Capítulo 13: La muerte de la confidencia

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

El bus de dos plantas se detuvo en medio del bullicio del centro de la ciudad. La pequeña plaza  se encontraba en las últimas remodelaciones, y gracias a la maquinaria que ahora rondaba por el lugar, no se era posible ver los bloques departamentales que se encontraban desde la otra cuadra, Sans había leído en un pequeño apartado que eran parte de las obras nuevas para parientes de los militares. En su momento dado, probablemente, le tocaría uno de esos si fuese el caso de que no le quedara mayor alternativa. Y eso incluía a su hermano al asistir en el área de comunicaciones a larga distancia.

También al tipejo ese que traía casi a cuestas a la joven chica.

"¿No crees que estás desabrigada para este frío, cariño?" Preguntó Drew mirando exultante hacia el frente "Debiste traer algo más grueso para hoy, en la radio habían pronosticado una fuerte nevada para la noche"

"¿Este tipo se siente bien de exponer los errores de su propia novia en público o qué?" Pensó Sans mirándolo por el rabillo mientras buscaba un habano en el bolsillo de su chaqueta antes de que los nervios se lo comenzaran a alterar. Pero tan pronto lo encontró, decidió dejarlo para más tarde, no vaya a ser que después las cosas se pusieran peores y caer sospechoso de un crimen de odio era lo último que necesitaba. Impacientemente miró a Frisk, esperando no encontrarla entumecida.

"Oh, salí muy temprano hoy de casa ¿Recuerdas? No pude escuchar el noticiero del clima" dijo ella en tono decepcionado, pero Sans logró captar algo frescura en sus palabras. "Podrías haberla traído por mí, pero creo que estabas muy ocupado con todo esto del trabajo que se te viene encima. No puedo culparte."

"Eh, si..." Dijo el tipo como si estuviera buscando algo más para decir "Exactamente, estaba muy ocupado. No puedo tener el ojo en todo, todo el tiempo"

"QUE GRAN SORPRESA, NO SABÍA QUE PODÍAS TENER UNA AGENDA TAN APRETADA, DREW. TAN GRANDE QUE NO PUEDES RECORDAR ALGO TAN SIMPLE, SUPONGO QUE AUNQUE SIENDO TODO UN CABALLERO, NO ERA ALGO QUE PUDIERAS EVITAR" Comentó Papyrus con total sinceridad "SUERTE QUE LA SEÑORITA FRISK ES CAPAZ DE COMPRENDER LA SITUACIÓN EN LA QUE TE ENCUENTRAS. YO LEGÍTIMAMENTE NO PODRÍA HACERLO, MI VIDA GIRA EN TORNO A MI TRABAJO. NO PODRÍA TENER TIEMPO PARA RELACIONES..."

Maldita sea, su hermano era el mejor. Con un poco más de coraje, se animó a aclararse la garganta para añadir algo de leña al fuego.

"Heh, si" Dijo el esqueleto mirando hacia la chica, que parecía divertida de escuchar a los hermanos hablar "Mi hermano se casó hace años con su trabajo"

"POR SUPUESTO, COMO UN CABALLERO ES MI DEBER DAR TODO DE MÍ A AQUELLO QUE MÁS AMO" El joven esqueleto se llevó una mano al pecho "LO QUE SERÍA TOTALMENTE UN PROBLEMA SI TUVIERA DOS COSAS QUE AMAR, NO HAY DOS DE MÍ PARA COMPARTIR LA MISMA PASIÓN ¿SABES A LO QUE ME REFIERO DREW?"

"Oh, no es tan difícil, Skeleton" Contestó el humano "Cuando se es un profesional, sabes lo que debes aportar al trabajo y al hogar. Te llegas a acostumbrar incluso" Rió.

"¿Este tipo acaba de llamar a mi hermano deficiente?" Sans estrechó las cuencas hacia Drew. El humano estaba demasiado risueño para decir que estaba tranquilo. Arqueó una ceja de hueso casi placenteramente. "Nah. Solo está tratando de lucirse. Yo también haría lo mismo con alguien tan genial como mi hermano dándole lecciones de prioridad..." sonrió.

"C-CLARO, SUPONGO QUE NO TODOS ESTAMOS HECHOS PARA PRIORIZAR DOS COSAS A LA VEZ. ES BUENO QUE TÚ SEAS DE ESOS, DREW. SIGNIFICA QUE CUIDAS DE AMBOS AL MISMO NIVEL, ESO ES DE... ESO ES DE RESPETAR"

La conversación luego de eso había cambiado el rumbo a asuntos más políticos, y Frisk parecía mucho más aliviada de que el objetivo de la charla no se centrara en ella. Sans tomó nota mental para hacer lo mismo en un futuro. Esta podría haber sido una buena oportunidad para usar una de sus rutinas. Ya estaba preocupándole el estado del clima, y debía admitir que el novio de la chica tenía razón en algo, la nevada estaba cerca y Frisk necesitaría más que solo las pantis para sus piernas. Al menos tenía su dirección para ir a dejarla si las cosas se tornaran un tanto frías.

Doblando la esquina en dirección opuesta al parque, entraron a los comercios de comida, las calles ya comenzaban a oler a delicias y la suave música de los villancicos, los recibieron con campanillas y miradas alusivas para una retribución. Sans miraba como Frisk intentaba alargar la mano libre al bolso en busca de una moneda y Drew a la vez adelantar el paso. El esqueleto se codeó con su hermano y ambos depositaron a los cantantes un par de monedas.

"Adoran la música, por lo que veo" Dijo Drew al volver a tenerlos al lado.

"OH, YO ADORO EL MENSAJE QUE REPRESENTAN, EN ESPECIAL EN ESTAS FECHAS" dijo Papyrus casi suspirando en un tono casi soñador.

"Nah. A mi si me gusta más como suenan" Añadió Sans "Prefiero la melodía"

"Oh, ¿algún instrumento en particular?" Saltó a preguntar la chica.

El mismo entusiasmo por la pregunta de ella se le contagió al esqueleto. Sans le guiñó una cuenca.

"Te lo dejo para que lo adivines" Dijo "¿Cuál es el instrumento favorito de un esqueleto?"

Frisk estrechó la mirada en un punto inexistente en busca de la respuesta. Pero antes de que ella pudiese dar con la respuesta Drew agitó su mano frente a ella llamando su atención.

"Bueno, basta de esto. Luego hablaremos de instrumentos para monstruos, ya llegamos" Dijo sonriente, orgulloso de poner un pié sobre el alfombrado tapiz de la larga entrada.

Y razones no le faltaban para decir. Frente a ellos se encontraba el tan famoso café de las arañas. Con una buena advertencia a la aracnofobia. De un momento a otro, la chica pareció arrastrar a su novio hasta la entrada apuntando el nombre de la pancarta hecha de telarañas.

"¡La casa del té de Little Miss Muffet!" Saltó Frisk apretando el brazo de su novio haciéndolo fruncir el cejo del dolor "Dios, deben probar las donas de aquí, el té, y ¡Oh! el servicio es todo un espectáculo"

"¿Ya has venido?" Preguntó Drew en sorpresa.

"¿LO CONOCES?" Preguntó Papyrus y Frisk asintió en seguida "¡QUE BIEN! DREW TENÍAS RAZÓN ENTONCES EN QUE A ELLA LE GUSTA LA PANADERÍA DE MONSTRUOS"

"Por supuesto, conozco a Frisk como la palma de mi mano" Respondió para luego tratar de ganar la atención de ella "Ya viniste aquí entonces"

"Oh, sí, ¡y lo haría una y mil veces!" Dijo emocionada.

Drew guardó silencio. No tenía que adivinarlo, su rostro mostraba con legitimidad su decepción. Claro, no era por simple empatía, pero razonó que a él tampoco le gustaría presentar algo a la chica que ya conociese. Sería como contar un chiste que ya escuchó, o dibujar una viñeta parecida a otra, no había gracia en ello. Siempre había que apuntar a las primeras veces para una sensación óptima.

Pero si se va a reír con el mismo entusiasmo, no te molestaría contarle el mismo chiste dos o tres veces ¿verdad?

Sans negó con la cabeza ganándose una mirada extrañada de su hermano.

Al entrar, las arañas cordialmente presentaron una mesa en donde los cuatro pudieran sentarse dentro del populoso local, presentaron algo de cocoa como espera por el frío (El cuál Papyrus se ofreció a pagar del de todos) y otro grupo más no tardó en aparecer para traerles la carta. Frisk pasaba la vista muy rápido como si ya supiera desde antemano lo que quería comer. Sans no la culpaba, esa lata de frijoles no era precisamente una cesta de picnic para su estómago. Antes de mirar su propio menú, observó como la cara de Drew se iba tornando cada vez más complicada. Si no conociera esa expresión, diría que estaba contando el dinero mentalmente o bien, viendo cómo podría dividirlo entre él y Frisk.

"Todo parece apetecible, ¿eh? ¿Qué pedirán?" Preguntó Sans al aire para quien lo escuchase.

"Yo la tarta de arañas, dice que está hecha con ingredientes frescos y poca azúcar" Respondió Frisk casi instantáneamente "No me sentará tan pesado"

Sans pasó instintivamente sus luces a Drew que casi se le había caído la mandíbula si no estuviera sujeta a él. Curioso, miró la carta para ver que era justo lo que creía, la cosa más cara que podía pedir, era accesible, claro, pero con un precio para partirse en dos de lo caro que resultaba tan solo una rebanada. Por la cara del joven humano, parecía que eso tocaba los límites de que tenía planeado para ella.

"Y algo de sidra" Continuó ella, y sonriente Sans miró a Drew otra vez.

"C-Cariño, yo..." Intentó comenzar Drew.

"Suena agradablemente bien, creo que pediré lo mismo" Dijo Sans guiñándole una cuenca de ojo a la chica y esta le sonrió de vuelta mientras volvía a mirar el menú, seguramente a buscar otra cosa. Pero para su lástima, ella cerró el menú y puso las manos sobre este, esperando a que las arañas llegasen.

"¡Pasta tradicional! Me pregunto cómo será esta masa hecha con telares de araña"

"¿Tú que pedirás, chico?" Preguntó Sans al humano sin esconder su complacencia. El tipo parecía irritado.

"No soy mucho por el dulce, yo creo que me conformaré con un sándwich y algo de café" Dijo como si no le afectase en lo absoluto, pero el esqueleto claramente podía ver como su piel comenzaba a brillar por el sudor. "Vaya, ¿qué es esto?" Pregunto acercándose al menú.

"¿A ver?" Frisk se acercó a su novio y ojeó lo mismo que él "Oh, es el postre que preparé la otra vez, ¿Lo recordaste de la receta del libro que hay en casa?"

"Si, esa que siempre le agregas esencia de arañas" rió "Te queda con más sabor a araña que a vainilla"

"Esta vez no" Respondió orgullosa.

Sans parpadeo. ¿Un postre de vainilla con arañas? El recordaba haber probado algo así durante... Si, él... ¿Recordaba haber estado borracho? El esqueleto simuló mirar otra vez el menú, quería evitar levantar sospechas de que estaba tratando de recordar algo duramente. Tenía la mala costumbre de arrugar el cejo, pareciendo que estaba a segundos de iniciar una pelea, simplemente cuando en realidad estaba pensando seriamente en algo. Mejor esconderse y no preocupar a nadie.

"Estoy seguro de que comí algo dulce aquella vez...Y sí, sabía a arañas, pero... Ugh, no recuerdo bien ese detalle" Se dijo.

De pronto alzó la vista hacia la chica, sintió que el alma se volvía por segundos, más ligera al realizar las cosas de forma simple "... era de ella. Algo hecho por ella"

Sans abrió la boca para decir algo, pero se encontró enmudecido. Quería decir algo para que se sintiera alagada y hacer sentir al otro como un idiota. Pero... ¿Y si la metía en más problemas? O iniciaba una escena de celos. Sans recordaba en cómo le había tomado el brazo aquella vez, y podía apostar a que le había dejado un cardenal, no por nada la chica se sobaba el brazo constantemente. En fin, era mejor cuidarla desde fuera... El tipo ya demostró que no era precisamente un pétalo de rosa con la que tocaba a Frisk. Ya cuando se vaya por fin, él le hablaría con más libertad, quizás invitarla a una taza de té, o una...

Sans se agarró la cabeza.

"¿En qué mierda estoy pensando? Es humana y encima tiene novio..."

"HERMANO, ¿OCURRE ALGO?" Dijo Papyrus con su mejor tono suave, tomando uno de sus hombros "¿TE SIENTES BIEN? ESTÁS UN POCO... EH, ¿RUBORIZADO?"

"Si, heh... Solo es la, uh, presión sanguínea" dijo guiñándole una cuenca de ojo intentando volver al menú.

"SANS, NO TENEMOS PRESIÓN SANGUÍNEA, SOMOS ESQUELETOS".

"Lo siento, sabes que no sé nada de anatomía" Se encogió de hombros.

"SANS ES ALGO BÁSICO, HASTA TÚ MISMO LO PUEDES INTUIR"

"Bueno mi intuición debe tener una mala..." La sonrisa de Sans se amplió.

"SANS, ESTÁ LA SEÑORITA FRISK Y DREW, POR FAVOR, NO EMPIECES" Le advirtió.

"...Circulación"

"¡SANS!"

"Ugh..." Musitó Drew uniéndose a Papyrus apartando la vista del mal chiste.

Sans se había comenzado a reír lentamente de su propio chiste, necesitaba un cambio de aire con lo que tenía en la cabeza. Pero no obstante, su pequeña broma desató otra risa mucho más entusiasta, la cual captó toda la atención del grupo. Frisk estaba a duras penas pudiendo cubrirse la boca.

La chica estaba tan preocupada de no ser oída, que terminó por darle un golpe contundente a la mesa haciendo temblar el servilletero de metal del medio.

No pudo evitarlo, pero verla reír le levantó el ánimo y hacerlo olvidar que el idiota con el que salía estaba justo al lado. Era claro, un chiste terrible, pero en el fondo sentía que era algo privado que solo ellos dos tenían el derecho de disfrutar, no cualquiera apreciaba algo así.

"OH, NO, FRISK, SANS ¿QUÉ HAS HECHO?" Dijo Papyrus cruzándose de brazos sobre la mesa "¡HAS CORROMPIDO A LA DULCE HUMANA! DREW LO SIENTO TANTO"

"Oh, no ella... ella ya venía con ese desperfecto" Comentó.

"¿Desperfecto?" Dijo Sans casi al instante perdiendo el sabor del buen momento. Eso era ya un ataque no solo a ella, era personal.

"SANS, ES SOLO UN..." Papyrus abrió los ojos estupefacto al repasar en su mente lo que había dicho "ESO FUE MUY GROSERO, DREW, ES UNA DAMA" añadió.

"Oh, lo siento, solo fue un chiste, una broma solamente"

"Uno terrible" dijo Sans por lo bajo con un tono grave que le hiso a Drew tragar "Pero no te disculpes con nosotros, es a ella con la que debes disculparte" hiso un gesto con la cabeza hacia Frisk.

"Oigan está bien, no fue su intención" dijo ella, poniendo las manos sobre las de Drew "¿Verdad?"

"¿Por qué lo defiende ahora?" Pensó Sans chasqueando la lengua por dentro.

"Si..." Dijo el tipo retirando sus manos del toque de la chica.

De pronto el buen ambiente se volvió silencioso, tan solo el bullicio del resto de comensales y las arañas haciendo sonar los utensilios, eran los únicos que le daban un relieve acústico al lugar. Por suerte, no pasó mucho hasta que las arañas llegaron bailoteando para pedir las órdenes. Todos hablaron por turno, y el silencio volvió a ser el protagonista.

Papyrus hiso rechinar los dientes.

"EH... DREW" Dijo Papyrus rompiendo la tensión "¿YA TE HAN ASIGNADO LA HABITACIÓN EN EL CUARTEL?"

"¿Ah? Si, así es" Respondió sacando la cabeza del apoyo de las manos "Soy parte del bloque B, estaré a cargo de los mensajes en código"

"SUENA FANTÁSTICO, ESO QUIERE DECIR QUE ESTARÁS CERCA DEL MOVIMIENTO ¿NO ES ALGO PELIGROSO?" cuestionó.

"Para nada..." Dijo petulantemente, pero su expresión cambió luego de un segundo "Bueno, tal vez, si lo sea..."

Sans alzó la mirada con interés.

"Pero valdrá la pena ¿Verdad? Digo, es una gran paga. De hecho si no fuera por eso, no hubiera ni siquiera pensado en aceptar ese puesto"

Las arañas llegaron nuevamente trayendo consigo las prometidas tazas de cocoa, deslizando unas servilletas con motivos navideños antes de colocarlas. Frisk, quien parecía más absuelta en ver como la nube de malvaviscos se derretía en una sola que enterarse de lo que Drew podría hacer con su vida, el esqueleto acomodó la oreja de la taza hacia la izquierda y la levantó un poco del platillo.

"Muchos tomamos esa decisión sin cuestionar el peligro" Dijo Sans hundiendo las nubes en el chocolate con una cuchara "Pero bueno, no es fácil tampoco decir que se gana más cuando se tiene la oportunidad de morir estando más de cerca. En especial si no hay nadie que te necesite" Bebió un sorbo.

"Oh, pero esto no lo hago por mí" Declaró Drew "Todo esto es por Frisk"

La chica levantó la vista de su bebida para mirarlo a él.

"Si todo esto resulta exactamente como quiero, podremos casarnos y tendremos el dinero suficiente para una casa bonita, lujos y comodidades que ella desee"

Planean casarse entonces...

Papyrus sonrió complacido, y Sans muy por el contrario lo miró por arriba de su taza. Solo sentía más y más veneno salir de lo que decía. Intuía que había un gran "pero" en todo aquello que estaba evitando decir...

"Además" Continuó el humano "Así me aseguraré de darle a nuestros futuros hijos una vida digna y respetable"

"Claro, un hombre limpio ante la ley con dinero bien ganado" Pensó y miró a Papyrus que parecía sumido en una idea mientras miraba en un punto fijo.

Estaba seguro de que Papyrus comprendía lo que significaba vivir, a pesar de no haber sufrido toda esa desventura mucho antes de conseguir un trabajo con Asgore. Tal vez, Paps estaba feliz de tener ahora algo estable y poder dejar el pasado atrás, pero sabía que en el fondo le hubiera gustado que aquellos planes también los hubieran tenido sus padres. Aunque siendo sinceros, independiente de esa idea, las catástrofes ocurren y uno solo puede terminar contando y no contando la historia.

"Ay, lo siento" Dijo Frisk tapándose la boca buscando una servilleta para limpiarse la boca, ganándose una mirada despectiva de Drew, muy similar a cuando decía un juego de palabras que simplemente no podía aceptarse "Lo siento, me atoré"

"Está bien" Dijo Drew tomando su taza para beber.

La toz de la chica lo sacó de sus pensamientos y Sans se le quedó mirando teniendo solo una frase en mente.

Alguien limpio...

Ciertamente, Sans no lo era. Y mucho menos lo sería cuando el arreglo estuviese hecho.

Luego de unos minutos, las arañas llegaron con los pedidos de cada uno. Los arácnidos bailaban y hacían toda clase de piruetas colocando todo elegantemente, ni una gota derramada y ni una migaja suelta. Tanto Papyrus como Frisk fueron los único quienes legítimamente no podían apartar la vista del espectáculo hasta su final. Sans sin embargo, estaba en guardia, y pasaba la vista del trabajo de las chicas a los individuos alrededor de la mesa, pero por sobre todo estaba pendiente del novio de Frisk. El idiota a pesar de estar atento, no parecía asombrado ni admirado por el buen trabajo, parecía estar más bien supervisándolo todo, como si estuviese esperando a que algo saliera mal para alzar la voz. Lamentablemente las arañas no le dieron ese gusto y se retiraron graciosamente por sus hilos hacia el techo.

"¿ENTONCES PIENSAN EN CASARSE? OH, QUE GRAN ACONTECIMIENTO" Dijo Papyrus dando vueltas a su espagueti demasiado delgado para capturar una porción decente para levantar a sus dientes "SE DE BUENA FUENTE QUE LOS HUMANOS HACEN CIERTO RITUAL PARA ESPOZARSE"

Escuchar eso por segunda vez le comenzaba a hacer reacción en las sienes. Pero no era algo en lo que él pudiera entrometerse...

¿Entrometerse?

"Por supuesto, es lo que toda pareja respetable hace. Ustedes también tengo entendido" Dijo Drew.

Sans miró a Frisk y no parecía querer hablar al respecto. Estaba seguro de que ella ya sabía cómo eran y por lo que la conocía, ella estaría hablando alegremente al respecto, por su conocimiento sobre el tema como lo es como con el caso de esta comida exótica, ¿No debería serlo también para el tema que más adora en su trabajo? ¿Por qué estaba tan callada?

"Eh, si... Es un tanto más privado para nosotros" Le respondió Sans, tratando disimuladamente de beber sin que se notara que sus luces estaban puestas en la chica "No solemos hacer celebraciones a lo grande mientras-

"¡SANS!" Papyrus lo interrumpió golpeando un costado de la mesa "OH, POR FAVOR PERDONEN" Dijo llevándose una mano a la boca mirando hacia las arañas que se detuvieron para mirarlo. Volviéndose a su hermano, este le arrojó una mirada de reproche "ESE TIPO DE COSAS NO SE HABLAN EN UNA MESA, MENOS CON UNA DAMA EN ELLA"

Sans miró a Frisk que tenía los ojos abiertos y fijados en él con el rostro enrojecido. Tuvo que quitar rápidamente las luces de ella. Por supuesto que ella sabía bien de lo que estaba hablando, si sabía de costumbres, claro que sabía de este tipo de cosas.

¿A quién se le ocurre hablar sobre "intimar" en medio de la comida? Aunque no era nada parecido a tener relaciones físicas, estas eran más bien relaciones espirituales, maneras efectivas de saber si tu pareja iba a ser o no alguien fiable con quién estar el resto de tu vida. Y la vida de los monstruos era ciertamente más longeva que la de los humanos, por lo que si se iba a tomar una decisión, había que tomar precauciones.

Por supuesto, esta precaución tenía su contrafilo, si no había el resultado esperado, no había manera de saber si tu pareja en ese momento podría jugarte en contra... Todo iba en una ligera confianza. Pero aunque eran casos muy apartados, conocía a alguien quien ya había pasado por eso, y Sans nunca olvidaría la cara de su hermano mayor... Cuando había sido defraudado. Al menos su vida había terminado mucho antes de que esa sucia y traidora humana...

Humana...

Se había encontrado con la mandíbula fuertemente apretada y las manos empuñadas sosteniendo el tenedor para postres. El recuerdo de Wingdings y esas advertencias que solía darle retumbaron en su cabeza y Sans sintió la necesidad de mirar nuevamente a Frisk. La chica aún trataba de esconder el rubor tomando algo de sidra sin poder sostenerle la mirada por mucho tiempo a él antes de voltearse. El quería recordarse así mismo del peligro que uno corría al pensar así de un humano y entrar a sus viejos cabales, pero solo encontró más calma de la que deseaba. Tan solo con verla sintió que la tensión de sus hombros se laxaba y las manos le palpitaban por la presión. Ya no tenía cómo convencerse de que esa pequeña dama a solo unos metros sentada en la misma mesa, podía ser una farsa. Menos si su pequeño hermano reía y convivía con ella de forma tan casual.

"Oh, ya veo" Dijo Drew "Tan solo bastaba con decir privado, entiendo a qué te refieres" Guiñó un ojo.

"No es lo que crees" Musitó ella lo suficientemente bajo como para que no la oyera, pero moduló lo suficientemente bien para entenderla. Él no la estaba viendo de todas maneras.

"¿Pero todo esto no te hace pensar Frisk?" Dijo Drew de repente "Es decir, estamos hablando de que luego de esta estúpida guerra, vamos finalmente a casarnos, ¿No te emociona?"

Ciertamente...

Frisk volteó a mirarlo como si aquello la hubiera tomado por sorpresa. Ella tragó lo que tenía en la boca y giró hacia su porción de comida.

"C-Claro" Respondió simulando una sonrisa.

"Por supuesto, no hay nada más natural después de tantos años" Continuó y dio una corta mirada al esqueleto "Es como el destino, nos conocimos hace tanto tiempo que no lo recuerdo a estas alturas"

Las luces de las cuencas de Sans permanecían tenuemente encendidas, como si estuvieran casi al borde de la extinción. Al tipo le gustaba presumir, Papyrus tenía por donde decir que no le agradaba.

Frisk no respondió esta vez y solo asintió con la cabeza y se ocupó de su comida.

La hora y media había pasado lentamente y salvo de unos cuantos comentarios del trabajo, unos chistes malos muy reprochables, la conversación había muerto genuinamente. Frisk dejó de hablar directamente con su novio y solo contestaba asintiendo o con sinónimos positivos. Papyrus era el único que trataba de alentar buen momento, pero el humano sostenía comentarios y opiniones tan neutrales que acababan por apaciguar cualquier tema que lograse sacar de la manga. Los platos ya estaban vacíos y todo el mundo parecía satisfecho. Sans hubiera preferido que las cosas hubieran tenido un sabor mucho más fuerte y menos dulce.

"¿Mañana que harás?" dijo Drew a Frisk intentando ganarse su atención.

"Trabajar" Comentó ella limpiándose una comisura.

Su novio sonrió y negó con la cabeza "Te llamaré cuando llegue si es que sigues en casa, si no, ¿Tal vez al trabajo?" Esta vez sí lo miró "Oye, linda, es broma, sé que estas ocupada con las cotillas de las señoras. No te voy a interrumpir. Esperaré a la hora de la cena para hacerlo"

Frisk sonrió "Que bien, estaré esperándolo"

"¿COTILLAS?" Preguntó Papyrus "CREÍ QUE LA SEÑORITA FRISK SE ENCARGABA DE APACIGUAR LAS EMOCIONES DE LA GUERRA"

"Es un decir Papyrus" Le respondió el humano a poco de reír "Sé que mi mujer pone todo su empeño en eso, pero vamos a relajarnos un poco, no es algo tan serio"

"Yo creo que sí" Dijo Sans.

El esqueleto había estado atento de cada venenosa palabra del individuo, cada una lo hacía romper una cuerda más del violín, necesitaba descargarse con una broma, o simplemente dejándolo en su lugar. Dios, sentía que la segunda idea se lo terminaría por tragar, solo le faltaba comenzar a hablar mal de los trabajos sobre entretenimiento y ya podría contar la factura que le saldría del dentista y el albañil para el restaurante.

Drew miró a Sans un tanto más cohibido, como si supiera que su comentario había tocado algo que no debía.

"¿Disculpe?" Dijo el humano evitando el tartamudeo.

"Estás perdonado" Dijo Sans riendo por lo bajo y Papyrus bufó a su lado, cansado de siempre repetirle lo mismo "Es difícil aceptar que el entretenimiento también es un negocio. Pero el de tu chica ciertamente no lo es" Sintió la mirada de Frisk alzarse hacia él "Lo de ella es un servicio a la comunidad; brindar soporte emocional en medio de una crisis mantiene la moral intacta de los habitantes. No es un secreto que muchas mujeres se han suscrito al periódico buscando empatía" Sans se arregló el fedora y buscó algo de tabaco en los bolsillos del traje "Bueno para la gente, bueno para el negocio. Por si no lo has escuchado"

"Por... Por supuesto" Drew cruzó los dedos y los bajó hasta la mesa mientras apartaba la mirada de él.

"Humanos..." Dijo por lo bajo calándose un habano en los dientes.

Este seguramente era un buen momento para la chica para sacar ventaja y reforzar lo que había dicho. Ganarse un poco de respeto, por así decirlo. Pero ella solo se quedó en silencio mirándolo, sintiendo una agradable sensación de bienestar cuando pudo ver tenuemente que las comisuras de sus labios se alzaban con una tímida sonrisa. El trabajo estaba hecho, aunque le hubiera gustado mucho más una rutina de chistes, pero la chica parecía llevarlo bien, como si tuviera algo entre manos.

"Heh, yo sí puedo hacerla reír". Dijo mentalmente mirando a Drew, como si intentara restregare solo un poco más la victoria.

Pero este estaba extrañamente calmado.

Luego de haber pagado, tan pronto pusieron un pie fuera de la cafetería, sintieron el cambio de temperaturas del exterior. La mitad de la calle ya se sentía húmeda y fría por la nieve acumulándose en granillos sobre las superficies de los automóviles y el marco de las ventanas, el aire no era demasiado agradable y la posibilidad de que escuchasen algún estornudo había aumentado parcialmente. Incluso, Frisk había hecho un gesto que le arrugó la nariz y le hiso retroceder un paso antes de ajustarse el nudo acolchado que tenía la bufanda.

Pasaron otro rato en silencio en lo que se encaminaban al centro de la ciudad para llegar a la parada de autobuses. Papyrus parecía extrañamente atraído por las luces de las ventanas, mucho más cálidas que las del paisaje que tenían en frente. No hacía falta de que Sans se intentara preguntar que había en su cabeza; esta sería la primera navidad que vivirían apartados.

Pero lejos de verse afectado, parecía incluso más decidido. Ese puesto era una de sus metas después de todo. Y esa era probablemente una prueba significativa para él para su independencia y su valía dentro de la rebelión en un futuro, próximo. Pero indudablemente también para Sans al dejarlo ir.

No debería estar pensando en esto aún... Todavía no.

"¿Qué haremos ahora?" Preguntó ella de repente mientras se calentaba las manos, sin percatarse de las miradas que se había ganado, o que tal vez prefirió ignorar.

"¿Qué haremos?" Drew rió por lo bajo "Pues ir a casa. Ya no hay dinero para más vueltas y tú con tan poca ropa no durarás demasiado en la nieve"

No le gustaba estar de lado de ese simplón de cuarta, pero tenía razón. Por mucho que quisiera pasar un rato más con su hermano y la chica, ya era momento de hacer la primera despedida de la noche.

"L-Lo sé pero, ¿No es algo temprano aún?" Insistió guardando sus manos en los bolsillos.

"¡C-CIERTAMENTE LO ES...!" Añadió Papyrus.

Sans miró a su hermano en desconcierto. Se veía tan fácil la idea de estar de parte de ellos, pasar solo un momento más... Pero para la chica ya era tarde y formar parte de las razones por las que seguramente despertaría con fiebre el día siguiente, no le resultaba para nada confortante. Por otro lado...

"PERO SEÑORITA FRISK... YA ES TARDE Y POR MUCHO QUE ME GUSTARÍA QUE PERMANECIERA AQUÍ UN RATO MÁS ANTES DE PARTIR... SERÍA MUY POCO CABALLEROSO DE MI PARTE ACEPTAR A ESA PROPUESTA PARA HACER MÁS ACTIVIDADES, A SABIENDAS QUE SU SALUD ESTARÍA COMPROMETIDA" Frisk alzó la vista hacia él "YA... YA ES MOMENTO DE DESPEDIRNOS"

La voz dubitativa pero razonable de Paps abrió un hueco en el pensamiento de Sans. ¿Cuándo su hermano bebé lo había dejado atrás? Escondió una de las manos en el bolsillo y respiró profundamente del habano sosteniéndolo con fuerza. Demonios, le estaban temblando.

Las intenciones de los ojos de la chica desaparecieron para dar paso a una expresión mucho más real y apesadumbrada. No había ni un rastro de orgullo hacia Papyrus, parecía más bien implorando necesidad. Otra vez esos ojos lastimeros. Sans se encontró dando un paso al frente al ver el motivo por el cuál ella no quería irse todavía agarrándole el brazo. Sin embargo, al instante en que Frisk notó sus luces sobre ella, la chica había suavizado sus facciones a una mucho más neutral.

Ella...

"Cariño, Papyrus tiene razón" Dijo Drew acercándola hacia él "Luego de todo esto, podrán reencontrarse, te prometo que haremos algo entre todos otra vez"

"Si..." Dijo ella asintiendo "No sé lo que pasó, creo que no lo pensé bien" Dijo mirando a Papyrus "Ustedes dos tienen cosas que hacer... No sé... No sé en qué estaba pensando"

Eso me gustaría saber...

"Ow, ¿Ya te has encariñado con nosotros?" Dijo Sans guiñándole un ojo "No te preocupes. Paps prometió estar en contacto conmigo todo el tiempo, tan pronto cuando vuelvan lo sabremos de primera falange"

Frisk sonrió suavemente y asintió con la cabeza y Drew puso una mano en su hombro sonriéndole igualmente. Parecía lo suficientemente convencida al menos de aceptar irse a casa.

No iba a negarlo, le estaba comenzando a preocupar, pero al menos tenía a su favor de que esto acabaría por la mañana.

¿Tal vez, una última broma antes de decir adiós?

"En tanto, tendrás que aguantar más de mi sentido del húmero" Dijo.

La chica pronto comenzó a reír por debajo de su bufanda. Papyrus bufó por detrás de él por el horrible juego de palabras, lo que era de esperarse. Pero Sans no se había percatado del terrible error que había cometido.

Estaba distraído compartiendo el último chiste de aquel día. Demasiado como para ver como el humano fijaba su mirada en él.

════════ ♡ ════════

La puerta se abrió dejando entrar una ráfaga de aire congelado. Ambos tuvieron que quitarse los zapatos en la entrada antes de poder seguir adelante para no mojar el resto del piso de madera. Aún no era demasiado tarde para hacer algo de té y calentar un poco el cuerpo. Drew no había hecho comentario alguno durante el camino y Frisk no podía dejar de sonreír, por lo que pasó todo ese rato rumbo a su hogar tapándose el rostro, esperando que aquello hiciera creer a su novio que estaba a punto de pillarse un resfriado. De momento iba funcionando.

"Voy a la habitación. Avísame cuando el té esté listo" Dijo él sin mirar hacia atrás cerrando la puerta tras de sí.

Frisk no respondió.

Ni siquiera lo tomó en cuenta.

Pese a que tenía tantas ganas de ir por algo mucho más cálido para usar que seguir con sus prendas humedecidas, no quería molestar a Drew. ¿Para qué? Ya estaba por irse.

Solo un poco más... ¡Solo un poco más y ya!

Tomó el mango de la tetera para llenarla bajo el grifo, hiso correr el agua y esperó. En tanto su mente aprovechaba ese pequeño lapso de silencio para revolotear en todo lo que había pasado. Creía que iba a tener que estar con ese peso todo el día, en como cruzaba los dedos para que algo hiciera pasar el tiempo más rápido. Drew no había dudado en aprovechar de decir lo que opinaba de su trabajo en el periódico. El bastardo sabía lo mucho que significaba para ella, ¿Qué importaba que ganase menos? Estaba aportando igualmente, sumándole que la casa era de su padre y estaban allí gracias a un acuerdo mutuo que habían tenido, no podía decir lo contrario. Estaba tragándose comentar cualquier cosa. ¡Oh! pero entonces ese torpe y cretino esqueleto venía y lo ponía en su lugar y encima su hermano se sumaba a ello. Dios, había sido tan divertido.

Solo esperaba que si hubieran repercusiones en su actuar, no fueran terribles...

Dio una rápida mirada hacia la habitación antes de percatarse de que la tetera estaba llena y derramando agua por la trompa.

Qué distracción.

Luego de limpiar el piso que también se había alcanzado a gotear, Frisk encontró que tenía las mejillas adoloridas de tanto sonreír, rosadas y a punto de permitirse una risa. La chica se llevó una mano al rostro intentando bajar la sensación. El fuego de la cocina estaba a todo dar bajo el metal del fondo de la tetera, y la falta de sonido le decían a Frisk que el agua no estaría lista si no en al menos unos diez minutos, la había llenado demasiado.

Había tiempo de hacer otra cosa.

Dirigió la mirada nuevamente a la habitación, pensando en poder ir a cambiarse. Pero declinó la idea tan pronto pensó en que Drew la quisiera tomar allí. Aquel santuario de paz se había convertido en un suplicio luego de un día de trabajo, invirtiendo las sensaciones emocionales; la labor era un descanso de la llegada a su propio hogar hacia el suplicio. No quería lidiar con eso ahora.

Pero estaba segura de que tendría que hacerlo como mínimo una vez más.

Bueno, tan pronto el té estuviera listo, Drew saldría y Frisk tendría la oportunidad de entrar a cambiarse sin que este la tocara. Aunque podría ir directamente al baño y ponerse la camisola sucia de hace unos días.

Eso lo molestaría, pero al menos si tenía mal olor tampoco se le acercaría.

Sin tocarla, se iría sin pena ni gloria. Era perfecto. ¡Vamos Frisky!

Asegurándose de que no la escuchara, entró al baño y cerró la puerta con seguro. Aprovechó de ver su estado en el espejo, el cabello algo desarmado por haberse quitado su cloche favorito, pero nada que un cepillado rápido no ayudase. Quitó la tapa de la cesta de la ropa sucia y encontró un camisón de satín celestino, uno de sus favoritos. Un lamentable recuerdo de su primera noche con Drew. Bueno, no había nada más para cambiarse y estaba seco. Le dio una olisqueada y en seguida pudo sentir más de un solo tipo de olor, el resto de prendas sucias le habían pegado sus olores, el de las ropas de trabajo que su novio no se llevaría consigo y ropas interiores. Demonios. Pero era pillar un resfriado u oler mal hasta la mañana siguiente.

"No quiero contagiar a nadie en el trabajo y las duchas por la mañana son buenas para despejar el sueño" Se dijo a sí misma asintiendo a su lógica. Luego una sonrisa traviesa atravesó sus labios "Prepárate Drew, hoy no querrás tocar nada que huela a cebollas" Rió.

Luego de ponerse el camisón, tomó la bata de baño blanca que colgaba en el perchero y se la colocó. Había dos espacios, uno para cada conviviente, pero la otra prenda estaba guardada en el equipaje de Drew.

Al salir, notó que al ponerse la bata, exceptuando sus pies descalzos, no tenía tanto frío.

¿Ahora qué más podía hacer?

Miró alrededor de la habitación y sus ojos cayeron en el reloj de pared. Aún era temprano y la radio aun pasaba los reportes de la guerra en el frente.

La guerra. ¿Tal vez podría hablar con su padre con respecto a la carta de su hermano?

La mirada paso entonces al teléfono.

Frisk se apoyó en el taburete antes de sentarse en este, luego de marcar el número del teléfono personal que tenía en el centro de pruebas. El timbre sonó constantemente al punto de que Frisk se había comenzado a impacientar y hacerla pensar que otra vez no estaba disponible. Bueno, era un mosntruo ocupado.

"¿Hola? Oficina de Principal del Doctor W. Dream"

Frisk apretó el teléfono con fuerza, no era la voz de su padre, pero al menos le habían contestado.

"¿Hola? Habla Frisk W. Dream"

"¡Oh! La hija adoptiva del Doctor" Dijo tambaleando el teléfono de un lado a otro antes de volver a hablar bien por el auricular "Es un placer escuchar de usted, el Doctor ha hablado mucho últimamente de su familia. Pero espere ¿ocurre algo?"

Algo le decía a Frisk que este individuo jamás había estado a cargo de un teléfono. Pero estaba de tan buen humor que le pareció incluso adorable.

"¿Si pudiera pasarlo al teléfono...?" Dijo ella.

"¡Oh! Claro, por supuesto... Eh... No, no puedo. El Doctor está algo ocupado por ahora, ¿Si quiere puedo dejarle un recado por usted?"

Ya me lo temía.

"Por favor" Suspiró ella menos entusiasmada "Dile que aún no me ha llegado la copia de la carta de mi hermano mayor"

"Copia de carta que no ha llegado, bien, ¡Recibido!" Dijo del otro lado.

Frisk estrechó la mirada. Quizás...

"¿Y sabes en qué está trabajando mí padre?" Preguntó ella.

"Es algo muy importante para la nación, tiene que ver con el buen uso que se le da a la magia y el contacto con la tecnología, ¡Es fascinante!"

"Aún sigue con esas cosas... En una de esas casualidades, tiene que ver con las máquinas que están llegando aquí. Aunque se supone que vienen de otro país..." Pensó ella "Bueno que más da, él siempre ha hecho lo que cree necesario para el progreso"

"Por favor, dile también que me llame de vuelta, quisiera hablar con él de un asunto que tal vez lo ponga contento"

"¡Por supuesto señorita! ¡Hasta otra!"

El teléfono marcó colgado luego de eso. Qué despedida. Su padre había dejado a cargo del teléfono a alguien muy descuidado, pero de seguro que en persona sería alguien de lo más agradable para charlar. Ya lo conocería en persona cuando fuese de visita.

Se quedó por un momento mirando el auricular. La tetera aún no estaba lista ¿Tal vez una llamada más? Tenía la intención de hablar con Toriel, y sin darse cuenta, su mano ya estaba tocando su vientre.

Ella sabría qué hacer en estos casos.

Al mirar el reloj, se dio cuenta de que no era el momento, o que al menos que este ya habría pasado. Era noche de escuela para ella, y tendría que salir temprano por la mañana. No podía llamar e interrumpirla.

Mañana, entonces.

De repente una idea surgió en su cabeza. Como una pequeña luz.

¿Tal vez decirle a Papyrus adiós una vez más?

Frisk se encontraba ya en el perchero buscando en su bolso el número del esqueleto. Tan solo un saludo nada más, no tardaría demasiado y el agua estaría burbujeando para cuando colgase.

Tras encontrar el papel, Frisk se sobó las manos entre ellas para calentarlas un poco antes de llegar al teléfono nuevamente, realmente el mes comenzaba a hacerse presente, sobre todo por la noche. Sostuvo el auricular cerca de su rostro y comenzó a marcar.

El tono comenzó a sonar, al mismo tiempo que sentía que el pulso se le aceleraba al oír a Drew moviéndose en la habitación.

Sonaba.

Y sonaba.

Pero nadie contestaba.

"Tal vez no han llegado aún" Se dijo.

Estaba a punto de colgar, pero algo en ella le insistía. Solo para estar seguros de que no la habían oído y volvió a marcar.

El tono de espera comenzaba a sonar nuevamente, luego de dos, Frisk se comenzó a morder le labio. Por algún motivo, el sonido de la habitación comenzaba a escucharse más poderoso, mas errático. No, literalmente su novio se las estaba apañando con algo ¿Qué demonios estaba haciendo Drew?

Nada.

Volvía a desconectar la llamada.

Frisk miró el reloj por el rabillo del ojo (ya deberían estar en casa si es que no estaban demasiado lejos), luego a la tetera que comenzaba a hacer ruido de las primeras burbujas. ¿Por qué se estaba poniendo tan ansiosa?

Una vez más.

Volviendo a marcar, Frisk se colgó el auricular en el hombro apretándolo con la mejilla mientras repasaba los números, a ver si es que había cometido un error al teclear. El primer sonido de la espera, sintiéndose mucho más largo que los anteriores.

Luego un segundo.

Un tercero.

El corazón se le detuvo al sentir el descolgar del auricular. Finalmente alguien contestaba. Con la otra mano dejó la nota con el número en el mesón y sostuvo el auricular cerca de su oreja.

"¡FRISK!"

Un gran frío le recorrió la espalda dolorosamente hasta la nuca. Al voltear abruptamente sintió que el cuello le daba un pinchazo por el costado. El auricular resbaló de sus manos pero alcanzó a contener el sobresalto de la sorpresa evitando que cayera. La puerta de la habitación se había abierto hasta golpear el pomo contra la pared y la peor pesadilla de Frisk estaba parada en medio de la vista hacia la habitación.

Drew llevaba el cabello enmarañado y mojado, las mangas arremangadas hasta el tope por arriba del codo, el nudo desatado de su corbata como si se la hubiera intentado arrancar y los botones del cuello perdidos dejando ver las marcas de los tendones de la piel expuesta. Todo su rostro estaba enrojecido y sus dientes apretados al punto de mostrar las encías y el vapor saliendo de entre ellos entre silbidos profundos a la par de su pecho elevado. Pero lo peor de todo, era una extraña sonrisa dentada de canino a canino.

Nunca había visto a Drew así...

Nunca desearía haber visto a Drew así.

Frisk se congeló en el sitio. Era la película de terror que jamás hubiera querido ver, una que podría haber huido de no tener que presenciarla. Pero que de alguna manera, estaba reproduciéndose frente a ella. No recuperó el aliento, ni la conciencia de la realidad y su papel protagónico de aquella escena, hasta que Drew había dado el primer paso hacia ella alzando en su mano derecha el colgante de oro que había guardado en su cómoda, zarandeándolo como si fuese una gallina degollada.

"¿En dónde?" Dijo casi por lo bajo sin soltar la mandíbula "¿En dónde conseguiste esto, Frisk?"

Pero las palabras no terminaban de salir y solo eran un gorjeo de miedo y gemidos apaciguados por la necesidad de respirar.

"¿Por qué tenías esto tan escondido?" Volvió a dar un paso silenciado hacia adelante "¿Te lo dio alguien?"

Frisk apretó con más fuerza el teléfono que parecía estar zumbando. De algún modo ella logró negar con la cabeza.

"¿Quién te lo dio? ¿Hm?" Otro paso "¿Fue ese noviecito nuevo tuyo?"

La mente de Frisk en seguida dibujó a Sans. Aquello fue lo suficiente para coger algo de valor y devolverle un poco de fuerza a su voz.

"Y-Yo lo compre" Musitó ella intentando sostenerle la mirada.

"No me vengas con mentiras, maldita" Ladró agitando el corazón dorado pintado de blanco la mano de la fuerza con lo que lo presionaba "Tu miserable sueldo no alcanzaría para algo así. Alguien te debió haber dado esta joyita."

"¡S-Si lo abres...!" Intentó aclarar rápidamente, pero el fuerte golpe del corazón de oro estrellándose en la pared cerca de su rostro la volvió a congelar.

El medallón calló al piso girando a sus pies enrollándose en la delicada cadena. Frisk sentía que el corazón dejaba de latirle, el pulso a descender y su mente a flotar como si en su cabeza no cupiese la realidad nuevamente. Se volvía una espectadora del miedo que sentía en aquel momento: Drew estaba loco, estaba enojado y esta vez no sería un cardenal en el brazo o una cachetada. Él estaba convencido de que la chica estaba engañándolo y la haría pagar. La haría pagar hasta saciarse.

Temblándole las piernas, estas dejaron de responderle y serle útiles al peso de su cuerpo, deslizándola al piso para mirar a Drew tan cerca de ella que podía taparle la luz directa de la ampolleta. Su peligrosa silueta temblaba en ira.

De un movimiento rápido, Drew se agachó a su altura y la cogió de la muñeca elevándola consigo poniéndola otra vez de pie.

Frisk podía sentir como la piel le gritaba de dolor ante el apretón y la mano cada vez más congelada. Su mente aturdida no conseguía discernir entre sus extremidades y no notó cuando el cordón del teléfono se le había enrollado en la otra mano hasta que Drew se lo arrancó de un tirón de la muñeca. El auricular cayó al piso sin rebote golpeándole un costado del talón.

"¿Cómo pudiste Frisk?" Preguntó con una voz tranquila, contrariamente a su rostro iracundo "Te he cuidado, YO te lo he dado todo. Siempre te he preferido a ti por sobre a todo. ¿Y así es como me pagas?"

Frisk de pronto sintió un agudo golpe en el vientre que la arrinconó a la pared y tiró el taburete de lado. Pero no consiguió gritar, sus ojos, su mente, todo, estaba concentrándose en los enormes ojos gélidos de Drew frente a ella.

La suela del zapato de este sonó casi elegantemente en el piso de madera.

"Un rodillazo." Supuso cuadradamente en su mente.

Ella tenía los pies ligeros y sentía el tirón de su brazo como si este estuviera suspendido del borde de un abismo soportando su cuerpo, ardía como un infierno. Su vientre le palpitaba y unos pinchazos en los costados comenzaban a clamar emergencia en su mente y sus ojos se dirigieron casi por inercia a aquel punto indefenso. De pronto sintió una enorme mano apretándole ambas mejillas obligándola a mirar su reflejo en esas pupilas.

"Debí comprenderlo en cuanto volviste de ese estúpido viaje con esa vieja cabra" Dijo "Esos cambios para afearte, ese comportamiento sínico y egoísta. Estabas cambiando para que yo te dejara ¿No es así? Porque no eres más que una cobarde, maldita sea ¡Una cobarde!"

La voz de Drew comenzaba a temblar y su agarre a suavizarse.

"Mírate, ni siquiera hueles bien para mí..."

La vista de Frisk cayó al piso para encontrarse otra vez de rodillas. La había soltado tan de súbito, como un trozo de carne muerta antes de partirla en una tabla. Sus ojos débilmente se deslizaron hacia arriba, con miedo de ver, pero con el morbo suficiente para hacerlo.

Frisk sintió otra vez su corazón latir al ver a Drew tapándose los ojos con fuerza con ambas manos y sus hombros tiritaban.

¿Él estaba...? ¿Estaba llorando?

Los ojos de Frisk rápidamente buscaron arreglar la situación. Mirando a su alrededor, encontró el medallón junto a ella. A penas y sentía la mano moverse, pero lentamente la acercó al accesorio.

"Debí notarlo cuando ese saco de huesos te miraba descaradamente, aun cuando estabas a mi lado..." Dijo él.

La mano de Frisk se detuvo. Su mente aún seguía nublada, pero lo suficientemente lúcida como para continuar a penas y procesando el delirio del tipo.

"...Y esas estúpidas bromas. Te reías de todas y cada una de esas estupideces. Claro, si tienen el mismo insípido sentido del húmero, ¿Verdad? ¿Ibas a aprovechar mientras yo no estaba? ¿Para gastar más bromas a mis espaldas? ¿Para humillarme como lo hacían allí?"

Un desagradable gusto de boca pasó por su lengua. Oírlo repetir esa broma tan inocente de forma tan contaminada le revolvió el estómago, amenazándole las náuseas con volver a presentarse.

La mano de Frisk finalmente había llegado al medallón. Con desespero, atrajo el objeto hacia ella. Las uñas se clavaron en seguida en el borde que abría el secreto. Tenía que abrirlo cuanto antes, si lograba enseñarle la foto de él en su interior, había la posibilidad de que toda esta locura parase. Cada segundo se había convertido en largas horas en su mente en lo que el medallón se le escurría de las manos por el sudor.

Por favor, por lo que más quieras... ¡ABRETE!

Y el seguro se separó en sus manos abriéndose entre sus dedos.

Si hubiera estado más tranquila en aquel instante.

Si las cosas hubieran sido de otra manera.

O si esa maldita tetera hubiera pitado un poco antes o después.

El nuevo sobresalto resbaló el medallón de sus manos, haciendo caer el corazón por última vez el piso, completamente abierto.

Pero para el pánico de ella, la foto de Drew se resbaló como una hoja, escondiéndose debajo de sus prendas.

El sonido hiso a Drew volver en sí y mirar a Frisk en el piso. Tenía los ojos rojos y cansados. Se agachó para ver el pequeño corazón abierto. Frisk quería gritar para que lo esperase, que la foto se había resbalado. Pero las manos del tipo ya estaban temblando y su expresión iracunda volvió a gesticularse en su rostro.

"Claro... Por supuesto" Dijo casi haciendo una mueca para sonreír "Esto es para quienes están cerca de tu corazón, tu familia... ¿Y yo donde estoy, Frisk?"

Drew apartó el corazón de su vista para enfocarse en la chica.

"¿O es que pensabas ponerlo a...él?"

Las manos de Frisk golpearon el piso palpándolo con desesperación para buscar la condenada fotografía.

De pronto, sintió como ambos brazos eran rodeados uno por cada mano, y otra vez era alzada con facilidad, quedando sus rodillas a solo unos centímetros del piso.

"Si ya son tan unidos, ¿Eso significa que no soy el único?"

La palabras de él solo significaban una cosa.

No...

"... Claro. Él es enorme. ¿Cómo competir contra una polla de ese tamaño?"

No por favor...

"Debe haberte marcado... De seguro ya te ha partido en dos"

"Drew... Por favor" Consiguió gesticular Frisk.

"¿Por favor? ¡¿Por favor qué?!" La cabeza y espalda de Frisk recibieron un golpe contra la pared "Dime, maldita perra ¡DIME! ¿POR FAVOR QUÉ? ¿Quieres que te demuestre que valgo más que ese puto monstruo? ¿Siquiera tiene algo de qué hacer alarde?"

Tomando un largo respiro pesado, Drew miró a Frisk con extraña calma.

"Pues bien..."

Frisk vio pasar la neblina de un nuevo escenario, después de algo que la tiró al piso, un dolor que pasaba a segundo plano desde su hombro y todo el costado de su lado derecho, pudo ver las patas de la mesa, el piso y el corredor hacia la habitación, la alfombra y la madera lisa, ella estaba a la altura de todo aquello y de cerca. Estaba en el piso. Sus ojos volvieron a moverse hacia él, ingenuamente creyendo que tal vez encontraría algo de piedad en él.

Pero todo se ennegreció para Frisk la ver a Drew sobre ella, sintiendo el rose de sus piernas juntas encarceladas en las de él.

"No voy a perderte Frisk" dijo por lo bajo "Y no me iré de aquí... sin dejártelo claro"


+

+

+

* * * * *
Este será la última actualización en mucho tiempo, gracias por leer!
Tengo muchas cosas en las que estoy trabajando a la vez, lo siento no tengo orden en mi vida xD
Y de momento mi comic es mi prioridad, espero que algún día puedas verlo!
Pero de verdad, si has llegado hasta aquí leyendo este pequeño trozo de mi corazón, gracias y perdona por bombardearte con tantas actualizaciones.

Nos vemos~!


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro