Factor Fobia

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Los miedos son algo que todo el mundo tiene, algunos muchos más irracionales que otros, pero al final, nadie se salva de estos por más duro que sea o aparente ser.

Esto salió a relucir mejor que nunca en ese momento, con los Topos Gritones reunidos, esperando que la despedida entre ambas mujeres terminará. Entonces, fueron interrumpidos por el equipo rival, quien parecía acercarse en una oferta de paz.

No pudieron abrir la boca siquiera cuando DJ sintió un peso en su hombro, siendo uno de los muchos pequeños animales que Justin tenía encima subiendo a investigarlo, haciéndole soltar un repentino grito y alertando a todos.

—Si que te aterran esas cosas. —Beth no se aguantó la risa ante la situación de ver un hombre tan grande como DJ alterarse por un par de animalitos, aunque se calló al momento de sentir la molesta mirada del mismo sobre ella. Definitivamente no era alguien con quien quisiera tener problemas.

—A todos nos aterra algo, no es algo para burlarse.— Eva defendió a su compañero, a la vez que extendía al otro equipo uno de los platos con comida que trajeron de la tienda de abastecimiento.— Solo queremos pasar el rato, no hay necesidad de pelearnos fuera de los desafíos.

—Tienes razón, estamos todos en esto, no hay porque llevarnos mal. —Heather señaló con la mano unos asientos libres, invitándolos a acompañarles. También se acercó disimuladamente a Justin para susurrarle en el oído.— Quizá debas sentarte lejos de DJ, por si las dudas...

—Bueno, a mí no me aterra nada, así que no hablen por mi. —Courtney aclaró mientras tomaba asiento, con todos mirándole sin creerle ni un poco.— La calle me enseñó a no temerle nada, suerte con querer asustarme alguna vez.

—Bueno, es posible que no, pero sería un caso muy extraño, ya que el miedo es parte fundamental en la supervivencia del ser humano, si no pudieras experimentarlo se debería a... —Lindsay comenzó a hablar, con gran parte del equipo contrario mirándola extraño y los de su equipo, ya más que acostumbrados.

—Bueno, yo soy de esos casos entonces, no está a discusión. —Terminó con el tema por su parte, aunque parece que este mismo se quedó dando vueltas en la cabeza del resto, dando paso a una ronda de confesiones de estos, aprovechando el repentino ambiente de compañerismo que se formaba alrededor de la fogata.

— Bueno, eso debe ser lindo, Courtney... A mí me dan miedo varias cosas. —Heather soltó con una risita.— Los luchadores de sumo me aterraban cuando era más pequeña, pero creo que ya lo superé.

—Yo antes decía que mi mayor miedo era tener que vivir con Sadie o algo así, ahora suena ridículo. —Katie suspiró, pensando en que otras tonterías habría dicho esos años por el tonto rencor cegandolas.— Quizá un mal corte de cabello, no estoy segura.

—Ah, también me aterran, cuando era pequeña mis hermanas mayores me usaban de muñeca, me maquillaban mal, me peinaban y una vez me cortaron el cabello tan corto que casi quedo calva. —Lindsay sintió un escalofrío de solo recordarlo.— Creo que lo único peor que eso sería recorrer un campo minado con tacones... Porque no se usar tacones, para empezar.

—Correr por un campo minado en tacones sería fácil, verse mal en televisión, definitivamente no. —Harold soltó un suspiro, sin ser más específico. No es que le encantará la idea de hablar de ello, pero quedarse callado en ese ambiente, dónde todos esperaban saber más de ti, era particularmente sospechoso.

Aún así, no era mentira que su relación con su apariencia no siempre estuvo en los términos actuales, y el solo recordarlo le molestaba.

—Me dan miedo las gallinas. —Tyler confesó rápidamente, cosa que no hubiera hecho de no ser por el penoso intento de llamar la atención de la conversación, esperando que Lindsay lo notase.— Una vez me atacó un grupo de ellos, y desde entonces todo ha sido raro... —Sintió una mano en su hombro, pero al voltear, era DJ, que parecía empatizar por tener miedos tan similares.

—Eso es duro, viejo. —Palmeó un par de veces su espalda, aunque fue algo brusco y casi le disloca un hombro.

—Supongo que yo no soporto los bichos en general, por eso me alegro de que Bridgette se haya ido. Puedo verlos a todos y solo sentir asco pero... —Suspiró Leshawna, recordando como tenía hace unos días ese lugar.— Las que no soporto son las babosas, son tan blandas y... ¡Ugh, odio a esos insectos!

—De hecho, son moluscos. —Corrigió Lindsay, aunque se calló cuando le miraron con odio luego de ello.

—La verdad tengo varios miedos que al final no eran para tanto... —Geoff se quedó pensando, desde la vez que temía el simple hecho de salir mucho tiempo de casa, hasta la vez que de pequeño estuvo traumado con las leyendas urbanas de internet.— Ahora solo serían que mi amigo Brody resulte ser un secuestrador, el granizo, o tener que nadar en el océano una distancia demasiado larga, de esas dónde no logras ver nada más que mar hacia ningún lado y...

—Si, se te nota lo alérgico al agua. —Beth le interrumpió burlandose.

—¡Pero si he entrado al mar, ustedes me han visto, es solo que cuando es demasiado lejos de la orilla-!

—No nos debes explicaciones, Geoff. —DJ lo calmó, antes de volver a pegar su mirada en Beth, ejerciendo presión para que hablara. — ¿A qué le temes tú?

— Ugh, bien, tener que usar un aparato dental, son horrorosos. —La jóven llevó uno de menor, y realmente lo recordaba con desprecio.

—A tener hijos, creo... —Cody no dudó su respuesta, tenía muchos temores, algunos tan tontos y obvios como las mujeres, y otros tan específicos como desactivar una bomba bajo presión, pero sin duda nada le aterraba más que la idea de tener una familia y causarle a sus niños el mismo dolor que alguna vez le provocaron sus padres.— No me gustaría hacerlo mal y que cargarán con eso toda su vida.

Gwen no pudo evitar sentir emociones mixtas con la confesión, especialmente porque ella soñaba con una familia tradicional alguna vez, lo cual lo alejaba nuevamente de la posibilidad de poder estar juntos.

Noah notó la tensión en su amigo, despeinandole cariñosamente mientras decidía tomar la palabra.

—¡Yo odio los conos que usan los perros, una vez tuve que usar uno dos semanas! —Confesó, con todos sus compañeros mirándole menos extrañados de lo que querrían, y los integrantes del otro equipo un poco más descolocados.— Mis padres dijeron que el tío veterinario era más económico que un doctor, y yo no quería dejar de morderme esa herida... Así que-

—Cualquier tipo de blasfemia... —Gwen le interrumpió, un poco irritaba de tener que oírlo tanto a ese punto.

—¿Y algo que no tenga que ver con la religión? Debes ser más que eso, ángel. —Courtney interrogó, las únicas veces que la había visto, siempre estaba en algo relacionado al respecto, le causaba un mínimo curiosidad. Especialmente porque nunca vio gente más agresiva que los religiosos a los que una vez les vandalizó la pared.

—Ser enterrada viva. —No dudó demasiado su respuesta, mirando enfadada a Trent cuando escuchó una risa de su parte.

Podía asegurar que por más cuestionable que fuera, ambos deseaban que el otro estuviera varios metros bajo tierra.

—¿A qué le tienes miedo tú? ¿A ser una persona decente?

—No empieces, Gwendoline. —Suspiró pesadamente, no muy cómodo con la idea de tener que compartir esas cosas con el resto.— Supongo que a los mimos, son insoportables. — Los odiaba con todo su corazón desde niños, al punto que si le hicieran escoger quedarse encerrado con sus novias anteriores o un montón de mimos, elegiría la segunda, pero con mucho pánico.

—No estoy segura de tener un miedo específico... Pero nunca me han gustado las agujas. —Eva confesó sin mucho problema, notando como algunos le miraban con incredulidad.— Me limitó a cocinar y a veces fumar, no uso cosas más pesadas, para su información.

—Yo, eh... Creo que realmente no soporto la idea de disparar un arma. —Justin jugueteó con sus manos, agachando la mirada, la verdad el solo mencionarlo le daba un mal sabor de boca. Los demás no iban a mentir y negar su curiosidad, pero sin duda no parecía ser un tema que pudieran tocar sin arruinar el ambiente.

—Muy bien, ¿Y tú qué? Te ves muy callado, muñeco. —Courtney dirigió la mirada a Duncan de forma descarada, a pesar de que ella misma había sido incapaz de revelar alguno de sus temores.— No me puedes decir que no hay nada, me has dejado claro que no eres un sujeto duro al final.

—No quiero hablar de eso, honestamente. —Intentó ser firme y negarse, incluso si se sentía intimidado por las miradas sobre él.

—Ah, vamos, no nos dejes con la curiosidad, muñequito. —Courtney insistió, tocando su hombro, recibiendo de parte contraria un suave manotazo, buscando simplemente que lo dejara en paz.

—Tú no hablaste, así que ten la decencia de dejarme en paz, por favor. —Se mantuvo lo más serio posible.— No es un tema que me agrade.

Ninguno se había dado cuenta de que no estaban solos, sino que el ya reconocible par de internos los espiaba tras los árboles, anotando todo lo que decían por órdenes de su jefe.

—Vamos a tener que investigar algunos, que agotador... —Chris suspiró cansado, observando cómo solo ese par les estaba impidiendo terminar el día laboral.— ¿En verdad este reto es necesario? Es demasiado elaborado para que no nos paguen extra.

—Ugh, es insoportable, Hatchet no aguanta las ganas de matarlos de un susto. —Blaineley dió un par de golpecitos con el lápiz sobre su agenda.— ¿Crees que nos den la información de esta loca en los reformatorios que estuvo?

—Bueno, éticamente no deberían, pero no será complicado. — Se quedó pensando entonces en aquel otro restante, el cual era el competidor por el que Blaineley había terminado por apostar.— Tú busca sobre Courtney, no dejaré que seas quien averigüe de Duncan, le pondrás algo fácil.

—No, no, lo juro. No soy una tramposa. —Aseguró, aunque si lo tenía pensado. Aún así, se rindió, asintiendo con su cabeza.— Bien, hazlo tú, ¿Qué más da?

—De acuerdo, me alegra que sepas competir... —Hipocritamente, él estaba alterando la información de igual forma, habiendo anotado el miedo más inofensivo de Lindsay e ignorando cuando mencionó el campo minado.

Incluso fuera de la apuesta, las veces que habían interactuado, le había terminado simpatizando lo suficiente para no querer verla perder una extremidad, a diferencia del resto que llegaba a ser hasta divertido velos sufrir.

Era rarita, pero en un sentido agradable.

Lamentablemente, era lo más que podía interferir, sabiendo que igual tendría que pasar por el mal rato tarde o temprano, y con Hatchet de presentador, era obvio que sería temprano.

Así, luego de darles sorprendentemente todo un día sin ningún reto, el anfitrión hizo acto de presencia mientras desayunaban, sabiendo que esos rostros descansados y más calmados de lo habitual, pronto darían un estrepitoso cambio.

—Espero que estén disfrutando el desayuno, porque he sido muy bueno con ustedes últimamente. —Solo con eso, llamó la atención de todos, y también, logró alterar a varios de ellos, temiendo el porvenir.— Jugaremos un pequeño juego, nada muy serio. A mí me gusta llamarle Factor fobia, estamos en proceso de registrar el nombre... En fin, ¡Prepárense para enfrentar sus mayores miedos, o arriesgarse a ir a casa!

—¿Nos harás nadar con tiburones de nuevo o huir de los osos? Ya nos preparaste para cualquier miedo, Hatchet. —Katie estaba confiada, incluso desafiando al hombre con sus palabras.

—Pensaba simplemente ponerte una mala peluca, pero gracias por sugerir que debemos ir más allá... —Hizo pasar a Blaineley con un par de tijeras en las manos.— Dice que no quiere la peluca, arruinales el cabello a todos.

—¿¡Qué mierda estás diciendo!? No pienso dejar que me toque un solo pelo.

—Lo harás si no quieres perder. Aún así, nadie te prestará atención, creo que todos queremos ver a Heather pelear con un sumo. —La mencionada, que estaba bebiendo un vaso de agua, escupió solo con escucharle, totalmente aterrada. Pensaba que ese miedo había quedado enterrado, hasta ahora que parecía tener que enfrentarlo, nunca mejor dicho.

Definitivamente iba a ser un día largo, y eso que todavía no llegaba a la parte de presentarles un par de invitados que había conseguido.

—Nos tuvieron que haber escuchado el otro día, mierda... —Trent suspiró pesadamente, maldiciendo que probablemente lo harían enfrentarse a un mimo, y agradeciendo que no mencionó a alguna de sus anteriores parejas en la conversación.

Aunque imaginar a Gwen enterrada viva si le hizo gracia.

—Claro, algunos de ustedes tienen miedos bastante específicos, así que tuvimos que arreglarnoslas para traerles algo similar. —El presentador se paseó por el comedor, deleitado por el obvio temor de casa uno de aquellos jóvenes.— Espero que estén listos y sean valientes.

Volvió a hacer pasar a otras personas hacia aquel lugar, con gran parte de los participantes mirando confundidos, pero un par de estos, notablemente alterados.

Especialmente Noah, quien básicamente pegó un grito de la impresión.

—¿¡Qué están haciendo ellos aquí!? ¡Noooo!—Se aferró al brazo de Cody, quien lo miró confundido unos segundos, hasta que notó a los cuatro niños en ese grupo.

—¿Qué clase de hermano no quiere soportar a sus hermanitos? —Se burló el presentador, viendo como estos corrían y se abalanzaban sobre el joven.— No te preocupes, no están aquí por ti. Ya que tu amiguito tenía un miedo tan específico y claramente no podemos conseguirle hijos en un día, les pedimos prestados a tus padres un par.

Cody tragó saliva, espantado con la imagen frente a él, sin creerse capaz de poder controlar siquiera a uno de esos niños.

—Oigan, chamacos, este debilucho de aquí es su padre por hoy, pórtense tan mal como quieran. —Hatchet apuntó a Cody, quien siquiera alcanzó a hablar antes de sentir como los niños le saltaban encima y lo tiraban al suelo.— Mientras, el líder de su manada tendrá un día lidiando con las pulgas. —Le mostró a Noah un cono para perros, horrorizandolo aún mas.

Claro, se lo puso porque no era un cobarde, pero no estaba seguro de si podría aguantarlo todo el día.

Lamentablemente, este no era el único que recibió una visita, y eso se podía notar en el rostro de Lindsay, visiblemente incomoda al ver a una de sus hermanas mayores presente.

—Solo pudimos traer a una de ellas, pero creímos que te alegraría jugar de nuevo a la muñeca con ella. —El anfitrión se rió en su cara, sin embargo, no detuvo su caminata, llegando hasta la otra mesa y tocándole el hombro a Harold.— También te espera un cambio de look, niño bonito.

No pudo siquiera reaccionar cuando escuchó la burlona risa de Courtney, sin darle el lujo de alterarse frente a ella. Al menos no demasiado, porque por dentro la idea de cortarse un solo mechón de cabello le estaba enfermando.

—Bueno, pero... —Harold abrió la boca en un intento de negociar la condena, siendo callado por las dos mujeres a su lado, ninguna con cara de muchos amigos al pensar que estaba por negarse.

—No vamos a perder por tu culpa, pecas, incluso si te quieren rapar, te dejas. —Courtney amenazó, bastante segura al no haber información sobre ella y asumiendo que ese desafío no la incluiría.

—Eres parte del equipo, tienes que colaborar. —Leshawna tomó la palabra mientras se cruzaba de brazos.— Tendrás que sacrificarte.

No le dieron más espacio para hablar, interrumpiendo cada vez que intentaba decir algo, hasta que se levantó de golpe de la mesa, llamando la atención del resto del equipo.

—¡Bien! Voy a hacer esto por tooooodos nosotros, así que más les vale que no quede en vano. —Normalmente se mantenía con la mente lo más fría posible frente a ellos, teniendo una forma de atacarles que no podía describirse de otro modo que pasivo agresiva, pero ahora, incluso si no lo decía con voz amenazante, iba totalmente en serio.— ¡En fin, mucha suerte!— Quería golpear a alguien.

Aún así, se quedó en el grupito conformado por él, Katie y Lindsay, viendo como la hermana de esta última y Blaineley miraban impacientes de arruinarles la apariencia.

—Queriamos traer a los padres de Duncan de igual manera, pero estaban muy ocupados con su trabajo, que lastima. —El joven sintió que respirar era más fácil luego de escuchar eso, sin embargo, volvió a alterarse luego de unos segundos.— Pero fueron lo suficientemente amables para contarme la historia de vida de su bebito, y luego de casi dos horas, pudimos encontrar varias alternativas interesantes... ¿Figuras promocionales de Céline Dion? ¿En serio, niño?

Cuando notó a todos mirándole extraño, sintió que iba a desmayarse de la humillación ahí mismo, maldiciendo la fascinación de sus padres con hablar de él como si aún fuera un niño, sin darse cuenta lo humillado que se sentía en el proceso.

Para su suerte, ese día estaría lleno de terribles humillaciones para todo el mundo.

Mientras la mayoría se dirigía a presenciar los retos siendo enfrentados por sus compañeros, los tres condenados al cambio de look se quedaron sentados ahí, intentando disimular un poco el horror que les causaba la situación.

—P-Por favor Paula, se amable, ¿Si? Ahora sí sabes cómo maquillar, no es necesario que lo hagas mal. —Lindsay sintió como su hermana le agarraba del rostro sin mucho cuidado, empezando a pasar de manera descuidada el labial sobre su boca.

Podía ser un desafío tonto, pero le llenaba de malos recuerdos.

—Nunca lo hice mal, no es mi culpa que nada te quede, hermanita. —Se rió en su cara, siquiera procesando antes de sentir como cortaban un mechón de su cabello.

—Lo siento, es mi trabajo. —Blaineley se disculpó mínimamente. A pesar de querer que ella se fuera, no tenía algo personal en su contra, le daba bastante lastima honestamente. Por ende, intentaría que fuera mínimamente posible de arreglar.

Katie no le agradaba, así que ella probablemente quedaría con varios sectores calvos si cumplía el reto.

—Por cierto, pelirrojo, tu cabello es precioso, perfecto para un maquillaje de payaso.—Agregó Paula hacía el tercero, que siquiera se dignó a verla.

Mientras ellos sufrían, al resto no le iba mejor, con Heather temblando sobre el escenario mientras veía al otro lado un luchador que probablemente le triplicaba en tamaño y en fuerza.

Aún así, se mantuvo firme, decidida a ganar, o al menos a no desmayarse antes de tiempo.

Su equipo la animaba en su mayoría, excepto Cody que estaba siendo perseguido por tres niños mientras el cuarto se negaba a bajarse de sus hombros.

—Muy bien, Heather, puedes hacer esto, no te va a atacar seguramente... —Casi invocando a la mala suerte, el sujeto empezó a correr hacia ella apenas lo dijo, agachándose rapidamente por reflejo, totalmente aterrada, pero logrando derribarlo al causar que se tropezara de una forma al menos conveniente.

Le dio un punto a su equipo y tuvo la suerte de no haber muerto de un susto, quizá no de la forma más heroica, pero fuera como fuera, logró hacerlo.

La situación para uno de los Bagres Asesinos en cambio, estaba lejos de poder contar con el apoyo de sus compañeros. Y literalmente, estaba lejos de todo el mundo, con Geoff sobre una barca, varios metros lejos de la orilla, la cual Chris se encargó de manejar, esperando que el sujeto se atreviera a saltar de una vez.

—Ibamos a conseguir una máquina para el granizo, pero esto era más económico... Y lamentablemente tu amigo es el perdedor que dice ser. Solo debes bajarte aquí, yo iré varios metros más alla, y tú debes alcanzarme.—Se burló del participante, pensando en lo divertido que sería si se ahogara. Lamentablemente, en caso de ello, él sería responsable de salvarle, pero se valía soñar.— ¿Qué sucede? Vamos, se positivo y tómalo como el baño del mes. 

—¿Entonces Brody si es Brody? Ah, viejo, que alivio. —Sonrió unos momentos, hasta volver a procesar el desafío, tragando saliva y buscando la orilla con la mirada, sin éxito.

Podía nada en el mar, pero la idea de estar tan lejos de un lugar donde descansar una vez no pudiera más, era aterradora.

No estaba seguro siquiera de ser capaz físicamente de sobrevivir a algo así.

Las cosas tampoco iban de lo mejor del otro lado, con Tyler temblando fuera del corral de las gallinas, incapaz de dar un paso hacia ellas sin sentir que estaba por devolver el deplorable desayuno de esa mañana.

DJ estaba en la misma situación, enfrente de otro corral lleno de pequeños animalitos que lograron robar de los particulares seguidores de Justin, como conejitos, ardillas, polluelos y uno que otro cervatillo.

El resto del equipo presente esperaba porque el Dios al que tanto le rezaba una de sus rivales, fuera real y estuviera de su lado. Claro, unos eran mucho más amables que otros en esta espera.

—Está bien si no pueden, en serio, tenemos más oportunidades aquí para ganar. —Eva intentó serenar el ambiente como fuese posible, a pesar de que pareciera algo inútil.

—¡Apresurense! No podrían verse más patéticos temblando por los animalitos de Cenicienta. —Se quejó Courtney, bastante confiada por no haber revelado ningún secreto y no tener familiares cercanos a quienes podrían preguntarles al respecto.

Duncan por otro lado, permanecía nervioso, sin saber que tanto habrían dicho sus padres de él en aquella plática. Esperaba tener suerte y quedarse con la tonta figura promocional, que si bien, le daba una sensación sumamente desagradable, creía ser capaz de afrontar.

Cuando el presentador llegó y le tocó el hombro, fue que se dió cuenta de que la paz había llegado a su fin.

—Van a llevarte a tu desafío.

—¿Qué tengo que hacer? ¿Abrazar a una de esas figuras o...- ¿¡Por qué hay policías!? —Se alteró, cuando un par de uniformados le esposaron, sin entender que demonios estaba pasando.

—Era un miedo demasiado fácil, Duncan, así que, cuando escuchamos que odiabas romper las reglas, creímos que romper la ley te alteraría aún más.— Se encogió de hombros, como si fuera poco.— Solo estarás en una celda acompañado de una Céline Dion de cartón por un par de horas, pásalo bien.

—¡Esperen, esperen! ¿Es necesario? La figura era algo malo de por si, por favor... —Se mostró bastante alterado, sin embargo, el resto de su equipo o estaba ocupado presionando a los otros competidores, o simplemente le ignoró.

Iban a ser unas horas largas.

A pesar de ya haber anotado su primer punto, los Topos Gritones aún estaban lejos de tener el desafío ganado, con Beth negandose rotundamente colocar lo que fuera en su boca, por más que le rogaran todos sus compañeros.

Ahora, luego de rendirse con ella, y entender que no funcionaría por más que quisieran, era el turno de intentar convencer a Gwen, que tampoco parecía dispuesta a hacerlo.

—Por favor, Gwen, hay bastante aire para una hora, solo serán cinco minutitos. —Si bien, Heather no quería presionarla, sabía que necesitaban aquel punto, intentando convencerla.— Te estaremos hablando si te hace sentir mejor, ¿Si?

—De hecho, son quince minutos. —Trent agregó, sin ayudar demasiado. Iban a ser cinco, pero le sugirió al presentador el aumentar un poco el tiempo, solo por diversión.— Dile al de arriba que te proteja, o algo.

—¡Olvidenlo! No quiero entrar a ese lugar, no confío en ninguno de ustedes. —Se negó rotundamente, mucho más cortante de lo habitual por lo mucho que le alteraba la situación.

—¡Gwen, estoy con un maldito cono desde la mañana, Cody ha estado cuidando demonios y Katie con Lindsay volverán pelonas, son solo quince minutoooos! —Incluso Noah parecía alterado con la situación, aunque le estaba hablando a cualquier dirección al no poder ver nada con eso puesto.

Le apenaba no poder ayudar con sus insoportables hermanos, pero apenas y podía mantenerse sin caerse cada dos metros.

Aún así, se notaba que ella, al igual que Beth, no pensaban dar el brazo a torcer, sin importar el arriesgarse a una eliminación.

Al menos, Cody seguía esforzandose por cuidar al montón de niños, que pasaron de morderlo y atacarlo como animalitos salvajes a simplemente no querer bajarse de encima de él mientras le mordisqueaban la ropa. Era un avance dentro de lo que cabía.

***

—Bueno, ahora se que la forma de ser tan particular de Noah seguramente es de familia... Pero luego de casi perder un par de dedos, no están taaaan mal... —Cody intentó hablar frente a la cámara con el montón de niños aferrándose a él.— En el fondo, la verdad son lindos y... ¡Dios mío, no te comas esa rata muerta, suéltalo!

***

Parecía difícil, incluso imposible, pero luego de casi cuarenta minutos dudando, finalmente DJ logró cerrar los ojos y adentrarse casi corriendo a aquel corral, iniciando la cuenta regresiva de quince minutos en el centro de este, mientras temblaba y agradecía no haber bebido nada aquel día.

Se sentó, abrazando sus propias piernas y cerró los ojos, intentando no gritar cada vez que una de esas pequeñas criaturas rozaba contra él, dando un espectáculo bastante patético a ojos de la mayoría, pero que para él, era uno de los actos de valentía más grandes jamás realizados.

Tyler por su parte, ya se había desmayado fuera de su corral cuando una de las gallinas se acercó a curiosear, así que definitivamente, no contarían con ese punto. Caso parecido a Geoff que en lugar de nadar, cayó al agua luego de desmayarse en la orilla del bote, sin cumplir el reto.

Leshawna, Courtney y Eva observaban la situación de los corrales, con esta última animando como podía al aún conciente, y las otras dos, claramente juzgando.

Lamentablemente fueron las que se quedaron, pues vinieron a buscar a Eva para su desafío, obligandole a retirarse, mientras se preparaba mentalmente para recibir un par de desagradables inyecciones.

Sin embargo, su reacción estuvo lejos del terror cuando vió a Izzy con la aguja en sus manos, sonriendo y sin limitarse en abrazarla. No había podido ir a visitarla en la enfermería esos días, pero siempre le alegraba poder pasar tiempo con ella, incluso si estaban a punto de clavarle esa horrorosa inyección quien sabía cuántas veces.

—Va a sonar mal, pero como me alegra que no hayas tenido que llegar a este reto. —Eva habló, intentando enfocarse en la agradable reunión y no en el nerviosismo que le causaba el porvenir, acomodándose para poder empezar a recibir los pinchazos.— Casi todos lo están pasando muy mal, creo que este es un nivel de crueldad más grande, demasiado personal, al menos.

—Si, probablemente no hubiera sobrevivido. —Suspiró aliviada, terminando de preparar los suplementos para empezar con su trabajo.— Aquí voy, serán varias, pero si quieres parar, solo dímelo.

—Claro, estoy lista. —Realmente no lo estaba, pero si esperaba hasta ello, tendría que darse todo el día. Si el universo le trajo a aquel lugar, quizá era para enfrentar sus miedos, por más complicado que fuera, y ella, no quería cuestionar el obrar de este.

Cuando escuchó un estruendoso grito a lo lejos, supo que no era la que estaba en peor posición mínimamente.

En el comedor, luego de arruinar a Lindsay que parecía sufrir como un veterano de guerra, y haber continuado con Harold, quien temblaba sintiéndose incapaz de simplemente verse al espejo, Katie terminó empujando a la interna luego de que le pusiera una mano sobre el cabello, negando con su cabeza.

—¡No, no, no, me da igual no tener ese punto, no van a tocarme el cabello ni hacerme ese maquillaje horroroso! —Se negó, haciéndole perder otro punto a los Topos Gritones.— Lo siento, quedaron demasiado mal para querer verme así.

Katie se terminó retirando a paso rápido, dejando a los otros dos participantes solos una vez la pasante y la invitada se fueron.

Harold mantenía su rostro escondido entre sus manos, se sentía humillado y definitivamente, estaba siendo complicado de afrontar, pero tenía que ser fuerte para ganar.

—Si sirve de algo, no está tan mal... Solo quedó algo corto.... —Lindsay se acercó, a él, intentando animarle un poco, aunque ella tampoco se sentía precisamente bien con el desastre que la dejaron hecha.

El pelirrojo se obligó a recomponerse cuando la tuvo a un lado, forzando una sonrisa para devolverle la mirada. Definitivamente, parecía que su hermana no la debía apreciar para haberle hecho algo tan terrible en el rostro.

—Lo mismo digo. —Normalmente estaría aprovechando la oportunidad para ganarse su simpatía, pero necesitaba recuperarse un poco de lo enfermo que se sentía por la situación.— Será fácil de emparejarlo, no te preocupes...

***

—Se que mi relación con mis hermanas nunca fue bonita, pero no pensé que fuera para tanto. —Lindsay se miró en un pequeño espejo de mano, observando cómo incluso le habían escrito una que otra grosería en el rostro.— Al menos no perdí ninguna extremidad, me alegra que no escucharán lo del campo minado.

***

—Ganamos el desafío anterior, pero no hemos tenido buena racha, no podía arriesgar al equipo a perder... Al menos la mayoría debe estar cumpliendo sus retos.—Harold finalmente había tenido la valentía de verse en el espejo, siendo complicado ocultar la mueca de horror al notar como el cabello que tanto se esforzaba en cuidar, ahora estaba arruinado.— Aún así me veo mejor que la mayoría.

Tuvo que elevarse el ego para no romper el espejo contra la pared.

***

Con el pasar del tiempo con los Bagres Asesinos, finalmente uno de los internos fue a buscar a Leshawna para su desafío, mientras el presentador se encargó él mismo de buscar a Courtney, teniendole una sorpresa preparada.

Por otro lado, fue complicado, muchos dudaron de él, sin embargo DJ logró darle ese punto a los suyos, dejándolos con tres definitivos gracias a él, Eva y Harold.

Los Topos Gritones por su parte, contaban con el punto de Lindsay y Heather, además de Cody y Noah bastante decididos hasta el momento a ganar los propios, en una competencia de lo más reñida con sus adversarios.

Había llegado el turno de Justin, y honestamente, siquiera se sentía capaz de entrar al campo de tiro que habían preparado para su desafío.

Disparar un arma podía ser complicado para cualquiera, pero cuando eso te llevaba a uno de los momentos más oscuros de la infancia, parecía imposible de superar.

Realmente quería hacerlo y ayudar al equipo, pero le estaba costando mucho más de lo que querría, acariciando repetidamente uno de los conejos que le seguían para calmar los nervios.

—Solo apresúrate y ve a disparar, siquiera es un arma real, imbécil. —Beth se quejó en su cara, a pesar de ella no haber siquiera considerado su reto.— Es una tonta réplica, ¿Qué tan difícil puede ser?

—¡Pero la sensación y el ruido son los mismos, es complicado! —Normalmente Justin no elevaba la voz, pero le fue inevitable.— Solo necesito unos minutos, lo haré, en serio...

—No tienes que hacerlo si no quieres... —Trent le apoyó, con un par de concursantes, especialmente Gwen, mirandole con incredulidad, suponiendo que simplemente era una estrategia para verse amable frente al resto. Y lo era, en parte, pero Justin se había ganado su simpatía esos días, por decirlo de un modo menos particular que fijación.— Se nota que no es un miedo arbitrario...

—Trent tiene razón, Justin... No nos enojaremos si decides no hacerlo. —Heather buscó calmarlo, aunque tuvo que jalarle la oreja a Beth cuando interrumpió para decir que a ella si le importaba.— Sea como sea, estaremos para apoyarte.

Justin, si bien no había dejado de estar sumamente aterrado, se sintió lo suficientemente apreciado para querer esforzarse aún más por aquellas personas, quitando aquel par de criaturas que tenía encima para dejarlas al cuidado de Heather mientras entraba al campo de tiro.

Tomar el arma fue complicado, e incluso cuando apuntó hacia adelante, con todo listo para apretar el gatillo, tardó bastante en siquiera asimilar que estaba haciendo eso.

Cerró los ojos, y finalmente, pudo simular aquel disparo, con el ruido resonando en sus oídos y aturdiendole, pero al menos regalandole otro punto a su equipo.

***

—No creo que deba hablar de esto aquí, pero mi... Un familiar muy cercano, bueno... —Se quedó sin palabras, simplemente dejando pasar unos segundos mientras miraba a la nada.— Realmente no es nada interesante, ¿Solo me molesta el ruido, creo? —Terminó por mentir, soltando una risa de lo más forzada.

Estaba demasiado alterado para medir lo que compartía.

***

Aún estaba algo inestable una vez salió del lugar, sintiendo que Heather lo abrazaba en un intento de calmarlo, que realmente y a pesar de no estar acostumbrado aún a esos contactos, funcionó bastante.

—Fuiste muy valiente, gracias por esforzarte tanto. —Serenó con voz suave, esperando que se calmara un poco antes de soltarlo.

Trent observó la escena, la verdad, la cercanía que tenía Justin tanto con Heather como con Lindsay, podía ser beneficioso para que les hablara bien de él, pero no dejaba de molestarle. Sin demostrarlo, mas siendo totalmente conciente de ello.

Aún así, le agarró del brazo para atraerlo hacia él y abrazarlo de igual forma, aunque a diferencia que el de Heather, este claramente lo descolocó más a él y el resto de presentes.

— Mírate, eres tan valiente... Seguro ganaremos gracias a tí. —Endulzó su oído como era costumbre, sin ir más allá simplemente por estar en plena competencia, pero notando satisfecho el efecto que causaba en el adverso.

Trent había estado con varias mujeres, y con todas seguía patrones bastante específicos, siendo probablemente uno de los más obvios cuando su interés en alguna se retorcía al punto de la posesión.

Sentir que más allá de solo querer manipular a Justin, quería apropiarse de él, hizo que todo se terminará de conectar en su cabeza.

***

—Si corto un solo árbol, no soy un leñador, así que si solo me gusta un hombre, no soy gay, es lógica. —Se explicó así mismo, aunque tampoco era algo que le quitase el sueño, no del todo.— No le debo explicaciones a... ¿¡Qué mierda!?

Soltó un grito de impresión cuando varios mimos abrieron la puerta, dándole una patada a uno del mero susto, la cual cortó por unos momentos la trasmisión, solo escuchándose como se peleaba con el resto.

Cuando esta volvió, pudo escucharse un pequeño debate respecto a si aquello contaba como enfrentar el miedo, finalmente dándoles otro punto que ninguno hubiera esperado, mucho menos Trent.

***

—¿Está encendida? ¿Si? —Gwen acomodó la cámara nuevamente, había estado escuchando casualmente las confesiones del adverso, así que tenía que opinar al respecto.— Pero si matas a un solo hombre si eres un asesino, y esa lógica es mucho más aplicable aquí, sodomita.

***

Harold dudó bastante si dar la cara con aquella desastrosa apariencia a sus compañeros, pero ahí estaba, aguantando el amargo revoltijo que traía en su estómago, reuniéndose con su equipo, del cuál esperaba un buen panorama.

No sabía si encontrar a Courtney gritando era bueno o malo, pero definitivamente no dejaba a nadie indiferente.

La escena que habían preparado para ella era probablemente una que nadie hubiese esperado, con una piscina repleta de gelatina verde, y un trampolín de varios metros para saltar a esta.

Claro, el desafío no acababa ahí, pues luego de caer tendría que comer al menos diez bocados de aquel postre sin vomitar.

—¿Gelatina verde? ¿Es en serio? —DJ pensó que su miedo era ridículo varias veces, pero el de Courtney le hacía pensar que no era el peor.— Oh, mi madre prepara una gelatina muy buena, deberías venir a probarla alguna vez.

—¿Si? Me encantaría. —Un Geoff aún goteando el agua del océano respondió sonriente, emocionado de comer cualquier cosa que no fueran las sopas instantáneas y frituras, que eran su dieta natural.

—Terminen su festival de la amistad, me están dando náuseas y no las necesito ahora. —Courtney apenas había podido subir un par de metros hasta ese entonces, notando como gran parte del equipo contrario se acercaba a ver, y el anfitrión los acompañaba.— Lo que me faltaba, mierda...

—Los Topos Gritones tienen seis puntos, ¿Podrán los Bagres Asesinos hacer algo al respecto?

—¿Ya gané los puntos? ¿¡Pueden quitarme este cono!? —Noah suplicó, celebrando cuando finalmente le dieron el visto bueno y le ayudaron a retirarlo.—¡Finalmente, no recordaba prácticamente como se veían ya! —Exageró la situación como de costumbre.— Ni tú, ni tú, ni Heather, ni Gwen, ni... Definitivamente recordaba a Lindsay sin todo eso en la cara.

—Ya puedes quitarte a los niños de encima, Cody. —Se burló el presentador cuando lo vió sentado en el piso con el montón de infantes dormidos encima.

Si era honesto, luego de las primeras horas, llegaron a ser hasta entrañables, en un sentido particular, al igual que su hermano.

Gwen y Noah se quedaron mirando la escena, y aunque sus imágenes mentales eran bastante diferentes, al final ambos se enternecian por lo mismo.

Courtney se armó de valor una vez arriba, tomando aire y dando un pasó al vacío, finalmente cayendo sobre aquella piscina repleta de la, para ella asquerosa, sustancia verde. Llevó un bocado a su boca mientras la adrenalina aún le ayudaba a no procesar el sabor del todo.

Apenas pudo terminar aquel repugnante espectáculo, saliendo apenas luego de aquello, largandose a vomitar a un costado, mientras su equipo hacia una dudosa celebración por aquel punto.

—Pero incluso si logró saltar, no serían suficientes puntos... —Blaineley le habló algo insegura a su jefe, pero lo suficientemente fuerte para que todos escucharan.

—¿¡Qué!? ¿¡Salté para nada a esta piscina asquerosa!? —Reclamó Courtney, totalmente alterada.— ¿¡Quién carajos no hizo el reto!? Lo voy a ahorcar yo misma.

—Tyler se desmayó antes del desafío, Geoff está empapado porque se desmayó también y cayó al agua, no pudo nadar un solo metro... Ah, y tu amiguita Leshawna no quiso hundirse en la piscina de babosas. —Dió la explicación rápida, aunque a oídos, tanto de Courtney como Harold, fue el último nombre el que más taladró en sus mentes.

Sin duda ninguno estaba contento al respecto.

—Bueno ese espectáculo fue divertido, así que le daré la oportunidad a uno del equipo que no haya afrontado su miedo de hacerlo ahora... Si logran empatar, haremos alguna otra actividad por el punto. —El silencio invadió el lugar, y como era de esperar, para frustración de los que si se habían arriesgado a enfrentar sus desafíos.— ¿Nadie? ¿En serio?

Courtney y Harold no tardaron en arrastrar a Leshawna unos pasos más allá, aguantando las ganas de ahorcarla cuando esta siquiera cambió su expresión ante la obvia presión. 

—No pienso hacer ese desafío, es repugnante. —Se negó inmediatamente, siendo sacudida de los hombros por Courtney.

—¿Eso es repugnante? Mira como estamos nosotros, mujer. —Si bien, Harold limitó sus ganas de gritarle, el tic en su ojo delataba su frustración.  Leshawna notó eso y le pareció innecesariamente dramático.— Nena, nuestro equipo está en desventaja con el otro, no podemos seguir perdiendo desafíos.

— Bueno, tampoco me gusta perder, pero esto ya es humillarse. Y de todos modos te las arreglarás para que eliminemos a alguien más... —Respondió sin pelos en la lengua, dando por sentada aquella alianza.— Alguien de mi clase puede colaborar en muchos desafíos, saltar al vacío, incluso acampar, pero no me puedo rebajar a esto. No espero que alguien como ustedes lo entienda, pero... Ninguno de ustedes se irá a casa de todos modos, ¿Qué importa?

Sin decir más, Leshawna simplemente se retiró con el resto, negandose a tratar de rehacer su desafío.

—Pecas, ¿Esa perra nos acaba de decir pobres con palabras innecesariamente elegantes?

—Lo hizo. —Suspiró frustrado para escuchar como anunciaban su derrota.

— ¡Los Topos gritones son los ganadores! ¿Alguien quiere ir a liberar de la prisión a Duncan? Ya no es necesario que se quede de cualquier modo. —El presentador jugó con las llaves, con la imagen mental del hombre atrapado en esa jaula con una mujer de cartón sacándole una carcajada.— Que perdedor.

—Nosotros vamos. —Harold se ofreció, atrapando la llave cuando se la lanzaron, mientras arrastraba a Courtney nuevamente lejos del lugar, sabiendo que si bien, estaban lejos de ser amigos inseparables, ahora definitivamente tenían algo en común de lo que hablar en el camino.

—Dime que vamos a echar a Leshawna, te mataría si decides dejarla por algún pacto de amistad o alguna cursilería. —Courtney intentó quitarse los restos de gelatina que aún sentía deslizándose desagradablemente por su cuerpo.— Ví en su mirada que pensaba que el que tiene dinero hace lo que quiere, estoy segura.

—Calmate, Courtney, claro que no vamos a sacar a Leshawna. —No le sorprendió cuando la mujer le agarró de manera agresiva de la camiseta, no obstante, su expresión le demostró que aún no terminaba su idea.— Sería demasiado bueno para ella, ¿No lo crees?

—¿De qué carajos estás hablando?

—Yo solo digo... Es frustrante irse y perder, ¿Pero que más? ¿Acaso sería suficiente para compensar lo que te hizo pasar? —Terminaron por soltarlo, volviendo a caminar, claramente más interesada en escucharlo.— Mira mi cabello, Court, no estaré feliz si no termina mínimamente calva antes de irse.

—Que cruel... Quizá me agradas un poco ahora. —Admitió, incluso con una breve sonrisa.— Tú encárgate de desviar los votos a alguien más, yo tengo que robarme las babosas para ponerlas bajo su almohada.

—Por supuesto. —Selló aquel improvisado trato, parando de caminar cuando finalmente vieron a Duncan, aguantando una risa por la escena de este.

Ver encerrado a un hombre así de grande, hecho bolita en una esquina con una Céline Dion de cartón al otro lado, sin duda fue una imágen que no se veía todos los días.

—¿Qué hiciste para acabar acá? No sabiamos que eras un chico malo. —Harold abrió la puerta de la jaula, agachandose a su altura y notando como miraban descolocado su apariencia.— Lo se, es un horror, ni lo menciones.

—No iba a mencionarlo... ¿Ganamos el desafío, cierto? Diganme que este tiempo valió la pena.— No hizo falta que le dieran las malas noticias, pues con el tacto en su hombro bastó para darse cuenta que todo fue en vano.— ¿Y ahora que?

—Geoff, Tyler y Leshawna no hicieron el reto...—Courtney les acusó, apresurandose en seguir hablando.— No podemos eliminar a Leshawna, tiene que ser uno de los otros dos.

—¿Por su alianza? —Duncan asumió aquello, con los otros dos mirándose y aguantando una risa con solo pensar en las intenciones de ambos.

—Por ello y que realmente lo intentó, solo que tiene un trauma con las babosas... —Harold inventó una excusa, con fingida preocupación.— Es que de pequeña no le prestaban atención, así que un día, cuando tenía mucha hambre comió unas babosas, y terminó en el hospital por días... Es algo que le avergüenza tanto, por favor no se lo menciones.

—Oh... —Se quedó dudando sobre que decir, simplemente asintiendo con su cabeza.

—Vota por el emo, tu novia de cartón me dijo que era la opción correcta. —Courtney se rió antes de retirarse junto a su compañero. 

Con ello, Duncan recordó la existencia de aquella figura, levantándose de golpe para retirarse de igual manera, seguro de que nunca más querría estar con una a menos de diez metros.

Por otro lado, a pesar de que los Topos Gritones habían ganado, no parecían felices del todo entre ellos, desde Gwen observando amargamente como el chico que tanto le gustaba parecía no prestarle nada de atención, hasta ese preciso sujeto, que estaba intentando que los niños se le despegarán de encima para que pudieran ir a casa.

Lindsay por otro lado, estaba junto a Heather, que pudo conseguirse un par de tijeras para ayudarla a mínimamente emparejar su cabello, quedando lo suficientemente decente.

—Lo lamento, no soy experta en estas cosas... —Se disculpó Heather extendiéndole un espejo para que se viera.

—Ah, está bien, hiciste demasiado, ¡Muchas gracias! —Sonrió, aunque aún le parecía bastante extraño el verse así.— Iré a lavarme la cara, seguro no se verá tan mal cuando me borre esto.

Aún no contaba con un desmaquillante, pero suponía que alguna de sus compañeras, o quizá Harold, podrían ayudarle con ello.

Eso no sería necesario, pues cuando se quedó sola, apareció aquel particular interno con el que ya tantas veces se había terminado topando, a un punto que realmente empezaba a considerarlo otro amigo más.

—Te conseguí desmaquillante, no sabía que traerían a tu hermana, eso fue cruel... —Desaprobó los actos del programa, a pesar de que él hasta hace poco estaba tratando de empujar a Geoff al mar.— Al menos no fue el campo minado...

—Si, creo que al menos el que sufrió consecuencias a largo plazo fue solo mi cabello... —Suspiró, tomando la botella para poder empezar a quitar el ridículo maquillaje en su piel.

—Creo que se te ve bien. —Dudó un poco, pero terminó palmeando su espalda en un gesto reconfortante.— Honestamente, podrías quedar calva y te seguirías viendo bien.

—¿Gracias? —Lindsay le miró con una sonrisa algo descolocada, terminando por reírse al no saber que decir, aunque de algún modo, terminó ayudando bastante.

Era una risa tonta, pero contagiosa, terminando con ambos riendose de una forma igual de extraña.

Heather los vió de lejos, pero siquiera le prestó atención al hecho de que su compañera hablara con la producción, pues la forma ridícula en la que se reían le robó la atención totalmente, enterneciendose.

Lamentablemente, no era lo único que estaba siendo robado en esos momentos.

Beth había logrado inmiscuirse en el cuarto de los chicos de su equipo, luego de no encontrar nada relevante en el de sus compañeras, intentó probar suerte en este otro, encontrando bastante rápido algo tan incriminador como un diario de vida, propiedad de Cody.

Se sentó en un tronco alejado del resto, notando cuando lo quiso abrir, que este tenía una cerradura, siguiendo con sus intentos luego de ello. No pensaba dejar que aquello quedará en vano.

—¿Te robaste eso, linda? —Beth casi se infartó cuando escuchó esas palabras, sin embargo cuando volteó y notó que era Harold, ya arreglado, se calmó. No era de su equipo, después de todo, y las veces que habían hablado, realmente parecía interesado en las mismas cosas que ella.

—Es del imbécil de Cody, estoy segura que tiene algo interesante aquí. — Le mostró con orgullo la adquisición, con el pelirrojo tomándola en sus manos.— Pero está cerrado, así que tendré que romperlo con una roca o algo así.

—Ay, querida, se dará cuenta, no seas tonta. —Negó con su cabeza ante la idea, fingiendo pensar unos momentos en alguna forma de ayudarla.— ¿Sabes? Se abrir cerraduras de este tipo con clips para el cabello, lo hacía toooodo el tiempo con el diario de mi hermana. Si puedes traerme una, te ayudo.

—¿Por qué lo harías?

—Porque la gente linda se ayuda entre si. —Se encogió de hombros, la excusa era tonta, pero esperaba que simplemente asumiera eso como un gesto de supuesta amistad.

—Ah, entiendo, si. Lo siento, pero tengo un novio, se llama Brady y... —Harold escuchó el comienzo del parloteó, bastante divertido de que llegara a la conclusión de que le interesaba románticamente.— O sea, si eres lindo, pero no es posible.

—Nena, no te pregunté tu vida, ¿Quieres mi ayuda o no? —Beth asintió, empezando a caminar hasta su cabaña rápidamente, sin saber que realmente el joven ya tenía aquel accesorio en su bolsillo, abriendo rápidamente la cerradura y retirando dos páginas que tuvieran escrito lo más posible en ellas.—Que linda letra, huh...

Luego de ello, simplemente cerró el diario y guardó todo lo que le incriminase en uno de sus bolsillos, junto con las hojas robadas, esperando que ella volviera para fingir que lo abrían por primera vez.

Los secretos no eran lo que necesitaba en ese momento.

Cuando finalmente la ceremonia de la fogata llegó, la tensión en el ambiente era inflatable, desde DJ, que a pesar de estar seguro de que no se iría, tenía miedo de que su único amigo se retirará, hasta claro, ese amigo, que era uno de los que no había afrontado el reto.

—Definitivamente ustedes no pueden hacer rachas de victorias. —El anfitrión observó encantado como siempre la tensión en aquel ambiente, dejándola cultivarse unos momentos más antes de empezar a dar las buenas noticias a los salvados.— Harold, DJ, Duncan, Eva, Courtney, Leshawna...

Cuando esta última recibió su inmunidad, no pudo evitar darle una mirada rápida a Harold, aliviada de que no se le ocurriera querer sacarla, recibiendo una sonrisa de este mientras saludaba con su mano.

No tenía idea que en verdad quería ahorcarla.

—Quedan dos participantes y un solo malvavisco... — La tensión en los dos sujetos se incrementó, mirándose entre si. Por un lado, Tyler era un buen aporte físico, pero solo cuando quería, por otro Geoff era mucho más agradable, y aunque fuera un desastre, al menos intentaba las cosas.

Finalmente, Hatchet le lanzó el malvavisco en el rostro al salvado, quitándole un enorme peso del pecho.

—Geoff, te quedas otra semana, señor demasiado oscuro para enfrentar gallinas, puedes ir a hacer tus maletas.

—No me volví frío porque quería, lo hice porque la sociedad me volvió así... —No dijo más, levantándose y yendo a hacer sus maletas.

La verdad, no había hecho lazos significativos con nadie en su equipo, así que la caminata en el muelle fue casi completamente solitaria, acompañada simplemente por el par de internos que escuchaban sin muchos ánimos sus discursos ultra deprimentes.

—¿Pueden darle esto a la reina de mi sombrío corazón? —Les extendió una carta, con ambos leyendo e intentando no estallar en carcajadas ahí mismo.— Mi estadía fue corta, pero conocí lo más importante en la vida del ser humano, algo que me demostró que entre toda la oscuridad...

—¡Ya llevenselo! —Blaineley gritó para que el bote empezará a alejarse, demasiado agotada para aguantar aquel discurso, mientras Chris simplemente arrugaba la nota y la tiraba en el mar.— Eso fue totalmente innecesario, que maldito.

—No me agradan los emos.—Se encogió de hombros.

— Los pescaditos son un montón de perdedores, ¿No puedo cambiar la apuesta?

—Ni lo sueñes. —Sonrió confiado en que la competencia se mantendría así, sin tener idea de que trampas se estaban tejiendo poco a poco en aquel lugar.

El participante autoproclamado como el más sombrío finalmente se retiró, ¿Podrán los Bagres Asesinos empezar a dominar el juego? ¿Se mantendrán las alianzas o los conflictos acabarán con ella? ¿Recibirán los internos un aumento de sueldo? Definitivamente no, pero para el resto de preguntas, solo queda seguir sintonizando.

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