⚔️Cαρíтυℓσ 1 ⚔️

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El final de esta batalla estaba a solo un tiro, ya hace casi un año que iban tras la pista de su enemigo en común, Naraku. Habían llegado muy lejos y ahora parecía que todo estaba por llegar a su fin, ahí se encuentra Naraku con la Shikon no Tama flotando en el aire frente a él. Sabía que ya no le quedaba mucho tiempo así que se apresuró a pedir su deseo, un deseo que garantizará que esta vez ganará la batalla.

Aome se encontraba sosteniendo su arco con la flecha decisiva que acabaría con Naraku, atrás estaban Miroku y Sango junto con Shippo y Kirara y claro un poco más apartado se encontraba Sesshomaru junto con Rin, Kohaku y su sirviente Jaken. Y por supuesto a su lado estaba Inuyasha sosteniendo su katana.

Pero antes de que alguien pudiera hacer otro movimiento, sucedió lo peor, la perla comenzó a brillar y a palpitar dando a entender que Naraku había pedido su deseo.

-¡Maldito! ¿Qué hiciste?- dice Inuyasha viendo como la perla palpitaba y Naraku mostraba una sonrisa confiada y llena de maldad.

-Está vez no podrás hacer nada Inuyasha... Acabo de pedir mi deseo. Esta vez no podrás salvar a tu querida Aome, ya que volveré en el tiempo y me encargaré de enviar al otro mundo a Aome- se ríe con maldad.

-¡Maldito!- dice Inuyasha.

-¡No permitiré que te salgas con la tuya!- dice Aome disparando aquella flecha con dirección hacia la perla y Naraku, dándoles justo en el blanco provocando una gran explosión donde ella también fue víctima de la misma.

-¡Aomeeee!- dice el peliplateado viendo como la explosión consumía el lugar y como una luz violeta brillada con intensidad en el sitio. Cuando esa luz se apagó y el polvo se dispersó, no había rastro de Naraku y de la perla, la azabache estaba tirada en el suelo sin hacer movimiento alguno. Inuyasha preocupado hacia ella y la envolvió en sus brazos.

Sus amigos al ver aquella escena corrieron también hacía ellos, Sango se dejó caer en el suelo llorando al ver a su amiga muy herida, Miroku se dedicó a abrazarla hasta que algo le hizo quedarse perplejo. Al revisar su mano donde se encontraba el agujero negro se llevó una gran sorpresa ¡Ya no estaba!

-¿Excelencia?- pregunta Sango al ver su rostro.

-El... El agujero... ¡Desapareció!- dice sorprendido.

-¿Entonces Naraku ha sido derrotado?- pregunta Shippo.

-Así es... Se acabó...- dice el monje.

Entonces un quejido se hace presente en el sitio, Aome abrió lentamente los ojos para encontrarse con esos ojos dorados que tanto amaba, Inuyasha se tranquilizó al ver que ella está bien y la abrazo contra él. Sintió como si su alma volvía a su cuerpo, por un momento pensó que la había perdido pero su tranquilidad no duró mucho al escuchar otro gemido por parte de ella.

-¿Aome?- le mira preocupado.

-¿Qué te sucede Aome?- dice Sango preocupada.

Aome al no poder hablar a causa del dolor, con su mano les indica una profunda herida en su pecho la cual no paraba de sangrar. Todos se quedaron sin palabras al ver aquella herida y Shippo comenzó a llorar.

-Señorita Aome está gravemente herida- dice Miroku.

-Aome- dice Inuyasha aún sin poder creerlo, la habían herido en la pelea!- Maldita sea Aome ¿Por qué no nos dijiste nada?

-Per...perdón... Inuyasha... No pensé que fuera tan... tan grave- suspira de dolor y su respiración comienza a cortarse.

Inuyasha sin pensarlo dos veces la abrazo contra él con cuidado por su herida. ¡No! Ella no podía morir ¡Eso no! Ella prometió que siempre permanecería a su lado.

-Perdóname... Inuyasha...- dice Aome con su último aliento para después cerrar los ojos y dejar de respirar. El hanyou al percatarse de eso, la movió pero ella no respondía.

-¡¿Aome!? ¡Maldición despierta! ¡No me hagas ésto!- la volvió a mover pero nada, ella había muerto.

-¿Aome?- preguntó Sango con algo de esperanza en su voz pero no resivio respuesta- por favor Aome no nos dejes- las lágrimas comienza a bajar por sus mejillas y por instinto abraza a Miroku llorando en su pecho y él obvio le corresponde consonladola lo mejor que podía al igual que Shippo, quién no paraba de llorar.

-¡¡Aomeeee!!- sin poder evitarlo las lágrimas comienzan a bajar por sus mejillas, no le importó que los demás lo estuvieran viendo, abrazo el cuerpo de la azabache y lloró pidiendo que esto solo fuera un sueño, que al despertar todo fuera como siempre y Aome estuviera ahí para regañarle decirle abajo como siempre.

<<Aome no me dejes>>

~o~

Caminó sin rumbo fijo por el cendero de césped del bosque, no le importó a donde lo llevara, solo quería distraerse y tratar de sobrellevar ese dolor. Hace cuatro meses que Aome fue enterrada en el sementerio de la aldea, todos los días siempre iba a dejarle una flor en su tumba al igual que sus amigos, quiénes también sufrían por la partida de la azabache. Cada tres días Inuyasha va al pozo pero sabe que éste ya no funciona, desde la muerte Aome el pozo permanece sellado. Una vez se preguntó ¿Cómo se sentiría la familia de Aome? ¿Aún la estarán esperando? O ¿Comenzarán a sospechar que ella ya jamás volvería? Esas son preguntas que jamás tendrán respuesta.

Pero lo que lo tenía preocupado tanto como a sus amigos era que Naraku había pedido su deseo... El volverá en el tiempo para asesinar a Aome y esto jamás sucediera.

<<Está vez no podrás hacer nada Inuyasha... Acabo de pedir mi deseo... Esta vez no podrás salvar a tu querida Aome, ya que volveré en el tiempo y me encargaré de enviar al otro mundo a Aome>>

Hace un año Aome había llegado a esta época, la primera vez que la vio fue en aquel árbol donde fue sellado por Kikyo, el Goshimboku, cada vez que puede va a ese árbol, aquel árbol donde la conoció. Recordó que al principio que se conocieron no se llevaban tan bien que digamos, siempre había alguna pelea absurda entre ellos. Después de que Kikyo fue resusitada por la bruja Urasue su corazón se sintió confundido, era cierto que Kikyo fue su primer amor pero había algo que jamás tomó en cuenta, Aome siempre permaneció a su lado, le enseñó a sonreír y a creer en los demás. Gracias a Aome el pudo tener amigos, aprendió a confiar en ellos y a derramar lágrimas por los demás ¡Solo con Aome lo aprendió!

Él siempre ocultaba sus sentimientos hacia ella por temor temor al rechazo pero ahora que ella ya no estaba se dio cuenta de que ese fue su peor error. El no haberle nunca confesado lo que sentía y el haberla lastimado cuando sabía lo que sentía por él. Inuyasha entonces supo que Kikyo jamás le importó tanto como Aome, porque...

<<Aome nació sólo para conocerme y yo... Solo nací para estar con ella>>

Sin darse cuenta había llegado al pozo devorador de huesos, por donde Aome llegó a esta época. Necesitaba un lugar donde pudiera estar solo y sin pensarlo mucho saltó al interior del pozo y se sentó en la fría tierra y así quedándose dormido.

~o~

Una fría brisa rozó su nariz, no quería abrir los ojos y tener que enfrentarse con la realidad sin embargo sabía que tarde o temprano tendría que hacerlo. Sin más abrió lentamente los ojos, topandose con los rayos de la luna ¿Cuánto tiempo pasó dormido? Entonces se incorporó y no pasó mucho para que se diera cuenta de que no se encontraba en el pozo sino en un bosque al frente de río.

Sin entender cómo había llegado ahí se puso de pie notando que toda su ropa estaba mojada ¿Acaso había caído al río? Sin darle mucha importancia al asunto se sacudió la ropa y comenzó a caminar de vuelta a la aldea. Supo que camino por varias horas al notar que ya era de día, no entendía por qué o cómo había llegado a ese lugar, todo era muy confuso. Al llegar a la aldea todos ya habían salido a realizar sus actividades, miró a todos lados tratando de encontrar con la mirada a sus amigos pero nada.

Al adentrarse a la aldea, los lugareños le quedaban viendo de manera extraña y algunos hasta con miedo. Le pareció raro que le miraran como si no lo ubieran visto nunca, como si fuera la primera vez que lo veían. No les prestó atención y fue hacia el sitio donde se encontraba la tumba de Aome pero al llegar al lugar no había nada ¡El lugar estaba vacío! ¿Acaso trasladaron la tumba a otro lugar?

Decidió que lo mejor sería buscar a sus amigos y preguntarles el por qué de la decisión pero al llegar al lugar donde se supone que debía estar su cabaña, no estaba, solo había un montón de troncos y pasto ¡¿Qué demonios?!

Decidió ir a buscar respuestas en la aldea pero por cada lugar que pasaba siempre uno que otro le miraba de manera extraña ¿Por qué? Siguió caminando hasta que un olor llegó a su nariz, se quedó estático al reconocer de quién pertenecía ese olor tan dulce, se trataba de él aroma de nadie más ni nadie menos que su querida azabache ¿Cómo es posible?

<<Aome>>

Decidió seguir el aroma, corrió tan rápido como pudo y entonces la vio, llevaba en sus manos un par de bolsas blancas con comida en el. Se quedó sin palabras al verla ahí... Con vida. Caminando por la parte más lejana de la aldea con su característica sonrisa. No pudo avitarlo y corrió hacia su amada, notó que ella le veía con sorprendida mientras iba hacia ella. No le importo y la envolvió en sus brazos respirando su dulce aroma, jamás la dejaría otra vez ¡Jamás!

Sin embargo ella no le correspondía el abrazo, al contrario se quedó estática como si fuera la primera vez que la abrazaba. Entonces decidió alejarse para verla frente a frente y lo que vio fue a una Aome entre sorprendida y ¿asustada? ¿Por qué?

-¿Qué se supone que haces?- le mira aún con sorpresa dando un paso hacia atrás.

-¿Aome? ¿Qué te sucede tonta? ¡Soy yo!- avanza hacia ella pero ella le ve con cierta desconfianza.

-La anciana Kaede me dijo que tratarías por todos los medios de apoderarte de la perla- dice la azabache.

-¿A qué demonios te refieres Aome? ¡La perla fue destruida hace mucho!- dice aún confundido pero más que nada dolido por la forma en la que le miraba Aome.

-Que cosas dices Inuyasha, si ayer trataste de quitarme la perla- lleva su mano a su cuello mostrandole precisamente la joya violeta, la cual colgaba en una cadena por su cuello.

Inuyasha al ver aquel objeto se quedó paralizado y se sintió muy confundido ¡¿Cómo diablos la perla esta aquí?! Y sobretodo ¿Por qué Aome dice que intentó robarle ayer la perla si esta mañana el fue al pozo?

-No te entiendo, ayer me llamabas Kikyo y ahora me llamas por mi nombre- frunce el ceño al recordar la pequeña pelea que tuvo con él ayer cuando lo liberó del árbol.

-¿Por qué pones esa cara de tonta? No me digas que te has vuelto loca señorita Kikyo- dice en tono sarcástico- acaba con ella de un solo golpe así como lo hiciste conmigo-

-¡Espera! ¿Por qué estas llamandome Kikyo?... No entiendo que sucede pero mi nombre es...-

~o~

-Que vergüenza me das Kikyo-

-¡Que no me digas así!- se acerca a él- ya te dije cientos de veces que no soy Kikyo-

-¡No seas tonta tu eres la única que despide ese aroma, él cual es insoportable para mi!- se acerca a olfatearla.

-Entendiste mi nombre correcto es Aome... A-O-ME-

-¿Hace cuanto llegaste a esta época?- dice Inuyasha.

-Fue ayer ¿Qué te ocurre estas actuando muy extraño?- dice la azabache para luego dar un suspiro- bueno en fin quiero que nos llevemos bien, el hecho de que al fin me llames por mi nombre ya es un avance... ¿Quieres comer conmigo?- le sonríe ampliamente.

<<El hecho de que al fin me llames por mi nombre ya es un avance>>

¿A qué se refiere ésta mujer? ¡Actúa como si recién lo conociera! ¿¡Qué está pasando aquí?! Pero ¡alto! ¡Dijo que había llegado ayer a esta época! Un montón de cosas pasaron por su mente y supo que sólo había una explicación... El pozo de alguna manera lo envió un año atrás, cuando Aome recién había llegado a esta época ¿Cómo es posible? Regreso su vista a Aome y entonces recordó el deseo que había pedido el maldito de Naraku, matar a Aome en esta época ¡De ninguna manera permitirá que le hagan daño! ¡La iba a proteger a costa de su propia vida!

Aome le veía interrogante y el asintió, la azabache sonrió y ambos comenzaron a caminar por la aldea hasta llegar a una pequeña colina desde donde se podía ver toda la aldea. Inuyasha supo que debía permanecer con ella y protegerla a como de lugar, también tenía que evitar que la perla que dividiera en mil fragmentos, tenían que purificar la perla pero ¿Cómo?

Él se sentó a su lado y Aome le pasó una de las tantas verduras que le obsequiaron los aldeanos, fueron muy amables con ella y sentia feliz de que la aceptaran.

-¿De donde sacaste toda esta comida?- pregunta Inuyasha.

-Acaban de regalarmelas- le sonríe- y dime ¿Qué te hizo cambiar de comportamiento?

-¿Com... portamiento?-

-Si, ayer decías que me detestabas y ahora de la nada me abrazas- dice Aome con leve sonrojo al recordar al reciente gesto por parte del peliplateado.

Inuyasha se sintió mal al recordar que al principio siempre que podía le reclamaba que no soportaba su olor y queda vez que podía le decía que le detestaba.

-Olvida eso quieres- mira hacia otro lado dándole un mordisco al alimento que llevaba en sus manos.

Ella simplemente sonrío ampliamente sintiéndose feliz de que probablemente se comiencen a llevar mejor y podrían hasta llegar a ser buenos amigos. Era extraño que Inuyasha cambiera de comportamiento de la noche a la mañana pero decidió restarle importancia al asunto y seguir comiendo. Aún tenía que descubrir cómo volver a su época.

<<Inuyasha>>

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Continuará...❤️

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