Capítulo tres

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Lily Rose

—¡Así es como se hace el trabajo!

La emoción que tiene Mark es imposible de ignorar. Muestra la nota en el periódico como si hubiera más gente a parte de nosotros tres, camina del sillón azul al negro observando lo que tiene entre las manos con una gigantesca sonrisa, yo solo intento no hacer las muecas que quieren salir, intentando aparentar que estoy serena y de acuerdo con las palabras que él dice, en cambio Blake ignora a su manager mensajeándose en el celular, donde parece que tiene un tema de conversación demasiado interesante.

Cualquier tema puede ser mejor que hablar del show que dimos la noche pasada en la playa, donde casi morimos.

No sé qué comentar, mucho menos sé que hago en la casa de Blake, me siento como un pequeño roedor atrapado por su presa. Fue tan difícil entrar aquí, por lo que ansío el momento en que pueda escapar de una vez por todas.

—Sí, lo que digas...

La voz de Blake se va apagando poco a poco sin prestar mucha atención a sus palabras.

—¿Qué tal Lili? ¿Cómo te sentiste?

Quiero decirle que tan mal que solo quiero ahorcar a Blake e irme de aquí para nunca volver a toparme con él.

—Bien, creo. —respondo lo más fácil que hay para decir.

Veo como un gato se acerca a donde nos encontramos, mi corazón se ablanda y dejo de sentirme tan cohibida. Hago sonidos para llamar su atención y se acerque a mí, al inicio lo veo dudoso de aceptar, pero luego de unos segundos accede y camina con sigilo a donde me encuentro, al llegar a mi lado sube al sillón para ponerse en seguida de mí, ronronea pidiendo que lo acaricie y obedezco a su petición.

Giro para mostrar mi alegría a Mark y preguntarle de dónde ha salido, solo que antes de hablar, veo el rostro lleno de sorpresa de ambas personas presentes, no entiendo la razón de sus facciones, estas se agrandan al ser testigos de cómo levanto al pequeño animal para ponerlo entre mis piernas y seguir haciéndole cariñitos.

—Suelta a Wolfang. —ordena Blake quitándomelo bastante molesto.

Vuelve a tomar asiento acariciándolo, Wolfang dura unos segundos ahí y en un rápido movimiento escapa de él para volver a colocarse conmigo. Una carcajada imposible de ocultar sale de mí, es seguida por la de Mark que se cubre la boca de inmediato cuando ve la mirada asesina que nos envía Blake.

—Los gatos saben de vibras y la tuya no es nada buena. —comento entre risas y dándole besos a Wolfang.

Otra vez se pone de pie, me lo quita y lo sostiene para que no vuelva a escapar de él. Veo como el gato no se encuentra muy cómodo y quiere retirarse, pero no lo logra, hasta que Blake se rinde en tenerlo, lo suelta y este vuelve a mi lado emocionado de ser liberado.

—¿De quién es esta hermosura? —pregunto enamorada del gatito.

—Mío. —habla Blake entre dientes, lo miro incrédula.

Él espanta a todos, sus malas vibras las puede sentir cualquiera ¿cómo puede tener una mascota tan linda y adorable? No dejo de pensar que el pobre Wolfang ha de sufrir aquí, debería llevármelo a casa para que le haga compañía a Bigotes.

Miro mi bolso, no es tan grande para esconderlo ahí, luego paso la vista a mi sudadera, lograría esconderlo si dejan de mirarme por unos segundos y salgo corriendo de la enorme mansión donde me encuentro, aunque no creo que mis pies sean tan veloces como los autos que tiene su dueño y a por su actitud, probablemente haría lo imposible para meterme a prisión. Pensaré en algo para salvarlo de este sufrimiento llamado vivir con Blake Allen.

—Volviendo al tema —Mark pide nuestra atención—. Hoy tienes un concierto, así que debemos hacer que toda la atención se centre en que Lili está presente apoyando a su novio.

—¿Por qué todo debe ser centrado a ella? ¡Yo soy la estrella! —eleva la voz Blake nada convencido de lo que acaba de escuchar.

Saber que le molesta tanto, tranquiliza mi alma de la enorme mentira que estoy dentro.

—Dedícale una canción, di que una persona especial está presente por eso ese show es tan especial, lanza un beso a donde esté ella, lo que sea mientras todos quieran hablar de quién es y cómo es que están juntos —responde Mark ignorando por completo el comentario de Blake, rueda los ojos y deja caer todo su cuerpo en el sillón, rindiéndose.

Ver que se encuentra molesto hace que no me dé cuenta del peso de las palabras que acaba de pronunciar el hombre. ¿Atención absoluta centrada en mí? NO. Eso no venía en mi contrato, solo debo salir con él de vez en cuando para que todos asuman que somos novios y listo, no quiero a millones de fans locas investigando hasta lo más privado de mi vida, mucho menos que Blake incite a que averigüen más de mí. Por desgracia en este momento estoy del lado del chico, la atención debe ser hacia él. Él es el cantante famoso, yo soy la novia misteriosa, fácil.

—Eso no va a pasar —digo haciendo que Blake se enderece para escucharme atentamente. Intimidada me estoy sintiendo—. La atención es de Blake, no quiero a sus fans investigando mi vida.

—Ellas van a encontrar lo que nosotros queremos —comienza a explicar— Ya te hicimos nuevas cuentas de redes sociales, tenemos la historia perfecta para contar como se conocieron y tus nuevas mejores amigas, son Asha y Sam, amigas desde la infancia.

Mi boca no puede estar más abierta en este preciso instante. No solo debo fingir mi noviazgo, ahora también mi vida. Esto no puede ponerse peor.

—Tus padres se llaman Mirna y Gustavo, migraron de México y ahora están viviendo en Florida jubilados.

Bien, me equivoqué, claro que puede ponerse peor y está sucediendo.

—Alto, alto y alto —voy subiendo la voz poniéndome de pie, asustando a Wolfang, el cual corre despavorido perdiéndose de mi vista—No pienso mentir acerca de mis padres, mucho menos quiero que sepan quienes son.

No sé qué estaba pensando cuando firmé, grave error que cometí. Claro que van a pagarme mi escuela, por su puesto lograré estudiar lo que siempre quise sin mortificarme por el dinero ¿pero a qué costo? A mentir por completo acerca de mi vida, mis amigos, mi familia, mi novio, todo, debo actuar como una persona que no soy y no puedo hacerlo. Apenas y soporto estar en una misma habitación con Blake, no me pidan más.

—Acepto lo de las nuevas cuentas, pero nada más. Estar en una relación falsa es suficiente mentira. —digo decidida y Blake aplaude en forma de burla.

—Eres demasiado débil, solo debes seguir el guion y listo, no es para tanto.

—¿Entonces toda tu vida es un libreto? ¿No eres aquel chico que cantaba en las calles pidiendo dinero para comer? —reprocho molesta por su actitud.

—No sabes nada de mi vida, más vale que te calles...

—¿No eres el niño que abandonaron frente a la iglesia?...

—¡Cállate de una vez! —grita y una almohada se estampa en mi cara.

Enfurecida la tomo y la lanzo de regreso, para su suerte, logra esquivarla y es de vuelta a donde me encuentro, no soy muy ágil en evadir cosas, por lo que vuelve a darme directo a la nariz ¡Mi nariz que costó carísima!, ya no la aviento, la tomo con fuerza y me acerco a golpearlo lo más duro que me es posible, por unos segundos solo se cubre, pero al lograr tomar un cojín, responde ante mi acción y comenzamos a pegarnos sin prestar atención a donde lanzamos los golpes.

¡Quiero matarlo! No entiendo como hay millones de personas que lo adoran e idolatran si es una patada en los huevos. Aprovecho este momento para desquitar toda mi frustración que he sentido contra él, es ahora, dudo tener otra oportunidad. Minutos después, soy levantada de la cintura con fuerza para alejarme de Blake, cuando me quito el cabello del rostro con brusquedad y confusión, admiro como Oliver tiene sujetando al chico para que los dos nos tranquilicemos de una vez por todas.

Tomo aire, intento acomodarme el enmarañado cabello y mi atuendo, haciendo lo posible para recuperar la calma. Blake imita lo que hago, ninguno de los dos dejamos de ver cada acción que realizamos, a la espera de que alguno haga un movimiento y comience de nuevo la pelea. No estaría mal, necesito seguir sacando mi furia y su cara me pide a gritos que lo haga con ella.

Blake

Para Mark no fue suficiente proponer la tonta idea de mencionarles a todos mis fanáticos que Lili Rose está presente en el concierto, también me obligó a darle una habitación de mi casa para que la pudieran arreglar ahí. Con solo pensar que está en una de mis recámaras me da un retortijón en el estómago, por eso mejor me concentro en la nueva canción que debo realizar. Por más que lo intento, no se me ocurre como seguirla y el poco avance que llevo, no es mucho de mi agrado, me he quedado estancado.

Decido distraerme, coloco todo en su lugar y salgo de mi sala de estudio para ir al jardín, tomar un poco de aire, sol y ver si así las ideas empiezan a fluir. Busco a Wolfang entre mis pies (siempre me sirve a cualquier lado que voy) no lo encuentro y el solo pensar que se encuentra con Lily Rose, me provoca celos, no sé lo que le ocurre a mi pequeño. Él odia a todas las personas que no sea yo, no soporta a Mark ni a Oliver y son los que más tiempo se encuentran en mi casa, no logro entender cómo es posible que la prefiera a ella antes que, a mí, ni si quiera la conoce. Antes de salir quiero ir por Wolfang y que me acompañe, por lo que camino directo a la habitación donde existe una gran posibilidad de que se encuentre.

A lo lejos logro apreciar como la puerta se encuentra un poco abierta, a paso decidido me dirijo a ella, pero me detengo en seco al ver a Lili Rose desnuda dándome la espalda. Trago saliva nervioso y estático por lo que me encuentro observando, puede ser una terrible persona, sin embargo, su cuerpo es bastante increíble, con facilidad veo sus piernas y brazos tonificados, es muy posible que haga ejercicio seguido. El bulto en mis pantalones aumenta, eso es lo que me hace reaccionar en que debo irme, ni si quiera tenía que verme quedado a verla, yo solo venía por mi gato. Doy unos pasos hacia atrás intentando recuperar la cordura, lo que se encuentra en mis pantalones de ninguna manera quiere tranquilizarse, por lo que no me queda otra opción que salir huyendo de ahí para ir al jardín y tomar aire solo.

Pierdo la noción del tiempo, hasta que veo a Mark caminar a mí con rapidez, reviso la hora en mi reloj que tengo en la muñeca y entiendo la razón de porque está así, me pongo de pie y lo alcanzo, al estar a su lado entramos a la casa, donde tomo mis cosas y le grito a Lili Rose que baje de una vez por todas. Por unos minutos no obtengo respuesta y pienso en ir hasta donde está para sacarla de las orejas si es necesario, solo que al recordad lo que vi horas atrás, me retracto y vuelvo a gritarle con más fuerza.

—¡Ya voy, aguarda un segundo, por dios! —grita en respuesta y noto cierta molestia en su voz.

También tengo que esperarla, no es suficiente tener una estilista personal para que se encuentre lista a tiempo. Luego de unos minutos la veo bajar de las escaleras, tiene puesto un top cruzado color rosa que resalta más sus pechos, trago saliva nervioso y sigo viendo el atuendo, viste un pantalón cargo negro lo suficiente ajustados como para poner atención a su culo, el verla vestida de esa manera y recordar lo visto horas atrás no ayuda a tranquilizar a mi amigo que se encuentra reaccionando con fuerza en mis pantalones. Toso para intentar distraerme y ella camina a donde me encuentro con cara de disgusto, al menos su peinado infantil ayuda a que el calor se vaya dispersando. Las dos trenzas que cuelgan de cada lado se mueven al ritmo de su cabello suelto.

Con un movimiento de cabeza le indico que comience a caminar a la salida, me sigue sin rechistar. Así debería ser en todo, obedecer sin hacer preguntas que no tienen sentido.

Subimos a la camioneta donde ya se encuentra Oliver de piloto, Mark de Copiloto y nosotros de pasajeros en la parte trasera. Me coloco los audífonos y pongo reproducir la música en mi celular, no hay mejor preparación para un concierto que aislarme de todos. Tocan mi hombro con brusquedad, haciendo que salga de mi mundo y gire a ver a la persona con molestia, Lili Rose se encuentra con una enorme sonrisa por ver interrumpido mi momento relajante, opto por ignorarla y bajo de la camioneta.

—Eres exasperante. —susurro para que Mark no me escuche.

—Y tú un idiota. —responde en su tono de voz normal.

—Lili, aquí no muestren su odio, recuerden que se aman.

Mark la regaña y una risa imposible de ocultar sale de mí, provocando que reciba un golpe en la cabeza para que me comporte.

—Es hora de actuar como enamorados —habla emocionado Mark y de cierta manera, en un tono burlesco.

Cierro los ojos, inhalo aire y entro en mi papel, le tomo la mano a Lily Rose con delicadeza y caminamos juntos hasta entrar al estadio. Debido a que hay demasiados trabajadores dentro que pueden descubrirnos, tenemos que seguir actuando como pareja, es hasta que llegamos al camerino donde nos encontramos solos, que suelto su mano aliviado y la dejo atrás, ignorando lo que hace.

Siento los nervios recorrer cada parte de mi cuerpo y quedarse en la boca de mi estómago, provocando que unas inmensas ganas de vomitar aparezcan. No importa cuántas veces me haya presentado a dar un show, siempre es lo mismo; mi cuerpo temblando y ganas de entrar al baño y no salir para nada, intento disimularlo debido a la presencia de Lili Rose, no quiero darle otra razón para que se burle de mí, debo aparentar que me encuentro en total tranquilidad y tengo todo bajo control.

—¿Estás bien? —pregunta Lili Rose con desconcierto.

Maldición, no soy tan buen actor.

—Perfectamente y no es de tu incumbencia. —contesto a la defensiva, intentando desviar la atención a lo pálido que probablemente me encuentro.

—Tu palidez y lo tembloroso que están tus manos dicen lo contrario.

Sin disimular miro mis manos, está en lo correcto, así que me cruzo de brazos para ocultarlo.

—Estás alucinando...

No sé qué otra cosa inventar para justificar mis padecimientos, estoy encerrado. Se levanta de su asiento para ponerse delante de mí, me observa con detenimiento y busca algo en la bolsa de su pantalón. Me encuentro tan mal que solo me quedo esperando a ver cuál será su próximo paso.

—Come esto, te ayudará con el azúcar y te distraerá. —muestra una barra de chocolate.

La tomo y la lanzó al asiento detrás de mí.

—No tomaré nada de lo que me has dado...

—¡Uno trata de ser amable contigo y eres un imbécil! —grita enojada por mi reacción— Por eso mi amor, mucha suerte hoy. —cambia bruscamente su tono de voz y lo que está diciendo.

Le estoy por preguntar si está loca, hasta que veo al encargado del estadio entrando al camerino, mis facciones cambian por completo y me acerco por completo a Lili Rose, para que nuestras manos se toquen. Ambos sonreímos y dejamos de estar a la defensiva uno con el otro. El encargado solo nos saluda, me desea suerte y se retira, en cuando vemos como queda fuera de nuestra vista, nos separamos rápido, antes de poder decir algo llega Mark solicitando que vaya saliendo al escenario y Lili Rose a que todos se den cuenta que está presente, sin voltearnos a ver hacemos lo indicado. Caminamos hacia el mismo lugar sin decir palabra alguna. El pelear con Lili Rose me ayudo a distraer mi nerviosismo, así que me encuentro un poco más tranquilo, me colocan en mi posición, reviso que el micrófono y la guitarra estén funcionando de manera correcta, luego tocó mi bolsillo y confirmo que el chocolate que me entregó sigue ahí, antes de darle un mordisco, verifico que no se encuentre cerca de mí, al comprobar que es así, lo muerdo y guardo el resto en el mismo lugar.

—Da lo mejor de ti, como siempre. —habla Mark, me da una palmadita en el hombro y comienzo a subir al escenario.

Mi respiración se acelera, el sudor en mis manos aumenta y el dolor de estómago incrementa tanto que comienzo a pensar con seriedad en salir corriendo al baño, solo que no lo hago, los gritos del público coreando mi nombre inunda mis oídos, poco a poco, los malestares van desapareciendo. Las primeras notas de la canción se dejan escuchar provocando más escándalo de los fans, saben que estoy por salir, una sonrisa aparece en mi rostro, siento como voy recuperando el control de mi cuerpo, cantó el primer verso y la tranquilidad llega al fin.

—Hola, Los Angeles. —grito eufórico.

Veo como todos se vuelven locos al verme, gritan con tanta fuerza que me preocupan que se queden sin voz antes de la siguiente canción.

—¡¿Cómo están el día de hoy?!

No logro comprender ninguna respuesta que me dan, pese a eso, sé con certeza que son solo palabras buenas. Le doy la señal a Derek para que comience con la siguiente melodía, me preparo y acomodo el micrófono, listo para dar inicio, es en ese instante en que me doy cuenta que es ahora o nunca para hacer lo que indicó Mark.

—El día de hoy se encuentra alguien muy especial acompañándome —hago una pausa analizando si será buena idea— Lli Rose, gracias por estar conmigo.

Va a asesinarme.

Lili Rose

¡Voy a matarlo!

Lo asesinaré, cortaré en cuadritos y lo esconderé para que nadie nunca lo encuentre. ¡Dios mío! Que pensaba cuando acepté relacionarme con este hombre. Habíamos llegado a un acuerdo, solo iba a mencionar que alguien se encontraba acompañándolo en el concierto, no decir mi nombre y mucho menos decir Lili Rose, nadie me llama de esa manera (más que él) y es por una sencilla razón; lo odio, ahora todos sus fanáticos saben mi nombre, me llamaran de la manera más odiosa posible.

Intento esconder mis gestos de lo enfurecida que me encuentro y coloco una sonrisa para aquellas personas que se me quedan mirando y graban con su móvil, volteo hacia los lados, buscando algún lugar para esconderme, me topo a Mark sosteniendo una gorra azul, se la arrebató y me la coloco, sé que no me cubrirá como deseo, pero ayuda a no sentirme tan exhibida como lo hago en estos momentos.

—Esta canción es para ti, cariño. —termina de torturarme y comienza a cantar.

Ahora soy su cariño, no pudo ponerme un apodo más terrible, pareciera que escoge cada palabra que pronunciará para fastidiarme la vida y lo logra, el maldito consigue su objetivo y eso es lo que más me molesta.

Podría disfrutar la canción debido a que es muy buena, sin embargo, no me es posible, la manera en como me llamó taladra mis oídos con fuerza, tanto que el gesto de inconformidad me resulta bastante complicado de ocultar. Hago mi mayor esfuerzo para meterme en mi papel de novia enamorada, por eso cuando él se gira a verme y nuestras miradas se topan, le lanzo un beso, él lo atrapa en el aire y se coloca la mano en el corazón, me cubro el rostro para no burlarme por la tontería que acabamos de hacer, nuestra acción funciona tan bien que escucho como unas fans que están cerca suspiran emocionadas, provocando que mi risa aumente por lo fácil que creen en todo.

Sigo prestando atención al show que da, el porque es tan famoso y tiene tantos fans comienza a cobrar sentido, solo un poco. Canta bastante bien y sus canciones sin duda son magníficas, si tan solo no fuera la terrible persona, sería ideal y tal vez disfrutaría fingir ser su pareja, pero no lo soporto y él mucho menos a mí, ya ni si quiera podemos estar en una habitación sin que ninguno de los dos insulte al otro.

Dejo de prestar atención a lo que ocurre en el escenario y me centro en el público. Todos se encuentran de pie, cantan con tanta fuerza que sin duda saldrán con la voz ronca del estadio, muchos bailan al ritmo de las melodías, felices de encontrarse aquí el día de hoy, mi corazón se aflige un poco por mentirles a todos ellos, se ven tan leales a Blake que estoy segura que él no los merece y tampoco merecen que les estemos mintiendo de esta manera tan terrible, al menos yo lo hago por una buena causa; poder estudiar diseño de modas.

—Es fantástico ¿no? —pregunta Mark tomándome por sorpresa y colocando su mano en mi hombro. No me ve, tiene su vista fija en Blake.

—Lo es... —digo sin pensarlo—. No le digas que dije eso, no hay que darle más razones para que esté de egocéntrico.

Escucho la risa de Mark por mi comentario y accede a que eso sea nuestro secreto.

—No siempre fue así —comenta Mark llamando mi atención.

—¿Así cómo?

—Así de presumido, egocéntrico y alejado de todos, antes era muy noble y amable, era demasiado sencillo encariñarse de él ­—sus palabras son difíciles de creer, no me imagino a un Blake con esas características, es por completo diferente al que conozco.

—¿Y qué le ocurrió? —hablo con curiosidad.

Antes de que pueda responder, se comunican con Mark por el auricular, desconozco lo que le dicen, pero se nota un poco preocupado.

—Dale una oportunidad, verás que es un buen chico. —dice antes de retirarse y dejarme sola.

Tomo la gorra y la bajo más, intentando que cubra lo máximo posible mi rostro. La curiosidad de confirmar si lo que dice Mark es cierto me consume, debido a que no creo en absoluto eso ¿cómo es posible que esa persona tan terrible haya sido como lo describió?

El show finaliza, Blake sale del escenario, las luces se encienden y las chicas comienzan a salir del lugar, aun eufóricas algunas se me acercan con intenciones de hablar conmigo, pero Oliver me toma de los hombros para encaminarme al camerino antes de que eso ocurra. Algunas gritan cosas que no logro entender en su totalidad y la verdad no quiero prestar atención a comprenderlo, no sé si lo que pronuncia es bueno o malo, prefiero quedarme con la duda. Al encontrarme frente a la puerta pienso en si debo tocar para que me permitan la entrada, desecho la idea al recordar que se supone que soy su novia, la abro y entro encontrándomelo sin camisa buscando algo en su maleta deportiva.

Se gira y puedo ver con claridad su buen trabajado torso, admiro como el sudor recorre sus brazos, estómago y cada parte de su cuerpo.

—¿Por qué tienes esa gorra? —cuestiona enfurecido.

Su reacción me saca del mundo donde él es perfecto y lo quiero en mi cama, fue un golpe de realidad muy rápido y necesario.

—¿Qué tiene? —no entiendo su molestia, es solo una gorra.

—Devuélvemela...

—Ni si quiera es tuya, se la quite a Mark —digo sujetándola con fuerza para que no la quite de mi cabeza.

No es como si me importara, por su actitud no merece conseguir lo que quiere, debe aprender de una vez por todas. Intenta arrebatármela, se le complica un poco y empezamos a pelear por ella, ambos decididos a lograr nuestro cometido, mi tobillo se me dobla provocando que caiga al sillón, aun así, no suelto la cachucha, causando que Blake también se desplome, solo que encima de mí, ninguno presta atención a como nos encontramos, seguimos concentrados en jalonear el objeto hasta que uno lo consiga.

—Están tomando muy en serio su papel de ser novios. —la voz de Mark se escucha y luego de ello una carcajada.

Ambos ignoramos su presencia y seguimos en lo nuestro.

—Si no se van a besar, sepárense de una vez por todas —ordena, el escuchar beso entre nosotros provoca que soltemos la gorra, esta cae al suelo y cada quien se coloca en una esquina del sillón.

Nos vemos mal el uno al otros y aguardamos a lo que va a decir Mark, él ve el suelo y entiende el porqué de nuestra disputa.

—Yo dejé que la tomara, así los que la veían, sabría que lo suyo es real.

—¿La gorra es de él? —pregunto mirándolo fastidiada.

—De su padre...

—No es de tu incumbencia —espeta Blake interrumpiendo a su manager, el cual rueda los ojos.

—Actúan como niños pequeños, así que los trataré de esa forma. Nadie agarra esta gorra hasta que yo lo diga. —la toma del suelo y sale del camerino dejándonos solos.

Lo único que nos queda por hacer es mirarnos con grandes intenciones de terminar la pelea que teníamos, no lo hacemos. Ambos nos ponemos de pie y tomamos asiento en un sillón diferente, intentando que nuestros impulsos no nos ganen o al menos yo me esfuerzo en eso, tal vez Blake está pensando en cómo puede asesinarme y esconder mi cuerpo, por la manera en como me mira, es una gran posibilidad.

Decido concentrarme en el nuevo juego que descargué en mi móvil, lo saco de mi pantalón y veo como cientos de notificaciones empiezan a llegarle, intento desconectar el internet para que deje de ocurrir, ni si quiera eso puedo realizar, está bloqueado por todo lo que le está llegando, veo alarmada sin tener idea de cómo actuar, lo único que se me ocurre es gritar el nombre de Mark para solicitar su ayuda, llega más rápido de lo que creí y con un gesto de suma preocupación, antes de poder explicarle algo, nos mira a Blake y a mí con atención, al confirmar que estamos completos vuelve a su color de piel natural. Sin saber la forma de explicar lo que ocurre, solo muestro mi celular, el asombro en su rostro no logra ocultar la sonrisa que empieza a formársele.

—El precio de salir con Blake Allen.

Con solo escuchar su nombre sale disparado para averiguar lo que ocurre. Su sonrisa burlona y egocéntrica provoca que quiera golpearlo, una y otra y otra y otra... en fin, quiero golpearlo demasiadas veces. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro