Puesto a prueba. [IV]

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Sven estaba sentado un poco más lejos mirando a ambas mujeres en silencio. Astrea había dejado que Cecil entrara a su hogar y ahora ambas estaban viéndose fijamente, o más bien, Astrea la miraba analizándola mientras Cecil rondaba su vista aburrida.

—¿Entonces… ¿Qué es lo que buscas en mi Familia?

—Ya te lo dije, quiero ser herrera.

No parecía que la conversación iba a ser mucho más, más por la forma en la que Cecil miraba el rostro de Astrea casi diciéndole sin palabras de “¿eres tonta?”. Astrea dio un suspiro y luego sonrió, esta niña era interesante.

Sven simplemente parpadea un poco mientras trataba de seguir la conversación con dificultad, perdiéndose un poco por la velocidad y la franqueza de la mujer de cabello azul claro.

—Si, lo escuche. ¿Pero por qué me buscas exactamente a mi?

—... Eres la única diosa de este lugar que se conoce que vive aquí.

Astrea tuvo una suave risa que hizo que Cecil alzara una ceja mientras cruza sus piernas y brazos.

—¿De que te ries?

—Si quieres entrar a mi familia, necesito que me digas el porque…

—¿En serio tengo que decirlo? —Ella suspiró con algo de molestia.

—Bueno, si vas a ser mi hija, si. O si no lamentablemente tendré que rechazar tu petición.

—... ¿Y a este no lo rechazaste? Digo… te das cuenta que apenas sigue la conversación, ¿es sordo o algo o por qué mira tanto?

—Pu…¡Puedo entenderte! —Respondió Sven entrando a la conversación con dificultad en su habla.

—Pff… ¿Qué fue eso? ¡¿Tartamudeaste al hablar?! Haha~

La fuerte personalidad de la chica se rompió ligeramente con una risa divertida viendo al chico tratar de hablar. No entendía bien lo que le sucedía pero era super gracioso para ella. Sven solo bajó la cabeza algo avergonzado.

—Oye, no lo intimides, viene de un lugar lejano y está aprendiendo el idioma.

—¿Y tan poca experiencia tiene? Pf…

—... Lleva 4 días aprendiendo.

—... ¿Cuatro días? Eso… es increíble, y habla bien… bueno un poco.

Cecil dejó que su sorpresa fuera un poco evidente, sabía que aprender un idioma era complicado, pero también le resultaba entrañable conocer a una persona que no sabía el idioma común pero ni tenía ganas de indagar en ello. Astrea negó con su cabeza con una sonrisa amable pero divirtiéndose suavemente. Sven levantó la cabeza y se quedó allí y luego parpadeó mientras se levantaba de la silla y se iba un momento a la cocina.

En el momento que Sven abandonó la sala principal, Astrea miró a Cecil, esperando la respuesta real de su anterior pregunta. Cecil suspiró mientras relajaba su cuerpo y bajaba la vista antes de alzar sus ojos viéndola a los ojos.

—Siempre he querido ser una herrera… A pesar de esforzarme y querer demostrar que tengo la habilidad, mis propios padres no reconocen mi propia habilidad… —sus manos se entrelazaron entre sí demostrando nervios de abrirse ante la diosa. —Y se pueden ir bastante al carajo, como ninguno me reconocía tome mis cosas y los dejé para hacerme un nombre por mi misma y demostrar que valgo la pena como herrera. ¿Bien? ¿Estás feliz?. —Terminó con gruñidos.

Astrea se tomó un momento para digerir sus palabras y luego su sonrisa se ensanchó más.

—¿Por eso viniste a mi? ¿Para conseguir la habilidad de “herrero”?

—Si, señora Astrea.

—¿Has estado en una familia antes?

—... No, no lo he estado… Sé que tendré que subir de nivel para obtener la maldita habilidad. Pero planeo esforzarme al máximo. Así que… Señora Astrea, déjame unirme a su familia.

Astrea escaneo esos ojos anaranjados y con un fuego que demostraban su determinación genuina y luego cerró sus ojos inclinando la cabeza mientras la fuerza de sus dedos perdían el agarre entre sí.

—Hmm… Sven, ¿qué opinas?

Cecil levantó su cabeza, en el momento que escuchó las pisadas del chico y miró en su dirección viniendo con dos tazas de té. Astrea tomó con elegancia la taza del chico mientras hacía su pregunta, y luego Cecil vio la taza que le estaba dando.

—Si bien respeto sus deseos… —Cecil parpadeo cuando lo oyó hablando en japonés lo cual la confundió ya que no entendía el idioma pero reconoció que eso era idioma del oriente. —Pero dime… señorita Blackliza… —Esta vez ella lo pudo entender cuando él trató de comunicarse en su idioma natal. —¿Serias capaz de seguirnos a… Orario?

—¿Orario…? ¿Irán a Orario?

Esta vez Cecil buscó respuestas en Astrea mientras ella aceptaba la taza de té humeante que Sven le había dado.

—Si. Sven va a hacerse aventurero y yo reharé mi familia nuevamente. Lo más seguro es que nos vayamos este miércoles.

—Oh… yo… —ella dudó antes de mirar el líquido del té viendo su reflejo. —Iré. Voy a ir con ustedes. Si este tipo se hará aventurero… yo también lo haré, todo sea por la habilidad “Herrero”.

A pesar de declarar sus deseos con algo de duda, se convenció a sí misma que debía seguirlos si quería lograr sus objetivos. Astrea y Sven se miraron a sí mismos con unas sonrisas algo burlonas y divertidas.

—Se hace la difícil ¿no?

—Si, es verdad, debe ser por que se está perdiendo la mitad de su camino…~

—Haha~

Cecil oyó una vez el idioma que no comprendía, y frunció su ceño. No sabía que se habían dicho realmente pero estaba seguro que se estaban burlando de algo en especifico de ella.

—¡Ustedes! ¡No se que dicen! ¡Pero no se atrevan a burlarse de mí!

Su voz indignada, solo causó risas más divertidas en esas dos personas. Cecil ya empezaba a arrepentirse de si unirse a esta familia, pero luego suspiró y sonrió. ¿En que se estaba metiendo?

—Eres digna de unirte a la familia, pequeña Blackliza… Vamos a mi habitación luego de que termines el té que te hizo Sven, disfrutalo y ya que estas conozcamos más~

—Hmm…

La peliazul se llevó el té a la boca y bebió con un gruñido evasivo pero asintió, luego dejó de beber mientras apreciaba el té. Era más bueno de lo que esperaba.

××××

Cecil se quitó la prenda superior y se acostó en la cama, mientras Astrea preparaba el ritual una vez más. El segundo dependiente sería una niña y no mentía que una parte de sí misma estaba feliz de volver a tener nuevos “hijos”. Pinchándose el dedo con la aguja, dejó fluir la gota de sangre como un rio, y el emblema de la familia Astrea empezó a dibujarse con su sangre una vez más. Luego de terminar el trabajo, ella colocó una hoja de estado grabando su estado y luego dejó de exponer su alma y la volvió a su sitio en su espalda para salir de su cintura.

—Bienvenida a la familia Astrea. Cecil Blackliza~.

—Oh… eh… si, gracias…

Cecil se puso su prenda superior con algo de incomodidad y casi evasiva mientras Astrea se chupaba su dedo sangrante y le entregó su estado. Ella lo tomó suavemente antes de empezar a leerlo, esto era prueba viviente que ya formaba formalmente parte de su familia. Y una parte de ella.

Le emociona.

Cecil Blackliza. Nivel 1.

•Fuerza: I0
•Resistencia: I0
•Agilidad: I0
•Destreza: I0
•Magia: I0

Magia:

Habilidades:

Al finalizar su lectura, Cecil le entregó dicho papel a Astrea que tomó en sus dedos y lo arrugó guardándolo en algún bolsillo de su vestimenta.

—Bueno, salgamos. Seguramente Sven se puso a estudiar como maniático nuevamente.

—¿Él hace eso mucho?

—Lamentablemente. Está bien, entiendo que quiera aprender a comunicarse con los demás pero es hasta dañino.

Astrea expresó sus preocupaciones y Cecil frunció su vista absorta en sus propios pensamientos. Ambas salieron de la habitación y tal como dijo la diosa, Sven había vuelto al estudio. Astrea alzó su mano y dió una sonrisa como señalando diciendo  “Ves, te lo dije”. Cecil suspiró antes de acercarse al chico que estaba moviendo la pluma escribiendo.

—Oye tú.

—¿Hhm?... Ah, eh… ¿Cecil…?

Sven dudó mientras trataba de pensar sus palabras por un momento para comunicarse. Astrea solo vió la interacción mientras caminaba en dirección a buscar la tetera.

—La mejor forma de estudiar es poniendo en práctica todo.

—... ¿ah?

—Oh por dios… —Cecil se llevó la mano a su cien masajeandolo cuando se dió cuenta que no le entendía un carajo. —Tu… Sven, tener… que poner práctica… al hablar.

—¡Ah! Si… aún… trato de acostumbrarme…

Cecil miró las notas y se las arrebató al ver que él aún miraba algunas partes para decir bien sus palabras. Sven parpadeó y expresó su disgusto.

—¿Por qué?

—Deja de ser tan maldito idiota y deja de leer tus apuntes, si quieres entender, esfuerzate.

—... Si.

Una parte de Cecil le decía que Sven no le había entendido un carajo y simplemente respondió con sí, pero la parte bondadosa de ella decía que tenía que ser paciente y que él realmente la había entendido.

—Entonces, si van a Orario… ¿tienes experiencia con armas?

—...

Al ver que no tuvo respuestas y Sven apartó ligeramente su mirada sintió que este hombre en serio le iba a sacar canas a temprana edad. Pero Sven en realidad se había quedado callado recordando una parte de su vida en japón.

××××

Dentro de una institución, estaba mayormente privada de alumnos a excepción de algunos clubes. En ese instante el sonido de un “swing” sonó antes de que una flecha moderna golpeara en el blanco de una diana.

—Bennet, realmente tienes futuro en la arquería.

—No soy tan bueno, Hoshimi…

Sven bajó su cabeza con una mueca mientras miraba a su presidente de club. Había pasado un mes desde que había ingresado, y solo él se mantuvo al día con el entrenamiento a diferencia de muchos que aún no habían afilado su agudeza con el arco.

—Patrañas. No entiendo por qué te disgusta tanto. No es como si fuera algo malo.

—Si… lo sé, solo que… siento que no es lo mio, ¿sabes? A parte entré en el club a la fuerza.

—Haha~ La maestra Horimiya es difícil ¿eh?

—Ni lo menciones…

Sven sintió la necesidad de inhalar fuerte antes de soltar un suspiro más pesado.

—Haha~

××××

—Bueno, me voy.

—Adios Cecil~

Sven parpadeó volviendo a la realidad al notar que Cecil lo había dejado allí y se fue en el momento tras su corta conversación. Escuchó a Astrea despedirla y luego le miró.

—Estabas en tu mundo, ¿eh?

—Ah, yo… bueno, si… perdón.

—No te disculpes conmigo. Ella te hizo una pregunta antes y no le respondiste.

Astrea alzó su dedo en forma de regaño y Sven hizo una mueca. ¿Lo había hecho? No lo recordaba.

—... Te dijo que mañana no te daría reparos, y no aceptaría un no como respuesta.

—Maldita rarita…

—No eres quien para decir eso.

—¡Astrea!

El rostro avergonzado de Sven volvió cuando Astrea simplemente se burló divertida de su propio hijo. Volviendo a las hojas notó que su mano había dibujado de hecho, un retrato de un arco moderno. Suspiró un poco extrañando a algunos de sus amigos más cercanos al igual que su familia. Hizo pequeños garabatos escribiendo en español y reforzando el idioma que antes estaba practicando para adaptarse a Argentina y simplemente escribió un nombre en ese idioma.

Bell Cranel.

××××

Domingo.

Era de mañana, y Sven se tallaba sus ojos mientras caminaba por la casa de Astrea mientras calentaba el agua con lo poco qué aprendió de Astrea al usar las piedras mágicas y el funcionamiento del horno. Astrea apareció con su vestido tallando sus ojos mientras arreglaba su cabello despeinado con un cepillo.

—Buenos días…

—Buenos días, Rea.

Astrea se quedó en silencio mientras trataba de procesar sus palabras al oírla llamarla de esa forma, pero también se sintió extrañamente conforme de esa forma.

—¿Rea?

—Es un apodo, viene de Astrea, las últimas tres sílabas. ¿Molesta?

—Oh… Sven. No, no me molesta, es tierno, gracias.

—Hmm…

Sven apartó su mirada con algo de vergüenza por como Astrea le sonrió. Tomando la teteta, se sirvió tanto para él como para ella. Caminó hacia la mesa y dejó las tazas humeantes antes de sentarse.

—¿Dormiste bien?

—Mm… Si, ¿y tú?

—Igual.

La conversación murió allí en el momento que ambos tomaron sus tazas y bebieron suavemente, no es como si por la mañana fueran tan activos, es más respetaban el silencio que se había formado ya que eran personas silenciosas por la mañana y era algo que habían estado respetando mucho desde que Sven vivía con ella prácticamente. El silenció era tranquilizador mientras Sven la miraba de vez en cuando y ella hacía lo mismo casi como comunicándose mentalmente cuando no era así.

Fue entonces cuando sonaron golpes en la puerta principal, sus ojos vagaron hacía Astrea buscando algún tipo de respuesta.

—No me mires así. No se quien es.

—Hmm… Bueno, dile que se vaya, no tengo ganas de soportar a alguien en la mañana.

—... Eso es ofensivo, Sven… pero coincido contigo, ve tú. Orden divina.

—¿Te atreves a…?

—No cuestiones.

—Agh… te odio.

—Me amas.

Sven dejó la taza con algo de revuelo mientras se levantaba de la silla con pereza de mover sus piernas más de la cuenta. Llegando a la puerta la abrió antes de que su vista sea inundada por metal… mucho metal que fue dejado en el suelo en una caja que hizo resonar los metales que visto bien, eran en realidad armas, espadas… muchas espadas, y cada una de distinta forma.

—Ugh… ¡Bien! ¡¿Te vas a quedar mirando ahí, o me vas a ayudar?!

Cecil estaba a un lado de las cajas con una mirada fruncida al ver que el hombre simplemente se quedó ahí expectante.

××××

—¿Para… qué es todo esto?

Sven tuvo la audacia de preguntar mientras trataba de formular las palabras después de ayudarla con las cajas (las cuales eran estúpidamente pesadas a pesar de tener Falna) y transferirlas hacia la esquina del patio trasero del hogar.

—Vas a aprender a usar un arma como te dije.

Cecil respondió rascando su nariz mientras siente la necesidad de resoplar con desdén por la mirada que Sven le estaba dando.

—¿Dijiste?...

—Se refiere a que te enseñara a usar un arma.

—Ah…

Astrea quien estaba apoyada en la puerta trasera con su tacita de té nuevamente llena, explicó mientras Sven reaccionaba con poca antelación tratando de entender todas las palabras de la mujer peliazul… no es como si recordara haber hablado de ello con Cecil o que le haya dicho que le ayudará a entrenar, pero si Astrea dice que fue así, entonces debería creerle.

¿Esa línea de pensamiento no fue peligrosa? ¿Poner toda su fé en su diosa de esa manera sin darle ningún reproche? Tal vez, pero no estaba realmente de humor (o más bien despierto del todo) para reprocharselo.

Cecil se acercó a una de las espadas y admiró su propia artesanía antes de gruñir frunciendo sus ojos casi como si no quisiera dar el objeto.

—Aquí, agarra.

Sin responderle, Sven hizo caso a sus palabras y tomó la espada corta viendo el metal deslumbrante en la mañana que sintió que sus ojos ardían del empeño que tenían, era increíble el mantenimiento que tenían.

—¿Las hiciste tú?

—... Si. Más te vale apreciarlo.

—Eso estaba demás, pero se ve muy deslumbrante y bonito.

Sven sabía cuando debía elogiar algo que se había hecho con esmero y esfuerzo a la vez que habían puesto su pasión en ello para hacer estas cosas. No sabía mucho de la forja de armas (no es como si en su mundo se forjaran armas a base de martillazos) pero debía decirlo que la espada corta que empuñaba a pesar de ser carecidamente simple, era… hermoso.

Puede ser porque es su primera vez sosteniendo realmente una espada real y no una de cartón o inclusive un maldito palo de madera. Bufo ligeramente recordando como incluso con su edad cada que veía un palo de madera con una forma lo usaba como una espada imaginaria super poderosa.

—¿De que te ries?

—No… por nada, es que recordé algo… de cuando usaba palos como espadas legendarias.

—... Eso es estupido.

A pesar de sus palabras, escucho una suave risa de Astrea, demostrando que de hecho, Cecil estaba mintiendo y en realidad en su mente imagino al pequeño Sven balanceando un palo de madera como un idiota y le causo ciertas sensaciones de ternura, pero no es como si ella revelara realmente sus palabras.

Dejando de admirar el brillo de la espada, Sven apretó la empuñadura de madera de la espada corta y trato de ponerse en posición de combate. Cecil sonrió, pero no de orgullo… si no de diversión.

—¿Qué clase de postura tonta es esa?

—No se, me la acabo de inventar.

Astrae bufó nuevamente al oír otra mentira, esta vez de parte de Sven. De hecho la postura que había hecho era una muy clásica que solo Sven reconocería y únicamente se trataba ni más ni menos de una pobre imitación de Kirito en guardia.

Cecil se llevó sus dedos a su frente mientras inhala fuertemente buscando una forma de calmar la manía de querer gritarle, pero en serio, este tipo la irritaba de distintas formas… y aún ni siquiera entiende el porqué.

—Primero, enderezate. —Empezó mientras exhalaba su aire como si se sintiera pesada.

—¿Así?

Cecil vio la forma estúpida en la que se enderezó que es casi absurda, y no porque lo haya hecho mal, de hecho él acató sus órdenes perfectamente, el problema es que no se refería a enderezar completamente su cuerpo, si no el agarre de su espada.

—No y si.

—...

—Flexiona tus rodillas ligeramente, mantén la hoja en alto y agarra la empuñadura con tus dos manos y que la punta del filo esté a la par de tu mentón.

Trató de explicar los conceptos básicos de como sostener una espada, y Sven los siguió rápidamente intentando no enojar a la mujer, pero no era como si la espada corta se usara para empuñarse con sus dos manos, pero no se va joder la cabeza reprochandole porque ella fue la que le dio esa espada, asi que no importaba

—Bien ahora alza la espada un poco y has el swing, de esta forma.

Cecil toma una de sus espadas y se pone en posición rápida antes de hacer un swing en vertical de arriba hacía abajo. Sven trató de repetir el mismo movimiento con algo de dificultad, y en el momento que hizo el primer swing, casi perdió el equilibrio y la espada se le resbaló de las manos por unos momentos y si no fuera por los reflejos de Cecil la espada habría atravesado su estómago.

—¿E-Estás bien?

—¡¿QUÉ CARAJOS TE PASA?!

—PERDÓN- Ay AY!.

A pesar de las disculpas, Cecil le golpeó repetidas veces en su cabeza, dejándole chichones por los golpes. Sabía que Sven era principiante con las armas pero lo que acababa de hacer era completamente estupido, pudo haberla matado accidentalmente, Astrea ni siquiera se molestó en intervenir porque pensaba casi lo mismo que su hija. lo que hizo fue bastante peligroso.

—Ella tiene razón, sostén la espada más fuerte la próxima vez.

—Si… Diosa.

Astrea lo regañó alzando su dedo a lo lejos reprochado de su descuido, Sven asintió con lágrimas cómicas asomándose en la comisura de sus ojos mientras se soba su cabeza, mientras las fosas de Cecil soltaban casi humo como si fuera una minotauro molesta. Sven agarro tímidamente la espada del suelo y esta vez se puso mirando hacía otro lado, dio el pequeño swing y sintió sus brazos tensarse, la espada era ligera, pero su peso podía sentirlo en su muñeca.

—¿Así esta bien?

—... Si, asi esta bien, sigue practicando así has un total de… 100 cortes repitiendo eso, tomate un descanso de un minuto por ahí…

Cecil se llevó la mano a su cabeza intentando no darle tanta importancia al chico mientras caminaba hacia dentro del hogar de Astrea, y pidiéndole a Astrea que le de un poco del té que sobró. Sven solo la miró antes mirar la espada algo titubeante, apretó el mango queriendo tener un agarre fuerte y empezó a repetir el movimiento durante lo que resta de la mañana.

××××

Era de tarde, Sven sudaba bastante mientras sus brazos tiemblan de cansancio, había estado repitiendo la misma secuencia durante un gran rato mientras Astrea regresaba de vez en cuando junto a Cecil. ellas intercambiaban algunas palabras que no podía oír correctamente, ya sea por el cansancio o si quiera porque ya le estaba dando dolor de cabeza repetir todo el rato lo mismo. Él no era fan de estar constantemente repitiendo un mismo movimiento, quería moverse de forma elegante, atacar rápido pero simplemente estaba repitiendo un mismo movimiento, no le veía el sentido.

Cecil caminó hacía él una vez terminó de hacer su último swing con la espada corta.

—¿Cecil? ya terminé…

—...

Cecil no respondió en cambio, agarró una espada del mismo tamaño, una espada corta y se puso frente a Sven alzando su espada en guardia.

—Vamos a pelear.

—Pe-Pero si te hago daño! estas cosas son filosas…

—No te preocupes, atacame con todo lo que quieras, muéstrame lo que has aprendido.

Cecil respondió con un rostro sereno, no había ese tono gruñón antiguo, en cambio sólo había expectativas en la chica viendo a Sven, quien esté dudó bastante antes de correr hacía ella en una carga predecible e hizo un swing, pero Cecil golpeó la espada con la suya haciendo un choque de metales que Sven perdió lamentablemente y fue empujado hacía atrás.

—¿Eso es todo? Así no vas a sobrevivir en la mazmorra, Sven.

Eso hizo fruncir ligeramente el rostro de Sven y apretó el mango de su espada, se suponía que tenían los mismos estados, todo en “0” pero ella le estaba ganando. Y eso le dolía un poco en su orgullo masculino, y apretó el mango de la espada antes de arremeter nuevamente contra ella, agitando su espada. Cecil esquivó con algo de dificultad los cortes, cuando un ligero corte rozó su mejilla pero solo porque hubo otro choque de metal, si no la espada realmente hubiera cortado su rostro. Sven dejó muchas aperturas y ella dio un barrido por debajo de sus pies haciéndolo tropezar y el chico soltara la espada cuando su cabeza chocó contra el suelo en el momento de su caída.

—¡Ay! ¿Como? se supone que estamos iguales…

—... Eres un asco, no estás pensando, simplemente arremetes por que si, Sven…

Cecil demostró su decepción en su rostro, notando la ineficaz habilidad de combate cuerpo a cuerpo de Sven, puede que haya mejorado sus cortes, pero su habilidad tanto en espada como de combate eran completamente… inútiles. Ella sabe lo suficiente de combate y técnica, y podía notar lo ineficaz que el chico es. Sven se quedó en el suelo con la mirada gacha, mientras Cecil pasaba a su lado suspirando.

—No te veo realmente capaz.

Esas palabras hundieron más a Sven quien apretó la empuñadura del arma con frustración.

—No seas así… Cecil.

—Pero es la verdad, señora Astrea.

Astrea se llevó la mano interviniendo en la conversación de Sven y Cecil. Cecil mostró obvio disgusto ante la diosa tratando de consolar a Sven como si fuera un niño. Astrea pasó a un lado de ella y se acercó a Sven.

—Ya mejorarás con el tiempo, Sven.

Ella le habló en japonés tratando de tranquilizar al chico, quien no le devolvió la mirada, simplemente se levantó y pasó hacía un lado de Astrea, está pareció sorprendida antes de ver como Sven agarraba fuerte del brazo a Cecil.

—¡Ay! ¿Qué diablos?

—Otra vez.

—¿Qué? para q-

—Dije otra vez.

—... Bien.

Cecil solo vió los ojos de Sven que tenían remordimiento, pero se veían capaces, ella quería ver esos ojos, esos ojos que demostrarán que no se rendiría tan fácilmente, esto fue más para poner a prueba el temperamento de Sven y ver si realmente con la mínima caída y humillación simplemente se derrumbaria en su propia autocompasión que tenían gran mayoría de hombres. Sven soltó el brazo de Cecil cuando ella se sacó la mano con algo de molestia. Caminó de vuelta hacía la espada que había dejado en la caja y la agarró a la vez que miraba al castaño tomar la espada corta del suelo nuevamente.

Se pusieron ambos en posición y esta le miró con reproche.

—¿No vas a atacar?

—...

A diferencia de hace minutos, Sven se quedó allí estático con la espada en alto mirando fijamente a la peliazul, sus ojos marrones se fijaron únicamente en los movimientos que podría hacer Cecil. Sus ojos anaranjados se fruncieron cuando notó que él esperaba que ella hiciera el primer movimiento, por lo que decidió seguirle sus locas ideas, alzó su espada, Sven casi cerró sus ojos por instinto, pero vió que de hecho eso era una finta ya que una patada se acercaba a sus pies para hacerlo caer, por lo que ascendió  la espada por debajo. Cecil dió un paso hacía atrás mientras sintió el aire recorrer con ese swing que casi corta su nariz. Notando ese descuido, Sven alzó su espada y arremetió con un swing horizontal, y Cecil bloqueó con otra mano con la que sostenía su espada. el chirrido de metal resonó pero sorprendentemente esta vez ganó un poco de terreno. Sven parecía estar ganandole esta vez, y Cecil lo había notado, ver su expresión feliz la hizo irritar un poco, hace unos momentos ella realmente estaba teniendo problemas para evadir sus golpes ya que esta vez no iban tan a lo tonto, pero ella seguia viendo muchas aberturas.

la felicidad de Sven le estaba pasando factura haciendo que tengas muchas aberturas, ella fácilmente pudo ya haber golpeado su corazón, cortado su brazo izquierdo o incluso mismo decapitarlo, por lo que le dio una patada en el estomago que le sacó el aire y este se toco con dolor soltando la espada por la sensación mientras caía de rodillas.

—No hagas eso.

—Ggh… ¿Qué?...

—Eso, deja de hacerlo. es molesto, te pones engreído unos momentos y dejas muchas aperturas a lo idiota.

Ella recalco con molestía, mientras Sven trataba de dejar ir el dolor en su estómago.

—Mejor terminemos por ahora, eres… demasiado malo con la espada, tal vez puedas hacer algo con un poco de tiempo, pero por hoy terminamos.

—S-Si…

—Espera… —Esta vez Cecil se dio cuenta de algo sorprendente, no le había tomado importancia en el momento, pero ahora se acaba de dar cuenta. —Tu… me estas hablando correctamente…

—¿Qué?

Ahora fue el turno de Sven de confundirse cuando se dió cuenta que de hecho era verdad, había entendido sus palabras, aún le costaba entender algunas palabras complejas, pero todo lo básico hasta el momento, él había entendido a la perfección. su rostro se convirtió lentamente de tristeza a simplemente emoción.

—Por fin.. Puedo comunicarme bien… PUEDO もっと普通の方法であなたに話しかけてください、何という感情でしょう.
—...

El rostro de Cecil se agrió cuando escuchó nuevamente el idioma japonés salir de su boca, la pura emoción del castaño había impedido que hablé koiné correctamente.

—... Estás hablando en japonés, Sven…

—Oh… oh.

Cuando Astrea le informó que realmente no había hablado en koiné se encontró con compresión antes de bajar su cabeza, tal vez pueda entender un poco e incluso comunicarse difícilmente, pero… se dio cuenta que si se emociona entonces… todo lo que sabe se va por el caño porque se pierde entre medio de los idiomas. Eso le hizo ver algo que no había notado, no era de metal es más era de madera. resaltaba ligeramente la punta de la madera entre las cajas, un hilo tensado brillaba ligeramente.

—Eso es…

—¿Ah? Ah, eso… es una de mis creaciones, como no está hecho con metal y eso, cuesta un poco hacerlo, pero no es que realmente sean necesarios los arcos.

Ella señaló desinteresadamente mientras veía el rostro de Sven hacía dónde se dirigía, lo vio acercarse y tomar el arco entre sus manos, probó la cuerda por unos momentos tirando de ella, para confusión de Cecil y Astrea que miraban expectantes.

—¿Hay… flechas? quiero… practicar.

—... ¿Qué?

Sus ojos anaranjados miraron los de Sven con confusión al verlo que realmente quería probar con el arco. Sven sonrió ligeramente.

—Con esto… tengo… algo de práctica.

Simplemente dió su respuesta con sus ojos sosteniendo el arco con nostalgia, haciendo que Astrea se interesé en oír los detalles sobre ello. Cecil por otro lado parecía más confundida, ella recordaba que los monstruos en pisos inferiores las flechas apenas funcionan, pero si se mantienen en los pisos superiores… es posible que de hecho funcionen, pero… aún así… es gastar dinero de más en materiales por lo que era un rotundo no.

—Dej-

—Cecil, buscale un carcaj de flechas, ¿trajiste verdad?

Las palabras de la diosa Astrea hicieron que la voz de Cecil se apagará en el instante, se giró confundida pero solo se encontró con la amable sonrisa de Astrea indicando y casi ordenándole que haga su petición. La peliazul suspiró pesadamente antes de ir a buscar un carcaj de flechas entre las cajas.

Que simplemente pruebe y ya, total no es como si fuera a ser su arma principal… especialmente en la mazmorra.

[Fin de capítulo]

Bueno, espero hayan disfrutado el capítulo. Se perfectamente que apenas hemos tenido diálogos con la familia Astrea… NUEVA familia Astrea en la novela, y se que me jodi un poquito el lore, pero hey, ¡es un fanfic! Para algo existen ¿no lo creen?

Mmh, bien, dejando de lado eso.

¿Qué les pareció este capítulo?

¿Cómo sintieron a Cecil?

También exploramos un pelín del pasado de Sven Bennet, y tengo pensado muchas más cosas que iré desarrollando.

¡Sin más que decir!

¡Nos vemos!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro