Capítulo 14

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

- ¿Qué hiciste qué? - me dijo con un ceño fruncido adornando su cara.
- ¿Corrí a mi casa tras decirle que se joda? - respondí pendiente de su reacción. Un temblor recorrió toda mi espina dorsal.

Hubo un silencio de muerte en todo el lugar. Apenas había llegado al local pude sentir la mirada de mangle en mi cuello. Ni había pasado una hora y mi descanso había "misteriosamente" llegado temprano con el único propósito de ser bombardeado con preguntas sobre la cena de anoche. Estaba seguro de que Mangle se había enterado gracias a Joy, que quién sabe con qué tono de voz le dijo todo, y ahora mismo estaba enojada conmigo por ser tan tarado con la rubia.
En esos momentos me maldije por tener un grupo de amigos tan reducido; La información si que volaba rápido...

- Bon no puedes estar haciendo siempre lo mismo - dijo suspirando
- ¿A qué te refieres? - pregunté, haciéndome el desentendido.
- Siempre huyes bon, no finjas que no te das cuenta - respondió seria, mirándome tranquila - no necesitas hacerte daño otra vez...
- No No, no es como antes, puedes estar tranquila. - respondí, mirándola a los ojos - ¡Esta vez-!
- Bon, no me hagas pedírtelo- Me interrumpió
- Meg... - dije mirándola a los ojos. Pensé mil cosas en una fracción de segundo; mil cosas que no quería pensar.

Ella no podía estar pensando eso... Pero si lo estaba. Okey, golpe bajo, pero lo entendía. Aún así sentí mis ojos cristalizarse. Traté de recordarme que ya había llorado demasiado esa semana, así que respiré, y lo más sereno que pude, respondí - No me corté Mangle.

Mis ojos los clavé en los suyos. Azul y ámbar chocando por un segundo mientras subía rápidamente mi manga. Me toma el brazo con cuidado y me mira. Solo un par de marcas que había descuidado. Nada nuevo.

- Los dos son un desastre... No sabes lo preocupada que estaba - dijo soltando un suspiro. Una leve sonrisa se clavó en su cara. Estaba aliviada y podía notarlo; Instintivamente corría su flequillo a su oreja como siempre.

Me doy cuenta de que quiere decir algo más cuando se agarra el brazo, sin embargo me adelanto, y respondo a la oración que todavía está en su garganta.

- No le pediré perdón- Bajé mi blanca manga a su posición normal.
- Soy consciente que ella también estuvo mal...Es decir, no te lo dice así como así, pero ya la conocemos.

- "Trata, pero sigue siendo ingenua, e inconsciente"- repetí casi de memoria

No era nada nuevo. Nadie era perfecto, y todos nosotros teníamos asumidos nuestros errores.

La parte complicada era cambiarlos.

- Bon, ya sabes cómo es. Lo va a justificar por todo. TODO.

- Lo sé, no significa que no me irrite. ¿Pero acaso tú no lo odias?

- No es malo... pero sí que tiene sus cosas eh.
- si por cosas te refieres a racista, homófobo...

- ¡¿De verdad?! ¿Qué dijo? ¿No serán tus celos hablando...?

- ¡No no no! sabes que ya la supero, es solo que el de verdad que es una mierda.
- Dios que eres tonto - dijo con una sonrisa en leve en su cara - no hace falta "amarla" para ponerte protector. Igual, sí que admito que dudo que él la quiera tanto como ella.

- Es una tonta si no se da cuenta.

- Hey, no hables así. Te toca hacer las paces o te vas a arrepentir cuando se complique

- Pero no quiero. Ya te dije que estoy bien sin ella y no quiero pedirle perdón por algo que no hice.

- A ver, no digo que le ruegues perdón, pero aunque sea háblale. No es sano que solo... olvides todo.

Yo miré mi reloj, evadiendo siquiera pensarlo, viendo como se marcaban las 10:30. Era el fin de mi descanso.

Caminaba directo hacia mi casa, cansado tras el trabajo, y exhausto tras las inevitables conversaciones y las mil órdenes y corridas de mesa en mesa. Lo peor de todo es que hoy las propinas fueron una mierda, sin contar que seguro que rompí algún plato cuando los dejaba en el lavatorio.

Tome mis llaves. Pensé en él. En la noche anterior, y en todo lo que había hecho por mi. ¿Estaba mal pensar que había sido bastante adorable? Lo pensé al despertar. Realmente admiraba a Bonnie, y cómo no hacerlo tras todo lo que había hecho por mí

Una sonrisa de bobo se me escapó. Quizá podría limpiar un poco mi cajón, quitarle el polvo a mí púa...

Al segundo sentí una respiración abrupta detrás de mí.
- Hola Bon

Solté un gritito de sorpresa, volteandome y viéndolo tras de mí, con su guitarra en la mano y una linda sonrisa adornando su rostro

- ¡AH Bonnie! -dije recuperando el aliento, tartamudeando con las mejillas un poco rosadas por la sorpresa. - ¿Y la guitarra?
- Lecciones de música, ¿Recuerdas? - dijo mirándome entusiasmado - pronto podré dar clases.

Solté una pequeña sonrisa mientras veía la suya, animado de repente

- ¿Puedo? - pregunté dudoso
- ¡Siempre puedes! - respondió alegre

Me río un poco y dejó las llaves de lado. Bonnie recién volvía a su casa y ya me estaba invitando rápidamente a su departamento. Corríamos por las escaleras hasta quedarnos sin aliento.

Las cuerdas corrían mientras un suave viento mecía mi cabello, en nuestra novena, o décima canción, no lo recordaba ya, y poco me importaba entonces. En la quinta o cuarta dejamos de preguntar que íbamos a tocar. Se volvió más un juego para adivinar, aportar, seguir y repetir hasta cansarnos.

Teníamos solo un paquete de galletitas en toda la casa. Bonnie se había quedado corto incluso hasta en gomitas. ¿Se acercaba acaso el fin del mes? Le doy un sorbo a mi vaso.

Mis manos se deslizaban. Mis dedos caminando por los trastes, mi mano izquierda marcando un compás suave.

Al principio la melodía no era clara; el ritmo solo fluía, pero mi mente no se aclaraba. Bonnie tomó la iniciativa, marcando un ritmo más rápido, dejando pausas claras. Sentí un primer verso pasar, dándome tiempo.

"Royals". No era un gran fan, no voy a negarlo, pero Bonnie lo había mencionado y la curiosidad me ganó un poquito y la escuché un par de veces... no muchas, quizá unas... ¿10?


- But every song's like gold teeth, Grey Goose, trippin' in the bathroom - cantó de repente, quitándome de un transe, invitandome sin palabras a seguir
- Bloodstains, ball gowns, trashin' the hotel room
- We don't care, we're driving Cadillacs in our dreams - cantamos a juego, despacio, sin el tempo real de la original.
- But everybody's like Cristal, Maybach, diamonds on your timepiece - marcó, clavando su mirada
- Jet planes, islands, tigers on a gold leash - le miré
- We don't care, we aren't caught up in your love aff - dijo con su toque de personalidad, yo abriendo, marcando un paso.

- And we'll never be royals - dije más alto, mis palabras ahora más emocionadas. Era exaltante, tranquilo, y todo lo que está en el medio. Mis ojos cerrados escuchando su voz detrás. - It don't run in our blood. That kind of lux just ain't for us. We crave a different kind of buzz - dije cortandome, viendo que él aún me miraba. - Let me be your ruler, you can call me Queen B - dije más bajo - And baby I'll rule - dije poniéndome rojo, dejando suavemente de tocar. ¿El momento había terminado? ¡Y yo sin darme cuenta! dios...- Let me live that fantasy... - mi voz se quebró un poco. Qué vergüenza daba seguir...

Nos quedamos callados unos segundos, no teníamos muchas ganas de seguir tocando, y por mi parte todavía tenía la cara un poco colorada.

Caía perdido en su mirada, quizás sin decir nada más de lo que se considere normal, sintiendo que mi pulso se elevaba, contrario al sol, que poco a poco caía, dando paso a una noche clara junto a las primeras estrellas de la tarde.

De pronto una voz rompió el silencio - Me gusta esa canción. - entonces se acostó, dejando la guitarra a un lado, mirando el cielo sobre si. - Es divertido tocar juntos, ¿No lo crees?

Asentí y me tiré al piso, un poco colorado, volteandome para no verlo. Un segundo de silencio pasó. No sabía qué preguntarle, pero sabía que quería preguntar algo.

- Bonnie - le llamé, girando mi cabeza para verlo. El se volteó, devolviéndome la mirada - ¿crees que es posible contar las estrellas?
- Sí, definitivamente - respondió sin dudar, observando a la estrella de la tarde.

Yo lo miré extrañado, dudando incluso de lo que respondería - Pero son... muchísimas. - remarqué como si no supiese algo tan obvio. Bonnie no tenía 5 años - es imposible contarlas todas... - dije tratando de marcar mi punto.
- No dije que lo lograras - dijo mientras soltó una leve risa - O por lo menos no todas- Miró al cielo pensativo, me miró, y continuó- ¿Pero quién sabe? Creo que aunque sea, siempre puedes intentarlo.

Le miré unos segundos mientras él regresaba su mirada al cielo, porque no podía dejar de sorprenderme con aquel muchacho de piel de porcelana, y no podía dejar de pensar, mientras el viento mecía su cabello, que antes de rendirme y caer ante mí frustración con las estrellas, podía aunque sea intentar una vez más antes de decidir que era realmente imposible.


------------

Hola! Jazzy al habla!

Pues voy a decir algo rápido: No me maten por lo que se viene

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro