🐯🐯🐯

-No, no, quietas esas manos.

Hice un puchero y refunfuñé cuando mis manos fueron atrapadas.

-Pero aaarde.-me quejé, aunque claro, su ardor no era ni de cerca al del primer día donde apenas podía abrir los ojos.

-Da un poco más de tiempo a que hagan efecto las gotas, acabo de ponerlas.

Refunfuñé.

-¿Luego puedo verte más?

Su encantadora risa me hizo sonrojar y sonreír.

-El tiempo que quieras, cariño.-murmuró en un tono tímido.

Satisfecho, me quedé quieto sobre la cama, lo sentí moverse hasta quedarse a mi lado, entonces tomó mi mano y yo me apegué lo más que pude a su costado.

Pasaron ya tres días desde mi operación, mi siguiente cita sería dentro de dos semanas aunque si algo malo sucediera, debía presentarme de inmediato, por suerte, todo ha estado bastante bien a excepción del ardor y leve dolor que aparecen repentinamente, pero no tardan en desaparecer, especialmente con las gotas recetadas.

Luego de la completa recuperación, probablemente use lentes, no esperaba que mi vista fuera perfecta luego de lo que sufrieron, es algo borrosa al tratar de leer y puede que tenga que ver con la operación o puede que no, así que tendría que esperar a mi siguiente cita para preguntarle a la oftalmóloga.

-¿Realmente quieres ir?-preguntó repentinamente Jeongguk.-¿No es muy pronto todavía?

Suspiré, le había contado que planeaba ir a visitar a mi padre mañana temprano. No quería aplazarlo más, le diría todo lo que me guardé durante tanto tiempo para continuar con mi vida, Vante desaparecería y simplemente me centraría en mi futuro.

-Mañana será el día.-aseguré.-Quiero que me vea brillar, vivo y feliz. Lo dejaré en el pasado para que ya no afecte mi presente y futuro.

Jeongguk no dijo nada inmediatamente, pero al poco tiempo lo escuché suspirar.

-¿Namjoon irá?

Hice una mueca la cual se derritió apenas sentí sus dedos sobre mi mejilla, mordisqueé levemente mi labio inferior y alcé la cabeza sin abrir los ojos todavía, mis labios se abultaron y suspiré cuando Jeongguk depositó un fugaz beso sobre ellos.

-Debería de ir...-murmuró después.

Bajé la cabeza apoyándola en su pecho.

-Lo sé, es solo que... Ya no quiero que Nam tenga algo que ver con él, aunque no lo demuestre, se la pasa peor si quiera con pensar en papá.

-Entonces déjame ir contigo...

Lentamente abrí los ojos, sentí un poco de escozor al instante, pero necesitaba verle de una vez, mientras me adaptaba, me levanté un poco hasta quedar sentado a su lado.

Nuestras miradas se fijaron de inmediato, sentí que me sonrojaba, la mirada de Jeongguk siempre era increíblemente penetrante y atrayente, en lo poco que he podido sostenerle la mirada, me es difícil luego apartarla hasta que mis ojos se sentían pesados e irritados.

Ladeé la cabeza y mi mano terminó apoyándose en su mejilla, tenía una pequeña cicatriz en el pómulo el cual acaricié.

-Tampoco quisiera meterte en estos problemas...-refunfuñé.-No quiero que lo conozcas, ni siquiera que se vean.

Jeongguk hizo una mueca.

-Entonces te esperaré fuera, lo que quiero es estar a tu lado cuando me necesites.-dijo con seguridad y tranquilidad.

Sonreí enternecido con el corazón acelerado, totalmente conmovido me acerqué a su rostro para frotar su nariz con la mía y le escuché reír un poco.

-E-Está bien...-murmuré sin alejarme, alternando mi mirada en sus brillantes ojos.-V-Ven conmigo Jeonggukie, por favor.

Jeongguk acunó mi rostro y mis ojos se cerraron apenas atrapó mi labio inferior con sus dientes para luego besarme con lentitud y suavidad.

Ya que no estoy para nada acostumbrado a este tipo de muestras de afecto, me puse nervioso y esperaba que no afectara en mi rendimiento.

¿Así se debería de decir? Suena extraño, pero en sí espero no corresponder inadecuadamente.

Sus labios me abandonaron un segundo, nuestras respiraciones se mezclaban y mi cuerpo ya estaba casi por completo sobre él.

-Estás pensando demasiado, cariño...-me susurró.

Me sonrojé todavía más y me sentí avergonzado, Jeongguk no me dio tiempo para balbucear cualquier excusa, sus labios ya estaban contra los míos en un nuevo beso en el que nos fundimos por largos minutos hasta sentirme gelatina entre sus brazos.

Todavía soy muy inseguro con algunas cosas sobre nuestra relación... Especialmente las que eran muy, pero muy íntimas.

Por suerte Jeongguk no parecía tener ninguna prisa sobre ello y de todas formas, era gentil y dulce.

Combinación que me hacía sentir seguro y extremadamente querido.

Y de nuevo, no pude evitar pensar en que estaba con el hombre al que aquella pulsera me destinó y que de hecho, no pude escapar de su propósito.

Ahora no es como que quisiera escaparme, la verdad era que estar con Jeongguk de esta forma me había ayudado demasiado y no me veía ahora en un futuro sin él.

-Jeonggukie...-susurré contra sus labios, tratando de regular mi respiración y mirando sus cálidos ojos.-Te quiero demasiado.

Jeongguk sonrió y cerré fugazmente los ojos cuando besó la punta de mi nariz, luego los abrí para mirarle atento.

-Yo también te quiero mucho, Taehyunie, por eso déjame cuidarte desde ahora ¿Si? Déjame estar a tu lado.

Asentí entusiasta, aunque eso era algo de lo que ya estaba seguro desde mucho antes, pero escucharlo de la voz de Jeongguk calentaba mi enamoradizo corazón con facilidad.

Me acurruqué contra su pecho, arrullado por los latidos de su corazón, tan frenéticos como los míos, quería quedarme de esa forma para siempre, que una burbuja nos envolviera para protegernos del exterior, donde Jeongguk y yo simplemente vivimos felices.

Y quizás, sin necesidad de una burbuja, a partir de mañana podré conseguir el camino hacia esa felicidad.

Hola, perdón por desaparecer otra vez, pero empecé a trabajar de nuevo y realmente me deja muerta 😖