Capítulo 55: "La confusión"

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HOLA

antes de empezar el capitulo quería avisarles/contarles que el libro ya tiene pagina de Instagram, por allá les voy a compartir muchas fotos de los personajes, frases, memes y muchas dinámicas acerca del libro. vallan a seguirme

Instagram: aldu__g

los espero por alla, besos





Pov's Lía 

—No puedo —Susurro mirando a mi reflejo en el espejo, estaba muerta de vergüenza —¿Como no vas a poder? —Digo tirando de la remera que me había puesto como pijama, llegaba un poco más abajo de mis muslos —Lo has hecho durante cuatro años ahora te da miedo —Me reprocho a mí misma —Solo es Matt, nos vio desnuda millones de veces, no tenemos de qué avergonzarnos —Le habl a mi reflejo buscando valor en mis palabras —Por dios, sal ya —Ruedo los ojos y acomodo mi cabello detrás de mi oreja tratando de peinarlo, ya me había bañado y cepillado los dientes. Suspiro profundo cuatro veces, número par y mi número de la suerte.

Aquí vamos.

Abro la puerta del baño y cierro la puerta detrás de mí, dándole un pequeño repaso a la cama bajando la vista rápidamente al podía sentir su disimulada mirada sobre mí, levanto mi cabeza y el mira rápidamente al televisor.

—Ejem... —Carraspeo abriendo la cama del lado contrario en el que él se encontraba, todo estaba en silencio a excepción de la televisión que resonaba a lo lejos, no era incomoda la situación pero un poco vergonzosa sí.

—¿Quieres ver una película o tienes sueño? —Pregunta mirándome una vez que me había tapado hasta el cuello, hago lo mismo desde abajo ya que estaba recostada en la cama y asiento —¿Qué quieres ver? —Me pregunta,  a él se lo veía menos cohibido que a mí.

—No sé, lo que tú quieras —Susurro mirando disimuladamente su cuerpo, él se encontraba recostado contra el cabezal de la cama, su cuerpo cubierto con una fina capa de sábana de cintura para abajo.

Sin poder evitarlo mis pensamientos vuelan hasta hace unos días atrás en su oficina, siento mi estómago invadido por mariposas enamoradas, me sentía una tonta enamorada.

Suspiro fuertemente tratando de volver de esos deliciosos recuerdos, los cuales siempre estarán guardados en lo profundo de mi corazón, todo había vuelto a ser como antes pero de una mejor manera, éramos lo suficientemente maduros para aceptar nuestros sentimientos y amarnos a pesar de nuestros miedos, éramos novios.

Novios, oficiales y respaldados con unos deliciosos orgasmos.

No habíamos vuelto a estar en ese sentido después de ese día en su oficina, pero todo a su tiempo.

Separo mis ojos de su trabajado cuerpo para mirar el televisor y averiguar qué película estaba por poner. Ninguna parecía comérselo yo solo podía pensar, por que solo quería que me abraces.Me sentía cómoda y a gusto a su lado, pero no sabía bien cómo actuar ¿Me acercaba y lo abrazaba así sin más o esperaba a que él lo haga? Es mi novio y es algo nuevo para mí, es distinto a lo que teníamos antes.

¿El que seamos novios cambia algo? No lo sabía, relativamente era mi primer novio oficial.

—¿Estás bien? —Pregunta Matt mirando detalladamente mi rostro, seguramente tenía saliva de tanto mirar el tremendo monumento que tenía por novio. 

—S-sí claro —Digo aclarando mi garganta, aprieto mis manos alrededor de las sabanas conteniendo mis manos traviesas.

—Okey, puse una serie que me recomendó Emma —Acaricia mi cabello, se gira para apagar las luces los veladores.

—Hiciste pochoclos —Grito cuando al girarse lo veo cargar un bowl lleno de estos, asiente y me ayuda a levantarme para quedarme sentada al igual que él.

Hago solo ese esfuerzo si es por comida.

—Si cuando fuiste al baño me levanté a preparar unos pocos, tardaste mucho —Comenta sonriéndome de forma tierna. Siento mis mejillas quemar ¿se habrá dado cuenta que me daba vergüenza salir?

—Solo estaba preparándome para dormir —Digo estirando mi mano hacia el bowl tomando un gran puñado de palomitas por lo que él ríe —Somos dos —Me excuso por agarrar tantas.

—No dije nada cielo —Se defiende  levantando sus cejas. Dando por terminada nuestra charla toma el control y pone play a la serie, la pantalla se pone en negro para luego empezar a pasar la presentación y todo eso.

Me sentía incómoda cuando la posición en la que me encontraba no me gustaba, tenía un par de almohadas detrás de mí pero algo me faltaba. Miro de reojo a Matt que mira atentamente la pantalla, los pochoclos se encuentran sobre sus piernas y parece muy cómodo contra el cabezal de nuestra cama. Miro la pantalla tratando de concentrarme en lo que se mostraba, la verdad no sé cual es,  no le estoy prestando atención. Giro mi cabeza hacia Matt cuando siento un suave y cálido toque sobre mi mano, sonrió agradecida de que este todo oscuro para que no se viera lo rojo de mi cara —Ven —Susurra tirando un poco de mi brazo hasta hacerme recostar en su pecho, sonrió satisfecha al sentirme cómoda casi sobre él. Apoyo mi mano sobre su pecho junto a mi cabeza y aspiró disimuladamente su aroma tan delicioso. Uno de sus brazos me rodea acariciando mi espalda.

Se siente bien, se siente correcto. 

Esta era la primera noche que dormíamos juntos después de decidirlo en su oficina, esperamos unos días hasta que él pase toda su ropa a nuestro armario y sus cosas para hacerlo oficial, esa noche era hoy. 

Nos mantuvimos durante todo el capítulo así, yo haciendo como que prestaba atención pero perdida en mis pensamientos mientras acariciaba su torso, abriendo la boca cada tanto cuando él me pasaba un pochoclo. Supongo que él sí miraba con atención, pero cada tanto podía sentir su mano acariciar lentamente mi espalda.

—¿Te gustó? —Pregunta Matt al apagar el televisor, levanto mi vista mirándolo con una sonrisa inocente. No me acordaba ni del título del capítulo.

—Eh... si muy bueno —Digo levantando las cejas y asintiendo segura. Sonrió mostrando mis dientes cuando él achica sus ojos.

—¿Cuál fue tu parte favorita? —Pregunta levantando una de sus pobladas cejas, se estaba divirtiendo con esto, ambos sabíamos que mentía.

—La parte... el beso —Digo frunciendo los labios y asintiendo tratando de parecer segura. Una carcajada abandona sus labios dejándome embobada por lo bonita que había sido, sonrió sin querer mirándolo desde su pecho. 

—En ningún momento se besan —Me dice mirándome divertido y hago una mueca de disculpas —Estás distraída —Afirma — ¿Qué es lo que piensa esa cabecita? —Pregunta corriendo con una de sus manos los pocos mechones de pelo que caían sobre mi rostro.

—Nada solo...  son solo cosas mías —Susurro restándole importancia.

—¿Segura? puedes decírmelo —Asegura acariciando mi mejilla, me restriego en su palma un poco complacida por su calor.

—Es solo que... a veces no sé cómo actuar —Digo mirando hacia otro lado, tratando de buscar las palabras correctas —Por ejemplo antes cuando hacíamos eso... —Murmuri haciendo una seña con la mano que hacía referencia al sexo. —Era distinto porque yo si quería iba a lo hacíamos pero ahora, no sé ¿puedo hacer eso? —Pregunto dudosa, prácticamente le estaba preguntando si podíamos tener sexo como antes, si podía ser descarada.

—No es diferente, es lo mismo nada más que ahora nuestra relación se llama de otra forma, nada tiene que cambiar —Dice tranquilo acercándose para dejar un beso en mi mejilla —Puedes hacerme lo que quieras mamacita —Bromea en mi oído haciendo que ambos comencemos a reír fuerte por el apodo que usó.

—Idiota —Digo golpeando su brazo —Te hablo en serio —Susurro poniéndome sería.

—Yo también cielo —Me dice con voz inocente tomando una de mis manos —Todo esto es tuyo —Arrastra mi mano por su pecho.

—¿Solo eso es mío? —Pregunto mordiendo mi labio, él enarca una ceja divertido y niega. Nuestra burbuja rápidamente se rompe cuando un teléfono suena ¿quién llama a esta hora? 

—No es el mío —Dice Matt dándose vuelta para tomar su teléfono que descansaba en la mesita de luz de su lado. Ruedo perezosamente dándome la vuelta para tomar mi teléfono, que era el que sonaba. 

Miro la hora 11:30 pm.

Llamada: 

—¿Hola? —Saludo extrañada al no tener agendado el número que me llamaba.

—Lía —Escucho que sollozan del otro lado del teléfono, me alarmó inmediatamente, estaba llorando y sabía mi nombre.

—¿Qué sucede? —Pregunto levantándome como puedo de la cama, Matt hace lo mismo mirándome para tratar de descubrir seguramente porque yo estaba tan asustada.

—Mierda Kyle, esto es tu culpa —Escucho que gritan del otro lado de la línea, por un lado me tranquilizo al darme cuenta que era Alena pero ¿por qué gritaba?

—Alena ¿qué sucede? —Gritó desesperada al escuchar como ella se queja.

—Estoy por dar malditamente a luz —Gruñe para después reírse y yo frunzo el ceño —Quiero que vengas amiga —Suplica y siento una emoción crecer en mi pecho.

—Claro, voy a ir —Digo buscando con la mirada mis zapatos —¿A qué hospital? —Pregunto sentándome en la cama cuando Matt se acerca con mis zapatos empezando a ponérmelos, se lo agradezco, yo no me podía agachar. Pongo mi teléfono en alta voz mientras comienzo a buscar algo de ropa para ponernos.

—Vamos a ir al nuevo, el que está a unas cuadras de casa —Dice ahora hablando Kyle, miró a Matt y él asiente.

—Sé dónde queda —Me dice colocándose una remera negra mangas cortas.

—Ya vamos para allá —Aviso para después cortar. 

—Abrígate hace frío —Me dice Matt pasándome un tapado mío, asiento terminando de ponerme una calza negra, me había dejado puesta la remera de Matt.

Luego de tomar su abrigo, nuestros teléfonos y las llaves de su auto cerramos el apartamento y en un segundo ya estábamos en el auto.

—Ay por dios… —Medio grito cuando Matt enciende el auto —Estoy nerviosa —Digo sonriendo mientras muerdo mi labio ansiosa. Matt ríe y conduce lo más rápido que puede siempre respetando los semáforos para que nada nos pase.

—Tranquila todo estará bien —Apoya su mano en mi muslo tratando de calmar mis nervios.

—Siento como si estuviera por parir yo —Digo riendo con ansias mientras acaricio su mano.

En menos de lo que pensé habíamos llegado al hospital, Matt tuvo que pararme para hacerme respirar ya que yo quería salir corriendo y podría caerme y lastimar a cielito. Luego de calmarme un poco ambos entramos al hospital donde estaban los padres de Alena.

—Hola chicos —Dice la Sra. Montenegro, camina hacia mí, su esposo lo hace detrás de ella.

—Hola Sra. Montenegro —Digo recibiendo un repentino abrazo de su parte.

—Ay lía, voy a ser abuela —Habla con sus ojos llenos de lágrimas, le sonrió ampliamente igual de emocionada.

—Lo siento María está muy expresiva —Murmura el Sr. Montenegro por el abrazo que me había dado su esposa, nos tiende la mano a mí y a Matt quienes lo saludamos igual.

—Descuide está bien —Digo entendiendo que estaba feliz, ella no era una mujer que expresara lo que sentía eso le llevó a tener unos problemas con Alena en el pasado. Literalmente era la primera vez que me abrazaba desde que me conoce. Les presente a Matt, realmente ellos nunca lo habían conocido, siempre solíamos juntarnos los cuatro, Kyle, Alena, Matt y yo fuera de nuestras casas, en la mayoría de veces o si no en la mía por eso mis padres tienen más relación con ellos tres. 

Luego de hablar un rato los señores Montenegro nos llevaron hasta la sala de espera en maternidad, en donde no había mucha gente.

—¿Qué saben de Al? —Pregunto a María que se saca su abrigo ya que había calefacción aquí.

—Hace un rato se la llevaron, por lo que nos dijo Kyle les atendieron muy rápido —Dice sonriendo —Están esperando que dilate un poco más —Asiento acomodándome en mi asiento.

—¿Le avisaron a los padres de Kyle? —Pregunto extrañada de no verlos aquí, ellos eran muy cercanos a Kyle y Alena, es más sabia por ella que la paula, madre de Kyle, era como su segunda mamá.

—Sí, Kyle los llamó de camino al hospital, pero ellos viven más lejos —Entrelaza su mano con la de el señor Cristian Montenegro de forma tierna y ansiosa justo como yo me sujetaba a Matt. 


. . . 

Pasaron minutos u horas la verdad ya no sabía ni qué hora era. Bostezo y tapó mi boca cerrando un poco mis ojos. 
Me encontraba apoyada en el hombro de Matt, nuestras manos estaban entrelazadas, a pesar de que la sala a nuestro alrededor era un alboroto de gente ahora, todos nos encontrábamos callados y tranquilos.

—Enfermera —Habla María levantándose de su asiento para interceptar a la chica que salía de una de las salas, me despego del hombro de mi hombre para poder escuchar bien —¿Podría decirme cómo está Alena Montenegro? —Pregunta amablemente pero se la veía muy ansiosa por la respuesta, no sabíamos mucho de Al  desde que llegamos.

—Señora, si no han salido a avisarles que la pasaron a sala de partos entonces todavía sigue en trabajo de parto —Dice la chica tranquilamente —Alguien les comunicara con ustedes cuando la bebé haya nacido. —Nos asegura. 

Maria le agradece a la enfermera y se vuelve a sentar, suspiró ruidosamente y vuelvo a mi posición original recargando mi cabeza en el hombro de Matt.

—¿Te sientes bien? ¿Tienes frío? —Me pregunta Matt pasando un brazo por mis hombros.

—Estoy bien —igo acurrucándome en su pecho para poder sentir su aroma, eso me tranquilizaba un poco.


. . . 



—Familiares de Alena Montenegro —Dice una enfermera acercándose hacia nosotros, no había pasado mucho en realidad desde que hablamos con la otra enfermera —Ella ya se encuentra de nuevo en su sala —Nos avisa mirando unos papeles —Pueden pasar de a dos —Termina de hablar y se va dejándonos con muchas dudas.

—¿Por qué no nos avisaron que la habían llevado a sala de partos? —Pregunto mirando a Matt que niega encogiéndose de hombros. 

—¡Ay por dios! ¿Oíste Ariel? nuestra nieta ya nació —Chilla María sacudiendo por los hombros al señor Montenegro quien le sonríe igualmente ilusionado.

Obviamente los padres de Alena entraron primero ya que los de Kyle no habían podido llegar. Me acomodo en mi asiento, no muy cómodo por cierto, y acarició el muslo de Matt inocentemente, solo quería ser cariñosa.

—Por dios, dime que llegamos —Escucho que gritan detrás de nosotros, giró un poco mi cabeza, la mamá de Kyle venía corriendo, ya casi estaba a nuestro lado mientras que su esposo corría agitado detrás —Dime que no nació —Suspira ella llegando a nuestro lado apoyando sus manos en sus rodillas.

—Nos acaban de avisar —Digo señalando la puerta por la que se fueron los padres de Alena. El padre de Kyle hace una mueca de disgusto —Los padres de Al acaban de entrar —Les aviso viéndolos sentarse delante de nosotros para tranquilizarse.

—¿Están hace mucho tiempo? —Pregunta Paula mirando a Matt y a mí.

—¿Una hora, media? No lo sé la verdad —Dice Matt sonriendo de lado, ella asiente desviando su vista mi vientre cubierto por mi tapado.

—¡Hay Lía! —Se acerca —En el baby shower no tuve oportunidad de decírtelo —Se sienta cerca de nosotros —Felicidades por tu embarazo, Kyle me contó hace mucho pero no te vi más para decírtelo. —Me sonríe. 

—Oh, muchas gracias Paula —Digo tímidamente a lo que ella y su esposo me sonríen.

—Pensar que hace un tiempo los tres correteaban por el jardín y ahora míralos son padres —Dice poniéndose nostálgica mientras le habla al señor juan, él asiente de acuerdo, no era un hombre de muchas palabras.

—Siempre pisaban mis flores —Murmura él  con una pequeña sonrisa en su boca. 

Todos miramos la puerta de la sala cuando los padres de Alena salen, nos ponemos de pie. Ellos venían con una sonrisa de oreja a oreja lo que creo que nos tranquiliza a todos.

—Qué bueno que llegaron Paula, ellos preguntan por ustedes —Dice María acercándose a Paula dándole un abrazo —Somos abuelas —Le dice y ambas tienen los ojos llorosos.

—¿Cómo es? —Le pregunta Paula llena de esperanza.

—Véanlo por ustedes mismos —Le dice la maría riendo.

—No, ellos llegaron primero —Niega Paula mirándonos.

—No podemos dejarla esperando tanto tiempo aquí, la chica está embarazada —Dice el señor Juan. Miró a Matt y sé que ambos pensamos igual.

—Descuiden, pasen ustedes, son los abuelos —Habla Matt amablemente, sonrió feliz cuando veo el brillo en los ojos de ambos. Luego de agradecernos y decirnos que no tardaran entran a la sala. Miro a Matt y vuelvo a entrelazar nuestras manos.

—Eres hermoso —Susurro mirándolo a los ojos, sonrió embobada cuando sus mejillas se vuelven un poco rojizas, se acerca y deja un beso sobre mis labios causándome cosquillas aun con ese pequeño contacto.

—Ya venimos, voy a llamar a tu madre —Habla María y yo frunzo el ceño —Me dijo que quería que le avisara cuando naciera —Dice guiñándome un ojo para comenzar a caminar.

—No sabía que tenían tanta confianza —Comenta Matt mirando como los señores Montenegro salen.

—Es que en realidad nunca hablaron mucho, sólo tenían como conexión a nosotras —Digo mirándolo a sus hermosos ojos cafés —Según mi madre estuvieron hablando en el baby shower y se hicieron más cercanos —Le explicó encogiéndome de hombros. Quién diría que después de tantos años recién ahora se hacían amigos.

Pasaron alrededor de veinte minutos, seguíamos sentados, ahora Matt me abrazaba ya que yo había empezado a tener sueño y él me había ofrecido su pecho hasta que salieran los padres de Kyle.

Estaba entre dormida cuando escucho que Matt le agradece a alguien para luego susurrar en mi oído.

—Cielo... —Su cálido aliento en mi oído me hace caricias —Cielo es nuestro turno —Dice, abro los ojos lentamente y asiento, él se levanta y me da la mano para que yo haga lo mismo, me levanto perezosamente ya que sentía el cuerpo pesado, froto mis ojos tratando de sacarme el sueño, quería ver bien a mi sobrinita.

 Una vez que me siento más despierta ambos caminamos hacia la puerta por donde habíamos visto entrar a los demás. Detrás de esa puerta había un gran pasillo iluminado con luces en el centro del techo, muchas puertas recorrían todo el pasillo.

—No les preguntamos el número —Digo viendo cartelitos con los nombres de los bebés colgados en las puertas, pero nosotros no sabíamos cómo se llamaría la bebé.

—Me dijo Paula que era la sala díez —Habla mirándome un segundo, se lo notaba cansado pero aun así tenía una sonrisa en su linda cara. Al llegar a la puerta díez que tenía el numerito escrito pude notar que no tenía el cartel con el nombre del bebé. Qué raro, Alena no olvidaría algo así, estaba segura de que ella lo había preparado.

Me adelanto y abro la puerta tirando de la mano de Matt para que entremos rápidamente. Sonrió cuando la calidez de la sala era reconfortante. Alena se encuentra sobre la camilla acostada mientras Kyle acaricia su cabello, se ven tan tiernos. 

—Lía por fin —Dice Kyle cuando yo aclaro mi garganta, ambos nos miran sonrientes y yo tengo ganas de apretujar entre mis abrazos a mis amigos.

—Hola —Digo sonriendo me acerco hasta ellos, Kyle se separa de Al para recibirme —Felicidades Kyle —Susurro con puro sentimiento mientras estrecho a mi amigo entre mis brazos.

—Gracias Lía —Me agradece cuándo nos separamos, sus ojos estaban un poco rojos, estaba segura de que lloro durante el parto.

—Al… —Murmuro emocionada  acercándome a la cama cuando Matt saluda a Kyle —Felicidades linda. —Le sonrío. 

—Hola —Susurra casi con sus ojos cerrados. Acaricio su cabeza. Se la veía demasiado cansada.

—¿Y mi sobrina? Ya quiero verla —Digo mirando a Kyle que era el único de los dos que se podía mover con más facilidad.

—Mi amor me ayudas —Habla Alena a Kyle para que la ayude a sentarse en la camilla —Con respecto a eso —La veo reír un poco adormilada. Frunzo el ceño, Kyle se dobla un poco a la altura de la pequeña cama donde reposaba una delicada bebé vestida con un enterito rosado.

—Les presento a Luca —Dice Kyle levantando en brazos al bebé, miró a Alena confundida y ella asiente.

—Es un niño —Alena sonríe encogiéndose de hombros. 

—Oh dios —Ahogó un grito acercándome a Kyle —Es tan pequeñito —Digo sintiendo mi corazón latir de emoción. Kyle me lo pasa y a pesar de que siento un temblor en mis brazos cuando lo cargo,  sé que no lo dejaré caer —Oh dios,  Al —Susurro sintiendo mis lágrimas queriendo salir. Miro a mi amiga que está igual que yo mientras sonríe, ambas sentíamos lo mismo estábamos viviendo uno de los mejores momentos de nuestras vidas y juntas como siempre.

—¿Cómo pudieron equivocarse? —Le  pregunta Matt a Kyle cuando este me trae una silla para que me sentará con Luca en mis brazos.

—Antes de que nos dijeran el sexo, Luca no se dejaba ver, en las anteriores ecos, por lo que cuando se dejó ver fue una sorpresa —Nos explica Kyle cruzándose de brazos, mi amiga y yo mirábamos embelesadas al pequeño Luca —Pero parece que no se dejó ver bien en realidad —Dice riendo.

—¿Y ahora qué vas a hacer con los vestidos? —Pregunto sabiendo que Alena le había comprado muchos vestidos de distintos tamaños —Tienes que comprarle ropa ¿quieres que vaya a comprarle algo? —Pregunto sin saber que quería hacer, no veo lo malo en que use ropa rosa.

—Está bien Lía mis padres ya nos obligaron a aceptar que ellos compren la ropa —Dice rodando sus ojos, los padres de Al tenían dinero, por lo que cuando ella se fue a vivir con Kyle ellos quisieron comprarles el apartamento en vez de que ellos tengan que alquilar, Kyle y Alena se encargaban de los demás gastos con sus trabajos eso después de que se graduaron obviamente.

Estuvimos más de media hora hablando los cuatro dentro de la sala, Luca ya había pasado a los brazos de Matt que lo hamacaba mirando al pequeño con una sonrisa que me derretía el corazón, era como si estuviera teniendo un spoiler de él y de cielito. Nos tuvimos que despedir cuando uno de los guardias nos avisó que yo nos debíamos ir, es que claro eran como las doce de la noche no podíamos estar ahí.

—Adiós bebé de la madrina —Susurro dejándole un pequeño beso en su mejillita a el hermoso bebé que dormía plácidamente ahora sobre el pecho de su mamá —Adiós Al mañana volveré a verlos —Le aseguro recibiendo una sonrisa de su parte, debíamos dejarla descansar por eso volvería mañana para verla más despierta.

Luego de despedirnos los cuatro, salimos de vuelta a la sala de espera en donde estaban los Montenegro esperando por nosotros los padres de Kyle ya se habían ido. Nos acompañaron hasta nuestro auto en donde se despidieron y se encaminaron al suyo. 

—Tengo mucho sueño —Digo desperezándome sobre el asiento del auto, ya estábamos camino a casa.

—Yo también —Dice Matt bostezando.

—¿Te tienes que levantar temprano? —Pregunto apoyando mi mano en su pierna en forma de consuelo, sabía que debía levantarse temprano.

—Si a las seis y media como tarde —Murmura cansado.

 Conduce el resto del camino y me dedico a hablarle de cualquier cosa temiendo que si me quedaba callada se durmiera, ya no sabía ni de qué hablaba pero el sueño nos estaba afectando, ya que nos reíamos de todo.

—Por fin en casa —Digo tirando las llaves del apartamento sobre la mesita junto a la puerta, me saco mi tapado y lo cuelgo en el perchero —Dios… tengo sueño —Me quejo desperezándome —¡Ay! —Chillo cuando Matt me levanta como si fuera un bebé ¿cómo podía hacer eso? Pesaba una tonelada —¿Qué haces? —Digo riendo mientras lo miro, él ríe a pesar de mostrarse cansado y camina conmigo hasta nuestra habitación.

—Llevándolas a dormir —Dice abriendo la puerta de la habitación entrando conmigo sobre sus brazos. Me recuesta sobre la cama y se tira sobre mi sin dejar que su cuerpo me toque por completo, mira mis ojos y deja un pequeño beso sobre mis labios, acaricio sus mejillas todavía sintiendo sus labios sobre los míos cuando se separa. Sus manos recorren mi cuerpo y siento como toma mis calzas tirando para abajo separándose completamente de mi para quedar cerca de mis piernas.

—Espera te llevas mi tanga —Susurro riendo, lo miro a través de la oscuridad de la habitación.

—Ups... no me di cuenta —Dice de forma pícara y yo ruedo los ojos divertida, termina de sacar mis calza y toma mi tanga acomodándose otra vez, muerdo mi labio inferior, está tan cerca. 

—Claro no te diste cuenta —Digo sintiéndolo subir a la cama, sobre mí, se recarga sobre sus codos para no presionar mi vientre, mis manos van a su pecho el cual ya estaba libre de ropa, miro sus ojos los cuales mostraban clara diversión.

—Hay que ir a dormir —Dice cerca de mis labios, asiento rodeando su cuello con mis brazos.

—Sí, es tarde —Susurro alcanzando su labio inferior, mordiéndoselo un poco. Siento una de sus manos acariciar mis costillas, no sé cómo hacía para mantenerse en esa posición sin incomodarme, quizás con esos fuertes brazos que se carga.

 Cierro los ojos cuando sus apetecibles labios capturaron los míos en su suave beso, era pausado, estábamos saboreando ese pequeño contacto, no había segundas intenciones solo nos demostramos cuánto nos amábamos. Río cuando nuestro beso termina en pequeños piquitos. Él se levanta y me ayuda a hacer lo mismo para que podamos acomodarnos mejor para dormir, camino para mí lado de la cama y corro las frazadas para sentarme, muerdo mi labio cuando lo veo quitarse el pantalón, yo solo me había quedado con la camiseta, como antes. 

Acomodo mis almohadas y me recuesto tapándome con un par de sábanas, Matt acomoda su ropa para luego acostarse a mi lado. 

—Buenas noches —Dice cuando estamos ambos acostados, mi espalda estaba pegada en su pecho, podía sentir su calor protegerme.

—Buenas noches —Digo sintiendo un beso en mi nuca, su brazo rodeaba mi cintura mientras que su cálida mano acariciaba mi vientre. Entre su aroma y calidez caí rápidamente dormida.





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N/A: Espero que les haya gustado el capítulo, voten, comenten y síganme por favor que me ayudan mucho.

Los amo

-Aldi🥀

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