— ¿Nena...? —Dijo Jamison susurrando.

Acercándose, no demasiado, al borde hacia el pasillo, vio como una chica estaba en frente del guardia, usando una sudadera negra haciendo juego con el resto de sus ropas oscuras. Pero más importante ¿De dónde había salido? Alguien vestido así jamás pasaría inadvertido en un lugar tan iluminado.

—No hagas Pancho, ruco, ya me largo —Chasqueó la lengua.

— ¿Qué has dicho, jovencita?

—Nada, nada...

Volviéndose a ocultar tras la pared, escuchó como la puerta se abría y volvía a cerrar. Rápidamente al percatarse de que la chica se aproximaba a las escaleras, se escondió tras ellas, esperando a que la niña subiera para él poder seguir avanzando. Se oyeron un par de zapatos subiendo. Relajándose, pasó a ver el pasillo, encontrándose directamente con la joven cruzada de brazos.

—Bonita chingadera —Dijo molesta— Si ibas a entrar a hurtadillas podrías haberme dejado la puerta abierta. ¿Tú quién eres?

—Yo... Eh... ¡Soy un conserje!

— ¿La neta? —Alzó una ceja.

— ¿Qué es eso?

—No importa —Puso los ojos en blanco— Mira, no tengo idea de quién eres, pero si quieres entrar, ya estás muy por lo debajo para avanzar, literalmente, te sacarán de aquí a penas puedas ingresara a cualquier salón. La seguridad aquí es muy sofisticada y solo esta área es la de más fácil acceso —Empuñando las manos le dirigió una mirada agresiva— No sabes el tiempo que me tomó burlar todas las cámaras para que el pinche "conserje" me dejase la puerta cerrada que yo misma abrí. Ahora tengo que volver para recomenzar el hackeo desde cero.

—Oye, no es mi culpa, ese es tú problema, no el mío... —Miró a ambos lados antes de acercársele a hablarle despacio— ¿Sabes dónde está la profesora Mei?

—Qué casualidad, de ahí es justo de donde me escapé.

— ¿Entonces me ayudarás?

—Ese es tú problema, no el mío, Güerito —Sonrió— Pero, si me ayudas a escapar de esa bruja, te ayudo a encontrarla.

— ¿Y qué supones que crees que haga?

—Consígueme un pase de salida y estamos a mano.

— ¿Y eso cómo se hace?

—A ver... Más fácil.

Desplegando un panel en el aire sobre su muñeca, mostró varios archivos de notas escaneadas con firmas. No alcanzaba a leer que decían ni de qué se trataban, pero intuía que eran notas de comunicativos de los tutores, firmadas por algún profesor. Se detuvo en una con una firma en letras orientales. Tecleando un par de cosas en los costados, eliminó la firma del padre, agregó lo que parecía ser su nombre. Luego, tomando una hoja de papel en blanco imprimió el documento. Lo abanicó un poco y se lo extendió.

—Firma esto y estamos a mano—Señaló una raya baja donde colocarla— Justo aquí.

— ¿Solo eso? —Tomando la hoja entre las manos alzó una ceja— Muy bien.

Arrebatándole el papel firmado, le echó una ojeada rápida a ver si todo estaba en orden, fijándose especialmente en el nombre más que en la tosca caligrafía. Luego, bajó la nota con brusquedad para mirar a Jamison. Este dio un respingo creyendo haber sido descubierto.

— ¿Te conozco de algún lado? —Cerró los ojos y meneó la cabeza— Da igual. Mira, sigue esas escaleras —Las apuntó haciéndolo girar a ver la dirección— y busca la puerta que diga A-24. Por la derecha, la profesora Zhou está en medio de las clases allí. La primera puerta que te encontrarás será la enfermería, agáchate. No querrás que te atrapen.

—De acuerdo —Dijo poniéndose en marcha subiendo los tres primeros apresurado.

—Bueno, "conserje" —Dijo mirando la nota nuevamente caminando en dirección a la portería— Nos vidrios.

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Os ruego me disculpeis amigos mexicanos, no soy muy buena manejando vuestras jergas.
Si podeis, corregidme en cualquier caso. >////<