Capítulo 15

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El beso es tímido. Me devora con sus labios y viola mi boca con su lengua, pero de una manera tan sutil y delicada que me deja un aliento logrando que lo corresponda sin dar objeción.

Cierro los ojos en el tiempo que transcurre el beso, deseando que el reloj se detenga y los minutos sean eternos.

Bajamos de la noria sin hacer comentario sobre el beso.

Incluso el viaje de regreso a casa es silencioso.

—He ido a dar una vuelta después de clases, lamento no haber avisado —son mis únicas palabras antes de ocultarme en la oscura habitación.

Reviso mi teléfono en busca de una señal de vida de mi novio, parece estar demasiado ocupado en sabrá dios que, como para llamarme.

Aparto el teléfono tumbándome sobre la cama.

Un mensaje entrante hace que lo tome de nuevo.

Ángel me ha enviado una foto.

Somos los dos. Gritando esta tarde sobre la montaña rusa.

Sonrió recordando la tarde y acariciando mis labios antes de quedar dormida.

—¿Escuchas algo de lo que te digo? —La miro, Caroline no ha parado de hablar desde que nos encontramos esta mañana en los pasillos de la universidad.

—Estas en las nubes, que te distrae tanto —Angel, es la respuesta, el beso en específico.

—Las clases, son demasiados exámenes, estoy en mi límite —miento.

Después de lo de ayer, juraría que algo ha cambiado en mí, mi mundo va lento y apenas pienso en Daemon, busco a Ángel con la mirada, solo quiero estar junto a él.

En clase todo es como siempre tediosas.

Charlas por parte de los profesores y escasa atención por parte de los alumnos.

La noche llega, y Caroline me espera junto a su auto estacionado en la puerta.

Salgo de casa sin dar explicaciones.

Retoco mi maquillaje en el auto, Caroline no tarda en buscar lugar para aparcar.

Una fila demasiado extensa nos da la bienvenida al llegar al bar.

—¿Y si nos colamos? —Pregunta la rubia impaciente—. Deberíamos probar entrar por aquel lado, tal vez tengamos suerte.

Caroline toma mi mano y se habré paso hasta llegar a la puerta, está dividida por una valla en dos entradas, una es para la extensa fila y la otra para las personas vip.

No nos fue difícil entrar.

El seguridad nos dejó pasar, supongo que me reconoció y como no hacerlo si mi cara junto a Daemon se encuentran en todas las jodidas revistas del país, al menos de algo sirve ser la novia del señor mi imagen es lo único que importa.

El familiar olor de alcohol, sudor y tabaco inunda mi nariz, haciéndome recordar mis días en el club, haciéndome sentir en casa.

—Dos cervezas —grito entre la gente a la chica que atiende la barra. Es bastante joven, me atrevería a decir que tenemos la misma edad.

Atiende mi pedido después de terminar con dos chicos y grupito de chicas que estaban antes que yo.

Mis caderas se mueven al ritmo de la música, Caroline frente a mí baila. No nos importa las personas solo nos divertimos.

—Te mueves bien —El cumplido de la rubia me hace reír, ella tampoco baila nada mal.

—Necesitaba esto —confieso—. Vamos por otras cervezas.

—Mejor consigamos algo más fuerte.

Cerveza, tequila, vodka han sido algunas de las bebidas que hemos tomado, sin contar esas pastillas que ha conseguido la rubia y hemos esnifado diez minutos antes en el baño.

Me siento alegre y por todo me entra una riza boba, pero sé que es por alcohol, los chicos gritan, nos aclaman, ¿será por qué me encuentro bailando sobre la barra junto a Caroline?

De igual modo no me importa.

El pasillo principal de la escuela, está lleno de adolescentes, la mayoría me miran y murmuran mientras paso, puedo notar en la multitud que algunos rostros me son conocidos de la noche anterior.

Desperté en la mañana en mi cama, aun estoy un poco acelerada y tengo apenas unos vagos recuerdos de la noche anterior, pero supongo que será por el alcohol sin contar algunas drogas que consumí.

Duermo en unas de las mesas del fondo apartada del resto del aula. Tengo la cabeza apoyada sobre mis brazos y los ojos cerrados cuando siento mi móvil vibrar.

Ángel me ha enviado un mensaje, al abrirlo, este contiene el enlace de un vídeo, me pongo unos audífonos y abro el archivo curiosa.

Sonrió.

En el vídeo aparezco bailando sobre la barra del bar junto a Caroline, recuerdo ese momento. La gente grita y la música se encuentra demasiado alta, las luces me iluminan, pero aun se distingue con claridad que soy yo.

A pesar de ir al gimnasio de manera irregular y no bailar tan seguido como me gustaría mi técnica sigue siendo perfecta.

Me observo orgullosa.

¿Cuánta gente lo habrá visto?

Pienso en Daemon, él no se sentirá tan satisfecho de estas imágenes como yo.

¿Habrá visto el vídeo?

Todos mis pensamientos son apartados cuando otro mensaje de Ángel llega a mí teléfono.

Algún día tendré el placer de verte bailar.

Sonrió aún más, a él tampoco le molestan las imágenes.

*****
Hola

Dos capítulos seguidos ;)

Díganme:

¿Les aparece el capítulo 13?

¿Quieren saber cómo reaccionara Daemon?

¿Les gusta Deuda?

¿Daemon o Ángel?

Los leo. 😊

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