Mientras en casa...

TaeHyung se encontraba en su habitación, la cual estaba ubicada en el segundo piso.

TaeHyung salía del baño después de una ducha relajante de 15 minutos, se dirigió a su armario del cual tomó una camisa negra de manga corta y ancha, y una pantaloneta azul un tanto corta, le gustaba andar cómodo sin importar cómo se viera. 

Después de haberse vestido, estaba dispuesto a ponerse a estudiar para el examen de mañana, estaba a punto de tomar el libro de química que tenía sobre el escritorio al lado de la ventana, cuando de repente escucho un grito proveniente del piso de abajo.

—¡Ah!, jodida mierda.

Cuando TaeHyung escucho ese grito, no pudo evitar preocuparse, tomo rumbo bajó las escaleras corriendo.

—Jimin ¿en dónde estás?  —interpelo intranquilo al no ver al rubio en la sala principal.

—¿Uh?, en la cocina, maldición  —se escucha frustrado, pensó TaeHyung.

—A ver Jimin, que suce...  —el castaño guardó silencio cuando entró a la cocina, al verla que esta estaba hecha todo un desastre y un rubio también, quien tenía una mezcla pegajosa en casi todo su cuerpo— Jajajaja, te ves muy gracioso  —carcajeo restándole importancia al desastre en la cocina y solo fijándose en un chistoso Jimin.

—Ja-ja-ja  —dijo sarcástico— No te burles idiota, estaba tratando de hacer unos pastelillos para los chicos en cuanto llegaran, pero la maldita licuadora enloqueció y la mezcla de los pastelillos salió a volar, por lo que vez en toda la cocina y en mi.

—Claro que es gracioso, ojalá tuviera mi celular aquí mismo para grabarte, es muy gracioso verte así de fastidiado  —TaeHyung no podía parar de reír, su primito sí que era muy cómico.

—No es gracioso, imbécil, los chicos llegaran en cualquier momento y estoy hecho mierda  —se miró así mismo y sí que estaba hecho un desastre.

—Está bien, te ayudare, tu ve a bañarte para que se te quite todo eso  —comentó señalando esa mezcla viscosa que tenía en la cabeza— No se quitará fácil, mientras yo hago los pastelillos y arreglo la cocina —mencionó dándole una pequeña sonrisa al rubio.

—Pero ¿no debes estudiar? no quiero que por mi culpa te vaya mal en el examen de mañana —la verdad, Jimin si se sentía culpable en tener que siempre recibir ayuda del mayor.

—Tranquilo, aún queda mucho tiempo para eso, ahora ve rápido que yo atiendo los chicos.

—Muchas gracias, eres el mejor  —dicho eso, le brindo una sonrisa adorable, después subió a su habitación

TaeHyung lo observó irse marcharse, Jimin a veces le traía algunos problemas y tal vez peleas, pero no hay cosa que no hiciera por él; después de todo, él era su única familia...

[...]

Después de 30 minutos, TaeHyung  había limpiado por completo la cocina y se encontraba metiendo los pastelillos al horno. Todo estaba tranquilo, hasta que de repente el timbre sonó, indicando que los amigos de Jimin habían llegado.

—Un momento  —gritó el castaño mientras salía de la cocina y se dirigía a la puerta.

TaeHyung la abrió, encontrándose con un chico pálido, quien tenía el pelo de color menta y una expresión seria pero el extraño no venía solo, junto con él estaba otros tres chicos.

—Hola...  —TaeHyung fue el primero en hablar, ya que ninguno de los otros decía palabra alguna— ¿Usted es uno de los compañeros de Jimin?

—Si, Hola  —hablo el pálido— Lo siento, me presento, mi nombre es Min Yoongi, soy el mejor amigo de Jimin, y los tres chicos de allí son sus compañeros  —señaló hacia atrás a los chicos y dándole una pequeña sonrisa al castaño.

—Hola, soy Taemin  —saludo uno, mostrando su hermosa sonrisa.

—Mi nombré es  Sehun, un gusto  —su voz era neutral pero le brindo una pequeña sonrisa al menor.

—Soy Jackson, es todo un placer, hermoso  —expresó en un tono pícaro y guiñandole el ojo al castaño, este se ruborizo y se incomodo un poco ante el comentario del otro.

—Un placer chicos, por favor pasen  —TaeHyung se hizo a un lado, dando espacio para que los demás pasarán a su humilde hogar— Jimin está un poco ocupado, pero mientras se desocupa, yo los atenderé, sigan a la sala, por favor   —dijo guiándolos hasta allí.

—Tu eres... — Yoongi se quedó en silencio, pues no sabía cómo referirse al primo de su mejor amigo.

—Oh, lo siento, no me he presentado, mi nombre es TaeHyung —mostró su mejor sonrisa.

—Uh, si tú vives acá esto se va poner bueno, hermoso —dijo Jackson mirándolo pícaramente— ¿cuántos años tienes?

—Yo-yo...

—No es necesario que le respondas TaeHyung, Jackson solo es un maldito hormonal, entonces es mejor no le prestes atención  —afirmó Yoongi al haber notado la incomodidad del castaño.

—Está b-bien, voy a la cocina, vuelvo en seguida chicos.

Yoongi vio al castaño desaparecer en cuanto entro a la cocina, para después posar su mirada sobre Jackson, una mirada que lo quemaba.

—¿Eres idiota Jackson? —rechisto serio.

—¿Por que?, si es por el castaño, lo siento, pero dime si no está lindo, además no viste su redondo cul...  —guardó silencio viendo la cara seria de Yoongi— Está bien, tratare de ser más discreto.

—Gracias, maldito hormonal  —esta vez, hablo Sehun y Taemin al mismo tiempo.

Un TaeHyung apareció de nuevo en la sala con una bandeja llena de pastelillos y jugos de naranja.

—Que rico se ve eso  —dijo Jackson con obviamente, segundas intenciones.

—Oh gracias, los pastelillos son de fresa  —agradeció el castaño con una hermosa sonrisa cuadrada.

—De hecho, yo hablaba de ti...  —en ese entonces, Jackson fue interrumpido por el sonido del timbre.

—Creo que es mi hermano  —comentó Yoongi, se iba a levantar del sofá para ir a la puerta, pero el castaño le detuvo.

—Tranquilo, no te molestes, yo voy.

Yoongi no protestó, simplemente asintió con la cabeza, para después servirse un pastelillo y visualizar al castaño dirigirse a la entrada. TaeHyung abrió la puerta pero al ver de quién se trataba, lo dejo un poco confundido.

—Oh, otra vez nos volvemos a topar, chico lindo.

***