Entrenamiento básico

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Hay cinco etapas del duelo, y a ese punto, Lindsay había pasado por cada una de ellas, desde la negación, creyendo que aquellos artefactos tuvieron un error al electrocutar a su amigo, hasta la aceptación donde concluía que era algo normal, pero que de todos modos no dejaba de resultarle particularmente doloroso.

—¿Quizá estoy siendo exagerada? No estoy segura, además con todo lo que le hicieron decir aquella noche, quizá enfocarme en eso es una tontería... —Lindsay soltó un suspiro luego de media hora de simplemente hablar del tema, yéndose constantemente por las ramas y bastante sorprendida de que su acompañante no se hubiera ido a los cinco minutos.— ¿Soy una mala amiga? ¿O soy una mala competidora por no enojarme lo suficiente?

—Yo en tu lugar le hubiera mínimamente llenado la cabeza de hormigas, no eres mala. —Habían hablado, varias veces, y con ese último comentario Lindsay terminó de concluir que si quería un consejo convencional, Chris era una pésima opción.— Se donde hay un hormiguero, si la idea te hace sentido...

—No, pero gracias por la oferta. —Suspiró, clavando la mirada en el cielo nocturno. Con el otro equipo fuera, aquel día no tuvo desafíos, pero había sido cuanto menos incómodo; por ello el interno pareció apiadarse e intentar animarla de algún modo con comida que le robó a su jefe.— Normalmente hablaría de esto con Heather, pero no estoy segura, creo que quiero hablar esto con él directamente...

—Bueno, supongo que el consejo más convencional es que deberían hablarlo, si... —Supuso que sería el fin de la charla al no verla dispuesta a hablar más al respecto.— No es complicado encontrarme, así que si llegas a querer la opción de las hormigas...

—¿Y tú cómo estás? —El cambio de tema le tomó con la guardia baja, mirándola con una expresión confundida.— Leí un libro que decía que en las conversaciones uno debe preguntar también por la otra persona para no acaparar la conversación, estoy trabajando en ello.

—Pues, fuera de las tres veces que nos persiguieron los osos y la vez que me caí del techo, pues creo que estoy bien. —Honestamente, no recordaba la última vez que alguien que no fuera su madre le preguntaba algo así.

—Realmente tienen un trabajo muy complicado...

—Bueno, si, pero valdrá la pena al final cuando pueda tener mi propio programa. —O al menos eso era lo que esperaba, pero intentaba mantenerse lo más positivo posible al respecto.— Va a ser mucho mejor que este y voy a ser incluso más famoso que Hatchet.

—¿Y va a ser menos cruel que este? —No obtuvo respuesta, terminando simplemente por soltar una risa mientras asentía.— Recuerdame no inscribirme, por favor.

Al menos esos momentos ayudaban para distraerse.

Por un lado mucho más afortunado, los Bagres Asesinos pudieron relajarse completamente con el premio que habían ganado, olvidando por todo un día lo horrores de la competencia.

No obstante, ya en la mañana al estar volviendo en el mismo barco que los trajo, la tensión volvió a generarse, específicamente en cierto grupo, que estaba adaptándose a los grandes cambios que la misma competencia les obligaba a tener.

—¿Así que decidiste incluirlo sin siquiera decirme? —Courtney se mantenía cruzada de brazos, con una mirada particularmente fastidiada. No odiaba a Duncan, al contrario, era obvio que le gustaba lo suficiente para fastidiarlo cada vez que tenían la oportunidad, no obstante la idea de unirlo a aquella alianza no le convencía ni un poco.— Este sujeto lo peor que hizo en su vida fue reprobar una clase, pecas, no nos servirá de nada.

—Nunca reprobé una clase, de hecho. —Duncan respondió con una sonrisa que rápidamente se borró cuando notó la expresión ajena juzgandole, dándose cuenta que no era el momento.

—Necesitamos a alguien más en la alianza, él necesitaba aliados, no es muy complicado, Court. —Harold se mantenía sumamente tranquilo incluso con lo denso que se sentía el ambiente, cosa que solo irritaba más a la mujer, quien terminó por arrastrarlo lejos unos momento.

—¿Vas a tomar un riesgo así? Es decir, míralo. —Tomó a Harold de los hombros y lo sacudió.— ¡No podemos confiar en alguien así! Estamos bien siendo solo nosotros, pecas.

—¿Crees que pongo mis manos al fuego por él? Claro que no, Dios. —Le calmó, más que nada para que dejarán de marearlo.— Obviamente lo pondremos a prueba hoy, y si no funciona, él se irá, ¿Suena bien?

—Ugh, bien... —Volvieron caminando hacia el tercero, con Courtney dando un par de golpecitos en su frente apenas llegó.— Recuerda que eres el nivel más bajo en esta jerarquía, así que cuidadito con fallarnos, perro nuevo. —Terminó de amenazar antes de alejarse.

—¿Perro?

—No te preocupes, ya se le pasará. —Serenó Harold al ver la obvia preocupación en el rostro del adverso.— Tú encárgate de obedecer y no te irás.

—¿No debería preocuparme?

— Al menos que pretendas fallarnos, no. —Soltó una risa, restándole importancia mientras notaba como poco a poco se acercaban a esa terrible isla nuevamente, preguntándose cuánto tiempo tardarían antes de arruinar su felicidad y hacerlos vivir algún infierno con esos desafíos.

La respuesta, tan decepcionante como poco sorprendente, fue inmediata, siendo recibidos con la imagen del equipo contrario formados en el muelle, mientras el presentador vestía un atuendo militar, siendo un claro indicador de que probablemente no sentirían sus extremidades al final del día.

—¡Espero que se hayan divertido, ahora dejen de perder el tiempo y empiecen a formarse! —Gritó en el megáfono, aturdiendo a los recién llegados que se apresuraron en obedecer.— Ahora todos ustedes presten atención, ¿A eso le llaman una formación? —Sacó una rama recién cortada de un árbol para azotar a cualquiera que se saliera del orden, desde la forma de pararse a el estar conversando.

Ese día sería un viaje a sus preciados años en la milicia, con la diferencia de que en lugar de hombres preparados, serían un montón de adultos jóvenes que no tenían madera alguna para el trabajo.

Esperaba que al menos aguantaran más de un desafío.

—Regla número uno, todo se dirigirán a mi cómo "Amo Hatchet", regla número dos, deberán seguir cada una de mis órdenes, cuando uno de ustedes se rinda, quedará inmediatamente fuera del desafío. —Se paseó delante de ellos, continuando con las múltiples correcciones a las posturas de todos.— El último que quede en pie le dará la victoria a su equipo y con ello la inmunidad, porque esta vez si tendrán que mandar a alguien a casa, ¿Entendieron?

—¡Si, amo Hatchet! —Se apresuraron en responder la mayoría de ellos, con los que no siendo golpeados por la rama.

—Dormirán cuando les diga que duerman, comerán cuando les diga que coman. —Finalmente se dirigió hasta la orilla del muelle, señalando una campana.— Cuando uno de ustedes se rinda, deberá anunciar a todos la vergüenza que son tocando la campana. —Hizo sonar esta misma para dar el ejemplo, ansioso porque la próxima vez que la escuchará, viniera de la mano con un campista al borde del colapso.— ¡Ahora apresurense y vayan a la playa!

Todos volvieron a responder al unisono antes de obedecer e irse corriendo, con la leve esperanza de que empezarán con algo ligero por ser la primera prueba.

***

—Las pruebas físicas no me preocupan, ni un poco. —Aseguró Noah mientras se balanceaba en su lugar, igual de nervioso que el resto, con otros motivos.— Pero soy un poco malo en todo el tema del orden y concentración, quizá eso pueda ser un problemita.

Esperaba que no lo obligarán a pasar más de unos minutos quieto, o definitivamente sería complicado.

***

—La situación en el equipo está tan tensa últimamente, ¿No podemos estar un día sin que hayan peleas o malentendidos? Realmente no quiero dar consejos no solicitados, pero son todos tan complicados... —A este punto, y tratando de estar calmada en los desafíos, el mayor desahogo de Heather era el confesionario, incapaz de siquiera pensar en la idea de buscar la ayuda en alguien más.

Después de todos, eran lo suficientemente inestables para que eso pudiera generar otro conflicto.

***

—Me voy a morir. —Geoff suspiró rendido sin siquiera empezar, extrañando desde el primer segundo lo agradable que había sido pasar el día en aquel hotel lejos de aquellas torturas.— Pero quizá no me desmaye hoy, sería algo bueno.

Elevó ambos pulgares con una sonrisa, intentando animarse así mismo.

***

—Escuchen con atención, cada equipo debe sostener su canoa sobre sus cabezas, al chistosito que atrapé con sus manos fuera de la canoa será inmediatamente eliminado. —Escuchó con deleite las quejas antes de sentarse comodamente en su silla de playa.— Y no hay almuerzo hasta que uno de ustedes se rinda, así que buena suerte, la necesitaran, ¡Canoas arriba, ya!

Ambos equipos obedecieron, sorprendidos de lo fácil que resultaba en una primera instancia al sostener todos a la vez, aunque algunos no tardaron en deducir que era cosa de tiempo para que todo se volviera insoportable.

—Buen intento, podríamos hacer esto todo el día, ¿No es así? —Katie mantuvo su actitud confiada habitual, a pesar de que el resto del equipo no parecía de acuerdo, especialmente Noah, que en esos primeros minutos ya se había aburrido de mantener la posición, zapateando de manera insistente para distraerse.— Somos más que ellos, seguro no tardarán en rendirse.

—Cierra el pico un momento, Dios mío... —DJ estaba harto del parloteo, pero al menos ese tipo de trabajos le parecían sumamente sencillos.

—¡Callense todos ustedes! —Ordenó Hatchet, volviendo a generar el silencio y con ello, logrando que DJ frunciera el entrecejo mientras miraba al otro equipo, después de todo, había sido regañado gracias a ellos.— Más les vale permanecer callados si no quieren que se los ponga más difícil. —Amenazó, siendo lo suficientemente útil por un rato para mantener el orden.

Lamentablemente, la capacidad de comportarse de muchos de ellos era bastante limitada, y con el pasar del tiempo, iba siendo cada vez más complicado, sintiendose como toda una tortura cuando alcanzaron las tres horas; una tortura que por más que quisieran, no debían dejar.

Los esfuerzos siempre tienen resultados, pero en este caso, lejos de ser una recompensa, el presentador decidió que era momento de aumentar la dificultad del desafío, subiendo a cada una de las canoas a uno de los internos como peso extra.

De paso los dejaría conversar porque hablaban un número tan grande de tonterías que seguro terminarían mareando a los participantes.

—Yo solo digo, que seguro los Bagres Asesinos están por rendirse... Solo mira los brazos de Geoff, están prácticamente temblando. —Chris intentó desmotivar a la competencia, bastante divertido al ver cómo realmente parecía funcionar, aunque claro que no era el único.

—¿Eso crees? Porque yo veo a Lindsay al borde del desmayo, seguro no siente sus brazos a este punto. —Respondió Blaineley inmediatamente.— Pobrecita, seguro quiere ir hacia la campana y rendirse.

A ese punto la mayoría ya siquiera los escuchaba, concentrados en el insoportable calor del mediodía.

— Los Topos Gritones son superiores a los pescaditos, supéralo.

—Tus ratas chillonas van a perder, McLean, tú supéralo.

Todos los campistas permanecían en silencio, hartos de escucharlos y totalmente adoloridos, viendo como con cada hora, el calor desaparecía, pero el frío de la noche empezaba poco a poco a ser su nuevo problema, sumando a ello el haberse perdido la hora de almuerzo.

Si era honesto, Hatchet pensó que iban a durar mucho menos, pero como todo en la vida, aquel desafío llegó a su fin.

—Lo siento tanto, no puedo máaaaas... Creo que voy a perder los brazos.—Se quejó Geoff, finalmente quitando sus acalambrados brazos de la canoa, caminando tan acabado como un zombie hasta la campana, incluso cuando sus compañeros le gritaban que volviera, arriesgándose bastante con todo ello.

Cayó derrotado, a duras penas logrando tocar la campana antes del impacto contra el suelo, temblando sobre este. 

Todos dejaron caer las canoas una vez acabó el desafío, apenas moviendo los brazos en busca de recuperar la sensibilidad en estos, entre quejidos y una que otra maldición.

— ¿Cómo se sienten al estar un paso más cerca de la ceremonia de eliminación? —Provocó el anfitrión mientras se acercaba al rubio, tocandole con la rama como si de un animal muerto tratase, solo para comprobar si seguía vivo.— Se nota que en tu vida has tomado una pala... ¡En cuanto al resto de ustedes, vayan al comedor inmediatamente, es hora de la cena!

***

—Vi a Lindsay a punto de rendirse varias veces, realmente esperé que lo hiciera por unos segundos, y luego me di cuenta en lo que estaba pensando, y está tan mal... — Justin se cuestionó en la cámara de confesiones, con el dolor de sus brazos siendo totalmente ignorable gracias a lo revuelto que sentía su estómago tras aquella realización.— Se que es muchísimo dinero en juego, pero aún así no quiero sacrificar mi amistad con Lindsay, ¿Es demasiado tonto? ¿Es muy tarde ya?

***

—No espero nada de Geoff y aún así logra decepcionarme. —Courtney intentaba recuperar un poco la sensibilidad en sus brazos, cosa complicada aún.— Solo espero que pecas tenga un buen plan para ganar, porque estoy rodeada de gente incompetente.

***

A duras penas, los competidores se apresuraron en levantarse y caminar hacia el comedor, esperando que luego de ello podrían simplemente ir a dormir e intentar recuperarse para continuar al día siguiente.

Cuando llegaron al comedor y vieron botes de basura en lugar de algo de comer, no tardaron en asumir que el día no acabaría aún.

—¡Muy bien, montón de gusanos, presten atención, tienen diez minutos para comer antes de que comience el entrenamiento nocturno, así que empiecen! —Mientras escuchaba las quejas, simplemente se dignó a señalar la basura a su lado, dándole aún más motivos para estás.— Sírvanse lo que gusten, aquí está su menú.

—Bueno, dicen que en la guerra se come lo que sea. —Se terminó por resignar DJ, acercándose a buscar algo mínimamente decente.

—No es la primera vez que como basura de todos modos. —Noah no le dió mayor importancia a la higiene del asunto, ya estaba rebuscando cuál perro callejero en los restos.— ¡Miren, hay un pollo, creo! O una rata, quizá... ¡No, olvide lo, si era una rata!

—Dicen que saben a pollo. —Katie agregó mientras rebuscaba por encima, sin mucho interés en comer algo de ahí de todos modos.— Bueno, siempre comparan las cosas con el pollo...

—Menos la carne humana, escuché que sabe cómo cerdo. —Courtney se entrometió en la conversación, a pesar de que siquiera eran del mismo equipo, y como era de esperarse, no les importó demasiado, siguiendo con la charla.

Por otro lado había gente que prefería morir de hambre antes de siquiera acercarse a aquellos contenedores.

La comida fue un asco, como era de esperarse; con algunos terminando por concluir que realmente hubiera sido mejor idea el no comer nada, esperando que el próximo reto no fuera igual de sorpresivo que aquella situación.

Cómo siempre, superaron sus expectativas , pues nadie esperaba una clase de baile, y tampoco nadie hubiera pensado que alguien tan tosco como Hatchet fuera capaz de hacer pasos tan complicados.

Para algunas personas resultaba naturalmente fácil seguir los pasos, para los menos afortunados como Lindsay, les tocó impactar un par de veces con el piso; sin embargo la mayoría eran como el caso de DJ, se veían ridículos, pero al menos nada en ellos salía herido además de su dignidad.

***

—Odio admitirlo, pero Hatchet tiene pasos increíbles, podría haber sido perfectamente de las mejores de mi equipo de porristas, claro si fuera una mujer joven y no un viejo amargado. —Katie habló frente a la cámara, aún sin recuperarse del todo de aquella impresión.— Podría robarle un par de pasos para una rutina, de hecho, ¡Creo que sería muy buena!

***

Si bien fue un momento que solo les dejó más agotados, ninguno de ellos se vió eliminado tras aquel desafío, y esperaban tener la misma suerte en el próximo, que por suerte era el último antes de dormir.

Sentados nuevamente en el comedor cual niños castigados, con un montón de hojas frente suyo, lejos nuevamente de lo que todos hubieran esperado de un entrenamiento militar.

—Escuchen bien, completarán un ensayo de trescientas palabras sobre cuánto me aman a mi, tienen una hora, quien se quede dormido o no lo termine será eliminado. —Dió la explicación tan básica como amenazante, retirándose del lugar solo para ir a comer algo que si valiera la pena a diferencia del resto.

Varios de ellos siquiera sabían cómo se escribia el nombre del anfitrión, al final del día.

—¿A alguien si le gusta algo de él o hay que mentir? —Preguntó Katie, quedándose sin ideas luego de halagar su última rutina.

—Dile que te gustan sus ojos o algo, es lo más básico. —Trent también luchaba con intentar buscarle algo positivo, pero tenía fé en que sabía manejar las palabras lo suficientemente bien para lograr aquel desafío.

—¿Puedo decir que es aterrador como una característica positiva? —Preguntó Cody, genuinamente creyendo que a ese hombre podría gustarle ser descrito así.— ¿Yo quiero mucho al amo Hatchet porque me recuerda a un oso enojado...?

—Yo quiero mucho al amo Hatchet porque trata mal a sus pasantes y no los soporto. —Katie propuso nuevamente una de aquellas ideas, probablemente malas.— La rubia no se sabe teñir el cabello y el cuatro ojos es como un repelente de contacto femenino.

—A mi me agradan. —Lindsay intervino en la conversación, mas nadie pareció tomarlo en cuenta, siendo quizá lo mejor.

—Yo quiero mucho al amo Hatchet porque su calva refleja la luz del sol como ninguna otra... —Noah bostezó, a ese punto, mantenerse despierto le estaba resultando casi imposible.

—Que descabellado... —Respondió Katie.

—No sean así chicos, Hatchet es muy... —Heather se quedó callada pensando, sonriendo nerviosamente mientras pensaba alguna idea.— Es muy entusiasta, ¿No es así? —Al menos convenció lo suficiente al resto para que lo anotarán al mismo tiempo.

La hora pasó rápido, y con ello, se cobró una víctima, precisamente Noah, quien cayó ante el familiar sonnifero que le eran las tareas de escritura, quedando fuera del resto de la competencia.

—Muy bien, veamos que tienen aquí. —Hatchet recogió uno por uno los ensayos, leyendo por encima y juzgando inevitablemente las capacidades literarias de los jóvenes; estaba seguro que hace mucho no veía tan mala caligrafía.— Yo quiero al amo Hatchet porque siempre se las arregla para romper la ley y que no lo lleven a prisión... —Volteó a ver a Courtney que solo sonreía orgullosa de su carta, llena de acciones cuestionables que tenía el hombre.— Muy bien, estás son un montón de calumnias.

Mientras más revisaba, peor se ponía el asunto, decidiendo que al día siguiente haría aún más complicada la vida del montón de jóvenes; quizá si se golpeaban en la cabeza un par de veces podrían activar alguna neurona.

***

—Espero que realmente lea esos ensayos, no saben lo complicado que fue redactarlo. —Cody confesó ante la cámara, solía disfrutar la escritura, pero en situaciones así, las palabras parecían irse de su mente por arte de magia.— Nunca creí que duraría más que Noah en un desafío militar, honestamente...

***

Finalmente pudieron dormir un par de horas, las cuales acabaron al ser despertados a las seis de la mañana para continuar con los retos, con solo cinco minutos otorgados para arreglarse y salir.

Fue mientras caminaban al siguiente calvario que Harold se encargó de apartarse disimuladamente junto a su alianza, intentando llamar la atención lo menos posible.

—Tienes la cara de maldad que siempre pones cuando tienes un plan, ¿En qué pensaste? —Courtney interrogó inmediatamente, emocionada por la respuesta.

Lamentablemente estaba lejos de ser algo que le gustará a cualquiera de ellos.

—Vamos a tener que perder este reto.

—¿¡Cómo podría ser perder la mejor opción, pecas!?

—Nunca creí que diría esto, pero pienso lo mismo que Courtney... —Duncan hizo notar su duda, algo nervioso aún por el resultado de las últimas votaciones.— ¿No sería perjudicial?

—Se que suena tonto, pero es nuestra única oportunidad. —Observó como los miembros restantes de su equipo iban más adelante, cada uno por su cuenta.— Somos seis en este equipo, es obvio que DJ y Geoff se cubren las espaldas, y es obvio que yo y Courtney somos una alianza, pero ellos no tienen idea de que Duncan está con nosotros ahora, y hay que aprovechar antes de que sea obvio.

—¿El muñequito es nuestra arma secreta? Ahora me preocupa aún más.

—Cuando se den cuenta que somos tres, la otra alianza querrá incluir a Eva para no quedarse atrás, pero si aprovechamos que Duncan está supuestamente solo, puede convencer a Eva de hacer una alianza, para que vote lo mismo que nosotros. —Harold se explicó, posando una de sus manos en el hombro del otro joven, quien no pudo evitar tensarse.— Luego seremos tres contra dos, no podrán hacer nada contra nosotros.

—Ya veo...—Duncan estaba bastante sorprendido por el plan, por más que la idea de estar saboteando a su equipo le siguiera haciendo ruido en la moralidad que le aún lo perseguía.— Pero no estoy seguro sobre si podré convencer a Eva, soy pésimo actuando...

—Bueno, Duncan, estés listo o no, vas a tener que hacerlo, es parte de estar en la alianza.

—¿Y qué pasará si el señorito no logra hacerlo? —Courtney intervino, seguía sin estar del todo convencida de aquel asunto después de todo.—Le estás dando tareas demasiado importantes.

—Pues Duncan era el objetivo de los votos de cualquier modo, si no lo logra, tendrá que irse y nos encargaremos de traer a Eva de nuestro lado. —Harold respondió con bastante calma a diferencia de sus acompañantes.— Tómalo como su prueba de ingreso.

—Muy bien, espero que aprendas a romper las reglas, porque ser bonito no te servirá de mucho aquí. —Courtney dió una última advertencia al nuevo antes de adelantarse, queriendo ver a qué tendrían que enfrentarse ahora.

Después de todo, tendrían que seguir con los retos lo suficiente para que no fuera sospechoso, así que aprovecharía de lucirse en estos.

—¿No es encantadora? —Harold soltó con una risa, palmeando la espalda de Duncan con suavidad.— No te asustes, no te hará nada mientras yo la mantenga vigilada.

—¿En verdad no te da miedo?

—Sabe como terminó Leshawna, si no quiere terminar igual, se mantendrá de mi lado.

Duncan solo sonrió nerviosamente y asintió; empezaba a darse cuenta que debía temerle mucho más a Harold de lo que le temía a Courtney.

Está vez el desafío iba acorde a la milicia, en un campo plagado de múltiples obstáculos, cada uno más complicado que el anterior, y prometiendo que el final de mínimo alguien sería en este sector.

—Correran en este circuito hasta que uno de ustedes logre completarlo en menos de un minuto, así que espero que tengan energía. —El presentador sacó el megáfono, sabiendo que las siguientes horas estarían llenas de gritos y al menos un par de eliminaciones.— ¿¡Les queda claro a todos!? —Gritó, haciendo que se enderezaran inmediatamente.

—¡Si, amo Hatchet! —Dijeron al unisono, intentando olvidar el dolor y sueño en sus cuerpo para terminar con esa horrible fase de una vez.

—¡Vamos gusanos, vamos! —Ordenó, finalmente dando inicio a aquella competencia, y más temprano que tarde, a las terribles repercusiones que está tendría.

Si de por si el correr sobre aquel montón de lodo era complicado, los obstáculos estaban haciendo cumplir con el tiempo límite imposible, resbalando, atorandose y cayendo repetidas veces.

Incluso personas tan fuertes como DJ terminaban teniendo problemas, con este quedándose atorado en uno de las muchas pruebas de pasar en medio.

—¡Estás cosas son imposibles de atravesar Hacthet, no es justo! —Se quejó mientras intentaba liberarse, viendo como Katie pasaba como si nada a su lado y le sacaba la lengua con burla al poder seguir compitiendo.— ¿¡Alguien puede sacarme de aquí!?

El anfitrión simplemente hizo señas a sus asistentes para que se fueran a encargar del asunto, y asegurándose de que las cámaras enfocarán bien aquella humillante posición.

Por otro lado igual de desfavorecido, Cody no habia tardado demasiado en caer de una de las paredes de escalar, dándose directamente contra el rostro en el suelo, desmayandose, incapaz de continuar el reto.

—¿No cree que ya es demasiado, amo Hatchet? —Heather intentó dialogar mientras intentaba recuperar el aliento tras la sexta vuelta, recibiendo de respuestas un castigo de veinte flexiones, las cuales hizo, pero bastante indignada.

—¡Esto no se termina hasta que alguien termine el circuito! ¿Entendieron?

—¿Falta mucho para eso? Ya me estoy mareando aquí. —Trent dejó escapar un pesado suspiro, colgado de una de las muchas cuerdas boca abajo.— No soy fanático de ser al que amarren, honestamente.

—Odio mascarillas de lodo... —Se quejó Harold tras la última caída, notando como Courtney parecía competir contra Katie al ser las dos más rápidas de cada equipo.

Era divertido que se esforzará tanto incluso cuando tendrían que perder al final de los desafíos.

Tras varios minutos más, llenos de distintos accidentes y frustrantes segundos que impedían la marca del minuto, finalmente Courtney logró completar el desafío, a dos segundos de perder nuevamente.

Incluso los que no eran de su equipo llegaron a celebrar por la posibilidad de al fin terminar aquel desafío e ir a comer algo que al menos tuviera un aporte nutricional básico.

Cómo era de esperarse, era la misma porquería de siempre, pero al menos en esta ocasión tenía la decencia de ser servida en platos.

—Tienen una hora para comer y limpiarse todo de encima.— Indicó Hatchet, dándose cuenta muy tarde la mala idea que había sido el no dejarles asearse antes de ir a comer, con todo el lugar lleno de las manchas de lodo.

La siguiente fase del entrenamiento sería reemplazada por una de aseo profundo al campamento, aprovechando el momento.

DJ tenía una regla en su casa, y es que la comida por más que no le gustará, no podía desperdiciarse; por ello desarrolló la capacidad de simplemente tragarla rápidamente sin saborearla, acabando así con el desayuno antes que cualquiera.

—Voy a las duchas. —Se levantó, dando una rapida explicación en un intento de educación, sin saber que había dado en la ocasión que tanto esperaban tener ciertas personas.

—Ve a hablar con Eva, ahora. —Murmuró Courtney, notando como Duncan se tensaba, nervioso aún por la idea.— Solo dile que quieres sacar a DJ y ya.

—No, no, saquemos a Geoff, DJ es aporte al final del día y no podemos perderlo. —Harold corrigió rápidamente, también clavando su mirada en el angustiado joven.

—En verdad no estoy seguro de poder hacerlo...

—¿Necesitas recordar lo que está en juego? Porque te recuerdo que esos votos no eran precisamente para nombrarte rey del baile. —Harold dió una rápida mirada a Eva, quien parecía completamente distraída intentando descifrar si algo en aquel plato alguna vez había sido realmente comida.— Toma aire, asegúrate de no forzar demasiado el contacto visual, sigue la charla luego para que no sospeche y recuerda, ninguno de ellos es tan listo como crees.

Tras unos segundos, finalmente Duncan terminó aceptando aquella tarea, acercándose a Eva tan inquieto que por un momento sintió que se iba a desmayar.

—¿Vas a comerte eso? —Buscó iniciar una charla de algún modo, llamando la atención de la adversa que le sonrió, tan tranquila como siempre.

—¿Quieres comerlo tú? No es mi favorito de todos modos.

— No, tampoco es el mío... —Soltó una risa nerviosa, la cual mínimamente fue seguida con una de la mujer, suponiendo que al menos no sospechaba de él por hablarle de pronto.— ¿Crees que la gente de la enfermería tenga más suerte con la comida?

—Ah, lo dudo, Izzy dice que le dan la misma comida a nosotros que a sus pacientes.

—Cierto, sueles visitar bastante a Izzy... Bueno, Geoff también lo hace, pero no suele llegar conciente. —Pudo aferrarse a ese tema para llegar a su punto, sintiendo que de pronto, desenvolverse en una mentira no era tan complicado como esperaba en un inicio.— Me preocupa un poco Geoff, últimamente suele estar muy accidentado, y ya sabes, no es es realmente muy fuerte, ¿Crees que pueda ser peligroso?

—No estoy segura... Debería tener un poco más de cuidado. —Eva se quedó pensando genuinamente en la enorme cantidad de golpes que se había llevado el pobre rubio.— Pero intenta ser persistente, eso es admirable.

—Si, pero en ocasiones las personas se exigen más de lo que deberían. —Duncan repasó en su mente sus propias palabras un par de veces antes de finalmente ir al punto.— Espero que no sea necesario porque los Topos Gritones nos siguen superando, pero estaba pensando que quizá el enviar a Geoff a casa sería lo más sensato...

Si bien, Eva se sentía sorprendida de que Duncan tomara la iniciativa de proponer algo así, no le parecía tan descabellado teniendo en cuenta que estuvo cerca de ser eliminado, y de todos modos, tenía un buen punto.

—Creo que tienes razón...

—Se que quizá es un poco tonto y no hemos hablado lo suficiente, pero quería proponerte una alianza, solo para cuidarnos las espaldas, ya sabes... —Duncan finalmente fue directo a la propuesta, sintiendo que los segundos sin respuesta eran tan largos como si de años tratasen.

—Creo que sería una buena idea. —Eva terminó por aceptar, sacándole una triunfal sonrisa al jóven, con una particular sensación de adrenalina recorriendole tras aquella interpretación.

Continuó con la charla un rato más tal y como le aconsejaron, pensando que quizá, el mentir de vez en cuando podía ser justificable.

***

—Me agrada Duncan, creo que es bueno saber que al final podemos contar con la ayuda del otro, si me sentía un poco fuera de lugar ya. —Eva soltó una risa, tan relajada como siempre ante la cámara.— Ganar no lo es todo, pero aún así, me gustaría llegar lo más lejos posible, es un lugar encantador.

Irónicamente, en el fondo se escuchaban los gritos de los pasantes siendo perseguidos por quién sabe que.

***

—Es solo una estrategia, tampoco la sacaremos a ella ni nada, ¿Qué tiene de malo? —Duncan intentó justificarse ante la cámara, con la agridulce sensación de haber cometido algo malo y lo asquerosamente bien que se sentía que esto hubiera funcionado.— Es por la competencia, claramente no llevaré ninguna de estas acciones a mi diario vivir, ¿Entendido?

Ya podía oír la canción de sus padres diciendo que no estaban enojados, solo descepcionados

***

El resto del día estuvo lleno de pruebas, desde correr alrededor del lago hasta que uno de ellos vomitara, nadar en el río contra corriente el mayor tiempo posible, escalar riscos o ponerse a limpiar cada sector del campamento.

Los campistas caían uno tras otro, quedando al final solo DJ, Duncan y Courtney por un lado, con Katie, Trent y Heather del otro.

Tras varios golpes en las últimas pruebas, Justin había terminado en la enfermería, bastante abrumado con todo lo que tenía en la cabeza, con la única compañía siendo aquel mapache que se le subió encima y ahora dormía tranquilamente mientras le acariciaba.

Cuando escuchó a alguien llegar esperó a muchas personas, pero no que fuera Lindsay, quien se sentó en la camilla a su lado.

—¿Cómo se llama? —Intentó iniciar la charla de algún modo, dudando unos momentos si acariciar al animal, retractandose cuando recordó lo peligrosos que podían ser enojados.

—Uh... Pimienta, porque la encontré robando especias de la cocina... —Respondió, incapaz de verla directamente.— Lindsay, yo...

—¿Estás bien? —Le interrumpió, sin aguantar más aquella situación.

—Lindsay, lo lamento tanto...

—Lo se Justin, solo quiero saber si estás bien. —Ella se sentía dolida, no pudo ocultarlo antes y no pudo ocultarlo en ese momento, sin embargo, estaba genuinamente preocupada por él, tanto por la situación como la cantidad de golpes que se llevó en el último desafío.

—Estoy acostumbrado a recibir golpes, no te preocupes... —Intentó serenar, aunque claramente fue una pésima elección de palabras.— Yo no debí hacer eso, estaba tan asustado por irme y me dijeron que era la mejor opción...

—Se que así es la competencia, no voy a decir que no me duele tampoco... —En cierta parte, le hacía sentir como todas las ocasiones donde sus padres ponían a sus hermanas sobre ella, no era nuevo, pero tampoco agradable.— Realmente disfruto ser tu amiga, y no sé cómo sea eso luego de todo lo que venga en la competencia... Pero aún así, quiero que sepas que realmente me alegra haberte conocido, y creo que eres una persona muy linda, Justin.

Estiró su mano para poder estrecharla con la contraria, a la vez que le daba una pequeña sonrisa.

—Tambien eres una gran persona, Lindsay...

— Has vivido muchas cosas, y aún así te has convertido en alguien bueno... No sé cómo decidas vivir tu vida ahora que tienes la oportunidad, pero realmente espero que sea una que te haga feliz.

Ambos se quedaron en silencio tras ello, uno que de alguna forma, les decía mucho más de lo que podrían expresar con palabras.

La noche era fría, y al supuestamente ya no haber más desafíos por aquel día, la mayoría de agotados campistas solo hacían su vida dentro de las cabañas antes de irse a dormir.

Sin embargo, un pequeño grupo se encontraba afuera, sentados sobre un tronco mientras discutían de su situación.

—Lo estoy haciendo tan bien... —Courtney masculló, aún bastante frustrada con la idea de tener que fingir una derrota frente al resto.— ¿Seguro que no podemos esperar hasta el próximo desafío para perder?

—Claro que no, ya tuve que mentir para que esto resultara, no quiero que quede en vano. —Duncan se apresuró en negarse a la idea, sacándole una risa al tercero.— ¿Qué es tan gracioso? ¿Me están tomando el pelo?

—¿Qué? No, solo es divertido verte molesto. —Serenó Harold mientras negaba con la cabeza.— Hiciste un gran trabajo ahí, no te preocupes.

—Aún no estoy convencida del todo... —Courtney se quedó mirando a Duncan, quien volvió a fruncir el entrecejo ante las dudas de la mujer.

—¿En verdad? ¿Incluso luego de eso? —Se permitió el mostrar su fastidio, bastante diferente a como normalmente buscaba quedar lo mejor posible con el resto. Sentía que realmente no merecía que lo subestimara tanto.— Ponme a prueba si tanto desconfías de mi.

El repentino atrevimiento de Duncan tomó por sorpresa al otro par, mirándose entre ellos unos segundos antes de darle una sonrisa de todo menos confiable.

—Bueno, estoy harta de la comida que nos han estado dando estos días, y creo saber dónde podemos conseguir un poco de lo que Hatchet come en su lugar... —Courtney no tardó en dar con una idea, una bastante complicada por el mero hecho de tener al presentador incluído en aquella ecuación.— Aunque si nos atrapa estamos muertos.

Incluso cuando terminó del modo menos alentador posible, Duncan terminó asintiendo con su cabeza, dispuesto a cumplir su palabra, de todos modos se había estado arriesgando todo el día.

—Podemos aprovechar cuando se distraiga y dejamos a pecas vigilando, o podemos...

—Creo que tengo una mejor idea de hecho para que no nos descubran, de hecho... —Harold interrumpió, colocando uno de sus dedos sobre los labios de la mujer para que dejara de hablar.— Tú encárgate de robar, creo que a Duncan le haría bien otra clase de actuación.

Cuando dijo eso, Duncan esperó muchisimas cosas, pero nunca que terminaría fingiendo que estaba al borde de la muerte tras un supuesto ataque de serpiente, todo mientras su compañero le lloraba al confundido anfitrión.

A Hatchet no le importaban lo suficiente los participantes para darle relevancia, pero los dramáticos llantos de Harold eran imposibles de ignorar por más que lo intentara.

—Ya, ya, solo llévalo a la enfermería, para eso está, niño. —Estaba bastante irritado a ese punto, sin siquiera darse cuenta de la mujer llevándose varias de sus cosas más allá.— No se va a morir por una mordida de serpiente, que delicados son los jóvenes de hoy en día.

— ¡Pero está muy mal, solo mirelo, está demacrado! —Lloriqueó mientras sacudía a Duncan, quien a ese punto simplemente intentaba no reírse de la estúpida situación.

—Creo que veo a mi abuelo... Me sigue diciendo que vaya hacia la luz...

—No es mi problema, niño. —Bufó molesto esperando que no insistiera; cosa que por suerte no pasó al Courtney salir de huyendo tras ello, con todo aquel tonto plan dando resultados.

Para ser más precisos, si fueron notados, pero al tratarse de ambos pasantes que también intentaban robar no fue algo que les trajera consecuencias.

Dejaron que Courtney se llevara los créditos por aquella obra cuando irrumpió con el resto de campistas, dando paso a una de las ocasiones donde todos olvidaban por unos momentos las rivalidades para compartir entre ellos, ¿Y como negarse a una comida decente a ese punto?

—Habia pasado tanto tiempo sin comer algo bueno, Dios mío... —Katie sentía que podía llorar de emoción por el simple hecho de ingerir algo comestible, olvidando incluso que hace unos minutos se encontraba insultando a Courtney por haberle ganado en algunas de las competencias.— Olvida las cosas que te dije, que te dije, eres una graaaaan persona.

Ya volvería a odiarla en la próxima competencia.

—¿Cómo lograste conseguir todo esto, Courtney?—Heather preguntó, bastante impresionada de la cantidad de cosas que había conseguido llevarse.

—Es obvio que está acostumbrada a robar, no lo cuestiones demasiado. —Trent se encogió de hombros.— No es una queja, podrías haber matado a alguien por esto y lo comería de todas manera.

—Este desafío es aterrador...—Geoff se quejó, tendido en una de las camas mientras comía.

—Cállate Geoff, tú no duraste nada... —Courtney le lanzó una almohada en la cara, notando la mirada molesta de DJ sobre ella, cosa que lógicamente siquiera le importaba.— Es increíble la cantidad de cosas que tenía ese hombre, y a nosotros nos alimenta con basura, ugh... En fin, ¿Alguien quiere una cerveza?

—En verdad robaste de todo, ¿Eh? —Harold debía admitir que estaba impresionado de la cantidad de cosas que esa mujer logró llevarse en tan poco rato.— Yo no bebo, arruinense entre ustedes.

—Mi mamá odia el alcohol, pero mi madre siempre compite conmigo sobre quién bebe más... —DJ meditó unos momentos, suponiendo que una lata y ya no le haría daño, y que para la mañana siguiente, estaría más que recuperado.— Bien, dame una.— Se lo merecía luego de tanto.

—Yo bebí solo una vez y al día siguiente amanecí en la cárcel, no tengo idea de que pasó... —Noah recordó, encogiéndose de hombros al recordar que siquiera estaba compitiendo.— ¡Bueno, dame una, a ver!

—Por favor, no tomes tú también, o esto va a acabar terrible... —Heather le susurró a Katie, quien soltó una risa mientras negaba con su cabeza.

—¿No sabes los estragos que esa cosa le hace al cuerpo? Me niego a dejar de verme bonita por algo así. —Katie calmó a la adversa, quizá sin darle los motivos correctos, pero al menos la tranquilidad de que no lo haría.

Aún así, todo se tornó en un desastre como era de esperarse, desde Noah aullando en el techo hasta Geoff llorando porque un par de personajes que nadie conocía no se habían quedado juntos.

Un verdadero espectáculo para las personas sobrias, quienes variaban entre Katie burlándose de cada uno de ellos, a Cody genuinamente asustado por la situación.

Todo fue un escándalo imposible de ignorar, con incluso los campistas que no estaban en las cabañas enterándose tarde o temprano, sin acabarse hasta que terminaron por dormirse.

Hatchet obviamente se había dado cuenta de su perdida, y fue por eso mismo que decidió que en lugar de dejarlos dormir hasta las seis de la mañana, los torturaría desde las tres de la madrugada, tanto a los participantes restantes como a los que ya fueron eliminados, solo para evitarles la felicidad de una noche de sueño completa.

Se iba a aprovechar del malestar del alcohol lo más posible.

Estar colgados boca abajo en un árbol, con sus piernas siendo su mayor apoyo, fue sin duda una tortura hasta medieval para todos los restantes, y sumando a ello el dolor de la resaca y la falta de sueño, solo hizo la situación aún peor.

Duncan apenas pudo colgarse unos segundos antes de caer al suelo, incluso si no había bebido nada, había comido mucho más de lo normal, mareandose con facilidad y teniendo que ir a vomitar a uno de los arbustos no muy lejanos.

—Se creen con la edad para beber y no pueden con algo así, debiluchos...—El anfitrión empezó a a hablar para los restantes, tensando aún más la situación.— Está es una forma clásica de tortura, a estas alturas pueden empezar a experimentar ceguera temporal, mientras la sangre se acumula en su cerebro pueden sentir una sensación de vacío invadiendo sus cabezas a la vez que... —Fue interrumpido por Trent cayendo, bastante aturdido, y Courtney que si bien aguantaba esa resaca mejor que cualquier otro, no tardó en bajarse al saber que tenían que perder como parte de la estrategia.

Por mucho que se esforzará y estuviera en mejores condiciones, fue imposible para Heather el terminar aquello, cayendo poco después y dejando la final entre Katie y DJ.

—¡Todo depende de ti Katie, puedes hacerlo! —Heather animó a su compañera, que parecía aterradoramente tranquila en aquella posición.

Por otro lado, DJ solo recibió apoyo de parte de Geoff, pues Eva se encontraba durmiendo de pie ese punto, y el resto definitivamente no parecía interesado en su desafío.

—Puedo durar horas de cabeza, en serio, no te tortures así. —Katie se burló de su oponente, no era secreto que le gustaba competir, y definitivamente DJ era un gran oponente, aunque ella tenía otra gran ventaja, que era la ausencia de la resaca.

—Yo puedo hacer esto todo el día. —Mintió, completamente mareado y con sus piernas apenas aguantando el peso de su propio cuerpo.— Es fácil, muy fácil...

La competencia se alargó sorprendentemente un par de minutos, pero como fue de esperarse, DJ terminó finalmente cayendo, dándole la victoria a Katie y los Topos Gritones.

—Felicidades soldado, iría a la guerra contigo cuando fuera. —Finalmente Hatchet felicitó a la ganadora, saludando tal como lo haría con un militar real.

—Bueno, nunca digas nunca. —Katie respondió de igual manera el gesto, pensando unos momentos en la particular posibilidad.— Quizá cuando hagan uniformes más bonitos.

—Piénselo soldado, piénselo.

***

—Nunca más vuelvo a beber, eso fue una tontería... —DJ suspiró ante la cámara, bastante decepcionado de si mismo por haberse dejado llevar por algo así.— Al menos yo no me vomite encima como Duncan.

Viendo el lado positivo, al ser el que más lejos había llegado de los suyos, se sentía confiado para la próxima eliminación

***

—Quizá todo se salió un poco de las manos... —Duncan intentó disimular su vergüenza ante el arranque de impulsividad que le había tomado, siendo el primero en años, si es que no el primero de toda su vida.— No es tan malo como lo van a mostrar en televisión, recuerden que esto siempre exagera...

***

Ahora tenían todo el día antes de la ceremonia de eliminación, y aún así, esas horas no servirían de nada, pues en el equipo de los Bagres Asesinos todos tenían sus votos más que claros a ese punto.

Por otro lado, si bien los Topos Gritones no tendrían que eliminar a nadie aún, estaban irónicamente rodeados de conflictos.

—Es un alivio que ganaramos hoy... — Durante el día, aún con la insoportable resaca en su cabeza, Trent terminó buscando a Justin como era costumbre.— ¿Aún te duele? Te llevaste un golpe bastante fuerte al último, lamento no haberte acompañado.

—Está bien, Lindsay fue a verme... —Murmuró, queriendo pasar a aquella conversación de la forma más tranquila posible, notando por el drástico cambio en la expresión ajena que no sería posible.

—¿Por qué insistes con relacionarte con ella? Es una tonteria. —Los había visto tan distanciados que asumió que el problema que le suponía su amistad se había acabado, saber que se equivocaba no hizo más que frustrarle.— Seguro quiere manipularte para que no vuelvas a votar por ella.

—Trent, no me gusta competir así. —Soltó finalmente, bastante nervioso, pero decidido a mantener su postura al respecto.

—¿De qué hablas? —La voz de Trent salió incrédula, hasta divertido por la situación, llevando su mano hasta el cabello de adverso, acariciándolo.— Bueno, a nadie le gusta hacer estas cosas, pero si quieres llegar lejos, es lo que debes hacer.

—Me he esforzado mucho por quedarme, dije cosas que en verdad no quería que nadie supiera, voté por mi mejor amiga... —Recordó la conversación de la tarde, la cual lo había tenido cuestionandose hasta llegar a ese punto.— No quiero jugar así, Trent, incluso si eso me lleva más lejos, no me haría felíz al final del día...

Paró sus palabras cuando sintió los dedos del contrario pasando de las caricias a aferrarse con un poco más de fuerza a su cabello.

—¿En verdad te tragaste su discurso de lastima? Es obvio que solo quiere que fracases en esto. —Mantuvo la voz tranquila, aunque la situación le había sacado de quicio apenas empezó con aquel discurso de moralidad.—¿Qué te había dicho? Se aprovechan de que te ven débil, todo el mundo lo hace...

—No es así, realmente quiero a Lindsay, es una gran amiga, y yo sé que ella piensa lo mismo de mi...

—Justin, por favor, nadie más podría quererte. —La situación le hartó lo suficiente para llegar a ese punto, notando lo directo que fue una vez vió su rostro consternado.— Por favor, sabes que esto es especial, no lo arruines por una tontería... —Buscó mantenerlo de su lado, pero incluso luego de besarlo, su expresión abatida no desapareció.— ¿Por qué me estás haciendo esto a mi, Justin? ¿Tanto quieres irte?

—Incluso si me eliminan, no quiero seguir haciendo estás cosas, yo no soy así... —Justin sentía un nudo en su garganta, incapaz de ver el frustrado rostro contrario.— Me gustas, me gustas muchisimo, pero...

Trent le quitó la mano de encima finalmente, reprimiendo todo impulso violento que cruzaba por su mente en esos momentos. 

—Si decides volver a pensar, puedes buscarme, ¿Sabes? Te quiero tanto para ignorar todo lo malo que tienes, e incluso te daría otra oportunidad. —Se alejó finalmente, confiado en que de cualquier modo podría fácilmente encontrar otros aliados; pero sería incapaz quitarse ese asqueroso sabor de rechazo de la boca.— Te recomiendo que pienses rápido, antes de que pase algo de lo que te puedas arrepentir...

Finalmente se retiró, apretando su puño, decidido a que ese tema no moriría hasta que él quisiera; honestamente eso le había alterado mas que cualquier ruptura a lo largo de su vida.

Inevitablemente llegó la fogata de eliminación, con todos los Bagres Asesinos reunidos tras haber depositado sus votos, esperando que como siempre, Hatchet hiciera esa terrible y angustiosa ceremonia.

—Ustedes votaron y escogieron quien de se iría esta noche, lamentablemente para esa persona, esta vez la eliminación es inevitable.— Como siempre, Hatchet llevaba la bandeja de malvaviscos en su mano, observandoles uno por uno, intentando ver quién estaba más nervioso.— Harold, Courtney, DJ, Eva...

Cuando solo Duncan y Geoff quedaron sin el malvavisco, el primero no pudo evitar dudar sobre si realmente le habían jugado en contra y todo fue en vano, mientras el rubio, solo atinó a intentar decir una de las extrañas frases del libro de Gwen, en busca de suerte.

Eso era sumamente agobiante. 

—Ambos fueron los únicos que recibieron votos, de hecho, es bastante divertido. —Los dejó angustiarse un rato más antes de finalmente lanzar el último malvavisco.— Duncan, estás a salvo esta noche, Geoff, empaca tus cosas, eres el eliminado de esta noche.

A diferencia de las reacciones habituales, fue DJ quien se levantó completamente ofendido por la situación, mientras Geoff solo se resignaba y aceptaba su destino.

—Fue un gusto conocerlos a todos.—Se despidió antes de ir a buscar sus cosas, dándose por más que realizado luego de toda su experiencia en aquel lugar.— ¡Buena suerte!

La caminata en el muelle de la vergüenza fue tranquila por parte de Geoff, pero sumamente deprimente para DJ, quien le ayudó a llevar sus cosas.

—No es justo...

—Bueno, votaron por mi, es justo de hecho. —Geoff no iba a llorar sobre la leche derramada, después de todo, era bastante feliz con solo pensar en la cantidad de experiencias que había vivido y los amigos que pudo hacer.— No estés triste, estoy seguro de que podrás ganar esto, y estaré apoyándote en cada momentos.

—¿Vamos a vernos luego, cierto?

—Claro que si, no dejaré que escapes de ver Evangelion y que te explique el final. —Cuando su amigo finalmente sonrió, ambos se despidieron con un abrazo, dando paso al final de una estadía.

Geoff tuvo que hacer sus maletas y despedirse de la competencia, ¿Pero que otras cosas van a pasar ahora que él no está? ¿Duncan terminará de adaptarse a aquella alianza? ¿La decisión de Justin le jugará en contra? ¿Atraparán a los pasantes robando comida? Para descubrir eso y mucho más solo queda seguir sintonizando.

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