Capítulo 9: Mal acompañado

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La luz roja de la contestadora brillaba bajo el mentón de Luna. Con un casco respondió presionando el botón.

"¡L-Luna! Lo siento por esto pero... ¡CELESTIA ESTA AQUÍ! Dijo que viene a verte, intenté-"

"Si, Rarity, ya está... Ya está aquí" Dijo tratando de calmarse mientras miraba fijamente a la imponente belleza blanca a los ojos. "Gracias, yo me... Yo me encargo desde aquí"

Celestia levantó una ceja.

"¡He-Hermana! ¿Qué te trae por aquí? Creí que estabas ocupada con..." Luna tragó saliva "Con tu trabajo en el Otromundo, ya sabes, atendiendo esa larga fila que solo los ponis más adeptos pueden cruzar..." Sonrió.

"Vine porque tenía curiosidad" Le respondió sentándose en el piso, una silla no alcanzaba para una yegua de su tamaño. Le dio una sospechosa mirada a su hermana menor, como si estuviese escondiendo algo entre los cascos.

Luna casi se cae al intentar sentarse, la había confundido con un tacho de papeles. Por suerte Celestia no alcanzó a notar este detalle gracias al escritorio que le bloqueaba la visión de la mitad del cuerpo.

"¿Curiosidad? ¿Ha-Hablas de esta camiseta? La gané por llenar una cuponera ¿No es graciosa? Porque a mí me gusta el café y-"

Celestia levantó un casco reluciendo el oro de estos. Luna cerró la boca mordiéndose la lengua por los costados.

"Hermana, ¿Qué ocurrió con Discord?" Su hermosa cara se tornó seria y demandante.

"¿C-Con Discord?" Sacudió la cabeza. No servía de nada tratar de ocultarlo, ella no iba a estar preguntando solo por rumores, menos venir solo para aclarar algo así. "Discord... Él tiene una oportunidad de volver al Mundo."

Las cejas de Celestia se elevaron con incredulidad. Eso era un "Continua" de su parte.

"Así que envié a alguien del mundo de los vivos para que investigara y se asegurarse de que el segundo portal se cierre"

"Imagino que hablas de esa cebra. Bien, en ese caso supongo que todo está bajo control y no hay nada de qué alarmarse ¿Verdad?"

"N-No de momento"

Celestia dio un largo suspiro, pero no parecía calmada en lo absoluto,

"Luna, voy a ser totalmente sincera contigo, vengo por la premonición de mi oráculo, Twilight. ¿Recuerdas la última vez que enfrentamos a Discord? Cuando el roble viejo se secó frente a nuestros ojos y ella nos advirtió que cuando sus raíces volvieran a la vida él también lo haría."

"El renacer del caos..." Añadió en voz alta.

"Me temo que sí"

"Volverá más fuerte que antes, cuando un alma mortal lo mantenga legalmente en el Mundo. Hermana, no podremos hacer nada"

Celestia alzó un casco, señalándole a Luna que fuera con ella. La yegua bordeó el escritorio y se sentó frente a frente a su hermana. Con un gesto cuidadoso, la rodeó y arropó con sus alas.

Su hermana casi nunca tenía la oportunidad de compartir algún momento difícil debido a su eterno trabajo, tan solo llamadas complicadas sobre excepciones de creaturas reformadas, sentencias cumplidas y deberes de difuntos ponis que no merecían cortar el tiempo de su existencia. Habían tenido que pasar décadas para que Celestia le contestara tan solo una exhaustiva carta, esos fueron tiempos difíciles por la plaga, ambas tuvieron sus sectores llenos por años. Prometieron en varias ocasiones volver a ser una familia feliz, donde pudieran verse más a menudo. Pero los ponis tienden a dejar su Mundo todos los días, a cualquier hora y por cualquier cosa. No les molestaba hacer su trabajo, era un honor y también la pasión en ambas, ayudar a quienes debían pasar por aquellos túneles de la vida, a encontrar su lugar y volver a comenzar. Sin ellas, tal vez todo lo que conocían volvería a estar a cargo de ella...

"Crees que, como dijo tu oráculo, ¿Cosmos volverá?" Preguntó Luna.

"Si eso llegase a pasar... Primero tiene que pasar sobre nuestros cadáveres, no le daremos la oportunidad mientras podamos alzar nuestros cuernos ¿Verdad?" Le sonrió.

"Ah... C-Claro"

Luna se apartó de su hermana, intentando ignorar la parte de "ser cadáveres", le devolvió la sonrisa con un poco más de temblor en las comisuras.

"¿Qué debemos hacer?"

"Primero, no mostrar debilidad, tienes muchos ponis en tu hombros que te ven como su seguridad" Puso su casco en su pecho dándole unos pequeños golpes "También estoy aterrada por el futuro incierto de esto, pero no podemos flaquear"

"Lo se..."

"Es por eso que estoy agradecida de que hayas hecho el primero movimiento por tu parte, significa que realmente estás tomando esto con responsabilidad a pesar de todas las que ya tienes" Rió "Pero, debiste habérmelo dicho. ¿Por qué lo ocultaste?"

"No quería preocuparte, sé que tienes mucho por hacer y si esto era algo que podía manejar..."

"Estamos hablando de algo que veíamos venir, Luna, tarde o temprano esa posibilidad nos iba a alcanzar. Es una lástima haya llegado tan pronto..."

"¿Unos cientos de años? Si..." Rió. "Era más preferible que nunca"

"Si tan solo ese hechizo lo trajera de vuelta"

"¿El que el mismo se puso para no entrar aquí? Fue una buena jugada, mientras alguien lo haya llamado en el Mundo de los vivos, no podemos hacer nada. En cambio nosotras no podemos llamarlo gracias al hechizo que lo mantiene sellado"

"Espera... ¿Qué dijiste?"

"¿Qué? ¿Qué mientras haya alguien en el mundo de los vivos no podemos hacer nada?"

"No, ¡Lo otro!" Parecía exaltada por algo.

"¿...Gracias al hechizo no podemos llamarlo?"

"¿No lo ves Luna?" La sacudió "¡Podemos hacer algo nosotras!"

Luna parpadeó con incredulidad. Celestia molestándose por un segundo rodó los ojos ¿Cómo no veía lo obvio?

"Si rompemos nosotras ese sello, antes de que despose a una poni mortal, podremos llamarlo aquí. ¡Oh! Voy a llamar a mi oráculo, estoy segura de que le encantará hacer este trabajo"

"¿No íbamos a hacerlo nosotras?"

"Estamos muy ocupadas, necesitamos ayuda de expertos en magia, nosotras solo somos expertas en este papeleo" Le dio la espalda y se volteó "Pero no lo mires a mal, Luna, encontrar una solución es... ¡Tan emocionante!"

Casqueando en su lugar salió de la Oficina de Luna con extraño entusiasmo, pese a que se conocían de años, todo el tiempo que pasaron separadas la una de la otra, Luna no podía saber si esa era una legítima muestra de entusiasmo o bien una treta para mantenerla en calma. Probablemente ambas, ya entendía por qué en el mero principio se podía llevar bien con él, ambos conforman las caras de la misma moneda.

"Por cierto" Celestia entró la cabeza por la puerta repentinamente obligando a su hermana pegar un salto del susto. "¡Me encanta tu nueva camisa! ¡Hasta luego!"

"¿Quién como tú?"

Tras no volver a ver entrar a su hermana su oficina, Luna notó el brillo verde de los mensajes de Rarity en la contestadora.

"¿Si?"

"Luna... ¿Está todo bien?"

"S-Si, no hay de qué preocuparse, solo... Asuntos familiares importantes. Descuida"

"Oh, qué alivio querida, me alegra oír eso. En fin... Er..." Tragó saliva "Porque si ese no es un problema grave, necesito infórmate de algo que quizás si te dé un pequeño problema"

"Oh, por favor... Que no sean otra vez esos acróbatas zopencos con problemas masculinos, cualquier cosa menos eso" Se decía mentalmente.

"Bueno, Pinkie fue a buscar a los Shy... Y..."

"¿No ha regresado?" Dijo preocupada.

"Oh, no, no, nada de eso. De hecho está aquí"

"¡HOLA LUNA!" Se acercó la voz chillona de la poni rosa al micrófono "No VAS a creer lo que pasó, de hecho ¡Nunca ha pasado!"

"¿A qué te refieres Pinkamena? ¿Por qué no fuiste?" Ciño el cejo.

"¡Ajaja! Tontita, claro que fui es parte de mis responsabilidades. El problema no es que no entrase, es que simplemente no podría haberlo hecho. Alguien... Alguien bloqueó la entrada."

* * *

La pareja se sentó en el sofá central de la casa esperando a que su hija mayor apareciera por la puerta. No había manera de que se fueran sin haberlos visto a los dos, así que tomados ambos de los cascos, esperaron. Esperaron. Y esperaron. Pero el reloj ya estaba marcando las primeras horas nocturnas. Pero ambos fueron pacientes y no es como si estuviesen aburridos de hacerlo e irse al Otromundo, Zephyr había estado deambulando con cosas entre los dientes y los cascos de un lugar a otro.

"¿Qué crees que estará haciendo?" Preguntó ella. "No ha parado desde que llegamos"

"Parece ocupado, ¿Quieres levantarte a ver qué hace? Yo puedo quedarme aquí y avisarte si nuestra hija llega"

"Oh, no. Creo que puedo entender algo de todo lo que murmura. Pero no te suena algo ¿Diferente?"

"Bueno, los ponis cambian al crecer, quizás adoptó esa costumbre en la ciudad" Rodeó a su esposa con un ala "Vamos, querida. Es nuestro retoño, míralo, debe estar ansioso por algún proyecto" Le sonrió.

Pero sus dudas no se dispersaron, sin embargo, le dio una sonrisa a su esposo para luego besarlo en la mejilla.

"Si... Nuestro pequeño" Le dijo ella.

Por otro lado, Discord continuaba intentando mantener la mente del poni que manipulaba, ¿Qué mejor que hacerlo sentir dentro de la rutina para que se calmase y dejara de intentar recobrar la conciencia? Tenía que ir recogiendo revistas y recrear una que otra asquerosa idea creativa de los cuadernos de bocetos del pegaso. Como no podía permitirse usar magia delante de los difuntos padres de su poni, se obligó a buscar cada material, goma para pegar, recortes de revistas que lucían semejantes a la idea, hojas secas que entraron por la ventana de la cocina, cintas deshilachadas y tijeras para recortar cosas. Esta última había sido excepcionalmente difícil, no tener pulgares es un infierno. De vez en cuando intentaba balbucear algún insulto o bien decir ideas de los bocetos en voz alta.

Cuando finalmente terminó una pieza, la observó rascándose el mentón. Intentó estar lo más cerca posible de la sala de estar donde se encontraba la pareja, tan solo para que se mantuvieran el tiempo suficiente para poder tomar ventaja. En cuanto su querida prometida llegase, dejaría toda esa farsa de lado y comenzaría con el real show de marionetas. Pero había un problema, ¿Cuánto tiempo más tardaría en llegar? Él no era el mejor ejemplo de Poniddharta. Pero estaba lográndolo. Sabía que tenía que tener paciencia, pero ¿Hasta qué punto lograría mantener quieto al estúpido de su hermano?

"¿Dónde estás, niña?" Murmuró impaciente.

"¿Niña?" Al unísono, la pareja se miró las caras. Lo habían escuchado.

Te oyeron, ¡Vamos inventa algo! ¡Lo que sea!

"¡Oh! Mi sombrero favorito, que por cierto le asigné un género femenino, ¡Es tan original que esa idea solo puede venir de mí!" Rió nervioso corriendo a agarrar un sombrero rosa de plumas brillantes en el perchero.

La pareja asintió con una sonrisa despreocupada. Para ellos su hijo no había cambiado mucho.

Son tan distraídos como él. Tienes suerte. Pero debes tener más cuidado con esa boca, Discord. Suspiró acomodándose el sombrero.

Al menos eso quiso pensar al verlos casi echarse a reír. Pero la señora Shy, ya estaba comenzando a especular una idea diferente.

* * *

"Muchas gracias otra vez por ser mi guía, te aseguro de que llegar aquí por mi cuenta no podría"

Agradeció Zecora por tercera vez consecutiva. La casualidad las había hecho encontrarse nuevamente en una tienda para los cuidados vegetales. Zecora necesitaba hacer secar unas cuantas plantas a intemperie y Fluttershy unas semillas de amapola para el pan. La cebra le había explicado el cuidado que debía tener al elaborar masas o algún comestible caliente con ellas, las propiedades más que un lujo podían ser demasiado "relajantes" si se ingería en una buena cantidad. Ambas decidieron caminar hasta el final del camino antes del cruce con el bosque. La cebra vio esto como una oportunidad única, además la curiosidad sobre qué tenía escondido exactamente volvió a aparecer frente a ella. Tenía que encontrar un modo de hacer que se lo enseñara.

"No hay de qué, Zecora, estoy muy feliz de encontrar a alguien a quien le apasione la jardinería. A mi madre le encantaba cultivar flores de todo tipo, lástima que con el tiempo las cosas cambiaron y... Solo quedó una porción de lo que cuidaba"

"Oh, Fluttershy no debes sentirte mal al respecto, recuerda que los ponis funcionan cuando ven que no están haciendo lo correcto" Suspiró lentamente, en su aliento podía sentir el remordimiento de sus desventuras posteriores al viaje, habían cosas peores que solo un clima manipulado para hortalizas.

"¿Sabes? Tengo un conejito en casa que siempre está preocupado por mí. El día de hoy compraba unas cuantas cosas para un día de té, y mucho de esto-" alzó la cesta "Es para una ensalada ¿Puedes creerlo?" Rió con suavidad "En fin, eso no era lo que quería preguntar pero... Am... ¿Quieres unírtenos? Te podemos dejar de paso en el bosque, si no te molesta pasar un rato más en compañía"

Los ojos de Zecora relucieron.

"¿Estás segura de querer invitarme? Pues me sería muy difícil de tal oferta negarme. Ciertamente no quisiera molestarte hasta tan tarde"

"Oh, para nada. Tener compañía siempre es algo agradable. Digo, siempre he estado rodeada de animales, tener amistades con las que pueda mantener una conversación es... Lindo."

"Bueno, no quisiera quedarme de cascos cruzados, ¿Tienes algunos problemas indeseados?"

"No hace falta, de veras" Sonrió.

Al fijarse en el camino, Fluttershy apuntó al frente con orgullo la primera impresión de su hogar, en especial por no estar convertida en un museo del horror "Ya hemos llegado a mi casa. ¿Ves? Te dije que todo estaba rodeado por el bosque ¿No es maravilloso?"

"Oh, es un lugar asombroso, sin duda es una hermosa casa y un bosque frondoso. Si no te importa, poni volador, quisiera adelantarme para mirar al rededor"

"¿No quieres pasar?" Se detuvo. "No tardaré nada, solo es ir a buscar un par de cosas dentro"

"Puedo esperar afuera"

"Vamos, no puedo hacer eso."

Alzando las alas, le dio un pequeño empujón a la cebra, sorprendida por la repentina muestra de audacia sonrió.

Fluttershy estaba realmente ansiosa por tener compañía aquella tarde, su hermano necesitaba tiempo a solas para ponerse en marcha con su plan de reformación. Si, fue un tonto, pero estaba trabajando en ello, y nada la hacía sentir mejor que eso. El poni dio unos golpes en la puerta, y esta no tardó en abrirse. Su delgado hermano lucía un sombrero rosa muy llamativo.

"¡Querida, gracias a Celestia llegaste!" Se subió el sombrero para poder verla.

"Zephyr, ¿Está todo bien?" Alzó una ceja.

"Eh... ¡T-Todo está bien! ¿Por qué no habría de estarlo? Digo, estoy aquí, luciendo este... Sombrero mal decorado y haciendo manualidades insípidas, soy yo. ¡Definitivamente soy yo!"

"Huh... Bueno, quiero presentarte a alguien" Fluttershy se apartó para darle la entrada a la cebra "Ella es Zecora la cebra, será nuestra nueva vecina ¡De hecho se estará hospedando en el bosque Everfree! Tiene un gran interés en la botánica y en la magia ¿No es fantástico?"

Discord se mordió la lengua haciéndose daño, retrocedió asustado cayendo al suelo. Como si lo estuviera viendo a través de esos ojos, miró la silueta de la cebra cortándose con la luz.

"Ella... ¡Ella viene por mí!" Se dijo a sí mismo.

"¿Q-Qué hace ella aquí?" Gritó finalmente.

"¡Zephyr, que grosero! Perdónalo Zecora... A menos que... ¿Ya se conocieran?" Miró la pegaso de un poni al otro.

"No creo que sea imposible, de habernos topado alguna vez es lo más plausible. Pero si te hablo con la verdad, no recuerdo a ningún pegaso con esta cualidad" Zecora se acercó a extenderle un casco.

"Eh... C-Claro" Dudoso, Discord tomó el casco de la cebra y se levantó del piso "Soy..." Se detuvo. Tu nombre no, baboso. Sonrió "Soy Zephyr Breeze... El hermanito menor mimado de la dulce Fluttershy. Y perdona por lo ocurrido, soy un cuadrúpedo descerebrado que no es capaz de reconocer una cebra, mi error"

Zecora, extrañada, fingió una sonrisa y cerró los ojos para presentir el aura del poni. Una forma tan inusual de expresarse sobre sí mismo, debe tener un inusual color de aura. Fue un momento demasiado corto, pero vio un lamentable matiz de naranjas muy saturados. Luce como... ¿Alguien ansioso? Pues... ¿Encajaba? Pero el poco tiempo que le había dado esa sonrisa no le alcanzó para terminar de verla con claridad, parecía estar mezclándose junto a otro. De momento no era nada alarmante, pero, ella tenía la corazonada de que se esperaría algo más.

"No te preocupes, todo el mundo comete errores, si de verme antes no-"

"Si, si, bueno" Interrumpió a la cebra agitando las alas alterado "Estoy algo atareado, ¿Qué digo? ¿Algo? ¡Sumamente ocupado! Si me disculpan debo ir a... ¡Mi estudio!"

"Zephyr ¿qué pasa?" Preguntó Fluttershy.

Pero el pegaso se había marchado a una inusual velocidad para encerrarse luego de darle un portazo a la puerta y echarle seguro.

Extrañada, Fluttershy interponiéndose adelantó a Zecora haciendo una pequeña reverencia "De verdad lo siento, nunca ha actuado de esa manera antes"

"Déjalo así jovencita, estoy segura de que no fue su intención, si está queriendo irse tan rápido debe tener su razón" Argumentó Zecora.

"Oh, Zecora, lo siento tanto." Suspiró "Bueno, no gastaré más tiempo, volveré en seguida"

Fluttershy salió volando hacia la cocina en busca de lo que le faltaba en lo que Zecora tomaba asiento en el sofá de la sala. Arregló sus ropas y comprobó las compras que había hecho en el mercado del pueblo. No faltaba nada, con todo aquello podría hacer un pequeño parche para evaluar el daño que pudiera ocasionar el susodicho si llegase a tomar la iniciativa para hacer alguna obra malvada. Respiró profundo, y cerró los ojos. Todo se sentía muy tranquilo, no parecía haber rastros de alguna posible aparición de él, no había nada. Se extrañó. Sea como sea, Fluttershy tenía algo escondido, y si la posibilidad de que estuviera relacionada con Discord de la peor manera posible debía actuar como intermediario para evitar la transición. Volvió a ver las plantas.

Si algo llegase a salir mal o ella no quisiera colaborar, me temo que tendré que usar estas para hacerla hablar...

Y no quería llegar a tener que hacer eso.

Sintiendo que era observada, agudizó los sentidos en un profundo suspiro.

"Es una amable poni que tiene todo en vigila, puedo asumir que ustedes son su familia" Comentó volteando a ver los fantasmas junto a ella.

"¡Oh! Dios, querido... ¿Nos está hablando a nosotros?" Se apartó el poni femenino a punto de caérsele los lentes.

"N-No puede ser posible" La trató de tranquilizar, pero viendo que la cebra no dejaba de mirarlos, tragó saliva "¿O... tal vez sí? Usted... ¿Usted puede vernos, señora?"

"Soy una médium, de eso no hay duda. Soy Zecora y vengo a brindarles ayuda" Sonrió.

"¿Ayuda?" Dijeron al unísono mirándose entre ellos sin comprender. ¿Cuál era el problema si todo estaba muy tranquilo?

"Así es, ¿Luna les ha dado la solicitud para poder estar? Pero díganme, ¿no han notado nada fuera de lugar?"

"N-No..." Dijo él.

"Oh, claro solo este problema de atravesar las cosas... Aunque creo que eso no va al asunto ¿Verdad?" Rió ella. Estaba a punto de hablar sobre su hijo pero se detuvo negando con la cabeza. "Querida... Zecora, si eres una médium ¿Podrías ayudarnos con nuestros hijos?"

"Sabemos que solo vinimos a verlos, pero realmente nos gustaría poder hablarles"

"Oh, lo haría encantada" Zecora miró hacia los lados asegurándose de que ninguno de los dos ponis estuviera escuchando. Con un gesto para que se acercaran, les habló en voz baja "No tengo permitido manipular el papeleo de quien está al mando, pero puedo hacer un intercambio de bienes por un pequeño contrato"

La señora Shy se llevó los cascos delante de la nariz en sorpresa.

"Oh, descuide no tiene nada de qué temer, evitará que tengan problemas al regresar, tan solo tienen que vigilar que ninguno ser despreciable a su casa logre entrar. ¿Pueden entender?"

"C-Claro" Rió ella.

"Somos fantasmas, no creo que tengamos nada qué temer" Añadió él tratando de convencerse. La verdad es que la idea de hacer otros papeleos no le gustaba para nada.

"Quizás hasta resulte divertido" Le asintió.

"¡Ya estoy!" Dijo Fluttershy apareciendo de la cocina con un conejo sobre el lomo. "¿He tardado mucho? Es que Angel no suele comer la ensalada sin estos detalles, es algo mimado."

El conejo, apartó la cara al sentirse ofendido, cruzándose de brazos golpeteó el lomo con un pie sin hacerle daño a su dueña. Fluttershy solo rió al ver su amiguito con una expresión tan mimada.

Zecora sacudió el casco bajándose del sofá. "Para nada"

Fluttershy esperó a que Zecora saliera y dio un último vistazo hacia adentro.

"¿Huh?" Ladeó la cabeza confundida.

"¿Qué pasa, algo extraño?" Volteó desde el pórtico. "Parece que tus ojos se hicieron daño"

"¿Daño? Ouh."

Fluttershy se dio cuenta de que tenía los ojos vidriosos y probablemente a punto de llorar sin darse cuenta. Buscó entre sus cosas su pañuelo especial, pero no encontró nada. Angel se bajó del lomo y preocupado se metió en la cesta por pañuelos de papel.

"Oh, está bien, Ángel, déjalo así" Se limpió con la parte lisa del casco.

Angel, molesto volvió a subirse al lomo, ya había encontrado el pañuelo.

Zecora dio un paso hacia ella "¿Entonces?"

"Vi... Oh, es una tontería" rió. "Creí ver a mis padres"

* * *

"¿Qué hace ella aquí? De todas las marionetas que Luna podía enviar envió a la más pesada" Dijo Discord dando vueltas en el estudio.

"¡Déjame salir, tu, monstruo! ¡Ya verás cuando mi hermana se entere de esto!"

"¿Puedes callarte de una vez? Estoy tratando de hacer planes para quedarme con tu hermana y causar la mayor catástrofe de toda Ecuestria aquí" Proclamó con ironía "Ugh... Se te ocurrió revelarte justamente ahora ¿No? Mira, si te quedas quieto un rato, prometo que no raparé esta esponja de estambre que llevas por crin"

Un violento estremecimiento de su cuerpo, tiró a Zephyr al piso. Una sombra se disolvió desde la suya escurriéndose lejos de él. Esta tomó la forma del draconequus. El pegaso mareado por el intercambio forzado, agitó la cabeza con fuerza recobrando el sentido. Tan pronto realizó que estaba junto a un monstruo no reparó en gritar del susto.

Discord se levantó sin poder creer lo que había pasado, sí sabía que meterse en el cuerpo y controlar la mente de un idiota era complicado, no por nada pudo meter en problemas a Celestia con este truco. Pero aun así, este debía ser el poni con más cabeza dura que haya conocido jamás.

"¡F-Fluttershy!" Gritó Zephyr habiendo saliendo del trance del shock, corriendo hacia la puerta. "¡ESTE MOSNTRUO QUIERE-! ¡¡¡!!!"

Pero no fue capaz de acabar de pedir ayuda. La cola de Discord se había estirado como una cuerda, envolviendo al pegaso cayendo al piso. Los ojos del desesperado Zephyr miraron hacia arriba con terror para ver la enorme figura cortándole la luz del día. Y vio un solo diente chueco en una sonrisa forzada.

"Tu... Si no cooperas, no esperes a salir ileso, mi buen amigo" Le dijo Discord entre agudos siseos.

De un solo chasquido aparecieron en el ático, el cuerpo envuelto de Zephyr calló pesadamente sobre el sofá de su padre levantando polvo y telarañas secas. Una se le había encaramado, pero su miedo a esto pequeñas creaturas no era nada comparado con el de haber sido prácticamente secuestrado por ese monstruo.

Discord se cruzó de brazos mirándolo desde la otra esquina de la habitación.

"¿Ya estás contento?" Lo reprochó "Estamos gastando tiempo valioso en esta conversación para convencerte, de la cual no vas a aceptar ningún término, así que me ahorraré al menos tres párrafos y cinco diálogos, en los cuales yo te amenazaré, pensarás en tu poca oportunidad para huir y llamar por ayuda, pero yo te daré un monólogo absurdo del cual me soltarás algo como: ¡Le prometí a mi hermana y a mí mismo cambiar para bien! Y yo te aseguraré de que no hay manera de que puedas hacer nada, seguramente haré algo de magia, te volverás a negar y yo te daré un monólogo de villano donde te explicaré que usaré tu nueva mentalidad para controlarte de forma más fácil ¡Como este que te acabo de dar! Qué casualidad. Bueno, ya resumí todo lo que iba a pasar, así que... ¡Ta-Ta!"

Con un gesto de despedida, puso un dedo sobre la frente de Zephyr. Los colores del poni se comenzaron a opacar y su mirada a cambiar a una mucho más seria y poco amistosa.

"¡Bienvenido al mundo...! Eh... ¿Anti-Zephyr? Eso me recuerda a una serie de hadas que tenían todas, un lado obscuro, cuidaban a ponis desamparados con infancias terribles. Ya sabes. Esa. En fin. Dejémoslo solo en tu nombre" Se rascó la barbilla.

"Prefiero ser llamado por mi apellido" Dijo despeinándose el crin quedando liso y de aspecto pesado.

"Si, sí, sí."

Volviendo a ser una sombra y se metió en la de Zephyr. El cuerpo del pegaso decayó por un momento con debilidad. Y volvió a alzarse junto a la una carcajada de victoria de Discord.

"Ahora sí, es mucho más cómodo"

"Como sea..."

"Qué asco me das ahora, más que antes incluso, muchacho ¡Genial! No molestarás" Aplaudió con los cascos. "Ahora... bueno tu cuerpo parece no tener vida, Fluttershy lo va a notar... ¡Oh ya sé! ...Moda." Dijo este último con tono burlesco.

Tomó un trozo de tela, buscaba como amarrarlo, pero al no encontrar nada, abrió la boca. Una pata de león salió de esta y ató la crin por un costado. Movió un poco la mandíbula luego de devolver la pata a su lugar y se acercó a la foto familiar que había sobre el escritorio. Vio su reflejo.

"Oh, no está nada mal" Asintió. "Con este disfraz Fluttershy no notará la diferencia"

"Excepto por ti... Ya se preguntará en donde estás. Ella se preocupa por todo, también lo hará por ti, de seguro, no es que me importe"

"Ah..." Se aclaró la voz "Creo que ahora me agradas"

Un hilo de voces comenzaban a escucharse acercarse al ático. Discord casi entró en pánico al no poder usar sus poderes al tratar de tronar los dedos.

"Oh, vamos ¿Se te está pegando lo idiota?" Se golpeó con el casco en la cabeza.

Fingiendo recoger cosas, la pareja entró a la habitación atravesando la puerta. Discord los ignoró.

"Oh, mira cariño, ¿No se ve guapo nuestro hijo?" Dijo la señora Shy suspirando.

"Veo que tiene mucho por hacer, no era mentira" Rió él. "Oh, es una lástima que no podamos seguir viendo a ninguno de los dos, será una triste partida..."

"¿En serio no vamos a tomar la invitación de esa médium? Se veía muy convincente"

"No lo sé querida. Nuestro contrato decía que debemos irnos una vez que los hayamos visto por última vez, no podemos faltar. Ya sabes lo que pasa cuando manipulan las reglas. No traen nada bueno" Apuntó hacia las ventanas mostrando cómo el cielo se comenzaba a nublar.

"Hubiera sido algo... Tan..." Se cubrió el rostro.

"Oh, ya, ya, querida... Es lo correcto, es lo que debemos hacer, después de todo, eso significa que aún no hemos terminado de comprender que ya no estamos más aquí. No pertenecemos a este lugar..." Suspiró "Estoy seguro de que la señora Zecora lo entenderá"

Discord alzó una ceja poniendo atención.

"T-Tienes razón." Le dio un beso en la mejilla y ambos se encaminaron a la pared. "Esto... Esto no estaba sí antes ¿Verdad?"

"¿Dónde está la puerta?"

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Nota:
¡Lo siento por haber tardado tanto! No quedó tan largo como el resto, pero espero que los pequeños Doodles lo hayan compensado. Gracias por sus comentarios, me alegra mucho que les esté gustando, no saben cuanta motivación me trae que comenten y den su estrellita u///u
Los espero en el próximo capítulo!

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