Capítulo 2: Promesa.

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Hola Hola, 17 días sin actualizar esto después de que dije que serían cada 7 días jijija, bueno, pues fue mentira! como las de tu ex! XD en fin.

He traído esta segunda parte que incluye momentos divertidos, random, suculentos, de acción y finalmente, Lemmon.

Es un capítulo mixto, al igual que hay varias referencias, suerte encontrándolas Bv.

Sin más que decir además de que este es mi capítulo más largo en mi tiempo escribiendo y que estará dividido en 4 partes para que puedan pausar y continuar después, disfruten.

¡¡¡¡¡¡EMPECEMOOOOOOOOOO!!!!!!

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PARTE 1.

-- ¡¡¡¡GAAAGGHHHHHHHHH!!!!

Un desgarrador grito salió de la garganta de Hermes, siendo producido al ser electrocutado por décima vez consecutiva.

Amarrado de los brazos y piernas por cadenas unidas al extremo de una habitación de ubicación desconocida, colgando de una forma parecida a una X.

-- Dices no haber visto a Cranel-san, pero tienes una carta redactada por él destinada a su diosa... ¿por qué miente, dios Hermes?

No respondió ante el interrogatorio de la bella pero peligrosa Ryuu, con su vista caída mientras mantenía una respiración errática y con su rostro lleno de sudor.

Su cuerpo quemado por las descargas eléctricas mantuvo su deplorable estado, sin signos de haber recibido al menos una poción curativa.

-- Lo preguntaré una vez más, ¿dónde le dio esta carta Cranel-san?

La gélida voz atravesó los oídos del dios, haciendo que levantara su vista y con una expresión cansada y abatida respondiera.

-- No lo sé... me llegó por correo... lo juro...

Apenas y pudo formular sus palabras entrecortadas por su respiración.

Y.

¡¡ZAZ ZAZ ZAZ!!

Los sonidos de las descargas eléctricas sonaron por el interior de la pequeña y oscura habitación, adornadas por el grito ahogado del dios.

-- ¡¡Es mentira!!

¡¡ZAZ ZAZ ZAZ!!

Más descargas eléctricas cayeron sobre el dios.

No hubo compasión en las acciones de Ryuu, pero al notar que no obtendría nada de Hermes, rompió las cadenas que le ataban haciéndolo caer estrepitosamente al suelo.

-- Lo llevaré a su sede, lo dejaré en la entrada y seguiré buscando a Cranel-san.

Roció al dios con una gran cantidad de pociones curativas y lo comenzó a arrastrar por el piso para llevarlo a la [Posada del viajero].

X X X

Dejen una F para Hermes 😔👊🏻

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Sede la [Posada del viajero], 10:00 PM.

-- Bell, nosotros... ¿qué somos?

Con una voz confundida y dudosa, Asfi hizo la pregunta hacia el chico que le abrazaba por la cintura, y con ella descansando su cabeza en el pecho de Bell.

Pasaron todo el día hasta el anochecer en la cama, reponiendo sus energías después de su aventura de 4 días con intensa acción sexual.

-- Yo... no lo sé. ¿Qué quieres que seamos?

Acarició el suave cabello de Asfi mientras respondía la pregunta con otra pregunta, estando igual de confundido que la chica sobre su pecho.

La emoción, éxtasis y mas que nada, el efecto del afrodisíaco, habían pasado por completo, con ambos en sus 5 sentidos.

-- No es justo que respondas así...

Asfi no supo qué más decir, su corazón estaba latiendo intensamente por el simple hecho de estar sintiendo el calor corporal de Bell.

Eso añadido a las caricias que recibía en su cabello por las suaves manos del chico. Era imposible no estar con una posible aceleración cardíaca.

Hundió su rostro en el pecho de Bell, buscando un poco de confort y obteniéndolo.

"Su olor... su tacto... la sensación que me transmite cuando me toca... todo de él... ¿por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?... ¿por qué me gusta tanto?"

Un rubor se presentó en sus mejillas, haciendo lo mejor posible para que Bell no se diera cuenta.

También se sentía extraña, el haber tenido un encuentro sexual por un simple accidente, o travesura de Hermes, le quitaba todo romanticismo.

"Fue mi primera vez... y no sé si yo fui su primera vez..."

También se estaba atormentando por el posible hecho de que fuera una más en la vida diaria del chico. Sabía lo inocente que era Bell, pero no podía bajar la guardia por su apariencia.

Así que si no estaba segura, tendría que preguntar.

-- Bell...

Fue un tono suave y casi inaudible, pero el chico logró escuchar.

-- ¿Si?

-- Tú... ¿ya habías tenido sexo antes?

Fue directa, no encontrando otra manera de decirlo o preguntarlo.

-- ¿¡Q-Q-Qué!?

Y Bell por su puesto se avergonzó, ruborizándose mientras sus ojos se tornaban avergonzados.

Esa reacción por parte del chico la molestó, suponiendo que era un sí y levantando su rostro del pecho de Bell para mirarlo fijamente con un puchero en sus mejillas.

-- ¡Mh! ¡Fuiste mi primera vez, pensé que yo sería igual para ti!

-- ¡T-Te equivocas! ¡También fue mi primera vez!

Tuvo que responder rápidamente antes de que sus mejillas fueran arrancadas por los pellizcos de Asfi, haciendo que esta misma abriera sus ojos en sorpresa.

-- ¿En serio...? ¿¡Fui tu primera vez!?

Había estrellas en sus ojos al igual que rubor en sus mejillas, acercando su rostro a tal extremo que su nariz rozaba con la de Bell.

-- Sí, f-fuiste mi primera vez.

Dijo eso un tanto avergonzado, no era muy fácil decirlo así de directo teniendo en cuenta la inocencia del peli-blanco.

Y la emocionada Asfi recordó su pregunta inicial: "¿Qué eran Bell y ella?".

"Necesito una respuesta clara, yo, yo sé lo que mi corazón quiere... ¿pero qué es lo que quiere Bell?"

Queriendo una respuesta a las dudas sobre los sentimientos del chico sobre ella, vio directamente a Bell.

-- ¿Por qué me llamaste cariño cuando despertaste?

No serviría preguntar algo tan simple como qué eran, a veces lo más sencillo era lo más complicado si no se tenía cierta ayuda.

Así que pidió una explicación a las palabras que Bell le dio esta mañana.

-- Yo... solo dejé que el momento me guiara.

Y aún así la respuesta de Bell no era concreta para nada, siempre dejando un entendimiento abierto, enojando a la hermosa Asfi.

-- ¡Eso no me sirve! ¡No responde a mi pregunta! ¡Yo quiero saber lo que sientes y piensas sobre mí! ¡Quiero saber si correspondes a este extraño sentimiento que siento hacia ti! ¡Dímelo, dime qué es lo que sientes!

Tuvo que arremeter con un poco de molestia en sus palabras, desesperada por no tener respuesta a su pregunta.

-- Yo solo quiero saber si... este sentimiento que nace dentro de mí será correspondido o tirado a la basura...

Y finalizó son esa frase entonada con voz baja, haciendo que Bell diera una expresión complicada y comenzara a pensar rápidamente.

"Abuelo, creo que este es el momento del que me hablaste... ¡el momento de ser un hombre!"

Hizo arder su corazón.

"Aiz-san, lo siento. ¡Justo ahora mi corazón dice que haga feliz a Asfi-san! Y a quién engaño, la razón por la que me entrenaste fue saber el motivo de mi extraño y anormal crecimiento. Siempre me repetí que no era así, pero en el fondo sabía la respuesta"

Recordando el encuentro con aquella espadachín y el entrenamiento que le dio, Bell renunció a un anhelo.

"Hoy muere mi anhelo dorado..."

Una parte del estado tallado en su espalda dejó de arder, enfriándose hasta el punto de desaparecer.

Pero no le tomó importancia.

"... y uno celeste nace"

El sonido del martillo golpeando el caliente metal se transmitió a la espalda de Bell, haciéndola arder por una nueva determinación.

Dejó su complicada expresión que hacía preocupar a Asfi que le miraba, cambiando a una determinada.

-- Asfi-san, no, Asfi. No sé qué decirte, pero espero esto responda a tus preguntas y dudas.

Dicho eso, tomó de las mejillas a Asfi y atrajo sus labios a los suyos, dándole un afectuoso beso.

Asfi abrió sus ojos en sorpresa al sentir el tacto de los suaves labios de Bell en los suyos, pero logró seguir el ritmo y correspondió el beso de Bell.

Ella igual tomó las mejillas de Bell e intensificó el beso, subiéndose a horcajadas del joven y negándose a separar sus labios.

Un par de minutos y por fin rompieron el contacto, con Asfi encima de Bell, observándolo directamente con rubor en su rostro y vergüenza en sus ojos.

Pero claramente había deseo, al igual que Bell.

-- Ya es noche, así que podrías esperar hasta mañana para ir con tu diosa.

-- Sí, podría hacer eso.

-- Entonces... también podríamos hacerlo... s-si tú quieres.

Hicieron un rápido intercambio de palabras, siendo unas muy insinuantes por parte de Asfi ocasionando que Bell se sonrojara.

Asfi al ver eso estuvo por retractarse ante la atrevida y repentina sugerencia, pero Bell habló primero.

-- C-Claro que quiero...

Desvió ligeramente su mirada, avergonzado por sus palabras. Su corazón estaba latiendo fuertemente, impulsado por la emoción del momento.

Sus pupilas comenzaron a contraerse mientras esperaba una respuesta.

Y de un momento a otro sintió su cabello ser acariciado con delicadeza.

Viendo a la causante, vio la sonrisa que Asfi le estaba dando. El sonrojo en su rostro solo la hizo ver más bella.

-- De acuerdo, pero esta vez hagámoslo con amor, quiero sentir tu cuerpo lentamente y quiero que toques el mío delicadamente, quiero que sea romántico.

Finalizando sus palabras, se quitó su camisa azul celeste de tirantes, dejando su plano abdomen y bellos pechos a vista del peli-blanco.

Bell solo pudo tragar saliva y decir lo primero que se le viniera a la mente.

-- E-Estoy a tu cuidado, por favor se gentil.

No necesitó desvestirse ya que seguía tal y como había despertado, desnudo. Asfi solo pudo sentir repentinamente una presión en su parte íntima, sabiendo inmediatamente que era.

-- N-No lo digas de esa manera, haces ver que yo soy la pervertida aquí cuando no es así, mh.

Hizo un tierno puchero antes de darle un amoroso beso a Bell, no dejándolo hablar más.

Y tal como lo pidió Asfi, se unieron en un acto donde el cariño, la delicadeza, sutiliza y amor predominaban.

Lo hicieron afectuosamente durante un par de horas para después caer dormidos, abrazados y con sonrisas satisfechas en sus rostros.

X X X

.

.

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Al día siguiente, 10:00 AM.

Ya se habían levantado hace una hora y media, pero en lo que la somnolencia se fue y el tiempo que tomaron para darse un baño, el tiempo llegó a las 10.

Y justo ahora ya estaban completamente vestidos, saliendo de la habitación con dirección a la sede de Bell para ver a su diosa Hestia después de 5 días.

Pero hubo un problema justo cuando pasaron por el portón de la propiedad.

-- ¿Hermes-sama?/¿Hermes-sama? - se preguntaron ambos al ver un bulto tirado sobre el suelo frente a la entrada de la sede.

Se trataba del dios Hermes, tirado y hecho bola en posición fetal sobre el frío y sucio piso. No tenía siquiera una manta para evitar el frío.

Y no era necesario recalcar el temblor que todo su cuerpo emitía.

Bell rápidamente se dirigió hacia él y lo movió hasta despertarlo, con Hermes abriendo poco a poco sus ojos hasta ver la figura del peli-blanco.

-- S-Sin importar el infierno que pase... estaré contigo hasta el final - diciendo esas raras palabras, volvió a caer inconsciente.

-- ¿¡Hermes-sama!? ¿¡Qué se supone que significa eso!? ¡¡Hermes-sama!!

El pobre chico se preocupó por la salud del dios, cargándolo de forma nupcial y con un objetivo en mente.

Llevarlo a un lugar con las condiciones aptas.

-- Asfi, debemos llevarlo a su habitación a que descanse correctamente - aún cargando al dios en sus brazos, se dirigió hacia su pareja.

Y la mencionada solo pudo observarlo con una mirada fija, o más bien pensando en cómo se sentiría que Bell la cargase como princesa.

-- Bien, supongo que no se puede evitar, aunque tengo el presentimiento de que esto le pasó por algo que hizo - comentó mientras dejaba para otro momento el ser llevada en los brazos de Bell.

El chico asintió y volvieron al interior de la sede, llevando a Hermes a su habitación y dejándolo reposar.

Un tiempo después, 12:00 PM.

-- Uh... ¿D-Dónde estoy...? ¿Qué fue lo que pasó...?

Su vista estaba borrosa, enfocándose poco a poco.

Su entumecido cuerpo dejó de estarlo para traer las repercusiones de ser electrocutado por una hada.

-- ¡¡...!! ¡R-Ryuu-chan, por favor, por favor con el palo no!

Se olvidó por completo del dolor en su cuerpo y levantó su parte superior de la cama, quedando en una pose sentada mientras su respiración se aceleraba.

El sudor frío tampoco tardó en llegar.

-- ¿¡Hermes-sama!? ¿Qué pasa? ¿¡Qué tiene que ver Ryuu-san con un palo!?

Hermes llevó su dilatada vista hacia el origen de esa conocida voz, viendo ahí a un preocupado Bell y a su lado a una seria Asfi, esta última mirándolo de forma complicada.

Fue una mezcla entre preocupada y enojada, pero definitivamente más enojada.

"Cierto, me encontraron fuera de la sede y me trajeron a mi habitación... siendo así, no veo necesario decir nada sobre mi tortura"

Recordando un poco de su experiencia traumática, decidió no comentar nada sobre lo acontecido y cambiar el tema.

-- Oh, Bell-kun, ha sido un tiempo desde la ultima vez que nos vimos - dejó de lado su dolor y dio una sonrisa al chico que le miraba preocupado.

Bell se extrañó por el repentino cambio de personalidad, pero respondió ante el saludo de Hermes.

-- S-Sí, han sido 5 días desde la última vez. ¿Cómo le fue en su viaje? - dijo a la vez que hacía una pregunta.

Fue por mera curiosidad que otra cosa.

-- Me fue bien, hablé sobre muchas cosas con mi viejo amigo. Pero dejando de lado eso, ¿cómo te fue a ti en estos últimos 5 días?

No le dio mucha importancia a su viaje, respondiendo vagamente y pasando a su tema de interés.

Incluso hubo cierto tono burlón en su pregunta, dandole una sonrisa divertida al ahora sonrojado chico.

Y antes de que Bell pudiera formular palabra alguna, Hermes recibió un fuerte golpe en su estómago.

-- ¿¡Gah-...!?

No fue muy fuerte, pero fue lo suficientemente potente como para dejarlo sin aire por unos segundos.

-- Gracias por recordarme ese tema, Hermes-sama - habló Asfi, causante del golpe.

En su voz se presentó cierta molestia, realmente enfadada por las estupideces que hacía con frecuencia su dios.

-- Quiero que me explique en qué estaba pensando cuando cambió el par de mis pociones por un par de afrodisíacos, no tarde o lo volveré a golpear.

Hermes tembló al ver el furioso rostro de Asfi, cuestionando el funcionamiento del mundo por la mala suerte que le estaba tocando tan seguido.

Y llevando su vista hacia Bell por ayuda, solo pudo ver al chico desviar su mirada hacia otro lado, haciendo que su corazón crujiera en dolor.

A Bell no le convenía ponerse de lado de Hermes, y este mismo lo sabía.

-- H-Hola Asfi, ¿cómo estás? ¿La pasaste bi- ¿¡Gah...!?

Ni siquiera pudo terminar sus palabras cuando otro golpe de Asfi impactó contra su abdomen.

-- Sabemos muy bien cómo estoy, así que responda, rápido... - el tono de voz tan gélido hizo temblar nuevamente a Hermes.

No teniendo otra alternativa, era hora de confesar, ya había soportado una intensa tortura con Ryuu y de ninguna manera soportaría otra.

-- ¡Esta bien, esta bien! - exclamó nerviosamente mientras levantaba sus manos en rendición.

Asfi bajó el puño que estaba por dirigirse otra vez hacia Hermes y se acomodó sus gafas mientras esperaba a que el dios hablara.

Y Bell, bueno, él se mantuvo al margen.

-- Fue porque tú nunca hubieras tomado la iniciativa - dijo finalmente, obteniendo una mirada confusa por parte de la pareja - *suspiro* ¿Ya lo olvidaste? Dijiste que te había llamado la atención al verlo luchar con ese <Goliat> irregular, siendo así, tuve que actuar para que pudieras tener una oportunidad.

Dio una explicación larga y tendida, pero lentamente dicha para que todo se entendiera, e incluso haciendo sonrojar a Asfi por la mención de su interés hacia Bell.

-- Y-Yo no me refería a ese tipo de ate- Asfi quiso refutar pero fue interrumpida por su dios.

-- ¡No tuve elección! - exclamó nuevamente Hermes - ¡Si no hacía nada, Bell-kun seguiría enamorado de Ais Wallenstein! ¡¡No pude soportar la idea de una Asfi-chan completamente destrozada emocionalmente!!

Dijo eso con extremo drama, e incluso hablando un poco de más.

Ante la mención de Ais, Bell dio un brinco en reacción y su rostro se tornó nervioso, llevando su vista de manera robótica hacia Asfi.

Y Asfi, ella no miraba nada en particular. Su vista se desenfocó y sus oídos dejaron de captar cualquier sonido al escuchar que Bell estaba enamorado de <Kenki>.

Incluso dejó de lado la parte donde Hermes la exhibió.

-- Bell... ¿estás enamorado de <Kenki>...? - unos ojos fríos y vacíos se dirigieron hacia el pobre chico, no sabiendo qué responder.

Puso a trabajar a toda maquina a sus neuronas, pensando en una respuesta que Asfi aceptara.

-- S-Si, bueno no, pero un poco de sí y un poco de no - respondió hecho un manojo de nervios.

La respuesta fue pésima, haciendo que Asfi tuviera una vena remarcada en su frente, realmente molesta por esta nueva información.

Ella no dijo nada y se acercó a Bell, dando solo dos pasos por la poca distancia que les separaba.

Lo tomó del cuello de su camina y lo comenzó a arrastrar hacia la salida de la habitación.

-- Hestia-sama tendrá que esperar unas horas mas, primero tengo que hacerte olvidar a la <Princesa de la espada> - explicó a la vez que salía del cuarto con Bell siendo arrastrado por ella.

Solo Hermes se quedó en la habitación, completamente solo y lleno de paz ahora que nadie lo golpearía.

Dio una sonrisa satisfecha por su excelente trabajo como cupido y se acostó sobre la cama, cerrando los ojos y reposando su cuerpo.

Y con el par de enamorados.

-- ¿H-Hacerme olvidar...? ¿Q-Qué quieres decir? ¿Cómo harás que la olvide?

El chico hizo pregunta tras pregunta, e incluso olvidando comentar el hecho de que él ya había abandonado el anhelo dorado.

-- Lo sabrás una vez lleguemos a mi habitación - respondió Asfi todavía llevándolo con su agarre sobre el cuello de la camisa de Bell.

Lo siguió llevando hasta llegar a su habitación, entrando y cerrando con llave para luego aventar sobre la cama al peli-blanco.

-- Bien, desvístete - con esa orden, ambos pasaron un par de horas más encerrados.

Asfi no soltó al chico hasta asegurarse de que fuese ella la única que rondara por los pensamientos de Bell.

Un tiempo después, 3:00 PM.

Después de grabar cada parte del cuerpo de Asfi en su mente y cuerpo, Bell salió de la habitación completamente desconectado.

"Tal vez debí decirle que no era necesario hacerlo y que ya había renunciado a Ais-san... o tal vez no"

Se sentía algo culpable por no aclararle a Asfi que los sentimientos que una vez guardó hacia la <Princesa de la espada> ya no existían.

-- Vayamos por Hermes-sama, es hora de ir con Hestia-sama y decirle por qué tardaste un día mas en llegar - las palabras de Asfi lo sacaron de sus pensamientos.

Ella igual había salido de la habitación y cerrado con llave, comenzando a caminar no sin antes tomar la mano de Bell.

Irían por Hermes y comenzarían su camino hacia la sede de Bell, la iglesia abandonada.

El chico solo esperaba que su diosa no lo apaleara hasta la muerte debido a que tardó un día mas de los acordados.

En fin, una vez Hermes fue notificado de lo que harían, los tres salieron de la [Posada del viajero], caminando por las calles de orario.

Y ahora que estaban a la vista de todos, Bell y Asfi no estaban tomados de las manos.

Cada uno con sus propias razones, pero eso no quitaba el pequeño sufrimiento que estaban pasando al no sentir sus tactos.

Fue a unas pocas cuadras de llegas que Bell fue llamado.

-- ¿Cranel-san? - la voz fue perfectamente familiar para el chico, llevando su vista hacia su amiga elfo.

Ryuu Lion.

-- ¡Oh, Ryuu-san! Hola, ¿cómo has estado? - saludó y preguntó con naturalidad sin notar la perplejidad de Ryuu.

La bella elfo estaba desconcertada.

5 días buscándolo preocupada para que al final lo encontrara en una caminata normal por las calles de la ciudad.

Y una vez Ryuu vio a Hermes, afiló su mirada al saber que ese dios sabía dónde se encontraba Bell.

El observado en cuestión solo pudo temblar mientras rezaba por un milagro que le salvara.

-- Cranel-san, lo he estado buscando durante 5 días, ¿dónde estuvo todo este tiempo? Syr estuvo muy preocupada.

Dejó caer un aluvión de palabras sobre el chico, haciendo que se pusiera nervioso al no saber cómo iniciar su explicación.

Y para su buena suerte, su bella Asfi lo ayudó en esto.

-- Lion, un gusto verte - dijo de manera calmada - una disculpa por haberte hecho preocupar a ti y a tu amiga. La razón por la que Bell estuvo desaparecido 5 días fue por un haber sido voluntario en uno de mis inventos, tenía que verificar su eficacia.

Su explicación fue rápida, teniendo total atención de Ryuu.

"¿Bell? ¿Siempre lo ha llamado por su nombre?"

Y notó ciertas inconsistencias, como la forma en que Asfi se estaba dirigiendo a Bell.

-- ¿Y por qué fue necesario mantenerlo en secreto? Cranel-san pudo haber avisado a Syr para no preocuparla, me incluyo también.

Y realizó su pregunta, un poco molesta con Bell al haberla dejado de lado y más importante, haber preocupado a Syr.

-- P-Perdón por eso Ryuu-san, no tuve mucho tiempo ya que se me explicó todo en la sede de Hermes-sama, pero mandé una carta a mi diosa para informar mi ausencia. Aún así, debí haber enviado una a la <Señora de la abundancia>, ¡¡en serio lo siento mucho!!.

Bell procedió a realizar la técnica definitiva que había aprendido de su amiga Mikoto, postrándose en el suelo frente a la sorprendida Ryuu.

-- P-Por favor levántate Cranel-san, si fue así entiendo las circunstancias, pero la próxima vez considere avisar a sus amigos - la imperturbable elfo tuvo que retroceder ante la sinceridad del chico.

No le gustaba para nada que alguien tan capaz como Bell se rebajara a un nivel tan bajo, así que dejó de lado todo el tema.

Incluso esta vez tuvo un error, pasando por alto la mención que Bell hizo sobre la carta, misma carta que Hermes tenía con él cuando lo torturó.

Eso daba a entender que Hermes nunca pasó la carta.

-- ¡Entendido, ten por seguro que lo haré, Ryuu-san! - exclamó con una sonrisa el peli-blanco, ocasionado igualmente una en la elfo.

Con eso, Ryuu se despidió del par de humanos y del dios, que dicho dios no había hablado por miedo a Ryuu, realmente traumado por lo que vivió.

Ya sin distracciones, continuaron su camino hacia su destino principal.

X X X

PARTE 2.

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-- ¿¡¡Qué significa todo esto, Hermes!!? ¡¡Habla de una vez o te mandaré al cielo ahora mismo, desquiciado pervertido!!!

Hermes estaba siendo agitado hacia adelante y hacia atrás mientras maldecía su suerte.

Habían llegado a la iglesia abandonada, con Hermes recibiendo una patada voladora después de que la puerta se abriera.

La causante había sido Hestia, que estaba hirviendo en ira al ser separada de su querido Bell por 5 largos y eternos días.

-- ¡¡C-Cálmate Hestia!! ¡Podemos resolver esto como los adultos que somos! ¡¡P-Por favor baja ese puño!!

-- ¿Calmarme? ¡¡Si claro idiota!! ¡¡Dijiste que Bell-kun estaría ocupado solo 1 día como ayudante de tu dependiente, nunca mencionaste algo de 5 días y mucho menos la carta que mi Bell-kun mandó para mí maldito conspirador!!

Esta vez dejó de ser agitado y recibió el pequeño puño de Hestia en su rostro, causando un sonido seco pero crujiente.

Y Asfi con Bell miraban un poco incómodos la situación frente a ellos, no sabiendo cómo decir lo que vinieron a decir: la relación que habían comenzado.

-- ¡K-Kami-sama, creo que debería dejar de golpearlo! - exclamó Bell queriendo salvar al dios Hermes.

Hestia sin embargo.

-- ¡¡Oh, no digas nada Bell-kun, tú eres el siguiente!! - clamó en completa ira, haciendo que Bell tuviera un escalofrío.

Dejó su intento por salvar a su buen amigo Hermes y se volvió sentar en el sillón donde Asfi también estaba sentada.

-- (¿C-Cómo le vamos a decir?) - susurró la peli-celeste mientras perdía ante la tentación de tomar la mano de Bell.

El chico al escuchar la pregunta de su pareja y sentir el tacto de su mano solo sonrió ligeramente, aunque habían nervios impregnados en su expresión.

-- (Esa es una excelente pregunta... y no sé qué contestar) - susurró su respuesta.

Asfi casi lo golpea por estar actuando como tonto en una situación tan seria e importante, pero se abstuvo de hacerlo y suspiró.

Una vez tomó suficiente aire en sus pulmones, comenzó a idear sus palabras mientras miraba a Hestia golpeando sin piedad a Hermes.

"Es una de las 3 diosas vírgenes, Hestia-sama..."

Al momento de traer ese tema a sus pensamientos, reforzó el agarre sobre la mano de Bell, temiendo la posibilidad de que Hestia se opusiera a su relación forjada por actos impuros.

Nada propio para ella, una diosa virgen. Aunque Asfi no sabía que Hestia también quería comer conejo.

"¿Podré decírselo?" - dejó de lado eso y comenzó a mentalizarse - "Bell y Hermes-sama no están en condiciones de hablar. ¿Podré convencerla yo sola?"

Era difícil si lo ponía en esas palabras, una mortal como ella que se dejó llevar por la lujuria convenciendo a una diosa virgen.

Era imposible.

"No" - pero - "La cuestión no es si puedo. ¡He de hacerlo!"

Su determinación creció y ardió, decidida a hablar.

-- ¡Hestia-sama! - exclamó obteniendo la atención de Hestia.

La mencionada se detuvo en su lluvia de golpes sobre Hermes y regresó su mirada hacia Asfi.

Fue entonces que vio a Bell tomando de la mano a la chica, pero no tuvo un solo segundo para hablar sobre eso.

-- ¡Yo...! ¡¡Yo me acosté con Bell durante 4 días seguidos!! ¡¡Y dos veces más al día siguiente!!

El grito viajó a los oídos de la pequeña diosa, quedando completamente inmóvil una vez llegó.

Hermes y Bell dejaron caer sus quijadas y la sangre se drenó de sus rostros, sin poder hablar ante el repentino arrebato de Asfi.

Y la chica en cuestión, estaba hecha toda un tomate mientras miraba fijamente a Hestia que le miraba igualmente.

"¡N-No había otra manera...!" - pensó sin romper contacto visual con Hestia.

Casi parecía un duelo de miradas.

Pero la vista divina opacó a la mortal, con Hestia desprendiendo poco a poco su aura divina mientras sus ojos se oscurecían y sus dientes producían un chillido al ser apretados con tanta fuerza.

-- ¿Qué... dijiste...? Repítelo, te reto a repetirlo...

Su voz era fría, tanto que si las palabras tuvieran un nivel de grados, estas congelarían a todos los presentes en la habitación.

Asfi tragó saliva ante eso, casi dando un paso hacia atrás pero logrando mantener su postura al final.

El peso del aire aumentó por la presión, como si hubiera una roca en cada uno de sus hombros.

-- Y-Yo - comenzó con un tartamudeo - M-Me acosté... con B-Bell - el aura que Hestia estaba desprendiendo no la dejaba hablar.

Y sus cortas y trabadas palabras fueron suficientes para que Hestia asaltara de frente hacia Asfi.

Corrió rápidamente y dio un salto hacia ella, pero fue interceptada por Bell en el aire.

Fue un tipo de tacle defensivo aéreo, llevándose a Hestia lejos de Asfi y cayendo sobre el piso de madera.

Bell usó su cuerpo para proteger a Hestia de cualquier golpe.

-- ¿¡Bell-kun!? ¿¡Qué haces!? ¡¡Deja que me encargue de esa pedófila por haberse aprovechado de tu inocencia!!

Estaban en una posición donde Bell estaba con su espalda contra el suelo y Hestia con su espalda contra su cuerpo, rodeándola de la cintura y con la pequeña diosa pataleando por un esfuerzo de librarse.

-- ¡¡Kami-sama, por favor cálmese!! - gritó en pánico por la actitud de su diosa, realmente le daba miedo.

Y ante su petición, Hestia simplemente la ignoró y siguió moviendo sus extremidades con fiereza para librarse del agarre de Bell.

Siendo así, el chico tendría que decir sus sentimientos de esta forma.

-- ¡Yo...! ¡¡Yo amo a Asfi-san, Hestia-sama!! - exclamó con firmeza en su voz.

Su repentino arrebato hizo sonrojar a Asfi que estaba viéndolos y escupir a Hermes por las repentinas declaraciones que todos estaban haciendo.

"¿Debería decir que Zeus es abuelo de Bell...? No, mejor no" - incluso consideró unirse a la fiesta de confesiones.

Pero se quedó en una simple consideración.

Y con Hestia.

-- ¿¡¡Huh...!!? ¿¡De qué hablas Bell-kun!? ¡Tú estás enamorado de esa Wallen lo que sea-kun! ¡¡No puedo confiar en tus palabras, posiblemente te lavaron el cerebro mientras dormías!!

Le dolió aceptar que Bell estaba enamorado de aquella espadachín, pero era su mejor carta para negar todo este ridículo escenario.

-- ¡¡Además de que nadie deja un amor y obtiene otro en el transcurso de 5 días, es imposible!!

También añadió a eso, haciendo difícil que pudieran refutarle sus comentarios.

Asfi quiso hablar esta vez, negando todo eso y queriendo asegurar que ella estaba segura que Bell le amaba, pero le ganaron la palabra.

-- Tiene razón Kami-sama, nadie puede enamorarse de otra persona en un lapso de 5 días cuando ya estaba enamorado de otra! - exclamó Bell, todavía luchando por contener a su diosa.

Eso envió una punzada al pecho de Asfi, abriendo los ojos en sorpresa por la declaración de Bell.

"Eso quiere decir..." - antes de que se hiciera ideas equivocadas, Bell continuó.

-- ¡Pero eso solo cuenta si hubo amor por ambas partes! ¡Me duele aceptarlo, pero Ais-san no me ve de esa forma! ¡Es por eso que mi amor pudo cambiar tan rápido, porque no fue correspondido!

Hubo cierto pesar en sus palabras, pero eran firmes y claras.

-- ¡¡Si alguien ama a una persona que no le ama, ese amor está destinado a perecer con el tiempo, sin embargo, si una persona ama a otra que le ama, ese amor irá creciendo!!

A este punto Hestia dejó de forcejear para liberarse, abriendo sus ojos al notar que Bell estaba siendo tan sincero como de costumbre.

Incluso había pasión en sus palabras.

-- ¡¡Se fortalecerán uno al otro, se apoyaran el uno al otro, se entregaran el uno al otro, un amor correspondido puede incluso atravesar el plano al que ustedes los dioses llaman inferior!!

Bell igual dejó de ejercer presión en el abdomen de Hestia.

-- ¡Es por eso...! ¡No dejaré que se interponga en este amor que siento hacia Asfi! ¡Aunque se trate de usted, Hestia-sama! - exclamó haciendo que Hestia le escuchara fuerte y claro.

"Bell..." - Asfi apenas y podía contener el llanto.

Hestia entró en trance, dejando caer todo su peso sobre Bell mientras se sumergía en sus pensamientos.

Si lo que Bell acababa de decir era cierto, entonces su amor perecería con el tiempo.

Pero no, era imposible, ella estaba segura que aunque sus sentimientos por el chico no fueran correspondidos, no desaparecerían. No era algo tan simple como para perecer por eso.

Pero Bell tenía razón.

"Puede que no me vea de una forma amorosa, pero él también me ama, aunque sea como su diosa..."

Mirando hacia el techo de su "base", ella dejó salir un gran suspiro de cansancio.

-- Ya entendí, ya entendí. Puedes soltarme, Bell-kun.

Su tono amable y divertido había regresado, así que Bell dejó de rodear el abdomen de la pequeña diosa y esta se levantó del cuerpo de Bell.

Se sacudió el polvo de su vestido y llevó su mirada directamente hacia Asfi, acercándose a ella lentamente.

Una vez llegó, la señaló con el dedo y declaró una sentencia.

-- Si haces sufrir a Bell-kun ten por seguro que desearas no haber nacido, ¿entendido?

-- E-Entendido, Hestia-sama - respondió rápidamente.

Había convicción en sus celestes ojos.

Con eso dicho, Hestia le abrió paso para que Asfi pudiera avanzar hacia Bell.

La peli-azul reaccionó al instante y fue a darle una mano para levantar a Bell del suelo, dándole un rápido beso una vez lo levantó.

Hestia no notó eso porque se estaba dirigiendo hacia Hermes, que este mismo miraba con sudor a la pequeña diosa.

¡ZAZ PAF!

Una rápida bofetada cayó sobre la mejilla del dios, haciendo que gritara en dolor con lágrimas cómicas en sus ojos.

-- Eso fue por mentirme - explicó Hestia.

X X X

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Un tiempo después, 5:00 PM.

-- Bien, actualicemos tu estado Bell-kun.

La voz calmada vino obviamente de Hestia, ya habiendo aceptado su derrota contra Asfi y tratando de digerir todo esto.

-- Entendido, Kami-sama - respondió Bell mientras se levantaba del sillón y soltaba la mano de Asfi.

Se acercó a la cama y se despojó de su camisa negra. Hestia regresó a ver a Asfi y vio que esta desvió la mirada con rubor en sus mejillas.

Esa discreción solo hizo enojar más a Hestia.

-- ¡No finjas inocencia cuando ya lo has visto desnudo, pedófila! - exclamó molesta.

Asfi se avergonzó por la forma en que fue llamada y no pudo quedarse callada.

-- ¡T-Tengo 22 años! ¡No soy tan mayor para Bell! - contestó con rubor en sus mejillas.

-- ¡Y Bell tiene 14! ¡Son 8 años de diferencia! - volvió a decir Hestia, claramente ganando contra la avergonzada Asfi.

Una pequeña pelea se desarrolló entre lados dos, terminando cuando un avergonzado Bell intervino.

Hestia desvió la mirada al igual que Asfi, indignadas la una con la otra.

"Mujeres..." - pensó Hermes que miraba todo esto con una sonrisa divertida.

Estaba realmente contento con este desarrollo, claro, si dejaba de lado la tortura y los golpes que recibió.

En fin, Bell se acostó boca abajo sobre la cama y Hestia se subió a horcajadas sobre su cintura, realizando la actualización de estado.

Asfi al ver eso no pudo evitar sentir celos.

"¡No es para nada necesario que se suba sobre mi Bell...! Puede hacerlo con él sentado..."

Se guardó sus pensamientos por esta vez, dejando que la pequeña diosa terminara con su deber.

Naturalmente Hermes se abstuvo de observar el estado de Bell, no queriendo infringir la regla de los aventureros.

Y una vez Hestia terminó, reaccionó de la manera correcta.

-- ¿¡Pero qué demonios!? ¿¡Cómo que Seiyoku!? - exclamó a la vez que golpeaba la espalda de Bell.

El atacado no entendía nada al igual que Asfi, pero Hermes se echó a reír al escuchar la palabra Seiyoku.

Tanto que abrazó su estómago por el dolor y lágrimas comenzaban a salir de sus ojos.

-- ¡No es divertido, Hermes! - gritó Hestia desde la cama - Y Bell, ¿¡desde cuándo eres un pervertido!?

También le reclamó al chico bajo ella.

Aunque Bell solo pudo confundirse más y negar sobre lo de ser un pervertido.

Hestia hizo unos berrinches más y al final traspasó el estado de Bell a una hoja, entregándosela al chico y bajando de su espalda.

Fue entonces que Bell dejó caer su quijada al ver su estado.

<...>

<Estado>

Nombre: Bell Cranel.

Edad: 14 años.

Lv.: 3.

Habilidades básicas antes de subir de nivel:

Fuerza: S 956. Resistencia: SSS 1169. Destreza: S 969. Agilidad: S 983. Magia: B 780.

Habilidades básicas actuales:

Fuerza: I 0. Resistencia: I 0. Destreza: I 0. Agilidad: I 0. Magia: I 0.

Habilidades de desarrollo:

[Suerte]: I -> H.

[Resistencia Anormal]: I. (Nueva)

<Magia>

[FireBolt].

-- Magia de lanzamiento rápido.

[Beelzebub]. (Nueva)

-- Magia de lanzamiento rápido.

-- Absorbe cualquier tipo de magia, objeto u organismo.

<Habilidades>

[Deseo inquebrantable]. (Oculta)

-- Aumenta el crecimiento.

-- Efectos cambiados y reforzados.

[Seiyoku]. (Nueva) (Pulsen para ver qué significa XD)

-- Incrementa la obtención de excelia durante el acto sexual.

-- Mientras más intenso sea el deseo sexual, más excelia obtendrá.

[Usurpador] (Nueva)

-- Permite al usuario robar el poder de sus oponentes debilitando sus habilidades y magia.

-- Solo funciona con personas más fuertes que el usuario.

[Variante de usurpador: Duplicación].

-- Permite al usuario copiar y obtener las habilidades de sus enemigos.

-- Puede ser repelida por habilidades del tipo <Manas>.

<...>

NOTA:

Así es, le di un poco de poder 😎👊🏻

Pero solo un poco XD.

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-- K-Kami-sama... yo... ¿¡yo subí de nivel!? ¿¡Y qué pasa con esta magia y habilidades!? ¡Además del deseo sexual!

Bell exclamó completamente nervioso y en pánico. Esto fue demasiado para él.

Asfi al escuchar sobre el aumento de nivel abrió los ojos en shock, y esa sorpresa pasó a confusión al escuchar "deseo sexual".

Hermes volvió a reír fuertemente al escuchar la misma habilidad, no creyéndose todo esto.

Era demasiado bueno para ser cierto.

-- Es como vez ahí Bell-kun, has obtenido otra magia y 3 habilidades si contamos la variante de la otra habilidad, te subí directamente de nivel porque solo me dio una opción para la habilidad de desarrollo, así que no te dije y la elegí - explicó Hestia.

Ella igual estaba impresionada, por no decir desconcertada.

-- Fue un largo y cansado día - volvió a hablar la pequeña diosa - así que deberían ir a su sede que yo quiero hablar seriamente con Bell-kun.

Sus palabras fueron dirigidas hacia Hermes y Asfi, con ambos asintiendo en comprensión y levantándose de sus asientos.

Bell al escuchar que Asfi se iría se levantó del colchón donde estaba sentado y se dirigió hacia ella, con Asfi haciendo lo mismo.

Se tomaron de las manos y quisieron darse un pequeño beso de despedida.

-- ¡No en mi guardia, pedófila! - pero Hestia intervino, no dejando que lo hicieran.

Aún le dolía e incomodaba, así que prefería que hicieran esas cosas en privado y fuera de su vista.

Bell sonrió nerviosamente ante eso y Asfi se disgustó, pero al final aceptó y se conformó con abrazar a Bell.

-- ¿Cuándo te veré de nuevo? - preguntó con su rostro reposando sobre el hombro de Bell.

-- Puedo ir a verte una vez Kami-sama termine mi castigo - contestó Bell ya sabiendo sobre lo que su diosa quería hablar.

Asfi rió ligeramente y reforzó un poco más el abrazo.

-- Está bien, te esperaré - dijo a la vez que acercaba sus labios a la oreja del chico - (Recuerda que tengo que darte tu dosis para que no recuerdes a la <Princesa de la espada) - susurró de manera seductora.

Bell se esforzó en retener su rubor y asintió.

Con eso, Asfi se separó de Bell y se fue con Hermes a la [Posada del viajero].

Una vez se fueron, Bell comenzó a sudar frío al sentir la mirada furiosa de Hestia.

-- Bell-kun, tendrás mucho que explicar - comentó a la vez que jalaba al peli-blanco hacia la cama.

Bell recibió 4 duras y eternas horas de sermones, dejándolo agotado y cayendo dormido sobre su sillón.

"Necesitamos un nuevo hogar... una casa más grande no estaría mal" - pensó antes de caer en el mundo de los sueños.

Hestia al ver su inocente y pura expresión al dormir sonrió con satisfacción, acercándose y acariciando el cabello de Bell antes de irse a dormir a la cama.

X X X

PARTE 3.

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2 días después, 9:00 AM.

-- Hermes-sama, no puedo estar de acuerdo con la idiotez que hizo y nunca lo estaré, pero no negaré que estoy contenta con el resultado.

-- No es nada Asfi-chan, como tu dios estoy feliz de haberte ayudado, así que no tienes por qué agrade- ¿¡Gaha...!?

Hermes no pudo terminar debido al golpe en su abdomen por parte de Asfi, haciendo que cayera hecho bolita mientras abrazaba su estómago por el dolor.

-- No se confunda, no le estoy agradeciendo, dios pervertido. No me agradó la manera en que hizo para que Bell se enamorara de mí, no fue correcto y no puedo evitar sentirme culpable.

Después de su comentario, ayudó a Hermes para levantarse y tomó asiento en su escritorio, ambos estaban en la oficina de Asfi.

Todo debido a que la hermosa chica estaba preocupada por un tema en particular.

-- Bueno, dejando de lado lo idiota que puede llegar a ser - dijo otra vez Asfi - Estoy preocupada por la diosa Freya, ella está interesada en Bell y si llega a enterarse de mi relación con él no sé qué locura hará.

Con ese tema en la conversación, Hermes dejó su personalidad tonta y su rostro se tornó serio.

-- Tienes razón, en realidad no pensé en eso cuando cambié las pociones, pero nada se puede hacer, lo hecho hecho está.

Habló como si fuese un simple error de cálculos.

-- ¡No actúe tan despreocupado! - exclamó Asfi - ¡Usted sabía sobre la obsesión de Freya-sama hacia mi Bell, si ella llega a enterarse me lo va a quitar y no exagero en decir que podría eliminar a la [Familia Hermes]!

Era clara la preocupación, después de todo era de Freya que estaban hablando, una diosa conocida por tomar a los aventureros que llegaban a gustarle o llamar su atención.

Fue por eso que Asfi decidió mantener en secreto su relación con Bell, siendo solamente sus dioses los enterados.

Fue difícil para ella sugerirle eso a Bell ya que no quería decirle nada sobre Freya, pero Bell coincidió en mantener su relación en secreto.

Eso preocupó un poco a Asfi, pero se le fue explicado que era porque Bell quería fortalecerse para poder protegerla debidamente.

-- No te preocupes Asfi-chan - habló Hermes sacándola de sus pensamientos - yo haré todo a mi alcance para que Freya-sama no se entere, al menos no hasta que Bell se vuelva lo suficientemente poderoso para ganarle a Ottar-chan.

Dejando de lado la manera en que llamó al aventurero mas fuerte de Orario y la forma en que este mismo reaccionaría si escuchara a Hermes llamarlo así, Asfi no se quedaba segura con solo eso.

Si bien su dios era un especialista en el manejo de información, no duraría mucho ocultándole la verdad a la diosa Freya.

-- Está bien, por favor haga eso - aún así, era lo único que tenía al alcance.

A veces Hermes era bueno en una sola cosa, engañar a los demás.

Antes de que uno de los dos volviera a hablar, una semi-humana con piel cobriza entró a la oficina sin avisar.

-- ¡Hermes-sama! - gritó haciendo que el dios le observara - ¡¡Es sobre el <Pequeño novato>!! -finalizó con una hoja en su mano.

Hermes alzó una ceja y recibió el papel que ahora pudo notar que era una página del periódico.

-- ¿¡Bell inició un juego de guerra contra la [Familia Apolo]!? - gritó en sorpresa.

Sus ojos amenazaron con salirse de sus cuencas mientras los ensanchaba al máximo, leyendo lentamente toda la noticia y abriendo cada vez más sus ojos.

Era antinatural.

Y antes de que dijera otra cosa, Asfi le arrancó la hoja de sus manos y la tomó para leerla rápidamente.

"Bell..."

Una vez mencionó a su pareja al terminar de leer la noticia, dejó la hoja en el escritorio y salió rápidamente de la oficina.

Todo con una dirección en mente, la sede de Bell.

X X X

.

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.

Una vez llegó a la sede de Bell, lo único que se encontró fue la abandonada iglesia completamente destruida, algo que solo pudo preocuparla más.

Justo cuando estaba por comenzar a buscar a ciegas, fue abrazada por detrás.

-- Te tengo - dijo una voz muy familiar para ella.

Eso le dio alivio, pero el tema del juego de guerra regresó de inmediato.

-- Bell, ¿¡qué fue lo que pasó!? ¿¡Por qué tendrás un juego de guerra con la [Familia Apolo]!?

Se giró para tener de frente al peli-blanco, viendo ahí su rostro sin una pizca de preocupación.

-- B-Bueno, es una larga historia... - comentó con voz baja - ¿Te parece si vamos por un café y te cuento todo ahí? - preguntó con una sonrisa en su rostro.

Asfi se preguntaba a qué se debía tanta tranquilidad, pero primero dijo lo más importante.

-- Pero... ¿no debíamos mantener nuestra relación en secreto? - preguntó con una expresión complicada.

Ella realmente quería aceptar, pero no podía poner la seguridad de Bell en peligro solo por un capricho suyo.

-- No te preocupes, podemos actuar como amigos, nadie se dará cuenta - respondió Bell, tan despreocupado que era anormal.

La peli-azul lo pensó unos segundos para después asentir, no podía negar que en realidad sí quería tener una cita con Bell, y esto sería algo como eso.

Una cita camuflada o algo así.

Al momento de que Asfi asintiera, Bell dio una sonrisa y le dijo que lo siguiera.

Querían tomarse de la mano, pero tendrían que soportarlo por el momento.

<La señora de la abundancia>, 10:00 AM.

Como era de esperar, a la cafetería donde Bell llevó a Asfi fue a su tan frecuentado lugar, el Bar de mamá Mia y donde trabajaban sus amigas.

-- ¡Bell-san, buenos días! - y justo ahora Asfi estaba que se moría por los celos.

La alegre camarera llamada Syr se lanzó a darle un abrazo a su Bell, haciendo que el peli-blanco se sonrojara al sentir los pechos de la chica contra su cuerpo.

"¡Maldición, maldición, maldición...! ¡Me va a matar!" - pensó Bell mientras era abrazado y sentía la fija mirada de Asfi en él.

Duró un poco en hacer que la animada Syr dejara de abrazarlo, al parecer estaba muy emocionada por verlo después de 1 semana completa.

Eso sumando la preocupación del juego de guerra que ya era noticia en toda la ciudad, era aceptable.

Aún así, no le gustó para nada a Asfi.

-- Y bien, ¿me explicarás todo lo que pasó para que terminaras en un juego de guerra?

Ya estaban sentados en una mesa para dos, con Bell dando una cara nerviosa al ver lo fría que estaba siendo Asfi con él.

Eso obviamente por el incidente de hace unos momentos, pero gracias a eso su fachada de "solo amigos" estaba funcionando perfectamente.

Y también gracias a eso Syr y Ryuu que los atendían no sospechaban nada.

-- B-Bueno, tuve una pelea en un Bar donde unos dependientes del dios Apolo insultaron a mis amigos y a mi diosa, al final nos peleamos y al día siguiente destruyeron la iglesia donde me quedo con mi diosa, nos persiguieron por las calles de la ciudad y al final Kami-sama decidió retar al dios Apolo a un juego de guerra, y aceptó.

Asfi dejó su actitud fría con Bell y abrió los ojos en shock.

-- (¿¡T-Te peleaste en un Bar!?) - susurró no creyéndose eso de Bell.

El chico asintió y Asfi suspiró.

-- (Bell, dices que insultaron a tus amigos y a Hestia-sama, pero estoy segura que fue una provocación de su parte, así que tienes que aprender a controlarte, ¿está bien?)

Otra vez el peli-blanco asintió, casi parecía un niño siendo regañado por su madre o hermana mayor, y considerando la diferencia de edad entre ambos, era muy creíble.

Siguieron hablando unos minutos más sobre lo que Bell haría, diciendo que sus amigos (Welf, Mikoto y Lili) hicieron una conversión a su familia, listos para ayudarle.

Ahora solo quedaba que las reglas se establecieran en el Denatus de mañana y se acordara la fecha del juego de guerra.

También durante sus pláticas Asfi ardía en celos cuando Syr se acercaba para atenderlos, atendiendo más que nada a Bell.

Pero todo finalizó sin problemas, listos para marcharse.

-- ¿Estás seguro de que podrás ganar? - preguntó Asfi a lado de Bell.

Estaban caminando hacia la [Posada del viajero], habiendo dejado la <Señora de la abundancia> y con Bell acompañando a Asfi como todo buen caballero.

-- Sí, no puedo permitirme perder. El dios Apolo dijo que me quería en su familia, y presiento que no me irá nada bien si eso pasa - contestó el chico.

"Es verdad, pero si eso pasa la [Familia Apolo] será eliminada por la [Familia Freya]" - pensó Asfi.

Incluso se preguntaba por qué Freya no estaba interfiriendo.

-- Por favor promete que ganarás - habló nuevamente sin detener su caminar.

Ya estaban cerca de su destino.

Bell observó el perfil de Asfi, notando la preocupación en su rostro que miraba hacia delante.

Ante eso, él sonrió como solo él podía sonreír.

-- No te preocupes, te prometo que ganaré - respondió con firmeza.

Fue entonces que el serio rostro de Asfi fue adornado por una ligera sonrisa.

-- Gracias - dijo mientras se acercaba un poco - (Una vez estemos en privado te castigaré por ser tan cercano a Syr-san) - le susurró con frialdad en su voz.

Con eso, tomó su distancia normal y siguió caminando a lado de Bell, con este mismo sudando frío por ese último comentario de su enamorada.

-- ¡P-Por cierto! - habló repentinamente - Te queda bien tu nuevo traje de aventurera - halagó hacia la vestimenta de su chica.

NOTA: es este por si también quieren apreciarla Bv

Asfi se ruborizó un poco ante el inesperado elogio, pero toció disimuladamente y se aclaró la garganta.

-- Gracias, pero necesitarás mas que un halago para evitar tu castigo - declaró con firmeza y molestia.

-- Uh... lo supuse - dijo Bell con un aura triste a su alrededor.

Caminaron un poco mas y finalmente llegaron a la entrada de la [Posada del viajero], con ambos mirándose.

-- Bueno, aquí nos despedimos, gracias por invitarme el café, me gustó ir contigo a un lugar aunque hayamos tenido que fingir ser solo amigos - dijo Asfi hacia el chico.

Bell observó la sonrisa en ella, pero notó cierta expresión de tristeza.

-- No es nada, gracias a ti por acompañarme. Y solo espérame, me haré más fuerte, lo suficiente para poder protegerte - clamó con firmeza - y cuando llegue ese día, tendremos una cita a vista de todos.

La determinación en sus ojos al decir esas palabras conmovió a Asfi, a tal punto que casi olvidaba que estaban a la vista de pleno día y se lanzaba a besarlo.

Pero se contuvo y extendió la mano a señal de despedida.

Bell vio eso e igual extendió la suya para estrecharla con Asfi, fue entonces que sintió la textura del papel.

-- Gracias, esperaré con ansias ese día - dijo Asfi con una ligera sonrisa.

Con eso soltó la mano de Bell y se adentró a su sede, dejando al chico que miraba su puño.

Lo abrió y ahí estaba una pequeña nota doblada, eso lo confundió y procedió a abrirla.

<...>

Estoy segura que ganarás, pero esto

es para que te motives a hacerlo.

Si ganas el juego se guerra, te daré

una recompensa en mi habitación.

Con amor, Asfi.

<...>

Vapor comenzó a salir de su cabeza al finalizar de leer la carta mientras su rostro se tornaba tan rojo como podía estarlo.

"¡Ha ganar se ha dicho!" - gritó internamente, tan motivado que podría destruir todo Rakia él solo.

X X X

.

.

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1 semana después, 4:00 PM.

El denatus al final se pospuso unos días más por una "enfermedad" que Hestia estaba sufriendo, ganando tiempo en lo que Bell entrenaba con la <Princesa de la espada> y <Amazon> en las murallas sin descanso alguno.

Cuando decidió que era suficiente, asistió al denatus y acordaron las reglas de la batalla.

El tipo de guerra sería un asedio, con Bell siendo el atacante.

Gracias a Hermes fue que Apolo permitió que Bell recibiera ayuda, pero solo de un aventurero que fuera ajeno a Orario o su dios no estuviera en la ciudad.

Y también se incluyó a los nuevos integrantes de la [Familia Hestia], Welf, Mikoto y Lili.

Justo ahora todo estaba llegando a la conclusión de la batalla, con la fortaleza siendo atacada al primer día por Ryuu con 2 espadas mágicas hechas por Welf.

Mikoto se usó de carnada y mantuvo a una gran cantidad de aventureros bajo los efectos de su magia de gravedad, Ryuu combatió igualmente con una gran cantidad de aventureros ella sola y Lili se encargó de difundir información falsa en las tropas enemigas mientras usaba su magia de transformación.

Y Welf se batió a duelo con Daphne Lauros, dejando solo a Bell contra Hyakinthos.

Fue entonces que todo terminó de esta manera.

El aire se estremeció a su alrededor mientras todo era cubierto por una pantalla de humo.

Todo se debía a que Bell destruyó el interior del castillo con un FireBolt cargado con 1 minuto de Argonauta.

-- ¿¡Dónde estás maldito!? - rugió Hyakinthos con su Flamberge firmemente en su mano.

Sabía que Bell seguía vivo, y no estaría contento hasta desmembrarlo con sus propias manos.

Y por fin, los rayos comenzaron a perforar las nubes de humo. Todo se estaba asentando.

Entonces dos puntos de luz rojo rubí centellaron profundamente en el humo detrás de él.

El amante de Apolo pudo sentirlo: el conejo cubierto de sangre. Su piel se crispó por la tensión.

Un instante más tarde, Bell se lanzó contra su enemigo a través de la cubierta de humo, con Hyakinthos dándose la vuelta para encontrarse con él.

Dos dagas rojas y una espada color carmín chocaron en una explosión de chispas.

X X X

.

.

.

-- " " " "¡¡UWAAAAAAAAAAAAAAAAHH!! " " " "

La ciudad se sumergió en un estado de shock.

Aventureros, comentaristas, dioses y ciudadanos.

El giro tan inesperado, un enfrentamiento directo entre los dos generales, envío a todo Orario a un estado de frenesí.

Miles de puños apretados y sudorosos con ojos sin pestañear mientras miraban los espejos de arcanum sin despegar la vista un solo segundo.

Nadie podía formar palabras, solo produciendo gritos en fervor mientras presenciaban la batalla del siglo.

Desde la sede de la [Familia Hermes], Asfi observaba mientras apretaba fuertemente sus manos y las presionaba contra su pecho.

Sus bellos y celestes ojos observaban al chico que robó su corazón.

-- Gana, Bell - entonó su deseo a la figura que se le mostraba tras el espejo.

X X X

.

.

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-- ¿¡...!?

Un empuje hacia adelante. Dos dagas carmesíes rotando. Un par de piernas corriendo como el viento.

Sus movimientos eran demasiado rápidos para seguir. Cuando lograba hacerle frente Bell ya estaba de otro lado, buscando siempre su punto ciego y atacando ferozmente.

Fue obligado a defenderse, sin poder contraatacar. Pudo sentir los impactos de ambas dagas colisionando con su espada en los huesos de sus dedos.

Cada ataque mandaba más dolor, estallando a través de sus atormentados dedos.

Sus ojos se ensancharon por los repetidos y veloces ataques de Bell, no pudiendo mantener el ritmo de su velocidad.

Se estaba quedando atrás-no, nunca estuvo a la par.

"¿Quién...?" -solo podía preguntarse internamente mientras apenas y podía defender.

Tal vez podía y apenas tener ventaja en la fuerza, pero Bell era notablemente más veloz que él.

"¿¡Quién es este tipo!?"

Técnica, trabajo de pies, agilidad en su brazos, rotaciones perfectas.

Era anormal.

Fue entonces que Bell se puso detrás de él.

Su agilidad había aumentado drásticamente desde su pelea en el Bar y la persecución por las calles de Orario.

Un crecimiento anormal, un irregular. Eso era Bell. Un Candidato a héroe.

Apenas y logrando bloquear un ataque, el hombre gritó su pregunta con creciente furia.

-- ¿¡Quién demonios eres tú, Bell Cranel!?

Habilidad, estrategia, técnica. Todo estaba a su nivel-no, lo superaba.

El chico sonrió mientras sus dagas chocaban con la Flanberge de su enemigo.

-- Un simple aspirante a héroe.

Ante su despreocupada pero confiada respuesta, estalló. Estalló, hirvió y rugió en ira.

-- ¡Yo soy un Lv. 3 a finales!

Hyakinthos osciló su espada hacia la cabeza de este detestable chico, uno que lo sacaba de sus casillas y le molestaba tanto.

Pero fue bloqueado y una tenaz mirada le fue dirigida.

Esos ojos rubí le miraron, observándolo a detalle.

-- Y yo soy Bell Cranel.

Ante ese molesto comentario, Hyakinthos osciló su espada una y otra vez, cuando de repente el cuerpo de Bell se tornó borroso para su vista.

Fue entonces que la Flamberge fue atrapada en un ataque descendente entre las ambas dagas, las cuchillas carmesíes destellaron al romper la espada roja a la mitad.

-- ¿¡Hu...!? - la incredulidad llenó su rostro.

Arcos carmesíes destellaban y cortaban el aire, buscado dar un golpe crítico al enemigo de su portador. Bell.

La forma en que su espada fue partida en dos fue simple, todo gracias al trabajo de Welf: <Ushiwakamaru-Shiki>.

El herrero derramó sudor, lágrimas y sangre mientras ponía su alma en la creación de esa daga.

Con sus confiables armas, el cuerpo de Bell cobró más y más velocidad.

-- ¿¡Guhh...!? - Hyakinthos estaba siendo abrumado totalmente.

Siendo así, tendría que hacer algo o a este ritmo perdería.

-- -<Mi nombre es amor, hijo de la luz. ¡Hijo glorioso, te ofrezco mi cuerpo!>-

Jugó su carta de triunfo.

Tuvo que alejarse y tomar buena distancia entre ese pequeño depredador.

-- -<Mi nombre es pecado, celosamente del viento. ¡Este cuerpo llama tu ráfaga!>-

Sí, era un cántico muy homosexual.

-- -<¡Ven, anillo de fuego!>-

Esto era magia, el poder de revertir una situación difícil a una favorable.

Y Bell pudo sentir la gran cantidad de poder mágico formándose en el cuerpo de su enemigo.

Regresó una de sus dagas a su funda y empujó su brazo izquierdo hacia Hyakinthos en un intento por detener su ataque.

-- ¡FireBolt-!

No le tomó más de un segundo, desatando un rayo de fuego hacia el amante de Apolo.

-- ¿¡Gah...!? - y su ataque impactó de lleno en Hyakinthos.

El hombre se inclinó hacia atrás. Su ropa de combate y su cuerpo se carbonizó. Pero se mantuvo de pie y siguió cantando.

Incluso su poder mágico acumulado no se vio afectado.

-- <¡- En los vientos del oeste!> - El hombre apretó fuertemente sus dientes.

Bell se impresionó por eso, así que decidió lanzar una ráfaga de FireBolt para acabarlo, cuando de repente y sin previo aviso...

-- ¡No te dejaré...!

-- ¿¡...!?

Una chica de cabello largo y azul marino emergió de los escombros y se lanzó hacia Bell, atrapándolo su pierna derecha con sus brazos.

Su embestida logró desequilibrar a Bell e hizo que sus ataques de fuego se desviaran, sin impactar en Hyakinthos.

El amante de Apolo y el mismo Apolo elogiaron a Cassandra.

Pero entonces otra sombra hizo presencia en el campo de batalla, dirigiéndose sin piedad hacia la nerviosa Cassandra.

-- ¡¡Bell-sama!!

-- ¿¡Kyaahhh!?

Lili embistió fuertemente a Cassandra, rodando por el suelo lleno de escombros y así liberando a Bell.

-- ¡Suelta a Bell-sama arpía aprovechada! ¿¡Le restregaste tus enormes pechos verdad!?¿¡¡Creíste que no me daría cuenta, eh!!?

Bell fingió no haber escuchado los gritos de su amiga mientras iba directamente hacia su enemigo.

Pero Hyakinthos ya había terminado de cantar.

Un disco de energía mágica con el elemento fuego predominando se posó sobre la palma de su mano derecha abierta y elevada hacia arriba.

Bell observó sorprendido cuando los ojos de Hyakinthos se clavaron en él, haciendo su lanzamiento con el conejo como su objetivo.

-- <¡Aro Zephyros!>

El anillo entre sus manos brilló como el sol.

Bell consideró hacer un choque de magias, pero supo de inmediato que su FireBolt perdería ante Aro Zephyros sino tenía impregnado una carga de Argonauta.

Siendo así, tendría que esquivar.

Rápidamente rodó hacia un lado, con el ataque mágico pasando de largo y Bell logrando salir ileso.

Sin embargo.

-- ¡Es inútil! - Hyakinthos volvió a hablar.

El disco parecido a un sol se giró hacia el cielo y volvió a apuntar hacia Bell.

Bell ahora lo entendió, era una magia buscadora de objetivos. No se detendría hasta impactar en él.

Y de ninguna manera podía darse el lujo de recibir ese ataque.

"No hay opción, quise mantener todo en secreto pero no queda de otra" - después de ese pensamiento extendió su mano derecha con la palma abierta hacia adelante.

-- <¡Beelzebub!>

No le tomó siquiera un segundo cuando su segunda magia de lanzamiento rápido fue activada.

Una neblina espesa de color purpúreo oscuro se extendió desde su palma abierta, extendiéndose como si fuese un escudo.

Y el sol fue tragado.

La neblina consumió al sol, quedando nada mas que el recuerdo cuando Bell cerró su puño.

La incredulidad de Hyakinthos no podía expresarse con palabras, solo abrió sus ojos en shock al ver su ataque mágico ser tragado.

También gritó en perplejidad y sorpresa.

X X X

.

.

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El cielo de la ciudad estalló por los gritos de sorpresa, emoción, incredulidad y más.

Y en cierta sede de la ciudad.

-- ¿¡Qué demonios fue eso...!? ¡Se tragó la magia, lo viste cierto! ¿¡cierto!?

Tione gritó su sorpresa en la habitación donde los ejecutivos de Loki observaban la batalla.

-- Aizu, Argonauta-kun no usó eso en nuestros entrenamientos, ¿o sí? - preguntó Tiona a la chica rubia a su lado.

Ellas estaban apoyando a su pupilo en todo esto.

-- No... - fue la simple respuesta de Aiz.

No tenía idea del tipo extraño de magia que Bell usó, así como no tenía idea de que su magia <Ariel> había sido copiada por la variante de [Usurpador], [Duplicación].

-- Esa es una magia de lo mas peculiar, me pregunto si poder mágico es lo único que puede consumir o si también funciona con otros objetos - comentó Riveria.

Todos los demás callaron ante eso, sabiendo a que se refería la hermosa Riveria con sus palabras.

La magia de Bell, Beelzebub. ¿Podía consumir personas?

X X X

.

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Dos destellos carmesíes rompieron a la mitad la espada corta que Hyakinthos estaba usando como repuesto.

-- ¡¡...!! - el hombre estaba asustado.

Tenía miedo, miedo creciendo desde lo mas profundo de su ser. Todo por un simple aventurero.

Recibió una patada en su pecho, rompiendo sus defensas y haciéndolo rodar por el pedregoso suelo.

Pero eso no evitó que a sus oídos llegara el sonido de ligeros tintineos.

Una vez pudo, observó el puño de Bell que estaba cubierto con una capa de argonauta.

¿Cuánto tiempo llevaba cargándose? Nadie lo sabía.

Bell se lanzó hacia su enemigo una vez este se levantó del suelo, esquivando un pobre intento de golpe que le lanzó el amante de Apolo.

El puño se apretó y la cara de Hyakinthos se deformó.

-- ¡-Haa!

El ataque sería a quemarropa.

-- ¡E-Esperaaaaa! - su pobre intento por pedir clemencia no fue escuchado.

Impacto. Fuerte y firme.

El sonido de su caja torácica rompiéndose hizo eco con el crujir de su piel.

-- ¿¡GeHAA!?

El puño de Bell se clavó en su pecho, enviándolo a navegar por los aires.

Cayó al suelo y rebotó como piedra lanzada contra el agua un par de veces.

Y se detuvo, su cuerpo paró después de un viaje de 40 metros por el campo escombrado.

Yació de espalda con sus extremidades extendidas y con los ojos en blanco, sin poder pararse.

El viento acarició el cabello de Bel que miraba a su enemigo derrotado.

X X X

.

.

.

-- " " " "¿¡¡-------------!!?" " " "

Una vez más el cielo de la ciudad estalló por los gritos llenos de emoción.

Las campanadas sonaron para marcar el final de la batalla.

Todos miraban al humano de cabello blanco reflejado en los espejos mientras gritaban fervientemente por la emoción.

-- ¡Eina, mira eso!

-- ¡Bell-kun...!

Misha señalaba el reflejo de Bell emocionada mientras Eina le daba una mirada cariñosa al chico.

Había visto un nuevo lado de él, uno que no era el inocente, nervioso y amable.

Y vaya que la dejó encantada.

Las maldiciones de los idiotas que apostaron contra el chico victorioso resonaron en todos los bares y calles.

Y los gritos de victoria de los pocos afortunados que apostaron al conejo adornaron el ambiente.

En la señora de la abundancia era lo mismo, con Anya, Chloe, Runoa y todas las demás camareras festejando y saltando en alegría por la victoria de su amigo.

-- Bell-san... - y lágrimas de felicidad inundaban los ojos gris plateado de Syr.

Sus labios se tornaron temblorosos mientras su rostro expresaba la felicidad que estaba sintiendo.

Sus mejillas se sonrojaron mientras regresaba a trabajar, festejando internamente la victoria de ese chico.

Y en la [Posada del viajero], sede de la [Familia Hermes].

Asfi gritó y saltó por la emoción.

Sus mejillas crispadas y sonrojadas adornaban su hermoso rostro.

Los celestes ojos solo podían reflejar la heroica postura que Bell estaba dando, humedeciéndose por la emoción.

-- Bell...

La melodía en su voz podría llamar a otras aves, entonando el nombre de su amado con gran amor.

-- Cumpliste tu promesa, Bell...

Una vez más saltó en alegría mientras cubría sus labios con sus manos, no pudiendo contener la emoción que llenaba su cuerpo.

Y de repente.

-- ¡Es verdad, la recompensa! - exclamó por el recuerdo - ¡debo prepararme para recompensarlo como se debe!

Con eso dicho, la chica salió rápidamente de su oficina y se dirigió a su habitación.

Quería sorprender Bell.

X X X

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Y contrario al frenesí de emociones que invadía a la ciudad, cierto dios estaba perdiendo el color en su rostro mientras respiraba erráticamente.

-- Wha... ha... ¿eh?

Su vista se desenfocaba mientras se esforzaba por hacer pasar aire hacia sus pulmones.

Casi parecía un fantasma.

-- A-PO-LO -

Y entonces la voz de Hestia llegó a sus oídos.

-- ¡Hy-Hyeee!

Apolo cayó sobre su trasero asustado.

-- Espero que hayas hecho la paz contigo mismo.

Sus suaves palabras parecían sacadas desde los pozos más profundos de infierno.

No había nada que pudiera hacer, nada aparte de pedir clemencia.

-- ¡Escúchame, Hestia! ¡Todo esto fue simplemente un impulso! Ese niño tuyo era tan lindo, no pude evitar pellizcarle un poco las mejillas... ¡P-Por favor, ten piedad de mí, oh diosa del afecto! ¡Una vez estuvimos destinados a compartir una vida matrimonial!

-- Cierra el pico, pervertido de pacotilla.

Pero sus súplicas cayeron en oídos sordos.

-- Prometiste concederme todo lo que mi pequeño corazón deseara, ¿verdad?

Lo dijo, lo había hecho al no considerar una posible derrota. Justo ahora maldecía a su yo del pasado.

Los dioses formaron un circulo alrededor de ellos, sin perderse un solo detalle de todo esto mientras sus caras se oscurecían y sus dientes brillaban.

-- Todo lo que posees, incluyendo tu hogar, ahora es mío. Disuelve a tu familia- ¡y ve al exilio! No vuelvas a pisar esta ciudad, ¡NUNCA!

-- ¡HyGAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHH!

El grito de Apolo sonó por toda la ciudad, enviando escalofríos a todos.

Hestia no le tuvo piedad, no perdonaría a nadie que intentara arrebatarle a Bell.

X X X

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1 día después, 10:00 AM.

Una gran mansión estaba en medio de un amplio jardín.

Hestia respiró hondo y sonrió.

-- ¡Ta-da!¡ Este es nuestro nuevo hogar!

-- ¡Oooooooh!-

-- ¡Oooooooh!-

-- ¡Oooooooh!-

-- ¡Oooooooh!-

Bell, Welf, Lili y Mikoto admiraron el edificio.

Hestia volvió a sonreír mientras Bell se cuestionaba si estaba bien tener esta casa, su puro corazón le daba un sentimiento de incomodidad.

Aunque fue convencido por todos los demás, diciendo que estaban en todo su derecho después de todos los problemas que les causó Apolo.

-- Los que vivían aquí antes tenían... extraños gustos. ¡Así que, ya que tenemos un montón de dinero, haremos unas remodelaciones! ¡Digan sus sugerencias!

Inmediatamente después de eso todos hicieron sus peticiones, con Mikoto pidiendo un cuarto de baños estilo oriental y Welf una fragua.

Aunque Lili se abstuvo de hacerlo, no había nada en especial que quisiera pedir.

Pero Bell, él esta vez para extrañeza de todos, hizo una petición.

-- K-Kami-sama, yo... quisiera pedir unos 3 días de descanso - Hestia se estremeció ante esa petición.

"¿¡T-Tres días...!? ¿¡Tanta resistencia tienes, Bell-kun!?" - la diosa estalló internamente.

Aunque también afiló su mirada, todavía no aceptando completamente la relación que Bell mantenía con aquella pedófila.

Que raramente ella era lo mismo y mucho peor al ser una diosa y amar a Bell, en fin, la hipotenusa.

-- Está bien, Bell-kun. Te doy permiso 3 días - aceptó a regañadientes, no queriendo interponerse con la felicidad de su hijo favorito.

Era cruel decirlo así, pero era la verdad.

Los demás no cuestionaron eso, queriendo saber de qué se trataba pero guardando silencio, cabe decir que Lili era la más interesada.

Con todo eso, Bell sonrió aliviado.

-- ¡Muchas gracias, Kami-sama! - se inclinó en agradecimiento y comenzó a correr.

Había una promesa cumplida que tenía que anunciar, y ya que estaba ahí, aprovecharía para recibir su recompensa.

X X X

PARTE 4.

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No le llevó demasiado tiempo llegar a la [Posada del viajero], siendo recibido por Asfi que le esperaba con emoción.

-- Gané...

-- Lo hiciste.

Ambos compartieron sonrisas mientras se perdían en sus miradas.

El rubí reflejó el rostro de Asfi y el celeste el rostro del Bell.

-- ¿Quieres pasar?

Un latido más fuerte de los demás se presentó en Bell.

-- Me encantaría.

El portón fue abierto y el chico pasó, soportando la tentación de abrazar y besar a su enamorada.

No podían, no con posibles ojos que los vieran.

Pero todo cambió una vez pasaron al interior de la sede, siendo llevado a la habitación de Asfi sin que nadie se diera cuenta.

Clack.

El sonido del seguro siendo puesto a la puerta llegó a oídos de Bell, dando una vuelta y viendo a la Bella Asfi.

Ella sonrió radiantemente para después lanzarse hacia Bell, atrapándolo en un abrazo.

La acción fue un brinco mientras Bell sostenía la parte baja de sus muslos y ella cruzaba sus piernas alrededor de su cintura y sus brazos alrededor de su cuello.

Bell la mantuvo cargando mientras sus rostros se acercaban, rozando sus narices y sintiendo su respiración.

Sus labios no tardaron en colisionar.

Amor, deseo, emociones contenidas. Todo lo que había sido retenido delante del público fue liberado ahora que estaban solos.

-- He de suponer que vienes por tu recompensa~

El beso se rompió, con un pequeño hilo trasparente uniendo sus labios.

Un sentimiento calorífico invadió el cuerpo de Bell, crispándose por las seductoras y melosas palabras de la chica en sus brazos.

-- Tengo 3 días, ¿cuánto dura la recompensa?

Y para sorpresa de Asfi, Bell respondió con firmeza. Ruborizado pero con claridad en su voz.

Sintió una presión en la parte baja de sus muslos, enviándole una descarga de excitación y hormigueo a su cuerpo.

Supo de inmediato qué se trataba del tacto de Bell, presionando con sus manos del lugar donde la sostenía.

Dio una sonrisa pícara.

-- Podría durar el doble de ese tiempo. ¿Crees poder aguantar... Bell?~

No hubo respuesta ya que sus labios fueron robados por Asfi, esta vez usando su lengua y explorando la boca de Bell.

El chico correspondió.

-- ¿Qué... estás retándome?

Un déjà vu invadió a Asfi, soltando una ligera risa por la respuesta de su amado, pero siguió el juego.

-- No lo sé, tú dime~

La gracia en sus palabras hizo sonreír a Bell que no despegaba su vista del hermoso rostro de Asfi.

El que estuviera sonrojada y con una sonrisa le hacía ver más linda, llegando a ser tierna.

Tierna y erótica.

No lo soportó y la volvió a besar, siendo correspondido por Asfi que intensificaba el beso.

-- ¿Eso responde a tus preguntas?

-- Sí, las responde. Entonces, ¿quieres que sea sexo suave o salvaje?

El que dejara lo rodeos y fuera directa al punto tensó un poco a Bell, tomándolo por sorpresa.

Pero respondió instintivamente.

-- ¿Es demasiado pedir ambos?

Soportó estallar en vapor, esperando la reacción de su pareja.

-- Eres más atrevido de lo que pensé... eso me prende~

Fue positiva, usando una de sus manos para acariciar el rostro de Bell. Confió en que Bell la sostuviera con firmeza para no caer.

Y no cayó, con Bell reforzando su agarre y llevando sus manos de los muslos al trasero de Asfi, sosteniéndolo con firmeza.

El repentino toque en su parte trasera causó un ligero gemido que logró suprimir, ruborizándose un poco mas.

-- Vi mi oportunidad y la aproveché - comentó Bell con una sonrisa divertida.

El sonrojo también adornaba su rostro, así que le hacía ver lindo a ojos de Asfi.

Y ella no supo si sus palabras fueron en respuesta de que ella le dijo atrevido o por el hecho de que Bell aprovechó que dejó de rodear su cuello para tomar su trasero.

Todo para evitar que "cayera".

"No es que me moleste de todas formas" - concluyó en sus pensamientos.

-- Me iré a cambiar, tengo una sorpresa para ti.

Con esas palabras, Asfi le dio otro beso al sorprendido Bell y bajó de sus brazos, señalando que le esperara en la cama.

-- También vete desvistiendo, tú no ocuparás ropa después de todo.

Con eso, dejó al ruborizado chico esperando en la cama mientras iba a cambiarse a su baño.

XXX- ALERTA LEMON-XXX

NOTA:

Para las personas civilizas que se saltan el Lemmon quiero decir que hay una escena final después de la acción, para que no dejen la lectura aquí y se pierdan eso.

Es todo, pueden seguir.

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Y en lo que Asfi se cambiaba, Bell se despojó se sus ropas y quedó solamente con su bóxer negro.

Seguido de eso de aventó con sus brazos extendidos en el colchón, observando el techo de la habitación.

Giró su rostro un poco y llevó su vista hacia un mueble con accesorios como perfumes, cepillos y todo tipo de cosas para mujeres.

"Eso es..."

Sus ojos se clavaron en un peluche con diseño de conejo blanco y ojos rojos, con un tamaño de unos 80 centímetros y con las palabras "Bell" bordadas con hilo negro en su pecho.

"Voy a fingir que no vi eso" - concluyó regresando su vista al techo del cuarto.

No tuvo que esperar mucho cuando su nombre fue mencionado.

-- Bell~

El seductor tono de voz hizo que se levantara y viera a Asfi sentada en una silla acolchada con su vestimenta y mirándolo con ojos de ******.

Medias cafés claras hasta sus muslos, con dos compartimentos unidos a un cinturón que rodeaba su pierna derecha. Bell se preguntó qué había en esas dos bolsitas.

Su pecho era solamente cubierto por un sostén color vino con contorno negro, sostenido por una liga unida que rodeaba su cuello.

Guantes del mismo color rojo vino que cubrían hasta la mitad del brazo pero no los dedos.

La zona de la cintura era cubierta por una corta, demasiado corta, falda.

Bell no vio señales de ropa interior.

NOTA: Es así, solo quítenle con la imaginación la joyería, los zapatos y la tela larga, en vez de eso solo es una falda demasiado, demasiado, demasiado corta. Exploten la mente!!.

-- Hace una semana elogiaste mi vestimenta, se me ocurrió que podría usar una que solo tú pudieras ver~

La explicación seductora lo hizo tragar saliva, observando cada parte del cuerpo de Asfi.

-- ¿Cómo me veo? - preguntó con diversión en su rostro.

Sentado en la orilla de la cama, Bell respondió.

-- Linda... extremadamente linda y sexy.

Asfi sonrió complacida por el cumplido de Bell, haciendo señas con su dedo índice para que Bell se acercara.

-- ¿Te quedarás ahí viendo o vendrás y me tocarás...?

No necesitó que se le preguntara una segunda vez, levantándose y yendo rápidamente hacia ella.

Asfi se levantó de la silla y tomó de la mano a Bell para sentarlo donde antes ella estaba, subiéndose encima de él a horcadas una vez estuvo sentado.

La postura era el llamado y famoso "Trono de la Reina".

-- ¿Puedo preguntar qué hay en ese par de bolsos?

-- Ufufu, claro, pero primero dime con cuál empezamos, ¿salvaje o suave?

Le dio una sonrisa pícara mientras movía sus caderas, provocando al miembro de Bell con su zona pélvica que ya daba indicios de humedad.

Era clara su excitación.

-- ¿Salvaje? - sugirió a modo de pregunta.

Asfi asintió en aprobación.

-- Entonces abre los dos compartimentos y saca los tubos con extremo cuidado...~

Bell no cuestionó la indicación de su chica y con su mano derecha desabotonó los seguros que mantenían cerradas las mini bolsas, viendo ahí dos tubos de ensayo con un líquido rojo brillante.

Bell los recordaba muy bien.

-- ¿¡Afrodisíacos...!? - exclamó el nombre del producto.

-- Sí, como quieres que sea salvaje, esto nos ayudará con eso~

Asfi no dijo nada más después de eso y tomó uno de los frascos de la mano de Bell y lo bebió de un solo trago, sorprendiendo al peli-blanco.

Tomó nuevamente el otro frasco en la mano de Bell y lamió eróticamente la boca del tubo, haciendo sonrojar a su pareja.

El chico no se esperó que Asfi se lo empinara a él, haciendo que lo bebiera de un solo trago igualmente.

-- Tuve que pedirle el favor a Hermes-sama para que los consiguiera, dijo que estos tienen más potencia que los anteriores, así que tal vez duremos más de 4 días...

Eso envió un escalofrío a la columna vertical de Bell.

-- Debí haber pedido más días... ahaha supongo que tendré que pedir perdón a Kami-sama.

-- Seguramente, pero no te preocupes por eso. Ahora solo cállate, bésame y cógeme.

Asfi le restó importancia, sintiendo ya los efectos del afrodisíaco en su cuerpo y ordenándole a Bell que le besara.

Fue obedecida inmediatamente, con Bell besándola y llevando las manos a su trasero y apretándolo firmemente.

El candente beso se convirtió en uno de lengua, entrelazándolas y mezclando sus salivas.

Asfi también hizo uso de sus manos y las llevó al rostro de Bell, acariciándolo con delicadeza y asegurándose de que no rompiera el beso.

Un par de minutos se necesitó para que ambos sintieran el intenso calor que sus cuerpos desprendían, la zona íntima de Asfi ya no estaba húmeda, estaba chorreando sus fluidos por la excitación sexual y mojando el miembro de Bell que estaba siendo cubierto solo por el Bóxer.

Solo porque no llevaba bragas fue posible que sus líquidos cayeran sobre la entrepierna de Bell.

Fue entonces que el beso se rompió, con un hilo plateado uniendo sus labios y ambos compartiendo miradas llenas de deseo con sonrojo en sus rostros.

Aunque Asfi tenía claramente corazones en sus pupilas, respirando agitadamente mientras se comía con la mirada al chico bajo ella.

-- Tu amigo parece estar sufriendo, le daré un poco de atención~

Bell le asintió, estando de acuerdo con eso.

La chica sonrió complacida y bajó de las piernas de Bell, parándose por un momento para luego hincarse frente a su chico y lentamente despojarlo de su bóxer.

El erecto miembro de Bell una vez liberado de las cadenas que le retenían se alzó firmemente, haciendo que Asfi se relamiera sus labios.

Posó su mano derecha y comenzó a subirla y bajarla, comenzando con ligeras caricias antes de engullirlo.

Fue entonces que algo le sorprendió.

"¿¡C-Creció...!?" - su estado mental todavía estaba lo suficientemente bien para darse cuenta, notando que efectivamente el miembro de Bell había crecido.

No había error, siendo ella una aventurera especializada en el campo de investigación donde se requería tener un fuerte intelecto en las medidas y porciones fue que pudo notarlo.

"0.4-no, 0.5 cm... ufufu increíble, tendré que darle el mejor servicio por su esfuerzo en crecer"

Ella dijo el tamaño que creció en sus pensamientos, dejando en claro que el antes miembro de 16 cm ahora medía 16.5 cm.

Se volvió a relamer los labios mientras seguía masturbando a Bell con su mano derecha, con unos segundos más haciéndolo para luego detenerse de golpe.

-- ¡Gh...! ¡Haa...! - Bell suprimió un gruñido al sentir la humedad de la boca de Asfi en su miembro, para luego soltar un suspiro de logro.

Y la chica, ella ya estaba haciendo su trabajo, engullendo el miembro de Bell deseosamente una y otra vez. Extrañamente comenzó un conteo en sus pensamientos.

Subiendo y bajando su cabeza mientras aumentaba cada vez más la velocidad.

Bell quiso comentar qué estaba siendo un poco ruda, pero la palabra "salvaje" llegó a su mente y no pudo objetar.

Y de pronto quiso suprimir otro gruñido, pero falló en el intento.

Asfi había comenzado a hacer uso de su lengua durante la felación, enrollando su miembro al mismo tiempo que subía y bajaba.

Era imposible poder controlar eso, con su mente nublándose por la extrema excitación que estaba sintiendo.

-- A-Asfi, eso... se siente genial, me encanta cuando haces eso~

Finalmente el chico dejó salir su voz, impregnada con un tono que denotaba su placer, haciendo que Asfi se alegrara por los elogios y sonriera difícilmente.

¿Por qué difícilmente? Bueno, traten de sonreír con un miembro en su boca y lo sabrán, en fin.

La felación continuó varios minutos más, incluso más de los que Asfi hubiese deseado. Ya estaba desesperada al no recibir el líquido tan adictivo del cual había quedado maravillada.

"Suéltalo, vamos... ¡dámelo Bell, dame tu semen...~!" - sus pecaminosos pensamientos hicieron justicia a sus veloces engullidas, acelerando sus succiones.

-- A-Asfi... ¡estoy por venirme...! - fue entonces que sus deseos fueron escuchados.

La voz entrecortada de Bell por alguna razón le excitaba más, le hacía ver más lindo junto a la expresión que daba mientras ella chupaba su miembro.

Pero no respondió, en cambio aceleró más sus engullidas, llegando a una velocidad que no permitía que Bell se contuviera.

Y sin previo aviso, una descarga de un viscoso y caliente líquido invadió su garganta, con Asfi abriendo ligeramente sus ojos en sorpresa por la cantidad.

Aún así no retrocedió y lo bebió todo, no dejando que se derramara una sola gota del esperma de Bell.

Dio unas últimas lamidas para limpiarlo por completo y una vez lo sacó de su boca ella sonrió complacida.

-- Gracias por la comida~ - comentó con una sonrisa sexy y lamiéndose los labios.

"¿Cómo puede ser tan erótica...?" - se preguntó el peli-blanco que le miraba desde la altura de la silla.

Que estuviera hincada mientras lamía la punta de su pene y le miraba a él le mandaba una sensación indescriptible a todo su cuerpo.

-- Parece que este chico solo puede aguantar 18 minutos de felación intensa antes de venirse - ella dijo eso con una sonrisa traviesa, revelando el objetivo de su conteo mental.

Dejó su posición hincada y se levantó, lista para subirse encima del chico y comenzar a montarlo.

-- Me pregunto cuántos sentones de mi mojada entrepierna podrás soportar antes de llenarme con tu semen, Bell~

Ya estaba fuera de control, Hermes decía la verdad del efecto mayor sobre los afrodisíacos anteriores.

El chico tragó saliva, pero detuvo a Asfi que ya estaba por cruzar sus piernas sobre él.

Eso confundió a la candente y seductora chica.

-- Deja que yo también te haga sentir placer, Asfi - pero sus dudas fueron respondidas de inmediato.

Ella abrió los ojos por la sorpresa, estaba perdida en la excitación y ganas de sentir a Bell dentro de ella, pero claramente estaba sorprendida por la sugerencia de Bell.

-- P-Pensé que no te gustaba hacer eso... como nunca lo comentaste - dijo un poco trabada al comienzo.

Si ella estaba entendiendo bien, Bell estaba pidiendo que le dejara hacerle un oral. En pocas palabras, estimular su entrepierna con su lengua.

-- B-Bueno, siempre pensé que te negarías si te preguntaba, pero justo ahora ya no puedo resistirme, el olor que desprende tu entrepierna envía hormigueos a mi nariz que ya no puedo soportar... por favor...

Una descarga eléctrica recorrió todo el cuerpo de Asfi al escuchar el "por favor" que Bell le dijo, casi como un niño pequeño pidiendo permiso para jugar con sus amigos.

Se vio tan adorable y tierno que Asfi sintió su zona íntima arder como el infierno, claramente excitada por las palabras del chico.

-- Ufufu, pobrecito mi Bell... tú solo pídelo y yo ta daré lo que quieras mi amor~

Un apasionado beso fue dado por Asfi al peli-blanco, no resistiéndose por todo lo dicho y uniendo su lengua con la de Bell.

-- Tendrás que bajarte de la silla e hincarte entonces - dijo nuevamente, hablando insinuantemente y Bell haciendo caso a sus palabras.

Se levantó de la silla acolchada y Asfi que estaba parada se sentó en ella, abriendo lo más posible sus piernas a polos opuestos y con su mano derecha bajando la orilla de su corta falda en un intento por cubrir su entrepierna.

-- ¿Quieres verla~? - preguntó en un tono seductor y divertido.

Bell se hincó sobre sus rodillas y asintió, haciendo que Asfi levantara la corta falda que apenas y pudo cubrir su entrepierna, revelando su mojada vagina.

Estaba libre de bello púbico y totalmente lubricada por sus propios fluidos.

El líquido semi-transparente resaltaba su blanca piel y rosados pliegues vaginales, haciendo que Bell quedara cautivado por el paisaje que estaba observando tan de cerca.

-- ¿Esperas permiso para lamer? Porque si es así, lo tuviste desde esa noche hace 10 días~

No esperó un segundo más, llenándose de determinación y diciéndose internamente que daría lo mejor de sí.

Mientras más se acercaba más intenso era el olor que invadía su nariz, haciendo que se excitara de sobre manera y finalmente diera su primera lamida a la intimidad de Asfi.

-- ¡Gh...! ¡Ahh...~! Ha...~ ha...~

La reacción de Asfi fue de inmediato, queriendo soportar el gemido pero fallando en el intento y gimiendo para después respirar pesadamente.

-- Por todos los dioses... ¡eso se sintió increíble! Bell, continua por favor, no te detengas y lame mi mojada vagina por favor...~

Sus ojos perdieron todo indicio de racionalidad mientras miraba con deseo el rostro de Bell que estaba entre sus abiertas piernas.

El chico sin embargo, aunque estaba cautivado por el olor que desprendía la entrepierna de Asfi y el sabor dulce, amargo y salado, sonrió astutamente.

-- Ruégame, y añade el maestro - sus palabras enviaron una descarga de molestia en Asfi, que si bien estaba perdida en el placer, todavía podía entender a su chico.

Frunció sus labios.

-- No te pongas engreído y condescendiente, cariño... - hubo clara molestia en su voz.

Ella estaba al tanto que en cierto punto Bell dejaba salir una personalidad dominante en el sexo, que aunque no le disgustaba, no podía siempre dejarse esclavizar.

No porque quisiera con todo su ser que Bell lamiera su intimidad se doblegaría a sus palabras y ordenes.

-- ¡Por favor maestro Bell, por favor lama mí mojada vagina...~! ¡Haga que tenga un orgasmo, por favor maestro Bell...~!

Era mentira.

Claramente le encantaba ser dominada por Bell, y con mayor razón ahora que estaba experimentando por primera vez un oral en su zona íntima.

El chico sonrió complacido ante la personalidad sumisa de su pareja, a palabras de él la hacía ver más erótica e irresistible.

-- Entendido, te haré sentir bien aquí abajo, cariño.

Con eso, Asfi volvió a gemir al sentir la lengua de Bell en su zona, incluso siendo este más fuerte que el primero.

-- ¡M-Maldición... se siente tan bien! ¡Maestro Bell, por favor continúe...~!

Gracias a que Asfi estaba en su papel de sumisa, Bell decidió intentar meter su lengua, sorprendiéndose cuando Asfi cerró sus piernas de repente y atrapaba su rostro sin dejar que se moviera.

También sintió ambas manos de la chica empujar su cabeza, esa adornado del grito de placer que dió al sentir la lengua de Bell dentro de ella.

-- Ha~...- Ha~...- es ahí, siga lamiendo ahí maestro Bell~...

La presión de ambas piernas en sus mejillas se aflojó, volviendo a abrirse como puertas dobles para que Bell entrara más fácil.

El chico regresó a su trabajo, ingresando su lengua en la caliente intimidad de Asfi y sintiendo las contracciones que su interior daba por el placer y la estimulación.

Siguió por minutos, retorciendo su lengua hábilmente en el interior de su chica y disfrutando se los fluidos de que desprendía.

Los gemidos de Asfi reverberando en la habitación lo motivaban a seguir con más emoción, llegando a un ritmo que Asfi consideró demasiado rápido.

Pero no se negó, no, ella juró internamente que si Bell se detenía a este punto bien podría golpearlo en molestia.

Y de pronto, sus abiertas piernas comenzaron a impregnarse por un ligero temblor.

Las contracciones en su interior también fueron notadas por Bell, sintiendo su lengua ser apretada, como si la entrepierna de Asfi se negara a dejarlo ir.

-- Ya viene... E-Estoy por venirme, Bell~...

Asfi dio la explicación a las contracciones y temblores en sus piernas, haciendo que Bell se motivara aún más y aumentara sus movimientos de lengua.

Fue entonces que en un extrañó movimiento Bell la sacó por completo, haciendo que Asfi inconscientemente dirigiera su puño hacia la cara del chico.

Pero Bell fue mas rápido y chupó un pequeño cuerpo carnoso y eréctil que sobresalía desde el extremo superior de la vagina de Asfi, siendo este el clítoris y enviando un frenesí de placer, emociones y estimulación a todo su cuerpo.

Asfi se corrió y bañó el rostro de Bell con su secreción vaginal.

-- No pue- ¡Gh...~! ¡Ahh...~! -- Haa.... haa... Hiciste que... me viniera... eres increíble, Bell~...

La incredulidad de Asfi fue silenciada por su esfuerzo en contener su grito de placer, que obviamente terminó en fracaso y terminó haciéndolo para finalizar con respiraciones pesadas.

Bell la había hecho correrse en tiempo récord, y solo usando su lengua y boca.

Fue pura [suerte] que Bell localizara su parte más sensible, después de todo era un novato.

-- Parece que tu entrepierna solo puede aguantar 10 minutos de estimulación oral antes de venirse, Asfi - comentó Bell con cierta gracia en sus palabras.

Bell había cobrado su venganza, y había ganado.

"¿¡Él también contó el tiempo...!? B-Bell, eres demasiado competitivo... ufufu, aunque no me desagrada" - por una parte no lo podía creer, pero otra parte lo disfrutaba.

-- Hum, aceptaré que hiciste un excelente trabajo, Bell~ - comentó mientras se guardaba su pensamiento.

Después de eso ella se levantó de su asiento, tambaleándose un poco debido al reciente orgasmo que acababa de experimentar.

-- Para lo siguiente, pasemos a la cama~ - explicó mientras tomaba del brazo a Bell y lo levantaba.

El chico asintió, dando solo unos pocos pasos y colocando a Asfi encima del colchón mientras él le miraba desde arriba.

Su cuerpo era sostenido por sus brazos a lado del rostro de Asfi contra el colchón, observando la mirada pícara que le estaba dando.

Ella procedió a quitarse los guantes color rojo vino y los lanzó hacia una parte de la habitación.

Ágilmente también desabrochó el tirante del sostén que rodeaba su cuello, hizo lo mismo con los seguros de la parte trasera y aventó el brasier color vino hacia la misma dirección que los guantes.

Desprendió el cinturón con el par de compartimentos y antes de que siguiera con sus medias, Bell levantó sus piernas para quitarlas él mismo.

Lo último fue la corta falda que no cubría casi nada, dejando a Asfi completamente desnuda a vista de Bell.

-- Eres tan bella... - ese elogio salió de sus labios repentinamente, haciendo sonreír a Asfi.

-- Gracias~ - respondió mientras rodeaba a Bell con sus brazos y lo hacía girar.

Cambiaron posiciones, con Asfi encima de él a horcajadas y frotando su entrepierna contra el erecto miembro de Bell.

Lo siguió frotando de arriba hacia abajo, completamente extasiada por la fricción en su zona más sensible.

-- Eyaculaste tanto y ya te recuperaste, como esperaba de mi Bell~

Elogió la resistencia de su chico y dio una sonrisa astuta sin despegar su mirada de Bell.

-- ¿Listo para el plato principal~?

El peli-blanco asintió, con Asfi alzando un poco sus caderas para acomodar el miembro de Bell contra su húmeda entrada.

Dejó caer sus caderas y gimió al sentir su interior ser expandido, llenándose de placer por las sensaciones que crispaban todo su cuerpo.

Bell gruñó, disfrutando la sensación mojada y apretada que asaltaba su miembro que exploraba una vez más el interior de Asfi.

"¡E-Está muy apretada. Antes solo la frotaba...!" - Bell entró en conflicto por la sensación.

Compartieron una mirada llena de deseo, con Asfi presionando ambas manos sobre el pecho de Bell para apoyarse y comenzando con los sentones.

Subiendo y bajando a un ritmo cada vez más rápido, dejando en claro que ahora sí comenzaba lo salvaje.

-- ¡Siente toda mi vagina, Bell...~!

La textura y el calor, todo estaba comprimiéndolo para no dejarlo escapar.

Ella inclinó su parte superior para acercar su rostro al de Bell, y lo hizo hasta que sus labios llegaron a los oídos del chico.

-- No te dejaré descansar, haré que eyacules más~

La respiración de Asfi tan cerca que se podía sentir más esas palabras hicieron que Bell de alguna manera se pusiera más duro, complaciendo a Asfi que seguía haciendo un excelente movimiento de caderas.

De lado a lado mientras subía y bajaba, lo estaba estimulando de la mejor manera posible y con ferocidad, sin darle un poco de descanso.

Luego aprovechó la cercanía y llevó sus labios al cuello de Bell, comenzando a besarlo, morderlo y chuparlo.

Estaba marcando su territorio, dejando en claro que Bell era suyo.

Eso envío una punzada eléctrica y placentera a Bell, comenzando a moverse también y siguiendo el ritmo de los sentones que le estaba dando Asfi.

Al momento que ella bajaba él subía, y cuando Bell bajaba ella subía, todo para llegar más profundo dentro de ella y darle mas placer.

Los gemidos ahogados de la chica fueron ahogados por ella misma que seguía besando el cuello de Bell, perdida en la lujuria al sentir como Bell llegaba cada vez más y mas adentro de ella.

-- Lámeme a mi también~

Y las palabras llegaron a Bell cuando Asfi dejó de besar y morder su cuello, subiendo un poco mas y dejando sus pechos frente al chico.

Estos se movían de arriba hacia abajo debido a las estocadas que Asfi estaba recibiendo.

-- Vamos, puedes lamer todo lo que quieras~

No dudó en hacerlo y tomó firmemente el pecho izquierdo de Asfi, haciendo que sonriera complacida.

Con su boca tomó el pezón del seno que estaba libre, comenzando a chuparlo y estimularlo con su lengua.

-- ¡Gh- ahh...! ¿Cómo es que eres tan bueno en esto...~? - ella gimió y preguntó.

Los elogios de la erótica Asfi solo lograron motivarlo más, haciendo todo su esfuerzo.

Mientras masajeaba el izquierdo con delicadeza, estaba chupando y soltando el pezón derecho, ocasionando un sonido que por alguna razón hacía que Asfi se calentara mas.

Era como el de un chapoteo, pero la sensación que le transmitía a su cuerpo cada vez que soltaba su pezón y volvía a chuparlo era indescriptible.

-- Lo succionas con mucho empeño, sí que te gustan~

Ella estaba feliz de que Bell fuera un prodigio en todo los campos, necesitaba unos pocos minutos para poder hacerlo como un profesional.

Unos minutos más recibiendo estimulación en sus pechos y Asfi finalmente volvió a enderezar su espalda, lista para comenzar con lo rudo.

Uso ambas piernas como si fueran unos resortes para subir y bajar, engullendo cada vez mas rápido el miembro de Bell.

Sus manos actuaron como un soporte hacia atrás, evitando que perdiera el equilibrio y así pudiera tener mas precisión.

Sin saberlo, había hecho la postura llamada "Escalando lentamente".

Aunque no tenía nada de lento.

Ella no se quedaba conforme y lo sacaba hasta que la punta corría peligro de desviarse de su curso, pero siempre logró bajar sus caderas justo en el momento, haciendo que Bell llegara más profundo en ella.

-- ¿Mi interior se siente bien~?

La pregunta fue hecha por ella naturalmente, con una voz deseosa y lujuriosa, observando a Bell desde su posición alta que le miraba fijamente.

El chico estaba perdido en sus pechos que subían y bajaban como trampolines, al igual que su vagina siendo expuesta debido a que sus piernas estaban completamente abiertas.

El lascivo sonido que emitían sus partes intimas al unirse lo habían hecho entrar en un estado de trance.

-- ¡Me está exprimiendo...! - pero pudo responder.

Forzando a que su voz no diera tonos complacidos y apretando sus dientes por la extrema sensación. Eso hizo sonrojar a Asfi, fascinada por lo tierno que era su Bell.

-- Entonces siéntelo más, voy a moverme aún más~

Hizo una expresión de éxtasis y aceleró en sus subidas y bajadas, sintiendo cómo su interior era expandido por el miembro de Bell.

"¡Está llegando hasta el fondo~...! ¡Me está revolviendo~...!" - estaba realmente fascinada.

Y sintió su interior comprimirse, al mismo tiempo que sus piernas funcionando como palancas o resortes comenzaban a temblar.

-- E-Está muy apretado.... - Bell también sintió las contracciones que se aferraban a su pene.

Asfi supo de inmediato de qué se trataba, aumentando más y más la velocidad.

Era increíble y absurdo, pero siendo Lv. 4 era posible.

-- ¡Si frotas el lugar donde se siente mejor, mi vagina se estremecerá~...!

Y dio indicaciones, queriendo que Bell le ayudara a venirse más rápido.

El novato hizo caso, localizado nuevamente por pura [suerte] el clítoris de Asfi, llevando su mano y con su pulgar comenzando a estimularlo.

No le tomó demasiado y Asfi se rindió ante él.

-- ¡No! ¡No! ¡M-Me vengo...!

Sus contracciones aumentaron y los temblores en sus piernas fueron más notorios, haciendo que subiera sus caderas más de lo calculado y dejara escapar el miembro de Bell.

Pero había sido suficiente, el efecto de palanca que realizó una escarbada en su vagina le dio el golpe final y sé corrió.

Todos los fluidos que desató fueron a parar al rostro de Bell, siendo tomado por sorpresa.

Nuevamente probó el sabor, siendo uno dulce, agrio y salado, pero la dulzura predominaba y opacaba a los demás sabores.

Soltó una bocanada de aire mientras el olor y sabor de los fluidos se impregnaba en su rostro.

-- Lo siento amor... se sintió tan bien que... no pude contenerme...

Escuchó las palabras entrecortadas de Asfi debido a sus pesadas respiraciones. Realmente lo estaba disfrutando.

Y no tuvo tiempo de responder cuando sintió que su miembro era nuevamente tragado por la vagina de Asfi, abriendo los ojos en sorpresa.

Asfi acababa de venirse, lo que significaba que estaba extremadamente sensible.

"¡No importa... se siente mucho mejor así...~!" - ella comenzó una vez mas con la ráfaga de sentones.

Cambió ligeramente su postura, llevando sus brazos hacia el pecho de Bell para usarlo como soporte.

Su recta espalda se inclinó levemente hacia adelante, con sus piernas abriéndose y cerrándose cada vez que engullía el miembro de Bell.

"Oh rayos... ¡ha perdido la razón...!" - Bell con la poca cordura que lograba mantener se dio cuenta de eso.

La primera vez que vio esta personalidad de Asfi fue cuando esta misma descubrió que Bell había estado enamorado de <Kenki>.

"Solo queda aceptar mi destino... no es que me queje en realidad" - pero le restó importancia.

La personalidad emperatriz y desenfrenada de Asfi le encantaba.

-- Si... ¡sigue retorciendo ese lugar tan placentero, Bell...~!

No podía siquiera decir que estaba siendo muy ruda, al fin de cuentas él mismo había elegido el sexo salvaje.

-- ¡Libera tu naturaleza, embísteme con tu lujuria, Bell...~!

Esos ojos llenos de deseo adornados por una expresión llena de placer y excitación.

Sus pechos subiendo y bajando por el ritmo de sus caderas moviéndose para engullir su miembro.

Fue irresistible.

Los ojos rubíes de Bell se tornaron como remolinos, entregándose a la lujuria.

Tomó ambos pechos de Asfi firmemente mientras ella seguía subiendo y bajando sobre su pene, deteniendo sus rebotes y comenzando a masajearlos.

Que fueran tan suaves, blandos y firmes le encantaba.

Siguieron así por un buen tiempo, hasta que.

-- Vamos, córrete. También voy a venirme~ - Asfi exigió ser llenada por el esperma de Bell.

Ya no estaba sosteniendo su cuerpo con sus brazos sobre el abdomen de Bell, todo gracias al chico que estaba acariciando sus pechos y servía como soporte.

Ahora sus manos se encargaban de sostener los brazos de Bell, para que no dejara de masajear sus senos.

Su trasero chocando con la piel del chico cada que bajaba lo mas posible, llegando profundo en ella.

-- N-No puedo más - Bell anunció que estaba por venirse.

-- ¡Dámelo, hazlo adentro...~! ¡Suelta tu semen en mi interior!- y Asfi respondió con una expresión feliz y suplicante.

La ferocidad en ella aumentó, inclinando su cuerpo y usando sus caderas para bajar y subir su trasero con mas velocidad.

Igualmente regresó sus brazos al abdomen del chico, todo para tener mas velocidad y no dejar que Bell se contuviera.

Se necesitaron un par de minutos más para que Bell alzara la bandera.

-- Sí... ¡M-Me vengo! Me vengo...¡Me vengo! ¡Me vengo!

Asfi sonrió y dio el golpe de gracia.

Una elevación de su cadera más alta que las demás, casi dejando que el miembro de Bell escapara.

Pero no lo dejó, bajó su cadera rápidamente y lo engulló de un solo golpe, colisionando su trasero con la entrepierna de Bell.

Ambos se vinieron al mismo tiempo, con Asfi dando un gemido complacido al sentir su interior ser llenado por el semen de Bell.

El chico también disfrutó el que su miembro fuese bañado por los líquidos de Asfi, siendo confortado por el calor que su interior emanaba.

Las piernas de Asfi temblaron y sus contracciones siguieron estimulando a Bell.

La chica dejó caer su cuerpo sobre Bell, chochando sus senos contra su bien trabajado y definido pecho.

Su cara descansó sobre el hombro de Bell.

-- (¿Cómo estuvo? ¿Te gustó la elección del sexo salvaje...? Debe haberse sentido bien, ¿no es así? A mí me encantó).

Ella susurró sus palabras al oído de del chico, haciendo que este sonriera y asintiera.

-- Sí, eso fue... glorioso.

Asfi saltó internamente, le hacía feliz poder complacer a Bell.

-- Qué bueno, entonces... ahora hagámoslo contra la pared~

Ella clamó su deseo.

-- ¿C-Contra la pared?

-- Sí, después sobre el piso, sobre mis muebles, en el baño, en todo donde puedas apoyarme y penetrarme... ufufu, no te dejaré descansar y te exprimiré hasta la última gota~

Un escalofrío invadió todo el ser de Bell.

"¿Esto es un final feliz o uno malo...?"

No pudo evitar preguntárselo, pero le restó importancia llevó sus manos al trasero de Asfi, sosteniéndolo con firmeza.

"Recuérdenme como un héroe..." - finalizó para después usar la fuerza.

Se levantó con fiereza de la cama y con Asfi encima de él, usando su increíble resistencia y poniéndose se pie.

Asfi sonrió radiantemente, sabiendo que seguirían por varios días.

Bell la estaba cargando sujetándola por las firmes y suaves nalgas, con ella rodeándolo con sus piernas a la altura de su cadera.

No tardó un segundo y la azotó contra la pared del cuarto, usándola para mantener el equilibrio.

Asfi dio una expresión de excitación al sentir la brusquedad con que estaba siendo tratada, si era sincera, le encantaba ser sometida por Bell.

-- Prepárate - con esa indicación, Bell comenzó a subirla y bajarla, haciendo que la espalda de Asfi se deslizara.

Ella dio un gemido erótico y lascivo al sentir las fuertes embestidas de Bell.

Siguieron así por un buen rato.

XXX-FIN DEL LEMON-XXX

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.

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4 días después, 6:00 AM.

El sonido de la regadera expulsando agua invadía la pequeña sección de la habitación, con Bell y Asfi tomando un baño juntos.

Estaban limpiando sus cuerpos mientras se besaban y Asfi presionaba sus pechos contra los de Bell, con este último acariciando su trasero.

Tardaron ahí 20 minutos, con Bell saliendo primero y secando su cuerpo con una toalla.

Observó el interior de la habitación con sudor nervioso y ojos en blanco.

"C-Creo que nos excedimos..." - fue su inevitable pensamiento.

Caminó lentamente hacia la cama y tomó asiento, esperando a que Asfi saliera de la ducha.

No esperó mucho, unos 5 minutos y Asfi salió, aunque a diferencia de él que solo una toalla cubría su parte inferior, ella estaba vestida con una ropa ligera.

Un short holgado extremadamente corto que apenas y cubría su entrepierna y una blusa ajustada con bordes negros y esponjados.

"Se ve linda..." - pensó Bell sentado sobre la cama.

Su cabello ya estaba secado, tal vez por eso se había tardado más que él.

Sus lentes por igual estaban ahí.

La joven caminó hacia él y sonrió dulcemente, inclinando su cuerpo una vez llegó y dándole un corto beso.

Una vez despegaron sus labios, se sentó a lado de Bell y ambos observaron el interior de la habitación.

-- ¿No crees que fue demasiado...? - preguntó Bell.

-- Algo, pero lo gocé como no lo puedes imaginar - respondió Asfi.

Ambos soltaron pequeñas risas divertidas, viendo todo el interior del cuarto.

Muebles rotos, la mesa de noche partida a la mitad, paredes con notables abolladuras, varias sillas rotas y la cama donde estaban sentados, sin las 4 patas que le sostenían.

Todo resultado de hacerlo sobre cualquier cosa que pudieran usar como base durante 4 días... 4 malditos días.

-- Fue bueno pedir que insonorizaran mi habitación, de no ser así, nos hubiesen escuchado todos los de la sede... - habló nuevamente, aliviada por haber hecho eso.

Bell asintió.

Con eso, Asfi se levantó y caminó hacia la puerta, haciendo que Bell se confundiera.

"¿Va a salir por comida? ¿Vestida así...?" - incluso sus celos brotaron levemente.

Pero Asfi fue contra todo pronostico y antes de que Bell pudiera hablar, un sonido se expandió.

¡CRAG!

Un objeto fue destrozado, con Bell notando que se trataba de la perilla de la puerta.

-- ¿A-Asfi...? ¿P-Por qué rompiste la perilla? ¿Cómo voy a salir...?

Era tonto preguntarlo, porque ya se imaginaba lo que estaba por pasar.

-- ¿Salir? ¿Quién dijo que podrías salir hoy?

Ella fingió ignorancia, optando por una personalidad distraída y boba, cosa que hizo sonreír a Bell.

Se miraba tierna.

-- Lo supuse... - respondió el chico con una vista ida.

Estaba por ser devorado nuevamente.

-- Recuerda que hace falta la segunda opción por cumplir, el sexo suave~ Ya fueron 4 días haciéndolo de forma ruda, ahora quiero por lo menos uno donde me toques con delicadeza.

Con su trabajo de obstruir la salida de Bell terminado, ella le dio una sonrisa y se encaminó hacia él.

-- Pero solo me dieron 3 días y ya tomé uno de más, no creo que Kami-sama se lo tome muy bien

Trató de dialogar pero fue ignorado por Asfi que detuvo su caminar.

-- Shhh~ - ella llevó su dedo indice a sus labios, cerrando un ojo y mirándole con una sonrisa - Preocúpate por eso mañana, ahora solo calla y goza~

Bell se alzó de hombros, sabiendo que no convencería a su chica de ninguna manera posible.

Con eso, Asfi reanudó su caminar hacia él y se recostó con él sobre la destrozada cama.

El colchón estaba bien, pero sin patas para sostenerla la altura había disminuido.

No le tomaron importancia y se abrazaron, uniendo sus labios en un beso apasionado impregnado con amor, cariño y deseo.

Después de las caricias, se volvieron a unir amorosamente, durando hasta el anochecer para después caer rendidos y dormidos.

Había sido una excelente recompensa para Bell y una excelente semana para Asfi.

X X X

PARTE EXTRA.

.

.

.

1 semana después, 12:00 PM.

-- Asfi-san, estás embarazada.

Sus ojos se ensancharon y juró haber perdido fuerza en sus piernas por un par de segundos.

Estaba en la sede de la [Familia Dian Ceth], en una habitación privada junto a la sanadora llamada Airmid Teassanare, recibiendo un análisis completo por parte de ella.

¿La razón? Hace 1 día media hora después de despedirse de Bell sintió mareos y síntomas de vomito, preocupándose y sacando una consulta con Airmid.

-- ¿E-Embarazada?

Todavía no se lo creía. Aunque sabía que no estaba usando protección alguna con Bell, sabiendo el riesgo que corría.

-- Sí, la etapa de fertilización comenzó y muy posiblemente sean 3 días de embarazo ya

Las palabras de la chica con rostro de muñeca y piel de porcelana eran firmes y constantes, impactando con ferocidad a la pobre Asfi.

"3 días... eso quiere decir que fue en el encuentro que tuvimos en su cuarto..." - ella dedujo rápidamente todo.

Trayendo a su memoria los acontecimientos de hace tres días, donde Bell afortunadamente estaba solo en su sede, [La mansión chimenea], y Asfi aprovechó para hacerlo con su pareja.

-- Felicidades - la voz de Airmid la trajo de vuelta, viendo la ligera sonrisa que tenía en sus estoico rostro.

Ella suspiró, aceptando que todo esto estaba pasando por dejarse llevar y querer sentir el esperma de Bell dentro de ella.

Dio una expresión suave y radiante.

-- Gracias, Airmid-san - no le desagradaba tener un hijo, no si era del hombre que amaba.

Del que robó su corazón y al que su cuerpo pertenecía, a Bell Cranel.

Se despidió de la sanadora y salió de la clínica, comenzando a caminar por las calles de Orario con dirección a un solo lugar.

[La mansión chimenea]

Tenía en mente sobre su embarazo, ahora solo tenían 9 meses como máximo antes de que su relación fuese descubierta.

Así que Bell tenía 9 meses para volverse lo suficientemente fuerte y poder vencer a Ottar en dado caso que Freya enloquezca.

Pero dejó todo de lado y se concentró en el momento actual.

"¿Qué cara harás, Bell? Ehehe, ya quiero ver tu incredulidad"

Sonriendo felizmente mientras pensaba en las posibles reacciones nerviosas de su pareja, ella siguió caminando.

Y de pronto.

-- Oye, ¿supiste lo del <Pequeño novato>?

-- ¿Lo del distrito del placer? ¡Por supuesto! Realmente lo envidio, mira que ser perseguido por más de 100 amazonas.

-- ¡Olvida eso idiota! ¡No solo las amazonas, todas las mujeres estaban tras él! Ahg, realmente lo envido.

Muy mal.

Sus pasos se detuvieron abruptamente, con su vista oscurecida y siendo tapada por su flequillo.

Sus manos formaron puños que comenzaban a crujir por la presión.

Vio por la esquina de su ojo al trío de hombres que estaban diciendo eso, reconociéndolos como los que habían atacado a Bell en el piso 18, aunque fue plan de su estúpido dios.

Si mal no recordaba uno de ellos se llamaba Mord.

"Lo mataré..."

Con ese pensamiento, la bella pero furiosa chica fue en busca de su idiota pareja.

Le daría un castigo apropiado por acercarse a lugares sin permiso de ella.

To be continued... XD.


ENNNNNNNNNN FIIIIIN, ¿Qué les pareció? Ustedes deciden si esto concluye aquí y pasamos con el One de BellxRevis o que haga otro cap con el Arco de Haruhime.

Aunque tengo la tentación de cambiar el nombre de la historia a "Un Amante del Misterio", poner una portada de Asfi, colocar una sipnosis corta explicando que es un BellxAsfi y poner en las etiquetas BellxAsfi XD.

¿Por qué? Porque siento que me saldría épica la parte de Freya queriendo destruir toda la ciudad como en el Cannon y la pelea de Bell contra Ottar.

Además de que le di unas habilidades rotísimas y quiero aprovecharlas al máximo XD y yes, Bell copió el [Ariel] de Aizu jijija.

En fin, lo pensaré y veré sus comentarios, si les agrada la idea puede que me anime y publique otra historia ahora sí para los One-shot XD

Es todo, Barrita fuera.

Oh cierto, fueron 17. 500 palabras de puro cap Bv

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