Capítulo 14

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Los días parecían volverse más claros y cálidos, a pesar de ser pleno invierno; era un día lleno de alegría, pero el cielo estaba nublado.

¿Cuál era la razón de aquello? El inmediato cambio de temperamento que experimentó el joven fue algo que, sin duda alguna, impresionó a Shiro. Keith no parecía estar enfadado, ni triste... estaba alegre. Por las mañanas, por las tardes al regresar a casa: era raro, pero la pequeña sonrisa que traía consigo era suficiente para conmoverle y, por lo tanto, sonreír.

Era su hermano, después de todo.

...



-"¿Por qué tan serio?"

Los pequeños golpecitos sobre su cabeza le hizo sobresaltar un poco de su asiento, mientras parpadeaba algo desorientado al haber mantenido la vista en un punto fijo. No pudo evitar dedicar una mala cara a la persona que jalaba una silla para sentarse justo en frente suyo: nada más ni nada menos que aquel chico que poseía dos grandes océanos como ojos.

-"¿A qué te refieres?"- Preguntó.

-"Sólo mírate,"- Dijo este, con notable ironía burlona en sus palabras. Una pequeña sonrisa pícara adornaba su rostro. -"parece que estás esperando a tu siguiente presa para atacar."

-"Eso no es cierto."

-"Lo es."

-"No."

-"Sí."

El azabache suspiró y rodó los ojos de forma exagerada; sin embargo, no pudo evitar reírse junto al moreno.

Técnicamente, esto era el tipo de charlas que suelen llevar Lance y él.
Y no era como si se quejara de ello; es más, estaba muy contento de tener diminutas discusiones, siempre y cuando fuera con él y sólo él.

-"Vamos, señor pantalones gruñones"- Lance se levantó del asiento en el que se encontraba para regresarlo a su respectivo lugar. Segundos después, le tendió la mano para que se levantase él. Keith contuvo una carcajada ante tal gesto.

-"Es hora de irnos, burlón."

-"... Está bien, payaso."

...



¿Horripilante? ¿espantoso? ¿terrorífico? ... no.

No existía palabra alguna que describiera lo repulsivo que era ver siempre la misma escena en el aula. Le causaba una mezcla de rabia pura que le hervía la sangre, celos explosivos, y asco. Cualquiera podría notar que definitivamente no estaba de un buen humor; ni se esforzaba en disimular su disgusto. Torciendo los labios, nariz arrugada, y una mirada que por supuesto ahuyentaba a todo aquel que se le acercase.

Sí, era Cindy: observando como desde lejos dos chicos platicaban plácidamente en un rincón del salón de clases.

Sin olvidar que eran sus supuestos ligues, que al final parecían estar más unidos que ella a cada uno. Cabe mencionar que el aire entre ellos se había tornado bastante... repulsivo.

"Repulsivo, repulsivo, repulsivo..."

-"¡Cindy!"

La chica emitió un gruñido al instante que escuchó su nombre, girando de forma descarada para ver a la persona que le estaba molestando.
-"¿Qué es lo que quieres, Shay?"

La joven de tez morena no pudo evitar quedarse petrificada ante la manera en que su amiga le contestó de ese modo tan agresivo. Pero sabía la razón, y era por ello que quería ayudarla en todo lo posible, con tal de que no estuviese furiosa (porque claro, era malo para su salud).

Con todas su valentía y esfuerzo para no chillar, carraspeó un poco antes de hablar.

-"Tengo una idea que te ayudará con tu mal humor."

...



-"¿Helado? ¿es en serio?"

Al cruzar la calle, justo a unos metros, una heladería adornada de colores pasteles y un gran anuncio de un cono de helado resaltaba el local. Demasiado para ser un lugar tan pequeño.

-"Es bonita, ¿no?" - Contestó Lance, apoyando sus manos en la cadera mientras admiraba el establecimiento.
-"Muy brillante, pero sí." - Respondió él, llevando las manos a los bolsillos a la vez que volteaba a mirar a su compañero con una pequeña sonrisa.-"Lo es."

Lance, igualmente le observó por unos segundos para después contagiarse la pequeña sonrisa que poseía el azabache. El comentario era bastante estúpido, algo que comenzaba a acostumbrarse a oír por parte de Keith, y eso que creía que era el chico de pocas palabras.

Como en jardín de niños.

-"Bien" - Dijo Keith, mientras comenzó a andar hacia la heladería sin siquiera esperar al otro. -"vamos allá."

Al instante, el chico le siguió por detrás.

Cuando entraron al establecimiento, un olor suave y dulce inundó sus fosas nasales.
-"Que bien huele, ¿no?"-Dijo Lance.
-"Asqueroso." -Contestó Keith, yendo directamente a la zona de demostración.

Sí, ahora sabía que Keith no tenía sentido del olfato; al menos no del bueno.

Lance se acercó a donde estaba Keith.

-"Un helado de fresa, y otro de chocolate por favor."
-"Wow, ¿Ya has pedido el mío?"

El de cabellos oscuros alzó la mirada al escuchar el comentario, enarcando una ceja mientras sacaba un billete de su cartera.
-"¿De qué hablas? Esos dos son para mí."

-"¿Y que hay para mí?" -Dijo este, mientras se apoyaba sobre el mostrador.

-"Nada."

-"¡Hey!"

Lance hizo un puchero al observar como Keith se burlaba bajo sus labios sobre su pobre situación. Como miraba con ojos de súplica cuando el otro entregó el billete y recibió a cambio dos conos de helado.

-"Toma, idiota."

-"¿Para mí?" - Keith asintió, dando entender que la respuesta afirmativa era obvia. Lance no sé contuvo más y tomó la de sabor chocolate.

-"¡Gracias, Keith!" - Agradeció él, las grandes perlas que poseía como dientes adornó inmediatamente su rostro.

Keith no pudo evitar sentir un pequeño jalón en su pecho, sintiéndose repentinamente nervioso.
-"... Por nada."

...



El sol comenzaba a ocultarse, las calles se vaciaban conforme el tiempo pasaba, los postes de luz se encendieron e iluminaron un poco la calle. Ambos contemplaban el cielo, admirando en silencio como la noche salía para adornarlo con estrellas.
Un pequeño momento mágico que compartían ambos, sentados en una banca bajo el umbral del poste de luz.

O al menos eso pensaba Keith, antes de que Lance soltase un bostezo sonoro y se rascara la espalda.
-"Tengo sueño."

"Genial, cagaste el momento de tranquilidad."

-"Uh, ¿en serio? yo no." -Dijo.

-"Yo sí."-Mencionó de nuevo, rascando ahora su mejilla.

Luego de aquello, el silencio volvió a reinar el lugar.

...

-"Oye, Keith."

-"¿Hm?" -Respondió este, sin apartar la mirada del cielo.

-"... Prometo jamás volver a dejarte."

"¿Bien?"

Aquello le dejó algo estupefacto, pero enseguida sintió como el calor invadía sus pálidas mejillas para teñirlas en un rojo carmesí.

-"... ¿En serio?"

-"Te gustan las estrellas, ¿no?"

Keith guardó silencio por unos segundos, los cuales bastaron para lograr escuchar la rapidez con la que latía su corazón.
-"¿Sí?" -Contestó.

-"Entonces, que ellas sean testigos de lo que he dicho."

Keith, al instante bajó la mirada hasta encontrar la del otro, el cual sorpresivamente se encontraba mirándolo de vuelta.

De pronto sintió un leve roce cálido sobre su diestra, que sólo bastó segundos descubrir que era la mano ajena.

Lance sonrió, y él supo que con eso era suficiente.

-"Es una promesa."

Fue así como Keith, comenzó a darse cuenta de la horrible y encantadora mezcla de pánico y alegría que comenzaba a florecer dentro de su estómago.

Al fin y al cabo, Pidge tuvo la razón desde el principio.



| ¡Chicooooos! Antes que nada, quiero ofrecerles una disculpa por no haber actualizado por un largo tiempo y por haber prometido regresar, aunque no lo hice cuando avisé. Mil disculpas, en serio. </3

Tengo que admitir que en este periodo de tiempo que no estuve, me tomé la dicha de descansar un poco y prestar atención a mis estudios. Me ayudó, sí. Pero lo malo es que ahora tengo como un trabajo, Y LO ODIO.

Also, perdonen por no responder a sus comentarios. Entré y tenía como miles de notificaciones, ay. ¿Ya somos 12k? ;;; Todo pasa en un abrir y cerrar de ojos. ESTABA TAL QUE "B*TCH. WHAT THE F*CK?"

En fin, espero que logren perdonarme por no actualizar, no quería darles un capítulo sin buena narración y trama.¿?

Bonita noche. <3 |

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro