Capítulo 62: "Nuestras metas"

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Prov's matt

Ya era lunes, mi primer día como director. no lo podía creer, me sentía emocionado. Hoy tenía que cambiar de oficina y acomodarme en la que antes, era de mi padre.

- hola Amelia - digo llegando hasta su escritorio, mientras abrocho el saco de mi traje con una de mis manos, ya que en la otra sostengo mi maletín.

- hola Matt - dice sonriéndome - o mejor dicho director - dice subiendo y bajando las cejas - ya el chisme anda corriendo por aquí - dice señalando a los distintos cubículos que se distribuían en el piso que estaba mi oficina - felicidades mi niño.

- muchas gracias Amelia - digo posando mi mano sobre mi pecho, agradecido en una hora llegara la señorita paz, avísele que me encontrare en la otra oficina - hablo apuntando hacia esa dirección - la verdad es que la oficina de mi padre, la cual no usaba hace mucho, está en el mismo piso, solo que para llegar a ella tienes que pasarte por todo este lugar lleno de gente y caminar por un corto pasillo que te lleva a una sala de estar en donde está su puerta.

Había hablado hoy en la mañana temprano con Melissa, se merecía saber lo que había pasado, ella era la única que me había dado su voto de confianza cuando la empresa estaba perdida, no quiera que se enfade y espera en el futuro hacer muchos proyectos con su empresa.

- claro - dice y me adentro en mi oficina o ex oficina, tomo algunos libros que no quiera que se estropearan junto a la foto que estaba sobre mi escritorio, en la que aparecíamos lía y yo. Vuelvo a salir con las cosas en mi mano y el maletín en la otra y camino firmemente entre los cubículos hasta mi nueva oficina, sonaba raro hasta decirlo.

Lo primero que hago es dejar el maletín en el piso y acomodar los pocos libros que había traído en una de las biblotecas, luego me traerán las demás cosas. Camino hasta el escritorio y me siento en la gran silla con un ventanal a mis espaldas. Levanto mi mano y tomo el porta retratos, observo la foto que llevaba en ella, queria hacer otra, quizás una donde salga la panza así la pondría también en mi escritorio. Me estiro y la apoyo al lado de la computadora mirando para mi lado.

Suelto un largo suspiro y sonrió mientras me levanto y camino hasta el gran ventanal que hay detrás del escritorio.

- adelante - pronuncio cuando leves golpes en la puerta de madera se oyen.

- buenos días hijo, venía a comprobar que te hayas acomodado bien - dice mi padre entrando a la oficina.

- recién termino de acomodarme - digo y luego frunzo el ceño - espera ¿por qué le dijiste a Liam que no podías llevarlo a ballet si todavía no se van de viaje con mamá? - pregunto desconcertado recordando de repente la petición de mi hermanito.

- pero si nos vamos hoy, luego del mediodía - dice mi padre. Creí que se iban el fin de semana.

- había entendido que solo se iban el fin de semana - digo levantando las cejas y el niega - ¿y con quien se quedaran Emma y Liam tanto tiempo? - pregunto.

- bueno Emma ya es grande, sabrá cuidar de él - dice y estoy seguro de que estos dos los convencieron para quedarse solos y hacer desastre.

- papá si quieres pueden venir con nosotros cuando ustedes se vallan, me da cosa dejarlos solos y yo vivo muy lejos de ellos para asistirlos si algo les sucede - digo preocupado, todavía eran unos niños para quedarse solos.

- oh no Matt, no queremos molestarte, tú ya tienes una familia la cual cuidar - dice negando con un ademan de manos.

- papá ustedes también son mi familia por favor, no es nada, son mis hermanos, me alegraría pasar tiempo con ellos - digo y mi padre me sonríe.

- bueno, pues les diré cuando llegue a la casa - dice Federico.

- yo les hablo después - me levanto para caminar hasta donde esta- y por favor papá, cuídense con mamá, no quiero otro hermano que tenga la edad de mi hija - digo viendo que las mejillas de mi padre se ponen coloradas.

- Matt por dios - dice dándome un golpe en mi hombro. Me río en su cara.

- adelante - digo codeando a mi padre, Amelia abre la puerta.

- buenos días Federico - dice y mi padre asiente en forma de saludo - la señorita paz ya está aquí - habla todavía desde la puerta.

- yo solo necesito un segundo más - dice mi padre mirándome y yo asiento.

- dile que en un momento Amelia por favor - digo y ella asiente.

- oh puedo decir algo, ahora que están ambos - habla Amelia y ambos asentimos y ella entra en la oficina cerrándola puerta.

- ahora que cambiamos de director a quien debo pedirle mi jubilación - dice un poco preocupada.

- ¿te jubilas? - pregunto un poco triste, toda mi trayectoria aquí había visto a Amelia trabajar al lado de mi padre y luego conmigo, ella era una buena compañera.

- ah, lo siento Ame - dice mi padre acercándose a ella - me lo había dicho antes y yo lo había olvidado por todo lo que paso - dice mi padre apoyando una de sus manos en el hombro de ella. Pongo mis manos en los bolsillos - debes hablar con Matt - dice papá mirándome y yo abro los ojos sorprendido - ah, lo que yo quiera decirte era que debes buscar un vicepresidente - dice mirándome a mi ahora - yo ya me voy, salúdame a mi nieta y nuera - dice saludándome con la mano para salir por la puerta antes de que pudiera contestarle.

- Ame ¿podríamos hablarlo luego de la reunión con Melissa? - pregunto pasándome una mano por mi pelo.

- claro no hay problema, ahora hago pasar a la señorita paz - dice dándose vuelta para irse por la puerta. Suspiro y camino hacia mi escritorio. Mierda si Amelia se iba donde conseguiría a una secretaria tan aplicada y que me conociera tan bien como ella, iba a ser duro ver partir a una persona tan importante como lo era Ame.

- ¡hey, hey! - dice Melissa entrando por la puerta de la oficina - pero mira que lujo - dice luego de cerrar la puerta y dar una vuelta sobre sí misma para mirar todas las paredes.

- ¿qué tal Mel? - digo levantándome de mi silla para pararme junto a ella en el medio de la oficina.

- pero que chismosas tus empleados - dice riendo y yo frunzo el ceño - "haz visto el buenote de Matt villar se instaló en la oficina de su padre ¿será el nuevo director?" - habla imitando otra voz un poco más aguda que la suya a lo que yo río incómodo, no quiera que se entere de esa forma que había aceptado ser director, nosotros teníamos un trato y yo no lo respete.

- escucha Meli, lo siento mucho - digo un poco avergonzado por mis actos, con la emoción de ese día ni siquiera había recordado mis principios. Había estado muy mal.

- porque lo sientes, lo logramos - dice pegando un salto para abrazarme, la recibo un poco confundido, en realidad no sabía cuál sería su reacción - felicidades - dice cuando se separa.

- gracias, escucha, yo sé que nosotros teníamos un trato y yo la verdad fui muy egoísta en no pensar en ti cuando acepte el puesto - digo disculpándome con ella, quien me había apoyado en mi peor momento.

- Matt no te preocupes, ese contrato era solo para ayudarte, mi empresa está en su mejor momento y por eso quería ayudarte, eres mi amigo y quiero lo mejor para ti - dice dándome un golpe en mi hombro - yo no te esponjes, me alegra mucho que tu padre te haya dado tu merecido lugar en la empresa - dice y no puedo evitar rodear sus hombros con mis brazos.

- gracias por todo Mel - digo y sacando mi teléfono de unos de mis bolsillos - quiero recordar este momento - digo apretando el ícono de cámara. Nos sacamos un par de fotos graciosas y luego volvimos a lo nuestro - escucha yo quiero que en un futuro tengamos proyectos juntos, alianzas, o algo, quiero devolverte el voto de confianza.

- claro que tendremos proyectos a futuro - dice Melissa cuando ambos nos dirigimos al escritorio - hay que festejar, podrían venir uno de estos días a casa a cenar - propone Melissa.

- claro - digo sonriendo.

- sabes, no escuche ningún rumor sobre tu amorío o tu bebé - dice ella poniendo su mano bajo su pera como pensando.

- supongo que todos creen que somos amigos - lo que hacíamos cuando cruzábamos la puerta nadie lo sabía - sabes nosotros antes nos mostrábamos así ante los empleados, pero desde que estamos juntos ella no ha venido a trabajar porque esta de licencia - explico, extrañaba las visitas de mi lía.

- oww si, imagino que con los dolores no podía venir a trabajar - me dice acomodándose en su asiento - apuesto que su panza esta grande ¿de cuánto está? - pregunta dudosa.

- ocho meses y dos semanas - digo sonriendo - esta enorme su vientre - suspiro recordando lo bien que se le notaba cuando usaba los vestidos apretados, lía sabia como lucir a nuestra hija.

. . .

- ¿y a qué hora debo venir a buscarte? - le pregunto a Liam una vez que estamos en la puerta de su escuela de danza.

- dentro de una hora - dice y me doy vuelta para mirarlo.

- entonces me quedaré - digo viéndolo abrir grande los ojos, niega.

- no, me da vergüenza - dice bajando la cabeza.

- Liam, tengo dos horas de aquí hasta mi casa o el trabajo, si me voy no llego a buscarte - digo apagando el auto el asiente de mala gana y baja de este cargando un bolso deportivo en su hombro. Desabrocho mi saco de vestir y decido sacármelo ya que hacia bastante calor, lo tiro para los asientos de atrás y bajo del auto poniéndole seguro con el mini control. Camino detrás de mi hermanito hasta adentro de las instalaciones, al parecer no solo es una escuela de ballet, ya que hoy muchos chicos vestidos para diferentes deportes y por el pasillo que caminamos se pueden ver varias puertas con los nombres de cada clase.

- puedes esperar aquí, voy a cambiarme - dice mi hermanito señalando un rincón en donde hay personas sentadas en distintos sillones, supongo que esperando por sus hijos, o familiares en su defecto.

Me siento en uno de los sillones en los que no había nadie, y saco mi teléfono.

Mensaje:

Lía: estoy por ver la clase de Liam y me siento un padre.

Mando el mensaje. Mi imaginacion volaba dejandome ver a mi cielito practicando un deporte. se vería bonita bailando ballet, o jugando fútbol, como sea elija lo que elija se verá hermosa.

Miro hacia la puerta por donde entramos con Liam y observo con detenimiento al sentir que conocía a la persona que entraba, si no me equivoco es Dara, viene acompañada de dos hombres, muy bien vestidos, le da un beso en la mejilla a cada uno y toma el mismo camino que Liam.

- Mmh... Hermanito, creo que ya sé por qué te gustan tanto las clases de ballet - digo rodando los ojos. Observo a los dos hombres, quizás de mi edad, que vinieron con ella, están hablando hasta que uno se despide del otro con un beso en la boca y sale por la puerta.

- ¿puedo sentarme? - dice el chico que había visto entrar con la Dara, supongo que es su padre.

- claro - digo haciéndole lugar en el sillón. Saco mi teléfono cuando este suena.

Mensaje:

Lía: ya eres un padre mi amor.

Lía: y que papi eres.

Río sin poder evitarlo cuando veo las caritas pervertidas que envió junto al mensaje.

Matt: ¿cómo están?

Salgo de su chat y entro al que tengo con mis padres y mis hermanos. Papá y mamá se habían ido hace unas horas y Emma estaba sola en casa. Cuando termine la clase debo llevar a Liam a la casa y decirles que se preparen que mañana vendrán conmigo, ya que hoy se ofrecieron los padres de lía a mirarlos cada tanto.

Mensaje:

Matt: ya estamos en la clase de Liam.

Tecleo seguro de que no me respondan ya que están en su vuelo y seguramente no responderán hasta dentro de unas horas.

- ¿tu hija viene aquí? - pregunta el hombre que se había sentado a mi lado, del cual no sabía su nombre.

- oh no, mi hermanito - digo mirándolo, me resultaba un poco conocida su cara.

- ah ya decía yo que nunca te había visto - dice asintiendo - soy Eric - habla estirando su mano hacia mí.

- Matt - digo aceptando su mano - ¿vienes hace mucho aquí? - pregunto cordialmente, no tenía nada más que hacer y no parecía una mala persona, así que por qué no seguir hablando con él.

- Dara viene desde que tiene cuatro - dice señalando a la jovencita que ya estaba otra vez en la sala de baile, podía ver a mi hermano a un costado - pero yo no vengo todas las clases, casi siempre viene mi marido - habla y supongo que su esposo es el otro hombre con el que vino.

- se turnan - digo sonriendo.

- si, mi trabajo no me permite venir muy seguido, pero cuando me hago un espacio para mi pequeña, lo tomo - dice mirándola con un brillo en sus ojos. Mi vista se desvía a mi hermanito que estaba en una esquina mirando en dirección de la naranjada cabellera, río al ver lo poco que disimulaba - ¿tú tienes hijos? - pregunto Eric mirándome ahora a mí.

- mi novia y yo estamos esperando nuestra primera hija - digo orgulloso.

- los hijos son el amor más lindo que uno pude recibir - dice suspirando - a nosotros nos costó mucho tener a nuestra Dara - habla con una mueca de tristeza en su rostro.

- oye, sabes te veo cara conocida - digo cambiando de tema cuando ambos nos quedamos callados, la clase ya había comenzado y ambos mirábamos mientras seguíamos hablando.

- me parezco a muchas personas - dice riendo. Saco mi teléfono cuando vuelve a sonar un mensaje.

Mensaje:

Lía: (foto)

Lía: estamos visitando a la tía Alena y a Luca papá.

Sonrió al ver la foto del pequeño Luca, mis amigos habían hecho un niño precioso. Tenía una remera negra con un dibujo que simulaba un esmoquin y un pantaloncito blanco, con su gorrito del mismo color.

Matt: salúdamelos de mi parte.

Matt: quiero ver a mi cielito.

Lía: espera le digo a Al que me tome una desde arriba.

Lía: (foto)

Sonrió como tonto cuando veo el abultado vientre en primer plano. Lía lleva un abrigado buzo de lana color hueso y una pollera beige, la verdad no hacia tanto frio para andar de buzo en mi opinión, yo me moría de calor. No recordaba haber visto esa ropa antes.

Lía: iremos a comprar pintura para pintar la pared luego de nuestra visita a Al.

Matt: okey, las amo cuídense.

Bloqueo el teléfono me concentro en la clase de mi hermano, les hacen hacer muchos ejercicios y bailes, creo que están practicando una coreografía.

Y paso la hora, con Eric hablamos más y todavía no me podía sacar de la cabeza de que en algún lado lo vi antes, estoy seguro que no vive en el barrio privado, pero tampoco lo identifico de la escuela, por lo que dijo tiene treinta y cinco, logro engañarme, se conserva muy bien, bueno en realidad no es tan mayor pero yo creí que tenía mi edad.

- me viste papi ¿cómo lo hice? - dice Dara acercándose al sillón en el cual nos encontrábamos, la clase ya había terminado y ya ella se había cambiado.

- lo hiciste fantástico princesa - dice Eric levantándose recibiendo rápidamente un abrazo de la niña - eres la mejor - le dice haciéndole cosquillas.

- ya basta, no cierto - dice riendo también ella, mientras trata de esconderse de sus pequeñas cosquillas. Miro detrás de ellos y mi hermano está parado en la entrada sujetando fuertemente su bolso y mirando en nuestra dirección, como si no se quisiera acercar. Me hace una seña para que valla - ¿y papá? - susurra ella.

- le tocaba trabajar hija, ya sabes nos turnamos - dice Eric acariciando su cabello.

- adiós Eric - digo saludándolo con la mano - adiós señorita - digo y ella responde sacudiendo su mano.

- adiós Matt - responde la pequeña sorprendiéndome con su memoria. Camino hasta mi hermano que esta rojo como tómate.

- no digas nada, por favor - dice cuando estoy a su lado para luego darse vuelta y salir del estudio. Ambos subimos al auto y nos colocamos el cinturón de seguridad.

Pongo el auto en contacto y salgo del estacionamiento.

- Así que.... - digo moviendo mis dedos sobre el volante al ritmo de la baja música que sale de la radio.

- lo sé, soy un idiota - dice mirando por la ventana - si, me gusta el ballet, que ella asista a las clases fue solo el incentivo que me faltaba para comenzar - susurra y asiento - es la única manera de estar más cerca de ella.

- ¿por qué no le hablas? - pregunto, no se ve como una chica que lo tratara mal si lo llegara a rechazar, se ve como alguien dulce.

- jajaja.... - dice mirándome - ¿es enserio? - pregunta cuando ve que no me río - es Dara Williams la chica más popular de la escuela, nunca se interesará en mi - dice obvio y yo lo miro con el entrecejo fruncido - no correré el riesgo de humillarme de ese modo - dice seguro.

- Liam tú no eres menos que nadie por no tener muchos amigos tienes que aprender a valorarte como lo tienes merecido - digo apuntándolo - y de verdad ella no me parece alguien que te humille por no querer salir contigo - hablo seguro.

- claro que no, ella es muy dulce y amable - dice sonriendo un poco - pero no, somos de mundos distintos, ella es muy reconocida en la escuela y yo... solo hablo con Ría y eso esta bien - dice encogiéndose de hombros - aparte la escuche decir que no quiere salir con nadie, prefiere enfocarse en la escuela, que suerte que termino con el idiota de Jackson - dice como si de verdad lo aliviará la noticia.

- chica inteligente - digo y el asiente.

- lo es - susurra sonriendo para luego mirar por la ventana.

- le veo cara conocida a su padre - digo mirando el camino.

- ¿a cuál de los dos? - pregunta volteándose hacia mí.

- Eric - digo obvio, casi ni pude verle la cara al otro.

- pues claro, es Eric Williams - dice obvio, me sonaba mucho ese nombre - el periodista - aclara y al instante lo recuerdo.

- ahh, él está en el noticiero de la tarde noche ¿no es cierto? - pregunto y Liam asiente - oye hoy me dijo papá que los vigilarán los Sanz pero mañana a primera hora los pasare a buscar yo para que vengan estos días que no están mamá y papá en casa lo pasen en la mía - digo pasando el cambio dirigiéndome a la casa de mis padres.

- por mi genial, quiero ver a mi sobrina - dice sonriendo - y sinceramente ya no aguanto a Emma - susurra haciendo una mueca.

- ¿pelearon? - pregunto confundido, ellos eran muy unidos, bueno en realidad los tres lo éramos pero ellos viven juntos. Sabia que había muchas cosas que ella le contaba a Liam.

- no, solo dejo de hablarme. Mamá dice que esta triste porque termino con el idiota, pero que tengo que ver yo - refunfuña.

- no sabía que no están juntos - digo frunciendo el entrecejo. Sabía que ese idiota la lastimaría - hay que darle tiempo Liam, lo entenderás cuando te rompan el corazón. Me concentro en el camino pero hay algo que sigue incomodandome, yo sabia lo que pasaba con Alex y solo quería que ninguno se lastimara ahora que Emma no estaba con el idiota.

En pocos minutos ya estábamos entrando al barrio privado que una vez fue mi hogar, recorro las cortas cuadras con mi auto, hasta la entrada de la casa de mis padres.

- ¿Emma esta no? - digo apagando el auto una vez que lo estacione.

- se supone - habla Liam bajándose del auto al igual que yo. Él se adelanta sacando las llaves de dentro de su bolso y abre la puerta.

- Emma - hablo alto cuando entramos a la casa, Liam cierra la puerta.

- en la cocina - grita ella desde dicho lugar.

- yo voy a cambiarme - me dice Liam para luego subir las escaleras. Entro a la cocina y no la veo en ella.

- ¿Emma? - pregunto parado en el marco de la puerta.

- aquí - dice saliendo detrás de la encimera, tenía puesto un delantal y lleva su pelo atado, puedo ver rastros de harina en su cara y ropa - Matt - dice sonriéndome un poco.

- pequeña - digo llegando hasta su lado para dejar un beso en su frente - ¿qué haces? - pregunto mirando el horno el cual esta encendido.

- intento hacer pan para la cena - dice frunciendo su boca - no sé si me estaría saliendo - habla encogiéndose de hombros.

- escucha Em - le digo sentándome en uno de los taburetes de la isla - mañana vendré a buscarlos a ti y a Liam, hable con mamá y papá para cuidarlos en lo que ellos no están - digo viéndola desatarse el delantal.

- gracias, pero creo que podemos cuidarnos solos, tengo diecisiete puedo encargarme de Liam y no quiero molestarlos a ti y a lía - me dice apoyándose en la encimera.

- si esa es tu única excusa para no querer venir bueno - digo un poco enojado, la excusa que había puesto era muy tonta, si ellos me molestaran ni siquiera los invitaría. Solo quería cuidarlos - Liam si quiere venir, así que vendré por él, tú ya eres grande para quedarte sola supongo - digo levantándome. Obviamente no la dejaría quedarse sola, si no quería que se quede aun cuando estaba Liam, menos ahora que estará sola, solo tiene diecisiete años.

- no está bien, iré - dice y sonrió, fue más fácil de lo que pensé. Quizás le da miedo, no sueles quedarse solos nunca.

- okey, preparen su ropa y mañana paso - digo rodeando la isla para acercarme a mi hermanita, mis ojos no pueden evitar desviarse hacia sus ojeras y hago una mueca de disgusto - despídeme de Liam, debo volver a trabajar - digo despeinando su cabello y ella rueda los ojos - adiós - me devuelve el saludo y salgo de la casa.

No se veía bien definitivamente, se podia sentir que le faltaba esa chispa caracteristica de Emma. pero estaba seguro que no me contaría nada si ni siquiera hablaba con Liam.

Mensaje:

Mamá: hola hijo, acabamos de bajar del avión.

Recibo el mensaje de mi madre cuando enciendo el auto. Bloqueó el teléfono, cuando llegue a la oficina le contesto.

. . .

- si Alan, por favor asigna las entrevistas para la próxima semana - digo en tono firme mirando el reloj de mi muñeca casi eran las siete de la tarde. Había llegado hace nada otra vez a la empresa y estaba organizando las entrevistas para una nueva persona que ocupe el puesto de Amelia, ya que obviamente le daríamos su jubilación - si si, publícalo donde quieras debo dejarte, adiós - digo cortando cuando mi teléfono vibra avisándome que tengo una llamada pendiente.

- cielo - susurro cambiando totalmente mi tono de voz luego de ver su nombre en mi teléfono.

- cariño...- surra medio grita del otro lado de la línea, sonrió sin poder evitarlo cuando la escucho emocionada - ven, te estamos esperando a bajo con Aly - dice lía del otro lado del teléfono, sonaba tan raro para mi decirle Aly a cielito.

- ¿por qué no suben? - pregunto confundido, me hacía feliz que me vengan a visitar, más que nada porque podía presumirlas.

- porque te invitamos a salir y perdemos tiempo si subimos, vamos ya estamos llegando, apúrate - dice cortando antes de que pueda contestarle. Corto de mi parte y me levanto de mi silla abrochando mi saco, el cual volví a ponerme cuando regrese a la empresa, siempre debía ir bien vestido más ahora que todos me miraban.

Salgo rápido se la oficina y me despido de Amelia sin ates prometerle que mañana hablaríamos. Tomo el asesor y golpeteo el piso con mi pie repetidas veces al sentir lo lento que baja.

- buenas tardes - digo cordialmente cuando un grupo de tres chicas entran al asesor, son del piso en el que trabaja lía. Las tres me devuelven el saludo para luego comenzar a cuchillar entre ellas.

Salgo del asesor rápidamente cuando este para en la recepción y salgo camino a la calle sin antes saludar a las personas que están encargadas de recepción, las saludaba si, pero con mucho respeto, nada de besos en la mejilla o todo eso a lo que estaba acostumbrado en mi vida cotidiana.

- ¿donde esta? - pienso cuando salgo al exterior y no la veo, miro hacia todas direcciones sobre la vereda y sigo sin verla - oye - bufo cuando estoy por cruzar la calle y un auto rojo con vidrios negros frena delante de mí y toca muy fuerte la bocina. Casi me atropella.

- oh, pero que gruñón - dice una voz femenina bastante familiar, el vidrio del lado del conductor se baja dejándome ver el interior del auto

¿Qué?

- ¿que hay guapo? nos aceptas una vuelta - dice lía bajando los anteojos de sol que traía puestos para mirarme sobre ellos.

Abro la puerta del flamante auto, todavía sin entender nada, se veía sensacional en él.

- wow, es... fantástico, no lo puedo creer ¿lo compraste? - hablo rápido ni bien termino de subir y cerrar la puerta.

- que te parecen mis ahorros - dice colocándose los anteojos de sol sobre su cabeza mientras sube y baja sus cejas.

- eres la puta ama mi amor - digo tomando su cara entre mis manos para besar sus labios, siento su sonrisa sobre la mía mientras sus manos toman mis hombros recibiendo el beso.

- la boca, shh... - dice lía golpeando suave mi brazo cuando nuestras bocas toman un poco de distancia - cielito esta presente - susurra riendo mientras mira a nuestra hija.

- lo siento mi amor - digo agachándome para dejar un beso sobre su vientre - hola cielito de papi - la acaricio para volver a mirar a lía - quiero que me cuentes como paso esto - digo señalando a nuestro alrededor, ella suelta una risita y asiente.

- pero antes - susurra pasando un dedo por mis labios - te llevare a un lugar - dice mordiendo su labio inferior.

- espero que sea a un motel - bromeo besando su mejilla, ella se ríe y nos separamos. Abrocho mi cinturón y ella pone el auto en marcha - ¿a dónde me llevas? - pregunto estirando mi mano para rozar su pierna.

- es una sorpresa - dice guiñándome un ojo - jiji siempre quise decir eso - carcajea, habíamos imitado un típico diálogo cliché.

Miro al interior del auto repasándolo, de verdad era bueno y lujoso. Si no me equivoco era un Renault kwid, con un potente color rojo.
Si lía había estado ahorrando para comprarse un auto desde siempre, su única condición, que sea rojo, estaba obsesionada con ese color para su auto.

- ¿debo tener miedo a que me secuestres? - bromeo cuando ella se desvía de la carretera hacia un camino rodeado de mucha naturaleza.

- confía en mi - susurra todavía con su rollo de chico misterioso. Aprieto su pierna asiéndola sobresaltar, solo para molestarla.

- te vez muy bien - hablo dejando que mi mano vagara por su pierna, desde su rodilla hasta su ingle, acariciando la suave lana de su falda.

- gracias - dice sujetando mi mano cuando llego a su rodilla - ahí mejor - susurra luego de arrastrarla hasta su ingle, sonrió.

Pasaron unos minutos, no sé cuánto en realidad desde que habíamos entrado por ese camino, solo sé que cada vez nos adentramos mas en este lugar que solo es un camino, árboles y plantas al rededor. La noche ya se estaba haciendo presente eran alrededor de las siete treinta seguramente.

- bueno, llegamos - dice estacionado, achicó los ojos para ver un poco mejor en la oscuridad - ven - dice bajando del auto hago lo mismo que ella escuchando como cierra con seguro una vez que estamos abajo del auto - ¿qué tal? - dice acercándose para tomar mi mano, su otro brazo se extiendo señalándome el paisaje, parece ser un mirador, cada tanto pasaba gente mayor caminando, eso no era raro.

- es lindo - digo enredando mi brazo en su cintura - pero estas vistas me parecen mejor - hablo mirándola pícaramente.

- adulador - susurra sobre mi boca cuando sus brazos se enredan en mi cuello. Miro sus ojos y no puedo evitar dejar salir un suspiro de mis labios, en mi mente estaba repasando todo lo que habíamos vivido hasta ahora juntos y me sentía bien, me sentía completo con solo mirar ese par de ojos azules, me sentía amado - me haces feliz - susurra logrando que sus palabras ericen mi piel, sabía que ella estaba sintiendo lo que yo, solo nosotros teníamos esa conexión.

- me haces feliz - repito rosando nuestras narices, mis manos acarician su espalda y puedo sentir su cálido tacto en mi nuca enredando mi pelo entre sus pequeños dedos. Junto nuestros labios en un cálido beso cuando las sensaciones que recorren mi pecho se intensifican, sentía tanto junto a ella que debía besarla lento para saborear cada sentimiento, queria amarla lentamente.
Su boca se cierra capturando mis labios dulcemente volviéndome loco al saber que podía disfrutar de todas sus facetas, la juguetona, la apasionada, la amistosa y la cariñosa.

Mi mano recorre su espalda hasta llegar a su nuca mientras nuestras bocas siguen gozando del dulce néctar de nuestros besos, nuestras lengua bailan lentamente, y nos perdemos, nos perdemos en el otro como siempre lo hemos hecho.

. . .

- creo que deberíamos volver al auto - le digo a lía. Nos encontrábamos sentados en una de las bancas del mirador, su pequeño cuerpo estaba acurrucado en mi pecho mientras mirábamos la ciudad que parecía tan lejana. Nos habíamos desconectado de todo el ruido de la cuidad, nuestros teléfonos estaban apagados y solo disfrutábamos del aire puro - es peligroso estar aquí sentados - digo suavemente, no quería parecer agua fiestas pero la seguridad de ambas me era muy importante.

- bueno - susurra mirándome. Su mano se posa en mi mejilla y sus ojos me miran atentos, podía ver millones de pensamientos a través de sus ojos, algo había cambiado, sentía que nuestra conexión se había intensificado - no, ven - dice cuando estamos por subir al auto, toma mi mano y abre con el control los seguros arrastrándome hasta las puertas de atrás, nos adentramos en la parte trasera del auto la poca iluminación de dentro de este nos delataba por lo que cerramos rápidamente la puerta para que se apagarán. Miro por la ventana cuando escucho el ruido del seguro cerrase.

- cielo no sé si sea fácil aquí - digo tomando sus caderas cuando de un segundo al otro su pequeño y cálido cuerpo está sentado en mis piernas

- ¿eh? - dice mirándome confundida - solo quería abrazarte pervertido, ni siquiera puedo moverme con esta pansa - dice riendo y siento la vergüenza llegar a mis mejillas - no te avergüences yo también quiero - susurra cerca de mi oído cuando escondo su cara en mi cuello - quedémonos un ratito así mientras te cuento - susurra acomodándose sobre mis piernas.

- encantado de oír cielo - digo acariciando su espalda.

- ¿recuerdas el día que... bueno en el que nos reconciliamos? - dice mirándome desde su altura, se había separado de mi cuello para hablar.

- septiembre dieciocho - digo firme, parecía que nuestra fecha oficial de pareja era tan lejana pero apenas habían pasado unos días. No se,una semana, una y media, por ahí. Escucho una risita de su parte.

- si ese día, antes de ir a visitarte fuimos a comprar esta belleza - dice palmeando el asiento del auto.

- te lo tenías bien guardado - digo apretando su trasero - estoy orgulloso de verte con semejante bebé cielo - digo mientras asiento ella sonríe orgullosa.

- si, a los pocos días me mandaron un email diciendo que habían aprobado los papeles y que el auto era mío, pero finalmente hoy Mónica, la chica que me atendió - aclara - llamo a mi teléfono y dijo que mi bebé ya estaba en la agencia- susurra medio grita - no lo podía creer - dice negando pero sin poder borrar la felicidad de su cara - sé que es solo un auto y es algo material pero esto representa mi esfuerzo y dedicación, me siento poderosa... - suspura mientras acaricio su mejilla.

- eres una mujer poderosa cielo - digo viéndola disfrutar de mi tacto - te felicito - digo besando su frente.

- gracias - susurra cerrando los ojos - tengo una sorpresa más para ti - dice pasando sus manos por mi cuello - parte de nuestra cita - aclara y yo sonrió se sentía buen escuchar eso.

- ¿qué es? - pregunto paseando despreocupadamente mis manos por su cuerpo.

- cuando supe que pasaría a buscar mi auto, pensé en que podríamos merendar y prepare esto - dice estirándose hasta el otro lado del asiento, en el piso había una canasta chiquita - se nos hizo un poco tarde para merendar - dice haciendo una mueca.

- no importa - digo restándole importancia - ¿qué trajiste? - pregunto ayudándola a sacar la canasta cuando se queda atorada entre el asiento de adelante y el de atrás.

- traje chocolatada - dice sacando el envase de Cindor de la canasta y alfajores de maicena - dice mostrándome la pequeña bandeja, los conocía a esos eran de Argentina, nunca los había probado porque aquí no se veían mucho pero lía los sabía hacer porque le enseño su prima cuando fue hace mucho para allí.

- se ve delicioso - digo mirando los pequeños alfajores - nunca los había probado - confieso y ella sonríe.

- bueno los míos son muy ricos, en realidad eso lleva ralladurade coco, pero no me gusta cómo queda así - susurra como si fuera un secreto, asiento - vamos a comer - dice bajándose de mis piernas y aun que no me molestaba tenerla arriba mío no era la forma más cómoda para comer.

- ¿pensaste en hacer un baby shower? - le pregunto a lía una vez que comenzamos a comer ambos teníamos repasadores en las piernas para no dejar migajas en el auto - yo si lo pensé y... me gustaría hacerlo - digo sinceramente, todo ese tipo de cosas que tengan que ver con mi cielito me encantaban.

- si lo pensé - dice pensativa - pero no lo sé ¿nos queda tiempo? - pregunta un poco dudosa. Si cielito salía a tiempo solo faltaban dos semanas para que venga.

- podemos organizarnos rápido ¿qué tanto puede ser? - digo encogiéndome de hombros - por lo menos algo sencillo - propongo.

- si es buena idea - susurra.

. . .

- me gustan mucho tus hombros - suelta lía de repente, sus ojitos azules me miran mientras sus manos hacen un poco de presión en el lugar mencionado. Susurro una risa y puedo sentir un poco de calor en mi rostro - son fuertes y te dan mucho porte - dice acariciando esa zona mientras muerde su labio.

Todavía nos encontrábamos dentro del auto de lía, habían pasado unas dos horas, ambos estábamos descalzos y yo ya sin mi saco y corbata, la luz de la luna solo nos iluminaba.

- gracias - digo acariciando su espalda sin ninguna intención sexual solo estaba disfrutando de su contacto. Me gustaba que me hiciera cumplidos, casi siempre o en su mayoría, nosotros somos los que los dicen pero no hay que olvidarse de que a nosotros también nos gusta que las chicas lo hagan, más cuando viene de alguien que nos gusta.

- ¿cómo se portó hoy? - pregunto deslizando una de mis manos hacia su vientre.

- pateó, lo hizo cuando le hable - me dice emocionada.

- ¿de verdad? qué bueno cielo - digo animadamente - mañana vendrán Emma y Liam a pasar unos días en casa, perdón que no te pregunte, pero mis padre se irán y ellos se quedaban solos y no me da buena espina eso - digo negando.

- oh genial - dice dando un beso en mi mandíbula - no tienes que pedirme permiso también es tu casa y son tus hermanos claro que los recibiremos - dice obvia.

- claro que debo preguntarte también es tu casa, nuestra casa - susurro lo último viéndola acercarse a mi cara.

- nuestra... - susurra sobre mi boca acortando la distancia cuando la atracción entre nuestras bocas es insoportable.

Y así nos quedamos manoseandonos hasta altas horas de la noche como dos adolecentes enamorados, entre besos y suspiros.

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N/A: espero que les haya gustado mucho el capítulo, es larguísimo. Siento haber estado subiendo los capítulos tan tarde pero todos mis horarios están cambiados y la cuarentena ya está afectándome.

Voten, comenten y síganme aquí y en el Instagram del libro que se los dejo a bajo. Por ahí les estaré dejando fotos de el capítulo.

- Aldi🥀

(Sin ediar)

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