Seis 🌻

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🦊🦊🦊

Me sujetaba del brazo de Namjoon mientras caminábamos hacia el auto, usualmente no lo acompaño a hacer las compras, pero ese día Jimin tuvo que ir con su madre a una visita con el ginecólogo.

Mi cabeza dolía, por alguna razón el centro comercial era todo un caos, habían gritos en cada cierto local y a veces terminaban empujándome al pasar.

-Hmmm Nam ¿Cuánto falta?-pregunté impaciente, cuando llegamos tuvimos que caminar bastante desde donde Namjoon parqueó a los locales y para mi hemos caminado de regreso desde hace una eternidad.

-Lo lamento, sé que nos estamos tardando demasiado, por eso suelo venir solo, Tae, este lugar siempre está así los fines de semana, aunque domingo es peor y pensé que sáb....-se empezó a disculpar Namjoon hasta que le interrumpí.

-Entiendo, entiendo y no tienes que disculparte por eso, es solo que ya me duelen las piernas y la cabeza.-me quejé.

Agregando que otra vez estaba de lo más cubierto, con una bufanda rodeando mi cabello, cuello y boca, igual estaba usando un cubrebocas y lentes de sol, me sentía asfixiado con tanta ropa y deseaba llegar a casa ya para quitarme todo.

-Debiste decirme eso antes.-murmuró Namjoon y dejó de caminar obligándome a hacer lo mismo.-Te pude haber conseguido alguna pastilla para eso.

-Ugh no, eso sería atrasarnos más.-refunfuñé haciendo una mueca.

Escuché a Namjoon suspirar y luego jaló de mi mano para guiarme, pensé que íbamos hacia el auto de nuevo, pero noté mi error cuando luego de pocos segundos dejamos de caminar y sentí que me empujaba suavemente hacia atrás hasta que mi espalda estuvo apoyada contra algo sólido.

-Quédate aquí, hay una farmacia cerca, sabes que luego te mareas cuando no se te alivia el dolor de cabeza rápido.-dijo Namjoon colocando sus manos sobre mis hombros, rozándome con la bolsas de papel que llevaba.

-Pero...

Dejé de hablar y suspiré, era un debilucho con las defensas bajas, deberíamos de tener nosotros a la mano la medicina que necesito, aunque no es que suela salir mucho de todas formas.

¿Y si me mareo y desmayo mientras Namjoon está comprando?

-No hables con nadie y por nada del mundo te quites la mascarilla o muestres tu identidad ¿De acuerdo? Quédate aquí mismo, vuelvo en un minuto.

Asentí a regañadientes y un segundo después dejé de sentir las manos de Namjoon sobre mi, apreté los labios y sujeté con fuerza mi bufanda, no es que no haya estado solo en algún momento después de perder la vista, pero si que era muy raro y poco frecuente, especialmente fuera de casa, me ponía demasiado nervioso y ansioso.

Así que así estuve, apoyado contra la pared tras de mi, tratando de ignorar el dolor en mi cabeza, lo mucho que me sentía asfixiado por la bufanda y mascarilla y el nerviosismo que empezaba a invadirme.

-¿Eres tu el tal Vante?

Me tensé y sobresalté ante la repentina voz femenina que se escuchó demasiado cerca de mi. Mordí mi labio, Namjoon dijo que no hablara con desconocidos pero ¿No sería descortés si la ignoraba?

-¿Me ignoras? Já, sé muy bien que se trata de ti, niño malcriado.-continuó hablando ¿Por qué se escuchaba tan molesta? ¿Solo porque no respondí de inmediato?

-Hmm y-yo...-fui interrumpido casi al instante y jadeé cuando sentí algo helado golpear mi rostro, reconociendo por el olor que debía de ser té helado de limón.

-¡Maldito niño! Ya estarás contento, por tu culpa mi hija y su esposo están siendo constantemente atacados ¡Si tienes traumas y problemas con las pulseras del gobierno manténlo para ti solo!

La mujer siguió gritando y gritando pero yo dejé de prestar atención con eso poco ¿Por qué las personas atacarían a su hija? ¿Por qué era mi culpa? No estaba entendiendo nada, ella probablemente conocía mi libro y escuchó sobre el pequeño evento que hice pero ¿Cuándo he dicho que era correcto atacar a otros por esas malditas pulseras?

-¡...Y que te quede bien claro que...!

-¿No cree que ya fue suficiente?

Contuve el aliento cuando una nueva voz se hizo presente, una que reconocí ridículamente de inmediato.

-¡Bueno...! ¡¿Y tú qué...?!-empezó a balbucear la mujer.

-Si su hija y el esposo necesitan de una pulsera para estar juntos ¿Se aman de verdad? Si ya se encontraron fácilmente pueden quitárselas, pero no culpe a otros por lo que les está pasando a ellos.-dijo en tono calmado Jeongguk.

-¡Otro malcriado! ¡No te metas en donde no te incumbe! ¡Es su culpa, por supuesto que lo es, desde que sacó su asqueroso libro...!

-Le voy a pedir que sea respetuosa, señora.-dijo de forma más severa.-Es más ¿Por qué no se marcha? O voy a traer un oficial, de hecho veo uno justo allá ¿Yo debería...?

-¡Malditos malcriados!

Hubo silencio entonces, una larga y temblé cuando quien esperaba era Jeongguk colocó sus manos en mis brazos.

-¿Estás bien? Respira.-murmuró Jeongguk de forma preocupada.

Solo entonces noté que seguía reteniendo el aire el cual expulsé y traté de respirar con normalidad, mientras tanto Jeongguk alejó una de sus manos para retirar mi bufanda y mascarilla, lo siguiente que sentí fue como secaba el té en mi rostro.

¿Fue un error? Fue incorrecto contarle al mundo mi historia y lo que sufrí, mi idea no era engendrar el odio en los demás, yo solo quería sacarlo de mi sistema, que no era correcto alabar como muchos hacen a ese artefacto.

Pero quizás mi idea también estaba mal, porque ahí estaba el dueño de la pulsera que destruí, justo frente a mí, cuidando de mi. Solté un quejido cuando mi dolor de cabeza se intensificó, fue como un repentino picoteo directo en el cerebro que me desequilibró.

Me sostuve del cuerpo de Jeongguk porque lo que menos quería era caer, él me sostuvo igual, pero de la cintura y suspiró.

-De acuerdo, no estás bien, busquemos donde podemos sentarnos.-murmuró bastante cerca de mi oreja causando un cosquilleo.

Yo negué de inmediato.

-Namjoon dijo que me quedara aquí.-susurré apretando mis manos en su camisa.

-Hmm... Entonces dejaré que te quedes así mientras tanto.-murmuró.

Algo dentro de mí me exigía que me apartara recordando que no quiero tener nada con él, pero no estaba en el mejor estado para ponerme exigente conmigo mismo, no quiero desmayarme solo por mantener mi orgullo.

Aunque tras de mí había un muro...

Suspiré y dejé de darle tanta vuelta al asunto.

-¿Cómo sabías que estaba aquí?-pregunté aunque casi de inmediato me arrepentí ¿Y si creía que lo estaba acusando de acosador?

-No lo sabía, vengo aquí a comprar los materiales que necesito para mis clases y esa señora no estaba siendo muy discreta que digamos, hasta que me acerqué lo suficiente vi que se trataba de ti.-respondió Jeongguk con simpleza.

Claro, no importaba si no se hubiera tratado de mi, Jeongguk igual se hubiera acercado para ayudar, pudo haber sido cualquiera, cualquiera podría estar siendo abrazado de esta forma, como me tenía a mi.

 Inhalé profundo.

-Gracias por ayudarme.-murmuré.-Y-Yo, no sabía, no sabía que...

Que mi confesión había afectado a ese nivel a tantas personas, lo suficiente como para lastimar a otros, dolía enterarme de esta forma y no quería llenar mi cabeza con esta idea, pero es muy obvio que Namjoon y Jimin me lo habían ocultado.

-¿Tae... Va-Vante? ¿Qué estás...?-esos fueron balbuceos de mi hermano y no pude evitar sentirme más molesto todavía, así que no me moví, por mucho que no debería de aprovecharme de la amabilidad de Jeongguk, en este momento era el lugar más seguro para mi.

-Oh ¿Eres Namjoon?-preguntó Jeongguk con desinterés y sin soltarme.

-Y tu debes de ser Jeongguk.-dijo entredientes mi hermano.-En fin, Vante, ya estoy aquí, compré ibuprofeno.

Alivio me invadió de inmediato y entonces me obligué a separarme de Jeongguk.

-Espera... ¿Y tu bufanda y mascarilla?-preguntó confundido Namjoon.

-Luego te explico.-respondí de mala gana.-Ahora dame mi ibuprofeno.

-Bien, bien...-dijo de inmediato Namjoon.

-Ahora que llegó alguien conocido para ti, creo que ya puedo marcharme.-dijo Jeongguk a mi lado.-Aquí están tanto la bufanda como su mascarilla.

Por un rato hubo silencio en lo que Namjoon me daba con cuidado la botella con agua, apreté los labios sintiéndome repentinamente nervioso.

-Será mejor que no lo dejes solo a la próxima.-habló de nuevo Jeongguk.-Adiós, Taehyung.

-Oh, a-adiós.-murmuré.

Escuché sus pasos alejándose y yo suspiré de forma ruidosa.

-Creo que tienes que explicarme algunas cosas.-murmuró Namjoon tomando una de mis manos para colocar lo que suponía era la pastilla sobre ella.

-Tu también.-regresé y con cuidado llevé mi mano a la boca para dejar la pastilla amarga y luego tomar un trago de agua para que pase rápidamente y con facilidad.

Sería un sábado largo y tedioso.

Empiezo con la maratón, pido paciencia porque mi internet está fallando mucho >.<

Maratón 1/4

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