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-¡T-Tae, te juro que yo te lo iba a decir de inmediato, pero él me prohibió hacerlo, no me dejó!-exclamó nervioso Jimin frente a mi.

-¡¿Ahora me culpas a mi?! ¡Tu estuviste de acuerdo, en ningún momento te amenacé ni nada!-se defendió Namjoon.

Bufé mientras me cruzaba de brazos y me recostaba por completo en el respaldo del sofá.

Así que si, me había decidido a encararlos porque no quería que ocultaran su obvia relación de mi, no había nada de malo si ellos realmente se aman.

-Mejor díganme desde cuando.-pedí.-No necesito que se excusen.

Hubo silencio por largos segundos hasta que Jimin habló.

-Sabes que desde que te conozco y por lo que hizo tu padre, decidí no involucrarme en nada que tenga que ver con las pulseras, no fui por la mía al cumplir los dieciocho así que me la enviaron a los dos meses y lo que hice fue esconderla porque ni siquiera la quería sacar del empaque.-inició en voz baja.-Cuando me ayudaron el año pasado con mi mudanza, Namjoon encontró la cajita y cuando la abrió, nos dimos cuenta...

-Pero no estamos juntos por las pulseras, Tae.-habló ahora Namjoon.-Antes de eso yo hmmm... N-No salíamos, pero me gusta Jimin desde antes, pero nunca me animé a nada porque no lo consideré correcto, es decir, es tu mejor amigo y no quería que eso cambiara si lo nuestro no funcionaba.

Sonreí sin poder evitarlo recordando que alguna vez escuché a mi hermano hablando de forma melosa con Jimin cuando creían que no estaba cerca o lo celoso que se ponía Jimin si alguna chica se acercaba a hablar con Namjoon, provocando que se quejara conmigo por lo menos por una hora, era bastante obvio que si funcionaban.

-Pero usan las pulseras...-murmuré.

-N-No la usamos siempre.-habló Namjoon.-Solo cuando estamos en diferentes lugares y ugh, Tae yo de verdad lo siento.

-¿Por qué? No has cometido ningún delito.-dije encogiéndome de hombros aunque estaba muy seguro de que si me lo habrían dicho antes de conocer a Jeongguk, realmente me habría molestado y les habría dejado de hablar.-No importa si la usan, ustedes son felices y eso me basta, además, no soy quien para negarles nada.

Escuché un audible suspiro de Jimin y al poco tiempo, el colchón del sillón se hundió a mi lado y unas brazos me envolvieron.

-No debí ocultarte esto, lo sé.-dijo arrepentido Jimin.-Somos mejores amigos y mi obligación era decírtelo porque entre nosotros no debe de haber secretos.

-Lo dejaré pasar esta vez, Jiminie.-le dije en tono suave para que se diera cuenta que realmente no estoy molesto.-Además, yo también tengo un secreto que no te he dicho.

Los brazos de Jimin me dejaron ir.

-¿Qué?

-Lo diré en un momento, pero antes ¿Ambos están usando su pulsera?

No respondieron de inmediato hasta casi un minutos el cual esperé paciente.

-Si Tae.-fue Namjoon quien respondió.-Pero si quieres nosotros...

Alcé mis manos.

-Quiero tocarlas.-pedí.

-¿T-Tocarlas?-repitió Jimin y solo asentí.-B-Bien.

Lentamente sentí un peso en mi mano derecha, era la mano de Jimin, escuché los pasos de Namjoon hasta que sentí otro peso en la otra mano y se trataba de la de él.

Tanteé hasta que los sentí, me sobresalte ante la repentina vibración.

-Suele suceder cuando están cerca.-explicó Namjoon dándose cuenta de lo que me sorprendió.

Aquél material de cuero dejó de vibrar al poco tiempo mientras me dedicaba a acariciarlo, así que aquí estaba el lazo de mi hermano y mi mejor amigo. Aquí se afirmaba que quizás las pulseras, el destino, no se equivocaban tanto puesto que ellos se sentían atraídos mucho antes y esto solo los aseguró.

Nunca podría estar en desacuerdo, especialmente porque son ellos, porque los conozco y sé muy bien que no podrían hacerse daño.

-Estoy feliz por ustedes.-murmuré.-Espero que sean realmente felices juntos y que se cuiden, respeten... Solo ámense mucho.

-¡Tae...!-lloriqueó Jimin lanzándose contra mi costado, me quejé al caer de lado, con él encima casi asfixiándome.-¡Gracias, gracias! Te juro que no he logrado dormir correctamente porque me he sentido culpable, prometo no volver a hacerlo, lo prometo, lo prometo.

Reí palmeando su espalda.

-Te creo, Jiminie no te preocupes, descansa correctamente de ahora en adelant...-no logré terminar al escuchar un celular timbrar, me removí de inmediato reconociendo que era el mío y que se trataba del tono que le había pedido a Jimin que asignara a Jeongguk.-¡Jeonggukie!

No supe de donde saqué la fuerza para alejar de golpe a Jimin, solo me di cuenta de lo que hacía cuando presioné el botoncito para responder la llamada.

-Jeongguk...-murmuré al responder, mi corazón latiendo con prisa mientras que los nervios me invadían.

-¿Ya estás en casa? ¿Llegaron a salvo?

Entreabrí los labios recordando entonces que Jeongguk me había pedido que le llamara cuando llegara a casa para avisarle que estaba bien.

-O-Oh lo lamento, Jeonggukie, lo olvidé porque me puse a hablar con Namjoonie y Jiminie... Lo lamento, pe-pero estoy bien, llegamos sin ningún problema.

-Me alegra saber eso, Tae y disculpa si llamé en mal momento...

-¡Pa-Para nada!-exclamé de inmediato y caminé en dirección a mi habitación.-¿-P-Podemos hablar un rato?

Me alejé sin más escuchando murmullos por parte de mi hermano y Jimin, pero no le di mayor importancia ahora que tenía a Jeongguk en la otra línea.

🐞Narrador omnisciente🐞

-Ni cuando yo le llamo se ve tan feliz.-refunfuñó Jimin cruzándose de brazos.

Namjoon le miró fijamente sin decir nada en ese momento, simplemente se sentó y atrajo a Jimin a su costado, dejando un beso en su mejilla regordeta y sonrojada.

-Te amo algodoncito.-murmuró Namjoon demasiado feliz de no tener que ocultar ni retenerse con su novio.

Jimin rió de forma tierna frotando su nariz en la camisa perfumada de Namjoon.

-Yo también, osito.-murmuró con timidez y luego suspiró.-Eh, ahora que lo recuerdo, TaeTae no me dijo su secreto.

Namjoon alzó la mirada al techo para luego rodar los ojos.

-Al parecer, ya tiene novio.-dijo con seriedad.

Jimin alzó la mirada para verlo, totalmente sorprendido y a la vez emocionado.

-¡¿Qué?! ¡¿Ya está saliendo con Jeongguk?! Ja, lo sabía, sabía que le gustaba.-dijo emocionado dando saltitos.

-¿Lo sospechabas?

-Si, es que se le nota mucho a Tae, se pone celoso fácilmente y luego se excusa diciendo que no es verdad, pero yo lo sabía, estaba al cien porciento seguro.

Namjoon suspiró.

-Solo espero que el tal Jeon no se atreva a hacerle daño porque lo descuartizaré.

-Claro, claro, nosotros nos encargaremos de él por si se atreve a lastimar a nuestro Tae, aunque lo dudo, Jeon se ve como un buen chico.

Namjoon hizo una mueca, ojalá él pudiera confiar así de fácil de las personas, esperaba que su lindo novio tuviera razón.

¡Fin de la maratón y feliz navidad! 

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