5.

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El molesto y desenfrenante ruido de la alarma despabiló al castaño que se encontraba durmiendo muy cómodamente. Aun somnoliento, paso sus manos sobre sus párpados, sentía el deseo de seguir durmiendo en su cómoda cama pero no podía darse ese privilegio, tenía que ir estudiar.

Observo el reloj que había en la mesita de noche; la cual estaba ubicaba a un lado de su cama, al mirarlo, su expresión cambio de una neutral a una extremadamente preocupada.

—¡Mierda, voy a llegar tarde! —maldijo levantándose bruscamente de la cama y corriendo en dirrecion al baño para darse una corta ducha.

Después de 15 minutos ya se encontraba vestido y totalmente  moderado, tomo su mochila y bajó rápidamente a la cocina para tomar una manzana.

—TaeHyung.  —anuncio Jimin viendo entrar el mayor a la cocina.— Espera unos minutos, ya casi está el desayuno.

—Lo siento Jimin pero voy tarde, tengo que llegar 15 minutos más temprano de lo normal para organizar los preparativos de la feria de mañana. —hizo una pequeña pausa.— ¿Y donde están las jodidas manzanas? —interpelo mientras buscaba desesperadamente entre los estantes de la cocina.

—Están en cajón de arriba. —el castaño capto y abrió el cajón para tomar una fresca manzana.— Y respecto al tema de la feria, te exiges mucho, cálmate todo va salir bien. —le dedico una reconfortante sonrisa.— Sabes, Jackson viene a recogerme espera unos segundos y que él nos lleve.

—Gracias pero voy tarde, adiós enano, nos vemos allá.  —espeto saliendo a toda prisa de la casa.

—Esta feria va ser la mejor de todas, ya lo veras TaeHyung.  —mencionó Jimin para sí mismo aun con una sonrisa en su rostro.

[...]

—Oh Dios.  —rezongo mirando la hora en su reloj de la muñeca derecha, estando iracundo empezó a correr.  Su casa  quedaba a 30 cuadras de la universidad y por lo general, siempre se levantaba muy temprano para llegar a tiempo. 

Iba tan concentrado en llegar a toda prisa, que no se fijó en un automóvil que venía en dirrecion hacia él a toda velocidad, hasta que escucho es molesto ruido chirriante del automóvil al frenar en seco frente él.

Debido al susto, quedó totalmente estático allí, sintió que el aire se le iba y sus piernas empezaban a temblar; tanto que no las pudo controlar y cayó al suelo de rodillas, afortunadamente había salido ileso de esa circunstancia, solo que el espanto que se llevó, si fue muy grande. 

Escucho el ruido de la puerta del automóvil abrirse y pudo fijar su vista en quien se bajó, su rostro se le hizo conocido enseguida y en él, tenía una cara de preocupación.

—TaeHyung, ¿estás bien? —TaeHyung al reconocer la voz, ratificó de que se trataba de Yoongi.— TaeHyung, lamento tanto no haberme fijado pero ibas a toda prisa y no sé cómo pasó, ¿dime estas bien?, ¿te hice daño? —cuestiono intranquilo.

—Y-yo.  —su mirada fue puesta sobre otra figura que bajaba del auto.

—Él está bien, ¿no cierto lindo? como siempre, eres un patoso.  —una sonrisa burlona se formó en el rostro de Jungkook.

—Quieres dejar de molestarlo y ayudarme a levantarlo.  —Yoongi no podía creer lo molesto que podía llegar a su hermano a veces.

El pelinegro rodó los ojos y se dirigió a donde estaba su hermano y el castaño en el suelo. Su mano fue a tocar la de TaeHyung para ayudarlo a levantarse del rasposo  pavimento pero este la quito rápidamente y se levantó por si solo con brusquedad.

—Gracias pero no necesito tu ayuda, Jungkook.  —afirmó limpiando su parte trasera.— No la necesito de alguien como tú.

—¿De alguien como yo?, ¿acaso que soy? —le miró escéptico, este niño lo sacaba de sus cabales.—Te recuerdo que tú eres el patoso que no se fija nunca por donde va, ahora por tu culpa todos vamos a llegar tarde a la universidad y- —guardó silencio al recibir un golpe en la nuca por parte de Yoongi.

—Ambos ya dejen de discutir, no llevan ni una semana de conocerse y ya andan peleando por absolutamente todo, ya hasta parecen novios.

Las mejillas de TaeHyung se volvieron rojas como un tomate.

—E-el empezó.  —excuso el castaño en su defensa.

—¿Yo novio de él?, Ay por favor, yo quiero un novio, no una persona que ama besar el suelo a cada momento.

—Idiota.  —chisto en bajo TaeHyung.

—¿Qué dijiste, lindo? —metió las manos en los bolsillos traseros de su pantalón.— Voy a enseñarte que a mi nadie me habla de esa forma, patoso.  —iba a dirigirse hacia TaeHyung pero una mano lo detuvo.

—Ya basta Jungkook, deja tus estupideces para más tarde y vámonos de una maldita vez, TaeHyung ¿vienes?  —comentó el pálido tratando de conciliar la calma.

El castaño se iba a negar rotundamente, ni loco se subiría al mismo automóvil que Jungkook pero ya este había decidió por el.

—Claro que él va.  —le miró severamente.— Esto no acaba aquí, TaeHyung. —tomó la muñeca de TaeHyung y lo condujo hasta el automóvil. Por más que quisiera denegar, ya no podía cerrarse a la idea, de todas maneras ya se le había hecho tarde y un aventón no le vendría para nada mal.

—Estos niños...  —se quejó el mayor pasando la mano derecha por su nunca.

[...]

—¿Y en que trabajas TaeHyung?  —interpelo Yoongi con la manos en el volante y su mirada al frente.— Lo siento, no me acordaba que no te gusta tratar sobre ese asunto.

—No importa, y-yo, trabajo en... —su mente estaba como un nido de pájaros, todas sus neuras estaban a punto de colapsar por buscar una buena coartada.— Trabajó en una cafetería por las noches. —mintió forzando una sonrisa para que no se viera tan falsa su creible respuesta pero estaba tan nervioso que el temblor de su manos lo delató ante la mirada penetrante de Jungkook.

—¿Acaso te acuestas con tu jefe?, porque ganas mas de lo debido, no como para trabajar en una pobre cafetería. —sugirió toscamente.

—No tengo que darte ninguna explicación de lo que yo haga.  —su mirada chocó con la del pelinegro.— No soy como tú, que te andas follando a cualquier cosa que se te pase por el frente, no soy un maldito mujeriego que piensa que puede con todos, porque según tú, nadie se te resiste.  —su voz sonaba molesta.

—¿Eso piensas de mí?  —expresó con rigidez .

—Eso es lo que hace los chicos como tú.  —insinuó sin importancia

Ambos chicos se veían desafiantemente, el primero en apartar el contacto visual fue TaeHyung, al percibir el vehículo detenerse.

—Pueden parar de discutir, ¿quieren?, voy a bajar un momento a ponerle gasolina al auto, solo les pido que por favor no se vayan a matar mientras no estoy, solamente eso.  —dicho eso, tomo la llave y se marchó.

TaeHyung observaba la venta con determinación, ignorando por completo la presencia de Jungkook, ese chico era molesto. De repente, sintió una mano tomar fuertemente de su mandíbula, obligándolo a mirar a su otra dirección.

Al girarse, se topó con los ojos oscuros de Jeon Jungkook y con una expresión de enojo en su rostro.

—Sabes, TaeHyung.  —dijo acercándose más de lo debido al rostro del nombrado.— Tenías toda la razón en cuanto a mí, soy un jodido Playboy que ama follar pero no a cualquiera, y ¿sabes lo que le molesta a los chicos como yo?  —TaeHyung no respondió, simplemente le miraba con pavor.— Les molesta que los rechacen así como tú lo hiciste conmigo, TaeHyung.

Jungkook se acercaba cada vez hacia TaeHyung pero este colocó una mano en su pecho impidiéndole más su acercamiento. 

El pelinegro se tomó unos segundos para admirar el rostro del castaño, TaeHyung sí que era muy lindo; sus esponjosos labios, sus hermosos lunares que eran tan únicos, ese hermoso brillo en sus ojos que parecía tener la galaxia entera, su reluciente piel canela que daba ganas de recorrer cada parte de su cuerpo con tal de seguir viéndola, el precioso rubor que  se incrustaba  en su mejillas regordetas, y por último pero no menos importante, su gran y jugoso trasero.

»Era una maldita tentación andante«.

 Después de un buen rato, Jungkook decide acercarse sigilosamente al odio del nervioso castañito. El cuerpo de TaeHyung se estremeció al sentir el aliento caliente del mayor chocar contra su oreja y cuello, se acercó y le susurro:

—Mataste mi orgullo al rechazarme, TaeHyung,  pero no descansare hasta tenerte rogando por mí.  —sentenció, entre tanto, apretaba levemente el muslo derecho de Tae.— Aprenderás que nadie pasa sobre mi y lo aprenderás de la peor manera.  —arrojó un jadeo obsceno ante los oídos  de TaeHyung. 

***

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