Capítulo 11: "Como antes"

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

CRÉDITOS A LA EDITORA: @Natalia_Ballesteros


Pov's  Lía

 
Me levanto repentinamente sin ningún motivo quedándome estática mirando la habitación, mis mañanas suelen empezar así desde que duermo sola en la segunda habitación del apartamento. Todo estaba en silencio, supongo que Matt seguía durmiendo.  
 
Me sobresalto cuando siento un gusto asqueroso subir desde mi estómago a mi boca, salgo disparada por la puerta en dirección al baño que estaba junto a la sala, ya que en la habitación que estaba ocupando no tenía baño. Chocándome con varias cosas en el camino por estar un poco dormida, casi cayéndome al dar con un cuerpo, algo que no me impide llegar al baño vomitar toda mi cena.  
 
No creo volver a comer sushi nunca más.  
 
Siento unas manos en mi cabello y unas caricias en la espalda mientras trato de recuperarla respiración, me levanto y cepillo mis dientes, Matt solo me mira preocupado, caminamos a la cocina en silencio.  
 
—¿Estás bien?, ¿Te sientes mejor? —Matt se para adelante de mi silla cuando me siento en uno de los taburetes de la isla para desayunar.  
 
—Si, no sé, creo que me cayó mal el sushi de anoche. —Cierro mis ojos, Matt agarra mis mejillas sacando mi cabello de ella, sopla mi cara, necesitaba un poco de viento.  
 
—Pero amas el sushi —Habla y hago un puchero, me mira con ternura y confusión.  
 
—Y mi cuerpo perece odiarlo.—Abro mis ojos —¿Te desperté? —Estaba tan dormida que no sé si hice ruido.  
 
—No, tranquila cielo, estaba preparando el desayuno y escuché tus pasos rápidos, por eso salí a ver qué pasaba —Dice con voz dulce. 
 
Cielo, cielo, cielo.

Ash, él seguía diciéndome así, tratándome como antes.  
 
Cuando me dijo que no iba a jugar limpio, no pensé que se lo tomaría tan enserio. Seguía tratándome como siempre; tan atento y lindo, pero no me besaba ni propasaba su línea de "amigo".  
 
Desde que volví a la casa mi cuerpo parece estar en mi contra, mis hormonas están tan revolucionadas que ando como gata en celo y eso no ayudaba a la situación. Vivo en una pelea constante entre mi cabeza y mi vagina, como cereza del postre quiero atención y mimos por parte de Matt, preferiblemente todo el tiempo.  
 
Últimamente optaba por encerrarme en mi habitación para no pegarle un tiro a mi dignidad tirándome encima de él, y saciar todo sucio deseo.  
 
No sé a quién odiaba más; si a él por ser tan Matt o a mí por ser tan débil y calenturienta. Sabía que él lo hacia todo para que yo ruegue por él, andaba casi desnudo por la casa, ejercitaba en la sala dejando una sexy capa de sudor en su cuerpo, se acercaba más de lo que la zona de "amigos" permite y salía de bañarse solo con una toalla alrededor de su cintura, una que fácilmente podría caerse.  
 
—¡Lía! ¡Ey! —Pongo mi atención en Matt quien me mira divertido. —Te preguntaba si querías desayunar algo.—Mierda me perdí en mis pensamientos mirando su sexy torso, el cual recién me doy cuenta que está desnudo.  
 
Maldito porque me hace esto.  
 
—Em...Si. —Él suelta mi cara, bajo mi cabeza mirando mis manos —¿Qué estabas preparando? —Ahora tengo mucha hambre.  
 
—Estaba haciendo un café con tostadas. — Lo veo caminar por la cocina terminando de preparar las cosas—.Pero antes tú debes tomar agua.—Saca una botella de agua busca un vaso y me los acerca —Acabas de vomitar, debes hidratarte —Deja un beso en mi frente sorprendiéndome ya que no sentía sus labios hace mucho.  
 
En cuanto termino de desayunar lavo los platos mientras Matt se da una ducha, él debía trabajar los sábados, yo no. Por parte; de su matrimonio no había hablado más de eso, tampoco sabía si había visto a Melissa en estos días, él evitaba el tema.  
 
Me encamino a mi habitación que queda justo enfrente de la de Matt cruzando el pasillo, entro y abro las ventanas para que entre la luz. Siempre me había gustado tener la habitación con luz natural, ordeno la cama y levanto los cojines del suelo.  
 
Después de ordenar todo salgo por la puerta quedando estática cuando justo delante de mí está Matt con solo una toalla y gotas de agua que recorren todo su pecho.  
 
—¿Lía, sabes dónde está mi camisa? — Pregunta mientras se acerca más a mi espacio personal, cortando mi respiración cuando sus ojos no dejan los míos.  
 
No te atrevas a mirar abajo.  
 
—Em... —Aclaro mi garganta —.Te ayudo a buscarla —Paso por su lado prácticamente corriendo, sintiendo mi corazón bombear a todo ritmo —P-permiso.—Digo abriendo su armario, lo siento caminar hasta donde estoy posicionándose detrás de mí, su respiración está cerca mandando escalofríos por todo mi cuerpo —.A-aquí, emm.... —Vuelvo a aclarar mi garganta dándome la vuelta consiente de tener la cara roja —Aquí no la veo.—Sus ojos recorren todo mi cuerpo, lo veo morderse el labio. En cuanto se aleja siento un frío por no tenerle cerca, camina hasta unos cajones y sigo quieta haciendo como que pienso en dónde puede estar su camisa, entonces lo veo; del cajón saca unos bóxer, mi boca se abre cuando tira de su toalla quedando en todo su esplendor delante mío mostrando una erección que apunta el techo, me doy vuelta como resorte mirando de nuevo al armario escuchando unos pasos detrás de mi, sus pasos mejor dicho, él  suelta una risita.  
 
—¿Por qué volteas? —Su voz ronca está en mi oreja, su cuerpo no me toca pero puedo sentirlo muy cerca.  

—Eh..., t-tu estas estás desnudo. —Me apresuro a decir —Los amigos no se pueden ver así.—Siento mi entrepierna palpitar al ritmo de mi corazón, demasiado rápido.  
 
—Pero tú ya lo conoces.—Su risa es totalmente pervertida —No puedes ser mi amiga si la lo tuviste entre tus piernas. — Suelto un suspiro. 
 
Contrólate, Lía, contrólate, aguantaste una semana, has un último esfuerzo.  
 
—No es por mi culpa que dejó de estar ahí.—No se dé dónde saqué valor para pronunciar palabras sin que mi voz se cortara.
 
Con eso no ayudas, Lía.  
 
Me doy vuelta evitando su mirada, tratando de huir de esa habitación que antes compartíamos, sintiendo un tirón en el brazo cuando estoy a punto de abrir la puerta. Matt me sujeta contra esta y me besa dejándome sin chances de protestar, siento su cuerpo caliente aplastándose contra el mío, sus manos sujetan las mías a los lados de mi cuerpo mientras su boca se dedica a devorar la mía mostrándome cuántas ganas tenía de hacerlo. No hay motivo por el cual luchar, también lo deseaba quizá esta era la despedida, no lo sé solo lo quería pegado a mí, la temperatura de mi cuerpo estaba en su límite, lo sentía arder.
 
Toma mis manos en las suyas, su lengua delinea mis labios para luego adentrarse en mi boca sacándome suspiros. Solo él sabía mojarme con un beso. Deja un mordisco en mi labio inferior para luego separarse dejándome con ganas de mucho más.  
 
—¿No qué quieres que seamos amigos? — Pregunta agitado pero divertido con sus ojos llenos de excitación.  
 
—T-tú me besaste. —Defendí.  
 
—Tú me lo permitiste. —Volvió a mirar a mis labios —Te dije que no jugaría limpio, yo no quiero ser tu amigo. —Se separa y camina hasta su cama dejándome con la respiración agitada, mi pelo desaliñado, recargada sobre la puerta, lo veo mover las sábanas y agarrar su camisa.  
 
Maldito, todo fue un engaño.  
 
Salgo rápidamente de su habitación dirigiéndose a la mía, cierro con seguro.  
 
¿Acaso Matt quería usarme para luego tirarme? No, por mucho que quisiera pensar eso él jamás me lastimaría, lo conocía tanto como a mí misma, pero había algo que no lograba entender. 
Si se va a casar por qué no me deja en paz, yo no le pedí que se casara, si fuera por mi seguiría teniendo sexo desenfrenado con él, no me costaba nada, pero el remordimiento de que le estaba siendo infiel a su esposa me mataban, aunque todo sea un trato Melissa parecía una chica buena.

Yo no debía respetarla pero no quería entrometerme en sus planes, no iba a luchar por algo que ya no me pertenecía.  
 
Llego hasta mi armario, debía prepararme, recién acabo de recordar que saldríamos con Alena a comprar algo para el porotito aunque era muy pronto yo quería ser la primera en darle un regalo.  
 
Me pongo uno de mis tantos vestidos floreados que usaba fuera del trabajo, el día está súper soleado así que un vestido fresco venía bien para la ocasión, busqué mis chatitas marrones y recogí mi cabello en una media cola con un pequeño moño marrón en su liga, agarré mi bolso, billetera y perfume poniendo dos gotas debajo de cada oreja y salí hacia la cocina en donde Matt estaba buscando su almuerzo en la heladera, me paro a su lado para tomar una banana.  
 
—¿Sales? —Preguntó acomodando su traje después de guardar su almuerzo.  
 
—Si, vamos a ir con Alena a comprarle algo al porotito.—Digo tirando la cáscara de banana. Kyle había llamado la otra noche para contarle a Matt.  
 
—¿Quieres que te lleve hasta su casa? — Se ofrece.  
 
—Claro, ¿pero no te queda muy lejos? — Comienzo a comer la banana, tenía hambre de nuevo.  
 
—Todo por mi amiga. —Me guiña el ojo y sale por la cocina con una sonrisa ladeada, salgo rápido detrás de él. 
 


 . . .  
 

 
—Uhm..., gracias por traerme —Digo a Matt cuando estaciona en la puerta del edificio de Alena.  
 
—De nada, amiga. —Ríe un poco y yo ruedo los ojos —Adiós dale un saludo a Alena y al porotito de mi parte. —Se acerca y me besa la mejilla —Pásalo bien.—Guiña un ojo.  
 
Alguien podría decirme por qué es tan guapo, ¡carajo!  
 
—Adiós, suerte en el trabajo.—Aclaro mi garganta.  Bajo del auto y entro al edificio luego de ver como él se va, subo en el ascensor y toco el timbre cuando llego hasta el apartamento de Al.  
 
—Hola, lindura —Dice Alena mostrando su mejor sonrisa —.Ya estamos listos —Baila un poco tocando su panza.  
 
—Hola, porotito —Hablo directamente con su pancita, la beso y acaricio.  

—Hola, yo también estoy aquí.—Reprocha.  
 
—Hola, Al —La abrazo —.Acepta que ya no eres importante, el protagonista es él. —Las dos nos reímos.  
 
—Okey, pasa —Entro para sentarme en el sillón.  
 
—¿Y Kyle? —Pregunto.  
 
—Oh, él está trabajando y luego va a ir a buscar otro lugar en donde le puedan dar trabajo, ahora ya no somos dos y yo dentro de unos meses no trabajaré más. Le dije que con un sueldo era suficiente pero él dijo "no quiero que le falte nada a mi hijo "—Alena se ríe.  
 
—Va a ser un gran padre al igual que tú.— Tomo su mano y la acaricio, sus ojos se llenan de lágrimas.  
 
—Lo siento —Gimotea limpiando sus lágrimas —.Es que el embarazo me tiene sensible —Respira y hace un puchero — .Odio los cambios de humor que tengo, un momento estoy llorando, el otro riendo, después estoy cansada o con mucha energía, todo en menos de dos horas — Suena alterada.  
 
—Tranquila, todo va a estar bien —Acaricio sus brazos.la noto inquieta.
 
—Tengo miedo de que Kyle me deje.— Confiesa derrepente bajando la mirada. Frunzo el entrecejo un poco extrañada.
 
—Él te ama como a nadie.—Digo súper segura —¿Por qué crees que te va a dejar? —Pregunto.  
 
—Bueno es que no se, él viene cansado y yo estoy con las hormonas muy... —Hace que se abanica con las manos. —Alteradas y tengo miedo de que él se asuste —Dice un poco triste.   

—Estoy segura de que estará feliz con eso —Rio.  
 
—No lo puedo controlar quiero tenerlo todo el día dándome.—Reímos fuerte. Con Alena siempre era así, ambas éramos muy pervertida y hablábamos sin tapujo alguno.  
 
—Supongo que es normal ¿Y lo hablaste con él? —Le pregunto.  
 
—No, me da un poco de vergüenza.—Dice insegura.  
 
—Las parejas deben decirse todo Alena, esa es la clave de la confianza. —Ella me mira con atención.  
 
—Tienes razón, confío en que me va a entender, sé que él me ama —Dice súper segura. Iba enserio lo de los cambios —.Okey, vamos —Salta del sillón y agarra su bolso, la sigo hasta la puerta.  

 
. . . 

 
Luego de comprar cosas para el porotito paramos en un café del lugar, comimos torta de chocolate que más tarde vomito en el baño, lo que nos obligó a llamar a Kyle para que venga al rescate de su embarazada novia la cual se sentía fatal. Ahora lo estamos esperando en el patio de comidas en una banca, Alena tiene su cabeza en mis piernas se ve muy mal.  
 
—Alena, amor.—Escucho la voz de Kyle detrás de nosotras, viene corriendo. Alena se levanta con mi ayuda —¿Estás bien y el porotito? —La envuelve entre sus brazos con mucha delicadeza.  
 
—Sí, es solo que vomité de nuevo — Alana se deja abrazar apagando su cara en el pecho de Kyle —¿Podríamos ir a casa? — Sus ojos se cierran, está agotada, Kyle asiente para después besarla.  
 
Mi teléfono suena desviando mi atención de la pareja que se olvidó que tiene compañía y están besándose como si no hubiera un mañana.  

 
Matt: Hola, cielo, terminé mis asuntos en la empresa ¿Quieres que pase por ti cuando termines?  

Visto 18:29  

 
—Lía —Dice Kyle haciendo que lo mire — ¿Vienes? —Dudo.  
 
—Em...No, no está bien, Matt se ofreció a venir —Alena se separa de Kyle para llegar hasta mí.  
 
—Siento que nuestra salida se haya arruinado. —Hace un puchero —Pero gracias por el regalo, el porotito seguro lo amará. —Me abraza —¿Segura que no vienes? —Susurra luego de separarse.  
 
—Segura, ve y disfruta de los cuidados de tu novio —Le doy una sonrisa — .Recuerda la comunicación es la base de la confianza en una relación.—Beso su mejilla y ella sonríe.  
 
—Gracias, Lí —Se separa para que Kyle se despida.  
 
—Adiós, Lía —Me da un abrazo —.Gracias por siempre apoyar a Alena, a ambos.—Se separa para tomar la mano de Alena y dejar un beso en su mejilla.  
 
Veo cómo se van y vuelvo al café en el que Al vomitó, me siento en una silla y tomo mi teléfono, no le había contestado a Matt.  

 
Lía: Claro, gracias.  
 

Visto 18:40  
 

Me quedé sentada en la mesa que ocupaba con Alena, Matt de seguro llegaría en unos veinte minutos la empresa no quedaba tan cerca pero él tenía su auto.  
 
—¿Lía? —Salgo de mis pensamientos cuando alguien toca mi hombro.  
 
—David —Sonrió al verlo.  
 
—¿Qué tal, preciosa?—Habla para luego señalar la silla libre frente a mí —¿Hay alguien? —Pregunta.  
 
—No, siéntate —Lo invito — .Wow ¿qué haces aquí? ¿No no ibas a Londres luego de la uní? —David es un compañero de la universidad, bueno en realidad iba a la misma universidad pero no cursábamos la misma carrera, él quería ser chef. No lo veía desde que terminé la universidad hace unos meses.  
 
—Iré en un par de semanas estoy terminando unos papeleos —Explica — ¿Y tú que hacías por aquí sola? —Me pregunta.  
 
—Estaba con una amiga pero su novio la vino a buscar por que se sentía mal.—Él asiente —¿Y tú qué haces aquí? — Pregunto.  
 
—Estoy de compras para tener ropa nueva en mi vida nueva.—Nos reímos.  
 
—Espero que tengas éxitos —De verdad lo decía, era un buen amigo, siempre estábamos juntos en los recesos — ¿Cuándo volverás?  
 
—No lo sé —Piensa —.Supongo que en unos años, quiero terminar la carrera de chef, allí me aceptaron en una universidad prestigiosa. —Sonríe feliz.  
 
—Wow, me alegro por ti —Agarro su mano y la presiono demostrando mi apoyo —.Lo lograrás —Él suspira y asiente.  
 
—Si, ahora más personas dependen de mi logro.—Suspira y su mirada tiene un brillo hermoso.  
 
—¿Cómo? ¿Por qué? —Pregunto desconcertada.  
 
—Tuve un bebé —Habla con su voz llena de amor, pero de pronto su mirada se torna triste.  
 
—Oh, no lo sabía.—Nunca lo vi con nadie, ni siquiera sabía que tenía novia —¿Cómo se llama? —Pregunto.  
 
—Sarah —Puedo ver el amor que siente por su hija —.Es hermosa —Dice embobado —.Sé que debo lograrlo por ella —David nunca fue alguien serio, creí que nunca sentaría cabeza.  
 
—¿Y su madre? —Quería saber quién era.  
 
—Ella no comparte su vida con nosotros —Lo miro sin entender —Bueno, ella después del embarazo desapareció. — Carraspea recomponiéndose —Pero Sarah no la necesita, ella me tiene a mi, yo le daré todo lo que necesite —Sigo sosteniendo sus manos compartiendo su tristeza.  
 
—Vas a ser el mejor padre para ella.—Le aseguro, era increíble cómo había madurado.  
 
—¿Y tú? ¿Cómo va todo?, no supe mucho de ti después de que te graduaras.— Pregunta interesado.  
 
—Oh, toda va bien —Sonrió. —Comencé a trabajar en la empresa de mi padre.  
 
—¿Y tienes novio? —Mueve sus cejas de arriba abajo como pervertido, suelto una carcajada. Siento como alguien carraspea detrás de mí.  
 
—Lía.—Me doy vuelta todavía sosteniendo la mano de David, Matt tiene la mandíbula tensa, me mira y luego a el individuo que me acompaña.—Hola —Le saluda "amablemente".
 
—Hola —Dice David sonriente sin percatarse de nada.  
 
—¿Ya estás lista? —Matt dulcifica un poco su voz al hablarme.  
 
—Si, claro —Me doy vuelta y miro a David.— Fue muy bonito verte, te voy a extrañar.— Nos levantamos y David me abraza. Matt sigue serio mirando a otro lado.  
 
—Si quieres antes de irme podemos salir, así nos despedimos —Sugiere David.  
 
—Me parece fantástico, tienes mi número, luego arreglamos. —Nos despedimos, Matt lo saluda con un asentimiento de cabeza y David se va del lugar dejándome con Matt.  
 
—Gracias por venir —Sonrió angelical, ojalá esté celoso, no lo creo; él no siente nada por mí, pero ojalá sienta celos como yo lo hago a veces.  
 
—De nada —Se acerca hasta rozar nuestros labios desviando su cara rápidamente para besar mi mejilla.—Vámonos —Se da la vuelta y se va caminando como si nada. Llegamos al auto y solo nos mantenemos en silencio.  
 
—¿Saldrás con él? —Habla rompiendo el hielo, sonrió inconscientemente.  
 
¿No es bonito cuando te lo hacen, no es cierto Matt?  
 
—Claro, por algo acepté. —Digo falsamente desinteresada, veo como tensa su mandíbula, arranca el vehículo y así nos vamos en silencio todo el camino de vuelta a casa.  
 
A casa. Mierda tengo que dejar de llamarlo así.  
 
Al entrar al apartamento lo primero que hago es sacar mis zapatos, por más cómodos que fueran amaba andar descalza.  
 
—¿Quieres comer algo? —Pregunta Matt dirigiéndose a la cocina.  
 
—Claro, espera me cambio —Me dirijo a mi habitación para deshacerme del vestido y de mi sostén, como odiaba usarlo.  
 
Me pongo un pijama cómodo de mangas largas y pantalones cortos, estábamos en primavera por lo que tenía que usar algo abrigado y fresco a la vez.  
 
—¿Encontraste algo para cenar? — Pregunto entrando a la cocina, Matt se encuentra parado con el teléfono en su oreja.  
 
—Pedí pizza —Corta el teléfono.—No hay nada aquí, hay que hacer las compras. — Dice abriendo la alacena mostrando la casi vacía.  
 
—Uf si, lo olvidé por completo, esta vez me tocaba a mí.—Recuerdo revisando el cartel de los qué hacer de la casa, teníamos uno para organizarnos, no fallaba pero últimamente yo estaba muy distraída.  
 
—No te preocupes, cielo —Menea su cabeza negando — .Voy a bañarme, fue un día agotador —Empieza a desabrochar su camisa lentamente.  
 
—Em...Okey,  okey y-yo —Mierda, habla bien, Lía — .Yo espero la pizza y preparo la mesa, tú tomate tu tiempo.—Trato de dar una sonrisa no tan nerviosa.  
 
—Gracias, cielo —Termina de desabotonar su camisa, dejándola abierta mientras se acerca lentamente —¿Vemos una película? —Pregunta cuando está cerca, bastante cerca. Asiento —Elige tú.—Dice dando un beso en mi mejilla para salir en dirección al baño.  
 
¿Por qué se iba a bañar en el baño principal, él tenía uno en su habitación?  
 
De verdad quiere enloquecerme.  
 
Luego de un rato me dispongo a preparar la mesa chiquita que está frente del sillón. Cuando termino me acomodo en el sillón para buscar una película. Comencé a leer las recomendaciones.  
 
¿Una de amor? No, no ese tema es tabú por aquí en estos momentos.  
 
¿Erotismo? No, no le quiero dar ideas.  
 
¿Terror? Obvio no, hoy debo dormir sola.  
 
Ya sé.  
 
Busco la película que quiero y justo suena el timbre al mismo tiempo que Matt sale de su ducha, como siempre tan sexy con la toalla alrededor de su cadera mostrando esa marcada v que tantas veces recorrí con mi lengua.  
 
¡Lía, carajo, cálmate!  
 
—Yo voy —Me dice cuando estoy por levantarme a atender, lo veo abrir la puerta, sí que es seguro de si mismo prácticamente estaba desnudo.—Hola, gracias —Le da el dinero y luego cierra la puerta.  
 
—¿Oye, por qué no me pediste mi parte del dinero? —Protesto. Todo lo que comprábamos era mitad y mitad, yo no era ninguna mantenida.  
 
—Tranquila, cielo. —Dice tranquilamente dejado la pizza en la mesita —Pedí helado también, si quieres puedes pagar eso. —Sonaba justo.  
 
Ahg, qué rico helado, yo quería.  
 
—Okey —Sonreí satisfecha —.Apúrate a cambiarte, así comemos —Digo. Lo veo desaparecer por el pasillo hacia su habitación para volver solo con un pantalón de chándal.  
 
¿Enserio? ¿Qué se creía, exhibicionista?  
 
Yo no me quejaba pero bueno.  
 
—¿Qué vamos a ver? —Pregunta sentándose para luego agarrar una pizza. Sonreí para mis adentros y presione el botón del control para que empiece la película — ¿Enserio? ¿Barbie y las doce bailarinas? — Dice riendo —La vimos más de veinte veces —Hace un puchero con sus labios que me dieron ganas de comérselos.  
 
—En serio —Digo riendo —.Vamos, te encanta —Hablo codeándolo.  
 
—Solo lo soporto por que a ti te gusta —Dice —.Igual que andar sin camisa, puede hacer frio pero sé que a ti te gusta verme sin ella, por eso la hago. —Giro mi cabeza para mirarlo mal, él solo me dedica una sonrisa de lado.  
 
—Mejor miremos la película.—Digo riendo.
 
Luego de terminar de comer y terminar la película, llegó el helado, lo pagué. Había pedido chocolate con vainilla, mis favoritos, ahora nos encontrábamos centrados en el sillón; hablando sobre nuestros días mientras disfrutábamos de un delicioso helado.  
 
—¿Y cómo va todo lo del matrimonio? —Suspiré y me arrepentí de haber preguntado eso al momento que vi que Matt dejaba de sonreír y se ponía serio.  
 
—Bien —Dice con la misma expresión — .Seguramente mañana tenga que hablar con Melissa sobre eso —Una puntada hizo que me doliera el corazón, así era cada vez que recordaba a Melissa, pero si era masoquista, yo había preguntado.  
 
—¿No lo hablaron todavía? —Mi pregunta fue estúpida, ya que me había dicho que mañana lo hablarían.  
 
—No, la última vez que la vi no pudimos hablar porque estuve follando contigo en mi oficina.—Sonrió de lado mirándome con sus profundos ojos negros.  
 
— Oh... — Fue lo único que puede pronunciar.  
 
—Esa fue la mejor interrupción del mundo.— Su mirada abandonó la mía para posarse en mis labios. Tragué duro. Los nervios estaban cada vez más altos ¿En qué que momento pensé que hablar de eso era buena idea? — No sabes cuánto extraño tenerte así —Su mano acaricia mi mejilla — .Extraño tu perfume. —Su respiración choca con la mía —Extraño oír tus gemidos.—Su embriagador aroma me rodea, ese que me es tan familiar —Extraño ver tu carita de placer, esa carita que haces cuando te vienes, esa que me pone tan duro.—Mis bragas se mojan al escuchar lo último. Aparta mi cabello para atrás para recorrer con su mano mi cuello, yo solo me limito a mirarlo embobada — Extraño besar tu piel, cada uno de tus hermosos lunares.—Sus dedos delinean mi mandíbula asegurándose de que mi mirada siga en sus ojos.—Extraño tu sabor tan dulce. —Susurra dejando el helado en la mesita sin alejarse de mí, ni despega su mirada de la mía —Extraño todo de ti.— Deja un beso en mi mandíbula —¿Tú no extrañas lo que teníamos? —Pregunta para luego mirarme a los ojos.  
 
—Matt… —Susurro abrumada, claro que lo extrañaba, me había dado cuenta que estar con él era lo que más quería, pero yo no solo lo deseaba como él a mí, estos días sin su cariño al que me había acostumbrado me había hecho replantearme muchas cosas sobre todo lo que sentía por él. Llegué a la maldita conclusión de que me había enamorado como una estúpida, pero como no hacerlo si él era todo lo que estaba bien, si todo él me hacía sentir paz, me hacía sentirme segura ¿Cómo no enamorarme si ya lo amaba desde el comienzo? —Eso ya no importa…—Susurro conteniendo mis lágrimas. No quería salir más lastimada, no estaba segura de que Matt me amara, él solo me deseaba, pero eso no era lo que quería, yo quería alguien que me amara no quería jugar más. Obviamente lo deseaba como a nadie, mi cuerpo seguía reaccionando a sus toques y mi corazón palpitaba rápido cuando escuchaba su voz, pero solo saldría lastimada de ahí, él se iba a casar y no había vuelta que darle —.Buenas noches —Susurro separándome de él, dejándolo solo en el sillón para encerrarme en mi habitación.  
 


_________________  
 
¿Matt celoso?  
 
¿Lía sabe lo que quiere ahora?  
 
En el próximo capítulo veremos que quiere Matt.  
 
N/A :No te olvides de dale una estrellita al capítulo y seguirme si te gusta como va la historia,  un besito.  
 
Foto de David en multimedia  
 
Los personajes me los imagino yo así ustedes pueden imaginarlos como quieran.  
 
-Aldi🥀 

CRÉDITOS A LA EDITORA: @Natalia_Ballesteros 



Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro