Extra 1

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¡Hola y sorpresa!

No tenía planeado hacer un extra de esta novela, pero hace muy poco la novela llego a los 40k y esta idea surgió como una celebración. Debo confesar que extrañaba a estos dos enamorados.

Lo único que deben saber es que este extra se encuentra situado en el segundo libro por lo que si no lo leíste quizás no entiendas mucho de lo que esta pasando aúnque lo podrás leer sin problemas. (Es un capítulo largo)

Sin más, los dejo con el extra...

______________

Pov's Lía


—¿Por que papi sigue durmiendo en la sala con el tío Alex? —La dulce y suave voz de mi bebé me hacen voltear hacia la gran cama matrimonial donde esta zambullida, rodeada de mantas.

—Tranquila cielito, ellos están teniendo una pillamada —Miento terminando de colocar la camisa de mi pillama. Hacía dos dias que Matt no dormía en nuestra habitación, comigo.

—Pero cho quero dormir con papá —Se queja levantando sus manitas para bajar un poco las mantas y poder verme con sus ojitos azulados que tanto me derretian. Me acerco a la cama.

—¿Que hay de mi? —Digo falsamente dolida. —Que rápido me cambias por tu padre —Quito las mantas de su cuerpo y me lanzo a provocarle cosquillas.

—No mamita —Grita Ali revolviendose entre mis brazos mientras sueltas pequeñas carcajadas, mis dedos revolotean por sus costillas y barriga y el sonido melodioso de su voz logra traerme algo de calma entre medio de estos días tan turbulentos que estaba atravesando. Solo habían pasado dos días y ya no lo resistía.

Dejo de hacerles cosquillas y la observo con una sonrisa mientras ella trata se recuperase, me siento a su lado y nos cubro a ambas con las sabanas y luego con una manta.

Acomodo mi cabeza en el almohadón y levanto mi brazo izquierdo cuando ni siquiera tengo que pedírselo que Ali rapidamentne se acopla a mi subiendo una de sus patitas a mi estomago y abrazándose a mi como una garrapata.

Quería que se quedara así de pequeñita para siempre.

—Buenash noches mamita —Susurra contra mi luego de soltar un bostezo. Abrazo su pequeñez sintiendome la persona más afortunada por conocer un amor tan puro como me lo daba mi cielito.

—Buenas noches cielito —Dejo un beso sobre su sedoso cabello color azabache que ahora se encontraba húmedo por su reciente baño.

. . .

Me despierto cuando siento que el lugar a mi lado y el pequeño peso de mi hija se van de mi cama algo que logra confundirme ¿A donde va? no abro mis ojos por que por más que lo intente el sueño quería ganarme, pero más que nada quería saber que intentaba hacer.

—¿Y a mami no le despertaremosh? —La voz hecha Susurro de Ali llega hasta mi indicando me que no esta tan lejos de la cama.

—No cielito, déjala dormir un poco más —Me relajo un poco cuando escucho a Matt también susurrar y no puedo evitar tener ganas de pedirle que se acueste a mi lado y dormir los tres juntos un ratito más. —Dejame te pongo tus garritas —Ali ama sus garritas, unas pantuflas con forma de garras de oso.

Pasan los minutos en los que supongo que esta colocandoselas y luego de un rato la puerta de la habitación se abre y finalmente se vuelve a cerrar, dejandome sola dentro.

Considero la opción de despertarme pero la descarto cuando la idea de dormir un poco más se vuelve tentadora, Ali estará bien con Matt es su padre y sabe perfectamente como cuidarla.

Casi sin darme cuenta vuelvo a caer dormida.

Rin, rin, rin.

—Maldito —Susurro estirando mi mano hacia mi teléfono sobre mi mesa de luz, con uno solo de mis ojos abiertos tanteo la pantalla táctil consiguiendo después de un par de golpes apagarla. —Ahg... —Suspiro estirandome entre las mantas, cada día se me hacia más difícil dejar la cama y la verdad por como estaban las cosas en la casa, tampoco me daban muchas ganas.

Quito las mantas sabiendo que debo levantarme, Matt debe irse al trabajo y yo me quedaría con Ali ya que Emma no estaba viniendo a casa... todo estaba patas para arriba.

Camino hasta mi armario quitandome el pijama para colocarme uno de mis vestidos típicos, solo que esta vez uno negro, tomo mis chatitas y un par de zapatos altos, la chatitas las usaria ahora pero dentro de unas horas debía hacer las compras para la casa, por lo que llevabaria a abajo los otros zapatos para no tener que volver a subir a mi habitación.

Entro a mi baño para lavarme la cara y los dientes, cepillo mi cabello que permanecía un poco húmedo en algunos sectores por la ducha que me di antes de dormir, justo antes de bañar a Ali, tenía suerte de que ella se quedara con Matt para darme tiempo a solas, mi pequeña dentro de lo que cabía se portaba bien y nos daba más risas con sus ocurrencias que dolores de cabezas.

Cierro la puerta de mi habitación a mis  espaldas terminando de colocar una de mis chatitas. Camino a la escalera y cambio de mano los zapatos altos para tomar la barandilla de esta y bajarlas.

—Y eche es el señor salchica, es uno de los amigos del que tiene cabeza de marticho —La voz de Ali se puede escuchar desde el vestíbulo de la casa, claramente se encuentra en la cocina por lo que me dirijo hacia ella.

—¿Y ese quien es? —Entro en ella y mis ojos chocan con la espalda de Matt junto a la mesa, él le habla a mi cielito detrás de su sillita por lo que no logro verla desde aquí. Mis manos pican por ir hasta esa musculosa espalda abrazarme a ella para luego palparla con mis manos.

¿Por qué cada vez que me enojo parece estar más apetecible este hombre?

—Eche es el tolnicho —Contesta ella con su rara forma de hablar, pero que era tan tierna. Camino hasta donde ellos se encuentran siendo Matt el primero en verme cuando llego a su lado. Mis ojos van a sus manos ignorando su mirada. Él se encuentra cepillando el cabello de nuestra hija, lo divide en dos para luego amarrar una parte con una coleta. Observo un segundo a cielito cuando lleva parte de su desayuno a su boca.

Sin decir nada me coloco también detrás de Ali que está sumida en la televisión como siempre y tomo la parte suelta del cabello.

—Gracias —Le susurro a Matt tratando de no demostrar lo débil que era ante su presencia cuando me pasa el cepillo de pelo.

—Hola mamita —Ali nota mi presencia cuando hablo y solo levanta su manito para sacudirla sin voltearse, sabiendo que estamos arreglando su cabello.

—Hola mi cielito hermoso —Respondo inclimandome a dejar un beso en su mejilla. Ella al mismo tiempo pega un besito en su manita para luego apoyarla en mi mejilla en forma de saludo. Sonrió volviendo a mi posición.

Matt se separa luego de terminar con su lado, sus pasos cada vez se hacen más lejanos y un nudo se instala en mi estomago.

Odio que estemos mal.

Deslizo mis dedos por el cabello de mi cielito para luego amarrarlo delicadamente sin tirar de el. Mi hombre camina por la cocina detrás de mi, supongo que preparándose su desayuno, casi es hora de que se valla.

Tomo un par de respiraciones aceptando tener que preparar el mío cuando siento un poco de hambre. Volteo para mirarlo un segundo desviando mi vista a cualquier otro lado cuando él parece sentir mi mirada y también voltea pillandome al segundo.

Camino hasta pararme a unos pasos de él y tomo una de las tazas cuando  finalmente habla.

—Cielo... tu desayuno ya está listo —Dice de forma tímida, lo veo de reojo mientras desliza  una taza de café con leche en mi dirección por sobre la encimera.

Rompió una promesa, no caigas.

—Gracias —Musito tomandola, me quedo un segundo quieta sin saber que hacer, por un lado quería ignorarlo pero por el otro me tenia tan mal acostumbrada que necesitaba que me de mi beso de buenos días, esos que siempre solían terminar conmigo sobre la encimera y él pegado a mis labios deborandolos despacito, con paciencia haciendome sentir la mujer con más suerte solo por tenerlo.

Me giro enfadada conmigo misma por que me había hecho tan dependiente a su tacto caricias y atenciones y con él por que había mentido, todo sería más fácil y no estaría peleando conmigo misma en este momento.

—Lía —Su voz me saca de mi propia discusión haciendome notar que no me había movido un paso.

—¿Que? —Murmuro mirando a Ali asegurandome de que no estuviera escuchando, claro que no lo hacía, mira sus caricaturas.

—Cielo yo... —Sus pasos se acercan a mi espalda y cierro mis ojos tomando un respiro, necesitaba ser fuerte, más cuando su calor se siente en mi espalda. —Lo siento, sabes que no lo hice con una mala intención ¿No? —Su voz cargada de pena llega a mi como un puñal en el pecho, no quería escucharlo triste.

—Después hablamos —Susurro volviendo la vista a mi pequeña cuando ella derrepente se gira hacia nosotros.

—Mami se apago la tele —Protesta mi bebé. Dejo el café en la encimera y camino hasta la mesa volviendo a prenderla con el control. —¡Chi! —Festeja cielito —Gracias mamita —Aplaude me inclino dejando un beso en su frente.

—Come tu desayuno —Le llamo la atencion haciendo que ella asienta repetidas veces. Sonrió, por fin había logrado que ella comience a comer por su cuenta, antes era tan perezosa que cuando yo no me encontraba cerca hacia de cuenta que no sabia comer sola para que quien esté a su lado le de en la boca mientras ella miraba la televisión.

Frunzo el entrecejo cuando noto que Matt no está en la cocina, camino hasta esta para tomar mi café. Apoyo mi espalda baja en la encimera y me abrazo a mi misma luego de tomar un largo trago.

La puerta de la casa se abre dejandome confundida dejo mi café y corro hasta una de las ventanas que da al frente de la casa, abro la cortina a penas dejando que mi ojo se vea y mi pecho late en furia cuando lo veo subir a su auto.

¿Acaso se iba sin despedirse? ¿Ni de su hija?

Me giro sintiendo la cara arder y vuelvo a apoyarme en la encimera, el café a diferencia de mi esta frío. Puedo oír el auto encenderse. Si, puede que esté enoja con él, pero los besos antes de que alguno se valla eran sagrados, uno nunca sabe.

La puerta se vuelve a abrir y Matt entra a la cocina, me giro para darle la espalda y lo escucho suspirar.

—Papi se va a trabajar cielito —Lo observo sobre mi hombro cuando deja un beso sobre la cabellera de nuestra bebé que repitiendo el mismo proceso que conmigo deja un beso sobre la mejilla de su padre.

Se separa para caminar hacia mi deteniéndose del otro lado de la isla para tomar su maletín. En cuanto mira al frente no me molesto en apartar la vista, sus ojos me capturan consiguiendo hacerme sentir en casa como siempre.

Carraspea y lo noto un poco dudoso de si acercarse o no, me giro para mirarlo sientiendo a mi maldito orgullo hacerme sentir débil al desear un beso.

—¿Y tú desayuno? —Pregunto notando mi voz más dura de lo necesario. Carraspeo tratando de quitarle la tencion al aire. Miro mi taza que tenia menos de la mitad de mi café que ya se encontraba frío a este punto.

Ya no tengo ganas de comer.

—Lo haré en el trabajo —Responde y su voz es neutra. Lo siento acercarse y su perfume llega a mi lado igual que él. Levanto mi vista para mirarlo—Ya me voy —Susurra y sus ojos suplican lo mismo que mis pensamientos, asiento. Parece dudar un segundo mientras su mirada se desvia por un segundo a mis labios para finalmente dar un paso hacia atrás —Entonces adiós —Dice algo derrotado. Se gira y me quedo plantada en mi lugar un segundo

—E-espera —Tapo mi boca justo luego de hablar. Él se queda quieto y se gira hacia mi, sus ojo con un brillo particular me observan impacientes. —¿Llevas dinero? —Pregunto acercandome yo esta vez.  Él asiente cuando freno delante suyo. —Ten cuidado —Digo cruzando mis brazos,

¿por que me costaba tanto ser menos perra?

—Tendré cui... —Antes de que cualquiera de los dos logre procesarlo pego mis labios a los suyos en un pequeño contacto que no logra satisfacerme.

—Adiós, voy al baño —Digo rápidamente pasando por su lado y huyendo de la cocina, dejandolo atónito por mis repentinos movimientos.

. . .

—Espera que tu padre te ayude a entrar, no vallas para el lado profundo y pídele que te ponga tu protector solar —Enumero mis reglas mientas deslizo la maya enteriza por el cuerpo de mi pequeña que estaba ansiosa por entrar a la piscina.

—Shi manita —Habla seguramente sin escuchar ni la mitad de lo que digo. —Mamita hay que traer a Lena a mi pishina, a Sarah a Luca a todosh —Enumera con sus deditos a todos sus amigos para luego  estirar sus bracitos con entusiasmo.

—Claro mi amor otro día los invitamos a todos —Digo acariciando su mejilla. —Portate bien cielito —Digo dandole el protector solar para luego arrodillarme junto a la cama y buscar sus ojotas de baca.

—¿Estas lista? —Ali se baja de un salto de la cama en el momento que Matt sale del baño de nuestra habitación. En cuanto llegó a la casa Ali ya lo esperaba con ganas de usar la piscina.

—Chi papito —Responde efusiva pidiéndole brazos. Rápidamente él la carga. Mís ojos van a su pecho descubierto, no me culpen habían pasado tantas horas y días desde que lo había tocado y mordido por última vez.

—Faltan tus ojotas —Hablo para tratar de desviar mi atención de su cuerpo. ¿Por que cuando estaba enojada Matt encontraba la situación perfecta para andar desnudo por la casa y tentarme? Siempre haciendo de mi fuerza volunatad añicos.

Él sabía perfectamente que era una calenturienta.

Me acerco a ambos y Matt la sostiene frente a él para que pueda colocarle sus ojotas. Dejo un beso en la mejillas de mi bebé notando su mirada en mi, el calor que su piel un poco bronceada desprendia podía notarlo hasta con mi ropa puesta.

—Vayan —Me separo caminando a la cama —Yo dormiré un rato —Digo tomando el protector solar que Alina dejo olvidado para dárselo a Matt.

—¿Vamos mi cielito? —Le pregunta él con entusiasmo a mi pequeña a lo que ella comienza a aplaudir pidiendo por la piscina.

Me dejo caer en la cama mientras ellos salen de la habitación dejandome solo con la visión del buen culo de mi hombre en traje de baño.

Luego de eso solo logré dormir media hora, el calor se estaba volviendo insoportable en la habitación por lo que me levanto y abro el ventanal asomandome por el balcón, lo primero que escucho son las risitas de mi pequeña.

En el jardín puedo ver corretear a Dorito, el pequeño gatito que le pertenecía a Alex, ambos hacia un tiempo vivian con nosotros. Apoyo mis codos en la baranda del balcón.

Alex se encuentra sentado en la banca del jardín observando a las dos personas dentro de la piscina, ahora yo también lo hago.
Ali se encuentra sentada sobre uno de los flotadores de animales que tanto le gustan mientras Matt nada tirando de este siguiendo las ordenes de la pequeña mandona que le indica para donde quiere dirigirse. 

Sonrió sin poder evitarlo. Amaba verlo cumplir su rol de padre, amo ver como la cuida, como juegan y se divierten, amo ver como sus ojos se llenan de amor en cuanto la observa, como ese marrón tan oscuro que siempre me volvió loca se aclara ante nuestro cielo, ella... una mezcla de ambos.

Mi pecho es incapaz de contener a mi corazón que quiere salirse y llegar hasta él para decirle que odia esta distanciados, que lo extrañaba tanto pero aún más en las noches cuando mi cuerpo quería acurrucarse contra su gran cuerpo que me robaba la mitad de la cama y que no permitía hacerme pasar frío. Necesitaba esconderme en sus cuello y oler su perfume, besar sus labios y claro... necesitaba sentirlo, nunca había pasado tanto tiempo sin tener sexo con mi hombre y eso no ayudaba para nada a mi cordura.

No estaba enojada por lo que había sucedido con Emma, sus peleas de hermanos deben solucionarlos solos y sabia que ella en algún lugar tenía escondido ese carácter para defenderse sola.

Luego de todo lo que había sucedido en mi embarazo, Matt y yo hicimos una promesa, nunca nos ocultaiamos nada, no dejaríamos que las mentiras quisieran arruinar nuestro amor y confianza como en el pasado.

Había estado enfada y luego desepcionada cuando él rompió la promesa, pero aún así ahora, luego de tantos perdones que salieron de su boca y de tantas miradas tristes de ambos mi corazón decidió una vez más, necesitaba hablar con él, disculparme por ser una maldita perra por tratarle mal cuando él nunca quiso dañarme, cuando intento mil veces arreglar las cosas. No ganaba nada con alejarlo cuando yo misma sabía que lo necesitaba cerca.

. . .

—Llevaré a Ali a dormir —Matt  es el  primero en romper el silencio que abordo toda la cena. Asiento desviando mi vista hacia mi plato vacío y me levanto tomandolo para llevarlo al fregadero.

Segundos después lo oigo salir de la cocina con Ali que hacia ya un rato estaba completamente dormida.  Suelto un suspiro bajo y abro el grifo del agua comenzando a lavar los platos a medida que Alex levanta la mesa y los deja a mi lado en una pila. No había tenido la oportunidad de hablar con Matt desde que lo había decidido hoy en la mañana o quizás estaba tan avergonzada por mi comportamiento que no sabia como acercarme a él.

Pienso en pedirle un consejo a Alex o preguntarle como en realidad estaba Matt pero el susodicho entra otra vez en la cocina arruinado mis planes. La tención en la cocina aumenta, como desde hace días cuando todos estábamos en algún ambiente.

—Fuia ver a Emma —Giro confundida hacia Matt que se encuentra a unos pasos de la entrada, su ceño está fruncido en preocupación.

—¿No estabas trabajando? —Pregunto enarcando una ceja y acercandome a él que acaricia su nuca con nerviosismo al darse cuenta que mintió.

—Si y no —Dice inseguro y me cruzo de brazos.  —Estaba trabajando pero no podía, estaba desconcentrado, estaba allí pero mi mente no podia dejar este lugar, extraño a mi hermana pero... también a mi cielo —Susurra lo ultimo haciendo que mi corazón pegue un salto por sus palabras. Sus ojos me observan tristes y bajo la cabeza con nerviosismo notando a Alex cerca.

—¿Qué fue lo que pasó? ¿Qué dijo ella? —Pregunta este acercandose a ellos nosotros intrigado.

—Al principio no quizo hablarme pero logre convencerla, esta enoja y herida —Hago una mueca —Le pedí disculpas y le dije que nunca quisimos lastimarla —Estaba segura de que ellos no la querían lastimar solo actuaron como unos tontos —Dijo que lograba entenderlo en cierto punto pero que le molestaba que hayamos decidido por ella, fue clara diciendo que lo que pasara entre ustedes debían solucionarlo solo ustedes y tiene razón, estoy arrepentido... por todo —Levanto la vista notando que no quito la vista de mi y la desvio cohibida por todo lo que veo en sus ojos.

—¿Qué te dijo? —Pregunta Alex impaciente por Emma.

—Luego de hablar por un rato dijo que me perdonaba —Escucho atenta lo que le cuenta —Pero dijo que no volverá —Abro mis ojos sorprendida y algo de tristeza.

—¿Como que no volverá? —Soy la primera en poder hablar ya que Alex parece todavía no poder procesar lo que Matt dijo.

—Por ahora dijo —Mis corazón se encoje ante la tristeza en la palabras de mi hombre, se que él la extraña también. Aunque Ali era la que más estaba sufriendo la ausencia de su tía. —Supongo que necesita pensarlo, sanar —Murmura encogiendose de hombros.

Luego de esa pequeña charla vuelvo al fregadero para terminar con un par de platos que me quedaban, siento la presencia de Matt detrás de mi y lo veo de reojo cuando toma uno de los reparadores y comienza a secar los platos, estamos a unos pasos, exactamente a tres y puedo sentir sus miradas distraída en mi, algo que solo logra que me vuelva una total idiota, fallando hasta para tomar un vaso.

Necesito una excusa para acercarme, ¿Como podía hacerlo luego del mundo que hice por una pequeña mentira? Estoy vergonzada.

Cierro el grifo cuando termino de lavar el último plato y rápidamente me alejó de él, debiamos hablar y si lo tenía así de cerca solo terminaría saltándole encima, no puede ser que después de tantos años este hombre siga provocándome tanto como nuestra primera vez.

—¿Qué les parece si miramos una pelicula? —Alex me intercepta justo en el momento que estoy por rodear la isla, mira su reloj y yo hago lo mismo con el de la televisión. Aún era temprano.

¿Seria esta al exusa perfecta para romper el hielo?

Miro a Matt esperando una respuesta de con algo de miedo cuando lo veo dudar. Soy la primera asintiendo, oyendo como él también acepta.

Caminamos a la sala y soy la primera en sentarse deseando que Alex se de cuenta y deje que Matt se siente en medio. Sonrió bajando la cabeza cuando así lo hace, el sofá a mi lado se unde y debo contenerme para no pegarme a él para que embarace como cada vez que veíamos una pelicula

Tomo el control de la mesa auxiliar y enciendo el televisor sin ganas de ver nada en realidad, Alex apaga las luces y dejo la primer película que aparece, realmente me interesa poco lo que pase en la pantalla ahora.

Todos se quedan en silencio mientras la película se reproduce y vuelvo a mirar a mi hombre disimuladamente, su perfil totalmente perfecto, su mandíbula marcada y su barba estaban complicando mi misión de hablar dejando mis manos quietas. Necesitaba sentir su perfume y no iba a permitir que duerma una noche más alejado de mi.

Quito mi vista rápidamente algo asustada por ser pillada con la baba afuera cuando Matt se mueve estirando sus brazos distraídamente pasándolo por detrás de mí hasta dejarlo descansar el el respaldo del sillón, no me toca, claro él no lo haría si sabe que estoy enojada. Trago gruezo un poco nerviosa y debo respirar con pausas para seguir mirando el televisor y no voltear a pedirle que me abrace. Lo necesitaba tanto que me sentía más sencible de lo normal.

—Ya vuelvo —Giro mi cabeza hacia Alex cuando este se levanta totalmente despreocupado quizás sin siquiera saber lo nerviosa que estaba por que me deje sola con Matt ¿Hablaba ahora?
¿Como iniciaba la conversación? ¿Y si esta enojado por tanto insistir y no recibir respuesta? 

Suspiro volviendo mi vista al televisor, mi respiración comienza a fallar cuando puedo notar la intensidad con la que Matt me observa derrepente, se que no esta mirando la película yo tampoco en realidad, mis pensamientos están en él.

—Cielo...

—Si —Contesto rápidamente volteando mi cabeza hacia él —¿Que sucede? —Pregunto y mi voz sale suplicante queriendo seguir con la conversación.

—Solo... quiero que recuerdes que te amo —Susurra algo tímido pero sin correr su vista de mis ojos, mis labios se entre abren algo sorprendida por sus repentinas palabras, esperaba escuchar cualquier otra cosa menos eso —Nunca lo olvides ¿si? —Habla inseguro.

—Que estemos distanciados no se ignifica que no te amé, siempre lo haré  —Susurro también de la misma forma. Lo veo suspirar como si lo que le acabo de decir le hubiera sacado un peso de encima —No dudes de mi amor, a veces soy un poco tonta, lo siento no puedo evitarlo —Trato de darle una sonrisa, en cambio él si lo hace algo más relajado.

—Lamento lo que paso, nunca quise lastimar a nadie —Ahora también gira su cuerpo apoyandose en el respaldo del sillón mientras su brazo de a poco se va a cercando a mi, muy timidamente.

—Al principio estaba enfadada por eso pero se que no fue tu intención —Me encojo de hombros tratando de ser lo más sincera posible sin lastimarlo. —Solo me molesto que hayas faltado a nuestra promesa Matt... —Su exprecion se entristece y baja la cabeza. Giro mi cuerpo para quedar frente a frente.

—Lo siento tanto, estoy avergonzado por ello Lía —Murmura algo decaído. Hago una mueca.

—Yo estoy avergonzada por ser una perra contigo, te conozco y eres una maravillosa persona, mi orgullo me segó y lo siento Matt —Susurro segura de que mi hombre era el mejor y más bondadoso ser y yo era más que afortunada por tenerlo a mi lado y todo para mí.

—No eres una perra, quizás un poco orgullosa —Murmura algo divertido, golpeo su hombro despacio falsamente ofendida.

—Yo sola puedo decir mis defectos —Digo señalando acusaroriamente. Él ríe descaradamente apoyando se cabeza sobre su mano, sus ojos oscuros me observan con un brillo distinto que hace estremecer mi cuerpo. —Te amo —Digo sin ningún tipo de restricción. No lo dejo ni pensar y rápidamente me lanzo a atracar sus labios.

Un gemido de sorpresa sale de los suyos y rápidamente se separa del respaldo del sillón para tomar mi mejilla y nuca con cada una de sus manos para asegurarse de que no me aleje.

Entreabro mis labios dándole paso a mi lengua para que busque la suya, la electricidad corre por mi cuerpo cuando estás se acarician y deseo tener una sobredosis con el sabor de sus labios.

Tomo su nuca con posesividad la acaricio lentamente mientras mis labios coquetean con los suyos subiendo rápidamente la temperatura de la sala.

Deseaba pasar una eternidad pegada a sus labios.

—Fueron los tres días más largos de mi vida —Susurra sobre mi boca cuando debemos separarnos para respirar.

—Y los míos, te extrañé mucho —Susurro perdida en su perfume que ya se había encargado de llegar a mi y encenderme como una fogata. Muerde mi labio escondiendo una sexy sonrisa sabiendo claramente el efecto que tiene en mi y su próximo paso es pegarse a mi boca otra vez, no me quejo. 

Mis dedos se enredan en su suave cabello café, sus manos dejan mi rostro para bajar por mi espalda, acariciandola con delicadeza. Debo inclinarme hacia atrás cuando sus manos me lo demanda, me quiere pegada a él, debajo de él.

Mi respiración es cada vez más errática y puedo sentir la necesidad entre mis piernas por que mi hombre me manosee como tanto sabe hacer, sus dedos y lengua mágica que siempre me dejan volando en mi éxtasis.

—Ali es muy pequeña para un hermanito —La voz de Alex nos hace separar nuestras bocas a la vez que nos tira con algo que no logro identificar en la oscuridad. Mi pecho sube y baja con rapidez mientras me mantengo presionada entr el pecho de mi esposo y el respaldo del sillón viendo como Alex nos deja solos. 

Escucho a Matt reirse y separarse un segundo para tomar algo del piso, lo miro confundida y un poco exaltada todavía por la calentura que había dejado su beso en mi.

—¿Que es? —Pregunto cuando Matt se acerca, el sonrie de lado y miro su mano cuando la acerca sosteniendo entre su dedos un condón. Muerdo mi labio inferior con picardía y llevo mis manos a el dobladillo de su camisa. —Sería descortés no usarlo —Susurro pegando nuestros rostros con la ayuda de mis manos enredadas en su camisa. Froto mi nariz con la suya y cierro mis ojos mientras acerco mis labios pero sin dejar que los pruebe.

—Lo sería —Responde llevando sus manos a mi trasero, suelto un pequeño grito cuando sus manos me toman derrepente dejandome sentada sobre su regazo.

—¿Dejaste a Ali en nuestra habitación? —Susurro recorriendo con mis manos su firme torzo removuendome sobre su regazo cuando los besos que va dejando por mi cuello van haciendo efecto entre mis piernas.

—¿Desde cuando necesitamos una cama? —Murmura contra mi piel. Jadeo ante la tentadora sugerencia. Sus manos aprietan mi las mejillas de mi trasero y sonrió, él siempre tendría una obsesión con mi trasero.

—Que travieso —Murmuro con diversión y cierro mis ojos cuando mi entre pierna choca con su muy despierta hombría, era mía.

—Es nuestra casa... nadie nos dirá nada —Vuelve a hablar dejando una pequeña palmada en ese lugar que tanto le gustaba tocar.

—Entonces que esperas machote... —Digo con diversión —Tomame —Se despega de mi piel y sin dejarme un minuto pega su boca a la mía. Mis manos con urgencia comienzan a quitarle la parte superior de su ropa dejando su piel expuesta haciendo que todo el calor recorra mi cuerpo, este hombre quiere matarme de lo bueno que está.

—Mmm... no lo sé ¿debería tomarte? —Pregunta sobre mis labios, sus manos calientes se meten dentro de mi camisa y recorren mi espalda —Fuiste muy mala conmigo ¿Y ahora quieres que te de placer? —Una de sus manos desciende metiéndose dentro de mi pantalón olgado logrando que la piel de mi trasero se erice y la otra asciende en busca de mi brasier, jadeo en sorpres acuando lo desprende en un solo movimiento.

—Es justo lo que quiero —Digo separandome para mostrarle un puchero a medida que mis manos se deshacían de mis prendas superiores dejando mi torso  totalmente desnudo.

—¿Y quien soy yo para resistirme? —Dice con una sonrisa maliciosa para luego tomar mis caderas y a traerme mis pechos a su boca. Sus manos agarran otra vez mi trasero y nos mueve girando para dejarme entre el sillon y su sabroso cuerpo. Su lengua se enreda en mi pezón y mis manos recorren su abdomen mientras me siento palpitar.

Su lengua desciende luego de dejar toda mi piel erisada y mis pezones duros, se desliza por mi abdomen y me estremesco cerrando mis ojos por la anticipación de saber donde terminará su lengua. Sus manos son rápidas mostrandome las ganas de tenerme desnuda que tiene cuando quita mi pantalón junto con mi pequeña tanga.

—Matt —Muerdo mi labios por la impresión cuando su boca no se hace esperar y se pega a mi entrepierna, se desliza por mis labios y los acaricia con sus dedos ayudándose con estos para abrirlos, mis piernas están recargadas en sus hombros y tapo mi boca cuando su lengua comienza a tentarme dando círculos por los alrededores de mi boton de plaser que palpita solo por él —Matt por favor —Me quejo frunciendo el entrecejo cuando se pasea por mi entrada ignorando apropósito mi clitoris, estaba castigandome. —Ya... —Mis palabras se atascan cuando su lengua envuelve repentinamente mi clitoris y muerdo mi dedo para evitar gritar. —Dios si —Digo cuando comienza a tomar todo lo que él provoca en mi interior  con fervor y maestría logrando aumentar el placer que recorre todo mi cuerpo hasta instalarse en mi bajo vientre —Te... Matt —Mis suspiros enrrecortados son un resultado de este placer que no me deja ni hablar, lo necesitaba dentro.
—Matt —Pico su hombro bajo la vista notando que me observa sin despegar sus ojos de los míos, ¿Como lograba verse tan sexy desde ahí?

—¿Me quieres dentro cielo? —Pregunta sacando su lengua para lamer, mis labios entre abren mientras lo observo divertirse con mis reacciones —¿Aquí? —Pregunta rosando con su dedo mi entrada, mis ojos fallan y se entre cierran.

—Ay si... —Murmurro casi sin aire.

—Entonces ven por él —Murmura dandole una última lamida para  separarse. Tardo un segundo en recomponerme cuando me quedo sin su cuerpo, me levanto rápidamente viendolo colocarse el condón mientras espera que lo monte, sabia que lo volvía loco verme sobre él y a mi me encantaba desarmarlo de plaser.

De un salto me siento sobre él tomando su pene con una mano, le dedico una mirada maliciosa mientras muerdo mis labios con picardía.

—A ver cuanto aguantas —Digo enarcando una ceja dispuesta a desplegar todos mis conocimientos todos para que se venga primero.

—Vas a perder en tu propio juego cielo —Dice con modestia tomando mi trasero para levantarme, muevo su pene hasta ponerlo debajo de mi.

—¿Listo? —Pregunto llena de deseo pero con muchas ganas de ganarle, aunque supiera lo difícil que sería.

—¿Para follarte? Siempre —Sus manos se encargan de hacerme bajar y clavo mis uñas en sus hombros sacándole un gruñido. Cierro mis ojos conteniendo el aire y notando lo complicado que sería ganar. —No se por que te empeñas en jugar a esto, siempre pierdes —Se que que divierte con mi poco aguante ante sus conocimientos sobre mi cuerpo.

—Tienes mucho ego —Murmuro tratando de contener un gemido cuando levanta sus caderas para hundirse en mi. —Quieto —Demando apoyando mis manos en su abdomen —No hagas trampa —Mi voz sale en pequeños susurros y él deja caer su cuerpo en el respaldo del sofá. Me observa con perversión.

—Muestrame que tienes cielo —Dice con modestia colocando sus brazos detrás de su cuello logrando que los músculos de sus fuertes brazos se marquen.

Sonrió con perversión y me remuevo sobre él sintiendolo dentro y crearon estragos con la combinación de nuestras pelvis rosándose, me inclino un poco y comienzo a mover mi cuerpo subiendo y bajando por su hombría, Matt pasa las manos por su cabello y cubre solo un segundo sus ojos mientras muerde sus labios, sé que se entra conteniendo para tocar mi cuerpo.

Quito las manos de su cuerpo y me pongo recta mientras meneo mis caderas logrando que sus ojos vuelvan. a mi lelndo de deseo, mis manos acarician la piel de mis costados hasta que llego a mis pechos y los amazo con cariño y sensualidad.

—Eres una maldita diosa —Comenta subiendome el ego. Su mano llega hasta mi mejilla y su dedo pulgar acaricia mis labios por lo que con diversión y llena de fuego por lo que su hombría creaba en mi abro mi boca capturando su dedo y comenzando a chuparlo y succionarlo. Sus ojos se vuelven negros ante esa acción y puedo ver las llamas reflejadas en ellos. Ya no era broma había despertado a la bestia.

Quita su dedo y lleva su mano a mi pelo enredando sus dedos en este, suelto un gemido cuando tira de este y me obliga a acercarme.

—¿Lista para prender? —Gruñe sobre mis labios y cierro mis ojos por lo prometedor que sono eso. No contesto incapaz de aceptar la derrota.

Su boca se pega a la mía y sus manos van a mi trasero, me aferro a sus hombros cuando nos levanta del sillón, el movimiento de sus pasos me hacen jadear aún teniéndolo dentro. El frio de la pared se pega a mi espalda y Matt me hace brincar un poco para cambiar sus manos de mi trasero a mis piernas haciendo que en el camino su hombría se hunda en mi.

—Matt —Me quejo tomando una fuerte respiración ante el repentino movimiento me que deja suspirando, lo escucho reírse un poco justo antes de que suelte una de mis piernas.

—Voltea —Demanda con la voz ronca en mi oído y me maldigo por ser tan calenturienta cuando se trata de él. Sus manos me voltean desde mi cintura cuando sigo embobada y luego toma mis manos para pegarlas en la pared. —Inclínate cielo —Sus diente muerden un poco mi lóbulo y luego lo chupa, su mano está en mi vientre y empuja un poco para que haga lo que me pide.

Me inclino su mano libre la que no sostiene las mías contra la pared recorre mi cuerpo.

—Esto es trampa —Me quejo entre suspiros cuando besa mi cuello y sus dedos se encuentran con mi clitoris.

—Es hora de que lo admitas... —Susurra contra mi oído y su aliento caliente me hace estremecer. Cierro mis ojos fuertemente cuando se desliza dentro de mi con la ayuda de su otra mano sin dejar de masajear mi botón sencible —Acepta que perderás —Dice comenzando a moverse dentro de mi, sus dedos me torturan sobre mi piel sencible y su pene entra y sale de mi con movimientos verdaderamente deliciosos.

—Mierda —Siseo sintiendo mi voluntad quebrandose al mismo tiempo que el orgasmo comenzaba a formarse en mi vientre, las cosquillas sobre mis clitoris aumentaban por los movimientos de sus dedos sobre este y mis suspiros cada vez era más agitados. —No ganarás —Digo con descaro a travez de un gemido y lo oigo reírse por lo bajo disfrutando de mis reaciones.

—¿No? —Me pregunta sobre mi oído, sus estocadas cambian y puedo sentir sus caderas moverse de forma ondular y maldigo por haberle contado que amaba que las moviera de esa forma.

—Maldito —Jadeo perdida a medida que ese movimiento hacia que se sintiera con tanta profundidad y la combinación de sus dedos me ataba llevando directo al orgasmo. Matt esconde su cara en mi cuello y lo lame dejandome escuchar sus gruñidos por su cercanía algo que también se vuelve un afrodisiaco para mi libido, ¿Como podía gustarme tanto escuchar su placer?

—Vente sobre mi cielo, vamos —Gime para luego morder la piel de mi cuello.

—Ah Matt —Susurro casi al borde cuando las cosquillas comienzan a agruparse en mi bajo vientre y sus dedos siguen volviendome loca junto a su pene. —Me vengo —Susurro rendida tomando bocanadas de aire cuando los movimientos se mantienen llevandome directo a ese momento tan deseado. Mi cuerpo se tensa a medida que mi placer se derrama.

Su mano toma mi barbilla y sus labios mi boca en donde descargó todos los gemidos que provocaba mi culminación. Mis piernas se deshacen y me mantengo de pie solo por sus manos sujetando mi cintura.

Me tomo un segundo para recuperar fuerzas y una vez que se sale de mi me arrodillo frente a él, lo veo enmarcar una ceja.

—¿Heri tu orgullo? —Pregunta con diversión y reclamo mis labios tomando su entrepierna, quito el condón vacío y lo dejo a un lado.

—Hiciste trampa —Le digo tomando la base para luego deslizar mi lengua por su longitud hasta la punta ya roja por lo cerca que se que esta. La succiono bebiendo algunas gotas de su presenten.

—Admite que se tus debilidades —Dice con algo de dificultad cuando hago circulos en su frenillo y luego vuelvo a meter el glande en mi boca.

—Yo también se tus debilidades —Digo con falsa inocencia, y con lentitud comienzo a deslizar cu ereccion dentro de mi boca comenzando a respirar por la nariz para no atragantarme.

—Ah cielo —Se queja —Estoy... —Mi mano masaje a sus testículos y repito mis acción —Lía —Dice picando mi hombro, sus gruñidos aumentan y mis piernas se aprietan ante tan sexy espectáculo.

—Damelo papi rico—Digo con diversión moviendo mi mano sobre su entrepierna y manteniendo mi lengua frotando su glande.
Matt cierra sus ojos y sus expresiones se contraen en plaeer justo en el momento que explota en mi boca.

—Uf... cielo —Murmura cuando no dejo de masajearlo tratando de aumentar su placer. Sonrió cuando se inclina para levantarme, mis manos van a su cuello y las suyas acarician despreocupadamente mi espalda. —El sexo de reconciliación es el mejor —Susurra acariciando mi nariz con la suya.

—No sé como lo hacemos pero el sexo cada vez es mejor —Murmuro cansada
—Y tu victoria no vale —Susurro con una sonrisa. —Estaba en abstinencia, tenía mucho placer contenido —Me excuso.

—¿Y que hay de mi? también estaba en abstinencia —Dice divertido inclinadose para tomar una de mis piernas y cargarme hasta dejarnos otra vez en el sillon.

—Deberiamos a empezar a separar el sexo de nuestra relación —Murmuro apoyando mi cabeza en su pecho.

—¿Como? —Pregunta Matt mirandome con algo de confusión.

—El que peleemos no significa que deberíamos dejar de follar —Propongo y él ríe por lo bajo —Es algo estupido, podríamos quitarnos las obvias ganas y luego volver a enfadarnos. —Digo siguiendo su risa. Sus brazos me rodean y besa mi boca un momento.

—Lo ideal sería no pelear —Dice con diversión.

—No podríamos, somos muy dramáticos —Murmuro encogiendome de hombros —Pero debo aceptar que así de dramático y todo me encantas —Digo acariciando su pecho para luego acercarme y dejar otro beso suave en sus labios.

—Y yo debo admitir que aúnque seas una adicta al sexo que me mantiene despierto toda la noche dandole... me encantas —Susurra sobre mis labios.

—Tonto —Digo golpeando despacio su pecho —Bien que no te resistes —Murmuro sintiendo los latidos de mi corazón calmos cuando me tiene entre sus brazos.

—Como podría cielo —Sisea justo antes de volver a ocupar mi boca, tomándome con un beso suave y dulce que me deja suspirando.

. . .

Las manos de mi hombre se deslizan por mi espalda a medida que la lluvia artificial caía tibia sobre nuestros cuerpos. Nuestra diferencia de altura me tenia obligada a dejar mi cabeza en su pecho.

Luego de una larga sección de besos en el sillon habiamos decidido darnos una ducha por lo que nos habiamos vestido con nuestra anterior ropa y subido las escaleras lentamente para no hacer ruido. Una vez en nuestra habitacion encontramos a Ali en medio de la cama estirada como si fuera una estrella de mar por lo que silenciosamente nos metimos a nuestro baño para no despertarla.

Así nos encontrabamos ahora, abrazados bajo la cascada de agua, Matt acariciaba mi cuerpo y yo recibiendo todo ese amor del que nos había restringido por días.

No podía estar sin él, me habia vuelto adicta a su piel, su aroma y su compañía siendo tan solo una adolecente, habiamos enfrentado problemas y discusiones pero siempre elegimos apostar por nuestra relación, eso nos habia llevado hasta aquí, hasta hoy en este cuarto de baño.

Dejo un beso en su pectoral y suspiro, habiamos estado en un absoluto silencio todo este tiempo solo explorando nuestros cuerpos anteriormente llenos de jabón de baño, Matt había masajeado mis hombros y lavado mi cabello mientras que yo lavaba su escultural cuerpo sin perder detalle de cada rincón. 

—No puedo creer que le haya tenido miedo a esto —Susurro pensando en voz alta.

—¿A que cosa cielo? —Pregunta trazando dibujos por mi espalda con sus dedos completamente empapados.

—A esto... —Menciono separandome para mierarle, el agua caía sobre su espalda evitando esta cayera en mi cara. —Al enamorarme profundamente de alguien —Susurro acariciando su pecho. Sus ojos se llenan de dulzura y me sonríe. —Pero este se fue cuando comprendí que nunca me harias daño —Hablo con mi corazon, por que me sentia profundamente protegida entre los brazos de Matt y sabia que no había otro lugar para mí si no era a su lado.

—Moriria antes de siquiera pensarlo —Su mano acaricia mi mejilla. —Eres el amor de mi vida, Lía —Susurra juntando su frente con la mía y la mencion de mi nombre me hace notar la seriedad con la que lo dice. Mi pecho parece querer explotar por todos los sentimientos acumulados y muerdo mi labio tratando de contener mis lágrimas, era una maldita sencible ante él. —Mi Cielo —Murmura acariciando mi labio con su pulgar.

—Te amo Matt —Mis ojos se cristalizan y uno rápidamente mis labios a los suyos disfrutando un corto y dulce beso.

—Te amo Lía —Susurra sobre mis labios.

Luego de cerrar la llave de agua cada uno seco su cuerpo y salimos en silencio del baño notando a nuestra pequeña hija todavía dormida sin enterarse de nada. Rodeamos la cama para meternos a nuestro armario y una vez en este Matt se coloco unos boxers negros y sus pantalones de dormir, por mi parte le quité una de sus camisas que llegaba hasta abajo de mi trasero y me puse una de mis tangas bajo las miradas de mi hombre que se colocaba sus fragancias.

Me acerqué a él y quitándole el frasco de perfume y derrame unas cuantas goras en su camisa sobre mi cuerpo le sonreí de lado. Tomo su mano para sacarnos del armario.

Matt tomo a Ali y con cuidado la levanto para hacerla a un lado y hacernos lugar en la cama. Yo quite todos los almohadones y abri las mantas metiéndome rápidamente. Mi cielito al sentirme junto a ella giro su pequeño cuerpo y escondió su cara en mi pecho. Matt terminó tomando el lugar detrás de mi y finalmente nos cubrió a los tres.

—Buenas noches cielo —Susurra sobre mi oido para luego dejar un beso en mi mejilla.

—Buenas noches —Susurro yo girando un poco para encontrar su boca en un suave y corto beso de despedida. Satisfecha me acomoda sobre mi almohada y le doy un beso en la frente a mi pequeña pelinegra.

Suspiro con comodidad cuando Matt entrelaza nuestras piernas y quita mi pelo hacia un lado para poder abrazarme desde atrás, su calido aliento choca contra mi nuca. Y así en esta cama con las dos personas que más amaba en el mundo podía decir que este era mi momento favorito del día.

Eramos una familia que esperaba que siga creciendo en el futuro, por que estaba segura que necesitaba más corazones para volcar todo el amor que me llenaba estar con mi hombre y mi pequeño cielito.



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¿Que les pareció?

Este extra fue.... intenso.

Ay... como extrañaba a este par.

Se que fue largo pero siento que se lo merecían de alguna forma, y estoy casi segura de que aquí si definitivamente termino todo, será el único extra de esta novela.

¡Gracias por los 40k y su apoyo en mis novelas! los amo 🥰

N/A:Espero que le haya gustado no se olviden de comentar, votar y seguirme acá y en el Instagram del libro donde siempre estoy subiendo cosas.

-Aldi🥀


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