Capítulo 15| Viejas amigas

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C A L Í O P E
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Vierto el contenido de color rojo en la comida de mi hermano mezclado un poco para que no se dé cuenta que algo no está bien. Me siento en mi sitio otra vez viendo a Styx y Oliver venir desde la cocina con vasos y una jarra con agua. Intentando retener la risa muerdo mi mejilla interna esperando a que ambos se sentaran y sirvieron el agua en los vasos para finalmente comenzar a degustar la comida.

Espere saboreando la comida que Styx había preparado y observando a mi hermano note cuando al probar su cuarto bocado comenzaba a hacer caras raras. Investigando por internet como me enseño mi hermano busque que para alivianar el picor del picante lo mejor era tomar leche. Y como mi venganza quería que fuera cruel por lo que tire toda la leche que había dentro de la heladera por lo que mi hermanito no tendría con que alivianar su picor en la lengua y garganta.

– ¿Qué te pasa hermanito? – pregunte viendo de manera angelical a mi hermano que se levantó de un salto de la silla, esta se cayó hacia atrás asiendo un ruido tremendo. Styx miro a su hijo con sorpresa y este comenzó a tomar de su vaso hasta que ya no tuvo más agua. Tomando la jarra de agua comenzó a beber desde ella sin molestarse en servirse en el vaso, no pude contenerme cuando comencé a reír y mi hermano me miro con los ojos rojos de la furia.

– Calí me las pagaras – mi hermano corrió a la cocina en busca de lo que yo sabía que sería leche, pero no hay más de eso por lo que vuelve con lágrimas escapando de sus ojos. Tomando el agua de nuestros vasos tuve un poco de piedad por lo que hice aparecer un vaso a medio llenar con leche fresca. Oliver miro el vaso que estaba sosteniendo entre mis manos e intento abalanzarse sobre mí para quitarme el vaso.

– Espera – lo aparto de mi levantándome de mi lugar viendo el vaso de leche y luego a mi hermano – Pídeme perdón por broma de la pintura – moviendo el vaso con el líquido blanco delante de sus ojos espero su respuesta. Mi hermano con lágrimas escapando de sus ojos rojos apretó sus manos a los costados para hablar jadeante.

– Perdón Calí por la broma – acerco su mano para que le del vaso, pero sentía que le faltaba algo más a su disculpa. Haciendo un ademan con mi mano libre para que continué Oliver resoplo y volvió a hablar – No me meteré en tus asuntos hermanita – sonriendo le entrego el vaso de leche y hago aparecer otras dos cajas de la bebida vacuna.

La diosa del odio que había permanecido como una espectadora del espectáculo que montábamos con su hijo tocio para que la veamos. Con las manos en sus caderas nos hizo volver a sentarnos y cambio el plato de Oli por uno sin la mezcla de varias salsas picantes y en polvo.

🗡🌙🗡

Sentándome frente al espejo peino mi cabello mojado mientras espero a que mi madre me contacte por medio del espejo. En mi frente aparece mi marca de nacimiento, una media luna que puede llegar a brillar si utilizo mis poderes. Bebiendo pociones especiales logro ocular mi marca de otros seres de descendencia divina y principalmente de los mortales.

– Eres tan igual a mí – mi reflejo hablo dejando de peinar mi cabello cosa que yo si estaba haciendo. Poco a poco lo que antes era mi reflejo dejo de serlo y mi madre se veía frente a mí.

– Claro que soy igual a ti mamá comenzando por la inteligencia y terminando con lo malvada – tirándole un beso mi madre lo hace un gesto de atraparlo y guardarlo en su corazón. Sonrió ante ese gesto y ella mueve su cabello dejando a la vista la marca de su frente la misma que yo herede.

– ¿Cómo vas con tu plan hija? – dejando de lado las bromas me pongo seria delante de mi madre para hablarle acerca de Colín. Fui enviada para ayudar a mi hermano, pero mientras él no ejecute el plan puedo seducir a Colín Adams.

– Las cosas van tomando su curso mamá creo que le gusto a Colín, pero las amiguitas de la descendiente de los mares intentan... alejarnos cosa que no lograran – dejando el peine sobe el tocador miro a mi madre sonreír, a pesar de no saber mucho del mundo mortal había leído lo suficiente y con las cosas que mis padres me enseñaron intento manejarme en este mundo.

– Déjame adivinar la princesa del inframundo sospecha que no eres una buena chica – asiento sin dejar de ver a mi madre, pero puedo escuchar claramente ruidos fuera de mi habitación. Por lo general la casa de Styx siempre está en silencio ella se la pasa fuera de este lugar y viene durante la tarde a preparar comida y dormir. – Calíope me estas prestando atención – la elevada voz de mi madre hizo que dejara de ver la puerta por donde provenían cada vez más ruidos extraños.

– Mamá debo irme creo que hay personas en la casa – levantándome de mi lugar dejo a mi madre gritando desde el espejo para que regresara a mi lugar.

Fuera de mi habitación los sonidos se vuelven claros y el sonido de música proveniente desde algún punto de la planta baja se hace presente. Caminando sin hacer mucho ruido con mis pies descalzos busco por las habitaciones indicios de que Oliver haya vuelto de su caminata diaria. No encuentro sus zapatos deportivos y tampoco encuentro indicios de que la diosa Styx este en la casa. Solo espero que si son ladrones poder asustarlos un poco antes de patearles sus traseros mortales. Pensándolo mejor ¿qué ladrones podrían música para venir a robar?

Bajando las escaleras con sumo cuidado de no hacer ruido voy en la dirección de donde escucho provenir la música. La sala se escucha animada por la música que en lo personal no es de mi agrado, escondiéndome intento ver algo. Sentado en el sillón blanco de la sala estaba Oli, pero dos personas más lo acompañan, una chica de cabellera negra con las puntas de color violeta y la otra con cabello también negro con mechones violetas por lo que estaba viendo estaban teniendo una animada charla.

O L I V E R
🗡🦉🗡

Eirene y Alcíone Chastain.

Amigas mías desde hace muchos años, a las cuales conozco desde que usan pañales y a las que considero casi como mis hermanas. Las gemelas tienen la edad de mi hermana Calíope, pero con sus escasos quince años ellas son unas grandes hechiceras como su madre. El hechizo que mejor les sale es convertir a las personas en animales, algo que heredaron de su madre y ambas están orgullosas de ser hechiceras o brujas como prefieran llamarlas los mortales.

– Ir al liceo ya no es lo mismo sin ti Oli – comenta Eirene moviendo su cabello negro con mechones purpuras hacia atrás. La mayor de las gemelas por un minuto, Alcíone nació segunda y fue la más pequeña de las dos. – No tiene nada de divertido y molestar a la profesora de historia no es lo mismo sin tus comentarios ingeniosos – desde que comencé a estudiar fui enviado al mismo centro de estudio que al de las gemelas mi madre es muy amiga de la suya por lo que les pareció buena idea que nos mantengamos unidos ante tantos humanos. Nuestros comportamientos hacían enfurecer a más de un profesor que nos terminaban castigando pero que durante la noche sufrían de terrores nocturnos o como normalmente se les llama parálisis del sueño. Alcíone se transformaba en una horrenda bestia y con algo de ayuda de su hermana y mi ingenio lográbamos que los profesores tengan la peor noche de sus vidas.

– Todavía siento escalofríos por la broma que le hicimos a la directora Taylor – soltando una pequeña risa veo a Alcíone escondiendo su rostro con sus manos, pero dejando ver el brillo de sus ojos entre los huecos de sus dedos. Viendo la expresión de la menor de las gemelas comenzamos a reír mientras ella imitaba a la directora el día de la broma.

– Oliver... – las risas pararon y mis amigas se giraron para en dirección de aquella voz femenina que me estaba llamando casi gritando por encima de la música. En el marco de la puerta estaba Calí viendo a mis acompañantes con curiosidad y pude notar la leve incógnita en su expresión. Cruzándose de brazos dejo aún más al descubierto su abdomen, su short corto me indicaba que aún estaba en pijama y juzgando por su pelo alborotado húmedo debía recién estar preparándose.

– Calí te presentare a mis amigas ellas son Eirene y Alcíone viejas amigas, chicas ella es Calíope mi hermana menor recuerdan que les hable de ella – mis amigas se levantaron de su lugar y saludaron con la mano a mi hermana que permanecía apoyada en el umbral de la puerta. El ambiente se notaba algo tenso por lo que me acerco hasta Calí que no había pronunciado palabra desde que yo hable presentando a las gemelas. – ¿Está todo bien? – pregunto cerca de mi hermana, pero gracias a la música mis amigas no logran escucharnos. La platinada me observa saliendo de su asombro y reacciona volviendo a tener su mirada fría como la de su madre.

– ¿Porque no me avisaste que había visitas? pensé que entraron ladrones – señalo a las chicas que estaban en el sillón riendo por alguna tontería que solo ellas lograban entender. – Ellas son tus amigas a las que tanto extrañabas – siguió hablando Calí sin dejarme contestar a su pregunta anterior, viendo a las gemelas mi hermana les sonrió saludándolas con su mano. Mi hermana demostró una verdadera sonrisa para mis amigas y volvió a mirarme esperando a que le contestara la pregunta que me había hecho antes.

– Cuando las gemelas llegaron tú estabas dándote una ducha por lo que no te dije nada hermanita – con mi mano alboroto el cabello de la platinada que se enfada soltando un bufido y apartando mi mano de su cabeza.

– Iré a cambiarme y a informarle a mi madre que no entraron ladrones antes de que ella quiera mandar algún monstruo del tártaro – moviéndome a un costado mi hermana miro a las chicas que ahora nos estaban observando – Fue un placer conocerlas chicas nos vemos luego – saludando a mis amigas Calí se va corriendo escaleras arriba dejándonos a todos en el silencio que dejo la falta de música.

– Parece que no le caímos bien – giro viendo a Alcíone que estaba viendo por donde se fue mi hermana. Eirene asiente afirmando lo que su hermana comento, soltando un suspiro niego con la cabeza.

– Al contrario, chicas parece que le agradan a Calí – ambas sonrieron chocando los cinco para luego elevar el dedo anular y el pulgar creando un gesto de media luna con sus manos.

– Ahora que ya nos conocemos todos podemos desayunar juntos – propone Eirene la cual siempre tiene hambre no importa si acaba de comer un plato de fideos con salsa ella va a seguir teniendo hambre. Sin decir nada comienzo a caminar a la cocina siendo seguido por las dos jóvenes, dentro de la cocina vemos aparecer a dos mujeres que conocemos muy bien.

– Mamá, tía Circe buenos días – saludo de manera cortes a las dos mujeres que se voltean a vernos con unas encantadoras sonrisas. La mesa del desayuno se llena al instante de manjares que se veían exquisitos.

– Buenos días mamá, tía Styx ¿Cómo has estado? – pregunta Alcíone acercándose a las dos mujeres para dejar un beso en la mejilla de cada una. Por otro lado, Eirene ya se estaba llenando la boca con donas bañadas en chocolate y rellenas de crema.

– Buenos días, las donas están deliciosas tía Styx – alaba la gemela mayor con la cara parcialmente manchada de chocolate y su madre comienza a reír viendo la escena. Eirene y Alcíone a pesar de ser gemelas casi idénticas son como el día y la noche en cuanto a personalidad.

– Me alegran que te gusten Eirene, desayunen tranquilos ¿Oliver donde está tu hermana? – sentándome en mi lugar miro a mi madre que espera una respuesta con una radiante sonrisa en su bello rostro. Justo antes de que responda que está arriba mi hermana aparece en la sala atando su cabello platinado en una coleta alta. Y se detiene al ver a Circe alado de mi madre y con una mirada interrogativa Calí observa a la diosa sin pestañear.

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#FelízJuevesDeEscamas

Les traigo un regalo por navidad algo atrasado pero al fin llego... el prologo de ¡Los ojos de la Luna! Ya esta publicado. Les deje una nota al final es chiquita pero les recuerdo que la lean. Vayan a darle mucho amor y comenten que les parece... como es tradición ya solo publicó el prologo. ¡Nos leemos haya!

Besos

De

Danny

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