Capítulo 7

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

(recomiendo escuchar multimedia)

Me quedé pensando en lo del sábado por relativamente mucho tiempo, pero a pesar de haberme sentido exponencialmente distinto, todo seguía igual.
No había nada que me confirmara que ese chico era "mi amigo", porque en definitiva habíamos hablado una sola vez, y había sido puramente casualidad, por lo que daba igual cuál fuera mi reacción, él solo era un vecino.
Solo un vecino.
¿Pero entonces por qué me importaba? No lo sabía, y no sabía si quería saberlo, lo que sí sabía es que no saberlo me molestaba, así que deje de pensar en él. Dejo de pensar en prácticamente todo porque cada que pienso me confundo más.

Mi clase se alargaba, y si era sincero odiaba matemática. Me importaban tan poco los infinitos y las fórmulas...
Sin embargo tenía que pasar por todo esto un par de años más. Tenía que dejar de actuar como si esto fuese un castigo y pensar que esto era camino hacia ese futuro feliz y alejado de problemas que quería. Tenía que dejar de mirar esto como algo malo, porque seguramente si intentaba verlo como algo bueno, eventualmente podría tolerarlo.

El timbre se escuchó repentinamente en el aula, mi profesora se retira algo apurada y yo pretendo estar muy interesado en mi celular mientras la canción del momento se repite en mi cabeza. Salgo como siempre a la cafetería hasta que veo una cabellera rubia muy conocida, y vuelvo a pensar en cosas coherentes
voy, queriendo abrazarla, poder tener algo de confort, solo para arrepentirme en el camino cuando lo veo irse.
Un beso en la mejilla, un beso robado en la boca, y su paso arrogante a su próxima clase.

Veo flores en sus manos, y esos ojos junto a esa sonrisa que eran tan frágiles, y me arrepiento automáticamente de desear que matemática terminara

- No te creerás lo que hizo Fred hoy

Abrí la puerta con pesadez, queriendo morirme en aquel instante, recordando lo que paso hoy.

"Pirqui is sipir lindi"
"Pirqui is sipir dilci"
"Pirqui il mi triji fliris"

Estúpido, simplemente él era un estúpido.
Pero al fin y al cabo un estúpido que era modelo, machito y "tan atento". Qué estúpido aquel "Hombre" que hacía que Joy se la pasara hablando de él como si nada más importase...
Era un maldito imbecil que provocaba la sonrisa dulce de Joy, y que tenía total poder de romperla cuando quisiera.

No podía contenerme e insulto en alto en todo idioma que conocía - ¡Hijo de su puta madre! - digo dejando la mochila a un lado - Tú estúpido egoísta imbécil. ¡Mierda! - Grito cayéndome al suelo.

Lagrimas traviesas caían por mis mejillas mientras seguía vociferando barbaridades en una voz más baja.

- Como te odio...

Y realmente lo hacía, pero no podía evitarlo; se sentía malditamente mal.
Era el novio de Joy, tenía una vida prácticamente perfecta... sin preocupaciones, sin dudas, sin problemas y con una arrogancia que ojalá que le costara un riñon
Y supongo que eso le gustaba a Joy, creo que por eso le gustaba a todo el mundo. A Meg le caía bien, mientras yo era el único raro que detestaba a ese estereotipo de "hombrecito perfectito".
Ese estúpido narcisista.

De a poco, me levanto, y voy a la cocina.
Prendo la pava y me lavo la cara, sintiéndome en paz por un momento.

Joy estaba feliz, Joy estaba bien, y no había nada de qué preocuparse, nada por lo que hacer nada.

Me recuerdo que no tendría que haber llorado por esto... supongo que Fred no lo haría ¿verdad? Ese...
veo el vapor del agua caliente, y tomo una taza blanca. Tomó la bolsa transparente, volcando café desmedidamente en la tasa, y entonces recuerdo a una tarde más tranquila; recuerdo a aquel chico.

Pronto, como si fuese un acto de reflejo, me dirijo a mi habitación. Y una ligera melodía comienza a inundar mi mente con cada paso que doy.
La guitarra daba calmados pasos entre melancólicas y suaves notas.

Tomé mi cortina y la arrastré un poco. Abrí la mitad de mi ventana, dejándome caer en el marco
Lo escuché tocar para sí mismo, tan solo un minuto más, hasta que se dio cuenta de mi presencia.

- Usualmente llegas más tarde - dijo tocando las cuerdas suavemente, sin detenerse en la canción.
- Usualmente, hoy salte mis clases de la tarde...
- Ya veo...- dijo siguiendo el ritmo.

Una melodía nos acompañó durante un silencio, hasta que palabras se escaparon de mis labios, extrañando esa cercanía con la melodía que ahora tomaba un ritmo más potente

- Time can bring you down... - comencé a cantar.- time can bend your knees
Time can break your heart,
have you begging please, begging please

Sentí como había pasión encerrada en sus cuerdas. La melodía se volvía completamente suya, y todo me resultaba muy familiar que no podía evitar pensar en los viejos tiempos.
La música me inundaba, e inconscientemente, seguí cantando sin pensarlo

- Beyond the door there's peace I'm sure
And I know there'll be no more tears in heaven

La música se detuvo después de eso, de forma lo suficientemente repentina como para dejarme confundido.

- ¿Tocas? - preguntó suavemente

- Lo hacía. -respondí jugando con la manga de mi buso

Jugó con las cuerdas unos segundos, y sin parar ni un segundo su rasgueo siguió hablando

- Cantas muy bien
- Tears in Heaven; imposible resistirme

Detuvo su jugueteo, y pensó un rato, luego me miró directo a los ojos y tomó la guitarra con una mano

- ¿Quieres tocar? -Preguntó suavemente
- Me encantaría. -Respondí.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro