Capítulo 64: "Preparativos" (1/2)

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Prov's lía  

— Cielo — Me remuevo en mi lugar, buscando más de ese calor corporal que sentía descansar a mi lado.

— Un minuto más — Digo refregando mi nariz por su pecho para aspirar su delicioso aroma.

— Hay que bañarnos — Dice riendo cuando mis brazos se abrazan a su cuerpo y me muevo hasta esconder mi cara en su cuello — No hagas eso debo oler mal, sude mucho — Dice riendo.

— Tu nunca hueles mal — Digo olfateando su cuello, todavía se podía sentir el olor de su perfume, Invitus.

Era jodidamente delicioso.

¿Ya había dicho que su perfume me volvía loca?

— Llegaremos tarde si no nos levantamos ahora — Dice palmeando mi trasero por lo que río.

— ¿Nos bañamos? — Pregunto sacando mi cabeza su escondite para mirarlo — ¿Juntos? — insinuó mordiendo mi labio.

— Juntos — Susurra tomando mi cintura para empujarme suavemente hacia la cama. Me quedo boca arriba y río cuando lo veo subirse arriba mío — Son dos perezosas — Dice dejando un beso en mis labios para luego levantarse y mirarme con sus manos en cintura en forma de reproche, al darse cuenta que no me iba a mover. Me muerdo uno de mis dedos juguetonamente y mi vista recorre todo su cuerpo completamente desnudo, así nos habíamos dormido.

— Ay — Grito cuando tira de mis piernas hasta llevarme el borde de la cama. No puedo evitar sentirme avergonzada ahora que estaba desnuda y con las piernas abiertas, sin esa valentía que me daba la excitación — Matt — Reprocho riendo cuando me levanta de la cama haciéndome enredar mis piernas en su cadera. Me sujeto fuerte de su cuello cuando con pasos firmes nos conduce hasta el cuarto de baño — ¿A qué hora comienza la función? — Pregunto estirándome mientras el abre la llave de la ducha.

— A las seis treinta, pero dijimos que pasaríamos por las invitaciones — Dice tirando mi mano para meterme a la regadera.

— ¿Qué hora es entonces? — Pregunto cerrando los ojos cuando el chorro de agua tibia cae sobre mi cuerpo.

— Las cuatro treinta — Dice metiéndose debajo del agua cuando yo me corro para darle su turno — Estos dos tardan una década en prepararse para salir — Me estiro hasta el esquinero dentro de la ducha y tomo el gel de baño — Debo darles tiempo.

Nos bañamos rápido mientras hablamos de los preparativos del baby shower de cielito y sobre las cosas que debíamos de comprar para terminar la habitación.

En estos días debería aprovechar a pintar con la nueva pintura más oscura que compre el otro día.

— Cámbiate tranquila, yo voy a despertar a los chicos — Dice Matt perfectamente alistado, se cambiaba demasiado rápido.

— Okey — Digo viéndolo darse vuelta y sin ningún tipo de vergüenza le doy una palmada en su redondo trasero, esos pantalones solo resaltaban lo que ya tenía — Ups... lo siento — Digo inocente viéndolo salir del cuarto mientras sonríe negando. Me doy vuelta y abro mi armario — Pobre este armario si tuviera vida — Digo recordando nuestros actos hace unas horas atrás. Comienzo a mover algunas perchas tratando de encontrar un vestido que me valla cómodo con la panza. Obviamente ya estaba decidida a usar mis chatitas negras, las combinaba con cualquier cosa.

Opte por un vestido un poco largo ya que todo se me subía por el lugar que me ocupaba cielito. Si no quería que se me viera algo por la calle debía usarlos largos. Como todavía es de día me gustó la idea de ponerme un color Amarillo, siempre me gusto ese color en la ropa, le daba vida, es un color muy energético. Tiene un elástico a la altura del pecho por lo que no me aprieta ni en mis senos ni en mi panza, era súper cómodo.

Me pongo un poquito de perfume detrás de mis orejas y dejo mi pelo suelto para que se seque, me da faca secarlo. Entro al baño y me miro en el espejo.

— Hola cielito — Susurro pasando mis manos por mi vientre al mismo tiempo que pego la tela a mi cuerpo para marcar la forma de mi abultado vientre — Espero que tu hogar no se haga más grande, porque si no, no voy a poder caminar — Mi corazón palpitar rapidito cuando siento un pequeño movimiento luego de que le hablase. Me encantaba hacer estas cosas, mirar mi panza, hablarle a mi bebe, sentía que aumentaba nuestra conexión.

— ¿Cielo ya estas lista? — Pregunta Matt desde la habitación. Me miro por última vez al espejo y salgo del baño para encontrármelo parado junto a la cama, supongo que buscando sus cosas en la mesita de luz.

— Sip, ya estamos listas — Digo poniendo ambas manos sobre mi cintura, o lo que quedaba de ella, tratando de imitar una pose de modelo. Guarda su billetera en su bolsillo dándose vuelta hacia mí y sonríe inmediatamente para luego comenzar a acercarse.

— Son todas unas modelos — Dice paseando sus manos por mi vientre mientras sus ojos no me dejan de ver. Me río, justamente ahora era todo lo contrario a una modelo. Claro, eso no me molestaba, soy una persona segura de mí misma ¿pero a quien no le gusta que le hagan cumplidos? — Me encanta ese vestido — Su vista baja hasta mi ropa — Falta tan poco — Susurra y sé que aun que los dos estábamos ansiosos por que cielito naciera, también teníamos miedo. Eso era obvio una personita iba a depender de nosotros.

— Matt ya estamos listos — Se escucha que grita Liam desde la sala por lo que me separo de Matt para agarrar mi bolso y guardar mis cosas. Salimos ambos de la habitación y sonrió al llegar a la sala y ver a los dos hermanos charlando amistosamente sentados en el sillón que ya había dejado de ser cama.

— Vamos chicos — Dice Matt colocándose la chaqueta de cuero que le regale, por lo que muerdo mi labio mirándolo.

Volvió el chico malo.

— Si... — dice Emma levantándose junto a Liam para caminar hacia la puerta con nosotros — Que lindo vestido —Me dice cuando Matt y Liam nos dejan pasar primero por la puerta.

— Gracias, tu también te ves hermosa — La halago dándole una sonrisa amistosa. Emma siempre tuvo buen gusto, suele usar escotes grandes y pantalones ajustados. La mayoría del tiempo podrías encontrar a Emma con zapatos altos, como los que estaba usando ahora. Tenía un buen gusto y muy distinto al mío.

— ¿Que película vamos a ver? — Le pregunta Liam a su hermano cuando entramos al asesor.

— No recuerdo como se llama, el chico del cine dijo que era la más comprada— dice Matt encogiéndose de hombros. Luego de un rato el asesor se abre, Emma y Liam bajan delante de nosotros y después lo hacemos Matt y yo tomados de la mano.

— Espera — Le digo haciendo que me mirase — Vallamos en mi auto — Aplaudo como niña pequeña — Chicos por aquí — Les hago una seña con la mano cuando ellos ya habían llegado al auto de Matt. Le saco el seguro a las puertas del mío y nos subimos a mi bebé. Abrocho mi cinturón y les digo a todos que lo hagan para luego encender el auto y emprender camino hasta el cine.

Al final la película que Matt no recordaba el nombre era el Joker. Los chicos se emocionaron mucho, según Liam quería ver esa película hace demasiado tiempo. Compré palomitas y bebidas para todos ya que Matt había comprado las entradas.

Antes de ir al cine habíamos pasado a recoger las invitaciones por lo que seguramente mañana me pondría a repartirlas y avisarles a las los que debía por mensaje.

Luego de una hora y media más o menos termino la película y comenzó el debate entre los cuatro sobre ella hasta el patio de comidas donde cada uno pidió su comida favorita.

Les enviamos fotos a los papás de Matt que preguntaban por sus hijos y les contamos lo que estábamos haciendo, recibiendo a cambio unas cuantas fotos de las playas de Acapulco y fotos en biquini de una Lilian distraída, que su esposo le sacaba. La estaban pasando muy bien.

— Liam, me conto Matt que vas a clases de ballet — Comento luego de que los trajeran nuestros platos.

— Si, es divertido — Dice encogiéndose de hombros — Dicen que te da mucha elasticidad y mucha fuerza para poder levantar a las bailarinas aparte de los trucos que debemos hacer — Explica el y veo a Emma rodar los ojos.

— Todos sabemos que vas por Dara — Susurra Emma lo bastante alto para que todos escuchemos, Matt suelta una pequeña risita que es camuflada por una toz cuando su hermano lo mira acusatoriamente.

— Claro que no — Bufa cruzándose de brazos — ¿No puede solo gustarme el ballet? — Dice y Matt asiente dándole la razón.

— ¿Quién es Dara? — Pregunto curiosa para que cualquiera me responda.

— Es una chica de la que Liam está enamorado desde primero pero nunca se animó a hablarle — Me explica Emma con burla, para ella era fácil era tan extrovertida con los chicos que estoy segura que ella le pidió a su novio que salieran. Bueno cuando salían.

— ¿Por qué no? — Le pregunto al pequeño Liam no tan pequeño, bueno nosotros siempre lo veríamos así — ¿Es más grande? — Ahora miro a Matt que niega.

— Va a tu curso ¿no es así? — Pregunta Matt apuntándolo con su tenedor. Liam asiente tímidamente.

— No le voy a hablar, ella no me gusta — Dice el negado y sus dos hermanos ruedan los ojos. Río.

— ¿Y Emma, estuviste viendo universidades? — Cambia de tema Matt al notar la incomodidad de Liam.

— ¿Ya sabes que quieres estudiar? — Pregunto antes de que conteste la pregunta de Matt.

— Em... si — Dice ella jugando con su tenedor — Pero lo que yo quiero estudiar no lo tienen en la UKA, así que estoy considerando otra carrera — Dice un poco decepcionada. La UKA es una universidad que está muy cerca del barrio de mis padres pero no tiene muchas opciones, si quieres algo mas variado debes trasladarte a la ciudad, como yo había hecho, Matt estudio en esa.

— ¿Y no considerarte estudiar aquí? — Le pregunto a Emma y ella asiente.

— Si pero me da miedo, ya sabes tendría que mudarme sola porque ni loca viajo todos los días casi dos horas seguramente en transporte público para ir a la universidad — Me explica.

— ¿Y qué quieres estudiar? — Pregunta Matt sacándome la pregunta de la mente.

— Alguna rama del diseño, siempre me gusto — Asiento comiendo un poco de mi comida, no tenía mucho apetito en este momento, raro en cielito y en mí.

— Alena estudio diseño en una universidad del centro, no me acuerdo como se llama — Digo tratando de recordar.

— Bueno pero todavía tuenes tiempo para pensarlo — Dice Matt y ambas asentimos.

Luego de una deliciosa cena nos quedamos un rato más hablando mientras hacíamos sobremesa. Ya se estaban haciendo las once de la noche por lo que decidimos irnos, los chicos tenían escuela mañana temprano. Salimos del lugar sin antes comprar un cucurucho para cada uno ya que cielito quería helado, esta niña no comía pero si quería helado.

Es igual a mí.

Llegamos a casa y preparamos todo para que Emma y Liam se duerman mientras que ellos se cambiaban. Nos despedimos de ellos y nos metimos en nuestra habitación en donde en cuestión de segundos ya estábamos en pijama y tapados hasta la cabeza con las frazadas. Acurrucados en el centro.

— Buenas noches cielo — Susurra Matt acariciando mi espalda. Suspiro pesadamente cuando el sueño me va atrapando lentamente — Buenas noches cielito — Susurra.

— Buenas noches amor — Digo dejando un beso en su pecho para luego cerrar los ojos, sintiendo como la respiración de Matt se va volviendo cada vez más lenta.

Había sido una salida hermosa, la primera desde que estábamos juntos como pareja oficial y me sentí especialmente amada junto a ellos, como una familia, éramos una familia. A pesar de todo lo que había pasado en la mañana, los gritos y llantos al final del día todos terminamos riendo y pasando un bonito momento lleno de charlas.

. . . 

— Hola señorita Sanz — Saluda amistosamente Karla, ella siempre está en la recepción de la empresa, en el primer piso, parece amable pero nunca tuve la oportunidad de hablar mucho con ella.

— Hola Karla — Digo cordialmente apoyándome sobre el alto escritorio — Vengo a buscar un par de cosas que se me olvidaron la última vez que vine — Digo golpeteando mis dedos sobre el frio mármol. Tenía que inventar una excusa ya que estaba de licencia y no podía venir como si nada a la empresa y subir a mi piso como la dueña de todo.

— Claro, tiene el acceso libre — Dice ella obvia y yo la miro confundida — O eso me dijeron — Dice encogiéndose de hombros.

— Ow... bueno — Digo sonriéndole — Gracias — Me despido con la mano y camino hasta el ascensor marcando mi piso, Lissa se volverá loca cuando me vea. Llevamos días hablando por teléfono pero no nos vemos desde la última vez que trabaje. Ella se encuentra muy ocupada con el trabajo y los preparativos para su boda que no tiene tiempo para nada.

También pasaría por la oficina de Matt para saludarlo, sabía que le gustaba que hagamos eso pero también debía darle la invitación a Amelia.

Habíamos pasado a recoger las tarjetas el día que fuimos al cine. Dije que iba a organizarme para repartirlas al día siguiente, bueno, eso no pasó. Entre los viajes hasta la escuela de los chicos los preparativos para el baby shower, casi no tuvimos tiempo. También había aprovechado a terminar de pintar la habitación de cielito con ayuda de Emma y Liam que se habían ofrecido. Estos días fueron un caos para todos en la casa. Matt tenía que pasar más horas en la empresa por el cargo que ahora tenía, solo salía para llevar a Liam a ballet y a Emma a sus clases de pintura, y nosotros, casi no nos veíamos, solo para dormir. Para ese momento ambos estábamos muy cansados como para hacer otra cosa que no sea acurrucarnos en la cama hasta el otro día.

Bajo del ascensor cuando este se abre en el piso en que hace tan solo unos días trabajaba, cuanto extrañaba venir al trabajo, bueno la parte de levantarme temprano no la extrañaba tanto pero me aburría todo el día en casa. Camino por entremedio de los cubículos hasta el de Lissa. Me paro justo en la entrada y veo que no está sola, choco mis nudillos contra la pared del cubículo para llamar su atención.

— Hola Lía — Dice Lissa emocionada levantándose de su asiento, la chica que estaba hablando con ella gira su cabeza a mi dirección, no la conocía pero parece que trabaja aquí.

— Hola Li — Digo recibiendo su repentino abrazo — Termina, yo te espero aquí — Señalo el lugar donde me encontraba parada.

— Oh no, Celia solo vino a preguntarme algo y ya la ayudé — Dice negando — Pero mira que grande que esta — Dice acariciando mi vientre y yo asiento.

— Bueno si... ya me voy — Dice la chica levantándose de su silla para luego salir dándome un asentimiento de cabeza, le sonrió en forma de saludo.

— Ay Li, la echaste — Digo negando mientras rio un poco.

— Ash... me tienen cansada — Habla dándose la vuelta para volver a su escritorio — Ahora de repente todas quieren ser mis amigas — Rueda los ojos y yo rio sentándome frente a ella.

— ¿Así que eres una chica popular? — Pregunto desabrochando mi largo abrigo.

— Claro — Dice cruzándose de brazos — Con todo esto... lo de Matt — Me explica — A por cierto felicidades de mi parte.

— Gracias — Digo sonriendo — Pero no entiendo que tiene que ver eso con tu popularidad.

— Bueno él es uno de los temas principales en la semana entre los grupitos — Dice señalando el sector que ya conocía, mi única amiga en la empresa siempre fue Lissa, las demás nunca nos hablaron a no ser que sea por trabajo, después de todo seguía siendo su superior — Y se rumorean demasiadas cosas, y como saben que nosotras hablamos vienen a querer sacarme información — Suelta una risita — Como si yo les voy a decir algo para que puedan cotillear, que se la rebusquen — Se encoje de hombros.

— ¿Que rumores? — Pregunto colgando mi abrigo en la parte de atrás de la silla.

— Bueno ¿conoces a Caterina? — Pregunta Lissa mirando disimuladamente hacia afuera del cubículo, niego — Ella trabaja en el piso de Matt pero también se habla con el grupito — Me río al ver lo enserio que se tomaba esto — supuestamente ella trabaja muy cerca de la oficina de él. Aquí todos creían que tú y el eran amigos pero no estoy segura de lo que ella vio, no lo recuerdo, pero llego a las conclusiones de que están esperando un bebé juntos, ese rumor se esparció por toda la empresa — Dice con los ojos bien abiertos.

— Wow... — Digo Riendo un poco — ¿No les dan suficiente trabajo? — Pregunto. La verdad es que no sabía que decir, a mí no me molestaba que supieran que estaba con el hombre que amaba y estábamos formando una familia. Con él no habíamos hablado en ningún momento de ocultarlo, y estaba segura de que Matt no lo quería hacer y yo sinceramente yo tampoco, no después de todo lo que pasamos — Bueno no importa, vine a verte para darte algo — Tomo mi cartera para agarra la invitación que era para ella — Aquí tienes — Le tiendo la tarjeta y la toma abriendo su boca en sorpresa cuando lee lo que dice.

— Oh dios, que cuchi — Dice poniendo una mano en su pecho — Gracias... —la abre para leerla detalladamente — El fin de semana que viene — Asiento cerrando mi cartera.

— ¿Conseguiste la vajilla? — Pregunto refiriéndome a la que usaría para su boda, los días en los que los hablábamos, solía preguntarle mucho por los preparativos y ella por cielito.

— Si, un amigo de jake nos consiguió un contacto — Dice y la verdad la veía más relajada a lo que se la escuchaba por los audios.

. . .

Luego de hablar un rato más con Lissa me despedí, tampoco quería entretenerla mucho ya que ella estaba en horas de trabajo y solo lograría atrasarla.

Subo al ascensor y aprieto el botón del último piso. Solo esperaba que Matt no se encontrara ocupado o este dándole diligencias a Amelia.

Cuando el ascensor se abre en el último piso salgo del ascensor y camino por el amplio piso, mis chatitas apenas se escuchan comparadas con los llamados que mantienen algunos empleados o las distintas conversaciones. Saco mi teléfono se mi celular cuando llega un mensaje.

Mensaje:

Alena: ¿Cuál de los dos prefieres?

Alena: (Foto)

Me envía fotos de distintos colores para los mantees de la mesa dulce.

Lía: El que te guste Al.

Lía: Confío en tu buen gusto.

Tecleo rápido para luego guardar mi teléfono en mi bolso y rebuscar un poco para tomar la invitación Amelia. Matt se había cambiado de oficina por lo que ahora estaba un poco más apartado de los demás empleados.

— Hola Ame — Digo levantando la cabeza de mi bolso cuando logro encontrar la tarjeta y estoy de pie frente a su escritorio. Levanto la vista al no escuchar respuesta. Un chico rubio está sentado en el asiento de Ame y me mira confundido una de sus manos está sacando un auricular de su oreja.

— Hola señorita ¿Puedo ayudarla en algo? — Dice mirándome con sus ojos verdes como si estuviera loca.

¿Y Amelia?

— Eh... lo siento — Sacudo mi cabeza y guardo la tarjeta en mi bolso — ¿Está desocupado el señor Villar? — Contuve una risa al escucharme decirle así a Matt, sonaba tan extraño.

— ¿Tiene una cita programada?— Pregunta amablemente sacándose sus auriculares — No puedo hacerla pasar sin una cita previa — Dice al ver mi negación. Sus dedos se mueven nerviosamente sobre el escritorio. El teléfono a su lado suena y me pide un momento para atender — Si señor Villar, enseguida me contactare para una cita — Asiente anotando algo en una pequeña libreta. Sus ojos me miran un segundo — Una chica aquí que quiere verlo pero no tiene cita — Habla apretando repetidas veces el botoncito que lleva la lapicera al final. Se escucha que Matt responde algo — ¿Cómo es su nombre? — Susurra el chico tapando el auricular ahora hablándome a mí.

— Lía Sanz — Digo encogiéndome de hombros. El asiente y se lo dice a Matt. Escucho que él dice algo más y después el chico del cual no es el nombre corta la comunicación — ¿Que dijo? — Pregunto riendo un poco, él se encoje de hombros y ambos miramos la puerta de la oficina cuando esta se abre.

— Cielo... — Dice Matt abrochando el botón de su sacomientras una encantadora sonrisa decora su rostro. Sonrió como idiota cuando seacerca hasta nosotros lo suficiente  

como para besarme. Lo cual termina haciendo. Un pequeño y mínimo contacto, pero que logro poner corazones en mis ojos y hacerme sentir especial — Luke ella es Lía, mi novia — Toma mis caderas abrazándome desde atrás y me señala al avergonzado chico frente a mí — Cielo él es Luke mi nuevo secretario — Me habla cerca del oído pero lo suficientemente alto para que ambos escuchemos.

— Un placer Luke — Digo estirando mi mano hacia su dirección.

— Igualmente señorita Sanz, y lo siento — Se disculpa aceptándola y yo niego.

— Es tu trabajo y lo estás haciendo bien — Giro mi cabeza para mirar a Matt que asiente.

— Bueno ahora que ya los presente — Habla dando un beso en mi mejilla — ¿Entramos? — Pregunta y asiento.

Saludo al Luke con la mano y entro primera a la oficina. Me quedo parada junto a la puerta mientras Matt la cierra y dejo caer mi bolso en el piso intentar desabrochar mi abrigo, digo intentar porque de un segundo para otro Matt había tirado de mi brazo hasta hacer recargar mi espalda en la puerta. Chillo sorprendida cuando sus labios no me dejan decir palabra, su deliciosa boca se encontraba devorando la mía en cuestión de segundo y no le voy a mentir le seguí el beso con la misma disposición.

— Wow... – Susurro abrumada cuando nos separamos del candente beso. Sigo recargada en la puerta y nuestras frentes están pegadas. El calor en la oficina había subido considerablemente en un segundo.

— Quería verte — Sus dedos desabrochan mi abrigo y lo ayudo a sacármelo lentamente, deslizándolo por mis hombros. Lo tira hacia el sillón — Extraño hablar contigo — Comienza a repartir suaves caricias por mis brazos, no tienen ninguna connotación sexual solo me mima.

— Yo también extraño verte despierto — Reímos un poco. Mis dedos recorrer su fuerte pecho y los deslizo hasta detrás de su cabeza para acariciar su cabello, sus ojos café casi negros me miran con tanto cariño, me detallan mientras sus manos pasean por mi cintura. Se acerca hasta mi oído para susurrar.

— Estoy agotado, solo quiero meter mi cara aquí — su rostro desciende por mi pecho hasta instalarse entre mis senos — Y dormir una deliciosa siesta — Su voz se escucha distorsionada por estar pegada a mi piel. Suelto una risita cuando pequeños besos se plasman sobre mis pechos.

— ¿Hoy vienes a almorzar? — Pregunto tomándome fuerte de sus hombros cuando me levanta y enrolla las piernas en su cintura y camina hasta su escritorio. Se sienta en su gran silla conmigo en su regazo.

— La verdad... no lo sé — Dice volviendo a hundir su cara en mis pechos. Sonrió y acaricio su pelo. No era su culpa estar ocupado, estaba segura de que cuando se organizara volvería a buscar esos pequeños momentos para que estemos juntos.

— ¿Qué paso con Amelia? — Pregunto separándolo de mis senos. Aunque en realidad no me molestaba que este allí. Parecía un niño vulnerable.

— Pidió la jubilación — Habla apoyando su cabeza en el respaldo de la silla. Asiento llevando mis manos hasta el botón de su saco y lo desabrocho sacándoselo mientras el sigue hablando — es extraño no trabajar con ella — Comenta y yo asiento.

— Yo no entendía nada cuando llegue — Digo riendo un poco mientras mis manos van hasta su corbata desajustándola — Buscaba a Ame para darle la tarjeta del baby shower — el asiente mientras sus manos acarician mis costados — ¿Cómo se la daremos ahora? — Pregunto desabrochando los primeros botones de su camisa hasta casi la mitad.

— Le puedo hablar por teléfono o llevársela hasta la casa, es cerca de aquí — Comenta cerrando los ojos cuando mis manos se adentran en su camisa para acariciar su caliente pecho, podía notar la diferencia de temperatura entre mis manos y su piel ya que esta se le había erizado.

—Cuando llegue le puse una excusa a Karla para que me dejara subir hasta mi piso y así poder darle la tarjeta a Lissa — Digo dándole mimos — ¿Pero sabes que me dijo? — le pregunto y el niega con los ojos cerrados — Que tengo acceso libre.

—Ah sí, yo di la orden — Sonríe de costado haciéndose el irresistible.

— ¿Ah sí...? — Digo riendo y el me sigue — ¿Por qué? ¿Y qué argumentos le diste? — Pregunto divertida sin dejar mis caricias.

— Contestando la primera pregunta, tú me habías dicho que debías entregar las tarjetas aquí. Y respondiendo a la segunda, no tengo por qué darle explicaciones, soy su superior — Dice tratando de mostrarse arrogante.

—Pero que chico malo — Bromeo, se pone derecho para hablar en mi oído.

—Solo recuerdo decirle, mi sexy novia puede entrar cuando se le plazca — Susurra mordiendo el lóbulo de mi oreja. Rio sabiendo que bromea —Simplemente le dije que podías pasar cuando quisieras para hacerte más fácil la entrega pero creo que le confirme los rumores a toda la empresa — Dice riendo para mirarme.

— ¿tú también te enteraste? — Le pregunto asombrada.

—Sí, la gente no es muy discreta — Sonríe negando. Hablamos sobre lo que me conto Lissa y nos reímos un rato. Matt se veía un poco más relajado, pero podía sentir que algo le molestaba.

— Cuéntame que te tiene tan preocupado — Susurro atrayéndolo a mi pecho para que vuelva a su posición favorita. Mientras mis manos suben a sus hombros para acariciar su nuca.

— Tengo que elegir a un vicepresidente — Dice contra la piel de mi pecho — Y hay muchas cosas que considerar — Suspira cuando de gusto cuando mis manos comienzan a masajear sus hombros y cuello.

— ¿No tienes a nadie en mente? — Pregunto paseando mis dedos y haciendo un poco de presión en dichas partes. Logrando que gruña bajito.

— Si, pero es una decisión muy importante. Tiene que estar capacitado y dispuesto a estar hasta tarde en la empresa — Dice acariciando mi cadera — Estar dispuesto a viajar para la próxima reunión — Me quedo quieta cuando escucho lo último.

— ¿Cuándo debes viajar cariño? — Pregunto haciendo que me mire a la cara.

— Pues, todavía no lo sé, necesito viajar a valencia para tener la primera junta como director — Hace una mueca, ninguno quería que el otro se valla por tanto tiempo, menos con todo lo que estábamos viviendo — Escucha — Dice tomando mi cara — Es mejor que la haga esto ahora, No quiero irme después nazca cielito. Y enserio necesito presentar al vicepresidente en ese viaje ya que seguramente luego de que Ali venga — Una de sus manos viaja a mi vientre — Me tomare una licencia para estar con ustedes, ayudarte y disfrutarlas al máximo — Bueno, en eso tenía razón era mejor ahora que al tiempo que cielito naciera. Asiento de acuerdo. Me acerco hasta el para besar sus labios cerrando los ojos mientras me recibe cálidamente entre sus brazos.

. . . 

— Tu vete y ponerte más bonita nosotros terminamos aquí — Me dice Alena tomando mi brazo.

— Pero Al... ¿estas segura? — Digo dirigiendo mi vista hacia la cocina en donde ya se encontraban David y Alex recalentando toda la pila de comida que habían traído.

— Sisi, Kyle y yo nos encargamos de lo que falta — Tira de mi brazo hasta llevarme al pasillo y hacerme entrar a mi habitación.

Bufo y camino lentamente hasta mi armario, tenía toda la ropa que había preparado ayer en una percha. Iba a usar un vestido celeste que Matt me había regalado el otro día especialmente para estrenar hoy. Era muy bonito, Matt tenía buen gusto y por supuesto que conocía los míos.

Dejo todo lo que usaría sobre la cama y me vuelvo hacía el armario para sacar las prendas de Matt, dijo que estaba camino a casa. Luego de acomodar las dos perchas sobre la gran cama tomo una toalla y camino hacia el baño tomando en el camino mi teléfono. Estaba sudada y con el pelo sucio. Habíamos estado la mayor parte de la mañana con Alena y Kyle decorando el apartamento, luego habían llegado David y Alex, acompañados de una chica. Ellos rápidamente comenzaron a preparar la comida mientras Madeline, la chica que había nombrado antes cuidaba de la pequeña Sarah.

Pongo música en mi teléfono para relajarme y prendo la regadera deshaciéndome rápidamente de mi ropa para meterme en la ducha. La música sonaba en aleatorio en mi teléfono. Tomo el gel de baño y pongo un poco en mi mano comenzando a cantar la canción que ahora sonaba en mi teléfono.

Vacío, perdi'o

Va latiendo cada vez más frío

Confío y sigo (sigo)

Me lastima, pero le sonrío

Cómo tengo que hacer

Pa' no cegarme por tu placer

Me paro y vuelvo a caer

Ya no importa lo que pudo ser

Dime el precio, dime cuánto

Para que alivie mi llanto

De qué me sirvió tu encanto

Si al final no diste tanto

Canto como si fuera trap, moviendo mis manos al ritmo de la música. Meto mi cabeza bajo la regadera para limpiar el gel.

Sigo cantando hasta que la canción se termina, la verdad me encantaba ese ritmo. Abro los ojos bajo el agua cuando no se pasa a otra canción, saco la cabeza hacia afuera para ver mi teléfono, mis ojos se desvían a unos pantalones en el piso.

Eso no era mío

Me doy vuelta rápido cuando siento que se ríen detrás de mí.

— Mierda quieres matarme — Digo golpeando el hombro de Matt — ¿Por qué eres tan sigilosos?

— Lo siento — Dice acercándose para darme un beso y tomar mi cintura entre sus manos — Quería bañarme contigo, pero no quería interrumpir tu concierto — Besa mi mejilla y me corro bien para atrás chochando mi espalda contra la pared para que él pueda mojar su cabeza con el agua. Rio con vergüenza al darme cuenta que me escucha cantar como loca, pero se me pasa al recordar la cantidad de veces que me oyó hacerlo en el auto o cuando limpiaba.

— No podemos tardar mucho — Digo pasando mis manos sobre su pelo para ayudarlo a bañarse. Suspiro cuando comienza a besar mi cuello mientras acaricia mis caderas.

— Yo solo quiero bañarme — Habla queriendo sonar inocente — Siento no haber llegado antes — Se separa para mirarme a los ojos. Niego.

— Llegaste a tiempo — Dejo un suave beso en sus labios que él se encarga de profundizar tomando mi cara con una de sus manos. Recorre mi silueta lentamente como si yo fuera lo más frágil del mundo y no me quisiera lastimar, sus besos logran calentarme el corazón.

Nos mantuvimos un rato así besándonos como adolecentes y olvidándonos de todo, del estrés de esta última semana, del trabajo, de todo. Solo estábamos nosotros. Yo creo que más que besándonos, se podría decir que nuestros labios estaban jurando una promesa definitiva, que me aseguraba que pasara lo que pasara siempre nos tendríamos el uno al otro.

Termino de secar mi cabello con el secador y me hago unas pequeñas ondas en las puntas de mi oscuro pelo. Ya me había colocado mi vestido y chatitas negras, delinee mis ojos cosa que casi nunca hacía, pero me gustaba como quedaba y me puse un labial color carne.

Camino de nuevo hasta la habitación para buscar un listón celeste que me había comprado para mi pelo, combinándolo con el vestido.

— Bueno ahora sabremos que cielito va a ser graciosa por mi parte y hermosa por la tuya — Digo levantando una ceja cuando entra a la habitación y mi sexy hombre estaba terminando de abrochar su camisa.

Oh dios, gracias por tan hermoso espécimen.

Lo veo ponerse colorado, seguramente por mi mirada pervertida. El lucía un espectacular pantalón de jean negro con una camisa branca por dentro con los primeros tres botones abiertos dándonos una buena vista de su caliente pecho.

— Se ven hermosas, que buen gusto tengo — Dice refiriéndose al vestido, asiento de acuerdo. Estira su brazo para que me acerque hasta el — No quiero que escuche cielito — Dice en mi oído cuando estoy pegada a él — Pero eres la mamacita más sexy de todas — Doy un pequeño salto entre divertida y excitada cuando su mano le da un leve apretón a mi nalga.

— Vamos, que de seguro ya están por venir los invitados — Digo besándolo por sorpresa, no podía evitarlo, sus labios rosados siempre se veían tan apetecibles. Salimos de la habitación tomados de la mano y caminamos hasta la sala, donde ya todo estaba perfectamente decorado, la verdad Alena se hacía pasado con la planificación de la decoración.

Al lado de la pared de la entrada estaba la y cosas dulces y las caramelearas junto a la torta que habían preparado David y Alex, las cuales no había visto ya que me lo impidieron. Tiro del brazo de Matt para ir a mirar más de cerca los detalles de esa mesa, la torta tenía una corona dorada en la punta y me encanto, se veía deliciosa, detrás de la mesa habían pegadas en la pared tiras de colores doradas, rosas y blancas con muchos globos al rededor decorando. Estaba fascinada.

— Wow... quedo genial — Comenta Matt y yo asiento emocionada — Son rápidos, todo esto no estaba cuando yo llegue — Dice riendo.

— Oh mira — El ventanal que daba al balcón tenía sobre la cortina blanca muchas luces que caían a lo largo y en la parte de arriba rosas de plástico dándole un ambiente natural — ¿Espera donde están todos? — Digo mirando a Matt que niega.

Caminamos hasta la cocina en donde se encontraban sentados Al y Kyle mirando a Luca que estaba en su huevito sobre la mesa. David y Alex seguían preparando la comida. Sarah estaba durmiendo en el carrito cerca de Madeline.

— Wow chicos, se pasaron — Digo emocionada y ellos me miran sonriendo. Al se levanta para hacer una reverencia.

— Gracias, gracias, lo se soy la mejor — Dice limpiando su hombro con arrogancia por lo que río, esa era mi amiga.

— Ey, que yo también ayude — se queja Kyle y Al rueda los ojos.

— Todos ayudaron — Digo acercándome para darles un abrazo — Y a ustedes también — Hablo señalando a Alex y David.

— De verdad chicos, no podríamos haber dejado todo así o si quiera llegar a tiempo con la comida para hoy — Dice Matt parándose detrás de mi cuando me separo los chicos.

— Solo hago mi trabajo como padrino — Dice Alex restándole importancia. Matt asiente divertido.

— De verdad se los agradecemos nosotros y Ali —Sigue hablando Matt acariciando mi vientre desde atrás.

— ALI — Grita Alena levantándose de su silla — Dijo Ali — Festeja — Sabemos su nombre antes que los demás — Se da vuelta y le choca los cinco a Kyle quien se ríe de su novia.

Era tan competitiva.

— Ali es la abreviación de muchos nombres — Comenta David y Al bufa.

— Es verdad — Dice al darse cuenta de su error — Hoy dirán quienes son los padrinos ¿no? — pregunta Alena interesada. Con Matt decidimos que sean cuatro padrinos para poder poner a todos los que queríamos, el eligió dos y yo dos.

— Yo voy — Digo cuando el timbre suena, dejando a mi amiga con la intriga para ir a abrir la puerta — Hola — Le digo a la multitud de gente que esperaba en mi puerta. Mis padres, los de Matt, sus hermanos, mi hermana y su marido. Teníamos mucha familia.

— Hola cariño — Mis padre me hacen sanguche abrazándome uno de cada lado y dejándome un beso. Los saludo para dejarlos pasar. Los papas de Matt me llenaron de cumplidos a mí y a cielito. Emma y Liam que venían muy bien vestidos, Emma con un vestido ajustado blanco y unos tacos. Liam camisa y pantalón de vestir. Ya hacia una semana desde que sus padres volvieron de vacaciones por lo que ellos se habían ido a su casa. Por último entro mi hermana.

— Sis... — Dice lanzándose contra mí para apretujarme — Las extraño tanto — dice besando repetidas veces mi mejilla — Mi chiquita hermosa va a ser mamá — Su voz se quiebra en la última palabra, Elisa podía ser muy sensible cuando se trataba de estos temas, sabía que ella quería ser mamá desde hace mucho pero no quedaba embarazada, y de una forma u otra mi embarazo la afecto.

— Eli — Susurro abrazándola — Hola Derek — Digo saludando a mi cuñado suelto a mi hermana, ahora la abrazaba por la cintura.

— Hola lía — Dice sonriéndome para darme un beso en la mejilla.

— Pasen — Digo y el la deja pasar primero a mmi hermano para luego levantar una caja súper grade del piso. Abro los ojos ¿eso era un regalo?

Cierro la puerta y ya en la sala estaba Matt saludando a mi hermana, al igual que Al y Kyle que le presentaban su bebé a la pareja.

. . . 

Había pasado un rato. Como una hora en la que habían terminado de llegar los

Invitados. Conocidos cercanos, tíos, primos, nuestra familia, Amelia, Lissa con Jake y todos a los que habíamos invitado. Al ser pocos entrabamos perfecto en la sala del apartamento.

— Si y ahora estamos yendo a un médico especialista amigo de Derek — Nos cuenta Elisa a mí y a Al.

— En serio espero que consigan — Dice Al apoyando su mano en el hombro de mi hermana. Estábamos las tres sentadas en el sillón hablando mientras cerca del balcón se encontraban hablando Matt, David, Kyle y Jake, ellos lo estaban integrando ya que no conocía a nadie.

Mis padres y los de Matt hablaban con Alex seguramente sobre su universidad en la otra esquina de la sala. Emma los ignoraba hablando con Liam. Lissa había entablado una conversación con Madeline, que por lo que había entendido era un poco más chica que nosotras y al parecer ellas se conocían de algún lado. Las demás personas y familiares hablaban entre sí.

— Esperen me un segundo — Digo levantándome despacio se mi asiento cuando el timbre suena ¿Quién era? No faltaba nadie. Camino hasta la puerta del departamento y arreglo el listón de mi cabello, lo tenía medio recogido con esa cintita celeste.

Sonrió antes de abrir la puerta y frunzo el ceño rápidamente al abrirla y encontrarme Darrel del otro lado de la puerta.

— Hola — Dice el sonriendo incómodo.

— Oh hola, lo siento — Digo sonriéndole para hacerme a un lado e invitarlo a entrar — ¿Cómo te va? — Pregunto al darme cuenta lo maleducada que había quedado.

— Bien, me invito Emma — Aclara ¿Qué parte me perdí? eso es lo único que puedo pensar.

— Hola — Dice Emma llegando hasta nosotros él se acerca a Emma dejándome detrás de ellos mientras cierro la puerta.

— Hola — Dice él recibiendo un beso en la boca por parte de ella. Arqueo una ceja. Veo que la mira de arriba abajo a la rubia — ¿Por qué te pusiste ese vestido? — Le pregunta el bajo, ella mira su cuerpo y se encoje de hombros — te vez gorda — Dice el como si nada, al parecer no se acordaba que yo estaba detrás y podía escuchar todo.

— Em... — Dice Emma nerviosa, ni siquiera levanta la cabeza — Ven vamos para allí — Lo ignora, los ojos de Emma llenos de decepción miran hacia donde están sus padres y ambos avanzan unos pasos y yo los sigo.

— ¿Qué hace ese idiota aquí? — Pregunta Darrel atrayéndola a su cuerpo posesivamente al ver a Alex charlando amenamente con los Villar.

Entonces él sabía que era con Alex.

— Es el mejor amigo de mi hermano Darrel — Susurra ella bajo ya que sabe que yo estoy detrás.

— Ese es otro idiota — Bufa claramente refiriéndose a Matt. Siento mi sangre hervir, este mocoso se atrevía a hablar así de mi hombre y en mi propia casa. Veo a Emma mirarme de reojo cuando paso por su lado. No iba a decirles nada, no iba a arruinar la tarde.

— Bueno, que es mi hermano — Dice Emma un poco enojada. El la ignora y yo me acerco hasta mis padres y suegros junto a ellos, no iba a perderme lo que sea que podía pasar.

— Oh hola Darrel — Habla Lilian claramente sorprendida por la presencia del mocoso. Camino hasta estar al lado de Alex que mira fijamente a Emma y se cruza de brazos para luego mirarme a mi cuando aclaro mi garganta.

— No lo puedo creer — Me susurra Alex apretando sus labios y negando, asiento. Claramente estaba decepcionado.

— Li... — Me llama Alena. Camino hasta ella que tiene una lista en su mano, supongo que es la organización y todo eso — Ahora hay que sacar la primera tanda de comida salada, lo frio y todo eso — Asiento.

— Claro le diré a Matt que me ayude a sacar las cosas — Digo viéndola tachar algo con su lapicera — Podemos hacerlo — Digo cuando ella está por hablar, me sonríe.

— Eres terca — Dice rodando los ojos.

— Uf quien lo dice — Digo irónicamente riendo, me doy vuelta y camino hasta Matt que se encontraba en una entretenida charla con los chicos — ¿Cariño me ayudas un segundo? — Pregunto parándome a su lado.

— Claro cielo — Deja su vaso sobre la mesa más cercana y me acompaña a la cocina — ¿Que hace ese idiota aquí? —Me pregunta a mis espaldas cuando entramos a la cocina, si había visto a Darrel.

— La verdad, no tengo idea — Digo encogiéndome de hombros — ¿Me pasas los platos? — Le pregunto señalando las lejanas estanterías que con mi altura no llegaba.

— ¿No era que se habían separado? — Refunfuña el pasándome los platos.

— Me encuentro igual que tú — Digo negando.

— Chicos quieren que los ayude — Emma entra repentinamente en la cocina y me da una mirada asustada cuando ambos la miramos.

— Claro — Responde Matt acomodado algunos de los chips desde la bandeja al plato.

— Toma, lleva estos — Le doy a Matt dos platos — Nosotras llevamos los demás — Le digo sabiendo a que venía Emma. El agarra todo y sale por la puerta de la cocina sin decir nada.

Emma se acerca lentamente hasta mi lado y su vista queda en la comida, apenas se escucha su respiración, está en completo silencio.

— Tranquila no iba a decirle nada — Digo para que ese relaje. Siento su mirada clavada en mi perfil, estaba avergonzada lo podía notar — Tuvo suerte de que haya sido yo quien lo oyó y no Matt o tus padres — Hablo girándome hacia ella — si fuera por mí en este momento el no estaría ahí — Señalo la sala — Pero no quiero que pasemos un mal momento.

— Yo... de verdad lo siento — Susurra ella realmente arrepentida.

— No es tu culpa — Digo acariciando su brazo. Miro hacia la puerta asegurándome de que no nos escuchen — No deberías dejar que te diga eso, las palabras destruyen — Eso era lo que más me dolía, no poder hacerla abrir los ojos. Ellas asienten y la abrazo.

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¿Qué opinan de Darrel?

¿Qué pasara en el próximo cap?

¿Que les parece la pueva portada?

N/A: espero que les guste mucho el capítulo, voten, comente y síganme en mis redes y en las del libro que se las dejo acá abajo.

todas las fotos de la decoracion y los vestidos de lia estaran en el instagram.

-Aldi🥀

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