El sol salía una vez más,pingmentando el ya antes cielo oscuro, se podía escuchar el canto de algunas aves, más que todo gaviotas, también el sonido de las olas era relajado pero audible.

Ese ambiente de paz y tranquilidad era muy común en la isla Insanity, aunque no siempre era así. Sin embargo ese ambiente tranquilo le afectaba mucho a cierto marsupial naranja, el cual sólo realizaba una de las tres cosas que más amaba en todo el mundo.

1 - Comer fruta wumpa.

2 - Dormir.

3 - Luego les explico esa . . .

Eran exactamente las 7:00 am, normalmente Crash dormiría hasta tarde pero en los últimos años milagrosamente empezó a despertar más temprano, pero obviamente no siempre era así. Se revolvió en la cama con fastidio abrío sus ojos con pesadez, se sentó en la orilla de la cama había abierto sus ojos por completo este se estiró hasta escuchar un pequeño crujido en su espalda, se quejo por ello, debería disminuir un poco más su rutina de ejercicios, pensó, se levantó y comenzó a arrastrar los pies mientras rascaba su espalda fue lo que hizo antes de salir de su cuarto.

Bajo las escaleras con tranquilidad, soltó un bostezo al llegar a la cocina, lo primero que hizo fue prepararse un café, si bien antes aborrecia el café ahora le era un poco útil no lo tomaba con frecuencia, solo en las mañanas y como mucho en la tarde, pero si de bebidas se trata el prefiere una bebida energética como la proteína que se prepara, o como no, el delicioso jugo wumpa, sin duda alguna esa es su favorito.

Mientras el agua se calentaba Crash empezó a sacar de la alacena y refrigerador los biberes y utensilios que necesitaría para preparar el desayuno, podría simplemente comer unas 20 o 50 frutas wumpa para desayunar no tenía problema, pero su hermana le reprocha que no puede estar comiendo lo mismo todo el tiempo, también su hermano le dijo que la wumpa no tiene todos los nutrientes y proteínas que necesita y ese tipo de cosas. Crash amaba comer, sobre todo su fruta favorita, pero nunca contempló la idea de cocinar para sí mismo casi siempre eran sus hermanos quienes se encargaba de eso obviamente el ayudaba con conseguir los ingredientes. Pero al pasar de los años muchas cosas cambiaron, una de ellas fue su mudanza por lo tanto tenía que aprender algunas cosas, una de ellas cocinar, agradece que Coco allá tenido la paciencia para instruirlo, al menos en lo básico.

- ¡Buenos días papá!. -

Esa pequeña voz tan repentina sobresalto a Crash, afortunadamente no derramó o dejó caer algún objeto en su sobresaltó, volteo de inmediato con la mano en su pecho con la respiración agitada, y si, efectivamente...

Era su hija. Noah C. Bandicoot.

Quien sólo lo miraba con una pequeña sonrisa traviesa, ese tipo de sustos eran muy comunes, tanto que se supone que ya deberia estar acostumbrado.

- Perdón Pa' , no quize asustarte - a pesar de su ""disculpa"" su pequeña risa dijo otra cosa.

Crash no podía enojarse por una pequeñez, además, ya era muy común entre ambos ese tipo de juegos, solo bufo molesto y continuó con lo suyo. Mientras la pequeña Bandicoot río por última vez, se acercó al mayor al estar a su lado se puso en puntillas para observar lo que hacía era obvio pero simplemente quería ver, un comportamiento muy común en una niña de su edad.

- ¿Te puedo ayudar?. - no tenía nada que hacer, y siempre se divertía cocinando con su Papá.

Crash solo asintió.

Terminaron de preparar el desayuno, y ambos estaban comiendo a gusto, en silencio como de costumbre a pesar de que Crash no podía hablar y su hija si, no era un ningún impedimento para comunicarse, a pesar de que su hija tuviera tan solo 6 años era muy intuitiva y sabía lo que Crash quería "decir" o hacer y vise versa.

- Papá, hay que apurarnos, a la tía Coco no le gustara si vuelvo a llegar tarde. - Dijo terminado lo mas rápido que pudo lo que le quedaba de su desayuno.

Crash solo río, tenía razón en sus palabras. Era miércoles y Crash llevaba todos los días de la semana a su hija con Coco, ¿el motivo? , educación, ¿quien mejor para enseñarle a su pequeña que la persona más lista -!, bueno, en realidad si hay otras personas listas. Pero Coco se había ofrecido para educarla en las materias básicas a su sobrina.

Crash ya había terminado su desayuno solo le faltaba su café, mientras la más joven limpiaba sus trates los más rápido que podía.

- ¡Rápido papá!. - Grito un par de veces antes de subir rápidamente a su cuarto para alistarse.

No quería hacer esperar a su pequeña, a si que Crash se levantó de la mesa para recojer y lavar sus trastes, al terminar tomó su taza de café y fue a paso lento a su cuarto. Ya ahí le dio un sorbo al líquido casi negro, se dirigió a su armario, el no era amante de la moda, no sabía vestirse, la mayoría de prendas que tenía eran sus clásicas bermudas y sus tenis favoritos, sin pensarlo mucho solo tomó sus zapatos de siempre y una de sus bermudas azules de toda la vida, no tenía que preocuparse por usar o no camisa pero, esta vez tomó una playera color mostaza y su chaqueta de cuero que tanto cuidaba, no la usaba con frecuencia, solamente en ocasiones digamos que ""Especiales"", dejo todo su oufit en la cama y se dirijo al baño.

. 10 minutos después .

Al ya estar limpio y seco por completo, se vistió con calma, probablemente Noah ya estaba lista, aunque siempre se tarda para elegir su ropa, es muy indecisa en ese y otros aspectos. Término de vestirse, fue hasta la mesita de noche al lado izquierdo de su cama y de un compartimiento sacó sus clásicos guantes marrones, y al lado de su lámpara en la misma mesa, tomó sus lentes negros de cristal verde.

Ya estaba listo, salió de su cuarto para volver una vez más a la cocina a limpiar la taza que ya no tenía café, al ya limpiarla, se percató de la ausencia de la Bandicoot, tal vez le faltaba poco para ya estar lista. Mientras Crash esperaba visualizó el frutero en la mesa y tomó una wumpa y no tardó en darle un mordisco mientras esperaba sentado en la sala.

No espero mucho para escuchar unos pasos precipitados bajando las escaleras, este aun con el fruto en la boca dirijo la vista a su hija.

- ¡Ya estoy lista!. - exclamó contenta, llevaba puesta una polera negra con unos shorts de jean y unos vans amarillos con suela blanca, era algo sencillo pero se veía bien, no cabe duda que sacó su estilo.

El mayor solo se levantó del sillón terminado de comer la fruta wumpa, le dedico una dulce sonrisa y revolvió un poco su corto cabello azabache, a pesar de ser corto era posible hacerle una coleta o dos, aunque siempre lo llevaba suelto era mucho más sencillo que peinarlo, pero no es como si no lo hiciera claro...

Sin perder más tiempo, Crash y la Bandicoot azabache se dirigieron a la puerta principal, el mayor tomó las llaves y salieron de la casa.

Lo primero que se visualiza al salir era la playa, si bien la casa estaba a una distancia prudente era bastante fácil verla a lo lejos. Era de mañana todavía y el sol no era tan fuerte como en otros días, junto con una ligera brisa fresca hacia un excelente clima, aunque probablemente no dudaría hasta el mediodía.

Crash sentía la mirada ansiosa de la niña sobre el, y sabía el porqué, por lo que sólo la miró de reojo con una ceja alzada.

La marsupial sólo lo miraba con una risa comprimida pero visible, dando pequeños saltitos de emoción.

El naranja sólo rio bajo y se alejo poco a poco de la casa, dejando sola a su hija, ni siquiera tenía que indicarle que se quedara. Luego de que su papá desapareciera de su visión la niña sólo se quedó en su sitio esperando con la misma emoción.

. Pasaron 2 minutos .

Un sonido peculiar llamó la atención de la infante, proveniente de unos árboles en donde su papá se había dirigido con anterioridad. El sonido era cada vez más fuerte y se dirigía a su dirección, por inercia la menor dio un paso hacia atrás, pero aún continúaba emocionada.

Fue así hasta que pudo visualizar la figura de una motocicleta y por supuesto a su papá manejandola, este no iba a gran velocidad, dio un par de vueltas y se detuvo en frente de la bandicoot.

La pequeña con emoción y sin dudarlo subió con la ayuda de su papá. Este le pasó un cazco color rojo con líneas blancas, la niña sin rechistar se lo coloco. Crash al ver que estaban listos acele-

- ¡Espera papá!, ¡Mi mochila!. - inesperadamente Noah se bajó del vehículo con apuro, provocado que cayera de boca, afortunadamente fue en la arena y no en una superficie más fuerte también que aún llevaba el casco puesto.

Crash sobresaltado por el grito y la caída de su hija intentó ayudarla pero esta lo interrumpió a instante.

- ¡Estoy bien!. - Se levantó rápidamente y corrió de nuevo a la casa.

Crash solo suspiro, si bien Noah había sacado su estilo también había heredado otras características de él y unas pocas de.... en fin, de todas formas no le importa si su hija era como el o no la amaba tal y como era. No tardó mucho en que la menor volviera a salir de la casa pero estaba vez con una mochila carmín en su espalda.

Se subió denuevo a la moto con dificultad, Crash volteo a mirarla para asegurarse esta vez que no olvidaba nada.

- Ya esta, no se me olvida nada y perdón. - Luego de la disculpa y de asegurar que ya tenía todo, Crash se preparo para acelerar, arrancó no con mucha velocidad y partieron.

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El camino de la su casa hasta su antiguo hogar donde ahora sólo vivían Crunch  y Coco nada más no era tanta distancia, aveces iban caminando y tardaban unos 10 minutos en llegar, y en motocicleta como en este caso tardaban de 5 a 2 minutos dependiendo de la velocidad. No iban tan rápido, no era necesario a pesar que su hija le pedía aveces ir más rápido sin duda se gustaba la velocidad como a el.

- ¡Oye papá!. - El nombrado hizo un gesto de atención sin quitar la vista del camino. - ¡¿Porque tu no usas casco?!. - Ya le había echo esa pregunta unas pocas veces, y Crash nunca le respondía, no porque literalmente no pudiera, si no porque no sabía que decirle exactamente.

- ¡Yo si llevo caso porque dices que es por mi seguridad y esta bien!. - grito debido al sonido de la moto y porque su casco aíslava un poco el sonido. - ¡Pero tu también tienes que estar seguro papá!. - Crash rio conmovido por la preocupación de su hija - ¡No te rías!, ¡o si no le diré a la tia Coco!. - Crash se puso algo nervioso por la amenaza de la pequeña.

El resto del camino fue tranquilo, la menor hacia uno que otro comentario sobre la tarea que su tía le mandó entre otras cosas, Crash desafortunadamente no podía responderle como quisiera, pero era bueno escuchado y sabía que a su hija no le importaba si hablaba o no, ella era feliz si él la escuchaba y eso también lo hacía muy feliz.

- ¡SIII! ¡Llegamos!. - exclamó contenta.

Y si, tal como dijo la niña bandicoot, ya habían llegado a su destino. El antiguo hogar de Crash, pero aún lo considera igual, donde vivió muchas cosas con sus hermanos, muy lindos recuerdos, recuerdos que le encantaba compartir con su hija, la casa no había cambiado nada y eso le alegraba.

Se orillaron aún lado apartado, al apagar la moto Crash fue el primero en bajar, iba a tomar a su hija en brazos pero-

- No gracias Papá, yo puedo sola - coloco una mano enfrente del mayor alejando lo un poco para indicar que no necesitaba su ayuda.

Sin embargo Crash ignoro esto por completo y la tomó en brazos para bajarla, a pesar de las protestas de esta.

- Te dije que podía sola. - Bufo molesta inflando sus cachetes, aveces Noah era muy enojona.

Crash no respondió, solamente le quito el casco sutilmente, alborotando el cabello de Noah, esta aun molesta apartó la mano de su papá de la cabeza y le dio la espalda con los brazos cruzados, en una señal de berrinche.

El marsupial no se inmutó por la actitud de la niña, había presenciado ese comportamiento muchas veces y no sólo con su hija. Se arrodilló para estar a su altura, Noah sólo le miró de reojo.

- * Perdón, no "quise" hacerlo*. - Movio sus manos expresándose y haciendo grandes comillas en cierta parte, con una sonrisa burlona.

Noah gruñó al entender el obvio sarcasmo y la venganza de su papá por haberlo asustado en la mañana. No podía molestarse por eso, era muy tonto, suspiro derrotada dejando de cruzar los brazos.

Crash río victorioso, ya se había mal acostumbrado a ganar.

Noah solo se acercó y le arrebato el casco de las manos del marsupial mayor.

Antes de que esté hiciera algún gesto la niña ya estaba caminando en dirección a la casa.

Crash solo fue tras de ella.

Ambos ya estaban en la puerta, la estructura de la casa era la misma, esta le daba un sensación hogareña.

Pero con el pasar del tiempo Coco tuvo que hacerle algunas modificaciones.

Una de ellas era un timbre, si bien este no era del todo necesario tenía relación con el sofisticado sistema de seguridad que había instalado hace 1 años atrás, luego del secuestro de Noah.

Pero ése es otro tema para otro día.

Al tocar el timbre este hizo su sonido característico.

No paso mucho tiempo para escuchar unos pasos dirigirse a la puerta, y mucho menos para que esta se abriera.

- ¡Tía Coco!. - Tan pronto como la puerta se abrió por completo Noah fue directo a abrazar a la nombrada.

La rubia junto con el castaño sólo rieron con ternura por la acción de la pequeña.

- No creas que por solo abrazarme ignorare que llegaron casi 10 minutos tarde. - La última parte la mencionó mirando fijamente al marsupial masculino es cual solo desvío la vista sin tener la menor idea de lo que le habrá querido decir.

Oh quizá si tenía idea de lo que su hermana hablaba...

- Perdón por llegar tarde tía, ¡otra vez,!¡pero yo lo dije a mi Papá que se apurara para no llegar tarde!. - señaló de forma acusadora al nombrado. - Pero ya sabes como es...

Crash jadeo haciendo un movimiento dramático.

- Coco solo rodó los ojos y rio. - Eso lo explica. - le siguió el juego a la niña.

- * Traidora. * - Movió sus manos con rencor (obviamente falso) mirando fijamente a la bandicoot más pequeña.

Noah sonrió con algo de maldad.

Luego de ese "" Conflicto "" los bandicoots se adentraron en la casa. Coco fue a su laboratorio en el sótano para pausar uno de sus tantos inventos y también para buscar algunos útiles escolares, mientras Crash y Noah fueron a la cocina por una Wumpa para cada uno, y también un vaso de agua por parte de la niña.

- Bien, espero que hayas echo toda la tarea que te mande Noah. - La mencionada asintió frenéticamente con una wumpa en la boca.

Coco se alegro por la respuesta de su sobrina, se dirigió a la mesa del comedor para dejar los útiles escolares que nesecitaria, como una libreta, lápices, calculadora científica, unos libros entre otras cosas, pero obviamente no podía faltar su tablet rosa.

- Esta bien, ve por tus cuadernos ya vamos a comenzar. - Luego de terminar su labor en el comedor, fue en dirección a la cocina.

- ¡Si si ya voy!. - La pequeña Bandicoot fue corriendo a buscar su mochila en la sala.

Mientras Crash degustaba su quinta fruta wumpa, Coco fue a servirce un café.

Sip, ahora todos beben café. (VIVA EL CAFÉ!!)

- ¿Quieres una taza?. - Le ofreció a su hermano.

El naranja al terminar la fruta se negó a la oferta de la rubia.

- *Ya me tengo que ir*. - Tal como sus señas indicaron tenía que irse a trabajar.

- De acuerdo, que no se te olvide tu almuerzo otra vez.

Crash iba a "" decir"" algo.

- Y no, ya te eh dicho que las wumpas no cuentan como almuerzo.

Movió un poco sus manos.

- Y ninguno otro tipo de fruta Crash. -

El marsupial sólo río por la actitud mandona de su hermana menor, pero en parte tenía razón. Coco suelta un suspiro pesado para tomar de la barra de la cocina una bolsa de papel café, con el nombre de Crash escrito en ella.

- Sabía que no te harías el almuerzo, así que tuve que hacerlo yo, otra vez. - Lo último lo dijo con algo de fastidio. - Solo ten tu comida y vete de una vez. - Crash tomó la bolsa con una sonrisa un tanto de burla, aunque en realidad estaba agradecido por que su hermanita siempre piense en su bienestar. - Pero no te acostumbres eh. - Ordenó demandante, pero a Crash solo le hizo gracia.

El mayor hizo un gesto militar dándole a entender a la rubia que había escuchado completamente claro y entendido.

Coco dejó escapar una pequeña risa.

Sin duda nunca se cansaría de las ocurrencias de su hermano.

- Listo tía, ¿ya podemos empezar?. - La voz de la infante llamó la atención de ambos marsupiales.

- Si, ya vamos a iniciar, pero antes despidete de tu papá que ya se tiene que ir.

- ¡Bye Papi!. - fue a abrazarlo y este correspondió. - Saluda al abuelo Aku Aku de mi parte, y dile que quiero que venga pronto a casa para que me cuente una de sus historias porfa. - Pidió con ojos de súplica.

Crash le sonrio con ternura, para luego revolver su cabello negro, este se terminó de despedir y salió de la cocina.

- Bueno Noah. - se dirigió a la niña. - hoy retomaremos la clase de info-

Crash volvió rápidamente a la cocina para tomar una última wumpa del frutero y de paso revolver la melena rubia de su hermana, la cual detestaba que le hicieran eso. Antes de poder reclamarle, la figura de su hermano desaparecio tan rápido como apareció hace unos pocos segundos y al escuchar el ruido de la puerta cerrarse ya no podía reclamarle, pero al final se lo tomó con gracia.

Noah río por lo sucedido hace unos instantes.

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Sin duda alguna la vida de Crash hasta el momento a sido muy alocada, incluso desde su nacimiento literalmente, pero desde que esa niña llegó a su vida, muchas, pero ¡muchas! cosas había cambiado, llegaron cosas buenas , también llegaron cosas tristes. En el pasado había salvado al mundo cuatro veces (aunque aveces creía que eran más) y lo hacía con el objetivo de proteger a todos los seres vivos del mundo, pero sobre todo a su familia, y ahora más que nunca tiene un nuevo propósito para salvar el mundo, ahora debe proteger al ser que más amaba en todo el universo.

Su hija.

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Weno, aquí está el primer cap, quizás no sepan de qué va esta historia, pero lo descubrirán con el tiempo (si es que apoyan la historia claro).

Hay muchas cosas interesantes en esta historia, como el hecho de que Crash tenga una hija, entre otras cosas.

Bueno sin más espero que les guste la historia, la verdad no sabía si hacerla o no, pero espero que sea de su agrado...

Chao-Bye <3

Pd: Voy a ir checando y corrigiendo algunos errores.

Pd2: cambiaré algunos datos de este y el segundo capítulo para que funcionen en la historia.