Capítulo 20

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Me desperté con un dolor infernal en en cuello y la espalda, y una extraña luz filtrada por una pequeña rendija en lo alto, dando directamente en mi cara.
La habitación estaba oscura. La bombilla de bajo consumo amarillenta se había quemado y sentía una masa pastosa en mis manos.

Abrí y cerré los ojos a un ritmo perezoso, viendo a la pequeña habitación como una extraña.
Se sentía tan devastador como ver un boliche de día. Sentí que aquel cuarto era un total desconocido y que los mejores momentos se habían terminado: te dabas cuenta que para ese punto ya no habrían más luces escandilantes de colores, vasos llenos y pasos torpes bajo una música ensordecedora. Ahora solo era una habitación sucia, con una pobre memoria de lo que fue un tiempo maravilloso, muchas manchas que quitar, y cosas que arreglar.

Pensé aún dormido que ese baño y yo teníamos más similitudes de las que sospechaba.

Vi a mi costado y vi aquel jabón, ahora algo derrochado por el agua y el calor, y manchado por la pelusa de la secadora. Tendría que comprarle otro jabón. Vi la puerta cerrada y con pocos ánimos la abrí.

Fui a mi habitación, encontrándome con la ventana sin vida, y las secuelas de la noche anterior. Cancele mis pobres alarmas perdidas, y observe la ventana aún abierta, empapada, y casi sin vida.

Entonces fui al living, y me arropé con aquella endemoniada manta, y solo me senté.
No tenía idea de qué hacer.

No había nada que hacer ahora.

Estaba seguro que Bonnie me odiaba, y no había que ser ningún científico para saberlo a ciencia cierta.

Revisé la hora: "13:36"
Iba a ser un día largo.

Durante 3 días, permanecí en mi casa.

Esperaba a tal vez encontrarme a Bonnie en la calle, una parada, tal vez encontrar sus llaves olvidadas, pérdidas, como tantas otras veces.

Tras esos 3 días, me quedé en la casa de Meg.

Comenzó mi estadía solo como una tarde para sentarnos Joy y yo y seriamente hablar de lo que había pasado. Recordamos nuestros momentos en la secundaria, hablamos sobre lo que habíamos sentido,  y nuestras circunstancias particulares, y tras un par de lágrimas y abrazos, acordamos que ya no quedaba más para conversar.

Ella no había sabido cómo lidiar con mis sentimientos hacia ella, y no quería aprovecharse de mi o mentirme considerando lo que estaba pasando con mi padre. Yo por otro lado, la usé como fantasía, como escapatoria. Si bien nos amábamos, ninguno se sentía atraído por el otro, y el rencor que podíamos tener los unos a los otros y con nosotros mismos, era algo que siempre podíamos atravesar juntos.

Me comentó entonces lo que había pasado con Fred tras nuestra pelea. Yo le relate lo que había pasado con Bonnie, y todo lo que había vivido con él hasta ese día de la lluvia, que ahora, en esta casa, le decíamos "El trágico". Tras eso, me quede a comer, lo que se volvió un quedarse a dormir, lo que se volvió dos días enteros de estadía.

Estar juntos había sido una buena decisión, tal vez la única que había tomado después de "El Trágico". Pasábamos los malos momentos juntos, como antes, y podíamos olvidarnos de lo malo cuando ya no queríamos pensar más en ello. Y sobre todo, ni Joy ni yo teníamos que mantenernos solos, porque todos en ese lugar sabían que solos en esos momentos, hubiesemos vivido de latas de durazno y café. Nada más.
Con Meg y sus hermanos ahí, los tres capacitados en cocina de algún tipo, comíamos bien y estábamos seguros de que iríamos a trabajar. Meg se aseguraba de la última parte.

Por su parte, Joy se había quedado en la casa de Meg desde hace casi una semana. Para ser exactos, 5 días. según la albina, Joy pasaba por la segunda etapa de las 5 etapas de un rompimiento: Rabía por despecho.

Por mi parte, yo había pasado todo mi tiempo pensando en Bonnie, lo que según ella significaba que aún estaba trabado en la etapa 1, lo cual era estar bastante confundido para aceptarlo. Cuándo me lo dijo pensé si acaso necesitaba estar en una relación para estar "En una etapa de rompimiento", o sí así de extraña era la vida. Meg me aseguro que era la segunda. Ahora me encontraba con una chaqueta encima, una capucha baja, y una lata.

Hace dos días no le mandaba mensajes a Bonnie, y hace uno, Joy había ido a la casa que compartía Fred para armar sus maletas. Eso para nosotros, significaba que estábamos mínimamente en la etapa 4; La aceptación, en nuestro camino al 5, la amada superación, y aunque el hecho de que ninguno de los dos haya trabajado en ninguna tarea o trabajo de la universidad en todo este tiempo, o haya siquiera asistido de forma consistente, y que yo todavía tampoco perdiera  la esperanza de verlo en su ventana todos los días, y que ella todavía llorara cada vez que algo lo veía en los anuncios y publicidades modelando, podía sonar sospechoso, JURABAMOS haberlo aceptado. Joy anuncio eso mismo con total seguridad esa noche de jueves, cuando ambos, resignados, nos reunimos en la casa de Meg cuando Foxy y spring se habían ido a trabajar. La rubia puso una mano en su pecho y el corazón en la mesa y comenzó a predicar.

- Yo está, me cansé de lamentarme - Dijo con frustración moviéndose un pelo rubio del hombro. - ¡Mañana mismo vuelvo a mi casa, y hecho a ese desgraciado de ahí! ¡¿Por qué tengo que ser yo la que se fué cuando él fué el que me cagó?!
- ¡Sí! - afirmé con alegría, levantando mi lata en una clara señal - ¿Quién necesita el amor? ¡Yo no!
- ¡Ese bastardo va a pagar todo lo que hizo a Joy! - Gritó Meg, moviendo su lata mientras se apoyaba más cómodamente en aquel sillón bordó desgastado, siguiéndonos el juego.
- ¡Vamos! - afirmamos nosotros, levantando todos las latas
- ¿Bonnie no quiere confiar en mí? - dije moviendo las manos - ¡Pues ya vendrá a pedirme perdón!
- ¡Sí! - afirmaron ellas a unísono, levantando sus latas
- ¡Por nosotros! ¡Porque somos fuertes e independientes! - afirmó Joy, poniendo su mano en forma de jarra, apoyándola en su cintura, levantando la otra lata
- ¡Por nosotros! - respondimos en un alegre brindis.

Pero las copas no mienten, y tras unas horas, estábamos perdidos.

- ¡Me engaño con una zorra cualquiera! - gritó enfadada - ¡En nuestro aniversario! - lloró echada en el sillón, arrastrando las palabras
- ¡Todo es mi culpa! y yo... ¡yo lo extraño tanto! - grité abrazando algo

Meg seguía entonces sentada en el sillón, con su segunda lata en la mano, aún sin terminar.

- Ya, tranquilos. - dijo - Cálmense de una vez. - agregó.

Ambos seguíamos llorando, diciendo incoherencias que entonces tomé como palabras con un sentido perfecto mientras mis lágrimas le lavaban todo significado

- Claramente siguen en la segunda etapa; Negación. - dijo cansada de tener que lidiar con dos borrachos en plena tarde de un jueves.

Estuvimos así un rato, pasando la tarde entre llantos y coronas.

- ¿Lo amabas no? - Preguntó Joy. - ¡Jamás pensé que terminarías con el por mi! - aclaró arrastrando las sílabas  - Desearia no haberte pasado mi maldición.
- ¡No! - dije apoyando de forma ruda la lata en la mesa - ¡No quiero tu pena! En esto me meti solito - hablé
- ¿Y qué... qué había pasado? - cuestionó perdida
- ¡Piensa que soy hetero pero la verdad es que por el  soy muy gay!
- Fui una ¡estúpida! - grito repentinamente - ¿Pero sabes que? tu tienes que hacerle algo lindo, tu tienes esperanza - dijo cayendose a la mesa - Porque eres mi mejor amigo ¡Te amo tanto mejorsito!
- Yo... ¡Yo te amo como mejor amiga! - grité - Me alegra jamás haberla visto desnuda, ¿sabes? - dije susurrandole a Meg - Sino esto seria incomodo para todos.
- ¡Mejorsito Bonito! - gritó abrazandome
- La próxima no les voy a traer cerveza... 

----------------------------------

¡Hola! Jazzy al habla
Espero que les haya gustado el capítulo; sé que es corto pero tranquilos, mañana voy a publicar el capítulo de en serio que tenía planeado publicar.
Comentemos algo sobre nuestros borrachitos; Bon es el borracho triste y Joy la bipolar xD

Tengan una linda noche/tarde/lo que sea que sea cuando lean esto xD
Later! 🙋💜

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro