EDITORA:  @Natalia_Ballesteros

 
Pov's Lía 

Abro mis ojos lentamente cuando siento unas pequeñas caricias en mi pelo, de apoco voy acostumbrándome a la poca luz que hay en la habitación, apenas unos rayos de sol entran por la ventana, inmediatamente reconozco la habitación en la que estoy como la de Matt, bostezo y restriego mi cara contra el pecho caliente que está debajo de mi para despejar todo rastro de sueño. 

¿Espera que qué? 

Pego un pequeño salto para luego quedarme congelada al escuchar una leve risita, él está aquí ¿Qué hace aquí? ¿No volvía en tres días? Mientras yo sigo congelada él sigue acariciando mi pelo, provocándome muchas ganas de llorar al recordar cuando despertábamos juntos, extrañaba tanto esos momentos, el despertar juntos abrazados disfrutando de la compañía del otro. Quizás me estén afectando las hormonas del embarazo. 

Cielito no hagas que mamá llore. 

—Buenos días, cielo —Dice Matt y su voz ronca me llama a querer subir hasta su boca y darle un beso de buenos días.  

—Mhg... —Aclaro mi garganta —Lo siento —Digo todavía sin mirarlo a la cara. No quería ni moverme. estoy segura de que yo misma me le subí encima. 

¡Dios qué vergüenza! 

—Cielo —Dice mientras sus dedos que antes acariciaban mi cabello ahora trazan círculos en mi espalda, hago un sonido de afirmación para que sepa que lo estoy escuchando —Mírame... —Siento mi corazón comenzando a latir más rápido de lo normal y sé que qué pasara si lo miro, no podía, debía resistir. 

—N-no puedo —Susurro con la voz temblorosa haciendo que Matt deje de tocarme la espalda automáticamente. Podía sentir sus hermosos ojos marrones, casi negros sobre mí. Toma mi cintura para girarnos quedando ambos de costado. 

—No voy a hacer nada que no quieras —Dice y su voz suena firme, me calentaba su lado mandón. Sin poder evitarlo muerdo mis labios mirando los suyos, lo había extrañado tanto. 

No Lía, no es el momento para andar de calenturienta.  

—No debemos —Digo cuando su mirada se conecta con la mía, su mano llega a mi mejilla comenzando a acariciarla y sé que no me puedo resistir a él, siento un calor recorrer todo mi cuerpo y lo supe. —Pero lo vamos a hacer... —Susurro él me mira a los ojos y asiente, ya no era solo un deseo, no era solo carnal. 

—Ya no lo puedo resistir, cielo — Susurra y siento su respiración muy cerca de la mía tentándome, cierro los ojos tratando de contener mi deseo por tirarme encima de él y montarlo como quería desde hace unos días —¿Quieres que te bese? —Pregunta con voz ronca. 

Quizás esta sea la última vez que estemos junto, quizá luego que se entere del embarazo no me hable nunca más, podría ser esta nuestra despedida y si así era me iba a encargar de hacerla memorable.  

—Si... —Susurro también manteniendo los ojos cerrados todavía, soltando suelto un suspiro cuando siento que sus labios hacen contacto con los míos, comenzando así un beso lento que me encargué de profundizar, mis manos suben hasta su cuello para atraerlo hacia mí, necesitaba tenerlo cerca, no podía pensar en otra cosa. Saborea mis labios mientras sus manos recorren todo mi cuerpo y especialmente mis piernas las cuales están descubiertas, gimo cuando sus dientes capturan mi labio dando una ligera mordida que eleva mi temperatura, estoy segura de que me mojé, sus labios abandonan los míos para atacar mi cuello, tiro mi cabeza para atrás permitiéndole el acceso a mi cuello, sus manos se detienen debajo de la remera que tengo puesta. 

—¿Cómo te puede quedar tan malditamente sexy mi camiseta? —Pregunta sobre mi cuello al mismo tiempo que aprieta mi trasero. 

—Ahg —Suspiro perdida en el placer, ni siquiera me había tocado tanto y ya estaba muy excitada. Mis manos se mueven por si solas tocando todo su cuerpo, lo escucho gruñir cuando comienzo a masajear su erección por encima del bóxer. Volvemos a girar dejándome sobre su regazo, vuelvo a atacar sus labios mientras mis manos tiran suavemente de su pelo, aprieta mi trasero empujándome contra su hombria haciéndome gemir, comienzo a mover mis caderas sobre él —Esta tiene que ser la última vez —Con la mente nublada por la excitación, hablo sobre sus labios con mi voz agitada sin dejar de restregarme, suelto un gritito cuando me pone debajo de él. 

—Ambos sabemos que no lo va a ser —Dice para seguir besándome, sus manos tiran de mi remera hasta quitármela para luego lanzarse a mis senos logrando que moje mis bragas y me estremezca a cada contacto de su lengua con mis pezones, una vez que los dejó bien erectos comenzó a bajar haciendo que me remueva ansiosa para que llegue al lugar deseado, cierro los ojos suspirando cuando siento que deja un beso sobre mi clítoris con la braga aun puestas, levanto mis caderas para que se pueda deshacer de estas.

—Ahg, Matt —Gimo llevando mis manos a su cabeza, su lengua recorre todo mi sexo dándole una atención especial a mi clítoris, sin despegar su vista de mis gestos, para luego penetrarme con su lengua, haciéndome arquear cuando masajea mi clítoris con sus dedos, después de tanto tiempo sin estas especiales atenciones me sentía en el cielo. 

—Vamos, cielo, quiero ver tu carita corriéndose —Como si lo hubiese ordenado el orgasmo llega haciéndome cerrar los ojos, tan delicioso como arrollador dejándome en una nube de éxtasis. volvió a subir hasta mi cuello con un camino de besos —Date la vuelta —Susurra en mi oído para luego morder mi lóbulo, siento un escalofrío recorrerme entera mientras mi centro late de excitación al escuchar su voz que solo me indica una cosa. 

Iba a ser sexo duro. 

Me giro ansiosa por saber su próximo movimiento, ya estaba entregada, no quería luchar más con esta tentación, por lo menos por hoy. Siento como toma mis caderas apoyándome en mis rodillas, me apoyo en mis codos, giro mi cabeza viendo a Matt ponerse el condón. 

Claro él no sabe de cielito. 

Me estremezco cuando siento sus besos subir por mi espalda hasta la parte de atrás de mi cabeza, aprieto las sabanas debajo de mi cuando llega la primera embestida, son lentas y profundas, su pecho esta justo detrás de mi espalda y sus manos apoyadas a cada lado de mi, puedo escuchar su respiración agitada en mi oído, mi cuerpo su mueve por puro instinto buscando más, necesitaba más. 

—Ah —Jadeo cuando una de sus manos llega a mi seno y lo estruja al mismo tiempo que sus embestidas se vuelven más rítmicas —M-matt —Digo cuando lo siento despegarse de mí y tomar mis caderas, siento mi cabeza dar vueltas. todavía seguía sensible del orgasmo anterior. 

—Ahg, cielo —Lo oigo decir a mis espaldas haciéndome gemir al escuchar su placer, siento un cosquilleo acumulándose en mi vientre cuando me pega una palmadita en el trasero. 

Maldito sabía que eso me ponía. 

—Matt... —Suplicó cuando sentí su cuerpo otra vez cerca del mío. 

—¿Quieres venirte, cielo? —Asentí media ida por el placer, enterré mi cara en la cama cuando sus dedos comenzaron a jugar con mi clítoris, llevándome a un orgasmo seguro.  

Siento mis piernas temblar mientras Matt sigue moviéndose dentro de mi buscando su propio placer, sintiendo una puntada del placer al escuchar su gruñido en cuanto se viene. 

Me dejo caer en la cama cuando siento que él se levanta a tirar el condón usado, no puedo moverme, lo veo entrar de nuevo a la habitación con su teléfono en la oreja, está sonriendo, inmediatamente siento la culpabilidad abarcar todo mi cuerpo oprimiendo mi pecho, no quería mentirle pero debía. Me vuelvo a enfocar en él cuando cuándo se acuesta a mi lado ya sin su teléfono. 

—¿Sucedió algo? —Pregunto cuando él me atrae a su pecho, ese era seguramente mi lugar favorito, donde más segura me sentía. 

—Era Emma, dice que hace una cena esta noche quiere presentarnos a su novio —Lo oigo bufar, Matt era muy celoso y sobreprotector con Emma ella era su única hermana y la seguía viendo como una niña, tiene diecisiete. 

—Oh ¿quiénes van?—Pregunto abrazándome a su pecho cuando una idea llego llegó a mí. 

—Dijo que invitó a tus padres —Dice acariciando mi espalda desnuda, hundo mi cara en su pecho tratando de quitarme los restos de culpabilidad —A las ocho nos esperan —Dice, asiento para levantar mi cabeza y lanzarme a sus labios tomándolo desprevenido. 

—Te quiero —Digo cuando terminamos el beso todavía con las frentes unidas. 

—Te quiero —Dice con una sonrisa y yo solo desee una cosa... 

Que me siga queriendo después de esta noche. 

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N/A: Espero que les haya gustado el capítulo, si así es deja tu voto, comenta y seguime. Dale que ya se viene lo bueno. 

-Aldi🥀

CORRECCIÓN REALIZADA POR: CINDY

USER DE WATTPAD: @Natalia_Ballesteros.