Al aire no tan libre

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Con el pasar del tiempo, las personas claramente forman distintos tipos de relaciones entre ellos, y por consecuencia, las obvias alianzas empiezan a surgir. Desde las que se sostenían por mera conveniencia, hasta los que parecían amigos de toda la vida.

También podían notarse los casos contrarios, incluso con más facilidad, con personas que claramente no se tenían ni un mínimo simpatía entre si, lo cual era peor aún cuando estaban en un mismo equipo.

Fuera cual fuera el caso, estos siempre eran evidentes en momentos como el presente, dónde todos estaban reunidos para un próximo desafío, esperando que los resultados no fueran él mismo desastre que en la ocasión anterior.

—El desafío de hoy será probar sus habilidades de supervivencia a la intemperie. —Hatchet fue directo al grano como era habitual, observando reacciones mixtas en todos y sabiendo perfectamente a quienes se les haría más complicado.— No voy a mentirles, varios de ustedes podrían no regresar vivos.

—Está bien, debe ser una broma... —Heather intentó serenar a su equipo cuando los vió sobresaltarse, aunque por la expresión del presentador, empezaba a sospechar que hablaba totalmente en serio.— ¿Es una broma, no?

—Es solo pasar una noche acampando en el bosque, es selección natural si no logran pasar eso. —El anfitrión no les avisó antes de lanzar a cada equipo un mapa y una brújula, siendo atrapadas por Heather y Courtney respectivamente.— Todo lo que necesitan está en el campamento de su equipo allá en el bosque, solo deben encontrarlo.

Notaron a los pasantes acercándose al hombre y hablarles en voz lo suficientemente baja para que el resto no les escuchara.

—Lo olvidaba, cuidado con los osos, al parecer últimamente disfrutan aterrando a estos dos, podrían hacerle lo mismo a ustedes. —Agregó como si fuera algo inofensivo.— El primer equipo en volver completo para el desayuno gana, ¡Ahora, dejen de perder el tiempo, largo de aquí!

Los equipos empezaron a organizarse antes de partir, con algunos participantes mucho más calmados que otros.

El instinto de liderazgo de algunas personas salió a relucir, como era el caso de Heather, que luego de escuchar que contaban con peligros tales como osos, supo que debía mantener a su equipo lo más junto posible.

Especialmente con las tendencias imprudentes de ciertos participantes.

—Vamos a ir todos en grupo, por favor, no se separen demasiado por nada del mundo... —Se acercó a Cody disimuladamente para intentar cubrir los peligros de todos los modos posibles.— Por favor, mantén vigilado a Noah, no quiero perderlo de vista, pero es complicado... —Le sonrió, con el menor asintiendo.

Volteó para ver a Noah y como estaba totalmente distraído del tema central, haciendo dibujos en la tierra a los que, honestamente no les encontraba la forma.

Lo mejor sería llevarlo de la mano, por si las dudas.

Al menos, ellos partieron sin mayor discusión hacia el bosque, a diferencia de los Bagres Asesinos. Parecían en desacuerdo en cada uno de los temas, mientras emprendian el camino, lejos de cualquier tipo de charla amena.

Cuando pasaron los minutos, y el camino empezó a complicarse, la tensión aumentó aún más.

—Estas leyendo mal el mapa.—DJ no solía intervenir directamente al menos que la situación le irritata demasiado o le involucrara directamente, y cuando lo hacía, solía ser con un tono notablemente agresivo. No obstante, en aquella ocasión iba con la intención de ayudar a su compañera.

Aunque claro, Courtney odiaba de por si el ser mínimamente cuestionada.

—Creo que hay que retroceder.— Geoff también terminó observando aquella hoja, asintiendo con su cabeza, quizá no era experto, pero sabía leer los mapas de las convenciones a las que había ido, no creía que fuera muy distinto.— Debimos haber tomado el otro sendero de hace no mucho...

—Se ubicarme mejor que alguien que se ha pasado la vida encerrado. —Frunció el entrecejo, golpeando la cabeza del rubio con el mapa, tal y como si fuera la clásica imagen de un perro siendo reprendido con un periódico.

—Cielo, tú te la pasaste encerrada en correccionales. —Harold no confiaba ciegamente en el otro par, pero tampoco le cuadraba las direcciones que la mujer había estado tomando. Desde su derrota en el último desafío y con la clara desventaja que tenían, el perder pasó a ser una simple posibilidad desagradable a algo mucho más serio.— Mejor dale el mapa a otra persona y ya. No podemos arriesgarnos.

—¿Pueden simplemente leer bien el condenado mapa? —Leshawna ya estaba harta de la situación, preguntandose porque algo tan simple tenía que ser complicado para esa gente.

—Este camino no me da buenas vibras, deberíamos ir por otro lado. —Eva intervino sin ser de mucha ayuda, realmente lejos de ser afectada por la tensión del ambiente.

—No te da buenas vibras porque que no es el correcto. —Insistió DJ.— Hasta ella lo entiende.

—Claro que es el correcto, ¿O el miedo por estar en el bosque ya te afectó la cabeza? Hay muchos conejitos cerca, no te vayan a atacar.

Fue luego de tanto intercambio hostil de palabras que finalmente Duncan se acercó a ver el mapa, dándose unos segundos para tomar suficiente valor de intervenir.

—Lamento entrometerme, pero de hecho, DJ tiene razón, estamos en la dirección equivocada. —Cuando se quedaron en silencio y las miradas se posaron en él, sintió la incomodidad invadirle, esperando no haber sido demasiado inoportuno.

Pero en una situación donde las integridades de todos estaban en peligro, creyó que era lo más prudente intervenir.

—¿Y tú qué vas a saber, muñequito? —Courtney se cruzó de brazos, al menos sin darle ningún golpe como al otro, pero sin duda, intimidado con el solo hecho de mirarlo fijamente.

—Fuí a un par de campamentos de verano cuando era menor, aprendí de estas cosas en ellos. —El silencio tras su respuesta se le hizo eterno, pero cuando escuchó a la gente estar de acuerdo con él, sintió que podía respirar en paz nuevamente.— Puedo llevar el mapa, si les parece bien.

Courtney se resistió unos segundos, pero tras ver cómo el resto del equipo concordaba con él, terminó cediendo. Al menos no había tenido que darle la razón a DJ directamente.

En el otro lado, gracias a la falta de confrontaciones directas de los Topos Gritones, todo el camino estaba resultando fácil de llevar, siendo la mayor molestia la insistencia de una ardilla que subió al hombro de Justin y ahora se negaba a despegarse por más que la intentará dejar a un lado.

—Creo que le agradas a los animales... —Gwen nunca había hablado directamente con Justin, pero al pasar cerca de él, no veía porque sería una mala idea.

No había logrado formar ninguna amistad realmente significativa en ese lugar, y con las alianzas que últimamente tenía todo el mundo, quería simpatizar a su equipo, excluyendo a cierta persona, claramente.

No tenía idea de que él ya se había encargado de contarle sobre ella justamente a Justin.

—Si, eso creo... —Respondió sin mucha emoción en su voz, recordando la conversación que había tenido con Trent hace no mucho. Aún le parecía complicado de creer que ella fuese alguien tan cruel, pero a su vez, creía en el hombre lo suficiente para sentirse inevitablemente incómodo con el diálogo.

Últimamente se había podido desenvolver bastante mejor en el ámbito social, pero hablar con ella fue como volver a cómo estaba hace unos meses.

El incómodo silencio se hizo presente entre ambos, y Trent, que observaba desde no muy lejos, no podía estar más satisfecho al respecto.

Incluso se acercó a él cuando volvió a caminar solo, pasando su mano tras el cuerpo ajeno, la cual terminó sujeta a su cintura mientras continuaban avanzando. Aguantar la risa fue complicado cuando lo vió con su usual expresión descolocada y nerviosa.

Cuando Gwen vió eso fue inevitable pensar que, efectivamente, Justin se llevaba bien con los animales, pero no los correctos.

—¿Te estaba molestando?

—No realmente. Pero no te preocupes, se que te ha tratado mal, no planeo hablarle de más. —No creía correcto el relacionarse con alguien que le había hecho pasar un mal momento a quien, la verdad quería considerar como un amigo.

—Haces bien, eres tan listo. —Lo felicitó casi como si de una mascota se tratase. Justin en lugar de molestarse por ello, terminó soltando una risa algo confundida, pero plasmando una sonrisa mucho más genuina en su rostro que los intentos forzados de la última vez.

Trent debía admitir que se quedó admirandole mucho más de lo que querría. 

No pasó mucho para que llegarán al lugar, encontrando el equipamiento necesario para pasar la noche, cosa que a la mayoría no le emocionaba demasiado.

—Aquí dice que hay que encontrar nuestra comida... —Beth observó las instrucciones, tardando unos segundos en soltar un quejido, siendo más que obvio que tendrían que ir a buscarla por ellos mismos.

—Llevemos a Justin para que lo persigan las aves, las atrapamos y hay cena. —Propuso Noah, totalmente convencido de que tenía una idea increíble en mente.

—No quiero ser carnada para aves, la sangre es difícil de quitar del cabello. —Se negó como pudo, sin convencer del todo a su contrario, que por su sonrisa, se notaba que realmente confiaba en sus planes.

—Yo voy a ir, muero de hambre. —Katie se ofreció. Luego de haber recuperado el apetito finalmente luego de esa horrorosa noche, no había tenido oportunidad de comer algo decente, especialmente porque el presentador estaba empeñado en no darles el gusto.

Quizá en el bosque encontraba arándanos o algo que si tuviera buen sabor.

—¿Tú? Con lo tonta que eres nos terminarás trayendo cosas venenosas, olvídalo. —Sadie se le acercó, negando con su cabeza.— Voy contigo para asegurarme de que no nos termines matando.

—Ugh, no te soporto, en verdad. —La verdad, en el fondo la idea de pasar tiempo juntas luego de como estaban las cosas, le agradaba más de lo que querría admitir.

—Es absolutamente mutuo. —Respondió con fingida molestia de igual forma, aunque fue ella la que dió la excusa para pasar más tiempo a su lado.— Vámonos antes de que me arrepienta.

Quizá el tiempo a solas era lo que necesitaban arreglar sus diferencias.

Y así, luego de escuchar las advertencias de Heather para ir con cuidado, ambas se retiraron, dejando al resto de su equipo instalando un lugar donde pasar la noche.

Con los Bagres Asesinos, una vez tomó el liderazgo de su equipo, Duncan no tardó en llevarlos hasta aquel claro en el bosque que les habían preparado. Y aunque no dijo nada para evitar pecar de presumido, se sentía sumamente orgulloso de si mismo en ese instante.

De todos modos, cuando escuchó que su equipo le halagaba, no pudo evitar una sonrisa tonta y sentir sus mejillas acalorandose levemente.

—Un grupo de nosotros debe buscar la comida mientras el otro se queda armando las tiendas, hay que dividirnos. —Se había metido lo suficiente en ese papel de líder para olvidar el pedir "por favor" al final de cada frase, no obstante su voz sonaba lo suficientemente amable para que a casi nadie le molestará.— Courtney podría buscar comida con alguien más para que no se pierda, es la más fuerte luego de DJ, y mejor evitamos enfrentarlo con animales.

—Primero, soy más fuerte que DJ, segundo, puedo ubicarme perfectamente bien sola, y tercero, iré al bosque, pero porque yo lo decido, no porque tú me digas, principito. —Respondió Courtney, solo para intentar aferrarse a su orgullo lo más posible, luego de que lo hubieran pisoteado tanto en el bosque.

—No le tengo miedo a los animales, solo me tomaron desprevenido. —Intervino DJ de igual forma, pero a él nadie le creía así que lo ignoraron.

—Bueno, ve por las razones que quieras, Courtney, pero no irás sola. —Incluso si apenas elevó la voz, eso era lo más autoritario que había llegado a ser, así que no dejaba de ser complicado el disimular que se sentía sumamente extraño.— No pienso discutirlo.

Cuando la morena se dió media vuelta y arrastró a Leshawna con el mapa, la mayoría debía admitir que estaban impresionados de que no le pelearan más, incluído Duncan, que por un momento temió recibir una puñalada, literalmente.

Las horas transcurrían, y las cosas con los Topos Gritones estaban relativamente complicadas.  Por un lado, el campamento no fue imposible de armar, pero por el otro, Sadie y Katie, quienes no llevaron el mapa al decir que se quedarían cerca, no habían aparecido en todo ese rato, preocupando a sus compañeros.

Por supuesto, había una dualidad entre los que se preocupaban por su integridad física y los que temian perder el desafío por su culpa.

—¡Te dije que ese no era el sonido del agua y tú insististe con ir a pescar! —Se quejó Sadie. Llevaban un rato caminando en círculos, pero ninguna era conciente de ello por la falta de indicaciones.

—Bueno, es que alguien se comió la mitad de los arándanos que encontramos. —Katie reclamó de vuelta, aunque la verdad, ella también había sacado una buena parte de estos.— No podemos llegar con las manos vacías, nos matarán.

—Bueno, es una retribución porque sin mi, les hubieras llevado esas frutas venenosas que vimos al principio. —Aunque esto hizo que la adversa se molestara, ella tenía razón, tanto en el tema del nulo conocimiento de Katie en las frutas de aquel lugar, como el hecho de que probablemente las odiarian si luego de tanto tiempo buscando, no trajeran nada.

—¿Crees que planeen eliminarnos, Sadie? —Dejó las discusiones a un lado, con la adversa también relajando un poco su duro tono de voz.

—No todos, pero no me sorprendería que nos tuvieran en la mira... —Pensó en cada uno de los integrantes y si realmente serían el primer objetivo de estos.— Yo creo que la perra de Beth te odia, honestamente. Es decir, que te enfermaras luego de aquella discusión no es normal.

—¿En verdad se puso así de molesta porque le evité el ridículo con sus bastones? Que tarada. —De algún modo, insultar a alguien en común les hacía sentir más cercanas que nunca.

—Eso y que eres más bonita que ella, seguramente. —Admitió, notando como Katie parecía sorprenderse de sobremanera por aquel halago, logrando ponerla nerviosa de igual forma y pensando que quizá no debió hablar.

—¿Crees que soy bonita?

—Bueno, eres la zorra más molesta que jamás conocí, y eres una estúpida... —Intentó disminuir el peso de sus palabras al insultarle, soltando un suspiro para finalmente asentir.— Pero honestamente eres de las mujeres más lindas que conozco... ¡Físicamente, que no se te suba a la cabeza!

—Muy tarde. —Una sonrisa burlona apareció en el rostro de Katie, logrando enfadar aún más a su contraría.— Tampoco estás tan mal.

—Callate y sigue buscando el campamento, idiota.

Para su mala suerte y con el pasar de las horas, ellas no dieron señales de vida en su campamento, con Heather bastante preocupada por ambas, y el resto del equipo molesto por quedarse sin comida.

Los Bagres Asesinos contaban con mayor suerte hasta ese momento, con nadie de su grupo extraviado, y todos colaborando de algún modo u otro cuando era necesario. 

Luego de ayudar a montar una de las tiendas, Geoff se sentó en una roca, seguro de que jamás había pasado tanto tiempo al aire libre hasta que llegó a la isla. En gran medida, debía decir que se sentía mejor en su día a día, pero sumamente agotado al llegar la noche, como era su caso actual.

Se preguntó por un momentos si Bridgette al tener un estilo de vida similar al suyo, se habría sentido igual que él, y si estaría disfrutando acampar de no haberse ido, o al contrario, se quejaría al respecto.

Probablemente la segunda, pero aunque fuera así, realmente extrañaba a su amiga.

—¿Sufriendo por un corazón roto? Lo entiendo... —La deprimente voz de Tyler resonó en sus oídos, haciéndole ladear la cabeza confundido.— Ya sabes, como se fue tu novia...

***

—La gente suele pensar que no tengo experiencia con mujeres, pero realmente tuve una novia una vez... Luego descubrí que era un hombre desde una cuenta falsa, lo cual no fue tan malo, porque yo fingía ser mujer en la mía... ¡Y así me hice amigo de Brody!  —Geoff soltó con una risa, quedándose pensativo luego.— Eh, si, creo que eso significa que realmente no tengo experiencia...

Pero el filtro de mujer le quedaba bastante bien, al menos.

***

—Bridge no es mi novia, pero si, la extraño. —No tenía muchos problemas en admitirlo. Por la forma en la que el adverso le hablaba, supuso que quería compartir algo. — ¿Tú estás sufriendo por amor o...?

—Bueno, hay alguien... —Honestamente, Tyler se moría de ganas de hablar con otra persona al respecto, y al no encontrar a nadie, terminó recurriendo al rubio, suponiendo erroneamente que tendrían el tema en común.— Lindsay, del otro equipo, creo que tenemos algo especial...

—¿La de gafas? Se ve agradable, ¿Han hablado mucho?

—Una vez. —Dió un suspiro, mezclado con su usual melancolía y un toque de ilusión por pensar en ella.— Fue como ser acogido en los brazos de la muerte.

—¿Una vez? —Geoff no estaba seguro de como la gente manejaba el romance más allá de los mangas que había leído, pero hasta a él le pareció particularmente acelerado.— Debió ser... Especial.

Se tuvo que quedar unos momentos más escuchándolo, rezando que alguien le llamara en un momento para tener una excusa e irse. Lamentablemente, todos parecían bastante ocupados para siquiera fijarse en la curiosa interacción.

—No pensé que fueras capaz de siquiera alzar la voz pero estás llevando bien todo esto de mandar. —Harold estaba ayudando a Duncan para terminar con aquella tienda, siendo realmente de las pocas interacciones de este que no tenían una intensión oculta de por medio, simplemente era agradable.

—¿Si salió bien? La verdad temí sonar demasiado desagradable.

—¿Tú desagradable? Eres una dulzura, Duncan, no te preocupes por eso.—Terminó finalmente con su trabajo, acercándose a él con la expresión sonriente que habitualmente mantenía.— Eres un buen chico. Es más, deberías callar a Courtney más seguido, si me lo preguntas.

—No me gusta hacer callar a la gente, aunque sean personas molestas... Pero muchas gracias. —Sonrió de vuelta unos segundos, hasta que la vió justo detrás del pelirrojo, pensando que quizá describirla de ese modo realmente fue poco conveniente.

Al menos pareció no haberlos escuchado.

—¿Qué hay de comer, mujer? Muero de hambre... Ah, no, solo eras tú, pecas. Te veías más femenino que yo. —Como siempre, fue a molestar a Harold, dándole un pequeño empujón en el proceso, lo suficientemente suave para decir que solo jugaba. Le divertía se sobremanera el como disimulaba siempre con aquella sonrisa ligeramente torcida.

Y le divertía más aún imaginar cómo sería si lo empujaban a su límite.

—Honestamente, cualquiera de los animales que nos acechan podría tener más elegancia que tú, linda. —Se cruzó de brazos, recibiendo unos segundos de expresión molesta como respuesta.— ¿Te podemos ayudar con algo?

—Cállate tú, ¿No tienen nada preparado aún, muñequito? Con lo que me costó pescar para todos ustedes. —Se dirigió ahora hacía Duncan, aunque también buscaba molestarlo, era obvia la diferencia en como lo hacía con ambos, toqueteando su mejilla de manera insistente.

—Te voy a pedir de la mejor manera, que por favor dejes de llamarme con esos apodos.  —Intentó ser lo suficientemente firme sin rebajarse, aunque con lo mucho que llegaba a fastidiarlo, hasta para él era complicado mantener la cordialidad en ocasiones.

—No lo creo. —Para suerte del hombre, Eva finalmente logró encender la fogata, dándole una excusa para retirarse, dejando atrás al otro par.— Deja de coquetearle al sujeto, pequitas, es triste de ver.

Harold elevó una ceja, genuinamente sorprendido de que fuera Courtney la persona que le dijera eso.

—Cada día más descarada, ¿No? —Aún así, y por más que no la soportará, a ese punto sentía que su espíritu exageradamente competitivo le era muy útil, especialmente teniendo en cuenta como ellos solo habían ganado un desafío hasta el momento, siendo el único remedio el soportarse a medias entre ambos.— Aunque admito que cuando te hizo callar, se volvió automáticamente más ardiente.

Courtney se limitó a empujarlo antes de ir cada uno por su lado en el campamento, esperando que todo siguiera relativamente bien como hasta el momento.

La situación definitivamente iba bastante bien si la comparaban con la de sus rivales, y aún mejor si los comparaban específicamente con Katie y Sadie, quienes seguían perdidas, escondiéndose finalmente dentro de una cueva, esperando que fuera lo suficientemente segura para pasar la noche.

—Tendremos que dormir aquí hoy, los seguiremos buscando en la mañana. —Sadie se sentó en el suelo, totalmente agotada para siquiera pensar en la idea de seguir explorando.— Al menos que nos coma un oso. 

—¡No digas esas cosas cuando finalmente me siento segura! —Le reclamó la otra chica, sentandose a un lado mientras temblaba del frío.

—Te estás congelando, ¿Por qué viniste con esa ropa tan innecesariamente corta? Se nota que no piensas. —Aún así, tomó cartas en el asunto, lanzando hacia el rostro adverso su propio abrigo para que se cubriera.

—Eres una buena persona cuando quieres. —Admitió, cubriéndose con la prenda, aún sin saber cómo lidiar con esa situación correctamente.

—Siempre lo he sido, tu eras la maldita.— Respondió un tanto indignada por las palabras de su contraría.— Siempre decías cosas crueles sobre mi con tus amigas. 

—No es verdad, tú eres la que empezó a decir cosas horribles de mi al resto cuando éramos niñas. —Reclamó, totalmente segura de su versión de los hechos, haciendo dudar a Sadie.

Realmente, luego de unos segundos, ambas empezaron a dudar de ellas mismas.

—Muy bien, hagamos una recapitulación de todos nuestros conflictos. —Katie decidió, dispuesta a intentar llegar a la raíz de todo.— Nos conocimos hace nueve años, ¿No es así?

—Esto es una tontería, Katie.

—Bueno, tenemos toda una noche para pasar sin nadie más, y no tenemos muchas más opciones para no morir de aburrimiento. — Siguió totalmente decidida con su idea.— Es eso o besarnos, y dudo que quieras la segunda.

—Nos conocimos hace diez años. —Corrigió, dando paso a probablemente, la conversación que menos esperaba tener en su vida.

El resto del equipo de los Topos Gritones estaba reunido alrededor de la fogata, sin haber tenido demasiado éxito a la hora de encontrar comida, la mayoría resignado, a excepción de Noah que seguía pensando que el ave en el cabello de Justin era una buena opción.

Lamentablemente, Cody lo tenía vigilado, siendo incapaz tanto de intentar cazar las aves que ocasionalmente se subían en Justin, como ir a cazar para evitar que se terminará trayendo otro alce y destruyera todo.

—Al menos pudimos encender la fogata, no está tan mal. —Heather buscó aligerar el ambiente mientras retiraba un par de hojas que quedaron en el cabello de Lindsay luego de una caída que tuvo en el intento que hicieron de encontrar a Katie y Sadie.— Creo que es una buena oportunidad de conocernos mejor y pasar tiempo en equipo.

—Odio pasar la noche afuera, está lleno de mugre y mosquitos. —Beth claramente no era tan positiva, aunque la idea de que a Katie se la comieran los osos le hacía sonreír a segundos.

—Esto es un campamento, era obvio que nos harían pasar la noche afuera algunas veces. —Trent mantuvo su voz relajada, aunque en el fondo no podía evitar pensar en lo ridícula que sonaba.— A veces uno tiene que hacer sacrificios para ganar.

— Que gracioso que tú hables de sacrificio. —Gwen había llevado aquellas confrontaciones con el hombres lo más alejadas del grupo posible, pero ahora estaba irritada, cansada y sin una pizca de ganas de soportar su presencia.— Me sorprende que sigas compitiendo hasta ahora y no hayas huido como siempre.

—¿Qué insinuas? —Trent fingió demencia en aquel tema, con una actitud de falsa preocupación que hizo a los demás cuestionarse aún más que estaba pasando ahí.— ¿No se supone que las personas como tú son muy amables? Porque me has tratado mal desde que llegué aquí.

—Sabes perfectamente bien porque lo he hecho, siquiera deberías estar vivo. —La situación general le enfermaba, pero probablemente fue la peor elección de palabras que pudo hacer, siendo obvia la incomodidad que causó en todos por no pensarlo mejor.— Es que... Es que el amenazaba siempre con... Ugh, olviden eso, no pienso discutir ahora...

Un silencio incómodo los invadió, con gran parte de los presentes preguntandose como cambiar el tema.

La mirada de Gwen se desvió inevitabilmente hacia otro lado, sin tener mucha suerte en ese intento de calmarse al notar como Noah se acurrucaba contra el chico que le gustaba, mezclando otro tema que le tenía frustrada.

¿Cómo es que a ella apenas le hablaban y con él parecía tan cómodo? Normalmente intentaba no alterarse y excusarlo con mera amistad, pero en su estado actual, fue suficiente para querer retirarse.

—Fue un día largo, así que buenas noches. —Se retiró hacía la tienda, notablemente alterada, con el resto de personas preguntandose que estaba pasando exactamente por su cabeza.

Justin abrazó sus propias piernas, bastante descolocado por el arranque. Sin duda la impresión que tenía de Gwen al inicio se estaba distorsionando en el peor de los sentidos gracias a cada factor de esos últimos días.

La tensión del silencio invadió el lugar nuevamente, dejándoles con el más desagradable sabor de boca.

—¿Alguna vez les conté como yo y Owen nos peleamos con un oso? Casi se lo comieron, ¡Y yo aún tengo una cicatriz! Que día más divertido...—Incluso con lo despistado que era, Noah se sintió incómodo, desviando el tema con lo primero que se le ocurrió.

—¿Dónde encontraron ese oso? ¿Se perdieron en el bosque o algo? —Cody intentó mantener la plática. Llevaba el último tiempo juntandose con él y seguía sin entender como tenía experiencias tan particulares que contar.

—Oh, no, es que le dije que conocía un atajo a los baños en un zoológico, me equivoqué de puertas y terminamos dentro de una jaula.— Se rió finalmente, recordando el horror de su amigo en aquel momento. Quizá lo mejor fue que se retirará antes de ese desafío.

Sobraba decir que el pobre no pudo llegar al baño en esa ocasión.

—Con razón Owen no quería juntarse contigo, siempre lo tenías al borde de la muerte... —Cody suspiró, anotando mentalmente nunca confiar en los atajos del adverso si llegaban a salir a algún lugar luego de la competencia.

—A veces me preocupas, Noah... —Heather lo hubiera tomado como una broma de cualquier otra persona, pero veía al joven totalmente capaz de todo ello. Agradecía la iniciativa de cambiar el tema, de todos modos.— Por favor, cuéntanos.

La historia sería trágica y traumatizante si la contara cualquier otra persona, no obstante y al ser narrada por Noah, está parecía una comedia de bajo presupuesto, sirviendo tanto para pasar el mal rato, como para cuestionar si él en verdad no se había caído de la cuna alguna vez de bebé.

Aún así , las cosas iban mejor para los Bagres Asesinos, quienes luego de cenar, se quedaron unos momentos hablando alrededor del fuego, claro que unos eran mucho más participativos que otros.

—Mi cuerpo no era mío, no me pertenecía en absoluto. La falta de control que tenía sobre mi ser era rarísima, y recuerdo haber visto un par de animales que realmente no estaban ahí. —Eva había tomado el centro de la conversación hablando de un mal viaje que tuvo una vez.— Como si mis brazos no me pertenecieran, como si mis ojos no pudieran parar de parpadear y como si mi cabeza diera vueltas... Luego desperté y me di cuenta que estaba inscrita aquí.

—¿Así que realmente siquiera quieres ganas el dinero y viniste por un mal viaje? —Harold estaba escuchando cada una de las historias, intentando prestar atención a los detalles. Si bien, entendía que había personas poco ambiciosas, le costaba realmente asimilar que varios de ellos quisieran más que fama o dinero viniendo a un lugar como ese.— Que fascinante.

Honestamente, le parecía ridículo y hasta preocupante por como afectaría eso a su modo de competir.

— Eso suena como una historia de terror, si lo miras de otro punto... —DJ se obligó a participar en el círculo de gente, siendo de sus pocas opciones para no pensar en el hecho de que estaban rodeados de miles de pequeñas criaturas que odiaba.— Conozco un par, de hecho...

—¿Nos vas a contar una historia de terror? ¿El sujeto que le tiene miedo a los pajaritos? —Se burló Courtney, haciéndole fruncir el entrecejo, fastidiado.

—¡Las aves son seres peligrosos! ¿No sabes que en muchas culturas representan la muerte? —Tyler le defendió, realmente sintiéndose algo atacado cuando tenía en cuenta su terror a las gallinas.— Hay que tenerles temor, si quieres seguir en este tormentoso calvario al que llamamos vida...

—Ah, está historia es interesante de hecho, una de mis madres me la contaba, y no conozco a alguien más aterradora que ella... —Dijo hasta con orgullo de recordar las historias que ella inventaba para aterrorizarlo y evitar que se metiera en problemas, por más cuestionable que fuera el método, le daba cierta nostalgia.

Al principio la historia no parecía nada del otro mundo, la típica pareja yendo al bosque, desapariciones misteriosas, y demás. Sin embargo, con la oscuridad de la noche y el estar tan alejados de todo, hizo que la ambientación jugará a favor del terror, con algunos particularmente metidos en la historia como Courtney, y otros temblando de miedo como Geoff.

—Y entonces, ella se encontró al asesino nuevamente, siendo devorado por los osos y dándose cuenta que ella sería la siguiente... —Fue interrumpido cuando un estruendoso gruñido se escuchó, sobresaltando a todos sin siquiera llegar al final de la historia, con Geoff y Tyler abrazandose entre si mientras chillaban, Leshawna dejando escapar un grito y Duncan aferrándose al brazo de Harold que estaba a su lado.— No interrumpan mi historia, no son necesarios los efectos. —DJ reclamó, con la fé en que realmente se tratara de solo eso.

Lamentablemente, de los arbustos emergió uno de aquellos enormes animales,

—¿¡E-Eso es un oso real!? —La voz de Geoff salió quebrada del temor, no quería morir, no aún.

—Al menos que estemos teniendo un viaje como los de Eva lo dudo... —Courtney intentó mostrarse valiente, pero en el fondo también quería chillar.— ¿¡Qué carajos hacemos, Duncan!?

—¿¡Y yo porqué sabría que hacer con un oso!? —Estaba tan alterado que siquiera se daba cuenta del poco cuidado con el que se terminó abrazando al delgado cuerpo de Harold, que siquiera podía gritar por culpa de ello.

—S-Subamos a los árboles... —Murmuró apenas, sintiendo que el aire se le escapaba de los pulmones hasta que Duncan lo soltó.— Tienes fuerza, huh...

—Lo lamento muchisimo, ah... —Soltó una risa apenada, olvidando unos segundos la situación.— ¡Los árboles, subamos!

Luego de un minuto, todos estaban sobre las ramas de un árbol, viendo como el campamento que habían armado ya no servía de nada.

—¿Pasaremos la noche aquí arriba? Tienes que estarme jodiendo.— Courtney se quejó, intentando encontrar una posición cómoda sobre la irregular rama que eligió.

—Al menos que quieras ir a pelearte con el oso... —Leshawna rodó los ojos, molesta por la pregunta que tan tonta le pareció.

—Nuevamente la agonía de la vida nos demuestra que estamos destinados a una existencia cargada de desgracias... Ya nada podría empeorar este sufrimiento. —Tyler habló, básicamente maldiciendolos cuando de la nada del cielo empezaron a caer varias gotas de lluvia, sacándoles un quejido a todos.

Sería una noche de todo menos cómoda.

Los Topos Gritones aún tenían aquel techo sobre sus cabezas, pero dormir estaba resultando una tarea complicada. Con Lindsay hablando dormida, Noah pareciendo no lograr quedarse quieto incluso cuando no estaba despierto y otros, siquiera siendo capaces de conciliar el sueño. Jamás pensaron que extrañarían las incómodas camas de las cabañas hasta esa tormentosa noche.

Por su parte, Katie y Sadie al menos se mantuvieron entretenidas conversando, mucho más de lo que jamás habían hablado en todos esos años.

Pero como siempre, el tiempo pasa y está vez, que llegase la mañana era un alivio para todos, despertando uno a uno luego de una pésima noche.

Algunos en posiciones mucho peores que otros, como era el comprometedor caso de Noah y Cody, con el primero besuqueandole la oreja al otro mientras dormía.

—¿Deberíamos despertarlos? —Lindsay susurró, y Heather simplemente negó con la cabeza, ya se darían cuenta solos, y la verdad, debía admitir que le causaba bastante gracia.

—Dales unos minutos más mientras recogemos todo, deben estar agotados... Especialmente Cody luego de perseguirlo todo el día.

Por suerte para Gwen y lo destrozados que tenía los nervios hace no mucho, también estaba durmiendo, ahorrándose el presenciar esa escena.

Al menos nada era peor que para Geoff, que al dormirse en ese árbol como el resto de su equipo, se terminó cayendo de este y despertando a los demás por su grito de dolor. Si lo veía por el lado amable, ahora todos podían ponerse a caminar devuelta hacía la meta, completamente adoloridos, pero cercanos a el final.

Notaron al oso dormido dentro de lo que era su tienda, probablemente teniendo un sueño mucho mejor que el de todos ellos, y de paso, quedándose con cualquier cosa que hubiera olvidado ahí dentro.

—Ahí estaba mi delineador favorito... —Tyler suspiró pesadamente, suponiendo que el maquillaje de ese día tendría que ser con el carbón que quedó de la fogata.—Hay momentos que siento que ya no puedo más, que mis alas no quieren volar...

— ¿Esa cosa barata? Te hizo un favor, déjala atras. —Leshawna masculló de claro mal humor entre haber dormido terrible y lo mucho que le molestaba la exagerada melancolía del joven.

—Después te presto uno, deja de llorar, loquito... —Harold intentó mantener el asunto calmado de momento para poder regresar lo antes posible y no tener que eliminar a otro sujeto más, preocupado por como los Topos Gritones parecían siempre dos pasos adelante.— Hay que irnos, es temprano aún, podemos ganar.

—¡Rápido, hay que irnos, muevanse! —Courtney exigió con más fuerza en su voz, mientras bajaba de un salto de aquel árbol, sintiendo como las piernas le temblaron al aterrizar, con el cuerpo más adolorido que nunca por esa incómoda noche.

Bueno, todos eran un desastre, siendo aún más obvio cuando empezaron a caminar, con que cada paso siendo diez veces más pesado de lo normal.

Incluso con eso en contra, DJ se llevó a Geoff como saco de papas en su hombro, ahorrándole el caminar luego de esa caída, y que le culparán por ello en caso de que no lograrán ser los primeros, cosa que se veía probablemente con lo lentos que eran sus pasos, a un punto que cualquier horda de zombies torpes les tendría orgullo.

Por su parte, incluso cuando tardaron más en levantarse, los Topos Gritones iban a un paso mucho más digno a la meta, llegando por eso mismo, mucho antes que los Bagres Asesinos.

La mayoría no tardó en celebrar, pero Heather seguía sin estar del todo tranquila al haber dejado a las dos mujeres perdidas.

—¡Si, somos los primeros! ¡Ganamos otra vez! —Celebró Noah, saltando en su lugar al estar agarrado de la mano de Cody aún, el cual siquiera le miraba al rostro luego de la vergüenza que le dió despertar del particular modo de esa mañana. Por su parte, el otro parecía haberlo superado bastante rápido.—¡Somos la manada superior!

Su inminente aullido fue interrumpido por el presentador, que negó con su cabeza, revisando una lista de los participantes en sus manos.

No era tiempo de cantar victoria.

—Dije muy claro que todos debían cruzar la línea de meta, y a ustedes le faltan un par de taradas.

—Seguro ya de las comió uno de los osos, así que no deberían contarlas. —Beth se apresuró en hablar, recibiendo un tirón de oreja de parte de Heather por siquiera sugerirlo.

—Hay que ir a buscarlas, ¿No tienen algún personal o recurso para casos así? —Hatchet simplemente negó con la cabeza, ya luego mandaría a los internos a buscar de ser necesario. Aún así, su atención estaba a lo lejos, escuchando los pasos del otro equipo.

Voltearon a verlos, siendo difícil deducir quien lucía más destruido que el otro, caminando mientras arrastraban sus pies, y desplomandose una vez pasaron la línea de meta, asumiendo que perdieron.

—Mierda, volvimos a perder... —DJ era un sujeto duro, pero en ese estado las ganas de echarse a llorar un rato no faltaban, teniendo que limitarlo a una mueca triste, porque su madre más estricta no le perdonaría humillarse nacionalmente.

—Son el primer equipo en llegar completo, ganaron. —Hatchet corrigió, felicitándolos, y dándoles una sorpresa tan grata que, de no estar tan adoloridos, seguro hubieran saltado de la emoción.— ¡Felicidades, su racha de derrotas se acabó de momento! Tienen el privilegio de tener un viaje con gastos pagos a la tienda de abastecimiento, vayan y luego duerman un poco, se ven del asco.

Estaban por retirarse cuando escucharon un par de voces gritando a lo lejos, y con ello, Katie y Sadie huyendo a toda velocidad luego de haberse dormido en esa cueva y ser despertadas por un oso que acababa de volver, con el rostro cubierto de delineador barato y cara de pocos amigos.

Ambas cruzaron la meta, totalmente alteradas, y sintiendo que ese tiempo solas realmente les había cambiado la perspectiva normalmente.

—¿¡Estás bien!? Ah, lo único que faltaba es que ahora que finalmente arreglamos todo te coma un oso. —Katie comprobó la situación de la adversa, con Sadie asintiendo con su cabeza de arriba a abajo.— Corres tan lento que pensé que nos atraparían. —Chilló, abrazandose a ella de la mera adrenalina.

—Te hubiera tirado en el camino para que se entretuvieran contigo, pero estás tan delgada que seguro morirían de hambre. —Correspondió el abrazo, con todos los presentes mirando extrañados, incluído el mismísimo presentador.— ¡Que bueno que estás bien, tonta!

Luego de unos segundos procesando, finalmente Beth rompió el momento, claramente molesta por haber perdido el desafío por su atraso.

—¡Busquen un motel o algo! Por su culpa perdimos el desafío, par de estupidas. —Si bien, ambas le dieron la misma mirada notablemente molesta, sabían que la situación claramente no estaba a su favor en esos momentos.

—¡Pero nos alegra mucho que sigan vivas! —Agregó Heather con una sonrisa, intentando aligerar el ambiente.

***

—Bueno, luego de ese horrible tiempo en el bosque, creo que no mantuve la calma como querría... Me alegra que la atención vaya a estar en ellas. —Gwen intentaba pensar que todo fue un acto divino para mantenerla en el juego.— Pero tendré que hablar más con el resto si quiero seguir acá, las cosas no van bien... Y quizá debería intentar ser un poco más directa con Cody.

***

—La manada no permaneció unida, por eso pasan estas cosas. —Noah parecía aún más animado de lo normal, con una boba sonrisa en los labios.— Pero yo dormí bieeeeeen al menos.— Había estado todo ese rato fingiendo que la particular situación no fue para tanto, solo para calmar a Cody, pero una vez lejos de él, no pudo evitar hablar al respecto.

Soltó una risa atontada, sintiendo su rostro acalorarse, no sabía manejar del todo aquello, pero era cuánto menos agradable.

***

—Estaba totalmente inconsciente, y tenía que mantener a Noah vigilado... —Cody por su parte siquiera podía ver a la cámara de vergüenza, escondiendo su rostro entre sus manos.— Las cosas que pasan cuando uno duerme no son concientes, no pasó nada...

Seguiría como hasta ahora e intentaría fingir que no pasaba nada, no quería que algo así interfiriera con la amistad más agradable que había mantenido esos últimos años.

***

Cómo siempre, la ceremonia de la fogata era reinada por la tensión, con todos mirándose entre si, con la inevitable incertidumbre de que esa persona a su lado pudiera haber escrito su nombre.

Los pasantes a un lado del anfitrión siempre tenían reacciones variadas. Para los Topos Gritones, cuando acababan ahí se encontraban con una Blaineley sonriente y un Chris preocupado, no tenían idea que en el caso del otro equipo, las reacciones de ambos estaban invertidas.

—Ya se saben esto, un perdedor se va y no vuelve a pisar esta isla, ¡Jamás, nunca, sobre mi cadáver! —El anfitrión les dió unos segundos de preocupación antes de empezar con los lanzamientos de aquellos dulces.— Heather, Justin, Lindsay, Noah, Cody, Trent, Gwen, Beth... —Entonces se detuvo en el dúo que tanto drama había armado ese último tiempo.

Sabiendo que una de ellas se iría, se miraron entre si, más preocupadas por la otra de lo que jamás pensaron estar.

—Ambas se perdieron en el bosque, y le costaron la victoria a su equipo, y debo decir, que los votos estuvieron casi igualados entre ambas... Fue cosa de suerte. —Les dió un momento antes de lanzar finalmente aquel último malvavisco, firmando la sentencia de la eliminada.— Katie, te quedas, Sadie ve a hacer las maletas, fuiste la eliminada de esta semana.

—¿¡Qué!? ¡Eso es injusto, Sadie es de las personas más listas que tenemos! ¡Es mi culpa que nos hayamos perdido! —Para sorpresa de los presentes, Katie se levantó molesta de su puesto, sin poder creer que de las primeras veces que no votaba por la mujer, ella terminó siendo la eliminada.

Realmente habían arruinado todos sus planes para empezar a pasar tiempo juntas, frustrandola de sobremanera.

Aún a pesar de todo, la acompañó por el muelle de la vergüenza, ambas insultando a todo el mundo exceptuando a ellas mismas.

—Al menos ya no tendrás que soportarme, ¿Estás feliz por ello, cierto? —Intentó aligerar el ambiente de algún modo, aunque por la expresión molesta de la morena sabía que realmente la terminaría extrañando.

—Siquiera voté por ti, es lo menos satisfactorio que podrías imaginar. —Se quedó pensando un momento antes de decir algo más comprometedor, pero terminó por arriesgarse.— Eras una gran jugadora, le harás falta al equipo... Me alegra mucho haber podido hablar todo y estar bien ahora... ¿Estamos bien, no es así?

—Claro que estamos bien.  Quizá seas una tonta, pero eres ágil, y agradable cuando quieres, sorprendentemente. Si yo no voy a ganar, más te vale que seas tú. — Se soltó aquel moño que siempre llevaba, y dirigió sin permiso alguno su mano al cabello ajeno, peinando en dos colitas el cabello de Katie.— Destruyelos a todos de mi parte o vendré a matarte personalmente.

— Solo por eso, voy a perder, a ver si eres capaz de ponerle una mano encima. —Fruncieron el entrecejo, terminando por soltar una risa inevitable, permitiendo un momento de vulnerabilidad y abrazándose en una despedida.—Te extrañaré, Sadie.

—Y yo a ti, Katie.

El final de la participación de Sadie en aquel juego vino con el final de algo mucho más grande, y lo que podría ser un inicio para algo mejor en el futuro, ¿Pero que otras cosas podrían pasar? ¿Habrán nuevos conflictos? ¿Los Bagres Asesinos podrán igualar el marcador? ¿Se mantendrán las alianzas? ¿Tyler podrá superar la perdida de su delineador? La única forma de saberlo, es seguir sintonizando.

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