"Bip bip!"
Escuché por enésima vez en el día.

Era la primera vez en la vida que tenía que silenciar el teléfono para poder ir en paz a una clase, más que nada sabiendo que los miércoles tengo los profesores más pesados y perseguidos de toda la semana. Si Profesora Espósito, me refiero a tí. Si no fuese porque ayudo a Meg a la mañana jamás se me hubiese ocurrido tomar las clases del mediodía.

¿Que haces héroe? 😄 -leí

Algo no me gustaba.

Bonnie, te dije que dejaras de mensajearme tan temprano, sabes que estoy en clases a esta hora, somos vecinos.
y tampoco me llames héroe, se siente raro...

Okey, Y como te llamo entonces?

Me quedé pensando un segundo, Bah, que era tan difícil, la respuesta era más que obvia.

Solo llámame Bon.

Honestamente esperaba un mejor nickname! pero como digas
Que hacías Bon?

Te mensajeo

Que hacías ANTES

Comía en la cafetería, Tú?

Ordené la ante-última caja!

Una sonrisa se me salió al solo notar la emoción absurda en ese mensaje, ¿por qué tanta emoción?

No te mudaste hace como dos semanas?

Si...?

No deberías tener todo ordenado a estas alturas?

Énfasis en el "Debería" Bon, no porque deba significa que lo hice.
Además, El camión se retraso una semana 😢😤 Encima de eso, soy lento para organizarme.
El mundo está en mi contraaa

Bueno eso lo medio explica

Mira tengo una idea, Por qué no vienes a ayudarme con la mudanza hoy? Al fin y al cabo somos vecinoooos
Solo queda la caja de los instrumentos y sé que quieres ver a Red.R!

- ¡Bon! ¿Escuchaste lo que te dije?
- Si, claro joy - dije rápidamente, dejando el celular boca abajo sobre la mesa a una velocidad increíble
- Ajá, ¿Y de que te hablé? - Preguntó acusadora

Mierda.

- ¿De lo genial que es Fred y lo que hizo hoy? - dije con un tono de duda enorme y una sonrisa igualmente falsa
- Bueno, no dije justamente genial pero ¿No crees que lo es?

Por un segundo me sentí aliviado mientras asentí vagamente, pensando en no pensar en él.
Mierda, pensé en el.
Es así como tomé el celular otra vez, mirando el último mensaje

Mira tengo una idea, Por qué no vienes a ayudarme con la mudanza hoy?
Solo queda la caja de los instrumentos y sé que quieres ver a Red.R!

Y respondí

Claro, Por qué no?

Miré el interior de la casa casi como si todo fuese solo un cuento, como si todo lo que veía fuese relatado con palabras bonitas en una impresiva historia de Borges
Un cuarto amplio y novedoso, con las paredes necesitadas de una pintada, todas de color manteca viejo, algunas zonas rajadas, otras con restos de grafiteadas. Muñoz y sus cosas supongo.
Las mesas de centro de un vidrio aún cubierto por plástico, y un sillón aguamarina con cojines verdes cubierto por un plástico similar al de la mesa

-Todo está así... así que perdón desde ahora...

La cocina, separada con una barra recientemente instalada de una madera de un tono claro pura y claramente barnizada con un tono más cálido, algo sucia con polvo.
Habían bibliotecas enteras, un televisor, muchos álbumes y un un tocadiscos, todos en cajas, protegidos, sin salir de su lugar.
Lámparas sin foco y una luminosidad y polvo propio de una casa en construcción.
Sin embargo todo era mucho más cómodo y acogedor que mi propio apartamento.

-.. Sé que es un desastre, pero hasta que no pinte no quiero guardar nada.
- No, de hecho puedo ver que será hermosa. - dije mirando al techo alegre.
- Muchas gracias - dijo con pequeños tropiezos en su voz.

Ese techo necesitaba una buena aislación, pero comprendí que los años de la casa claramente eran los culpables
Pensé en sacar fotos de la instalación entera, solo para usarla en clase luego

- Ven, arriba todo está más ordenado. - Dice Bonnie mientras me saca de mi extraño trance

Subimos por una escalera caracol, y lo veo: Un cuarto luminoso, con cuadros de tela lila y verde adornando las paredes, posters de bandas enrollados justo al lado de una cama desordenada, y un placar de madera que parece ikea al que le falta instalar la puerta pero que ya tiene algo de ropa dentro. Sillones algo pequeños pero que detonan comodidad, y una mesita de madera a tono con el placar.
Pude ver un estante con pinturas justo en el otro extremo de la habitación; óleos, lápices, y libretas. Vi un atril, y el piso cubierto con una alfombra de plástico. Justo en esa esquina se encontraba lo que se sospechaba era la caja de instrumentos.

Todo se sentía increíblemente vivo, y por alguna razón eso solo me hacía desear tomar una siesta a pesar de que eran como las 2 de la tarde

- Okey, ¿empezamos? - me preguntó.
- Con gusto - respondí