Capítulo 16: "Despedida y Sospechas"

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

CRÉDITOS A LA EDITORA: @Natalia_Ballesteros

Pov's  Lía 
 
 
Matt se encuentra hablando con un hombre de seguridad para asegurarse de abordad bien su vuelo mientras yo lo espero sentada en unos asientos en la sala de espera, su vuelo sale dentro de una hora por lo que escuché.
 
En la mañana cuando nos encontramos en la cocina para desayunar todo fue normal, como si él hubiera olvidado lo que pasó, cosa que yo no puedo ¿Cómo olvidar lo que fue volver a sentir sus labios después de tanto tiempo?, Y sentir ese cosquilleo en el estómago cada vez que sus manos me tocaban, todavía puedo sentir su cuerpo sobre el mío. 
 
Uf...Cómo lo extrañaba. 
 
Igualmente agradezco que no me haya mencionado nada de ayer porque no sabía qué decir ¿Qué podía decir si había caído a sus pies como idiota? Tantos días resistiendo para que el último día mi resistencia flaqueara ¿Pero cómo resistirse a él? A veces no sabía cómo lo hacía si solo con su tacto me pongo boba. 
 
Tampoco se qué pensar sobre lo que descubrí ayer en mi habitación, creo que decidí no darle tanta importancia o sea, quizás este mes se me atrasaba el periodo y yo ahí haciéndome la cabeza por nada, podría esperar unos días y si no me llegaba, iba a hacerme un test para descartar dudas, porque a fin de cuentas no tuve ningún síntoma que yo sepa. 
 
Debería preguntarle a Alena
 
Veo a Matt darse vuelta y caminar hacia mí, aprovechando que su mirada está en unos papeles y observo libremente lo bueno que está, su traje azul oscuro se pega perfectamente a su cuerpo mostrando sus sexis brazos, el saco del traje lo trae abierto dejando ver su camisa blanca con los dos primeros botones de están abiertos ya que no le gusta usar mucho corbata. 
 
Da igual se ve igual de sexy con o sin corbata. 
 
Bueno, cálmate loca, estás en un aeropuerto. 
 
Decido dejar de babear cuando toma asiento a mi lado y me da una sonrisa de costado. 
 
—¿Pasa algo? —Pregunta con una ceja alzada. 
 
Si, creo que te extrañaré horrores. 
 
—No, todo bien.—Trato de darle mi mejor sonrisa para que no se dé cuenta de mis verdaderos pensamientos. 
 
—Okey —Se acomoda en su silla —.En una hora sale el vuelo —Miro nuestras manos cuando él las entrelaza —.Si te aburres ve, no pasa nada —Lleva nuestras manos hasta sus labios y deja un delicado beso en el dorso de la mía, aclaro mi garganta para no suspirar como idiota. 
 
—Oh no, no hay problema, no tengo nada que hacer.—Era cierto, como era fin de semana no tenía trabajo, aparte quería estar un rato más con él. 

A pesar de nunca ser muy apegada a la gente con respecto a extrañar y toda la cosa quizás lo sentía así porque era la primera vez que me separaba de alguien importante, exceptuando a mi hermana.
 
—¿Quieres que desayunemos? No has comido nada en la mañana.—Dice y asiento, ya tenía hambre. No quería soltar su mano pero cuando nos levantamos debo hacerlo para que pueda llevar la maleta a lo que él me mira extrañado —¿Qué quieres comer? — Pregunta volviendo a sostener mi mano en la suya y la maleta en la otra que estaba desocupada para luego comenzar a caminar a un café dentro del aeropuerto. 
 
—Medialunas.—Digo pero cambio de opinión cuando veo la oferta de tres panqueques por dos. —Oh no, no, mejor panqueque con dulce de leche —Tiro un poco de su brazo como si fuera una niña pidiendo un dulce. Él solo me mira y sonríe mientras niega divertido.  
 
Creo que si seguía comiendo así iba a salir rodando.  
 
      
. . . 
 
 
Luego de ese delicioso desayuno estábamos de nuevo en la zona de espera del aeropuerto haciendo tiempo hasta que anuncien su vuelo por el intercomunicador, todavía faltaban veinte minutos pero seguro lo llamaban antes de la hora de despegue para que mostrara el pasaporte y todas esas cosas.  

Estoy muy cansada, hace ya unas noches que no duermo bien, mi cabeza reposa sobre el hombro de Matt mientras me concentro en que mis ojos no se cierren. 

Casi siempre antes de vivir con Matt sufría de insomnio pero cuando empecé a dormir con él siempre que tenía ese problema me acurrucaba en su pecho mientras él me abrazaba, su calor corporal, su perfume y los latidos de su corazón me ayudaban a conciliar el sueño. En ese momento que lo tenía no lo vi pero ese era mi lugar favorito en el mundo. 
 
Lo sigue siendo
 
—Lía.—Susurra Matt sacudiendo un poco mi pierna para que me despierte —Ya llamaron —Me estiro para sacar el cansancio de mi cuerpo. 
 
"El vuelo 3272 con rumbo a Florencia, Italia se arriba en diez minutos en la puerta siete" 
 
Siento como mi corazón se acelera al escuchar la voz hablar por el parlante, por un lado estaba nerviosa por lo que dudaba si hacer hacer antes de que se vaya y por el otro era que él se iba, podía parecer exagerada pero es verdad lo voy a extrañar por más que sean dos semanas nosotros pasamos todos los días juntos y va a ser muy raro no verlo por tanto tiempo. 
 
Nos levantamos y comenzamos a caminar hasta casi llegar a la puerta de vuelo hasta ahí llegaba yo, siento mis manos temblar. Comienza a debatir conmigo misma, por un lado mi corazón dice "hazlo, Hazlo manda todo al carajo" y por el otro mi mente dice "Ya que, diga lo que diga le harás caso a la cosa roja que bombea sangre"  
 
Vamos tu puedes  
 
En cuanto llegamos frente a la puerta siete ambos nos quedamos parados y en silencio. Podía sentir la valentía correr por mis venas rápidamente, dándome el impulso que me faltaba. 
 
—Bueno... —Dice Matt girándose a mirarme. Me giro para encontrarme con sus ojos en cuanto chocan con los míos lo sé, si no lo hago voy a arrepentirme. 

Tomo una respiración profunda y en menos de lo que espero estoy dando un paso hacia adelante mientras tomo la camisa de Matt entre mis manos para atraerlo hacia mí y pegar nuestros labios, en primer momento no me corresponde por la sorpresa pero luego sus manos se enredan en mi cintura apretándome contra él con mucho cuidado, como si fuera de cristal para dar paso a un beso dulce, lento y hasta romántico, se toma todo su tiempo para besarme recorriendo mis labios, mi corazón late desbocado y suspiro sobre su boca queriendo dejar escapar un poco del amor que siento expandirse en mi pecho, ese que solo causa él. 
 
Mis manos sueltan su camisa para pasar a su cuello, su lengua parece acariciarme con delicadeza despertando todos mis sentidos. 
 
—Te quiero.—Susurra con voz un poco irregular cuando nos separamos para respirar pero manteniendo las frentes juntas, sus labios están un poco hinchados seguro igual que los míos. 
 
—Te quiero.—Digo igual dejando un piquito en sus labios sacándole una risita. 

 
                                                                       . . . .
 
 
 
Voy camino a la casa de Alena hace rato me llamó para que almorcemos juntas, ya que voy a ir a su casa voy a aprovechar para preguntarle acerca de los síntomas porque aunque estoy segurísima de que no estoy embarazada ya que siempre me cuido, y cuando no, tomo la pastilla.  
 
Le preguntaré para sacarme la duda porque por más que quisiera no podía estar tranquila. 
 
En cuanto llego a su apartamento le envió un mensaje. 
 

 
Lía: Llegué. 
 
Al: El portal está abierto, sube. 

Cuando bajo del ascensor toco a su puerta, esta se abre rápidamente golpeando con la pared creando mucho ruido. 
 
—¿Alguien dijo día de chicas? —Grita Alena para todo el barrio haciendo un bailecito y entro rápido antes de que los vecinos nos insulten. 
 
—Tus vecinos te van a echar del edificio.— Le digo y ella le resta importancia en un movimiento con su mano. 
 
—Ñeh, no importa. —Salta a abrazarme — ¿No me extrañaste? —Pregunta haciendo pucheros a lo que río. 
 
—Claro que te extrañé. —Digo dándole palmadas de consuelo en el brazo —Pero debo saludar a alguien más importante. — Bromeo para separarla y acariciar su vientre un poco abultado, no tanto pero algo — ¿Qué vamos a comer? —Digo camino hasta el sofá para tirarme en él. 
 
—¿Quieres pedir algo? No pienso cocinar —Habla tirándose a mi lado, enseguida pienso en pizza, y si vivo comiendo pizza ¿Lo notaron? —No hice nada porque estoy cansada y embarazada y eso me justifica. — Me señala con el dedo.  
 
—Okey, pongamos a medias. —Me deshago de mis zapatos —Llama tú, a mí me da vergüenza.—No me gustaba mucho hablar por teléfono con personas desconocidas por vergüenza. 
 
Estúpida, lo sé.  
 
—Okey, tienen demora de cuarenta minutos. —Dice Alena cuando corta cantándose a mi lado. 
 
—Mierda, muero de hambre. —Susurro cuando mi panza gruñe. 
 
—Bueno, pongamos la mesa así cuando la pizza llegue está todo listo.—Dice a lo que yo asiento levantándome pesadamente. 
 
—Mierda.—Susurra mi amiga  levantándose exageradamente raro del sillón, como si su panza pesara seis kilos y con una mano en la espalda, reí internamente. 
 
A veces podía ser un poco exagerada. 
 
—Em..., oye —Digo sintiéndome un poco tonta por preguntar —¿Cómo son los síntomas de embarazo? ¿O sea, como tú te diste cuenta porque síntomas? —Hablo a sus espaldas mientras ella busca las cosas para poner la mesa. 
 
—Ahg, son una mierda.—Dice un poco molesta —Pero valen la pena.—No puedo evitar sonreír, a pesar que hace poco se enteró que estaba embarazada ya se notaba que su amor por él bebe era grande, sería una grandiosa mamá. 
 
—Si lo sé, pero que sientes. —Ella se queda un rato pensando. 
 
—Depende mucho de cada embarazo, en algunos sientes los síntomas y en otros no. —Me pasa dos platos y se apoya en la encimera mirándome —En su mayoría mis síntomas fueron malestar, mareos, me cansaba muy rápido, me dolían los pechos y por supuesto falta del periodo.—Se da vuelta para seguir buscando las cosas para la mesa.  
 
Siento mi cara volverse blanca y una punzada en el estómago al escuchar lo último. 
 
Es imposible, tranquila. 
 
¿O no? 
 
—¿Por qué preguntas? —Pregunta todavía dándome la espalda, mierda qué le digo. 
 
¿Qué sospecho que estoy embarazada pero que estoy segura de que no? ¿Qué solo era curiosidad? ¿Le digo o no?
 
Es tu amiga deberías confiar en ella. 
 
Claro que lo hago.  
 
—¿Qué Que sucede Lí?, estás blanca — Dice Alena, de repente está enfrente a mi analizando mi seguro asustadizo rostro. 
 
—Em..., yo —Usa tus palabras Lía. Abre la boca, no entres en pánico. 
 
—¿Tú estás embarazada? —Susurra como si fuera un secreto mientras me obliga a sentarme y hace lo mismo junto a mi. 
 
—No, no, bueno no sé, creo que no, estoy casi segura.—Hablo rápidamente —Estoy segura de que no.—Aclaro cuando sus ojos me miran algo confundidos, suspiro. 
 
—¿Por qué sospechas si estás tan segura? —Pregunta agarrando mi mano. 
 
—No sé, es que mi periodo no llegó y sabes que yo soy muy puntual con eso, y aparte no puedo estar embarazada es imposible, no tengo sexo hace tanto que creo que soy virgen otra vez.—Dejo de hablar para tomar una bocanada de aire. 
 
—Ey tranquila —Alena me sonríe de lado — ¿Por qué no hacemos una prueba para estar seguras? Así nos sacamos las dudas. La observo un segundo insegura, no se si estaba segura de hacerlo. Tomo una bocanada de aire para terminar aceptando.
 
—Si, ya había pensado en eso, pero iba a esperar unos días para ver si me venía.— Explico. 
 
—Para qué esperar eso, solo va a hacer que te preocupes más tiempo y te hagas la cabeza. —Tiene razón, asiento —¿Quieres hacerlo aquí? —Asiento otra vez, si necesitaba su apoyo.

 
 . . . 
 

 
Luego de comer fuimos a una farmacia cercana a comprar la prueba de embarazo, mejor dicho las pruebas, Alena dijo que compre tres. Le agradecí mucho por hablarme de cualquier otra cosa, sabía que estoy nerviosa, no sé por qué ya que estoy segura de que saldrá negativo, quizás es porque es la primera vez que me hago una prueba.  
 
—Tú puedes.—Dice Alena pasándome la bolsa con las tres cajitas dentro —Te espero aquí, cariño.—Sonríe nerviosa al igual que yo. Me adentro en el baño y miro mi reflejo.
 

Vamos, Lía, esto es pan comido. 

 
—Vamos.—Susurro y abro la primera caja. 
 
 

______________________ 
 
N/A: Se prendió esta mierda.
 Espero que les haya gustado este capítulo, no te olvides de votar, comentar y seguirme me ayudas mucho.  
 
-Aldi🥀 

CRÉDITOS A LA EDITORA: @Natalia_Ballesteros
 
 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro