Campistas no muy felices (02)

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Blaineley y Chris se quedaron mirando detrás de las cámaras como los aterrados campistas veían su primer desafío. La rubia debía decir que los compadecía en cierto modo, porque a ella fue a quien hicieron probar si los tiburones estaban lo suficientemente enojados para perseguirla al caer al agua.

Quizá porque cuando Hatchet saltaba, los mismos animales parecían huir de él.

Por otro lado, McLean estaba seguro de que no era un buen momento para mencionar que él dió la idea de poner a los tiburones en el agua.

—¡Atención todo el mundo! Cómo es el primer desafío, solo serán tres fases en lugar de seis como era la idea inicial.—La voz del anfitrión resonó en los oídos de todos, quienes no tenían realmente esperanzas en algo tranquilo.— Saltarán de este precipicio de trescientos metros, algo simple. Eso sí, salten a la zona segura si aprecian sus extremidades. —Soltó una carcajada por la imagen mental antes de proseguir.— Al llegar abajo hay un montón de cajas con materiales que deberán llevar para armar un jacuzzi. Los que ganan, pueden quedarse con el por un tiempo, los que pierden, deberán eliminar a uno de sus reclutas.

Nadie se atrevió a hacer preguntas, simplemente siguiendo las instrucciones del hombre.

Los Bagres asesinos fueron los primeros en ser llamados, y definitivamente, ninguno lucía muy emocionado por ser el valiente que iniciara.

De todos modos, siempre alguien debe ser el primero.

—Ugh, que demonios... —Maldijó DJ, acercándose al borde de aquel acantilado, y tras unos momentos, finalmente saltar, pensando en que al lado de los regaños de su madre, eso sería un paseo en el parque.

Le gustaban los tiburones, pero se sintió sumamente aliviado cuando cayó dentro de aquella zona segura. Miró arriba y vió como, de algún modo su salto motivó a uno que otro de su equipo.

Le siguió Courtney, dispuesta a demostrar su valor, continuando Duncan, Harold, Leshawna y Sadie.

Claro, esa última no estaba en su equipo, pero luego de una discusión clásica con Katie, terminó por simplemente querer estar lo más lejos posible por un rato.

—Yo... Yo realmente no puedo saltar, ¡Es básicamente suicida! ¿No es lo de los tiburones demasiado peligroso?— La aterrada voz de Izzy logró sacarle una carcajada al presentador.— Incluso para ellos, estás aguas no son realmente aptas para su supervivencia y...

—¿Qué? ¿Te dan miedo las alturas?

—No exactamente las alturas, pero realmente es algo demasiado riesgoso, podría involucrar una vida y... —Sintió que se mareaba solo de ver hacia abajo, con sus piernas flaqueando, teniendo que darse unos momentos para procesar que realmente se había metido en esa competencia.

Sintió entonces una mano un par de manos en sus hombros, volteando a ver a Eva, que parecía querer calmarla.

—No es necesario que salte, ¿Cierto? —Habló por la peliroja, con el hombre rodando los ojos y probablemente pensando en algo que involucrara insultar a los jóvenes de hoy en día.

—¿Arriesgaras a todo tu equipo por actuar como una gallina? —Al no recibir una respuesta de Izzy, simplemente le colocó un sombrero que representaba a dicha ave, mientras se divertía por el temor de la chica, incluso soltando una carcajada. — Eres débil, debería darte vergüenza, ¡Siguiente!

—No te preocupes, podremos retomar la ventaja luego... —Habló Eva con calma, dando un par de palmaditas en la espalda ajena antes de correr al acantilado y lanzarse, cayendo a la zona segura segundos después.

—Muy bien, de todos modos ya estoy muerto por dentro... —Dijo Tyler en un tono innecesariamente dramático antes de saltar, dejando una mancha de maquillaje diluido en el agua cuando cayó.

Fue seguido por Bridgette que intentó imaginar que sería tan fácil como cuando su personaje saltaba en un juego, cayendo en la zona segura de pura suerte.

Por su parte, Geoff terminó saltando a duras penas, aunque terminó golpeándose con una que otra roca por frenarse a último momento, dando una imagen más que dolorosa a Ezekiel, que era el último por saltar.

Se tocó el rostro, horrorizado, y retrocediendo dos pasos.

De todos modos, el sombrero de gallina le luciría mejor que un rostro permanentemente desfigurado.

—¿Al niñito lindo le da miedo? Que patético, está generación está llena de cobardes. —Le colocó su sombrero con brusquedad para aprovechar de despeinarlo, soltando una carcajada al ver su molestia.

***
—No es que sea solo una cara bonita, por supuesto, pero este rostro vale miles. —Habló Ezekiel, a la vez que intentaba acomodar ese sombrero de un modo que luciera decente.—De cualquier forma, es mejor ser lindo y no tener ninguna habilidad, que ser feo y talentoso. La belleza interior es algo que inventaron los feos para sentirse bien con ellos mismos.

***

—No soy idiota para arriesgar mi rostro, mil dólares no arreglarían eso. —Se cruzó de brazos tras excusarse, caminando lejos del lugar, con el otro equipo observando aquella escena.

Saber que eran los que seguían no era para nada tranquilizante.

—Muy bien, se que es algo aterrador, pero... —Heather intentó calmar un poco a los presentes, siendo interrumpida por un aullido de Noah, el cual simplemente corrió y se lanzó como si de nada tratase.— ¿Lo ven? Es fácil, no se preocupen...

—No pienso perder porque alguno de ustedes tenga miedo de saltar, así que más les vale no hacerse los cobardes. —Advirtió Beth, cruzandose de brazos, aunque ella misma estaba muriendo de miedo en el fondo.

—Nadie te va a perjudicar, relájate un poco, linda. —Serenó Trent, sonriendo. En el fondo le irritaba cuando la gente era tan escandalosa. Terminaban dirigiendo toda la atención a ellos mismos, y definitivamente eran difíciles de manejar. Beth era demasiado segura a simple vista, y encajaba perfectamente con lo que no le agradaba.

Era obvio que tendría que enfocar sus posibles alianzas a otros lados.

—Sadie ya saltó, y si esa perra ridícula puede, ¿Quién no? —Katie aprovechó de insultarla como ya era usual, caminando hasta el borde del barranco y demostrando efectivamente que, no pensaba quedarse atrás de su enemiga jurada.

El resto se miró entre si, algunos ya aceptando su destino y otros aún en negación de que realmente tendrían que hacer algo así.

—Bueno, todo estará bien, tengo a Dios cuidándome. —Suspiró Gwen antes de acercarse al borde del precipicio y saltar, saludando hacía arriba una vez cayó en aquella zona segura.

Cody por su parte, a pesar de sentir que se iba a desmayar, se acercó, tomando aire mientras se preparaba psicológicamente. Lamentablemente cuando su cuerpo quiso dar el paso final, su mente aún no estaba preparada, sin lograr posicionarse bien y cayendo en una pésima posición. Seguro pasaría el resto del día adolorido. 

Beth soltó una inevitable risa, saltando luego para ahorrarse el regaño que Heather seguro tenía listo para ella.

Lindsay estaba nerviosa como cualquiera, pero el premio era algo que podría cambiar su vida y acobardarse no era opción. Tomó aire y corrió, tropezando con sus propios pies y cayendo tan mal como Cody.

Heather se apresuró en saltar tras ella para socorrerle.

Al cabo de minutos, la mayoría había logrado saltar, a excepción de Owen y Justin, los cuales se quedaron un instante observando aquella abismal caída.

—Uno de nosotros tiene que saltar mínimamente, así tendremos ventaja sobre los otros. —Owen rompió finalmente el silencio, con Justin asintiendo.— Bueno, odio hacer esto, pero supongo que no hay opción...

—¿Entonces puedes saltar tú? ¡A-Ah, que alivio, no sabes lo asustado que estaba! Realmente creo que eres...

—No es personal, Justin, en serio... Pero eres tú o yo. —No estaba orgulloso de como iba a actuar, pero tampoco estaba dispuesto a perder una extremidad.— Intenta que no te muerdan demasiado.

—¿Disculpa?— En medio de su confusión, Justin fue empujado al vacío, de forma tan repentina que siquiera pudo gritar antes de caer sobre el agua infestada de tiburones, mientras Owen volvía a bajar la pendiente con ese penoso sombrero en su cabeza.

Si era positivo, podía imaginar que era un regalo de parte de Hatchet, el cual por más que le decepcionara, seguía teniendo su fanatismo en el fondo. 

De todos modos, los tiburones siquiera se le acercaron a Justin. No sabía si era mucha buena suerte, o si espantaba a los mismos con su presencia.

***

—Normalmente no caería en algo tan bajo, pero ese salto podía ser mortal. —Owen se excusó ante la cámara por ese comportamiento.— Y sinceramente entre mi vida y la de Justin, es obvio quien no tendría a nadie llorando en su funeral.

***

—Que patético. —Soltó Beth en una inevitable risa cuando vio al aturdido joven salir del agua. Sabía que si quería ganarse una alianza, debía empezar a ser un poco menos cruel, pero se permitiría esa última burla aprovechando que Heather y Lindsay estaban lejos acomodando las cajas.

—El chico parece asustado por existir, es admirable que no sufriera un ataque luego de eso...—Si bien, Trent mostró una posición negativa al respecto de esa acción, en el fondo no pudo evitar pensar que efectivamente, lucía bastante patético.

Y era una pena que fuera hombre, porque le encantaban las mujeres patéticas. Al menos significaba que sería fácil ganarse su confianza si era necesario.

Notó entonces como la mirada de la religiosa se posaba en él, con cara de pocos amigos, contrastando con la amabilidad que había mostrado hacia el resto. No estaba seguro de que hizo exactamente para ganarse su desprecio, pero le guiñó el ojo, cosa que pareció enfadarle más.

Que mujer extraña.

***

—Trent no me conoce, pero yo si lo reconozco a él, lo suficiente para saber el tipo de persona que es. —Gwen se explicó brevemente en el confesionario.— Solo espero que nadie se crea su cuento de buena persona, intentaré asegurarme de ello.

***

—Salí un tiempo con una chica como Gwen. —Trent acomodó un poco su cabello, restándole importancia a la situación.— Son las peores.

***

—Creo que me rompí algo cuando caí... —Incluso ante esa camara, Justin parecía evitar que está se enfocará directamente en su rostro, volteando parcialmente.— Pero descubrí que los tiburones parecen no quererme, se parecen a mi padre. —Hizo un mal intento de chiste, buscando calma.

Honestamente, por un momento casi llora del susto que se llevó.

***

La ventaja para el equipo de los topos gritones definitivamente estaba ayudando, con todos arrastrando con mucha más facilidad aquellas pesadas cajas, notandose como, poco a poco, uno que otro grupo empezaba a formarse.

—¡Puta madre, Cody, me asustaste! Pensé que habías perdido un diente por un momento.—Noah se quedó mirándolo mientras arrastraba la carga junto a él.

Más bien el moreno hacía todo, pero se notaba que mínimo intentaban ayudarle.

—Probablemente tú perdiste unas neuronas más con esa caida.—Owen iba caminando sin llevar nada a un lado suyo, no quería arriesgarse a tener callos en las manos luego.

No estaba siendo un real aporte para su equipo, pero iban tan bien que pecar de confianza le era inevitable, dándose la comodidad de no esforzarse de más. 

—Owen, no puedo perder neuronas, no tengo. —Noah soltó mientras negaba la cabeza, pensando que se trataba de algún objeto y no que su respuesta le hacía parecer aún más imbécil.

Cody tuvo que aguantar una risa. Al menos al interactuar con ellos, siquiera era necesario que hablara, era fácil.

Viendolo de dónde fuera, les iba mejor que a los Bagres asesinos, con la situación siendo tan complicada como agotadora.

Claro, para alguien como DJ no era difícil llevar esas cajas, pero Geoff estaba haciendo el ridículo de su vida al intentar mover a duras penas una de estas. Bridgette tampoco aportaba mucho, teniendo que, de igual manera, intentar empujar la misma.

Al menos estaban dando pena ajena en equipo. 

Ezekiel intentó arrastrar una de esas cajas, o eso hasta que a los cinco segundos se clavó a una astilla, teniendo que recurrir a la ventaja que le dió la naturaleza en lugar de fuerza.

—¿Te llamabas Tyler? Me encanta tu estilo... —Posó su mano sobre el hombro ajeno, sobresaltando al adverso, que lo miró hasta espantado por la repentina cercanía.— ¿Podrías ayudarme, por favor? Es que realmente no puedo solo con esto...

—Claro... —Suspiró pesadamente antes de empezar a arrastrar esa caja sin decir demasiado.— Pero me gustan las chicas. —Aclaró, por si las dudas, algo intimidado por la sonrisa ajena, exageradamente brillante.

Él, en su mente, era un ser de oscuridad y maldad, por lo que en consecuencia obvia, le generaba una especie de rechazo, y una que otra frase ultra deprimente pasando por su cabeza.

—Que lastima. —Le guiñó el ojo, dejándole con un rostro de espanto aún más divertido, dedicándose el resto del camino a hablar con las chicas, que no le recriminaban para nada el no estar colaborando.

Harold retuvo un quejido, su sangre hervía de envidia, sin tener más opción que ocultar esta con una sonrisa en su rostro, perfectamente ejecutada gracias a sus dotes en la actuación.

—¿Puedes creerlo? Es tan descarado, aprovechandose así del resto.

—No creo que sea muy fuerte de todos modos, seguro no podía hacer demasiado... —Duncan respondió con calma, aunque por dentro le era inevitable pensar lo mismo, no quería quitarle méritos a sus compañeros.— Al menos se ve amable.

—¿Siempre tienes algo bueno que decir de todos? Que dulce eres... —Harold se detuvo un momento para atarse el cabello antes de continuar, sin lograr quitarle la mirada de encima a Ezekiel.— Pero hay que tener cuidado con esa gente... Uno hace todo por ellos y luego te roban cada pequeño merito, te lo digo como un amigo.

Cuando el tema de la conversación volteó a verles y les saludo con la mano, el pelirrojo no dudó en responder del mismo modo, con una sonrisa tranquila en sus labios.

***

—Ezekiel es solo una cara bonita, sinceramente, no es una real amenaza. —Harold limó sus uñas en aquel confesionario, aprovechando esos momentos de relativa tranquilidad para arreglarse.— No es nada personal... Pero si le quiere caer un rayo, no me quejo...

***

La ventaja seguía siendo clara para los Topos gritones, pues cuando los del equipo contrario finamente llegaron al lugar, estos ya se encontraban trabajando en construir su Jacuzzi.

Todos trabajaban sorprendentemente bien juntos, siempre y cuando mantuvieran lejos a Katie y a Sadie entre si.

—Oigan chicas... —Beth se acercó a Heather y Lindsay, que se encontraban trabajando juntas.— Quería decir que lamento lo que pasó hace no mucho, la verdad todo esto me alteró un poco. — Buscó mantener un tono de voz lo más arrepentido posible.

—¿Quieres ayudarnos, Beth? —Heather le invitó, haciéndole un lado que ella terminó por aceptar.

Claramente la castaña no estaba realmente arrepentida en el fondo, pero al ya varios estar formando vínculos, una alianza era algo que no podía tardar en encontrar.

Lindsay no la cuestionó demasiado, era incapaz de por si de enfocar su vista en el rostro de la gente por más de unos segundos, leerlas no era lo suyo.

Heather por otro lado, por más amable que fuera, no estaba del todo convencida de aquel repentino cambio, pero mantuvo la situación en paz, sin querer sacar conclusiones antes de tiempo.

Sentía cierta responsabilidad en mantener la tranquilidad en general.

El otro equipo en cambio era un completo caos, intentando organizarse bajo la presión de estar claramente atrasados, con ningún grupo colaborando demasiado.

—¡Tenemos que organizarnos, por favor!— Duncan buscaba reunir en grupos a su equipo, siendo inútil por más que intentará alzar la voz.— ¡Si no ganamos esto, uno de nosotros tendrá que irse-!

—Ya cálmate, muñequito, no es para tanto. —Courtney le sonrió, mas su expresión cambió cuando notó la cara de particular horror con la que le miraron.— Ay, vamos, no seas exagerado-

—No te vayas a alterar mucho, pero... —El hombre intentó proseguir con cautela, siendo interrumpido por un chillido de Izzy y todo el resto de su equipo.

—Courtney, tienes una araña en tu cabeza. —Concluyó Leshawna con frialdad, notando como la mencionada luchó por no sobrereaccionar.

—¡E-Está bien, Courtney! No es tan malo... Esas no son tan venenosas. —Izzy tomó la palabra nerviosamente, hasta que notó como su intento de calmar no estaba ayudando.— ¡Solo te daría una parálisis de un par de horas, pero viviras!

Courtney intentó golpear al animal, sin lograr más que impactar contra ella misma, con el resto totalmente concentrado en como el arácnido se movía por su cuerpo como si nada, alertandolos.

—No hay porque matarla, está más asustada que tú... —Eva intentó detener los manotazos de Courtney, sin éxito y ganándose un empujón.

DJ por su parte no pensaba en meterse ahí, los animales pequeños en general le causaban una sensación desagradable que no lograba controlar.

—¡Ahí estás! —Exclamó Courtney finalmente al verla sobre su pierna, sintiendo como le mordían antes de aplastarla, soltando un inevitable quejido. Al notar como todos parecían atentos a su drama, sintió una inevitable vergüenza, enderezando su posición y cruzandose de brazos.— ¿Qué están viendo? ¡Tenemos que armar el Jacuzzi, rápido! —Fingió interés en el desafío solo para evitar seguir humillandose.

Aún así cuando le dieron una mirada al perfecto trabajo de los Topos gritones, sus esperanzas disminuyeron significativamente.

Y tuvieron motivos de sobra, con el paso de los minutos dando como resultado una estructura tan mal construida que llegaba a dar vergüenza presentarla.

Cuando Hatchet se quedó mirando cada una de las construcciones, los nervios invadieron a todos los concursantes, incluso cuando los resultados eran obvios.

Y es que realmente el presentador se tomó su tiempo analizando, incluso dándole una patada a cada una de las estructuras para ver si resistía.

Era claro que solo la de los Topos gritones logro mantenerse en pie.

—¡Y con una aplastante derrota para los Bagres, los Topos gritones ganan el desafío! —Anunció finalmente, con el equipo ganador celebrando y los perdedores lamentándose.— Ustedes, ahorrense la humillación de estar aquí y vayan a decidir quién se va en el bote de los perdedores... La cena estará en una hora, lleguen tarde y no comen hasta mañana.

Todos obedecieron, decidiendo retirarse, la mayoría a paso rápido, a excepción de Courtney, que empezaba a cojear, con su pierna incapaz de moverse por culpa de esa araña.

Sin duda, una derrota humillante.

—¡Realmente ganamos! Seguiremos aquí más tiempo, que alivio... —Lindsay celebró, sin saber que su victoria también estaba siendo festejada por uno de los internos.

—Deberiamos celebrar... Normalmente les invitaría una taza de té, pero dudo que tengan acá. —Suspiró Heather al recordar su colección de sabores distintos, mientras palmeaba cariñosamente la espalda de la rubia. — Lo hiciste bien, Beth, gracias por ayudarnos. —Agregó, sonriendole a la misma, recibiendo una sonrisa de igual manera como respuesta.

***

—Realmente el fingir que me agradan esas dos es complicado, pero creo que no llegaré muy lejos si las trato como merecen. —Beth suspiró fastidiada ante la cámara. La verdad le aliviaba que ese día no tuviera riesgo alguno de eliminación.— Tengo que convencerlas de mantener una alianza, así son estos juegos... Cuando iba a la escuela, reinaba sobre todos, esto no es diferente.

***

—Beth me recuerda a mis hermanas, dan miedo cuando se enojan, pero luego normalmente me tratan bien... O no me gritan al menos...—Lindsay se explicó de manera nerviosa, la psicología humana no era su fuerte.— Heather es muy linda y no le molesta cuando hablo más de cinco minutos seguidos sobre datos innecesarios, creo que puedo confiar en ella.

***

—No me convence del todo ese repentino cambio en la actitud de Beth, pero soy la menos indicada para dudar de que la gente puede mejorar. —Heather mantenía una expresión algo apenada en su rostro.— Quizá incluso si su cambio no es genuino ahora mismo, cuando se de cuenta que la vida no es como la secundaria podría querer ser mejor persona.

Se mantendría atenta de cualquier forma.

***

Una vez en la mesa del comedor, la tensión era tal que podía cortarse con un cuchillo, todos mirándose entre si, sin saber a quién votar, o al menos la mayoría.

—Uh, no estamos todos aún, ¿Dónde está Courtney? —Preguntó Duncan al notar la obvia ausencia de la misma, después de todo, había estado demasiado tranquilo hasta el momento sin la voz de la mujer diciéndole comentarios que no tenía idea de cómo tomar.— ¿Deberíamos buscarla para esto?

—Paralizada, la llevamos a la enfermería con Eva, pero al parecer la enfermera renunció por la precaria situación laboral... —Izzy suspiró, aún algo preocupada por la mujer, recordando con un escalofrío lo mal que lucía.— Le di primeros auxilios con lo que encontré, ahora está descansando. Estará bien luego de unas horas, por suerte.

—Echemosla a ella por no venir y ya. —Habló DJ, no tenía nada en contra de la chica, pero honestamente ya quería irse de la incomoda reunión.

—Si vamos a echar a alguien debería ser alguno de los que no saltaron. —Propusó Geoff, también queriendo levantarse ya de la mesa.

Las miradas se posaron en Ezekiel e Izzy, ambos con esos sombreros de gallina aún en su cabeza. 

—No deberíamos juzgar tan rápido, fue solo una parte... —Eva buscó quitar el foco de ambos participantes, por el lado de Izzy, porque realmente lograba congeniar con ella y era bueno tener a alguien con sus conocimientos. De Ezekiel no tenía idea, pero era deslumbrante, sería una pena que se fuera tan pronto.

—Podemos echar a Tyler, se a quejado todo el día de que la vida es cruel, que es un ángel caído, que somos estúpidos normales o algo así.—Propuso Ezekiel, notando como el mencionado le miraba con particular indignación.

—¡Dijiste que te gustaba mi estilo en el desafío! —Si bien en el momento el comentario le había incomodado de sobremanera, ahora se sentía engañado.— Siempre es tan duro despertar y ver lo cruel que es la realidad. —Concluyó de un modo exageradamente dramático.

Lamentablemente para él, lo llevó a ser considerado por un par.

—¿Podemos elegir de una maldita vez y ya? —Volvió a reclamar DJ, antes de levantarse de golpe, sobresaltando al resto. Odiaba pasar tiempo con otras personas en general, y ellos no lograban más que desesperarlo.— Iré afuera, votaré por el que sea que me den una buena razón, hasta entonces no me jodan. —Y sin más salió, dejándolos con una situación aún más complicada.

Había sido demasiado por un día para él.

—¿Qué tal él? —Se atrevió a proponer Duncan, estresado ya por la hostilidad de la situación general.

—Es fuerte, nos servirá. —Respondió Harold immediatamente, manteniendo su voz sorpresivamente calmada a diferencia del resto, cosa que no pasó desapercibida para un par.— Por más que crea que debamos permanecer como un equipo, está situación no va a ningún lado, será mejor que lo pensemos con calma y por nuestro lado.

Y así, aquella reunión terminó por no llegar a nada, con todos aceptando la idea del pelirrojo tanto por la desesperante presión que les daba la situación, como por lo confiado que sonaba de todo.

Claro, él estaba así de calmado por traerse cosas entre manos, pasando pocos minutos para empezar a actuar.

—¡Leshawna, nena! Necesito hablar contigo.—Habló con una voz particularmente feliz una vez la vió sola. Al menos por como la había observado, sabía que era lista y ambiciosa, podía convencerla si exponía bien sus puntos.

—Ve al punto, Harold, creo que es obvio que ya tienes algo en mente. —Si bien, le parecía hasta divertido el encantador teatro del joven, no quería perder el tiempo.— ¿A quien quieres sacar?

— ¿Y estás dispuesta a hacer una alianza conmigo tan fácil? Estás llena de sorpresas.

—No es permanente, pero esta ocasión podemos llegar a un acuerdo. Nuestro equipo tiene de la peor calaña del lugar, y tú eres de los pocos que tiene madera de llegar lejos.— Si bien, físicamente varios lucian mucho más competentes, no le daban confianza, tanto por tema académico, como no lucir lo suficientemente fuertes emocionalmente.— Asegúrate de que no salga yo, y con eso es suficiente esta noche. Dime por quién votar.

—Ezekiel.

—¿Ese muñequito? Oww, con lo que sirve para deleitar la vista. —Se le hizo inevitable sonreír unos segundos.— Muy bien, ¿Pero puedo saber los motivos al menos?

—Se ve que no es competente, no aportará demasiado, pero como es atractivo puede ganarse que no lo expulsen luego por ello. Solo prevención, nada personal. —Aún con su explicación, Leshawna tuvo que aguantar la risa y simplemente rodar los ojos. Era una buena forma de ocultar la envidia, pero ella era asquerosamente perceptiva.

Ambos se miraron con total seriedad unos segundos, antes de volver al diálogo.

—Como digas, pero asegúrate de convencer a las personas suficientes.

—Un placer hacer negocios contigo, linda. Y tranquila, no será complicado... Todos están desesperados. —Se levantó de su lugar, suspirando y volviendo a sonreír antes de dirigirse hacia otro participante.

Sabía que quizá no era del mismo modo que él, pero la mayoría de hombres se podía sentir amenazado por Ezekiel, lo suficiente para poder lograr que los votos se dirigieran a él.

Leshawna se levantó de su lugar, encontrándose a un par de metros a la futura victima.

Este se arreglaba frente a un espejo de mano, en un intento de lucir bien con aquel sombrero de gallina arruinando su cabello.

El sujeto era bastante atractivo, lastima que esos mil dólares lo fueran aún más.

—Ezekiel... —Se le acercó, posando su mano sobre el hombro ajeno.— ¿Ya sabes por quién votar?

—Las chicas me dijeron que votaremos por Tyler. —Dejó de lado el espejo unos momentos, dándole una sonrisa a la mujer.— ¿Contamos contigo también?

Leshawna se dió cuenta de que su voto estaba siendo bastante importante a ese punto, mucho más de lo que esperaba. Y eso era algo totalmente satisfactorio.

—Por supuesto.

El tiempo transcurrió insoportablemente lento desde ahí a la ceremonia en la fogata, dónde todos sentados, esperaban ansiosos los resultados, unos mucho más cerca del colapso que otros.

Si el anfitrión lucía aterrador normalmente, ahora que tenía en sus manos los resultados, era aún peor. Con ambos internos a un lado hablando en voz baja de los resultados y dándoles miradas rápidas a los campistas.

—Ustedes dos, no les pago por estar chismeando, vengan acá. —La voz de Hatchet resonó en el lugar, llevando a ambos jóvenes a un lado del hombre, con uno tomando los resultados en las manos y la otra sosteniendo una bandeja llena de malvaviscos.— Escuchen atentamente, montón de perdedores, luego del penoso espectáculo de hoy, todos están un paso más cerca de irse.— Dió un par de pasos hacia ellos, solo para reírse del pánico de algunos.— Hay diez malvaviscos acá, quienes los reciban, están a salvo, por ahora... El que no, tendrá que caminar por el muelle de la vergüenza e irse para siempre de aquí... ¡Para siempre, sin oportunidad de volver, jamás!

Les dió unos segundos más antes de tomar la bandeja en sus manos, recordando el nombre de cada uno simplemente para poder lanzar los dulces en la cara de cada uno.

—El primer malvavisco es para... —Apuntó, tirandolo en el rostro del mencionado, que efectivamente, no logró atraparlo, pero al menos sonrío al ver que estaba a salvo.— Duncan.

Y así prosiguió con cada uno.

—Leshawna, Eva, Izzy, Harold, DJ, Bridgette, Geoff... — Estos ya más preparados, lograron atrapar el caramelo en sus manos.— Courtney. —Esta ultima aún con los reflejos adormilados por el veneno de la araña, intentó detenerlo, sin éxito y quejándose al recibir el impacto en su ojo.

—¿¡De que se ríen, imbéciles!? —Se quejó al notar las miradas y carcajadas en torno a ella.— Idiotas.

—Callate, chillona.— Reclamó el presentador, antes de volver a centrar su total atención en el momento. La tensión estaba entre dos jugadores, los cuales aún no habían recibido nada, mirándose entre si por uno segundos, uno más confiado que otro, que estaba por soltar un comentario innecesariamente tragico.— Solo queda un malvavisco, y quién se queda en este campamento y no tiene el patético puesto de ser el primer eliminado y la vergüenza personificada es... ¡Tyler!

—Lo siento Tyler, pero... ¿¡Espera, qué!? ¿¡Por qué yo!? —Ezekiel estaba genuinamente sorprendido, mirando al resto, notando como varios hombres evitaron su mirada, a excepción de Harold, que solo le sonrió y saludo con la mano.

—Me preguntaron si creo en la amistad, y yo les dije que es solo es una forma elaborada de autolesi... ¿¡Yo!? —Al igual que la mayoría de mujeres presentes, el mismo Tyler no podía del asombro de haberse quedado contra una opción como Ezekiel.

—Menos charla, más acción, ve al muelle de los perdedores, niño lindo. —Hatchet interrumpió la escena, apresurando el asunto, terminando la jornada con un agridulce sabor de boca para la mayoría.

***

—Bien, este juego sigue siendo un sufrimiento constante... Pero si me quedé, por algo debe ser. —Tyler habló incrédulo aún a la cámara del concesionario.— Quizá la gente de aquí logra comprender un poco y no son todos un montón de normies...

***

—Escuché a Tyler decir la palabra "normies", ¿En serio Harold prefirió eliminar a Ezekiel? —Leshawna soltó una breve risa, negando con su cabeza.— No se que haya hecho, pero su plan funcionó, puede ser útil.

De algún modo parecía escrito en el destino que él tuviera que irse primero.

***

—Solo para aclarar, en serio, no es naaaada personal contra Ezekiel...— Harold buscó excusarse, con completa convicción en sus palabras al repetirselas así mismo todo el día.— Pero hay gente que solo sirve para ser bonita... Y luego estamos los que somos inteligentes, habilidosos, y claro... Más bonitos aún.

Si no lo veía su equipo, ¿De que servía actuar humilde?

***

Los Topos gritones se encontraban celebrando en aquel Jacuzzi, siendo el enfoque final de la cámara, mientras el otro equipo se retiraba casi completamente derrotado.

Courtney sin embargo se detuvo en frente de la cámara, aprovechando de dar un último mensaje.

—Este primer día fue un asco, pero quiero que tengan claro que yo voy a ganar esto. —Sonrió con total confianza, cruzandose de brazos.— No hay nadie más fuerte que yo aquí, y demostraré que no hay nada que...

—Courtney...

—Ahora no Izzy... ¡La calle me ha enseñado todo lo que tengo que saber, y les juro que-!

—¡Courtney!

—¡Izzy, estoy hablando! ¿Que quieres ahora?

—Tienes otra araña... —Le apuntó, con la morena sobresaltandose al punto que terminó por botar aquella camara, con una última escena apuntando al cielo mientras gritaba y maldecía.

El primer día fue un total caos, y eso era solo una probada de todo lo que tendrían que pasar durante su estadía. Desde nuevas alianzas, hasta experiencias cercanas a la muerte, lo único seguro en este programa, es que para saber más, hay que seguir sintonizando.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro