Capítulo 34: "El ultimo adios"

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EDITADO POR: @Natalia_Ballesteros

Maratón 2/3  

 
Pov's Matt.
 

Me miro al espejo y hago una mueca, no era esta la ocasión en la que quería estrenar mi nuevo traje, en realidad no quería que esta ocasión existiera.  
 
Acomodo mi saco y miro con un poco de recelo la camisa negra, pienso en Melissa, debo estar con ella y acompañarla, debe de estar sufriendo un montón, no quisiera estar en su lugar, por más que su padre no estaba haciendo las cosas bien no merecía morir, tampoco su familia merecía el dolor tras su muerte, pero era algo que no se podía evitar.  
 
Dos días después de mi cumpleaños el padre de Melissa tuvo otro ataque al corazón, los doctores no les dieron muchas esperanzas y finalmente ayer Melissa me llamo entre llantos anunciándome que después de dos semanas en el hospital su padre había fallecido, hoy era el funeral y era más que obvio que iba a asistir, mi amiga me necesita.  
 
—Cielo me voy —Digo llegando a la sala, Lía se encuentra sentada en posición de indio en el sillón mientras come helado y mira una película de Barbie, si, le encantaban de esas —. Adiós cielito —Digo luego de que ella pone en pausa la película y levanta sus brazos para que pueda acariciar su vientre, se veía tierna con él, cielito estaba cada día más grande y no podía evitar encariñarme con él pero, ¿cómo no hacerlo? Lo estaba viendo crearse, algo que claramente debía hacer su padre. 

Todavía no entendía por qué David no estaba aquí con Lía si supuestamente ellos estaban juntos, si supuestamente ella lo amaba.  
 
—Adiós, mándale mis condolencias a Melissa —Dice acariciando mi mano encima de su vientre —, y dile que lo siento. —Susurra poniéndose roja de la vergüenza, desde que salió del baño al descubrir que Melissa y Ada eran pareja no volvimos a tocar el tema, igualmente no había nada que decir, ellas eran novias y Ada entendía que lo nuestro era un trato y no había nada más. Pero Lía seguía avergonzada por su ataque de celos. 
 
—Okay se lo diré —Digo riendo un poco y ella golpea mi hombro —. Adiós. —Digo dejándole un beso en su mejilla y otro en su vientre.  
 
Me levanto y salgo rápido, Alex me estaba esperando abajo con su auto, le pedí que me acompañara al funeral.  
 
—Hermano. —Dice Alex en cuanto subo a su auto estacionado frente a mi edificio.  
 
—Alex —Lo saludo —. Esta es la dirección. —Digo mostrándole el mensaje que me había mandado Ada, había decidido comunicarme con ella y no estar molestando a Melissa en un momento así.  
 
Comienza a conducir mientras yo miraba mi celular hablando con Ada, me había dicho que Melissa paso una muy mala noche y que no había dormido y ella tampoco.  
 
—¿Y qué es lo que pasa con el contrato ahora? —Pregunta Alex luego de un rato de estar conduciendo haciéndome dejar el teléfono a un lado.  
 
El contrato, no tenía ni la menor idea que iba a ser de él, sin Elías Paz el trato se cancelaba supongo, ya que él era el que debía firmar la asociación luego de la boda, todavía no estaba seguro que Melissa sea quien se encargue de la empresa, no sé si Elías Paz haya dejado algo escrito, pero sé que Melissa tiene todas las intenciones de dirigir la empresa.  
 
Esto podría salir a nuestro favor o en contra, si nos liberamos del contrato de una manera horrible, pero sin contrato no hay asociación y sin asociación no hay empresa.  
 
—La verdad no tengo ni idea. —Digo pasándome una mano por el pelo. Estaba nervioso. Había perdido a Lía para salvar la empresa que se venía a abajo haciéndome responsable de los errores de los demás, para que cuando todo a mí alrededor estaba descolocado me quitaban lo poco que tenía, la empresa y mi sueño.  
 
 

. . . 

Estuvimos aproximadamente dos horas que fue lo que duro el entierro junto a la ceremonia. 

Melissa estaba destruida al igual que su madre, lo único que atine a hacer fue a abrazarla. No encontraba las palabras para consolarla, tampoco sabía si existían, la pérdida de un padre es lo más desgarrador que puede pasarle a un hijo.  
 
Ahora nos encontrábamos sentados mientras yo la consolaba en un banco luego de que se despidiera de su padre, Alex y Ada estaban hablando a unos metros de nosotros, el aire se sentía pesado y triste, había muchas personas que no conocía; familiares, mis padres, los de Lía también ya que ellos tenían una pequeña porción de acciones en la empresa. También estaban socios en común que teníamos ambas empresas.  
 
—Adiós hermosa. —Dice mi madre a Melissa despidiéndose.  
 
—Gracias por venir. —Responde ella y su voz es un murmullo.  
 
—Adiós —Dice mi padre dirigiéndose a Melissa y a su madre —, lo siento mucho —Le habla ahora a Clara; madre de Melissa que se había acercado a nosotros.  
 
—Nosotros también nos vamos —Habla Sasha, madre de Lía, llegando a mi lado —, lamento mucho en las circunstancias que nos tuvimos que conocer Clara —Dice tomando sus manos —, nos vemos. —Dice cuando está en frente de Melissa y ella le sonríe tristemente. —Adiós cariño. —Me dice a mi dándome un beso en la mejilla . Me despido para luego saludar a mis padres y a Iván, padre de Lía.  
 
Todos los invitados se habían ido incluso Clara, solo habíamos quedado nosotros cuatro, Melissa sentada conmigo con su mirada perdida, no hablaba ni una palabra.  
 
—Si quieres nosotros las alcanzamos hasta su casa. —Sugiere Alex acercándose a nosotros con Ada.  
 
—¿Ya quieras irte? —Pregunta Ada tomando la mano de su novia —Tomate tú tiempo mi amor —Susurra muy bajito que seguro solo Melissa y yo lo oímos.  
 
—Está bien, creo que ya es hora. —Dice suspirando mientras seca viejas lagrimas que recorren sus mejillas.  
 
Nos subimos al auto de Alex, nosotros delante y ellas en el asiento de atrás, le doy las indicaciones y le explico a Alex como llegar al apartamento donde vivian las chicas.  
 
Veo por el espejo retrovisor para asegurarme que todo valla bien con Melissa, ya que no emitía sonido era como si estuviese perdida, ni siquiera lloraba.  
 
Veo que Ada la atrae a su pecho y la besa mientras que a Melissa se le empiezan a caer un par de lágrimas, se separan y Melissa esconde su cara en el pecho de Ada, mientras ella acaricia su cabello.  
 
Era muy bonito lo que tenían ellas se notaba que era especial, viéndolas en ese momento desee poder vivir un amor mutuo como el de ellas. Me pongo a mirar la ventana escuchando los pequeños sollozos de Melissa cada tanto hasta que en un momento no se escucharon más, ella seguramente se había dormido.  
 
—Ya llegamos chicas. —Les aviso dándome vuelta para mirarlas, definitivamente Melissa está dormida.  
 
—Amor. —Dice Ada sacudiendo un poco a Melissa, era obvio que no se iba a despertar no había dormido en toda la noche según me conto Ada.  
 
—Dejala te ayudo a subirla. —Le digo bajando del auto para abrir su puerta.  
 
—Yo espero aquí. —Habla Alex apagando el motor del auto.  
 
—Voy a abrir —Dice Ada mientras levanto a Melissa como si fuera un bebe, se adelanta sacando sus llaves para abrir el portal y la sigo hasta el asesor —. Gracias enserio — Habla Ada cuando todo está en silencio dentro del asesor —, nunca había tenido la oportunidad de decírtelo y quería que supieras que para nosotras es muy importante lo que hiciste —Dice sin dejar que le responda y sé que lo dice por el trato —; no sé qué haría si la pierdo. —Menciona sonriéndome un poco.  
 
—Jamas la obligaría a nada —Le digo —, me gane una buena amiga. —Hablo mirando a una Melissa dormida con todo el maquillaje corrido.  
 
Nos callamos cuando el asesor se abre en su piso, Ada se adelanta y abre su puerta para que entremos.  
 
—Dejalá en el sillón, debe comer algo. —Dice Ada sacándose su abrigo, hago lo que me pide dejando a Melissa roncando un poco sobre el sillón.  
 
—Okay, me vas avisando como esta. —Digo a Ada y ella asiente.  
 
—Claro y gracias por tu ayuda, yo no la habría podido cargar así de cansada —Dice tocando sus brazos —. Adiós. —Me despide cuando me acerco a la puerta.  
Le devuelvo el saludo. 
 

. . . 

Ya había oscurecido eran cerca de las 8:30 de la noche cuando Alex me dejo en mi apartamento.  
 
Abro la puerta y dejo el saco en el perchero luego de que cierro con llave el apartamento, camino hasta el sillón encontrándome con una Lía profundamente dormida, seguramente está así hace rato ya que la tele está apagada, tiene el pote de helado todavía en sus brazos pero está vacío a excepción de la cuchara, se lo saco dejándolo en la mesita auxiliar y me vuelvo a ella.  
 
Mierda, ¿Por qué  es tan hermosa?
 
Incluso con la boca manchada de helado de fresa, ese no solía ser uno de sus gustos favoritos pero dijo que lo compro porque cielito tenía ganas de helado de fresa, acomodo su cabello para poder ver bien su cara.  
 
Todo nos podría haber salido bien, pero tuvimos miedo.  
 
—Ey —Digo cuando ella abre los ojos —No, no, no —Susurro cuando ella amaga  poner su pelo sobre la cara tapándose de la luz, tomo su mano evitando que lo llene de helado —, espera —Digo levantándome para buscar una servilleta, vuelvo con el rollo de cocina y la encuentro en la misma posición pero dormida de nuevo, sonrió; últimamente estaba durmiéndose en todos lados a toda hora y no era de menos debe cansar llevar la panza todo el tiempo. 

Me arrodillo a su lado para limpiar su boca, se veía graciosa pero se iba a manchar, se remueve y gruñe cuando termino, aunque después sigue durmiendo. 
Me levanto y paso una mano por sus piernas y otra por su espalda para luego levantarla haciendo que ella se abrase a mí, hoy era el día de las bellas durmientes, camino hasta su habitación para depositarla en la cama, apoyo su cuerpo pero sus manos no me sueltan.  
 
—Quédate. —Murmura abrazándose a mí.  
 
—Solo un rato. —Susurro sin poder negarme, me quito los zapatos y me acuesto a su lado, ella hunde su cara en mi pecho subiendo su pierna sobre las mías haciéndome reír un poco nostálgico, justo como antes; siempre nos acostábamos así para dormir.  
 
Ella se mueve haciendo que su remera se levante acerco mi mano para tapar su panza no quería que tenga frio, y ahí es, justo cuando lo toco un escalofrío recorre todo mi cuerpo.  
 
—No sé por qué siento esta conexión contigo —Susurro hablándole a la nada, queriéndome que cielito me escuche —, ¿Tú lo sientes? —Pregunto y me siento un idiota por estar hablando solo, acaricio un poco su vientre debajo de su remera —. Quizás te quiero tanto como a tu madre. — digo suspirando, me levanto alcanzando la manta que estaba en los pies de la cama, nos tapó, dando por finalizada mi conversación, cierro los ojos, me acurruco también contra Lía con mi mano cerca de cielito.  
 
Solo un ratito... 

. . .

2 semanas después.  

 
—Hola Ada —Digo llegando a la recepción —, es raro verte detrás de un escritorio. 
 
—Matt —Dice ella sonriéndome —Tienes que verme con las gafas, hasta parezco intelectual. —Dice ella poniéndose unas gafas con marco negro mientra sube y baja sus cejas. Niego riéndome.  
 
—¿Sabes para que me cito? —Pregunto apoyando mi codo en su escritorio que era bastante alto.  
 
—Si —Dice ella sonriendo, se encuentra muy animada —, pero no te diré que es. —Dice burlándose de mi .  
 
—Y... ¿cómo esta ella? —Pregunto un poco preocupado.  
 
—Triste, pero ya sabes, ella dice que en el trabajo no hay que mostrarse débil, así que aquí está lo mejor posible pero si la conoces bien como yo te das cuenta que en realidad no lo está.—Habla permitiéndose suspirar. 
 
—¿Ya está esperándome? —Pregunto y ella asiente —. Bueno voy a pasar. —Digo.  
 
—Okay. —Dice girando en su silla para quedar de frente a su computador .  
 
Comino hasta estar frente a una puerta grande en donde se ve un cartel pequeño que dice su nombre "Melissa paz", doy dos toques cuando escucho su voz darme permiso.  
 
—Hola. —Digo un poco sorprendido cuando me encuentro todo desordenado, Melissa se encuentra sentada en el piso revisando unos papeles, hay bollos de lo que supongo son anotaciones por toda la oficina.  
 
—¡Oh! Hola —Dice ella levantándose del piso —. Siento recibirte así es que estoy… ay tengo tanto que contarte —Susurra lo último emocionadamente tomando mi mano llevandome hasta los papeles en el piso, los que ella estaba revisando —, ven siéntate —Dice sentándose y palmeando el piso a su lado, hago lo que me pide —. Estuve revisando el contrato otra vez y leyendo todo, las letras pequeñas y todo — Dice señalando varios de los que sostiene en sus manos  —, oh, oh espera hay algo que debo decirte —Habla tapando mi boca cuando quiero decir algo —S-soy la dueña de la mayor parte de las acciones de la empresa de mi padre. —Chilla tapándose la cara.  
 
—Melissa, que bueno. —Digo sonriéndole uno de los dos había cumplido su sueño, pero a ella no se la veía tan contenta.  
 
—No quería conseguir mi sueño de esta forma —Dice bajando la cabeza como si algo le molestara —, enserio quería demostrarle a mi padre que podía hacerlo. —Suspira con sus ojos aguados.  
 
—Mel... —Susurro.  
 
—No, ya esta, no quiero hablar de eso — Dice restandole importancia —. Leí el contrato, la letra chiquita decía que el dueño de las acciones podía cambiar este contrato, solo el dueño. —Remarca apuntando las letras chiquitas.  
 
—Tú eres el dueño- susurro leyendo la letra pequeña —. Melissa nos libramos del contrato. —Digo atónito  y ella asiente entusiasmada. Nos abrazamos por un momento pero ella habla una vez que nos separamos.

 
—Podemos hacer un contrato nuevo, quiero ayudarte. —Dice haciendo referencia a la empresa.  
 
—No mereces todo lo malo que estás viviendo Mel —Digo tocando su brazo — Podemos armar un nuevo contrato con beneficios para ambas empresas —Hablo revolviendo mi cabello, com osito eso quitará el estrés de semanas  —. Gracias Melissa. —Digo para luego abrazarla otra vez.
 
—Todo por un amigo. —Dice ella todavía abrazándome.  
 

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N/A: Espero que les haya gustado este segundo capítulo del maratón, deja tu voto, comenta y seguime en wattpad.

-Aldi🥀

EDITADO POR: @Natalia_Ballesteros



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