Capítulo 23

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

El aroma del café inundó mis fosas nasales; un aroma exquisito que no podía disfrutar, una gripe de 37° grados en pleno invierno y solo un mal pijama encima.

El café ya estaba listo, no sabía si yo lo estaba.

Tomé la taza blanca, antes con chocolate.

Fui a mi habitación de sábanas blancas, antes con compañía.

No sabía bien qué sentir en estos momentos, y casi por falta de opciones me quedaba con una sensación extraña rondando por mi ser, casi como si fuese un extraño en mi propia piel.

Tampoco sabía bien que quería, pero podía suponerlo por las vueltas que daba mi estómago cada vez que el aroma al shampoo de bonnie se sentía en mi almohada.
Cuando eso pasaba mi mente se aclaraba. Solo quería abrazarlo, besarlo, fantasear con él como lo había hecho mil veces y poder peinar su pelo.

Ya la había cagado bastante.
Y dios Bonnie; ¿Desde cuando con solo una visita tuya el progreso de una semana se me iba por el caño? Pero tras un ibuprofeno, mi cabeza se sentía mejor, y volvía a ser un ser pensante. Me daba cuenta que nuestro encuentro anoche probablemente no fue nada más que un vecino ayudando a su vecino borracho a llegar a casa sin morirse, y me daba cuenta que mi cobardía esta mañana estaba infundada. Me siento un tonto por no pensarlo de  forma más lógica, por temer tanto decepcionar a los que quiero, que al final, lo único que logro es hacerme miserable. Es decir, hablando de forma realista, ¿Qué era lo peor que podría haber pasado? Pensalo era horrible, pero la respuesta tal vez era similar a mi actual situación: Bonnie no estaba junto a mí.

No quería huir, quería hablarte y volver a lo que éramos. Deseaba sentir la tranquilidad de estar con él y que su contacto vuelva a ser lo que más espero a lo largo del día.

Sin embargo, Bonnie no estaba en casa.
según sus horarios probablemente te habías ido a la uni o a tus clases de música, sinceramente ya ni recordaba el día de la semana.
Con esta gripe tampoco había mucho que pudiese hacer sin sentirme un muerto.
Así que solo me senté en la cama y me puse a pensar en tí mientras el café se enfriaba en mi mesada, ansioso de que llegaras.


Me desperté a las 17:34 de la tarde. Bonnie aún no llegaba. Mi café, sin tocar, se encontraba aún en mi escritorio.

Estaba sumamente confundido, el ibuprofeno había totalmente perdido su efecto, y mi cabeza volvía a arder.

Pero sabía que Bonnie aún no llegaba. O eso aparentaba su casa con sus luces apagadas y su atroz silencio.

Quería algo que me despertara, pero cuándo la idea de prepararme un café como solía hacer pasó por mi cabeza, ya no sonaba tan apetitosa. Quería un té, o aún mejor: un chocolate caliente.

Quería algo que me animara, y francamente, algo que me recordara a él. Quería repetir esa mañana, pero no se podía.
Tendría que luchar para dejar de sentir un fantasma en la habitación.

Sabía que tal vez no debería salir si estoy enfermo, pero ya convencido de que necesitaba chocolate, no pude evitar darme una vuelta para comprarlo.
En el camino, me preparé mentalmente. No solo compre suficiente para hacerme a mí un chocolate caliente, sino para hacer una taza extra. Esperaba que eso compensara por cualquier falta de flores, y así, llegué a mi casa.
18:10
Esperaba que Bonnie llegaría pronto.

Lo que no esperaba, era ver aquella familiar nuca pelimorada. Una coleta deshecha que extrañaba.
Unos hermosos ojos rubíes, enmarcados por lentes cómicamente grandes.

Si alguna vez alguien me hubiera dicho hace 2 años que estaría corriendo, ibuprofeno hasta la nuca por las escaleras de mi departamento, me habría reído en su cara.
Tal vez, si me lo hubieran dicho eso hace dos semanas, lo creería.
Ahora, sin aliento en la puerta de mi departamento, me parecía la opción más lógica.

Pase por mi pasillo de entrada, mi living, y mi misma habitación como si se tratase de una pista de carreras. En definitiva, todo segundo contaba

Porque ahí estaba.

Casi como si todo estuviese planeado por un ser retorcido, aquel tan conocido Dios allá arriba que amaba verme sufrir, le volví a ver.

Bonnie, en su lugar de siempre  frente a su balcón; escuchaba música con los auriculares puestos. Sabía que debía estar alta. Preparaba una tela plástica, moviéndose cotidianamente. Usaba su buzo verde, y un delantal de jean cubierto en arcilla.

-¡Bonnie! -grite. Mi garganta se sentía rasposa, y mis gritos sonaban forzados.

-¡Bonnie! - volví a gritar, esperando que esta vez, me escucharas.

Insulte mi suerte sin pensarlo dos veces cuando note que mis gritos ni serían lo suficiente para que me escuchara
¿Qué hacía ahora para llamar tu atención?

Pensé en esperar a que me vieras. En abrir la ventana y gritar hasta que me escucharas, y en simplemente tirarte lápices y gritarte el resto, pero todas las opciones que eran medianamente buenas involucraban mucho poder en mi garganta que sabía que no tenía el día de hoy.

Fue en ese momento cuando una hoja en mi escritorio me gritó una idea, y sin pensarlo ejecute su plan.

Uno tras otro los tire, tratando de que al menos uno llegase a donde estabas.
Logré que más de 10 aviones de papel cayesen en tu suelo, y solo uno de ellos logró llamar tu atención cuando chocó contra tu ventana y ya sea el ruido o la suerte, me miraste. Abriste la puerta de tu balcón, y los examinaste atentamente.
Mientras, me preparé, poniéndome en posición, ansioso de hablarte y muerto de miedo de hacerlo.

Me miraste confuso, y ya sea la distancia que nos separaba, el ibuprofeno, o un incremento de tus capacidades actorales, no pude leer tu rostro más allá de eso.
Diste un paso en el balcón, abriendo tu boca a la vez que una gran bocanada de viento te rozaba la piel.

- ¿Bon?
- Hola - Cargaba una sonrisa nerviosa en mi cara y no podía pensar en ninguna otra oración coherente. ¿Era normal quedarme sin palabras al mirarte?
- ¿No estás borracho esta vez verdad? -
- ¿Ibuprofenado hasta las venas? sí, pero borracho juro que no - dije, intentando reconocer si lo que dijiste era sarcasmo, o genuino. Concluí que en este caso, era un poco de ambos.

Su risa fue suave pero audible, una brisa tocaba suavemente su cabello y su piel pálida adquiere un sonrojo con cada oleada de viento frío. Entonces todo se sintió relativamente normal

-"Empiezo a sospechar que ignoraste mi otro mensajes" - leíste en voz alta - ¿Hay más en los otros? - preguntaste incrédulo, y ví tras mucho tiempo, alegría en tus ojos.

Asentí.

Se formó una media sonrisa en tu boca que extrañaba, y cuándo tomaste uno al azar, mi corazón decidió irse a Paraguay.

-"Perdóname" - leyó. Vi que tu sonrisa se desvaneció. Tus lentes se empañaron, y sentí que se me negaba el acceso a tu alma.

Aún así, podía permitir que la causa por la que estaba aquí se deshiciera en mis manos otra vez, así que, descorazonado, hablé

- Perdóname Bonnie.

Te detuviste por completo y giraste tu cabeza completamente hacia mi, enfrentandome.

Mi garganta se sentía seca, pero continúe.

- Yo... Me comporté muy mal entonces, fui un cobarde como siempre - hice una pausa, buscando las palabras - Dije cosas horribles, y me siento terrible por no pensar en lo que tú-
- Bon - tus palabras cortaron hasta el aire, miraste a tu izquierda, hasta  que volviste a hablar.- No tienes que disculparte tú no hiciste nada mal... Yo fui el responsable de esto. - te quitaste los lentes, y me miraste otra vez -Fui inmaduro, infantil, no sé que me paso, tirando toda esa mierda insegura de que no me amabas… No sé ni qué estaba pensando - dijiste poniendo tus manos en tu cara, avergonzado, dolido
- ¡Hey no! Bonnie, mírame - Lamentaba no estar a tu lado, pero pensé que tal vez eso podría solucionarse. - Bonnie, muévete un poco
- ¿Por qué? - dijiste dando un paso dentro de tu casa. Yo solo me preparé - ¿Bon que vas a-? - no seguiste con tus palabras, sino que vi como una onda de pánico te invadío mientras saltaba a tu balcón.

Fue todo muy rápido, todo muy estupido e impulsivo

Por un segundo, pensé que me moriría, hasta que en el siguiente mis manos se aferraron a la baranda y mis pies se apoyaron en el suelo de concreto. Entonces me moví hacia dentro, agradeciendo al cielo no haberme roto nada con la caída.

- Estas loco - dijiste mientras me ayudabas a recomponerme - ¡Pero sí que fue impresionante!
- Lo dice el que hizo lo mismo pero trepo una ventana - respondí acercándome, tomando tu mano
- No creí que lo harías, eso es lo impresionante.
- ¿Que puedo decir? Fue una estupidez adulta.
Una risa escapó de tus labios y mi corazón regresó de Paraguay y dió un vuelco. Una sonrisa se me escapó inevitablemente mientras ponias una mano en tu boca en un intento de parar.

Unas ganas increíbles de abrazarte me invadieron.

- Bonnie... - solté
- ¿Qué? - preguntaste
- No tienes que pedirme perdón
- Bon… Yo me equivoqué... Fui todo un hijo de puta.

- Todos cometemos errores - tomé tu mano, y no opusiste resistencia - Entonces todos somos hijos de putas.

Tu risa fue brillante

-¿Todavía lo recuerdas?
- Claro que sí, ¡No pasó ni un mes desde la última vez que lo dijimos! - reí - Además, esta semana tuve mucho tiempo libre para pensar en ti.

Me miraste, y con una sonrisa en tus labios, te veías más bonito.

- ¿Quieres saber que me dijiste borracho? - Lo decías con un aire de grandeza, y sabía que no era nada bueni
- Dios Bonnie ten compasión - rogué poniendo mis manos en mi cabeza
- "¡Bonnie diji dibuenorti il dificil y imimi"
- Oh dios... - dije con una pequeña sonrisa muriendo de vergüenza - Espera, hay algo que quiero preguntarte
- ¿Qué?
- ¿Por qué estabas… ya sabes, en mi cama...? - dije poniéndome rojo como tomate
- No hicimos nada si eso piensas - soltaste - aunque sí que fue super dificil hacer que te pongas el pijama solo. Al final me obligaste a dormir a tu lado.
- Ay dios… ¡Perdóname! - Decir que quería morir era poco - ¿Dije cosas estupidas verdad?
- No tanto - dijiste con una sonrisa y un pequeño rubor
- Me ocultas algo… - me sentía curioso, parecía que no estabas revelando toda la verdad, pero no sabía si era por mi propio bien- ¿Quiero saberlo?
-No. - Respondiste, pausaste pensativo, y continuaste- No creo que ahora sea el momento - reiste

Mis manos seguían en las tuyas, jamás nos habíamos separado.

-Bonnie…
- Bon…
- Te extraño.

Sentía que estaba dando un maratón, pero eso ya lo sabías. Apretaste mis manos, sobre las tuyas, y hablaste

-Yo también

Te miré a los ojos, y tras unos segundos de mirar nuestras manos unidas, devolviste mi mirada

-Te amo Bonnie. - solté

Recuerdo tu cara al decirme tu respuesta, y no creo poder olvidar jamás lo que sentí al ver tus ojos en ese momento. Tus rubiés brillando aún más cuándo los último rayos de sol chocaron contra tus lentes

-Lo sé - dijiste seguro - Yo también

Tus ojos brillaron más intensamente, pero tal vez era por las ligeras lágrimas que corrían por mis propios ojos.

Te reíste, y con tu mano quitaste mis lágrimas

Y allí fue cuando confirme que amarte era tan bueno... Vaya que amarte era hermoso.

-Te amo Bon - Repetiste

-Lo sé - nos reímos suavemente, y a tu mano, ahora acariciando levemente mi mejilla, se le sumó la mía. - Yo también.

Lentamente te acercaste, y nuestros labios se juntaron, y se sintió como la primera vez.

El beso fue suave y rápido, más un pico que algo verdaderamente apasionado, pero se sintió dulce y lindo

- Espero que esto signifique que somos buenos estúpidos - dije una vez nos separamos
- Esperaba que dijeras novios, pero lo otro también funciona

Un rojo se extendió por mi cara como una plaga.

- ¿Y eso de seguir igual? ¿Y eso de no cambiar hasta estar seguros?
- ¡Bon! ¡Acabamos de tener un hermoso momento star wars en el que confesamos nuestro amor! ¡A la hoguera a eso!

Una sonrisa se extendió por mi rostro, y esta vez fui yo el que no pudo evitar besarte

Sentía que quizá no era una reconciliación de película. No era perfecta, y no había perfectas resoluciones a todos nuestros problemas. Pero en ese momento con tus labios fríos con sabor dulce, y los míos que te darían gripe; yo no quería nada que fuese perfecto.

Quería a mi vecino y novio con pelo morado y tendencia a tirar sus llaves.

Fin


---------- ----------- -----------
¡Hola! Jazzy al habla!

Desde ya les pido perdón por la ausencia, con falta de tiempo y un bloqueo enorme no saben las veces que borré este capítulo, pero como dijo bon, no tiene que ser perfecto.

Jazzy del futuro les dice: finalmente termine con la edición y cambié litersl todo este capítulo, que? FELICIDADES FAMILIA! YA NO MAS ACTUALIZACIONES, si bien no esta perfecto, como dijeron Jazzy pasada y Bon, no tiene que serlo.
Sepan que los amo a todos y con suerte, nos leeremos pronto en los agradecimientos y noticias para entender todo este rollo

Later! 🙋💜

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro