa que me parece extraña. Papá esta sentado en su silla acomodando su camisa y su cabello.  Ninguno de los dos parece prestarme atención.
El lugar es un desastre el escritorio de papá tiene papeles tirados por todos lados y hay una lampara rota junto a este. Frunzo el entrecejo, el es un hombre muy organizado, nunca dejaria que su despacho este en estas condiciones.

—Oh Emma —Dice mi padre cuando parece percatarse de mi precencia, mi madre se tensa todavía buscando algo en la bibloteca — Creimos que eras Luz —Habla un poco nervioso.

—¿Quien es luz? —Susurro viendo a mamá acomodar su cabello para luego darse la vuelta. Cierro los ojos maldiciendo a todos cuando veo a mi madre con su labial corrido y su ropa un poco desecha —Mejor los espero en la sala — Susurro dandome la vuelta para salir del despacho.

Carajo, carajo, carajo.

Nunca iba a quitar poder oldidar esa imagen mental de los hechos.

Camino hacia la sala y me siento en uno de los sofas sacando mi campera cuando siento entrar en calor por la calefacción. Suspiro pasando mis manos por mis piernas justo cuando mi vista se choca con una fotografía en la pared. En la casa de mis padres hay demaciadas de toda la familia, pero esta nunca la habia visto.

Me levanto del mullido sofá y me acerco a ella, esta colgada justo al lado de la gran estufa a leña. Puedo reconocerme en ella, mi cabello esta suelto y lleno de rulos, mi cara tiene maquillaje exagerado y no tengo más de cinco años de seguro, en mis brazos cargo a un bebé, Liam. Se ve tan chiquito en la fotografía mientras yo lo abrazo contra mí, con mucha fuerza.

Recuerdo que a penas tenia tres años habia insistido por mucho tiempo tener un hermanito, Matt era mucho mayor que yo y ya no le interezaba jugar conmigo todo el dia, aun que alguna que otra vez mamá lo obligaba.

Sonrió triste al cuadro y comienzo a caminar para observar las demás fotos, creo que nunca le habia prestado atencion a esas pequeñas cosas que hoy me recordaban momentos muy felices.

Puedo encontrar fotos con Matt y luego otra de los tres hermanos juntos. Otra todos en la playa con nuestros padres. También hay fotos de un Matt adolecente junto a Lía en un acto escolar, otras junto a Alex ambos graduandose de administración de empresas.

Justo sobre la estufa habia una pintura de Ali que papa habia mandado a hacer hace un tiempo, cuando ella cumplio un año, era hermosa y la reflejaba a la perfección.

Abro la boca sorprendida viendo una foto que parece reciente, Liam esta sobre un esenario con un traje de ballet negro se encuentra serio sosteniendo en el aire a una chica castaña, frunzo el entrecejo ¿Cuándo había sido eso? No recuerdo haber ido a ningun concierto de ballet de Liam. Mi pecho duele un segundo al pensar en todas las cosas que me estoy perdiendo de su vida.

Camino un poco más y mis facciones cambian por completo al ver una foto bastante vieja, pero el recuerdo sigue intacto en mi mente. Estoy vestida de doctora en el jardin de atras. La camara me apunta de costado y ya parecia un poco más grande que en la otra foto, como de siete. Frente a mi en una silla sentado Alex, recuerdo que habia aceptado jugar conmigo cuando Matt no quizo por que decia que él era grande. Todavía podia sentir la emoción de esa pequeña Emma enamorada, jugando al doctor con el chico que le gustaba, aunque en ese momento no sabia ni siquiera que significaba eso mi corazón latía emocionado.

—Emma mi amor —Escucho los tacos de mi madre entrar a la sala junto a su voz.

—Ma —Digo haciendo una mueca, no quiero mirarla a la cara después de lo de recién. Guardo ambas manos en mi bolsillo y me giro hacia ella.

—Mi vida, es genial tenerte de visita, nunca me alcanza con solo hablar por llamadas diario — Mamá se sienta en él sillón grande frente al individual en donde deje mi abrigo. Camino hasta mi asiento y me dejo caer, ella estira su mano tomando la mía. Sonrió, yo también los extrañaba.

—La princesa de la casa por fin volvio a su reino —La voz de mi padre nos llama la atención, el entra a la sala pareciendo animado.

—Hola pa —Susurro levantando la cabeza a su dirección. Él se inclina y deja un beso en mi frente.

—Mi amor te extrañanos tanto —Dice él sentandose junto a mamá.

—Yo también extraño venir —Susurro mirandolos un segundo.

—Ayer llame para hablarte pero Lía me dijo que estabas cansada y fuiste a dormir trmprano — Dice mamá levantando sus cejas.

—Si, fue un largo día —Susurro buscando en mi mente el momento perfecto para tirar la bomba.

—Matt me contó que Alex llego hace poco —  habla mi padre ahora y siento mi cuerpo tesarse al escuchar su nombre —Estabamos pensando planear una cena para darle la bienvenida —Me cuenta abrazando por la cintura a mi madre que asiente feliz. Ellos siempre habian querido mucho a Alex, es como un hijo más.

—Ah, que bien —Susurro asintiendo. Abro la boca tomando una gran vocanada de aire dispuesta a contarles todo de una vez —Quiero contarles algo...

—¡Liam, cariño! —Mi madre grita derepente  haciendo que cierre los ojos, carajo.  La puerta principal se cierra fuerte y escucho sus pasos acercarse —Ven Emma quiere contarnos algo — Dice moviendo su mano en señal a que se acerque. Él no responde nada en cambio escucho sus pasos y puedo ver de reojo como se para al final del sillon en el que estan mis padres, tira su bolso al piso. Lo miro un segundo encontrandolo más alto, sus facciones menos aniñadas y sus brazos parecen cargar un poco de músculos, supongo por sus entrenamientos. No me mira y permanece serio por lo que desvio mi vista al suelo —Ven sientate cariño —Habla mamá tirando de su brazo.

—Bueno ¿Que querias contarnos princesa? — Pregunta papá haciendo que lo mire en vez que al piso, doy una rapida mirada a mi hermano otra vez, que ahora se encuentra serio observandome, no logro ver enejo o rencor en el solo... estaba serio.

—Bueno yo... —Suspiro mirando a mis padres un segundo para luego enfocar mi vista en el techo —Yo... no se como decirlo —Susurro apretando mis labios nerviosamente.

—Sabes que puedes contarnos lo que sea mi amor —Habla mi madre sugetando mi mano, mirandome curiosa cuando sus oscuros ojos se encuentran con los mios.

—Estoy llendo al psicólogo —Explico tratando de situarlos en el tema. Mis padres asienten —Lía y Matt creyeron que eso era lo correcto —Con mi mano libre juego con la tela de mis chandals, comenzando a divagar con el tema.

—No estamos entendiendo hija —Susurra mi padre y mamá lo codea.

—Deja que nos explique—Lo regaña por lo bajo —Sigue mi amor —Me habla dulcemente sonriendo tan cálidamente que me hizo sentir cuanto me hacia falta verla y hablar con ella.

—Sufro ataques de pánico —Susurro sonriendo nerviosa  cuando me siento demaciado observada, mis ojos se van al piso para evitar las miradas que ya esperaba, no podia verlas y seguir hablando —La verdad no se desde hace cuanto, pero llevan un tiempo. Antes de ayer ni siqueira sabia que se le llamaba de esa forma a lo que sucedia a mi cuerpo —Suelto la mano de mamá para abrazarme a mi misma cuando me siento insegura. En la sala nadie habla solo escuchab lo que sale de mi boca —Se preguntaran ¿Por que nos esta contando esto? —Digo tratando de sonar graciosa vuando siento la tención en el aire. Suspiro —Ayer fue el ultimo que tuve, estaba en la universidad y mi amigo llamo a Matt y Lía, ellos no sabian nada —Aclaro para que mis padres no se enojen con ellos — Siempre que me pasaban buscaba la forma de calmarme pero ayer todo se salio de control y no lograba calmarme, en cusnto los chicos se enteraron me pidieron que les contase y por eso estoy aqui —Susurro encogiendome de hombros.

—Mi bebé —Escucho susurrar a mi madre y puedo distinguir su voz quebrada lo cual hace que mi corazón se estreche. Ella suelta un sollozo que hace que mis ojos escondidos se llenen de lágrimas, odiaba verla llorar.

—Pequeña —La voz rasposa de papá me llama la atención, por lo que levanto un poco la vista. El mantiene entre sus brazos a mi madre que llora contra su pecho.
Los ojos azules identicos a los mios de mi padre parecen tristes, creando un nudo en mi garganta,  nunca lo habia visto asi.

—Lo siento —Susurro tapando mi cara con ambas manos para esconder varias lagrimas rebeldes que resbalan por mis mejillas.

Culpa, es tu cumpa, tu maldita culpa.

Siento un brazo rodear mis hombros y atraerme hacia un cuerpo calido. Mis hombros se sacuden  por la intencidad de mi llanto.

—No es tu culpa —Dicen cerca de mi cabeza y mi corazón pega un salto al reconocer la voz, es Liam y esta abrazandome.

Ni siquiera lo pienso, saco ambas manos de mi deforme cara y lo abrazo con todas mis fuerzas, siento que el responde de la misma forma apoyando su cabeza en la mia, sus manos acarician despacio entre mis omóplatos. Y una parte de mi no puede evitar sentirse bien, mi hermano me estaba abrazando despues de tantos años, lo sentía cerca, como hace mucho no lo hacia, sentia que volvia a tener a mi hermano pequeño.

Siento un cuerpo pegarae al mio desde atras y unos brazos rodearme, rapidamente se que es mi madre, sus abrazos nunca se me olvidarian, levanto un poco mi cabeza y veo a papá  también abrazandonos desde atras de Liam.

Podia afirmar algo los abrazos de las personas que amas podían curar el alma.

. . .

—No Emma, ya esta decidido —Dice mi madre negada, la veo caminar por la sala en circulos. Papá esta a mi lado en el sillón —Vuelves a casa —Exige ella.

—No mamá  —Susurro un poco asustada, no queria dejar mi carrera, viviria muy lejos como para que me lleven todos los días. Perderia al unico amigo que habia hecho en años, y no lo veria más a... él.

—Cariño —Papá intenta hablar.

—No nada, no quiero que nada más te suceda Emma, aqui estas segura —Dice con terquedad. Entendía su preocupación en algun punto pero ya era grande y tenia otras responsabilidades.

—Mamá no puedo dejar mi vida asi como asi — Susurro encogiendome de hombros —Lía y Matt se encargan de cuidarme siempre —Me levanto y camino hasta ella decidida —No puedes meterme dentro de una bola de cristal Ma — Susurro tomando sus hombros.

—Lo se... —Dice con sus ojos un poco aguados —Pero eres mi pequeña, no puedo ni imagimarme lo mal que la pasaste —Susurra cuando le cuesta hablar.

—Estoy bien, mirame —Busco sus ojos negros y trato de verme segura —Me dule verte asi Mami, no llores —Digo acariciando su pelo. Ella se acerca para abrazarme —No volveré —Susurro apoyando mi cara sobre su hombro —
Mamá, lo siento pero soy grande dentro de unos meses cumplire mis veinte y creo que puedo tomar mis propias decisiones —Digo segura de que solo decia eso para dejarla tranquila.

—Lo sé mi amor, eres una mujer fuerte —Dice ella para luego darme un fuerte abrazo y soltarme —Mi chiquita, esta tan grande — Susurra acariciando mi mejilla, sonrió.

________________

N/A: Wey eso fue triste...

No se olviden de comentar, votar y seguirme aqui y en el intagram del libro que se los dejo abajo.

Mi DM siempre esta para cualquier duda o comentario 💕

Besos.

-Aldi 🥀


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro