Por los pasillos de la universidad...

—Cielos, Jimin, ya te dije que no, sabes que no me gusta ese tipo de cosas  —se quejo un castaño molesto ante la insistencia de su primo.

—Por favor Tae, solo será una pequeña reunión, te lo ruego  —dijo el rubio poniéndose frente a TaeHyung, con un adorable puchero al que nadie podría resistirse.

—Eso me dijiste hace dos meses y apareció una cabra en el baño, que según tú, ni sabes cómo llegó allí.

—Jajaja, ojalá hubiera tenido una cámara para haber grabado tu expresión de esa ve...  —el rubio guardó silencio viendo la cara molesta del castaño— Lo siento, pero vamos,  TaeHyung, esta vez te lo aseguro que no tomaremos alcohol y solo serán cinco personas, por favor.

—¡Ahh!, está bien  —espeto frustrado— Pero no vayan a ser tan ruidosos, mañana tengo examen de química, necesito paz para estudiar.

Los ojos de Jimin se iluminaron como los de un niño cuando le dan una paleta.

—¡Gracias, gracias! te prometo que ni notarás que estaremos ahí  —menciono abrazando al mayor, su primo era el mejor del mundo.

El ruido de la campana no tardó en sonar, avisando el inicio de la siguiente clase, eso hizo que TaeHyung se apartara del rubio.

—Tengo que irme a clase, nos vemos a la salida. No hagas tonterías  —manifestó TaeHyung ya yéndose a su respectivo salón.

—No prometo nada, adiós TaeHyung  —animadamente se despidió desapareciendo entre los pasillos.

[...]

TaeHyung se dirigía a su clase, pero al doblar la esquina, no se percató que alguien venia corriendo provocando que chocara con esa persona.

—Ahh, maldición  —rezongo el desconocido— Voy a llegar tarde a clase  —inmediatamente esté observo el reloj que traía en la muñeca.

—lo si-siento mucho  —TaeHyung se agacho para recoger los libros del chico, que debido al choque, cayeron al suelo.

—Fíjate la próxima vez, quieres lindo —sugerio en un tono sarcástico.

Le arrebató toscamente los libros a TaeHyung y salió corriendo para su clase.

 —¿Lindo?, uff idiota  —se quejo con cierta incomodidad, no le gustaba para nada que los demás se dirigieran a él de ese modo y de ningún otro.

Dicho eso, TaeHyung por fin llegó a su respectiva clase.

[...] 

TaeHyung se encontraba guardando sus libros en la mochila, por fin había terminado la tortura de 4 horas con el maestro Lee Ho. 

Saliendo del aula, vio a Jimin esperándolo a la entrada de la universidad. 

—Hola enano  —saludo acercándose con una pequeña sonrisa hacia Jimin.

—Si supieras lo que este enano puede hacer  —insinuó poniendo una cara un poco perversa.

—Estás enfermo —TaeHyung rodó los ojos ante la falta de neuronas del menor— Bueno ¿y quienes van a ir ahora a tu pequeña reunión? —pregunto haciendo énfasis en la última palabra— Porque si van a estar en mi casa, necesito saber quiénes son y si es necesario guardar algunas cosas para que no se las roben.

—Bueno, primero, no soy enfermo, segundo, va ir mi mejor amigo, su hermano y tres chicos de mi salón. Y tercero, ni que anduviera con malandros, ellos son como yo.

–Por eso mismo, sin son como tu, mejor me tocara estar de niñera toda la tarde  —expresó burlonamente y alejándose del rubio para tomar el camino a casa.

—Idiota  —manifestó Jimin completamente molesto, tomando el mismo camino que el mayor.

***