Capítulo 73: "Proyectando sueños"

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Prov's lía

— ¿Ya estas listo? — Le pregunto a mi hombre mientras entro a nuestra habitación. Su traje azul sobre su cuerpo parecía estar hecho completamente a medida.

— Listo — Habla girandose hacia mi, al mismo tiempo que lo veo luchar con su corbata. Suelto una pequeñas risita.

— Dejame te ayudo — Digo acercandome a él que se encuentra junto a nuestro armario — No queremos llegar tarde — Le sonrío tomando los lados de su corbata para comenzar a entrelazarlos, la habia visto a mi madre muchas veces hacerlo, a ella le gustaban mucho para llevarlas con su traje.

— Te vez hermosa — Murmura mi hombre sacandome de mi concentración, sus manos sostienen mis caderas cubiertas por una pollera de oficina. Sin poder evitarlo me sornrojo halagada, a pesar de todos nuestros años juntos sus palabras todavía lograban crear todo tipo de cosquilleos en mi estomago.

— Gracias, también te vez sexy y guapo — Me estiro para dejar un beso en sus labios mientras acaricio su trabajado torso, lastimosamente cubierto por una camisa — ¿Puedes armar el carro mientras yo la levanto? — Le pido a mi hombre luego de separarnos .

— Claro cielo — Río cuando me roba un ultimo beso y sale de la habitación con rumbo a la de nuestra pequeña, allí guardabamos su coche.

Me giro para dirigirme hasta nuestra cama donde pegado a ella se encontraba el colecho en el que desde hace ya un mes dormía nuestra pequeña. Estaba muy chiquita como para dormir sola en su cuna, en otra habitación.

— Cielito... — Susurro acariciando su carita, mi bebé se remueve entre sueños mientras mueve su boquita como si estuviera tomando de mi pecho ¿Soñara que esta comiendo? — Hay que irnos mi amor — La envuelvo en las mantras que estaban debajo de ella, cubriendo su vestimenta de hoy. La atraigo a mi pecho y beso repetidas veces su cachete hasta que la escucho quejarse.

Ali resfriega su nariz en mi pecho y sigue durmiendo. Salgo de la habitacion mientras acaricio su espalda. Entro a su cuarto viendo a mi hombre esta terminar de armar el coche.

— Hola papá, ya me desperte — Digo afinando mi voz para "imitat" la voz de bebé.

— ¿Estas lista mi cielito? — Pregunta mi hombre llegando hasta nosotras abraza mi cintura con uno de sus brazos mientras que el otro rodea a nuestra hija — A ver la ropa de esa princesa — Dice Matt acariciando la carita de Ali que abre de a poco sus ojos mirando a su papá. Habiamos elegido ponerle un conjunto que le habían regalado mis padres, era rosa con lunares mas oscuros y la remera llevaba una jirafa, todo a conjunto con su gorro.

Cielito protesta un poco estirando uno de sus bracitos torpemente para "pedirle brazos a Matt" segun lo que el interpretaba y usaba como escusa para tenerla todo el dia a upa.

— Hola cielito hermosa — Le habla agudo como yo mientras la toma en sus brazos.

Camino hasta el carrito para terminar de acomodarlo, tomo el huevito y lo encastro en el carro para luego llenarlo de mantas, no estaba pronosticado que hiciera frio durante el día pero como era de mañana si hacia un poco.

— Vamos pon a la niña consentida dentro de su coche — Digo mirando a mi hombre mientras me paro junto al carro. Habian pasado dos semanas desde se nacimiento y Matt ya le habia creado tres mañas nuevas a nuestro tesoro y cumpliendolas cada que ella estaba enojadao hacia berrienches, si nuestra niña tiene caracter.

— Bartolito era un gallo que vivía muy feliz — Contengo la risa cuando Matt comienza a tararear esa canción. Ciertamente era la favorita de mi bebé, se pasabaa todo el día viendo su granja en la tele — Cuando el sol aparecía, Bartolito cantaba así — Esta era una de las mañanas de cielito, debiamos cantarle cualquiera de sus canciones favoritas para que no llorara cuando la metiamos en su carro, ya que le encantaba estar en nuestros brazos. Mi pequeña lo observa atenta.

Me coloco detras del carrito esperando a que mi hombre termine la cancion mientras abrocha a Ali a su huevito.

— Listo — Se separa lentamente del coche y me mira le regalo una sonrisa, no voy a mentir me derretia el corazón verlo tratar asi a nuestra hija, él era el padre que imagime para Ali y mucho más.

— ¿Vamos? — Pregunto empujando un poco el carro hasta estar a su lado.

— Vamos — Responde para luego darme un piquito, salimos de la habitacion, Matt detras de mí, el llevaba la mochila de cielito colgando de uno de sus hombros. Era gracioso ver cambiar su maletín de empresario por una bolsa de bebés, no le sentaba para nada mal, era un papá sexy.

Mis ojos bajan sin querer a su marcado tracero cuando se adelanta para abrinos la puerta. Esos pantalones de vestir azules no ocultaban su buen trasero.

Solo faltan tres semanas y media, tranquila.

Salimos al pasillo luego de que él cerrara el departamento y llamamos al asensor entrando en el cuando las puertas se abren.

— ¿Pasa algo? — La voz de mi hombre me saca de mis pensamientos, Matt me observa un poco debertido y ahi es cuando me doy cuenta que no deje de mirarlo un segundo ¿Me estoy mordiendo el labio? Dios hasta mi inconciente me delata.

— Nada solo estaba... pensando — Digo corriendo mi pelo hacia atras para dejar mi cuello libre, como me gustaria sentir sus labios ahí.

— Ah... — Responde él apoyandose en la pared del asensor. Sonrió un poco cuando de reojo puedo ver que mira disimuladamente mi cuello expuesto.

Podia sentir sus ojos oscuros sobre mí, y quería acercarme hasta el, abrazalo y pedirle que me bese, pero debia quedarme quieta. Por qué cada beso que nos dabamos, por más inocente que sea lo terminabamos agitados y con las manos en donde no debían.

El asensor se abre cotando cualquier clima de tencion. Me apuro a salir del asensor mientras empujo el carro de Ali, saludo a andres que nos abre el portal y camino hasta mi auto. Saco las llaves del bolsillo de mi abrigo y le saco la alarma a mi bebé rojo.

Una vez junto a la puerta tracera dejo el carrito de di bebé sobre la vereda y abro la puerta para acomodar la silita, luego Matt debia encargarse encastrar el huevito ya que a mi no me salía.

Me arrodillo sobre el asiento de atras tratando de acomodar perfectamente, sabiendo que Matt debe estar mirando a cielito.

Hablando del rey de roma, me inclino más sobre el asiento cuando siento que él esta cerca de mi, mi lamparita pervertida se enciende, y sonrió como loca.

Si yo sufría, él también.

— Yo termino de acomodarlo — Habla mi hombre tomando mis caderas entre sus fuertes manos. Asiento retrocediendo lentamente hasta pegar su cuerpo al mío cuando mis pies tocan el piso.

— Ups... — Digo mirandolo por encima de mi hombro mientras pego lo más que puedo mi trasero a su cuerpo, una sonrisa maliciosa se despliega en sus labios.

— No seas mala — Susurra sobre mi oído. Sus manos me sujetan fuerte mis caderas, cierro los ojos cuando estas, un poco más atrevidas se deslizan hacia abajo por mis costados — Por que yo también puedo serlo — Su voz ronca me saca un suspiro y sus manos calidas me tientan acariciando mis piernas.

No salió como pensaba.

Suelto una risita nerviosa cuando chupa mi lóbulo, puedo sentir el calor picar entre mis piernas, aprieto mis manos en puños para no moverlas y que terminen en su delicioso cuerpo.

Por Dios, es mi novio y no puedo tocarlo.

— Hay que irnos — Habla un poco divertido separandose de mí. Aclaro mi garganta y me salgo de delante de la puerta para que el pueda acomodar a Ali.

Tengo que tomar varias bocanadas de aire cuando me encuentro muy agitada, evitó mirarlo mientras el hace su trabajo abrochando a cielito a su huevito.

— Esta ronda la ganaste tú, pero todavía quedan tres semanas y media — Susurro para mi misma mientras muerdo mi labio.

Matt 1 - 0 Lía.

. . .

Miro de reojo a mi hombre cuando su mano llega a mi muslo, quedandose ahí quieta. Vuelvo la vista y concentración a la carretera.

El siempre hacia eso ¿por que hoy me afectaba tanto?

Suspiro maldiciendo la hora en la que quise jugar con él ¿Como se me ocurre? Conociendo lo calenturienta que soy era obvió que la que más sufriria seria yo, si nis hormonas post-parto eran una gran carga desde que di a luz, haciendome cambiar de humor cada cinco minutos y mantener el nivel de calengura siempre alto, no me culpen hacia un mes que me tenian en cuarentena.

La mano de mi hombre aprieta mi muslo y yo hago lo mismo con el volante.

Lía, consentrate estas conduciendo.

Suspiro aliviada cuando a lo lejos veo la empresa, estar en lugares pequeños junto a mi sexy novio no eran buena opción. Y aun que el se hiciera el duro yo sabía que no solo eso era lo que andaba duro.

Bajamos del auto y tomo la carriola del baul mientras mi hombre saca a nuestra hija del asiento trasero. Abro facilmente el carro y me quedo a un lado esperando a Matt. Cierro el auto con alarma justo antes de que el termine.

Tomo la mano libre de mi hombre cuando se para a mi lado para llevar el carro, él lo conducia con una mano, siempre sin perder su estilo. Caminamos hacia el interior del edificio saludando a karla y las otras hicas de recepción que miran curiosas el interior del coche de mi hija.

— Hola, señor señora — Saluda educadamente uno de los guardias, creo que se llamaba patrixio era dentro de todo uno de los más nuevos de seguridad, se encontraba junto al asensor — Que sorpresa verlo aqui — Dice apretando el botón para llamar al ascensor por nosotros.

— Hay que volver cada tanto — Dice mi hombre educado, sonriendo minimamente, queriendo siempre conservar ese profecionalismo con sus empleados.

— Felicitaciones — Dice refiriendose a cielito y ambos le agradecemos al mismo tiempo que el asensor se abre. Nos despedimos de pratrixio y entramos, para luego apretar el botón del último piso.

Por ahora quien esta acargo y supervisada es Eva, la viceprecidente. Pero Matt queria pasar un momento para ver por el mismo que todo se encuentre bien y ayudar a su colega.

El elevador se cierra detras de nosotros, Matt gura el carro para que quede mirando a la puerta. Me paro al lado de mi hombre que todavia sostenia mi mano.

Giro mo cabeza cuando siento que necesito atención, bueno mimos, si así de rapido me cambiaba el humor.

¿Que habian hecho conmigo estas dos personas con las que comparto el adensor? Lo que menos me gustaba era abrazar a alguien y mirame ahora, acercandome a mi hombre para que me abrace y sonriendo como tonta cuando lo hace.

Escondo mi sonrisa de niña mimada mientras aspiro el aroma que desprende su cuerpo, ese perfume me volvia loca. Su mano acaricia mi espalda tiernamente.

*insertar carita babeando*

Una de las manos de mi hombre sostiene mi barbilla obligandome a mirarlo, una sonrisa decora su rostro y suspiro enamorada cuando se acerca tanto que su nariz roza con la mía.

— Levanta la cabeza y dales para que hablen con razón — Susurra sobre mis labios un segundo antes de fundirlos con los suyo.

Sonrió sobre su boca cuando entiendo sus palabras. Hace unos dias le habia contado a Matt lo que habia pasado en la cafeteria aquel dia en el que con williams habiamos escuchado todo, claro no le dije nombres ni nada, solo queria contarle la situación, ya que por lo fragil que estaba mi salud emocional, las palabras que habia dicho aquella chica me habian afectado aun que sea un poco y Matt lo habia notado.

Mis ojos no se despegan de los de mi hombre favorito cuando sus labios lo hacen, ese beso tan dulce y protector logro poner a cominar rapido mi corazón.

Malditas hormonas post-parto que por todo se me acelera el corazón.

— Te amo — Hablo acariciando su nariz con la mía. Las puertas del asensor se abren justo cuando quiero volver a besarlo.

— Te amo — Habla Matt robandome un pequeño besito para luego darse la vuelta y empujar el carrito de nuestra hija, salgo detras de él rapidamente y tomo su mano cuando la tiende hacia mi mirandome por encima de su hombro.

Me sentia nerviosa, si. Nunca me habia fijado en que habia tanta gente en este piso pero estaba segura que ahora mas de treinta pares de ojos nos observaban curiosos y detalladamente, siento un pequeño apretón en mi mano y miro de reojo a mi hombre que me sonríe mientras avanza a paso seguro por en medio de los cubículos.

Ese fue lo unico que necesite para que mi humor cambie ¿Que me importaba lo que los demas piensen? Yo se lo que soy y me basta que las personas que amo lo sepan.

Ahi lo tienen de vuelta, cambió de humor repentino.

Mi proximo paso es firme al frente, casi ni parece que no uso los tacones desde hace mucho. Levanto la cabeza y sonrió cuando un par de personas se nos acercan, logro reconocer a algunos, nos habian acompañado al viaje a Santt Montt.

— Bienvenido señor — Dice un hombre al que no le recuerso el nombre — Señorita — Me saluda y yo hago lo mismo con un asentimiento de cabeza — Felicidades — Dice mirando el coche de cielito, ciertamente no se le podia ver la cara por las mantas y lo pequeña que era ella.

— Gracias Colin — Dice Matt y yo susurro lo mismo — ¿Como va todo? — Le pregunta Matt a el y un par de hombres mas que nos rodean.

— Exelente elección señor, ni una queja como siempre — Dice Colin y puedo ver la exprecion de alivio de mi hombre, que luego de un segundo asiente.

— Me alegro mucho, si nos disculpan debemos seguir — Dice tranquilo y todos se hacen a un lado para dejarnos pasar despidiéndose.

Un par de ojos siguen mirandonos a medida que seguimos caminando, entramos en el pasillo para llegar a la oficina de Matt no puedo evitar pensar que Matt es un gran jefe, a pesar de parecer muy duro en el trabajo y que nunca se muestra con su verdadera y encantadora sonrisa, era muy querido por todos. El podria ser tu jefe pero si tenias algun problema sabia escucharte y comprenderte, y creo que eso es lo que todos podian ver.

lo admiro mucho.

— Señor y señora Villar, buenos dias — Habla Luke en cuanto nos acercamos a su escritorio.

— Buenos dias Luke — Le respondo mientras Matt lo hace con un asentimiento cordial.

— No espera verlo por aquí ¿necesita que lo ayude en algo? — Pregunta levantandose de su asiento.

— No, muchas gracias Luke, solo estaremos unos momentos — Dice Matt frenandolo — Espera, solo llama a la señorita Ricci por favor — Luke asiente y ambos entramos al despacho.

Camino hasta el sillón una vez dentro de la oficina y me tiró sobre él bostezando un poco ya me habia desacostumbrado a levabtarme tan temprano, por suerte mi cielito no solia despertarse tan a la mañana.

Matt llega segundos después hasta el sillon empujando el carrito de Ali. Me siento junto a el cuando él y apoyo mi cabeza en su hombro y con mi mano acerco él carro de nuestra niña cuando la veo removerse un poco, abre sus ojitos azules y nos observa un segundo para luego bostezar tiernamente.

Es tan preciosa.

Sonrio enamorada, todo en este memento me transmitia paz.

Matt y yo estamos endulzados con cualquier cosa que Ali haga, cada una de sus mañas y balbuceos.

De repente un puchero se intala en la boca de mi pequeña seguido de un grito que rompe con todo tipo de silencio pacifico.
Pego un salto en el lugar y me apresuro a levantarla.

— ¿Que pasa Ali? — pregunto atrayendola a mi pecho, queria calmarla rapido ya que no me gustaba escucharla llorar.

— Cielito tranquila — Matt también trata de calmarla igual de alterado que yo, por que la verdad nuestra hija tiene un par de pulmones potentes y deseguro todos los pisos escucharon sus gritos.

Desabrocho mi camisa torpemente mientras Matt trata de entretenerla haciendole caras, nada funciona.

Mis dedos se enredan haciendo que el desabrocharme la camisa sea mas didicil y frustrante. Matt trata de consolarla poniendole su chupete en su boca pero ella lo escupe a un lado para seguir gritando.

Tiro fuerte de mi camisa y ni siquiera me importa escuchar el ruido de el botón callendo al piso, solo necesitaba calmarla. Mis manos tiemblan mientras saco mi pecho y se lo acerco a su boca como siempre lo agarra rapidamente.

Todo se queda en silencio, puedo sentir mi corazon latir un poco asustado, todavia no me acostumbraba a escuchar sus gritos y me frustraba mucho cuando no podia calmarla, queria ser una buena mamá.

— Cielo, ya está, — Miro a mi hombre cuando siento uno de sus brazos rodear mi cintura, su mano se acerca a mi cara para que lo mire y ahi es cuando me doy cuenta que pequeñas lagrimas de frustración corren por mis mejillas.

— Lo siento, me puse nerviosa — Digo dejandolo limpiar mis mejillas para luego dejar pequeños besos por los lugares mojados.

— Lo estas haciendo increíble — Habla pegando su frente con la mía. Se separa para dejar un beso en ese lugar y atraerme a su cuerpo miro a mi pequeña succionar con fuerza mientras sus manitos aprietan un poco mi seno — La rompiste — Llama mi atencion Matt señalamdo mi camisa desprendida.

— Si, ahora voy a tener que salir asi — Digo riendo cuando Matt me mira levantando una ceja, quizas el encaje negro no era muy buena idea para hoy.

— Vas a tener frío — Dice mi hombre riendo un poco mientras acaricia mi espalda — Dejame que voy a ver si consigo algo — Besa mi cien.

La puerta de la oficina es golpeada por un par de toques, Matt da permiso para que pase, la puerta es abuerta dejando ver a Eva Ricci entrar timidamente.

— Compermiso — Habla Eva cerrando la puertra detras de sí.

— Buenos dias Eva — Dice Matt levantandose del sillón par acercarse a ella y darle un apretón de manos — Sientate y esperame un segundo que debo hablar con Luke — Dice mi hombre amablemente indicandole que puede sentarse en la silla que esta frente a su escritorio. Matt sale de la oficina cerrando la puerta otra vez.

Desvío mi vista hacia cielito al no sentir sus bocanadas y me doy cuenta que a penas esta tomando y que sus ojitos cada vez se cierran más, siempre era asi, hacia un berrinche, tomaba las primeras dos bocanadas con todas sus fuerzas y luego caia dormida.

Le saco mi seno y me acomodo un poco los pechos en mi brasier al cual tuve que ponerle parches para que no se mojaran con el alimento de mi bebé.

— Buenos dias, señora villar — La voz un poco nerviosa de Eva me llama la atención.

— Buenos días — Digo sinriendo de lado mirandola un segundo. Me levanto del sillón una vez que ella se sento en su silla. Saco de la mochila de cielito una babita para limpiar su carita y luego me la apoya en mi hombro para que no me manche si llega a vomitar al hacerle provechito.
Me amaco un poco mientras doy pequeños toquesitos en la espalda de mi bebé sintiendo la mirada de la chica desde la silla.

— Felicitaciones — Habla haciendo que la mire confundida — Por su hija, felicitaciones — Encuentro sus palabras sinceras ¿Por que me mentiría? Sonrio y miro a mi bebé ya dormia viendose tan angelical. Beso su mejila

— Gracias — Le sonrió un poco mientras comienzo a caminar por la oficina.

— Mi novio me obligo a abortar a nuestro hijo — Dice derrepente, me quedo quieta, mis manos no se mueven al igual que mis pies, un escalofrío recorre mi cuerpo y miro detalladamente a la chica casi frente a mí, parece que en verdad no queria decirmelo, que solo le salió.

No se que decir, ni siquiera creo poder procesarlo, abro mi boca en busca de aire y me acerco lentamente hasta ella mientras sujeto fuerte a mi bebé.

— ¿Que dijiste Eva? — Pregunto sentandome frente a ella que cubre su boca con ambas manos y niega.

— Lo siento, es que veo la coneccion que tienes con tu hija y imagino que yo pude...— Sus ojos se llenan de lagrimas. Siento un nudo instalarse en mi garganta, que me ahogaba.

— Eva... lo siento tanto — De verdad lo hacia, como madre y como mujer sabia que esa no era una experiencia fácil de vivir.

No estaba en contra del aborto decidido por la mujer que cargara el feto, ese era un derecho y decicion del cual todas debiamos tener acceso para fenar un embarazo no deseado o al que no puedes darle una vida digna, pero en este caso no era asi, Eva no decidio. Ni siquiera podia imaginarme en una situación asi, ella es muy fuerte.

— Yo lo siento no debí... — Limpia sus lagrimas rapidamente, tomo su mano frenandola, podia sentir como temblaba.

— No, claro que no... — Mis palabras casi ni se oyen — Si no quieres decirme esta bien pero debes hablarlo con alguien — Digo y ella asiente no muy segura — Yo no puedo ignorar lo que me dijiste entiendes — Digo y ella ahorame mira con sus ojos inundados — ¿Hace cuanto paso esto? — Pregunto.

— Tranquila no fue ahora, yo... era mas chica, fue incluso antes de estudiar esta carrera — Dice dejandome ver que ha estado guardandose esto por años para ella misma — Nunca más lo vi desde ese horrible día — Dice contrayendo su cara en dolor.

— Yo se que es dificil de hablar pero no puedo no hacer nada, como mujer debo ayudarte a superar esto — Digo tomando un par de pañuelos de una caja que tiene Matt sobre el escritorio — ¿Entiendes no? — Le pregunto y ella asiente más convencida.

— Cielo aquí traje... — Matt habla entrando a la oficina pero se queda estatico al encontrar esta esena, su mirada se reparte entre Eva y yo, se ve confundido seguramente por que ella esta llorando — ¿Que sucedió? — Pregunta acercandose a nosotras claramente procupado.

— Nada, nada yo... — Habla Eva, estoy por responderle a mi hombre pero ella me mira suplicante — Nada estoy bien — Dice ahora desviando su vista a Matt.

— Okey... ¿Quieres agua? — Pregunta Matt mirandome un segundo, asiento para que deje de indagar ya que sabia que Eva no queria seguir con hablando.

Ella le responde que si al agua y el se acerca hasta un dispenser que hay derras de su escritorio y carga un vaso.

— Te traje hilo y aguja que consiguió Luke — Me habla mi hombre mientras le tiende el vaso a Eva que limpiaba sus lagrimas con uno de los papeles, me da ambas cosas haciendome recordar que andaba mostrando mis brasier a su compañera.

— Gracias amor — Digo sonriendole un poco cerrando mi camida y tomando ambas cosas. Me levanto del asiento luego de mirar un segundo a Eva que me da una pequeña sonrisa.

— Dame, yo la tengo — Mi hombre me tiende los brazos y le entrego cuidadosamente a una ya dormida Ali.

— Voy al baño — Digo y Matt asiente caminando hacia su escritorio sentandose en su gran silla con Ali durmiendo sobre su pecho.

¿Por que todo lo que este hombre hace me perece tan tierno?

Los miro por última vez a todos en la oficina y entro al baño privado tratando de controlar todos mis pensamientos.

. . .

Apoyo mi barbilla en mi mano mientras mi vista se pierde en las distintas calles de la ciudad que recorre nuestro auto. Mi mente vuela a una hora atrás creandome muchos dilemas.

*— Mi novio me obligo a abortar a nuestro hijo —*

Siento mi piel erizada y mi corazón un poco amargo. Queria ayudarla de alguna fotma pero, ¿Que podia hacer? ¿Y si ella no queria que la ayude?

Claramente Eva Ricci no habia superado algo tan traumático, y mis corazonadas me decían que no era algo que ella iba contando por la vida.

Quiero ayudarla a dejar de sufrir, aún que sea que sepa que cuenta con alguien. No me importa no tener esa confianza co nella, si me confesó algo tan intimo es por que en alguna parte de su corazón necesitaba ayuda.

Solo imagino ponerme en sus zapatos y mi corazón se quiebra ¿Que haria yo sin cielito? Ella es el amor mas grande que conocí, no podria vivir en un mundo sin ella luego de conocerla.

— Cielo... — Matt llama mi atención por lo que giro mi cabeza hacia él, que ahora conducia mi auto, ya que con todos mis pensamientos desparramados no me consentraba como para manejar.

— ¿Si? — Pregunto mordiendo mi labio, una parte de mi mente todavia buscaba posibilidades o excusas para acercarme a Eva y ganarme más su confianza.

— ¿Estas bien? — Sonrió un poco cuando su mano llega a mi rodilla como diciendome que tengo toda su atención a pesar de estar conduciendo.

— Solo estaba pensando en algunas cosas — Digo apretando mis labios. Me mira un segundo interrogante, queriendo saber que me traia inquieta.

— Es por lo de la oficina — Afirma un poco pensativo como yo, no le había explicado nada pero como hacerlo si ni siquiera yo podia creer lo que habia pasado unas horas atras.

— Luego te cuento ¿si? — Digo cubriendo su mano con la mía. El asiente de acuerdo sin querer insistirme.

El resto del camino solo nos dedicamos a escuchar la música que se reproducia en en la radio, cada uno perdido en aus pensamientos.

Matt apaga la radio de rrepente y lo miro interrogante, lo veo achicar los ojos mientras mira las direcciones de las casas.

— Ya estamos por llegar — Me avisa mi hombre haciendome entender que estaba buscando la dirección correcta. Puedo notar el entusiasmo en su voz, el cuál me contagia.

— Ay dios, estoy nerviosa — Digo llevandome una mano a la boca para morder mis uñas. Mi hombre ríe mientras da una última vuelta a la esquina.

— Es allí — Dice señalando una enorme casa al final de la calle. Era bonita, no se si de nuestro estilo pero no estaba nada mal comparada con las anteriores.
El auto avanza hasta donde la calle corta y nos estacionamos en la puerta de la casa.

Bajamos del auto y Matt camina hacia la cajuela para sacar el coche de cielito mientras yo la saco del auto. Una vez que la alistamos a cielito nos acercamos al gran muro de la casa para tocar el timbre.

— Hola, soy Matt villar — Mi hombre le habla a un intercomunicador en la pared, se supone que dentro de ella ya nos estan esperando nuestros agentes inmoviliarios.

— Claro, lo estabamos esperando — La voz de Camila responde desde dentro, seguido el gran portón se abre solo, al parecer es mecánico.

— Wow... — Digo un poco inprecionada con tantos lujos al ver mas de cerca la fachada de la casa, era un estilo muy moderno.

— Lo se ¿es raro no? — Pregunta mi hombre mientras caminamos por el jardin de la casa hacia la puerta principal.

El caminito de la entrada parecia algo muy practico cuando debias empujar el carrito, como lo estaba haciendo ahora, las anteriores no tenian tan facil acceso, un punto a favor.

— Parece muy... lujosa — Digo apretando un poco la mano de mi hombre de acuerdo con él, era raro, la casa de nuestros padres eran grandes y bonitas, pero algo más campestres.

Llegamos a la puerta o puertas, no se coo llamarlas ya que tiene dos ojas. Una se abre dejandonos ver a una chica y un chico perfectamente vestidos de traje.

— Hola Señor y Senora Villar — Camila, una de las agentes de vines raises que habiamos contratado, hace mas de dos semanas nos saluda primero estirando su mano hacia nosotros, ambos la estrechamos.

— Buenos dias — Dylan su compañero nos saluda haciendo lo mismo que la morena a su lado — ¿Les fue facil llegar? — Pregunta mientras que la chica abre la otra puerta, mostrándonos el gran espacio de la entrada.

— No tanto — Contesta mi hombre apoyando su mano en mi espalda baja invitandome a pasar a la casa. Afirmo mi agarre a el coche de mi cielito y lo deslizo hacia adentro de la gran casa.

Lo primero que veo al entrar es el piso absolutamente blanco, facil de manchar, primer punto menos.

Mis tacones resuenan en toda la recepción haciendo eco, la mano de Matt no se despega de mi hasta que nos paramos en la recepción de la casa.

— Bueno, esta casa esta muy cerca del centro como ambos pidieron, es una casa amplia para formar una familia comodamente, es moderna... — Camila se para frente a nosotros y a medida que vamos recorriendo el primer piso nos cuenta sus virtudes — Por aqui esta la cocina como la perdiste — Habla mirando a Matt. Él queria una amplia y que tubiera un buen acceso de la luz natural, gracias al dia soleado podiamos comprobarlo.

— Por Aqui llegan a la sala que tiene una gran capacidad, tres sillones, dos grandes y uno pequeño una gran chimenea y un televisor — Dice Dylan llevandonos hacia la sala que estaba pegada a la cocina. Miro a Matt abriendo los ojos grandes, en esta sala entraba todo nuestro departamento.

— El baño de abajo es pequeño ya que solo es para invitados, no tuene ducha ni nada —Habla Camila abriendo una puerta que estaba de bajo de la escaler, el baño era muy estrecho y bajo. Matt me hace una cara de desaprobación cuando los chicos no nos miran.

— Como pueden ver las escaleras no tienen alfombra pero toda la parte de arriba si las tiene ¿Quien verla? — Pregunta Dylan y yo asiento. Matt desabrocha a cielito de su huevito, la embuelve en las mantas y subimos los cinco por una muy amplia escalera.

— Tres habitaciones y dos baños, uno en la habitación principal que vendria a ser la suya — Dice Camilla conduciendonos por el pasillo a las habigaciones. La principal tenia el piso totalmente de alfombra algo que se ensuciaba fácil, otro punto menos.
Era muy grande, tiene un armario pequeño y un baño grande — Esta es la otra habitacion que pueden adaptarla para que sea para la bebé y luego desde esta puerta — Señala hacia una pared de la habitación que tenia una puerta — Por aqui tienen acceso a la otra habitacion, la tercera, tambien pueden entrar po el pasillo, pero esta fue creada para ser una sala de juegos — Dice abriendola, era una habitación mediana, pero tambien tenia alfombra como todo el piso superior.

¿A quien se le ocurriria poner alfombras en un cuarto de juegos? Los niños ensucian demaciado.

— El otro baño esta frente a esta habitacion y no tiene alfombra en el piso — Explica algo bastante obvio, eso seria el colmo.

Bajamos las escaleras luego de ver el baño era grande pero aún era mas grande el de la habitación cosa que no le encontraba sentido.

— Y por aquí esta el Jardin — Dice Dylan abriendo una puerta corrediza una vez que todos bajamos las escaleras, cielito seguia en brazos de Matt ya que era mucho trabajo ponerla otra vez en el carro — Como pueden ver es amplío, y tiene mucha naturaleza como pediste — Dice ahora mirandome a mi. Sonrió dandole una mirada general al lugar. Era bonito, amplío, pero a mi parecer tenia poca naturaleza, yo queria algo más verde, quizás con juegos para niños.

. . .

— Entonces, tiene cinco habitaciones, dos pisos, una fabulosa escalera, un patio grande, una cocina moderna una sala de estar con capacidad de veinte personas — Camila nos recuerda todo lo que ya vimos mientras estamos sentados en las sillas que rodean la isla — Si quieren les dejamos un rato solos para que hablen de que les parece y si les convence hablamos del precio — Asiento rápidamente a lo que ellos salen de la cocina.

— No te gusta — Habla Matt girandose hacía mí un poco divertido. Suspiro mirando a mi hija que ahora dormia en mis brazos, ella duerme donde sea.

— No es eso, es bonita — Digo mirando la enorme cocina.

— Pero... — Habla mi hombre tomando mi mano. No hacia falta decirle lo que no me gustaba, él ya lo sabía.

— Pero no me imagino viviendo aquí, no me imagino criando a nuestro hijos en este lugar — Me encojo de hombros dudusa.

— Creo que es algo demasiado grande y moderno para nosotros — Dice apoyando su brazo en la isla.

— Claro, me gustaria que sea algo grande pero esta es demaciado — Explico — Aparte viste los pisos, son completamente blancos — Digo abriendo los ojos.

— Si vamos a tener que limpiarlo todos los dias — Dice mi hombre que pensó lo mismo que yo — Las alfombras del piso de arriba — Me recuerda.

— Vamos a tener que aspirarlo muchas veces al día — Digo pensando en que nosotros hacemos todo la limpieza en la casa y con nuestros trabajos y una hija eso iba a ser imposible. Necesitamos algo práctico.

— Okey, le diremos a Camila y Dylan que busquen más casas, no nos mudaremos hasta que te sientas comoda en alguna — Me decepciona un poco que no nos haya gustado ninguna hasta ahora. Mi hombre se levanta para acerca a nosotras — Vamos a encontrarla, todavía tenemos tiempo — Dice acariciando mi cara.

— Tienes razón — Digo sonriendo, me estiro para dejar un beso en sus labios — ¿Podemos irnos ya? Me siento como una riquita malcriada en este lugar — Matt suelta una risa tomando mi cintura para volver a besarme poniendo mi corazon bobo como siempre que me besa.

— Vamos — Toma mi mano ayudandome a levantarme. Su mano rodea mi cintura y caminamos hacia la entrada de la cocina en donde nos esperaban los chicos.

— ¿Llegaron a un acuerdo? — Pregunta Dylan, Matt se aleja de mi para traer el coche de cielito.

— Si, no nos convenció — Digo sinceramente girandome hacia Matt cuando deja el carro a mi lado.

— En la noche les mandaremos una lista con nuestras preferencias, queremos mirar más casas — Habla Matt mientras yo acomodo a Ali en su carro, dejo un besito que su cabeza antes de separme de ella.

— Como ustedes prefieran — Dice Camila acercabdose a la puerta para abrirla — Esperaremos su mensaje y nos comunicaremos cuando encontremos nuevas casas — Dice amablemente mientras salimos de la casa todos.

— Hasta pronto — Nos saluda Dylan y nosotros lo despedimos a ambos con un apretón de manos.

Caminamos por el sendero de cemento hasta los grandes muros que rodeaban la propiedad, el porton se abre permitiéndonos salir.

Acomodamls a cielito en su asiento y guardamos su carro para luego subirnos al auto.

— ¿Quieres ir a almorzar? — Le pregunto a mi hombre luego de encender el auto el auto.

— Yo invito — Dice sonriendo y lo miro seria.

— Mitad y mitad — Digo asercandome para robarle un beso a lo que el sonríe.

. . .

— Aqui esta su pastel — Nos habla el mozo colocando una pequeña torta con una vela frente a nosotros, ya habiamos terminado de comer hace un rato y habiamos pedido una torta para celebrar el prier mes de cielito, en la noche vendrian nuestros padres a cenar para celebrarlo ya nos habian mandado un mensaje.

Matt levanta del huevito a Ali y la apoya sobre sus piernas dejandola sentada para que su carita pase la mesa. Yo me levanto y enciendo la vela con la caja de fósforos que nos trajeron y vuelvo a sentarme frente a ellos.

Saco mi telefono de mi chaqueta y lo sostengo fuerte, mientras comienzo a filmar, con Matt nos miramos un segundo para luego empezar a cantar entusiasmados.
Enfocando a mi hombre que sostiene a nuestra pequeña entre sus brazos y siento mi corazon hinchado de felicidad.

— Que los cumplas... — Canta mi hombre al igual que yo, sin importarnos que estamos en un restaurante lleno de gente, igualmente estabamos en un box.

— Feliz... Que los cumplas, Ali... — Canto sintiendo mis ojos un poco aguados. Mi bebé que observa todo con atención, la torta, la vela a mi y luego gira su cabeza mirando a su padre

— Bravo — Dice mi hombre aplaudiendo luego que la canción termina, ambos nos acercamos a la torta y soplamos la pequeña velita.

— Muy bien — Digo aplaudiendo, Matt toma las manitos de nuestra hija y hace lo mismo con las de ella.

— Felices primer mes a la princesa de papá — Matt llena de besos a nuestra pequeña mientras yo río.

— Me voy a poner celosa — Digo cruzando mis brazos haciendome la enojada.

— Tranquila Cielo, las amo a las dos — Dice Matt tomando mi mano por sobre la mesa divertido.

— No lo digo por ti — Sonrío levantando una ceja, me estiro hasta él y tomo a Cielito entre mis brazos — Lo digo por ella — Beso la mejilla de mi regordeta bebé que me observa riendo un poco cuando mis labios le hacen cosquillas — Yo soy tu favorita ¿No hija? — Le hablo de forma ridicula a mi bebé que me mira y balbucea.

— No se vale, tu eres su mamá ya tienen una conexión — Se queja mi hombre como niño pequeño levantandose para rodear la mesa y sentarse a nuestro lado.

— Vale, los dos somos sus favoritos — Digo riendo mientras Ali agarra mis dedos entre sus pequeñas manos — ¿Quieres comer torta? — Le pregunto a mi hombre cuando se sienta detrás de mi.

— No, me llene con el almuerzo — Dice rodeandome con sus brazos cuando apoyo mi espalda en su pecho — ¿Tu quieres? —pregunta besando mi mejilla.

— No, mejor hay que guardarla para más tarde — Digo cerrando mis ojos disfrutando de sus labios en mi mejilla.

Abro los ojos cuando deja de besarme, giro mi cabeza y lo veo tapando la torta con el empaque en el que vino.

— Mañana tengo que ir con Lissa a comparar el vestido de dama de honor — Le hablo a Matt mientras acaricio la carita de cielito que comienza a entre cerrar los ojos cada que paso mi dedo por su cara.

— ¿Llevas a Ali? — Me pregunta volviendo a abrazarme y yo asiento — No se rendirá — Susurra a mi oído divertido cuando nuestra pequeña lucha por mantener sus ojitos abiertos. Ambos reímos de las caritas que hace para resistirse al sueño — Estuve pensando en algo — Dice mi hombre apoyando su barbilla en mi hombro.

— ¿En que? — Le pregunto girando un poco mi cabeza encontrandolo un poco pensativo.

— No es novedad que ninguna casa logra convencernos — Dice levantando una ceja y yo asiento un poco frustrada con el tema. Vuelvo  la vista mi pequeña — ¿Que te parece si mejor compramos un terreno vacío en donde queremos y la construimos desde cero y como más nos guste? — Dice y su aliento mentolado crea cosquillas en mi mejilla.

— Me parece una gran idea — Digo sorprendida ¿Como no se me había ocurrido antes? — Seria perfecto,  tendria nuestro estilo y cariño — Hablo entusiasmada.

— Eso si, van a tardar un par de meses en construirla luego de que hagamos los planos — Avisa acariciando mi mejilla con sus manos, cariñosamente.

— No importa, todavía tenemos el departamento — Hablo más tranquila con respecto al tema que nos había desvelado por semanas, aparte de cielito. Giro mi cabeza — Quiero que sea perfecta asi poder pasar toda una vida juntos en ella — Hablo sintiendo su rostro pegado al mío.

— Es lo que mas deseó — Susurra sobre mis labios antes de besarme.

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N/A: espero que les gusten mucho este y los proximos capítulos. Voten, comente y sigandme aqui y en el Instagram del libro que subo mucho material cuando no estoy muy activa por aqui.

Se acerca el final ¿Cuantos capítulos creen que faltan para despedirnos de este par?

-Aldi🥀


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