Capítulo 49: "Sinceridad y cercanía"

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Pov's Matt 

Camino por el pasillo de vuelta hacia la fiesta, la música inunda mis oídos. Había mucha gente en la casa y yo solo pensaba en que tenía que limpiar cuando acabara esto, camino por entre la gente que bailaba la mayoría alcoholizados, para con la mirada tratar de encontrar a Alex, antes de irme a llevar a Melissa y él se encontraba en la pista bailando. 

—Lara ¿Y Alex? —Le pregunto a su prima con la que habitamos estado hablando al principio de la fiesta, la última vez que la había visto ella era una niña, hoy había venido con su prometido. 

—Creo que está en el balcón —Grita sobre la música mirándome —¿Y tú novia? —Pregunta buscando con la mirada a Lía. 
Bueno digamos que le presente a Lía desde lejos, no me culpen, quien no presumiría que está esperando un bebé con ella. 

—Esta con mi hermana, se quedó dormida —Le digo y ella asiente —Voy a buscar a Alex —Me despido separándome de su lado para volver a sumergirme entre la gente, algunos conocidos, otros no. 

Llegó al balcón el cual estaba abierto y me asomo encontrando solamente a Alex apoyado en el barandal dándome la espalda mirando a la nada, parecía perdido en sus pensamientos ¿Cómo podía razonar? se notaba que estaba tomado. 

—Ey Alex —Digo saliendo hacia el balcón, cierro la puerta detrás de mí para que no nos moleste la música —¿Qué sucede? —Pregunto cuando él me observa un segundo y puedo ver que está claramente preocupado, frunzo el entrecejo. 

—Hermano —Dice pegándome un pequeño puñetazo en el brazo —Nada solo miraba el paisaje, es bonito —Dice suspirando. 

—¿No deberías estar allí dentro? —Le pregunto colocándome a su lado, lo notaba extraño. 

—Solo quería tomar aire —Se excusa  apoyando sus codos en la baranda para luego esconder su cara entre ellas —Luego cuando nazca la bebe van a tener que poner de esas redes para los balcones  —Cambia de tama poniéndose derecho otra vez y cambiando por completo su actitud. 

—Si ya he pensando eso, supongo que la compraremos cuando vayamos por las cosas que nos faltan —Digo cruzándome de brazos. 

—¿Les faltan muchas cosas? —Pregunta girando de lado para mirarme y seguía viendo algo de preocupación en él, aunque quisiera ocultarlo. 

—No hemos comprado nada —Digo entrecerrando mis ojos —Todavía no hablamos de eso con Lía —Explico dándome cuenta que en dos meses nacería cielito y ni siquiera le habíamos preparado la habitación —¿Seguro que estás bien? —Le pregunto y él adopta una actitud sospechosa. 

—Claro tranquilo —Dice palmeando mi brazo confirmándo mis dudas, siempre que se ponía nervioso comenzaba a hacer eso, me pegaba en los brazos. 

—Okey, volvamos a la fiesta —Digo seguro de que no terminará aquí la conversación, dispuesto a seguirla después. 


. . .  


Son las 5:30 de la mañana Alex está despidiendo a el último invitado mientras yo me encuentro lavando los platos de la cena, ésa era la condición que le había puesto a Alex cuando le presté el apartamento. Luego de que se vayan todos limpiaríamos para que cuando nos levantáramos este todo en condiciones. 

—Ve a dormir yo limpió —Dice Alex entrando a la cocina, su aspecto era del asco, se notaba que todavía estaba un poco alcoholizado. 

—Mejor báñate y luego me ayudas —Digo y él asiente desapareciendo por la puerta de la cocina. 

Alex se quedará unos días en casa, su pasaje de vuelta sale en unos días, pero era bueno tenerlo después de tanto tiempo. No tengo muchos amigos aparte de Alex y Kyle pero ellos se ganaron mi confianza al conocerlos desde hace años. 

Al contrario de mí, Alex es muy sociable y estoy seguro de qué sé habla con media universidad en Londres. 

Luego de un rato Alex salió del baño vestido,  ya se veía menos tomado por lo que nos pusimos a limpiar, el apartamento era un desastre, había botellas por todos lados, vasos regados en el suelo y objetos perdidos por todas partes. 

—Tratemos de no hacer ruido - —Susurro comenzando a levantar los vasos del piso al igual que él —Lía y Emma están durmiendo —Le aviso y lo veo quedarse estático mirándome un poco inquieto. 

—Okey —Murmura luego de un rato. 

Nos llevó más de dos horas limpiar todo y dejarlo como antes, pero no podía evitar que las dudas lleguen a mi mente, Alex estaba actuando raro ¿Qué le sucede? 
Podía notar que me miraba de reojo cuando pensaba que yo no lo hacía, parecía que quería decirme algo, se notaba preocupado y nervioso, de a ratos lo oía murmurar cosas. 

Miro mi teléfono y son las 7:30 ya habíamos terminado de limpiar todo, le sacamos tanto brillo al piso que incluso te podías reflejar en él.  Le aviso a Alex que me voy a bañar y le doy la llave de la puerta de mi habitación para que pueda entrar y acostarse. 

Entro al baño y me deshago de mi ropa quedando en bóxer camino hasta la ducha y la abro para regular el agua, solía usar tanto agua caliente que el baño siempre quedaba inundado con vapor. Me saco mi última prenda y me meto bajo el chorro de agua cerrando mis ojos. 

Sonrió inconscientemente recordando la noche, me había divertido tanto, estar en un auto con Ada borracha había sido gracioso, hablo todo el camino hasta su apartamento sobre lo mucho que amaba a Melissa y lo ardiente que era ella, por lo que la susodicha debió callarla llena de vergüenza por cada comentario. 

Una sonrisa aparece en mis labios y siento mi corazón vibrar al revivir en mi cabeza el beso con Lía, como olvidarlo Melissa se encargó de recordármelo todo el camino a su apartamento. Volver a tocar sus labios, su sabor y el amor con el que recibió mi beso me habían vuelto loco. 

Me había decidido y había dejado la cobardía de lado, ¿Para que pensarlo más?, era lo que siempre había querido escuchar de su boca, que me amaba, cuando lo dijo no supe cómo reaccionar, todavía me sentía dolido pero supe que eso no me llevaría a nada. El rencor, era difícil de lidiar con el, más cuando tu orgullo también se interpone, pero en ese momento en el que estaba confundido recordé todos y cada uno de los motivos por los cuales la amaba, los errores ya no importaban solo nos tocaba ser felices, quería ser feliz con ellas. 

Apago la ducha y me seco el cuerpo poniéndome una toalla para cubrirme hasta ir a mi habitación a cambiarme, todavía no me acostumbraba a tener el baño en mi habitación por lo que siempre se me olvidaba traer ropa. Camino por el pasillo oscuro seguramente Alex ya se durmió. 

—Pss... —Escucho que dicen desde atrás de mí y volteó encontrándome con la dueña de mis pensamientos.

—Hola —Digo con una sonrisa boba en mi cara. 

—Hola —Susurra dulce y no puedo evitar desviar mi vista hacia sus piernas expuestas —Dejaron todo limpio —Dice ella llevándose algo a su boca. 

—¿Eso es pollo? —Le pregunto riendo un poco, eran casi las ocho de la mañana. 

—No te rías —Dice enfadada escondiendo la pata de pollo detrás de ella y tratando de ocultar su risa —No es mi culpa que tu hija me despierte con ganas de comer pollo —Reprocha señalándome con uno de sus dedos. 

—Nuestra hija —Digo y ella rueda los ojos, me acerco para tomarla de la cintura y acercarla lo que más nos permitía cielito. 

—¿A qué hora se fueron todos? —Pregunta Lía volviendo a llevarse la pata de pollo a la boca y yo no puedo creer que me guste hasta viéndola comer pollo con la mano. 

—A las cinco treinta se fue el último —Suspiro rodeándola también con mi otro brazo. 

—¿Y por qué sigues despierto? —Pregunta apoyando una de su mano libre en mi pecho descubierto comenzando a acariciarlo, podía sentir su tacto cálido encima de mi piel. 

—Porque nos quedamos limpiando —Explico llevando una mano a su cara para acariciarla ella cierra los ojos frotándose contra ella, sonrió cuando sus ojitos se abre y me miran tan tiernamente. 

—Te amo tanto que creo que estoy loca —Susurra y siento mi corazón latir tan fuerte que tengo miedo que ella lo sienta ya que su manos están en mi pecho. 

—Te amo más —Susurro también, sintiendo mi cuerpo liviano al no tener que esconderlo más, veo su sonrisa de oreja a oreja, me acerco hasta tener su cara pegada a la mía, sus dulces labios rosados me llaman a devorarlos, nuestras narices se acarician y la puede escuchar suspirar, su aroma me invade dejándome tonto, la veo morderse el labio inferior mientras mira los míos, entonces me acerco un poco más dejándolos rozar para tentarla un poco. 

—Que malo —Susurra un reproche al darse cuenta de lo que quería lograr, sonrío cuando siento su mano libre viajar hasta mi cuello tirando de mí hasta que no me queda más remedio que besarla, no me quejo, disfruto gustoso el sabor de sus labios y el calor con el que ellos me reciben, la miro confundido cuando se separa rápidamente de mi —Ay no, tengo gusto a pollo —Dice riendo un poco me relajo cuando entiendo que ella no quería que sienta el gusto a comida en su boca. Aprieto mi agarre para volverla a acercar a mí. 

—Sabes deliciosa —Digo con un poco de doble sentido y vuelvo a estampar mis labios con los suyos, la siento sonreír para luego seguirme el beso, mi lengua se desliza sobre sus labios pidiendo permiso para invadir su boca. 

—Espera —Dice ella con la respiración entrecortada y yo la miro sonriendo me gustaba afectarla así. La veo dejar la pata de pollo en el piso y limpiarse la mano en su remera por lo que me rio —Ahora sí —Susurra volviendome a besar pero esta vez sus dos manos tiran de mí, el beso se torna más intenso y lo único que sostiene mi toalla es su cuerpo pegado al mío, mis manos bajan por su espalda atrapando su trasero tan delicioso como lo recordaba, lo acaricio y siento un gemido de su parte en mi boca cuando le doy el primer apretón, su boca busca la mía con hambre y sus manos tironean un poco de mi cabello haciéndome sentir un placer doloroso. Devoro su boca con las mismas ganas queriendo transmitirle todo lo que la había extrañado, siento sus manos bajar por mi cuello acariciando mi torso, clavando un poco sus uñas. Un calor sofocante comienza a inundarme, suspiro sobre sus labios cuando sus manos llegan al borde de mi toalla, sus labios atacan con maestría llevándome por un camino difícil de volver, si no nos deteníamos ahora me iba a quedar con una erección que no la bajaría con nada, no quería rechazarla pero tampoco quería quedarme duro toda la noche. 

Sus manos se detienen sobre mi abdomen y se quedan ahí acariciando por lo que el beso comienza a bajar la intensidad y ya no lo predomina la lujuria, ahora se siente cariñoso y dulce. 

—No te separes —Susurro sobre su boca cuando el beso termina en un piquito.
Suelto su cuerpo y agarro mi toalla ajustándola —Se me había aflojado la toalla —Digo riendo un poco y la veo morderse el labio con expresión pícara. 

—Vamos a dormir —Susurra cuando le dejo el último beso, asiento mirando a sus labios, están hinchados y rojitos. 

—Que descansen —Digo tocando a cielito para separarme del todo, viéndola inclinarse para tomar la pata de pollo del piso. Me doy vuelta y entro a mi habitación cuando ella vuelve hacia la cocina.

—Tardaste una eternidad —Habla Alex sentado en la cama a penas me adentro en mi habitación.

—Pensé que dormías —Murmuro viéndolo mirar su teléfono, él se ríe y yo me acerco a mi armario y me cambio rápido. Tenía sueño, por suerte mañana no trabajaba —Hazme un lugar —Digo lanzando un almohadón hacia su cabeza lo escucho quejarse cuando da en el blanco. 

Me acerco a la cama y Alex se acomoda con su cabeza en donde van los pies y yo hago lo contrario, tomo mi teléfono y lo conecto al cargador para luego meterme en la cama. 

Suspiro apoyando mis brazos debajo de mi cabeza y con una sonrisa boba recuerdo los labios de Lía como último pensamiento del día. Apago la luz de la mesa auxiliar y cierro los ojos casi conciliando el sueño ¿Por que digo casi? bueno cada vez que estaba por quedarme dormido sentía como Alex se movía inquieto, primero para un lado luego para el otro. 

—A ver Alex —Gruño molesto sentándome en la cama cuando ya me canse de que no me deje dormir.

—¿Qué? —Murmura mirándome. Sus ojos parecen los de un búho, está demasiado despierto. 

—Te noto raro desde hace rato ¿Qué te pasa? —Pregunto viendo que su comportamiento sigue siendo raro.

—¿A mí? nada —Habla exageradamente agudo también sentándose en la cama, me giro y prendo la luz para mirarlo, se ve nervioso y un poco sospechoso. 

—Eh Alex, dime, soy tu mejor amigo —Frunzo el entrecejo.

—Yo... —Suspira cubriendo su cara un segundo —Paso algo en la fiesta —Dice apoyando su espalda contra la pared, asiento para darle a entender que siga. 
—Estaba bailando con Valerie —Comienza a explicar. Recuerdo que en ese momento fue que bailamos todos juntos con Melissa y Ada —Bueno en un momento tú te separaste de nosotros y yo me empecé a sentir mareado por lo que decidí salir al balcón para tomar aire —Dice y lo escuchó atento aunque no entiendo por qué me cuenta esto, está dando muchas vueltas —Bueno cuando salí me encontré con Emma —Sonríe un poco y enarco una ceja ante eso —En ese momento recordé lo que habías dicho en la cocina ayer, lo de que Liam la vio llorar —Explica y yo vuelvo a asentir apoyando mi espalda en el respaldo de la cama —Entonces comenzamos a hablar, yo quería sacarle algo de información para estar tranquilo... y también para contarte luego —Dice sin mirarme mientras juega con sus manos, su nerviosismo aumenta notablemente —Y no sé cómo paso, pero cuando me quise dar cuenta nos estábamos besando —Suelta un suspiro a lo último y frunzo el entrecejo confundido

¿Beso a mi hermana? 

—¿Besaste a Emma? —Susurro medio grito recordando que junto a nuestra habitación se encontraba ella durmiendo. Alex asiente —Mierda Alex —Digo bajo tomando mi cabeza —Ella tiene novio, sabes lo mal que debe de estar sintiéndose ahora por engañar al idiota ese —Hablo algo exasperado señalando con mi mano hacia la habitación de al lado —Con lo buena que es Emma debe de estar torturándose —En este momento quizás si quería golpear un poco a Alex.

—Lo sé —Murmura bajando la cabeza —No quiero que ella sufra —Dice y lo puedo ver un poco desesperado, mierda la había besado. 

—Solo te pido —Suelto un suspiro —Que no la confundas, Emma es muy sensible —Lo miro seriamente, sabiendo como es mi amigo —Ella no es una chica de una noche, ella vale mucho. —Lo miro con amenaza.

—Lo sé, tú sabes cuánto quiero a Emma, yo jamás jugaría con ella —Dice Alex y yo me siento satisfecho por escucharlo, aunque las ganas de golpearlo no se me iban.
—Lo siento —Habla luego de un momento en el que nos quedamos en silencio. 

—No debes pedirme perdón, valoro mucho tu sinceridad, que no me hayas ocultado algo así —Hablo seguro de que mientras haya sinceridad entre nosotros nuestra amistad siempre estaría —Ahora a dormir antes de que te golpeé —Ruedo los ojos y él asiente sonriendo. 

—No sabes el peso que me sacas —Suspira —No podría haberlo ocultado —dice acostándose y yo hago lo mismo —Buenas noches. 

—Buenas noches —Digo cerrando los ojos para dormirme finalmente. 




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N/A: Espero que les haya gustado el capítulo, vamos que se está prendiendo todo de nuevo. 

Matt y su toalla en multimedia

-Aldi🥀


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