TaeHyung estaba en la cocina, concentrado en cortar zanahorias en rodajas finas, el cuchillo deslizándose hábilmente sobre la tabla de cortar. Su cabello caía en mechones sueltos sobre su frente, mientras que sus ojos reflejaban distracción.

JiMin se acercó a él con una preocupación palpable en su expresión, sus ojos avellana buscando respuestas en los de su amigo.

— Deja de mirarme así, estoy bien — Dijo TaeHyung con una sonrisa, intentando disipar las preocupaciones de JiMin. Pero no estaba convencido.

— Tae, sabes que puedes contarme todo. No soy tu mejor amigo por nada.

TaeHyung dejó de cortar las zanahorias y lo miró con ternura.

— Minnie, sé que siempre estás para mí como yo estoy para ti, pero te aseguro que estoy bien, no te preocupes.

Aunque JiMin asintió, su mirada seguía llena de inquietud.

En ese momento, SeokJin entró a la cocina, su presencia imponente llenando el espacio con una autoridad tranquila.

— Apresúrense chicos, tenemos que terminar pronto antes de que lleguen ellos.

TaeHyung frunció el ceño, confundido.

— ¿Ellos?

— Sí, HoSeok invitó a sus amigos a cenar y no pude negarme en sus caras — Explicó SeokJin, su voz tranquila pero firme mientras revisaba la sopa de algas con atención.

— ¡Eso es genial! YoonGi estará aquí pronto.

TaeHyung guardó silencio, su mente ya anticipando la presencia de JungKook, lo que lo llenaba de nerviosismo y anticipación.

Después de ayudar en la cocina, los tres amigos se dirigieron a sus habitaciones para cambiarse. JiMin aprovechó el momento para abordar un tema con TaeHyung.

— ¿Te gusta JungKook? — Preguntó repentinamente, su mirada buscando pistas en la expresión de su amigo.

TaeHyung se detuvo por un momento, su mente navegando entre emociones confusas.

— No lo sé, Minnie. Es complicado.

— Te mira como si quisiera comerte y eso me da escalofríos — Admitió JiMin, frunciendo el ceño con preocupación.

TaeHyung se vistió en silencio, pero JiMin no pudo evitar notar una cicatriz en su pecho mientras lo hacía.

— ¿Cómo te hiciste esta cicatriz? — Preguntó, tocando suavemente la marca con curiosidad.

TaeHyung se puso rígido por un instante antes de responder evasivamente: — Fue un accidente.

— Es extraño que tenga forma de J.

— Ve a darte una ducha, JiMin — El rubio desvió la conversación rápidamente.

JiMin, siempre dispuesto a aligerar el ambiente, comenzó a hacerle cosquillas a TaeHyung, provocando risas en ambos mientras el tiempo pasaba sin prisa.

Sin embargo, su diversión se vio interrumpida por una mirada intensa desde el balcón contiguo. Era JungKook, observándolos con una expresión oscura en el rostro.

TaeHyung sintió un escalofrío recorrer su espalda al encontrarse con la mirada de JungKook. Su presencia imponente lo hizo retroceder, sintiendo una mezcla de miedo y pánico mientras se aferraba a su bata de baño para cubrirse.

JiMin notó la tensión y susurró: — Tae...

Rápidamente, corrió la cortina, tratando de ocultarse de la mirada penetrante.

— Te vio medio desnudo — Bromeó JiMin, provocando que TaeHyung se ruborizara aún más.

— ¡JiMin, ve a darte una ducha! — Repitió, intentando recuperar la compostura mientras su amigo se retiraba riendo hacia el baño.

El timbre de la puerta resonó a través de la casa, rompiendo momentáneamente la tranquilidad que reinaba en aquel lugar. TaeHyung, el único que se encontraba libre en ese momento, dejó a un lado lo que estaba haciendo y se dirigió hacia la entrada. Mientras tanto, en el piso de arriba, JiMin se encontraba inmerso en la tarea de ayudar a SeokJin a elegir el atuendo perfecto que lograra impresionar a NamJoon.

Con una sonrisa curiosa en el rostro, abrió la puerta para encontrarse con los cuatro hombres que aguardaban afuera.

— Hey, TaeHyungie — Saludó NamJoon con una sonrisa que hacía brillar sus hoyuelos.

— Hey, Hyung — Respondió TaeHyung, abriendo la puerta completamente para dejar pasar a sus invitados, saludándolos a medida que entraban.

— Hola, chico. ¿Dónde está JiMin? — Preguntó YoonGi, con una sonrisa perezosa mientras observaba a su alrededor en busca de su amigo.

— Está arriba ayudando a Jin — Indicó con un gesto amable.

— Gracias por la invitación, Tae. Extrañaba tanto la deliciosa comida de Jin. La ansiaba, especialmente su sopa de algas; siempre me sorprendió lo similar que sabe a la de mi madre. Sabes que en el extranjero no tenía... — HoSeok lo abrazó emocionado, interrumpiendo su flujo de palabras.

— Cállate, HoSeok, eres molesto — Intervino YoonGi, tirando del brazo de su amigo y tapándole la boca con la mano.

Una risa divertida escapó de los labios de TaeHyung mientras observaba la escena, y finalmente notó la figura de JungKook frente a él. El mayor lucía imponente, con una camiseta sin mangas que dejaba al descubierto sus tatuajes y su rostro adornado con un piercing que le daba un aire de chico malo. La mirada intensa y desafiante de JungKook se encontró con la de TaeHyung, provocando un ligero cosquilleo en su estómago.

— H-hola... Entra — Balbuceó TaeHyung, apartando la mirada y retrocediendo un paso para dejarle paso.

JungKook entró con una sonrisa misteriosa en los labios y se detuvo cerca de TaeHyung, inclinándose hacia su oído para susurrar un "gracias" que hizo que el menor contuviera la respiración por un momento.

Mientras cerraba la puerta, tratando de calmar los latidos acelerados de su corazón, se recordó a sí mismo mantener la calma y no dejarse intimidar por JungKook.

Con pasos temblorosos lo condujo hacia la sala de estar, donde encontraron a YoonGi relajado en el sofá, a NamJoon hojeando las fotos familiares y a HoSeok aún narrando sus experiencias en el extranjero.

— Ponte cómodo, llamaré a los demás — Dijo con una sonrisa nerviosa, girándose para alejarse, pero chocando contra JungKook en el proceso. El mayor rápidamente lo sujetó por la cintura para evitar que cayera, enviando un escalofrío por la espalda de TaeHyung.

— Deberías tener más cuidado — Susurró JungKook, con su voz profunda resonando en los oídos de TaeHyung. El menor apartó rápidamente la mirada, sintiendo el calor subir a sus mejillas.

— G-gracias — Balbuceó, escuchando la risa suave de JungKook mientras se liberaba de su agarre y se dirigía hacia las escaleras.

Subió las escaleras a toda prisa, con el corazón aún latiendo descontroladamente en su pecho. Al entrar en la habitación de su hermano, se encontró con JiMin y SeokJin, quienes lo miraban con curiosidad ante su jadeo y el rubor en sus mejillas.

— Tae, ¿qué pasa? — Preguntó SeokJin, apartando los mechones de cabello de su rostro. JiMin también lo observaba con atención.

— E-están esperando abajo — Dijo, tratando de recuperar el aliento.

— Vaya, date prisa — Instó SeokJin, volviendo su atención al espejo mientras JiMin murmuraba maldiciones por haberse entretenido con el peinado de SeokJin — Oh, Tae, revisa los cupcakes, están en el horno — Recordó antes de que TaeHyung se apresurara a salir de la habitación.

Mientras descendía las escaleras, no pudo evitar pensar en la forma en que JungKook lo miraba, con una intensidad que lo dejaba sin aliento. Al llegar al pie de las escaleras, se detuvo abruptamente al encontrarse con JungKook apoyado en la pared, con su mirada penetrante clavada en él.

— ¿Q-qué estás haciendo aquí? — Tartamudeó, sintiendo que sus piernas flaqueaban bajo la mirada intensa.

— Sediento — Fue la única palabra que pronunció, con una sonrisa misteriosa en los labios, dejando a TaeHyung sin aliento una vez más.

— Oh, lo siento, te traeré algo de beber.

Se deslizó rápidamente junto a JungKook, quien cerró los ojos, disfrutando de la cercanía del otro. La luz de la tarde se filtraba a través de las cortinas entreabiertas, pintando patrones dorados en el suelo de madera.

El rubio maldijo al escuchar el pitido insistente del temporizador del horno. Tan distraído estaba que tomó solo un trapo y abrió apresuradamente el horno, llevándose un doloroso contacto con el recipiente caliente. Un gemido escapó de sus labios al sentir la quemadura en sus dedos. Las lágrimas llenaron sus ojos mientras soltaba el recipiente. JungKook apareció al instante, frunciendo el ceño, y lo arrastró hacia el fregadero, colocando su mano bajo el agua fría que chorreaba con un suave murmullo.

— ¿No puedes tener cuidado? — Reprendió JungKook, su voz cargada de preocupación y frustración. Las lágrimas del rubio corrían por sus mejillas mientras miraba la expresión furiosa del otro. El aire vibraba con el aroma tentador de comida recién horneada.

— ¡Oh, Tae! — Exclamó SeokJin al entrar con los demás, su voz resonando en la cocina luminosa.

Empujó a JungKook, quien no se movió, manteniendo su firme agarre en la muñeca de TaeHyung. Este finalmente parpadeó para apartar las lágrimas y retiró la mano de JungKook, quien lo soltó, tratando de calmarse, queriendo castigarlo por su descuido. Sí, así funcionaba su mente.

Ahora, todos estaban sentados en la sala de estar. TaeHyung todavía estaba paralizado, mirando a JungKook, y este último hacía lo mismo, tratando de entender por qué lo miraba así. Las paredes estaban adornadas con fotos enmarcadas y estanterías llenas de libros.

— Tae, ¿sigues sin asimilarlo? Por favor, habla, estoy preocupado — Dijo HoSeok, su voz suave pero llena de ansiedad. JungKook frunció el ceño, pero luego se dio cuenta y giró la cabeza hacia TaeHyung, inclinándola hacia un lado por costumbre. La luz del atardecer bañaba la habitación con tonos cálidos y dorados, creando un ambiente tranquilo y acogedor.

TaeHyung sonrió y afirmó que estaba bien antes de dirigirse hacia el comedor. SeokJin, con un gesto cariñoso, le dio un beso en la frente mientras entraban. NamJoon rápidamente ocupó el asiento junto a SeokJin, y JiMin hizo lo propio al lado de YoonGi.

Solo quedaba el asiento junto a JungKook. TaeHyung intentó tirar de la silla, pero no pudo. JungKook lo ayudó, y agradecido, murmuró un "gracias", aún nervioso por sentarse junto a quien dudaba que fuera Bunny. SeokJin y JiMin sirvieron la deliciosa comida en la mesa. El aroma tentador de los platos llenaba la habitación, mezclándose con risas y murmullos animados.

— ¿Cómo va a comer TaeHyung? — Preguntó HoSeok, casi ofreciéndose como voluntario.

— Oh, JungKook está a su lado, así que lo ayudará, ¿verdad, JungKook? — Respondió JiMin, con una sonrisa cómplice. Las velas parpadeaban suavemente en el centro de la mesa, creando un ambiente íntimo y acogedor.

— Sí, por supuesto — Asintió JungKook, dispuesto a ayudarlo.

Aunque TaeHyung quería negarse, todos aceptaron la situación, así que tragó saliva y se mordió el labio inferior, nervioso. El suave tintineo de los cubiertos llenaba el aire, acompañado por el murmullo de conversaciones animadas.

— No necesitas hacerlo, solo haz lo tuyo — Murmuró con dulzura, sin saber qué más decir. La atmósfera estaba cargada de emociones, cada gesto y palabra cargados de significado.

— Mi Tae es el más lindo — Exclamó SeokJin, sonriendo ampliamente, mientras JungKook y él compartían una mirada cómplice. Los destellos de las luces de la ciudad se filtraban por las ventanas, pintando patrones de sombras en las paredes.

— JiMin es más lindo — Intervino YoonGi, pellizcando la mejilla sonrojada del nombrado. La risa resonaba en la habitación, llenando el espacio con una sensación de calidez y alegría.

— Ustedes son adorables, pero yo soy el verdadero sol aquí — Declaró HoSeok con orgullo, desafiando a YoonGi. La atmósfera estaba impregnada de complicidad y camaradería, cada uno compartiendo su propia energía única.

— Mantente a 149,6 millones de kilómetros de distancia, Jung HoSeok — Bromeó, haciendo reír a los demás. El sonido de las risas llenaba la habitación.

— ¡Sabía que dirías algo así! — Respondió HoSeok entre risas. La conversación fluía fácilmente entre ellos, cada uno aportando su propia chispa única.

Mientras todos comenzaban a comer, JungKook admiraba discretamente los labios de TaeHyung, deseando poder devorarlos. TaeHyung, por su parte, se sentía tímido y nervioso bajo la atención que recibía.

Sin embargo, también notaba la mirada amorosa de JungKook, muy diferente a la mirada aterradora que solía recibir de Bunny, aunque nunca había visto los ojos o la cara de Bunny claramente debido a la máscara. Aún confundido, si piensa en JungKook, su altura, como inclina la cabeza hacia un lado, sus miradas intimidantes, su perfume y su voz, todo gritaba Bunny.

— Come — Instó JungKook, empujando un trozo de bistec en la boca de TaeHyung, quien se sobresaltó ligeramente.

JungKook sonrió mientras limpiaba la esquina de los labios de TaeHyung con su dedo, provocando un rubor en las mejillas del otro. La luz de las velas bailaba en sus ojos, reflejando un brillo cálido y reconfortante. Mientras tanto, SeokJin y NamJoon estaban ocupados conversando, compartiendo anécdotas y risas.

— Son una pareja adorable — Susurró JiMin a YoonGi, su voz apenas un murmullo en la atmósfera íntima y acogedora. Sus ojos brillaban con complicidad mientras observaban a TaeHyung y JungKook.

— En realidad no lo son — Respondió YoonGi, su tono lleno de preocupación. NamJoon asintió con seriedad, consciente de las complejidades de la relación entre TaeHyung y JungKook.